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El universo antes RET Tl (erin ua) La teoria de cuerdas da a entender que la gran explosién no fue el origen del universo, STOR OU CRS ETON eS CE react enen mer me etn inicio del tiempo? ;O el universo ROcrer ee es ee tere meee os ne Seon) scared CMe Sa! cee CTO ren Cen URS OU sae FSR eer cn nN ees uO i Onrer Se nem Dene ec or Pe cnr ee eae on one re oa Co Peer ret nae Met et ONE ese eet oa universo de antes de la explosién se ha conver- enue ree Een STS CRTC ore acre er ce curr FNecpe cree Rete ar eer cL ea CITE OSS enn eRe Tes Seren ici eres Steen PCS en RUS eee Cc Cen ae En ate meme rer ome cae ee CU Reu nee cement FPO ec em Ronn ee 1897 por Paul Gauguin: D’ow venons-nous? Que Ree Ned LO Neo me Te ENO eae en aN Pree C ers CS Ten cc -origen, identidad y destino de cada individuo— Breen a atin eee ecu Ter mente con los césmicos. Podemos remontarnos em U CUT on were atoToS Pierre eae tes Ce come OTN ENED ena on Recs Ee RUSS een ts Ree OOM Tn Meee Lace ete Me Cree Meret Ne enero Pe en eee ener en cine oN reed atrds? 20 bien sus raices acaban? {Es el cosmos, Fre ero SE TP ee ete car Se rece CMe ar bre ef origen del tiempo. Arist6teles, de parte de OO Mee Pear ow Maar on ete eC Fiercest OOOO Tae Pree Omar Te Cs as PCr Ot OU oce Oe es ten ad Pern Ree ORCC ce eco logos eris ere mek hunter San Agustin afirmaba que Dios existe fuera del espacio y el tiempo, y puede Hevarlos a la exis- Perens Mec en CORT EX ee me eee mI Cert cm re PUA Meer era ere as ceo one een nen my pene ca tenece a Ia creacin de Dios, no habia un antes La (eoria de Ia relatividad general de Hinstein een eee eek ee eny conclusién. La teorfa mantiene que espacio y tiempo POT uO cr Dsante ede Pee tere tenements Present RCS OEE cc oa COON Cnc LENE ON cone eo ee Erm ICRU ie eee TO em CoO ea Prt Tce cerear ee eet Ue nea ee POSEY RTT rere ee cuencia, como Steven Hawking y Roger Penrose PENNE nce rene eRe conn) peor ete en Comer tees eee Re Oem an Reem eee ee ren Oe creer earner Uee te POE rortue CERO mene ee Fee Ne eceent er eT Ne Tec mT erat econ econ ane PR Oe eee RC cre eae curvatura del espaciotiempo se hacen intinitas La singularidad es el cataclismo primero, mas PTE ee sere en Scare erecta OS Peers Late cn aE TSU rt CURE en eee en mas a los cosmélogos. En particular, no encaja bien con el elevado grado de homogeneidad ¢ isotropia que exhibe cl universo a escalas gran Eres re ete ere eee cos tint mente el mismo en todas partes, alguna clase de ome rato emer cece enemas del espacio, para que se coordinen sus propiede- Pec UME Ree Ue tern tc paradizma cosmologico. Para concretar, consideremos lo ‘que ha sucedido durante Jos 13.700 millones de afios transcurridos desde ‘que se liber6 la radiacién del fondo edsmico de microondas. La distan- cia entre galaxias ha crecido en un factor de aproximadamente 1000 (a ‘causa de la expansiGn), mientras que el radio del universo observable ha crecido en un facior mucho mayo de alrededor de 100.000 (porgne 12 Juz es més veloz que Ia expansién). Hoy dia vemos partes del universo ‘que no podtfaimos haber visto hace 13.700 millones de aftos. En reali- dad, éste es el primer momento de Ia historia eésmica en que la luz de las galaxias més distantes ha Ile- gado a la Via Lactea, embargo, las propicdades de Lictea son basicamente las mismas que las de las galaxias dis- tantes. Es como si se fuera a una fiesta y se comprobara que se lleva exactamente el mismo vestido que tuna docena de amigos. Si sélo dos estuvieran vestidos igual, se podria explicar como una coincidencia, pero una docena sngiere que los asistentes se han puesto de acuer- do. En cosmologfa, el mimero no es una docena, sino decenas de mi- les: el numero de fragmentos de cielo independientes, aunque esta- disticamente idénticos, del fondo de microondas. Una posibilidad es que todas es- tas regiones del espacio estuvieran dotadas desde el inicio con idénti- cas propiedades; en otras palabras, que la homogeneidad sea mera coin- cidencia. Sin embargo, se han con- ebido un par de circunstancias més naturales que nos librarian de ese collej6n sin satida: 0 el universo pri mitivo era mucho menor de lo su- pnesto en la cosmologia ordinaria, © mucho més