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Mensaje Especial del Gobernador de Puerto Rico Luis G.

Fortuño
sobre la situación que atraviesa la Universidad de Puerto Rico

16 de diciembre de 2010

Hermanas y hermanos puertorriqueños…me dirijo a ustedes hoy ante la


alarmante y lamentable situación por la que atraviesa la Universidad de Puerto
Rico.

En días recientes, hemos sido testigo de las acciones violentas de un grupo de


personas que no solamente no respetan los derechos de los demás, sino que
buscan a propósito destruir la Universidad. Lejos de acudir al diálogo y al
entendimiento, este grupo minoritario ha recurrido a la confrontación y la
violencia.

Rompiendo vidrios de vehículos, dañando las puertas de los salones,


vandalizando propiedad pública y privada, amenazando a inocentes con
armas blancas, y lanzando bombas de humo contra estudiantes que quieren
estudiar y profesores que quieren enseñar…así es que estos irresponsables
pretenden imponer su voluntad…A LA FUERZA.

Al Pueblo de Puerto Rico le ha quedado más claro que nunca, que estos
elementos disociadores no representan los deseos de la mayoría del
estudiantado. Se escudan detrás de una supuesta defensa de los estudiantes
para llevar a cabo su campaña violenta por motivos puramente políticos.
Insisten en una huelga a la que, como ha dicho nuestro Tribunal Supremo, NO
TIENEN DERECHO.

Hoy, quiero dejar meridianamente claro lo siguiente: la interrupción de las


labores docentes de la Universidad pone en riesgo su elegibilidad para recibir
cientos de millones de dólares en fondos federales indispensables para que la
Universidad pueda funcionar, incluyendo cientos de millones de dólares en
Becas Pell que reciben los estudiantes precisamente para poder estudiar.
Además, la Universidad confronta la posibilidad muy real de perder su
acreditación como centro docente de reconocida calidad. Perder esa
acreditación significaría que los grados que confiere la Universidad no serían
reconocidos por otras instituciones de educación superior. Nuestros estudiantes
no podrían continuar estudios graduados en otras universidades y se perderían
además las acreditaciones profesionales en ramas como enfermería,
educación, trabajo social, medicina, leyes, entre otras.

Para que estemos bien claros: Si la UPR pierde su acceso a fondos federales o
su acreditación, será responsabilidad de los huelguistas violentos que adrede lo
que han buscado es hacerle daño y destruir nuestra universidad.

La Universidad de Puerto Rico, como el resto del gobierno, opera bajo la peor
crisis fiscal que ha enfrentado en su historia. Gran parte del problema fue la
negativa de su anterior administración de hacer los ajustes necesarios en sus
gastos.

Aún así, el año pasado le asigné a la UPR $110 millones en fondos discrecionales
del Gobernador POR ENCIMA de los fondos que le tocan a la Universidad bajo
su fórmula presupuestaria…y este año le asigné otros $25 millones adicionales.
Sacamos dinero de donde no lo había para dárselo a la Universidad.

La actual administración universitaria ha sido bien cuidadosa en imponer la


carga económica más liviana posible al estudiantado, como es el caso de la
cuota especial de $800 al año.

Pero seamos honestos: la excusa de la cuota que utilizan los huelguistas


violentos es sólo eso: UNA EXCUSA.

A ti, estudiante responsable que te esfuerzas y sueñas con terminar tu carrera


universitaria, pero que a lo mejor no estás seguro si vas a tener con qué pagar
la cuota, quiero decirte lo siguiente. No te dejes engañar. Hemos trabajado
para asegurarte a ti que tienes un número de opciones para poder pagar la
cuota.

Primero, la Beca Pell, que hoy en día es de $5,550 por estudiante, gracias a que
el gobierno federal la aumentó en $1,200 adicionales por estudiante.

