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La filosofía moderna

Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su


reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía
moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la
posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del
problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son
muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo
social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la
modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo
del humanismo y de la filosofia renacentista, junto con la revolución copernicana,
asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una
Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las
viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún
argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios
la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la
tutela de la fe, a la independencia de la razón.
El humanismo es un movimiento intelectual, filológico, filosófico y cultural europeo
estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en el siglo XIV en la península
Itálica (especialmente en Florencia, Roma y Venecia) en personalidades como Dante
Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Buscan la Antigüedad Clásica y
retoma el antiguo humanismo griego del siglo de oro y mantiene su hegemonía en buena
parte de Europa hasta fines del siglo XVI, cuando se fue transformando y diversificando a
merced de los cambios espirituales provocados por la evolución social e ideológica de
Europa, fundamentalmente al coludir con los principios propugnados por las reformas
(luterana, calvinista, etc.), la Contrarreforma católica, la Ilustración y la Revolución
francesa del siglo XVIII. El movimiento, fundamentalmente ideológico, tuvo así mismo
una estética impresa paralela, plasmada, por ejemplo, en un nuevo tipo de letra, la redonda
conocida como letra humanística, imitada de la letra uncial latina antigua, que vino a
sustituir poco a poco a la letra gótica medieval.

La expresión studia humanitatis fue contrapuesta por Coluccio Salutati a los estudios
teológicos y escolásticos cuando tuvo que hablar de las inclinaciones intelectuales de su
amigo Francesco Petrarca; en éste, humanitas significaba propiamente lo que el término
griego filantropía, amor hacia nuestros semejantes, pero en él el término estaba
rigurosamente unido a las litterae o estudio de las letras clásicas. En el siglo XIX se creó el
neologismo germánico Humanismus para designar una teoría de la educación en 1808,
término que se utilizó después, sin embargo, como opuesto a la escolástica (1841) para,
finalmente, (1859) aplicarlo al periodo del resurgir de los estudios clásicos por Georg
Voigt, cuyo libro sobre este periodo llevaba el subtítulo de El primer siglo del Humanismo,
obra que fue durante un siglo considerada fundamental sobre este tema.

El Humanismo propugnaba, frente al canon eclesiástico en prosa, que imitaba el pobre latín
tardío de los Santos Padres y el simple vocabulario y sintaxis de los textos bíblicos
traducidos, los studia humanitatis, una formación íntegra del hombre en todos los aspectos
fundada en las fuentes clásicas grecolatinas, muchas de ellas entonces buscadas en las
bibliotecas monásticas y descubiertas entonces en los monasterios de todo el continente
europeo. En pocos casos estos textos fueron traducidos gracias al trabajo de entre otros
Averroes y a la infatigable búsqueda de manuscritos por eruditos monjes humanistas en los
monasterios de toda Europa. La labor estaba destinada a acceder así a un latín más puro,
brillante y genuino, y al redescubrimiento del griego gracias al forzado exilio a Europa de
los sabios bizantinos al caer Constantinopla y el Imperio de Oriente en poder de los turcos
otomanos en 1453. La segunda y local tarea fue buscar restos materiales de la Antigúedad
Clásica en el segundo tercio del siglo XV,en lugares con ricos yacimientos, y estudiarlos
con los rudimentos de la metodología de la Arquelogía, para conocer mejor la escultura y
arquitectura. En consecuencia el humanismo debía restaurar todas las disciplinas que
ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión de estos autores de la Antigüedad
Clásica, a la que se consideraba un modelo de conocimiento más puro que el debilitado en
la Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el
estilo y lengua de los escritores clásicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la
gramática, la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas
estrechamente al espíritu humano, en el marco general de la filosofía: las artes liberales o
todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología,
expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas
y la palabra viva y oral del diálogo y la epístola, típicos géneros literarios humanísticos,
junto a la biografía de héroes y personajes célebres, que testimonia el interés por lo humano
frente a la hagiografía o vida de santos medievales, y la mitología, que representa un rico
repertorio de la conducta humana más sugerente para los humanistas que las castrantes
leyendas piadosas, vidas de santos y hagiografías de Jacopo della Voragine y su leidísima
Leyenda dorada. Este tipo de formación se sigue considerando aún hoy como humanista.

Para ello los humanistas imitaron el estilo y el pensamiento grecolatinos de dos formas
diferentes: la llamada imitatio ciceroniana, o imitación de un solo autor como modelo de
toda la cultura clásica, Cicerón, impulsada por los humanistas italianos, y la imitatio
eclectica, o imitación de lo mejor de cada autor grecolatino, propugnada por algunos
humanistas encabezados por Erasmo de Rotterdam.

Contenido
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 1 Factores que favorecieron el humanismo


 2 Rasgos del humanismo
 3 Personalidades históricas
 4 Véase también
 5 Bibliografía
 6 Enlaces externos

Factores que favorecieron el humanismo


Después de grandes debates y polémicas, a partir del siglo XV el movimiento humanista se
vio favorecido por varios factores:

 La emigración de sabios bizantinos: debido a que el Imperio bizantino estaba siendo


asediado por los turcos, muchos de ellos buscaron refugio en Europa Occidental,
especialmente en Italia, llevando con ellos textos griegos, promoviendo la difusión
de la cultura, los valores y el idioma griego. Por ejemplo, Manuel Crisoloras,
erudito griego de Constantinopla, que enseñó griego en Florencia desde el año 1396
al 1400 y escribió para uso de sus discípulos la obra Cuestiones de la Lengua
griega, basándose en la Gramática de Dionisio Tracio; su discípulo Leonardo Bruni
(1370-1444) fue el primero que hizo traducciones del griego al latín a gran escala,
como también Ambrosio Traversario, quien además recomendó a Cosme de Médici
que adquiriera doscientos códices griegos de Bizancio o Francesco Filelfo, que se
llevó el mismo muchos otros.