viejo. Una u otra (0 ambas, actuando juntas) habrfan po- sibilitado la intercomunicacion La preferida sigue siendo la pri- mera. Bl universo habrfa pasado por un periodo de expansin acelerada, 0 de “inflaciGn”, al comienzo de su historia. Antes de esta fase, las ga~ laxias,o sns precursores, estaban tan juntas, que ficilmente podian coor dinar sus propiedades. Durante 1a inflaci6n, perdieron el contacto de- bido a que Ia luz no podia seguir el paso de la frenética expansién. Cuan- do la inflacién acabé, la expansién empez6 a desacelerarse, de manera que las galaxias, gradvaimente, vol- vieron a verse unas a otras. Se atribuye el empnje inflacio- nario a la energia potencial alma- cenada en un nuevo campo, el in flat6n, unos 105 segnndos después: de fa gran explosion. La energia potencial, al contrario que la masa en reposo o la energia cinética, con- duce @ la repulsign gravitatoria, En vez de ralentizar la expansién, como haria la gravitacién de la materia ordinaria, el inflatén la acelera. Propuesta en 1981, la inflacién ha explicado con precisién una amplia vatiedad de observaciones [véase “El universo inflacionario”, por Alan & Filésofos, teélogos y clentiticos siempre han debatido si el tiempo es eterno 0 ilo; eS decir, sie! universo ha existido siempre o ha te~ fide en cambio una génesis dofinida, La teoria de la rolatividad ge~ ‘eral de Einstein implica finitud, Un universo en expansién tiene que haber empezado en la gran explosidn = Sin embargo, la relatividad general plerde su validez en la vecindad do la oxplosién, momento en que interviene la mecénica cuantica EI principal candidato actual a una teoria cuantica de la gravedas compleia, la teorfa de cuerdas, introduce un cuanto de longitudl mi- nimo como una nueva constante fundamental de la naturaleza y con- vierte con ello en insostenible que la gran explosién fuera una verda: era genesis, = La explasién tuvo lugar, pero no correspondié a un momento de i nita densidad, El universo podria ser anterior a ella, Las simetrias ve la teoria de cusrdas sugieren que el tiempo no tuvo Un iniclo y no lendré un final. Podria haber empezado casi vacio y haberse ido ‘concentrando hasta la explosion, 0 incluso podria haber pasado por tun ciclo de muerte y renacimiante. En cualquiar caso, In época ante- rior a la explosién habria formado el cosmos actual 60 1H. Guth y Paul J, Steinhardt; INVES- TIGACION ¥ CIENCIA, julio de 1984]. Sin embargo, todavia quedan algu- nos problemas (e6ricos, empezando por el de qué es exactamente el in- flaton y qué le dio una energia po- tencial inicial tan grande La segunda y menos conocida solucién del problema prescinde de la singularidad. Si el tiempo 0 empez6 en Ia explosi6n, si una larga era precedié al inicio de la pre sente expansién césmica, 1a mate- ria podrfa haber tenido todo el tiempo necesario para distribuirse ho. mogéneamente por s{ misma. De aht ne se haya reexaminado el ra70- namiento que Ilev6 a inferir la exis- tencia de una singularidad, Una de sus hipétesis, que la teo- ria de la relatividad es valida siem- pre, resulta cnestionable. Cerca de la presunta singularidad, Jos efec- tos cudnticos deberfan haber sido grandes, incluso dominantes. La re- lntividad ordinaria no tiene en cuenta tales efectos, de manera que acep- tar la inevitabilidad de la singula- idad equivale a fiarse de la teoria mas all de lo razenable, Para sa- ber lo que realmente sucedié, hay ‘que snbsnmir Ia relatividad en una leorfa cudntica de la gravedad. La tarea ha venido ocupando a los te6- ricos desde la época de Einstein, pero el progresa fue casi nulo hasta mediados los afios ochenta, Evolucién de una revolucién Hoy en dia quedan dos enfoques: uno, a gravedad cuéntica de bucles, mantiene Ia teorfa de Einstein esen- cialmente intacta; pero cambia el procedimiento de llevarla a cabo en ia mecsnica cudntica [véase “Atoms del espacio y del tiempo”, por Lee Smolin; INVESTIGACION ¥ CIENCIA, marzo 2004]. Los segui- dores de la gravedad euantica de bu- cles han dado grandes pasos en Ios Gltimos afios. A pesar de ello, su método podria no ser tan revolu- cionaria como para resolver los pro- blemas fundamentales de La cnam zaci6n de la gravedad. Un problema parecido afrontaron [os tebricos