Segundo, en el gobierno estatal hemos establecido bajo la ley #176 un


programa de becas de $30 millones adicionales para aquellos estudiantes que
no puedan pagar la cuota.
Tercero, a principios de esta semana establecimos un nuevo programa de
Estudio y Trabajo con $1.7 millones en fondos federales para ampliar aún más
los ofrecimientos de estudio y trabajo ya disponibles en la Universidad. De esta
forma, cada estudiante que lo necesite podrá solicitar un trabajo a tiempo
parcial, con un número razonable de horas que no afecten sus estudios y que
le permitan tener lo suficiente para pagar la cuota.

Cuarto, siempre están disponibles los préstamos estudiantiles garantizados por


el gobierno federal.

Y como si eso no fuera suficiente, la administración de la Universidad le ha


hecho posible a los estudiantes poder pagar la cuota en cinco plazos de $160
cada uno.

Los que promueven la huelga violenta con la excusa de la cuota dicen que
están abiertos al diálogo, pero insisten en que se haga lo que ellos quieren y
punto. Eso no puede ser así. Aquí todo el mundo tiene que poner de su parte.
El gobierno federal, el gobierno estatal y la administración de la UPR han puesto
de su parte para ayudar… los huelguistas violentos no han cedido EN NADA. A
ellos no les interesa resolver esto…lo que quieren es desestabilizar y destruir con
los mismos métodos que han utilizado en el pasado y que van en contra de los
valores que nos caracterizan como Pueblo.

Aún así, a lo largo de todo este trayecto, hemos garantizado el derecho


constitucional a la libertad de expresión de toda persona que quiera protestar,
disponiendo y protegiendo los espacios específicamente designados para ello.

En cambio, este grupo de activistas políticos, violentos y encapuchados, se ha


dedicado a sembrar la discordia, violentando los derechos de aquellos
estudiantes que sí quieren estudiar, profesores que sí quieren enseñar y
trabajadores que sí quieren trabajar.

La Universidad es de TODOS. Es nuestra responsabilidad garantizar el derecho


de TODOS los estudiantes que desean recibir su educación y de ninguna forma
permitiremos que ese derecho se violente. Igualmente, es nuestro deber
garantizar la libertad de expresión de quienes quieran protestar, pero vamos a
procesar con todo el rigor a quienes violen la ley.

Por ello, accedí a la solicitud de las autoridades universitarias y autoricé la


presencia de la Policía de Puerto Rico en aquellos recintos donde fuera
necesaria para mantener el orden, garantizar la seguridad, salvaguardar la
integridad física de las personas y proteger la propiedad del Pueblo de Puerto
Rico. Vamos a garantizar que aquellos que quieran protestar puedan hacerlo,
siempre y cuando lo hagan dentro de los parámetros establecidos.
La Policía actuará con toda la mesura y sensibilidad que las circunstancias
ameritan, respetando y protegiendo los derechos civiles de todos los
integrantes de la comunidad universitaria.

A aquellas personas que todavía persisten en su agenda desestabilizadora, les


pido que analicen sus acciones y sus consecuencias y se pregunten si su
campaña realmente beneficia a la Universidad y al Puerto Rico que tanto
queremos. Sin duda, su objetivo es provocar la violencia y hacerle daño político
a esta Administración; así de cruda es la política en Puerto Rico. Pero les pido
que reflexionen si es justo que persigan ese objetivo político a costa del
bienestar y el futuro de 60,000 estudiantes y decenas de miles de trabajadores
puertorriqueños y sus familias.
Les hago un llamado a la cordura y a la reflexión, especialmente en esta
época navideña. Confío en Dios que en los próximos días reine la sensatez y el
espíritu de hermandad puertorriqueña. Sólo de esta forma podremos unirnos
como se supone que seamos… hermanas y hermanos con el propósito común
de forjar un mejor Puerto Rico para nosotros y para las generaciones futuras.

Muchas gracias y que Dios bendiga a Puerto Rico.