 La invención de la imprenta: este invento de Gutenberg permitió el abaratamiento


del costo y la difusión de los libros, garantizando la difusión masiva de las ideas
humanistas y la aparición del sentido crítico contra el magister dixit o argumento de
autoridad medieval.

 La llegada al solio pontificio de Tomas Parentucelli, (Papa Nicolás V) y de Eneas


Silvio Piccolomini, (Pío II) convierte a Roma en uno de los grandes focos del
Humanismo.

 La acción de los mecenas: los mecenas eran personas que con su protección política,
con su aprecio por el saber antiguo, con su afán coleccionista o con la remuneración
económica a los humanistas para que se establecieran o costearan sus obras en la
imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo. Estas personas reunían obras
clásicas y llamaban a eruditos conocedores de la literatura griega y romana; por si
eso fuera poco, los acogían en sus palacios. Entre los mecenas más destacados
sobresalen: la familia de los Médici de Florencia Lorenzo de Médicis, llamado el
Magnífico y su hermano Juliano de Médicis, los pontífices romanos Julio II y León
X, Cristina de Suecia.

 La creación de universidades, escuelas y academias: las universidades (como la de


Alcalá de Henares, Lovaina, etc.) y las escuelas del siglo XV contribuyeron en gran
parte a la expansión del Humanismo por toda Europa.

Rasgos del humanismo

La escuela de Atenas, fresco de Rafael.

Algunos de los rasgos ideológicos del humanismo son, por ejemplo:

 Estudio filológico de las lenguas e interés por la recuperación de la cultura de la


Antigüedad clásica.
 Creaciones artísticas basadas imitación o mímesis de los maestros de la civilización
grecolatina.
 El antropocentrismo o consideración de que el hombre es importante, su inteligencia
el valor superior, al servicio de la fe que le une con el Creador.
 Se restaura la fe en el hombre contemporáneo porque posee valores importantes
capaz de superar a los de la Antigüedad Clásica.
 Se vuelve a apreciar la fama como virtud de tradición clásica, el esfuerzo en la
superación, y el conocimiento y disfrute de lo sensorial.
 La razón humana adquiere valor supremo.
 En las artes se valora la actividad intelectual y analítica de conocimiento. En
pintura, mediante la perspectiva, se unifica con un punto de fuga racional la escala
antes expresionista de las figuras.
 Se ponen de moda las biografías de Plutarco y se proponen como modelos, frente al
guerrero medieval, al cortesano y al caballero que combina la espada con la pluma.
 Se ve como legítimo el deseo de fama, gloria, prestigio y poder (El príncipe, de
Maquiavelo), valores paganos que mejoran al hombre. Se razona el daño del pecado
que reducen al hombre al compararlo con Dios y degradan su libertad y sus valores
según la moral cristiana y la escolástica.
 El comercio no es pecado y el Calvinismo aprecia el éxito económico como señal de
que Dios ha bendecido en la tierra a quien trabaja.
 El Pacifismo o irenismo: el odio por todo tipo de guerra.
 El deseo de la unidad política y religiosa de Europa bajo un sólo poder político y un
solo poder religioso separado del mismo: se reconoce la necesidad de separar moral
y política; autoridad eterna y temporal.
 El equilibrio en la expresión, que debe ser clara, y no recargada ni conceptuosa: «El
estilo que tengo me es natural y, sin afectación ninguna, escribo como hablo;
solamente tengo cuidado de usar vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir,
y dígolo cuanto más llanamente me es posible porque, a mi parecer, en ninguna
lengua está bien la afectación.» (Juan de Valdés).
 La idealización y estilización platónica de la realidad. Se pinta la realidad mejor de
lo que es, se la ennoblece (nobilitare).
 El arte humanista toma la materia popular y la selecciona para transformarla en algo
estilizado e idealizado, de la misma manera que la novela pastoril recrea una vida
campestre desprovista de las preocupaciones habituales al campesino. En el arte
humanista no hay lugar para las manifestaciones vulgares de la plebe que se verán
más tarde en el siglo XVII con el Barroco.
 El optimismo frente al pesimismo y milenarismo medievales. Existe fe en el
hombre: la idea de que merece la pena pelear por la fama y la gloria en este mundo
incita a realizar grandes hazañas y emular las del pasado. La fe se desplaza de Dios
al hombre.
 El retorno a las fuentes primigenias del saber, la lectura de los clásicos en los textos
originales y no a través de la opinión que dieron sobre ellos los Santos Padres y la
religión católica.
 La lógica aristotélica frente al argumento de autoridad medieval: la imprenta
multiplica los puntos de vista y los debates, enriqueciendo el debate intelectual y la
comunicación de las ideas. Se ponen de moda los géneros del diálogo y la epístola,
todo lo que suponga comunicación de ideas. Se propone la libre interpretación de la
Biblia y su traducción a las lenguas vulgares (Lutero), frente al reduccionismo
medieval de reducir su interpretación a la del Papa u obispo de Roma (Reforma o
protestantismo).
 Ginecolatría, alabanza y respeto por la mujer. Por ejemplo, el cuerpo desnudo de la
mujer en el arte medieval representaba a Eva y al pecado; para los artistas
humanistas del Renacimiento representa el goce epicúreo de la vida, el amor y la
belleza (Venus).
 Búsqueda de una espiritualidad más humana, interior, (devotio moderna,
erasmismo), más libre y directa y menos externa y material.