de partfculas despnés de que Enrico Fermi introdujera su teoria efectiva de la fuerza nuclear débil en 1934. Todos los esiuerzos por dar sen- tido 2 una version endntica de la teorfa de Fermi fallaron, No se ne- eStats) te ea maT ES una velocidad pi East or po Se ee ere entre eee standar oe la ee Bren Fr n expl cree a era nula h rcs) cesitaban nuevas técnicas de céleulo, sino las profundas modificaciones aportadas por la teoxta electrodébil de Sheldon Glashow, Steven Wein- berg y Abdus Salam a finales de los afios sesenta, La segunda posibilidad, que con- sidero mas prometedora, es la te0- ria de cuerdas, una modificacién ver- daderamente revolucionaria de 1a lworia de Einstein. Este articulo se referira a ella, aunque los propo: nentes de la gravedad cudniica de bucles afirman que estén aleanzando ‘muchas de las mismas conclusiones. La teorfa de cuerdas surgi a par- tir de un modelo que planteé en 1968 para deseribir el mundo de las parti- culas nucleares (protones y neutro- fes) y sus interacciones. Aunque apa- sioné en an principio, el modelo fracas6. Seria abandonado afios des- pués en favor de !a cromodinémica InovesTicacioN ¥ Ciencia, juli, 2008 ur fa-gran exp! a distancia rca nstein er cuintica, que describe las partfculas nucleares en términos de constitu- yentes més elementales, los quarks. Los quarks quedan confinados den- 0 de los protones o neutrones como si estuvieran ligados entre si por cuerdas eldsticas. Mirando hacia airés, se comprende que la teorfa de cuetdas original capto ese aspecto del mundo nuclear. Sélo més tarde revivirfa en el empeiio por combi- nar Ja relatividad general y la teo- fa cuéntica La idea basica es que las partfcu- las elementales no son pantos, sino objetos unidimensionales infinita- ‘mente delgados, Jas cuerdas. El gran z00 de las particulas elementales, cada una con sus propiedades ca- racterfsticas, refleja los muchos po- sibles modes de vibracién de una cuerda, ;C6mo puede una teoria tan simple describir et complicado mun- err eo eee aes do de las particulas y sus interac ciones? La respuesta puede encon- trarse en lo que cabe Hamar magia de la cucrda cuéntica. Una vez que las reglas de la mecénica eusntica se aplican a una cuerda vibrante —como si fuera una cuerda de vio- Iin en miniatura, excepto que las vibraciones se propagan por ella 3 la velocidad de [a luz—, aparecea nuevas propiedades, Todas tienen hondas consecuencias para la fisica de particulas y a cosmologia En primer lugar, las cuerdas cudn- ticas Gienen un tama finito. Si no fuera por los efectos cudnticos, se podrfa cortar una cuerda de violin por la mitad, cortarla de nuevo y asf sucesivamente, hasta conver~ tirla en una particula puntual, sin masa. Psto el principio de incert dumbre de Heisenberg finalmente hace su aparicin y evita que las 81 SCC any Peers eee ties) ore pee Pee mater ene eee ee oes Pen reenter Pa es Creo) Preece Perea en een eros mn ote ‘energia) de sus vibracio ferent rec mare td ceraekits eee Dee ten cee eee eerie acts gamos que el espacio tone una forma cilindrica Pa eae eat eee eer ey eter ee Manette Cea at ea tors Tee eter? rollamiento extra seri menas costoso que una cantidad extra de veld er uC ee eer at eee Malar Ey cme eee a et) ecoeere = iee eu in eee ett cr) infiita rN eka => occ canes renter Come eer eine CILINDRO PEQUEN Coens Po em ete 62 cuerdas mis ligeras se corten en tro- zos menores que unos 10° me- tros. Este irreducible cuanto de lon- gitud, /,, es una nueva constante de la naturaleza introducida por la teo- ria de cuerdas, paralelamente a la velocidad de Ia luz, c, y la cons- lante de Planck, A. Desempeiia un papel crucial en casi todos los as- pectos de la teorfa de cuerdas; es- tablece un limite finito a magnitu- des que, de otra manera, podrfan hacerse cero 0 infinito En segundo lugar, las cuerdas cudnticas pueden tenet momento an- gular incluso aunque carezcan de masa. En la fisica clésiea, el mo- mento angular es una propiedad de un objeto que gira respecto a un eje. La férmula del momento angular multiplica entre si velocidad, masa y distancia al eje; por tanto, un ob- jeto sin masa no puede tener mo- mento angular. Pero las fluctuacio- nes cuénticas cambian la situaci6a Una pequefia cuerda puede