Mensaje Especial del Gobernador de Puerto Rico Luis G. Fortuño
sobre la situación que atraviesa la Universidad de Puerto Rico

16 de diciembre de 2010

Hermanas y hermanos puertorriqueños…me dirijo a ustedes hoy ante la


alarmante y lamentable situación por la que atraviesa la Universidad de Puerto
Rico.

En días recientes, hemos sido testigo de las acciones violentas de un grupo de


personas que no solamente no respetan los derechos de los demás, sino que
buscan a propósito destruir la Universidad. Lejos de acudir al diálogo y al
entendimiento, este grupo minoritario ha recurrido a la confrontación y la
violencia.

Rompiendo vidrios de vehículos, dañando las puertas de los salones,


vandalizando propiedad pública y privada, amenazando a inocentes con
armas blancas, y lanzando bombas de humo contra estudiantes que quieren
estudiar y profesores que quieren enseñar…así es que estos irresponsables
pretenden imponer su voluntad…A LA FUERZA.

Al Pueblo de Puerto Rico le ha quedado más claro que nunca, que estos
elementos disociadores no representan los deseos de la mayoría del
estudiantado. Se escudan detrás de una supuesta defensa de los estudiantes
para llevar a cabo su campaña violenta por motivos puramente políticos.
Insisten en una huelga a la que, como ha dicho nuestro Tribunal Supremo, NO
TIENEN DERECHO.

Hoy, quiero dejar meridianamente claro lo siguiente: la interrupción de las


labores docentes de la Universidad pone en riesgo su elegibilidad para recibir
cientos de millones de dólares en fondos federales indispensables para que la
Universidad pueda funcionar, incluyendo cientos de millones de dólares en
Becas Pell que reciben los estudiantes precisamente para poder estudiar.
Además, la Universidad confronta la posibilidad muy real de perder su
acreditación como centro docente de reconocida calidad. Perder esa
acreditación significaría que los grados que confiere la Universidad no serían
reconocidos por otras instituciones de educación superior. Nuestros estudiantes
no podrían continuar estudios graduados en otras universidades y se perderían
además las acreditaciones profesionales en ramas como enfermería,
educación, trabajo social, medicina, leyes, entre otras.

Para que estemos bien claros: Si la UPR pierde su acceso a fondos federales o
su acreditación, será responsabilidad de los huelguistas violentos que adrede lo
que han buscado es hacerle daño y destruir nuestra universidad.

La Universidad de Puerto Rico, como el resto del gobierno, opera bajo la peor
crisis fiscal que ha enfrentado en su historia. Gran parte del problema fue la
negativa de su anterior administración de hacer los ajustes necesarios en sus
gastos.

Aún así, el año pasado le asigné a la UPR $110 millones en fondos discrecionales
del Gobernador POR ENCIMA de los fondos que le tocan a la Universidad bajo
su fórmula presupuestaria…y este año le asigné otros $25 millones adicionales.
Sacamos dinero de donde no lo había para dárselo a la Universidad.

La actual administración universitaria ha sido bien cuidadosa en imponer la


carga económica más liviana posible al estudiantado, como es el caso de la
cuota especial de $800 al año.

Pero seamos honestos: la excusa de la cuota que utilizan los huelguistas


violentos es sólo eso: UNA EXCUSA.

A ti, estudiante responsable que te esfuerzas y sueñas con terminar tu carrera


universitaria, pero que a lo mejor no estás seguro si vas a tener con qué pagar
la cuota, quiero decirte lo siguiente. No te dejes engañar. Hemos trabajado
para asegurarte a ti que tienes un número de opciones para poder pagar la
cuota.

Primero, la Beca Pell, que hoy en día es de $5,550 por estudiante, gracias a que
el gobierno federal la aumentó en $1,200 adicionales por estudiante.