En sus comienzos, el humanismo es un movimiento regenerador y en sus principios básicos


se encuentra ya bosquejado en tiempos muy anteriores, por ejemplo, en las obras de
Isócrates, que se impuso una labor de regeneración parecida en la Grecia del siglo IV a. C.
En tiempos modernos se encuentra estrechamente ligado al Renacimiento y se benefició de
la diáspora de los maestros bizantinos de griego que difundieron la enseñanza de esta
lengua, muy rara hasta entonces, tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos en
1453; la imprenta y el abaratamiento de los libros subsiguiente facilitó esta difusión fuera
del ámbito eclesiástico; por entonces el término humanista servía exclusivamente para
designar a un profesor de lenguas clásicas. Se revitalizó durante el siglo XIX dando nombre
de un movimiento que no sólo fue pedagógico, literario, estético, filosófico y religioso, sino
que se convirtió en un modo de pensar y de vivir vertebrado en torno a una idea principal:
en el centro del Universo está el hombre, imagen de Dios, criatura privilegiada, digna sobre
todas las cosas de la Tierra (antropocentrismo). Posteriormente, en especial en España
durante la segunda mitad del siglo XVI, el antropocentrismo se adulteró en forma de un
cristocentrismo que proponía la ascética y la mística como formas de vida que condujeron
al desengaño barroco, que desvirtuó durante el siglo XVII este movimiento en un principio
renovador impidiendo abrir nuevos horizontes.

Personalidades históricas
Los autores más señeros de este movimiento fueron:

Marco Tulio Cicerón (106 a. C. -43 a. C.), por sus ideas está considerado el primer
humanista de la historia, y aunque no se adscribe al movimiento, su influencia en el mismo
es fundamental. Ante las guerras civiles que asolaban la República romana, reclamará la
revalorización de la dignidad individual y la construcción de una moral pública.

Dante Alighieri (1265-1321), fue el primero en situar a la Antigüedad en el centro de la


vida cultural.

Francesco Petrarca (1304-1374), es conocido como el padre del humanismo. Fue el primero
en señalar que para ser culto y adquirir verdadera humanidad, era indispensable el estudio
de las lenguas y letras de los clásicos.

Giovanni Boccaccio (1313-1375), al igual que Petrarca, dedicó su vida al estudio de los
clásicos, especialmente a los latinos, y realizó un importante compendio mitológico, la
Genealogía de los dioses paganos.
Leonardo Bruni (1374-1444), a quien se debe un profundo impulso a la traducción de la
literatura griega.

Leon Battista Alberti (1404-1472) Sacerdote, humanista y secretario personal de seis papas,
Doctor en Derecho Canónico, físico, matemático y arquitecto.

Pico della Mirandola (1463-1494), quien probablemente haya sido el primero en utilizar la
palabra humanista para referirse al nuevo movimiento. Fue el autor de un Diálogo sobre la
dignidad del hombre.

Lorenzo Valla (1407-1457), fundador de la filología por su estudio de los poetas latinos y
su proposición de una nueva gramática. Quizá su logro más conocido fue su
descubrimiento, basado en pruebas filológicas, de la falsedad del documento medieval
Donación de Constantino supuestamente redactado por este emperador, y por el que se
otorgaban los territorios de la Italia central al cuidado del Papa romano.

Marsilio Ficino, que divulgó la filosofía de Platón por Europa.

Poggio Bracciolini, gran perseguidor de manuscritos por toda Europa; a él se debe


principalmente la recuperación de numerosos escritos de Cicerón y de otros autores
importantes como Lucrecio y la consideración del latín como una lengua viva y aún
creativa.

Erasmo de Rotterdam (1469 - 1536), fue la gran figura intelectual en el debate entre
católicos y protestantes y creador de una corriente personal dentro del humanismo de crítica
del cristianismo medieval tradicional, el erasmismo, a través de sus Colloquia y diversos
opúsculos.

Guillaume Budé (1467-1540), humanista francés que editó en su país numerosos autores
clásicos grecolatinos junto a

Robert Estienne, labor comparable a la del impresor y humanista Aldo Manuzio en Italia.

Giulio Cesare Scaligero, gran filólogo y preconizador de la imitatio ciceroniana frente a la


imitatio ecléctica de Erasmo de Rotterdam.

Pierre de la Ramée (1515-1572), más conocido como Petrus Ramus, líder de la principal
corriente antiaristotélica del Humanismo.

Tomás Moro (1478-1535), humanista inglés autor de un escrito satírico que sirvió de
modelo a otros muchos, la Utopía, y se enfrentó en defensa de sus ideas al rey Enrique
VIII.

Juan Luis Vives (1492-1540), amigo de Erasmo y de Tomás Moro, el primero en tratar la
psicología como disciplina científica y con contribuciones originales en todo tipo de
materias.
Antonio de Nebrija, que logró renovar los métodos de enseñanza de las lenguas clásicas en
España.