adquitir hasta dos unidades de de momento angular sin ganar masa. Esta ca- racteristica es muy bienvenida, ya que se ajusta 2 las propiedades de Jos mediadores de todas las fuereas fondamentales conocidas, ast el fo- t6n (para el electromagnetismo) y el gravit6n (para la gravedad). His- t6ricamente, fue el momento angu- Jar lo que puso sobre la pista de Tas implicaciones cudntico-gravitatorias de la teoria de cuerdas. En tercer lugar, las cuerdas cuén- ticas exigen la existencia de i mensiones extra del espacio, ademds de Jas tres usuales. Una cuerde cla- sica de violin vibraré con indepen- dencia de cuales sean Las propieda- des del espacio y el tiempo. Una cuetda cudntica es mas exigente. Las ecuaciones que describen la vibra- cia se vuelven incoberentes # me- ros que el espaciotiempo, 0 bien esté ‘muy curvado (en contradicci6n con las observaciones), 0 contenga seis dimensiones espaciales extra. Y cuarto, las constantes fisicas —las de Newton 0 de Coulomb, por ejemplo—, que aparecen en las ecuaciones de la fisica y determi- nan las propiedades de la natura- Jeza, ya no tienen valores arbitra- rios y fijos, Aparecen en la teorla de cuerdas como campos, bastante Parecidos al campo electromagné- tico, que ajustan sus valores din InvestisacidN ¥ ClENcia, julio, 2004 micamente. Pueder. haber tenido iferentes valores en diferentes épo- cas cosmolégicas 0 en remotas re- siones del espacio. Incluso hoy en dia las “constantes” fisicas podsfan variar un poco. La observacién de cualquier variacién proporcionaria tun enorme impulso a Ja teorfa de cuerdas, Uno de esos campos, el dilatén, es la lave maestra de la tearia de ccuerdas; determina la intensidad glo- bal de todas las interacciones. El di- Jatén fascina por su valor: se puede reinterpretar como el tamafio de una imensiGn extra de} espacio, dando un yotal de 11 dimensiones al es- paciotiempo, Atar los cabos sueltos Finalmente, las cxerdas cuénticas han presentado algunas nuevas y somprendentes simetrias de la natt- raleza, las dualidades, que atteran nuestra intuicién de qué sucede cuando los objetos se hacen pe~ quefiisimos. Ya he aludido a una forma de dualided: por lo normal, vuna cuerda corta es mas ligera que una larga, pero si intentamos redu cir su tamafio por debajo de la lon- situd fundamental J, se volverd de uevo pesada. tra forma de la simetrfa, 1a dua- Vidad T, mantiene que las. dimen- siones extra pequefas y grandes son equivalentes, Esta simetria se debe a que las cuerdas pueden moverse de maneras més complicadas que las partfculas puntuales. Conside- remos una cuerda cerraca (como una sortija) localizada sobre un espacio fen forma de cilindro, ceya seccién transversal circular represente una dimensién extra finita. Aparte de vi- brar, la cuerda puede desplazarse como un todo alrededor del cilin- dro o enrollarse a su alrededor una © varias veces, como una goma que diese varias vueltas a un tubo (véase el recuadro “Teoria elemental de cuerdas”), El coste energético de estos dos estados de la cuerda depende del tamaiio del cilindro. La energia del enrollamiento es directamente. pro- porcional al radio del cilindro: los cilindros mayores requieren que la cuerda se estire més para enrollar- se a su alrededor; por tanto, cl en- rollamiento contendra mas energia que Ja que contendria en un cilin: InvesmigxcidN ¥ Ciencia, julio, 2008 eee erode erent E Pen ee cette Se et eee Se eee Me Tea mer eee aceon os een 6 a Caco Ne) ery Roe EOC Aen Ray eC een? err. Peet cee oon pre Ser uci ot es Pee Par er Renae poetics Poe Pune eee ose tay eed nee peters fe Bete eine a ot dro mas pequello. La energia aso- ciada con el movimiento en torno al cficulo, por otro lado, es inversa- mente proporcional al radio: los ci- lindros mayoses permiten longitu. des de onda més largas (menores frecuoncias), lo que representa me- a ir Cees Reece wa nay eee Pee eee ca os tas apes que aleanz Pe eCMme Tou cama) p a eet nos energia que las longitudes de onda corias, Si se sustituye el lindro grande por otro pequeto, 10s dios esiados de movimiento pueden permuiar sus papeles. Las energias que haba producido el movimiento circular, se producirén altora por los 63 My amorse or One) Suns Pt era Remade acio de mas dimensiones, la gran