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Políticas de Juventud
Subsecertaría de Promoción e Integración Social
Ministerio de Desarrollo Social
Autora:
Tec. Marcela Ovejero
Índice
4
Intruducción
5
La Salud como Derecho
5
Convención Iberoamericana de la Juventud
Constitución Nacional 6
Conclusión 15
Introducción
La salud es juventud…
La salud no es un estado total y absoluto, sino un proceso relativo y continuo. Podemos coincidir
en que no es solamente no padecer ninguna enfermedad en el cuerpo ya que estar sanos también
incluye otros aspectos de la vida personal y comunitaria.
Estar “sano” o “enfermo” es el resultado de un proceso de construcción social que cambia con el
tiempo en función de lo que se considera en cada momento histórico y en cada cultura.
Estar sano es un estado dinámico de las personas, grupos o comunidades, que no solo puede
verse afectado por las enfermedades. Hay otras cosas que pueden disminuir el grado de bienestar
de una persona, grupo o comunidad. Por ejemplo su forma de alimentación, la cantidad de horas
de descanso, la actividad física o deportiva, el tiempo destinado a actividades educativas,
culturales, la calidad de la vivienda, las relaciones entre los vecinos, amigos y familiares, etc. e
incluir también aspectos del ambiente que se transforman en requisitos para el desarrollo humano,
como la paz, la educación, el trabajo, la recreación y la justicia a través de la participación activa.
Por lo tanto se reconoce al medio social como la trama de lo que les ocurre a los adolescentes y
jóvenes, en el contexto cultural determinado donde viven, abandonando el criterio que le confería
el carácter de mero un condicionante más de la salud.
Los embarazos no planificados, los accidentes y la violencia son tal vez los indicadores más claros
de la incidencia de todas estas patologías psico-sociales sobre los adolescentes y jóvenes.
Dentro la perspectiva social se debe destacar el enfoque de género, como una manera de analizar
los problemas de salud y desarrollo, con relación al modo en que los adolescentes y jóvenes
(varones y mujeres) construyen su identidad sexual y pueden ejercer autonomía para tomar
decisiones, a partir de sus valoraciones diferenciadas sobre los sexos.
De acuerdo a este enfoque es posible abordar la equidad de género como un aspecto a seguir
trabajando en los servicios de salud, ya que por ser un componente de la cultura, es flexible y
sujeto a transformación.
Considero que en la salud intervienen no sólo las acciones de cuidado que realizan los servicios
de salud, sino también y en igual medida, las acciones de auto cuidado y cuidado mutuo que
realizan los jóvenes, a partir de las informaciones y apoyo que obtienen de su red social y que
resultan sustantivas a la hora de tomar decisiones respecto de su propia salud y la de los demás.
Este enfoque reivindica las acciones de auto-ayuda y auto cuidado, como un auténtico cambio que
democratiza el poder de los profesionales y los expertos, propiciando intervenciones de donde sea
posible el empoderamiento y fortalecimiento de la autonomía de los jóvenes.
La salud de los adolescentes y los jóvenes, es un elemento clave para el progreso social,
económico y político.
La adolescencia y juventud, es un período formativo crucial que moldea la forma en que los niños
y las niñas vivirán sus años adultos, no sólo con relación a su salud sexual y reproductiva, sino
también en su vida productiva, social y económica.
Habilitar la escucha significa estar dispuesto a respetar aquello que va más allá de lo que se
espera oír. Es aceptar lo que es, aunque sea distinto de lo que conocemos o elegimos.
En efecto, es necesario que los adolescentes y jóvenes se apoyen mutuamente, que sean
capacitados para demostrarles a los pares (adolescentes y jóvenes), que tienen condiciones para
superar las dificultades por las que pueda estar atravesando y refiriéndolo a grupos —educativos,
deportivos, barriales— para que encuentre pertenencia y contención.