Michel de Montaigne, quien vertió a la lengua vulgar lo más selecto del pensamiento
grecolatino creando el género del ensayo, típicamente humanista...

Todos estos y muchos otros, como Giovanni Pontano o Angelo Poliziano crearon el espíritu
de una nueva época, el Renacimiento, que se expandió a través del invento de la imprenta y
las magníficas ediciones de clásicos del impresor Aldo Manuzio y sus hijos y discípulos. El
humanismo, como uno de los fundamentos ideológicos del Renacimiento, suponía una
evidente ruptura con la idea de religión única que se manejaba hasta entonces en la que
Dios era el centro y la razón de todas las cosas. Con el Humanismo, Dios no perdía su papel
predominante, pero se situaba en un plano diferente, y ya no era la respuesta a todos los
problemas. Probablemente el autor que supo aunar mejor que ninguno la filosofía
Humanística con el pensamiento cristiano fuera Erasmo de Rotterdam
1. Introducción

A lo largo de este trabajo vamos a señalar las principales características del hombre
humanista de la Edad Moderna y a situarlos dentro del contexto de la época. Para ello
definiremos los rasgos mas sobresalientes de la Edad Moderna y sobre todo del
humanismo, el cual es el movimiento dentro del que sitúa este tipo de hombre.
A su vez, para observar como se aplicaban las diversas ideologías y pensamientos en la
vida de estos hombres, citaremos cuatro ejemplos de distintos humanistas precedentes de
distintos lugares, los cuales reflejan de formas distintas las políticas que caracterizan a este
movimiento.
Hemos realizado una profunda investigación para contar con la información suficiente para
el desarrollo de este trabajo. Para ello recurrimos a diferentes enciclopedias, y variadas
páginas de Internet.
El humanista, como mencionamos anteriormente, surge en la Edad Moderna, el cual es un
período histórico que se enmarca entre la Edad Media y la Edad Contemporánea; transcurre
entre los siglos XVI y XVIII, situando sus comienzos en torno a la caída de Constantinopla
en 1453, al descubrimiento de América en 1492, y al fenómeno cultural del Renacimiento,
en tanto que emplaza su final en el derrumbamiento de la vieja monarquía y el proceso
revolucionario iniciado en 1789 ( Revolución Francesa).
El siglo XVII representó el apogeo de la mentalidad moderna, caracterizado por el
absolutismo monárquico el triunfo el mercantilismo, la revolución intelectual y las guerras
de religión.
El orden y la seguridad fueron considerados mas importantes que la libertad y los monarcas
reconocieron su derecho divino para gobernar, cuyo correlato era la obediencia ciega de sus
súbditos.
La nueva política económica: mercantilismo, apoyaba la intervención estatal por
considerarla factor propicio para aumentar la prosperidad comercial. La competencia era el
fundamento de la vida económica.
Desde el punto de vista de la vida social, la característica mas importante fue la ascensión
de la burguesía, favorecida por su poderío económico y su creciente alianza con la
monarquía. También hubo un importante crecimiento demográfico y un debilitamiento
sostenido de la aristocracia. Influyeron varios factores en un importante proceso intelectual:

-las ideas renacentistas.


-la nueva visión del mundo aportado por los descubrimientos.
-hay una revalorización de la temática antigua.

2. Rasgos esenciales de la modernidad

 La modernidad en su esencia y origen es un fenómeno europeo, pero la expansión


de Europa le conferirán una dimensión mundial.
 En el ámbito de las creencias, hay una quiebra de la unidad cristiana en Europa
central y occidental.
 Desde una perspectiva socioeconómica la progresiva implantación de formas
protocapitalistas y el creciente peso de la actividad mercantil y artesanal irán
definiendo los rasgos de la sociedad capitalista .
 Desde una perspectiva política, el fenómeno mas relevante es la configuración del
Estado moderno, las primeras monarquías nacionales. Este nacimiento del Estado
Moderno, traerá como consecuencia la concentración del poder en el monarca y la
concepción patrimonialista del Estado.

Otro rasgo característico de la modernidad es el hombre del Renacimiento, y es justamente


en este marco, donde surge el humanista. Estos hombres renacentistas aprehendieron el
mundo exterior por visiones instantáneas que no analizaron, pero que se impusieron a su
conciencia hasta una nueva emoción. Son violentos, repentinos, radicales, movibles,
contradictorios, desconcertantes, prontos en irritarse, injuriarse y desvainar la espada.
Ello se explica por que estos hombres poseen una vida intensa.
La existencia es dura, y toda en contrastes. La vida aparece rodeada de peligros, ello obliga
a estar siempre dispuesto a la defensa, a tomarse la justicia por mano propia. Pero esta vida,
que desenvuelve todos los sentidos dota especialmente a los hombres para las artes.

3. Humanismo

Dentro del contexto anteriormente descripto surge el humanismo, el cual es un movimiento


desarrollado en Europa desde el siglo XVI que rompió con las tradiciones escolásticas
medievales y exaltó las cualidades humanas, por lo que comenzó a dar sentido racional a la
vida. Es decir, se pone énfasis en la responsabilidad del propio hombre para darle sentido a
su vida, sin recurrir a la existencia de un mundo trascendental o un dios. Como
consecuencia se considera al hombre como centro y medida de todas las cosas.
Desde un punto de vista filosófico el humanismo es una actitud que hace hincapié en la
dignidad y el valor de la persona. Uno de sus principios básicos es que las personas son
seres racionales que poseen en si mismas capacidad para hallar la verdad y practicar el bien.