Bere ae tert) PC ae errr) Secor tT) Bremer eer eee reloj de arena a través del espacio- tiempo (abajo). So Elespecio ew Greco ee ere on ROP Morten ts antes Crees errr Eta ee ee ca) Pee cn ec Meee Cae Pee en ee ee ee tre Peace tt es Eee eee las branas se separan, la fuerza Peau aac fener t ee ees y empiezan a acercarse. Durante cae ete eres tcy enrollamientos, y viceversa. Un ob servador exterior sélo nota | mension veles de energia, no el or K dichos niveles. Para tal observador, Tos radios grandes y Ios pequefios son fisicamente equivalentes, que se aplica @ nuestras tres di unos de otros, La variable crucial tamaiio del espacio como un todo, sino su factor dz escala, el factor por el que a distancia en- tre galaxias cambia; s en el desplazam rientes, que nos pa- que cabe mente hablar de la expansién de un espa- cio inf global no Aunque la dualidad T se suele for- malar para espacios cilindricos, e Jos que una dimensién (la circun- ferencia) es finita, hay una variant 64 puede cambiar; sigue siendo infi- nito, Pero sf se puede expandir en €1 sentido de que los cuerpos de su interior —Ias galaxias— se alejen de la luz galdctica que los astréng mos observan. Segtin 1a dualidad TT, universes con pequefios factores de escala son equivalentes a los de IrvesTigacidu Y CHENGHA, julio, 2004 factores de escala grandes. Una tal simetria no aparece en las ecuacio- nes de Einstein. Surge de la unific i6n, implicita en la teorfa de cuer- das, al dilat6n le toca abt un papel central. Durante afios, fos tedrivos de las ‘cuerdas pensaron que la dnalidad T se aplicaba sélo a las cuerdas cerra- {das y no a las cuerdas abiertas, que tienen cabos sueltos y, por tanto, no se pueden enrollar. En 1995 Joseph Polchinski, de la Universidad de Ca- lifornia en Santa Barbara, observs que la dualidad T se aplica tam- bign a las cuerdas abiertas, siempre que el cambio entre radios grandes Y pequetios se ecompase de un cam- bio en las condiciones en los pnn- tos finales de Ia cuerda, Hasta entou- ces, se habian dictado condiciones de contomo en las qne ninguna fuerza actuaba en los extremos de las cuerdas, dejandolos libres pare moverse, Bajo la dualidad T. estas condiciones se convierten én las llamadas condiciones de coutorno e Dirichlet y los extremos qne- dan fijos ‘Cualgnier cuerda dada puede mez- lar ambos tipos de condiciones de contorno. Por ejemplo, los electro- nes pueden ser Cuerdas cuyos exire- mos se mueven libremente en tres de las 10 dimensiones espaciales, pero estén fijos en las otras siete Aquellas ties dimensiones formen inn subespacio conocido como mem- bbrana de Dirichlet, o D-brana. En 1996 Peir Horava, de la Universidad de California en Berkeley, y Edward Witten, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. propusie- ron que nuestro universo reside en una tal brana. La movilidad parcial de los electrones y de otras part culas explica por qué somos inca- paces de percibir las diez dimen- siones del espacio en todo su esplendor. Domesticar el infinito Las mAgicas propiedades de las cuer- das cudnticas apuntan a una misma conclusién: las cuerdas aborrecen el infinito. Como no pueden contraer- se hasta convertirse en un punto infinitesimal, evitan las paradojas que un colapso asf entrana. Su ta- mano no nulo y nuevas simetsfas establecen Ifmites superiores a las magnitudes fisicas que aumemtan Ivesmienciow ¥ Clever julio, 2004 ilimitadamente en las teorias ordi narias, e imponen cotas inferiores a las que decrecen. Los te6ricos de cuerdas piensan que cuando se pro- yeeta la historia del universo hacia atrds en el tiempo, Ia curvatura del espaciotiempo va aumentando, Pero en ver de ir creciendo hasta el in- finito (hasta la tradicional singuta- ridad de Ia gran explosién), acaba por aleanzar un maximo y se redu- ce otra vex. Antes de la teoria de cuerdas, dificil era imaginar meca- nismos que eliminasen tan limpia- mente la singularidad. Las condiciones cerca del tiempo cero de Is gran explosién eran tan extremas, que aiin no se sabe cémo resolver las ecuaciones, Sin embargo, los teéricos de enerdas han aven- turado hipétesis acerca del nniverso anterior a la gran explosién, Bstén tomando en consideracién dos mo- delos sobre todo. El primero, que establece