El Joven, concebido como la persona que está en transición de la niñez a la vida adulta, ha
existido siempre. Sin embargo, la adolescencia y la juventud entendida como un proceso psico-
social con entidad propia y, en consecuencia, con características, necesidades, demandas y
problemas específicos, es una realidad que apenas ha comenzado a tenerse en cuenta
recientemente.
Mucho es el marco legal que tenemos hoy en día, tanto internacional, nacional como local que
tenemos para hacer referencia a este derecho a la salud.
1
Es un tratado internacional de derechos humanos que fue firmado el 11 de octubre del 2005 en la ciudad española de Badajoz, cuyo
alcance de aplicación está circunscrito a los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana de naciones. Es un acuerdo de
carácter vinculante, que establece el compromiso de los Estados a implementar nacionalmente los derechos consagrados en la
Convención. Es un tratado que, ya en vigor, beneficiará a la población iberoamericana de entre 15 y 24 años de edad.
1. Los jóvenes tienen derecho a la vida y, por tanto, los Estados Parte adoptarán las medidas de
toda índole que sean necesarias para garantizar un desarrollo físico, moral e intelectual que
permita la incorporación de los jóvenes al protagonismo de la vida colectiva con niveles óptimos
de madurez. En todo caso se adoptarán medidas tuitivas contra las agresiones que puedan ser
causa de menoscabo del proceso de desarrollo a que se refiere el párrafo anterior.
2. Ningún joven será sometido a la pena de muerte. Los Estados Parte que conserven la Pena de
muerte garantizarán que ésta no se aplicará a quienes, al momento de cometer el delito, fueren
considerados jóvenes en los términos de la presente Convención.
Los Estados Parte adoptarán medidas específicas de protección a favor de los jóvenes en relación
con su integridad y seguridad física y mental, así como contra la tortura y los tratos crueles,
inhumanos y degradantes.
1. Los Estados Parte reconocen que el derecho a la educación también comprende el derecho a la
educación sexual como fuente de desarrollo personal, afectividad y expresión comunicativa, así
como la información relativa la reproducción y sus consecuencias.
2. La educación sexual se impartirá en todos los niveles educativos y fomentará una conducta
responsable en el ejercicio de la sexualidad, orientada a su plena aceptación e identidad, así
como, a la prevención de deseados y el abuso o violencia sexual.
3. Los Estados Parte reconocen la importante función y responsabilidad que corresponde a la
familia en la educación sexual de los jóvenes.
4. Los Estados Parte adoptarán e implementarán políticas de educación sexual, estableciendo
planes y programas que aseguren la información y el pleno y responsable ejercicio de este
derecho.
1. Los Estados Parte reconocen el derecho de los jóvenes a una salud integral y de calidad.
2. Este derecho incluye la atención primaria gratuita, la educación preventiva, la nutrición, la
atención y cuidado especializado de la salud juvenil, la promoción de la salud sexual y
reproductiva, la investigación de los problemas de salud que se presentan en la edad juvenil, la
información y prevención contra el alcoholismo, el tabaquismo y el uso indebido de drogas.
3. Tienen igualmente derecho a la confidencialidad y al respeto del personal de los servicios de
salud, en particular, en lo relativo a su salud sexual y reproductiva.
4. Los Estados Parte velarán por la plena efectividad de este derecho adoptando y aplicando
políticas y programas de salud integral, específicamente orientados a la prevención de
enfermedades, promoción de la salud y estilos de vida saludable entre los jóvenes. Se potenciarán
las políticas de erradicación del tráfico y consumo de drogas nocivas para la salud.
El artículo 12 del Pacto Internacional, define el derecho a la salud como "el derecho que toda
persona tiene al disfrute del más lato nivel posible de salud física y mental". Así, el Estado
argentino tiene la obligación de adoptar las siguientes medidas a fin de asegurar la efectividad de
este derecho.
Se garantiza el derecho a la salud integral que está directamente vinculada con la satisfacción de
necesidades de alimentación, vivienda, trabajo, educación, vestido, cultura y ambiente.