El término humanismo se utiliza también con gran frecuencia para describir el movimiento
literario y cultural, ya que una persona que se dedica al estudio de las letras y las artes es
considerado un humanista. Este renacimiento de los estudios griegos y romanos subrayaba
el valor que tiene lo clásico por sí mismo, mas que por su importancia en el marco del
cristianismo.
La recopilación y traducción de manuscritos clásicos se generalizó, de modo muy
significativo, entre el alto clero y la nobleza. La invención de la nobleza de tipos móviles, a
mediados del siglo XV, otorgó un nuevo impulso al humanismo mediante la difusión de
ediciones de los clásicos. Aunque en Italia el humanismo se desarrolló sobre todo en
campos como la literatura y el arte, en Europa central, donde fue introducido por los
estudiosos alemanes, el movimiento penetró en ámbitos como la teología y la educación.
Una característica muy notable de el humanismo es que en vez de valorar el conocimiento
en función de la realidad, lo hace, por su utilidad o educación . "Una proposición es
verdadera o falsa según que sus consecuencias tengan o no un valor práctico. La verdad y la
falsedad dependen del fin al que se tiende, toda vida mental supone fines, pero como estos
fines no pueden ser otros que los de nuestro ser, se infiere de esto que todo conocimiento
esta subordinado a la naturaleza humana y sus necesidades."
Humanistas y pragmatistas confunden la verdad con la utilidad, por esta razón, el
conocimiento conserva para ellos un valor instrumental. Es innegable que no hay un
momento de la vida intelectual que no obedezca a un fin, y que todo fin debe estar en
relación con la naturaleza humana, pero los fines humanos forman series complejas
subordínales a un sistema cultural, que es la plena realización del ideal humano.
Este movimiento va a traer aparejado un cambio de actitud que llevará a los europeos a
expresar su extraversión hacia ultramar, y estos entrarán en contacto con otros mundo y con
otras civilizaciones, pero no siempre con un alma dialogante, sino con la pretensión de
imponer sus formas de civilización.
Sacamos como conclusión que los humanistas compartían que la razón y la ciencia son
suficientes para la comprensión del mundo.

4. El hombre humanista

Los humanistas fueron aquellos que adoptando el ideal del Renacimiento, se apasionaron
por las artes y las letras clásicas. Fueron profesionales de las letras, generalmente salidos de
la burguesía, eclesiásticos, profesores de universidades, médicos, funcionarios, a veces
publicistas al servicio de una empresa editorial, que expresan la tendencia de la sociedad y
le proporcionan su utillaje intelectual. Pensionados y protegidos por los príncipes actuaron
a menudo como propagandistas de esto.
Los humanistas fueron los apóstoles de la antigüedad y pretendieron revivirla. Se
esforzaron por resucitar el mundo antiguo como eruditos e historiadores y, al mismo
tiempo, por comprenderlo en si mismo, saborear su belleza helénica y penetrar en sus
razones de vivir. Para ellos la antigüedad fue un medio, querían una vida distinta de la de la
Edad Media. Ellos tuvieron conciencia del sentido de la Historia y e los caracteres
peculiares del mundo antiguo como de una realidad diferente de la del mundo moderno,
como de una realidad perdida cuyos rasgos quería hacer revivir, sin saber en el fondo si
esto era posible. De ello deriva, quizás, el estado de tensión interior de los que perdieron la
paz de las cosas externas.
Una característica muy importante de los humanistas es que deploraban los intentos de
rebajar la inteligencia humana, de ofrecer explicaciones supersticiosas del mundo y de
encontrar la salvación fuera de la naturaleza. Aprecian la belleza de la misma y desean
proteger y mejorar la tierra, preservarla para generaciones futuras y evitar el sufrimiento
innecesario de otras especies. Con respecto a la salvación, aspiraban a alcanzar la plenitud
moral, estando convencidos de que se puede lograr una vida feliz mejorando las
condiciones de la vida humana en beneficio a todos.
En referencia con la política, consideran que la iglesia debe actuar por separado del Estado
y se oponen activamente a los que pretenden utilizar el poder político para imponer su
dogma o ideología.
Como mencionamos anteriormente, el humanista, se encuentra comprometido con la artes y
con las ciencias. La poesía, la música, el teatro, y las bellas artes son una fuente de
percepciones significativas y de enriquecimiento.
Son fundamentalmente optimistas, creen en la esperanza en lugar de la desesperación, en la
investigación en lugar del dogma, en la verdad en lugar dela ignorancia, la alegría en lugar
de la culpa o el pecado, la tolerancia en lugar del miedo, el amor en lugar del odio, la
compasión en lugar del egoísmo, la belleza en lugar de la fealdad y la razón en lugar de una
fe ciega o irracional.
Los humanistas pretenden la plena realización de lo mejor y lo mas noble de lo que son
capaces como seres humanos.