la exis- tencia de una época previa a la gran cexplosién —inis compaferos y yoem- pezamos a desarrollarlo en 1991— combina la dualidad T con la si- metria, més conocida por todos, de la inversi6n temporal, seain la cual las ecnaciones de la fisica valen tanto cuando se las aplica hacia atras en el tiempo como cuando se las aplica hacia delante. La combinacién da In- gar a nuevas cosmologias posibles fen las que el universo se expande, ddigamos que cinco segundos antes de la gran explosién, ala misma ve- Jocidad que cinco segundos después Pero el cambio de la expansion era ‘opnesto en los dos instantes; si se estaba desacelerando después, antes se aceleraba. En pocas palabras: la gran explosién podria no haber sido el origen del universo, sino s6lo nna violenta transicién desde la acelera- Gi6n a la desaceleracisn, La belleza de este modelo es que incorpora de manera automatica la gran intuicién de la teorfa inflacio- haria esténdar: que el universo de- bié sufrir un perfodo de acelera- cidn a fin de quedar tan homozéneo e isdtropo. En la teoria esténdar, 1a aceleracién ocurre después de la gian explosién debido a un campo, el inflat6n, ad hoc. En el modelo de la pre-gran explosion, ocnrre antes de la explosién, como un resultado natnral de las nnevas simetrias de Ja teorfa de cuerdas, Segin esa hipétesis, el universo pre-explosivo era casi una imagen especular perfecta del que siguié a Ia explosi6n (véase ef recuadro “La hipdtesis de la época previa a la gran explosién”). Si el universo es eterno facia el futuro, con su con- tenido enrareciéndose hasta con- vertirse en un caldo diluido, tam- bién sera eterno hacia el pasado. Infinitamente antes, estaba casi vacfo; s6lo contenfa un gas tenue, muy disperso y cadtico, de radia cién y materia. Las fuerzas de la naturaleza, controladas por el campo del dilatén, eran tan débiles que las particulas del gas, apenas si in- teraccionaban, ‘A medida que transcurri6 el tiem- po, las fuerzas ganaron intensidad y tendieron a agrupar la materia. ‘Aleatoriamente, algunas regiones acumularon materia a expensas de ssns entornos. Por sltimo, In densi- dad en estas regiones se hizo tan alta, que empezaron a formarse agu- Jeros negros. La materia del inte- rior de esas regiones se desconects entonces del exterior. El universo se partié en fragmentos disconexos Dentro de un agujero negro, el es- pacio y el tiempo intercambian pa peles. El centro del agujero negro no €§ un punto del espacio sino un instante de tiempo. A medida que la materia se precipitaba hacia el centro, alcanzaba densidades més y ms aitas. Pero cuando la densi- dad, Ta temperatura y Ta curvatura adquirieron los valores méximos per- mitidos por la teorfa de cnerdas, rebotaron y empezaron a decrecer. El momento de esta inversi6n es 10 que Hamamos gran explosi6n. El interior de nno de esos agujeros negros se convistié en nuestro uni- No es sorprendente que un es- quema tan poco corriente haya pro- vocado controversias. Andrei Linde, de la Universidad de Stanford, ha argumentado que para que concor- dase con las observaciones, el agu- jero negro del que surgié nuestro uuniverso tendria que haberse for- mado con an tamafo inusualmente. grande, mucho mayor gne Ia escala de longitud de la teoria de cuerdas. Una respnesta a esta objecién es que las ecuaciones predicen agujeros nnegros de todos los tamafios posi- bles. Resulia que nuestro universo 85 atélte Planck y de los ob- y VIRGO de se formé dentro de uno suficiente ‘mente grande. ‘Una objecin mas seria, plantes- da por Thibault Damour, del Institu- to de Aitos Estudios Cientificos, de Bures-sur-Yvette, y Marc Henneaux, de la Universidad Libre de Bruselas, 8 que la materia y el espaciotiempo se habrian comportado cadticamente cetca del momento de la explosién, en posible contradiccién con Ia ob- servada regularidad del universo pri- mitivo, Hace poco he propuesto que un estado cadtico produciria un denso gas de “agujeros de cuerda” en mic niatura, unas cuerdas tan pequefias y con tanta masa, que estarfan al bborde de convertirse en agujeros ne~ gros. Fl comportamiento de estos agujeros podria resolver el problema planteado por Damour y Hennesux. Tom Banks, de la Universidad de 86 Rutgers, y Willy Fischler, de