El gasto público en salud es una inversión social prioritaria. Se aseguran a través del área estatal
de salud, las acciones colectivas e individuales de promoción, protección, prevención, atención y
rehabilitación, gratuitas, con criterio de accesibilidad, equidad, integralidad, solidaridad,
universalidad y oportunidad.
Se entiende por gratuidad en el área estatal que las personas quedan eximidas de cualquier forma
de pago directo. Rige la compensación económica de los servicios prestados a personas con
cobertura social o privada, por sus respectivas entidades. De igual modo se procede con otras
jurisdicciones.
ARTÍCULO 21.- La Legislatura debe sancionar una Ley Básica de Salud, conforme a los
siguientes lineamientos:
1. La Ciudad conduce, controla y regula el sistema de salud. Financia el área estatal que es el eje
de dicho sistema y establece políticas de articulación y complementación con el sector privado y
los organismos de seguridad social.
3. Determina la articulación y complementación de las acciones para la salud con los municipios
del conurbano bonaerense para generar políticas que comprendan el área metropolitana; y
concerta políticas sanitarias con los gobiernos nacionales, provinciales y municipales.
4. Promueve la maternidad y paternidad responsables. Para tal fin pone a disposición de las
personas la información, educación, métodos y prestaciones de servicios que garanticen sus
derechos reproductivos.
5. Garantiza la atención integral del embarazo, parto, puerperio y de la niñez hasta el primer año
de vida, asegura su protección y asistencia integral, social y nutricional, promoviendo la lactancia
materna, propendiendo a su normal crecimiento y con especial dedicación hacia los núcleos
poblacionales carenciados y desprotegidos.
10. Desarrolla una política de medicamentos que garantiza eficacia, seguridad y acceso a toda la
población. Promueve el suministro gratuito de medicamentos básicos.
11. Incentiva la docencia e investigación en todas las áreas que comprendan las acciones de
salud, en vinculación con las universidades.
12. Las políticas de salud mental reconocerán la singularidad de los asistidos por su malestar
psíquico y su condición de sujetos de derecho, garantizando su atención en los establecimientos
estatales. No tienen como fin el control social y erradican el castigo; propenden a la des-
institucionalización progresiva, creando una red de servicios y de protección social.
13. No se pueden ceder los recursos de los servicios públicos de salud a entidades privadas con o
sin fines de lucro, bajo ninguna forma de contratación que lesione los intereses del sector, ni
delegarse en las mismas las tareas de planificación o evaluación de los programas de salud que
en él se desarrollen.
ARTÍCULO 22.- La Ciudad ejerce su función indelegable de autoridad sanitaria. Regula, habilita,
fiscaliza y controla todo el circuito de producción, comercialización y consumo de productos
alimenticios, medicamentos, tecnología médica, el ejercicio de las profesiones y la acreditación de
los servicios de salud y cualquier otro aspecto que tenga incidencia en ella. Coordina su actividad
con otras jurisdicciones.
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1° - Objeto. La presente ley tiene por objeto garantizar el derecho a la salud integral,
mediante la regulación y ordenamiento de todas las acciones conducentes a tal fin.
Art. 2° - Las disposiciones de la presente ley rigen en el territorio de la Ciudad y alcanzan a todas
las personas sin excepción, sean residentes o no residentes de la ciudad de Buenos Aires.
Art. 3° - Definición. La garantía del derecho a la salud integral se sustenta en los siguientes
principios:
b) El desarrollo de una cultura de la salud así como el aprendizaje social necesario para mejorar la
calidad de vida de la comunidad.
c) La participación de la población en los niveles de decisión, acción y control, como medio para
promover, potenciar y fortalecer las capacidades de la comunidad con respecto a su vida y su
desarrollo.
g) La gratuidad de las acciones de salud, entendida como la exención de cualquier forma de pago
directo en el área estatal; rigiendo la compensación económica de los servicios prestados a
personas con cobertura social o privada, por sus respectivas entidades o jurisdicciones.
i) La organización y desarrollo del área estatal conforme a la estrategia de atención primaria, con
la constitución de redes y niveles de atención, jerarquizando el primer nivel.
l) La fiscalización y control por la autoridad de aplicación de todas las actividades que inciden en la
salud humana.