Algunos humanistas destacados

 Petrarca: Los historiadores consideran a Petrarca "el primero de los humanistas". Su


amor a la cultura clásica y sus esfuerzos para restaurar el espíritu de la Antigüedad
le otorgan ese título. Nada le inspiraba tanto como la lectura de los hechos gloriosos
de grandes hombres, lamentando no haber vivido en aquellos tiempos gloriosos.
Con los años se fue aficionando cada vez mas a las obras de los escritores de la
Antigüedad y citaba a menudo sus palabras y amorfismos. Se dedicó a la búsqueda
y salvación de manuscritos antiguos, sin el las cartas de Cicerón, las poesías de
Catulo y de Propercio de hubieran perdido para siempre. El método escolástico era
para el objeto de repulsión, por que mecanizaba el pensamiento y se servía de trucos
dialécticos. Consideraba que ningún auténtico pensador podías tomar en serio la
escolástica como una manifestación de la barbarie medieval. Petrarca se reveló de
palabra y obra contra toda coacción intelectual; siempre defendió los derechos del
individuo; el hombre y su libertad fueron considerados como el soberano bien en
este mundo. Se sintió siempre atraído por las personalidades históricas mas
vigorosas, por ello aparece Petrarca como el precursor de una generación que
admiraría al "hombre fuerte, libre de todo freno".
 Poggio Bracciolini: Habiendo participado en el concilio de Constanza, aprovechó la
ocasión para efectuar numerosos viajes en busca de documentos clásicos. Nada
arredraba a Poggio cuando estaba poseído por el demonio de la paleografía. Si no lo
autorizaban a llevarse los manuscritos descubiertos, los hacía copiar por un
secretario que o acompañaba a todas partes. mas de una vez, en momentos de
debilidad, guardó en alguno de sus bolsillos algún pergamino muy codiciado. El
describe cuanto vio y vivió en el curso de sus viajes en elegantes cartas. Hace eco
del placer que lo antiguos sentían por la belleza, pero ese eco es también reflejo de
su sensualidad. Hay otro aspecto de la antigüedad romana que se expresa en la carta
en que Poggio describe el proceso llevado a cabo contra Jerónimo de Praga, en él
siente revivir la admiración por la firmeza y fuerza de ánimo varonil de los héroes
antiguos. En uno de sus viajes a Italia dio cuenta de que los humanistas de ese país
eran muy vanidosos y poseídos de sí mismos, a diferencia de que el afirmaba que
cada cual debía considerar a su mujer y su filosofía como lo mejor del mundo.
 Nebrija: Fue el mas destacado representante de la idea de que el entusiasmo por el
latín entrañaba una tendencia política, era la imitación de los romanos en su
organización política cesarista; se habló luego de la expansión de la lengua
castellana como el mas sólido nexo para un imperio. Se dice que fue "el primero en
abrir tienda de la lengua latina en España"
 Erasmo de Rótterdam: Fue un escritor, erudito y humanista holandés, también el
principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de
Europa. Las diversas obras de Erasmo ponen de manifiesto su enorme erudición y
elegante estilo latino. Su obra mas importantes fue la traducción al griego del Nuevo
Testamento. Sostenía que el latín elemental y el cristianismo básico han de
enseñarse en el hogar y que el latín también debía enseñarse primero de manera
coloquial y después a través de la gramática. También es avanzada su defensa de la
educación física, su crítica a la disciplina severa y su insistencia en despertar el
interés de los alumnos. Aunque se lo considera el precursor de la Reforma y sus
obras fueron incluidas en el Índice de Obras Prohibidas por el Concilio de Trento,
su guerra contra la ignorancia y la superstición procede más de sus convicciones de
humanista que como teólogo. Erasmo fue un auténtico hombre de letras y, como
humanista, un precursor de la época.

Todas estas características que saltan a la vista de estos cuatro humanistas reflejan las
características generales de todos los precursores de este movimiento, tanto sus ideologías,
como su amor por las artes y por sobre todo, marcan ese afán por revalorizar las obras
clásicas.
Pedro Henríquez Ureña
Nació en la ciudad de Santo Domingo capital Dominicana. Descendiente de una familia de
intelectuales -su madre fue Salomé Ureña, la gran poeta dominicana del sigo XIX; el
médico, abogado, escritor, pedagogo, político, y presidente de la Republica Dominicana, su
padre Dr. Francisco Henríquez y Carvajal, y su abuelo, Nicolás Ureña de Mendoza,
costumbrista y político, comenzó interesándose por la literatura. También, dos de sus
hermanos, Max y Camila, fueron dos grandes intelectuales, que realizaron aportes a la
literatura y al ensayo histórico.

Luego de completados los estudios secundarios, marchó a los Estados Unidos, comenzando
así un largo periplo que lo alejaría del solar nativo, casi durante todo el tiempo que le
restaba de existencia. Fue profesor universitario en México en donde vivirá de 1906 a 1913,
Estados Unidos, donde estuvo entre 1915 y 1916, Argentina donde se vinculó a la revista
Sur, de Victoria Ocampo y fue académico de Letras, EE.UU. otra vez, y República
Dominicana.

Antonio Caso
Antonio Caso Andrade (19 de diciembre de 1883 - 6 de marzo de 1946). Filósofo
mexicano. Fue rector de la entonces llamada Universidad Nacional de México de diciembre
de 1921 a agosto de 1923. Junto con José Vasconcelos, fundó el Ateneo de la Juventud,
grupo humanista opuesto a la filosofía positivista imperante en la época. La generación del
Ateneo había roto con la filosofía de Augusto Comte y de Herbert Spencer, acudiendo,
entre otros, a Henri Bergson, Schopenhauer, Nietzsche y José Enrique Rodó. Contra el
racionalismo imperante, los ateneístas creían en un ser humano moral, voluntarioso y
espiritual.