la de ‘Texas en Austin, han ofrecido una solucién semejante. También existen ‘otras criticas; est por determinar si han descubierto un fallo fatal de la hipotesis. Choques de br E] otro modelo importante de un universo anterior a la explosién es el ecpirdtico, (O “a partir del fuego” se refiere a la creencia de La filo- sofia estoica en el final y recons. iruccién cfclicos del mundo por et fuego.] Lo concibié hace tres afios un equipo de cosmélogos y tedri- cos de cuerdas —Justin Khoury, de la Universidad de Columbia, Paul Steinhardt, de Princeton, Burt A. ‘Ovmut, de la de Pennsylvania, Nathan Seiberg. del Instituto de Estudios ‘Avanzados, y Neil Turok, de la Uni- versidad de Cambridge—. Se basa en Ia hipétesis de que nuestro uni- verso es una de muchas D-branas que flotan en un espacio de mis dimensiones, Las branas ejercen fuer- zas atractivas entre ellas y, ocasio- nalmente, chocan, La gran explo- sid consistirfa en el impacto de otra brana sobre la nuestra (véase el re- cuadro “El modelo ecpirstico”) En una variante de este modelo, las colisiones ocurren efclicamente. Dos branas chocan, rebotan, se sepa ran, S¢ atraen mutuamente, chocan de nuevo, y asf sucesivamente, Entre colisiones, las branas son plésticas: se expanden a medida que se alejan y se contraen algo a medida que se Yuelven a acercar. Durante Ja tran- sicién, el ritmo de expansién se ace- Jera; Ja actual expansién acelerada del universo quizés augure une nueva colisiéa, Los modelos de la pre-gran ex- plosin y eepirético poseen algunas caracteristicas comunes. Ambos em- piezan con un universo grande, frio y casi vacio, y ambos comparten el dificil (y no resuelto) problema de la transici6n entre la fase previa a la explosin y lo que viene des- pugs. Mateméticamente, la princi- pal diferencia entce ambas hipétesis, se encuentra en el comportamiento del campo del dilaién. En la pre~ gran explosi6n, el dilatén empieza con un valor pequefio —de manera que las fuerzas de la natureleza son débiles— y paulatinamente gana in- tensidad. Lo opuesto sucede en el modelo ecpirético, donde la colisién ‘ocurre cuando las fuerzas més dé- biles son. Los creadores de la teoria ecpi- r6tica esperaban que la debilidad de las fuerzas petmitiria analizar el rebote con més facilidad, pero hu- bieron de enfrentarse de todas for- mas a las dificultades de las cur- vaturas grandes, Esté por ver si su modelo realmente evita una singu- laridad. Ademés, requiere unas muy especiales condiciones para resol- ver las usuales paradojas cosmol6- ‘gicas. Por ejemplo, las branas s punto de chocar debieron haber sido casi exactamente paralelas entre si, pues de Lo contrario la colisién no podria haber dado lugar a una explosién suficientemente homogénea. La ver- sin cfclica podria resolver este pro- blema, ya que las sucesivas coli- IvesTizacion ¥ Crewera, julio, 2004 siones permitirian que las branas se rectificaran por sf mismas. Dejando aparte la ciffeil tarea de justificar plenamente estos dos mo- delos desde el aspecto matemético, ay que preguntarse si tienen alg nas consccuencias fisicas observa- bles. A primera vista, ambos podrian parecer un eercicio, no de fisica, sino de metafisica, ideas interesantes de las que los observadores nunca podran probar si son ciertas 0 no. Tal act ud es demasiado pesimiste. Como sncede con los detalles de la fase in- flacionaria, los de una posible €poca pre-explosiva podrfan tener conse- cuencias observables, insctitas sobre todo en las pequefias variaciones ob- servadas en la temperatura del fondo eSsmico de microondas. En primer lugar, les observacio- nes muesiran que las fluctuaciones de temperatura fueron moldeadas por ondas actisticas durante varios cien~ tos de miles de afios. La regulati dad de las fluctuaciones indica que las ondas estuvieron sincronizadas. Se han descartado muchos modelos cosmol6gicos a lo largo de los afios porque no podian explicar esta sit cronfa. Los modelos inflacionario, de la pre-gran explosion y eopir6- tico superan esta primera pruebe. En los tres, las ondas fueron generadas [por procesos cudnticos amplifica- dos durante el perfodo de expan- si6n c6smica acelerada. Las fases de las ondas estaban alineadas, En segundo lugar, cada modelo predice una