Segundo, en el gobierno estatal hemos establecido bajo la ley #176 un


programa de becas de $30 millones adicionales para aquellos estudiantes que
no puedan pagar la cuota.
Tercero, a principios de esta semana establecimos un nuevo programa de
Estudio y Trabajo con $1.7 millones en fondos federales para ampliar aún más
los ofrecimientos de estudio y trabajo ya disponibles en la Universidad. De esta
forma, cada estudiante que lo necesite podrá solicitar un trabajo a tiempo
parcial, con un número razonable de horas que no afecten sus estudios y que
le permitan tener lo suficiente para pagar la cuota.

Cuarto, siempre están disponibles los préstamos estudiantiles garantizados por


el gobierno federal.

Y como si eso no fuera suficiente, la administración de la Universidad le ha


hecho posible a los estudiantes poder pagar la cuota en cinco plazos de $160
cada uno.

Los que promueven la huelga violenta con la excusa de la cuota dicen que
están abiertos al diálogo, pero insisten en que se haga lo que ellos quieren y
punto. Eso no puede ser así. Aquí todo el mundo tiene que poner de su parte.
El gobierno federal, el gobierno estatal y la administración de la UPR han puesto
de su parte para ayudar… los huelguistas violentos no han cedido EN NADA. A
ellos no les interesa resolver esto…lo que quieren es desestabilizar y destruir con
los mismos métodos que han utilizado en el pasado y que van en contra de los
valores que nos caracterizan como Pueblo.

Aún así, a lo largo de todo este trayecto, hemos garantizado el derecho


constitucional a la libertad de expresión de toda persona que quiera protestar,
disponiendo y protegiendo los espacios específicamente designados para ello.

En cambio, este grupo de activistas políticos, violentos y encapuchados, se ha


dedicado a sembrar la discordia, violentando los derechos de aquellos
estudiantes que sí quieren estudiar, profesores que sí quieren enseñar y
trabajadores que sí quieren trabajar.

La Universidad es de TODOS. Es nuestra responsabilidad garantizar el derecho


de TODOS los estudiantes que desean recibir su educación y de ninguna forma
permitiremos que ese derecho se violente. Igualmente, es nuestro deber
garantizar la libertad de expresión de quienes quieran protestar, pero vamos a
procesar con todo el rigor a quienes violen la ley.

Por ello, accedí a la solicitud de las autoridades universitarias y autoricé la


presencia de la Policía de Puerto Rico en aquellos recintos donde fuera
necesaria para mantener el orden, garantizar la seguridad, salvaguardar la
integridad física de las personas y proteger la propiedad del Pueblo de Puerto
Rico. Vamos a garantizar que aquellos que quieran protestar puedan hacerlo,
siempre y cuando lo hagan dentro de los parámetros establecidos.
La Policía actuará con toda la mesura y sensibilidad que las circunstancias
ameritan, respetando y protegiendo los derechos civiles de todos los
integrantes de la comunidad universitaria.

A aquellas personas que todavía persisten en su agenda desestabilizadora, les


pido que analicen sus acciones y sus consecuencias y se pregunten si su
campaña realmente beneficia a la Universidad y al Puerto Rico que tanto
queremos. Sin duda, su objetivo es provocar la violencia y hacerle daño político
a esta Administración; así de cruda es la política en Puerto Rico. Pero les pido
que reflexionen si es justo que persigan ese objetivo político a costa del
bienestar y el futuro de 60,000 estudiantes y decenas de miles de trabajadores
puertorriqueños y sus familias.
Les hago un llamado a la cordura y a la reflexión, especialmente en esta
época navideña. Confío en Dios que en los próximos días reine la sensatez y el
espíritu de hermandad puertorriqueña. Sólo de esta forma podremos unirnos
como se supone que seamos… hermanas y hermanos con el propósito común
de forjar un mejor Puerto Rico para nosotros y para las generaciones futuras.

Muchas gracias y que Dios bendiga a Puerto Rico.