En el verano de 1909, Caso presentó sus críticas al positivismo en un ciclo de conferencias


recogidas más tarde en la tercera edición de Conferencias del Ateneo de la Juventud. Sin
embargo, su obra más importante es La existencia como economía, como desinterés y como
caridad. Ensayo sobre la esencia del cristianismo, inspirado en la tradición filosófica
cristiana, en particular en Pascal y Tolstoi. En dicha obra, Caso distingue tres esferas de la
existencia humana: la económica, la estética o del desinterés y la moral o de la caridad.
Caso rechazaba la tesis de Gabino Barreda y del primer Justo Sierra según la cual el
porvenir de México debía construirse fundamentalmente sobre las bases de una doctrina
científica. En el ensayo "Catolicismo, Jacobinismo y Positivismo", incluido en el libro
Discursos a la nación mexicana, Caso profundiza su crítica a dos de las ideologías
hegemónicas a finales del siglo XIX: el jacobinismo (o liberalismo extremo) y el
positivismo. A los partidarios de la primera los acusa de ignorar la realidad, mientras que a
los de la segunda los culpa de someterse a la supuesta fatalidad de la realidad. Antonio
Caso es un pionero de la filosofía de lo mexicano que desarrollarían más tarde Samuel
Ramos, Leopoldo Zea y Octavio Paz, entre otros.
En su libro El problema de México y la ideología nacional, publicado en 1924, Caso
argumenta que el problema más grave de México es su falta de unidad (racial, cultural y
social). Al final de su vida, Caso recibe la influencia de las filosofías de Husserl, Scheler y
Heidegger (en particular en sus obras La filosofía de Husserl, El acto ideatorio, La persona
humana y el estado totalitario y El peligro del hombre).

 La filosofía de la intuición, 1914


 El concepto de la historia universal, 1918
 Principios de estética , 1925
 El acto ideatorio, 1934
 El peligro del hombre , 1942

José María Albino Vasconcelos Calderón


José María Albino Vasconcelos Calderón (Oaxaca, 28 de febrero de 1882 - Ciudad de
México, 30 de junio de 1959) fue un abogado, político, escritor, educador, funcionario
público y filósofo mexicano. Autor de una serie de novelas autobiográficas que retratan
detalles singulares del largo proceso de descomposición del porfiriato, del desarrollo y
triunfo de la Revolución Mexicana y del inicio de la etapa del régimen post-revolucionario
mexicano que fue llamada "de construcción de instituciones".

Fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de México y por las de
Chile, Guatemala y otras latinoamericanas. Fue también miembro de El Colegio Nacional y
de la Academia Mexicana de la Lengua.

Su obra dejó una marca profunda en la vida cultural mexicana. Su doctrina filosófica lo
caracteriza como cercanano a Arthur Schopenhauer y Miguel de Unamuno. El humanismo
vasconcelista tiene perspectiva vivencial en su monumental serie autobiográfica Ulises
Criollo (1935), La tormenta (1936), El desastre (1938), El proconsulado (1939) y La Flama.
Los de Arriba en la Revolución. Historia y Tragedia (1959). La Raza Cósmica (1925)
adelanta la más poderosa crítica hasta ahora del racismo con el que, desde el siglo XVI, se
ha tratado de justificar la sumisión de los pueblos de América Latina frente a Europa y la
América sajona. Se trata de una obra que ha jugado un papel clave en la conformación del
pensamiento político latinoamericano y que constituye uno de los pocos referentes comunes
de partidos políticos tan disímiles entre sí como la peruana APRA (socialdemócrata) y el
Partido Acción Nacional de México (demócrata cristiano).

Ensayos y tratados escritos a lo largo de su vida dan cuenta de su pensamiento, del cual
puede decirse que cambió y evolucionó desde un espíritu idealista a uno tortuoso; pero
siempre dotado de una luminosidad como lo atestiguan sus obras La intelectualidad
mexicana (1916), El monismo estético (1919), Pesimismo alegre (1931), Estética (1936),
Ética (1939), Historia del pensamiento filosófico (1937) y Lógica orgánica (1945).
Vasconcelos se aventuró en las aguas de la ficción literaria con obras en diversos géneros.
En el rubro de la crítica destacan sus Divagaciones literarias (1919), en materia de drama
su Prometeo vencedor (1916), en materia de relatos está La sonata mágica (1933), además
de la obra política que complementa a la autobiográfica, como en el caso de Cartas
políticas (1959), publicadas de manera póstuma por el Fondo de Cultura Económica, la
institución que ahora tiene la titularidad de los derechos de sus Obras Completas.

Alejandro Deústua
Hijo de don Remigio Deustua y doña Toribia Escarza. Estudió en el Colegio Nuestra
Señora de Guadalupe, este profesor sanmarquino fue director del movimiento filosófico
peruano durante las tres primeras décadas del siglo XX. Conservador espiritualista de la
escuela de Rudolf Eucken, fue catedrático de filosofía, literatura general y estética en la
Universidad de San Marcos de Lima. Con él se introdujeron autores de la tradición
alemana, francesa e italiana, Widelband y Dilthey, Bergson y Croce, en época bastante
temprana, junto a Simmel. La importancia de Deustua en este estudio radica en que él fue el
primero en encabezar la reacción contra el positivismo que imperaba en la enseñanza
universitaria peruana hacia fines del siglo XIX y lo que en el Perú se denomina "La
Generación del 900". Profesor del filósofo reaccionario peruano Marqués de Montealegre
de Aulestia. En este sentido, encabeza en Perú la polémica sobre el estatuto epistemológico
de las ciencias del espíritu, adelantándose medio siglo a la comprensión que de este asunto
nos ofrece Hans-Georg Gadamer en.