diferente distribucién Ge Jas fluctuaciones de la tempera- {ura con respecto al tamafio angu- lar. La observacién ha encontrado ‘ue las fluctuaciones de todos los Camafios tienen aproximadamente la misma amplitud. (Las desviacio- nes discernibles tienen lugar sélo a escalas muy pequefias, donde las fluctaaciones primordiales han sido alteradas por procesos subsiguien- tes.) Los modelos inflacionarios eproducen muy bien esta distribu- cién, Durante la inflacién, la curva- tura del espacio cambié de un modo panlatino; se generaron, pues, fluc- tnaciones de diferentes tamatios bajo condiciones muy parecidas. En los dos modelos basados en la teoria de cuerdas, Ia curvatura evolucioné répidamente, con Io que creci6 la amplitud de las fluctuaciones de pe- quella escala, pero otros procesos IvesrigaciOn y Ciencia, julio, 2008 potenciaron las de escalas grandes: {odas las fluctuaciones quedaron con Ia misma intensidad. En cl modelo copirético, entre esos otros proce- so se incluye la dimensi6n extra del espacio, la que separa las bra- nas que chocan; en el de Ja pre-gran explosién, un campo cuéntico rela- cionado con el dilatén, el axiéa. En resumidas cuentas, (os tres mo- delos se ajusian a los datos, En tercer lugar, las variaciones de temperatura pueden deberse a dos procesos distintos del universo primitivo: las fluctuaciones de la densidad de materia y las ondula- ciones causadas por las ondas gra- vitetorias. En la inflacién intervi nen ambos procesos, mientras que en la pre-gran explosién y el mo- delo ecpirdtico predominan las va- riaciones de densidad. Las ondas gravitatorias de ciertos tamafios dejarfan una seftal distintiva en la polarizacién del fondo de microon- das [véase “Ecos de la Gran Explo- sin”, por Robert R. Caldwell y Mare Kamionkowski; INVESTIGACION Y CiENCIA, marzo 2001]. Futuros ob- servatorios, como el satélite Planck de la Agencia Europea del Espa- cio, captardn esa sefal, si existe; se trataré de una contrastacién casi definitiva Un cuarto examen se refiere a la estadistica de las fluctuaciones. En Ja inflaci6n, las fluctuaciones siguen El autor una curva con forma de campana, © gaussiana, Lo mismo puede su- ceder en el caso ecpirético, mien- tras que la pre-gran explosin per- mnite apreciables desviaciones de la curva de Gauss Los anilisis del fondo de microon- das no soa fa tinica manera de com- ptobar estas teorfas. Con pre-gran explosién deberia haber también un fondo aleatorio de ondas gravitato- ras en un intervalo de frecuencias que, aunque irrelevante para el fondo de microondas, serfa detectable por los futuros observatorios de ondas, gravitatorias. Ademds, debido a que fos modelos de 1a pre-gran explo- si6n y ecpirdtico implican cambios en el campo del dilaién, que va aco- plado al campo electromagnético, ambos Ievarian a fluctuacioues gran escala del campo magnético; podrian manifestarse vestigios su” yos en los campos magnéticos ga- eticos ¢ intergalécticos. {Cuando empez6 el tiempo? Adin no tenemos una respuesta conch: yente, peto por lo menos dos teo- rias potenciaimente comprobables mantienen con verosimilitud que el universo —y por tanto el tiem- po— existia antes de la gran ex- plosién, Si uns u otra son ciertas, ‘al cosmos habria existido siempre, y aunque un dia vuelva a deum- arse sobre sf mismo, no acabaré nunca. Gabriele Voneziano, flsico teérico del CERN, fue el padre de la teovla de cusrdas a finals de los aos sesenta; por exo ha recibido este afo ef premio Heineman, de la Sociogad Americana de Fsica y del Instituto de Fisica. En aquel tiempo, se consigerd ‘qe [a toaria falabe. No lograbe su objetivo de expize al nicieo atémico; Veneriano pronta desvié se atencién a la cromodinémica cusntica, @ la quo hizo importantes ontnibucines. Después de que le toorla de cuerdes reaparecese como una teoria do Ia gravedad en loz aos achonta, seria une de los primaras que la aplcaton ¢ las aguieros negces y la cosmologia, | Bibliografia complementaria | | suvensrrme Coswouogy. James €. Lidsoy, David Wands y Edmund J. Copeland en Phy. ies Repevts, vl. 397, n.% 45, pips. 343-482; octubre 2000. Fron Bic Crunch To BiG Bans. Justin Khoury, Burt A. Ovrut, Nathan Solberg, Paul 4. 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