Mensaje Especial del Gobernador de Puerto Rico Luis G. Fortuño
sobre la situación que atraviesa la Universidad de Puerto Rico

16 de diciembre de 2010

Hermanas y hermanos puertorriqueños…me dirijo a ustedes hoy ante la


alarmante y lamentable situación por la que atraviesa la Universidad de Puerto
Rico.

En días recientes, hemos sido testigo de las acciones violentas de un grupo de


personas que no solamente no respetan los derechos de los demás, sino que
buscan a propósito destruir la Universidad. Lejos de acudir al diálogo y al
entendimiento, este grupo minoritario ha recurrido a la confrontación y la
violencia.

Rompiendo vidrios de vehículos, dañando las puertas de los salones,


vandalizando propiedad pública y privada, amenazando a inocentes con
armas blancas, y lanzando bombas de humo contra estudiantes que quieren
estudiar y profesores que quieren enseñar…así es que estos irresponsables
pretenden imponer su voluntad…A LA FUERZA.

Al Pueblo de Puerto Rico le ha quedado más claro que nunca, que estos
elementos disociadores no representan los deseos de la mayoría del
estudiantado. Se escudan detrás de una supuesta defensa de los estudiantes
para llevar a cabo su campaña violenta por motivos puramente políticos.
Insisten en una huelga a la que, como ha dicho nuestro Tribunal Supremo, NO
TIENEN DERECHO.

Hoy, quiero dejar meridianamente claro lo siguiente: la interrupción de las


labores docentes de la Universidad pone en riesgo su elegibilidad para recibir
cientos de millones de dólares en fondos federales indispensables para que la
Universidad pueda funcionar, incluyendo cientos de millones de dólares en
Becas Pell que reciben los estudiantes precisamente para poder estudiar.
Además, la Universidad confronta la posibilidad muy real de perder su
acreditación como centro docente de reconocida calidad. Perder esa
acreditación significaría que los grados que confiere la Universidad no serían
reconocidos por otras instituciones de educación superior. Nuestros estudiantes
no podrían continuar estudios graduados en otras universidades y se perderían
además las acreditaciones profesionales en ramas como enfermería,
educación, trabajo social, medicina, leyes, entre otras.

Para que estemos bien claros: Si la UPR pierde su acceso a fondos federales o
su acreditación, será responsabilidad de los huelguistas violentos que adrede lo
que han buscado es hacerle daño y destruir nuestra universidad.

La Universidad de Puerto Rico, como el resto del gobierno, opera bajo la peor
crisis fiscal que ha enfrentado en su historia. Gran parte del problema fue la
negativa de su anterior administración de hacer los ajustes necesarios en sus
gastos.

Aún así, el año pasado le asigné a la UPR $110 millones en fondos discrecionales
del Gobernador POR ENCIMA de los fondos que le tocan a la Universidad bajo
su fórmula presupuestaria…y este año le asigné otros $25 millones adicionales.
Sacamos dinero de donde no lo había para dárselo a la Universidad.

La actual administración universitaria ha sido bien cuidadosa en imponer la


carga económica más liviana posible al estudiantado, como es el caso de la
cuota especial de $800 al año.

Pero seamos honestos: la excusa de la cuota que utilizan los huelguistas


violentos es sólo eso: UNA EXCUSA.

A ti, estudiante responsable que te esfuerzas y sueñas con terminar tu carrera


universitaria, pero que a lo mejor no estás seguro si vas a tener con qué pagar
la cuota, quiero decirte lo siguiente. No te dejes engañar. Hemos trabajado
para asegurarte a ti que tienes un número de opciones para poder pagar la
cuota.

Primero, la Beca Pell, que hoy en día es de $5,550 por estudiante, gracias a que
el gobierno federal la aumentó en $1,200 adicionales por estudiante.