Art. 4° - Derechos. Enumeración. Son derechos de todas las personas en su relación con el
sistema de salud y con los servicios de atención:
g) Un profesional que sea el principal comunicador con la persona, cuando intervenga un equipo
de salud.
j) Solicitud por el profesional actuante de consentimiento previo y fehaciente para ser parte de
actividades docentes o de investigación.
l) En el caso de enfermedades terminales, atención que preserve la mejor calidad de vida hasta su
fallecimiento.
o) En caso de urgencia, a recibir los primeros auxilios en el efector más cercano, perteneciente a
cualquiera de los subsectores.
Art. 6° - Obligaciones. Las personas tienen las siguientes obligaciones en relación con el sistema
de salud y con los servicios de atención:
a) Ser cuidadosas en el uso y conservación de las instalaciones, los materiales y equipos médicos
que se pongan a su disposición.
La Salud en la Ciudad
La población joven de la Ciudad de Buenos Aires, se distribuye de la siguiente manera, según los
datos suministrados por la Dirección General de Estadística y Censos en la Ciudad de Buenos
Aires en el 2009 hay 180.484 jóvenes entre 15 y 19 años, 204.702 jóvenes entre 20 24 años y
235.912 jóvenes entre 25 y 29 años, esto representa el 20% del total de la población de la Ciudad
de Buenos Aires.
Según los datos relevados en la Encuesta Joven realizada por el Observatorio de Juventud, el
31% de los jóvenes encuestados no posee cobertura de salud. Mientras que el 57% de los
jóvenes encuestados residentes de la zona norte de la Ciudad dice tener Cobertura de Salud, el
42% de la zona sur, que declara no tener Cobertura. La zona sur esta más desfavorecida en
cuanto al alcance a coberturas de salud, a pesar de tener mayor distribución de Centros de Salud
y Acción Comunitaria (CESAC).
Más interesante es saber que el 91% de los jóvenes dice sentirse sanos a pesar que solo el 77%
realiza consultas en promedio 1 vez al año a los servicios de salud.
Los estratos más pobres de la población de la Ciudad tienen significativamente peor salud, con
mayor proporción de enfermedades evitables y mayor mortalidad infantil y materna. Recordemos
que la relación salud/enfermedad están vinculados a distintos aspectos.
Cada vez son más, las enfermedades crónicas que las enfermedades transmisibles. La obesidad,
entre otras, aumenta a pasos gigantescos y nos hace pensar que las conductas saludables están
siendo olvidadas o no tenidas en cuenta.
Solo el 11% de las mujeres y el 23% de los hombres realizan actividad física siempre, mientras
que el 23% de las mujeres y el 35% de los hombres la realizan frecuentemente.
Pocos consideran necesaria su práctica y sabe de sus beneficios, la falta de tiempo es la principal
causa por la que no la realizan. Únicamente el 30% de los encuestados realiza deportes (con una
frecuencia, intensidad, regla y rutina).
Es mayor el tiempo destinado al uso de las nuevas tecnologías que a la actividad física que
disponen los jóvenes. El uso de la computadora ha trascendido su común uso, ya no solo es para
trabajar sino también para el tiempo de ocio y tiempo libre como juegos en red, chat, iniciar
amistades, compras al supermercado y/o delivery. No hay un equilibrio entre el tiempo utilizado
con actividades sedentarias a las que no lo son.