Segundo, en el gobierno estatal hemos establecido bajo la ley #176 un


programa de becas de $30 millones adicionales para aquellos estudiantes que
no puedan pagar la cuota.
Tercero, a principios de esta semana establecimos un nuevo programa de
Estudio y Trabajo con $1.7 millones en fondos federales para ampliar aún más
los ofrecimientos de estudio y trabajo ya disponibles en la Universidad. De esta
forma, cada estudiante que lo necesite podrá solicitar un trabajo a tiempo
parcial, con un número razonable de horas que no afecten sus estudios y que
le permitan tener lo suficiente para pagar la cuota.

Cuarto, siempre están disponibles los préstamos estudiantiles garantizados por


el gobierno federal.

Y como si eso no fuera suficiente, la administración de la Universidad le ha


hecho posible a los estudiantes poder pagar la cuota en cinco plazos de $160
cada uno.

Los que promueven la huelga violenta con la excusa de la cuota dicen que
están abiertos al diálogo, pero insisten en que se haga lo que ellos quieren y
punto. Eso no puede ser así. Aquí todo el mundo tiene que poner de su parte.
El gobierno federal, el gobierno estatal y la administración de la UPR han puesto
de su parte para ayudar… los huelguistas violentos no han cedido EN NADA. A
ellos no les interesa resolver esto…lo que quieren es desestabilizar y destruir con
los mismos métodos que han utilizado en el pasado y que van en contra de los
valores que nos caracterizan como Pueblo.

Aún así, a lo largo de todo este trayecto, hemos garantizado el derecho


constitucional a la libertad de expresión de toda persona que quiera protestar,
disponiendo y protegiendo los espacios específicamente designados para ello.

En cambio, este grupo de activistas políticos, violentos y encapuchados, se ha


dedicado a sembrar la discordia, violentando los derechos de aquellos
estudiantes que sí quieren estudiar, profesores que sí quieren enseñar y
trabajadores que sí quieren trabajar.

La Universidad es de TODOS. Es nuestra responsabilidad garantizar el derecho


de TODOS los estudiantes que desean recibir su educación y de ninguna forma
permitiremos que ese derecho se violente. Igualmente, es nuestro deber
garantizar la libertad de expresión de quienes quieran protestar, pero vamos a
procesar con todo el rigor a quienes violen la ley.

Por ello, accedí a la solicitud de las autoridades universitarias y autoricé la


presencia de la Policía de Puerto Rico en aquellos recintos donde fuera
necesaria para mantener el orden, garantizar la seguridad, salvaguardar la
integridad física de las personas y proteger la propiedad del Pueblo de Puerto
Rico. Vamos a garantizar que aquellos que quieran protestar puedan hacerlo,
siempre y cuando lo hagan dentro de los parámetros establecidos.
La Policía actuará con toda la mesura y sensibilidad que las circunstancias
ameritan, respetando y protegiendo los derechos civiles de todos los
integrantes de la comunidad universitaria.

A aquellas personas que todavía persisten en su agenda desestabilizadora, les


pido que analicen sus acciones y sus consecuencias y se pregunten si su
campaña realmente beneficia a la Universidad y al Puerto Rico que tanto
queremos. Sin duda, su objetivo es provocar la violencia y hacerle daño político
a esta Administración; así de cruda es la política en Puerto Rico. Pero les pido
que reflexionen si es justo que persigan ese objetivo político a costa del
bienestar y el futuro de 60,000 estudiantes y decenas de miles de trabajadores
puertorriqueños y sus familias.
Les hago un llamado a la cordura y a la reflexión, especialmente en esta
época navideña. Confío en Dios que en los próximos días reine la sensatez y el
espíritu de hermandad puertorriqueña. Sólo de esta forma podremos unirnos
como se supone que seamos… hermanas y hermanos con el propósito común
de forjar un mejor Puerto Rico para nosotros y para las generaciones futuras.

Muchas gracias y que Dios bendiga a Puerto Rico.

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