Otro aspecto importante para la salud de los adolescentes y jóvenes, es el uso y la existencia de
este tiempo libre y de ocio que hablamos antes y que es de suma importancia. El aprender a
relacionarse con los demás, el participar activamente de lo “social”, el comprometerse con alguna
causa o pertenecer a un grupo, ya sea barrial, religioso, político, club de fans, club deportivo,
danzas, amigos, etc.
La alimentación es otro punto fuerte para investigar, la mayoría de los jóvenes dice sentirse bien
con su cuerpo, pero los valores sobre la mala alimentación o desordenes alimenticios son
comunes en consultas medicas. El 26% de las mujeres y 28% de los hombres frecuentemente
comen comida chatarra.
Según los datos relevados por la Encuesta de la UCPJ y en relación a las adicciones, cabe
mencionar que el promedio de iniciación en el consumo de marihuana y cocaína es de 17 años y
el promedio de iniciación en el consumo de alcohol y de tabaco es de 15 años.
La violencia, en todas sus expresiones está instalada y cala hondo día a día, muchas pueden ser
las hipótesis que tengamos sobre como y donde comienza este proceso que una vez instalado
suele ser difícil de volver atrás, pero no imposible. Lo importante es no perder el faro, que es el
joven, como ser bio-psico-socio-cultural y espiritual, sujeto de derecho, con su dignidad, y dejar de
lado otros intereses y poderes particulares. Si bien debemos tener en cuenta las consecuencias
de un hecho violento, mucho mas debe preocuparnos el porque se llega a eso, que fue lo que lo
motivo, que desencadena todo esto o que ausencia hubo, etc.
Con respecto al VIH/SIDA, solo el 49% se realizo el test de VIH/Sida, mientras que el 51% no se
lo ha hecho, esta pandemia sigue abriéndose camino, siendo la información y capacitación el
mejor aliado que tenemos frente a este problema. Es muy importante resaltar el principal medio de
información que utilizan los jóvenes, el 41% dice que son sus amigos.
Cobertura de Salud
Obra Social 57% 54% 62% 60% 56% 56% 61% 63% 46%
Planes y Seguros
1% 2% 1% 3% 1% 1% 1% 2% 2%
públicos
No tiene 31% 33% 28% 29% 32% 31% 24% 26% 42%
Centros de Salud
Fuente: Dirección General de Estadística y Censos
Conclusión
Las conductas saludables parecen estar en el imaginario colectivo de cada joven pero por
distintos factores algunos no pueden llegar a concretarlas. La “prevención”… la educación para la
salud, muchas veces olvidada, es el primer camino y hasta el más efectivo para hacer frente a
estas realidades.
Los niños entre los seis y diez años, esta demostrado que tienen una oportunidad única para ser
educados en esta temática, ya que tienen muy desarrollada la capacidad de razonamiento y son
receptivos de los argumentos que les puedan dar sus maestros y padres sobre los hábitos
saludables. No debemos esperar a la adolescencia o juventud para empezar a hablar con ellos.
La educación sanitaria, la adopción de hábitos de vida sanos y la detección precoz como vía
primordial para prevenir enfermedades y, por tanto, conseguir que la salud del conjunto de la
población alcance unos niveles óptimos, adquieren, en este marco, su máximo protagonismo.
2
La respuesta inmediata es que los Estados Miembros lo están pidiendo claramente, y no sólo los profesionales de la salud, sino
también los responsables políticos. La globalización está afectando a la cohesión social de muchos países, y no cabe duda de que los
sistemas de salud, elementos fundamentales de la estructura de las sociedades contemporáneas, no están funcionando todo lo bien
que podrían y deberían. La gente está cada vez más descontenta ante la incapacidad de los servicios de salud para proporcionar un
nivel de cobertura nacional que satisfaga la demanda y las nuevas necesidades, y ante el hecho de que los servicios prestados no
sean acordes con sus expectativas. Es difícilmente rebatible que los sistemas de salud tienen que responder mejor y con mayor
rapidez a los desafíos de un mundo en transformación. Y la APS puede afrontar esos desafíos.