El pensamiento de Deustua supone no sólo una crítica al intelectualismo y al positivismo,


posiciones filosóficas dominantes en su tiempo, sino también una oposición a la ideología
política, sustentada por la mayoría de los positivistas peruanos. Para Deustua el esfuerzo
educativo del Estado debe orientarse a la construcción de una nueva clase dirigente educada
y pensante. Esto pasa, según él, por la recuperación de una educación universitaria de
calidad, pues ella es la base y el principio de toda educación nacional, orientada a formar
una verdadera clase dirigente peruana. Deustua ejerció notable influencia en la filosofía
peruana de la primera mitad del siglo XX e introdujo en los círculos cultos peruanos el
neoidealismo europeo de principios de siglo. Esta orientación, completamente nueva en
aquellos momentos, se encuentra plasmada en sus libros de estética. Entre sus obras
destacan: El problema de la educación, Informe sobre la enseñanza, Apuntes sobre
enseñanza secundaria, El problema universitario, La teoría de los valores y Cultura política.
Fue galardonado con las condecoraciones de Isabel La Católica en el grado de
Comendador, en España, y con el Premio Roma, otorgado por la Real Academia de Italia
en 1939.

Carlos Vaz Ferreira


Carlos Vaz Ferreira, (Montevideo, 15 de octubre de 1872 - Montevideo, 3 de enero de
1958) fue un escritor y filósofo uruguayo.

Nace en Montevideo el 15 de Octubre de 1872. Fue hermano de la poetisa María Eugenia


Vaz Ferreira.

En 1897 publica "Curso expositivo de Psicología elemental" y en 1898 otro libro sobre
Lógica Formal. Desde 1897 es además catedrático de Filosofía en Educación Secundaria
que entonces dependía de la Universidad de la República.
En 1903 se recibe como abogado.

En 1905 publica "Ideas y Observaciones" que reúne trabajos de menor dimensión


previamente publicados y otros nuevos. La gran extensión de la obra motivó al autor a
publicarla posteriormente en dos volúmenes separados.

Entre 1905 y 1910 publica lo más célebre de su obra. En 1907 publica "Problemas de la
Libertad", en 1908 "Conocimiento y Acción" y "Moral para Intelectuales", en 1909 aparece
"El Pragmatismo", y "Lógica Viva" aparece en 1910.

En 1913 se lo designa Maestro de Conferencias de la Universidad de la República.

En 1918 publica "Lecciones sobre pedagogía" y "Sobre la propiedad de la tierra". En 1922


aparece "Sobre los problemas sociales". "Sobre el feminismo" se publica en 1933.
"Fermentario" aparece en 1938. En 1940 se edita "La actual crisis del mundo".

Fue Rector de la Universidad de la República en los períodos 1928-1931 y 1935-1941. En


1931 hubo de dejar por causas de salud el cargo, siendo nuevamente elegido en 1935 por
unanimidad. En este período se destaca su defensa de la Autonomía contra el gobierno
dictatorial de Gabriel Terra.

Fue Director de la Facultad de Humanidades y Ciencias y luego Decano de la misma desde


su fundación y hasta 1958. La formación de esta Facultad había sido uno de los grandes
empeños de su vida, por décadas.

José Ingenieros
En 1892, ya habiendo finalizado sus estudios secundarios, fundó el periódico La Reforma y
un año después, 1893, ingresó como alumno a la Facultad de Medicina de Buenos Aires, de
la que se recibió en 1897 de farmacéutico y en 1900 de médico con su tesis Simulación en
la lucha por la vida.

En 1903 la Academia Nacional de Medicina lo premió por Simulación de la locura (secuela


de su tesis editada en libro). Fue nombrado Jefe de la Clínica de Enfermedades Nerviosas
de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y en 1904 ganó la suplencia
de la Cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras.

Se convirtió en un destacado miembro de la Cátedra de Neurología a cargo de José María


Ramos Mejía y en el Servicio de Observación de Alienados de la Policía de la Capital, del
cual llegó a ser su director.

Entre 1902-1913 dirigió los archivos de Psiquiatría y Criminología y se hizo cargo del
Instituto de Criminología de la Penitenciaría Nacional de Buenos Aires, alternando su
trabajo con conferencias en universidades europeas.
En 1908 ganó la Cátedra de Psicología Experimental en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad de Buenos Aires. Ese año fundó la Sociedad de Psicología.

En 1909 fue elegido Presidente de la Sociedad Médica Argentina y nombrado Delegado


Argentino del Congreso Científico Internacional de Buenos Aires. Completó sus estudios
científicos en las universidades de París, Ginebra, Lausana y Heidelberg.

Sus ensayos sociológicos, El Hombre Mediocre y ensayos críticos y políticos, como Al


margen de la ciencia, Hacia una moral sin dogmas, Las Fuerzas Morales, Evolución de las
ideas argentinas y Los tiempos nuevos tuvieron un gran impacto en la enseñanza a nivel
universitario en Argentina y obtuvieron una gran adhesión moral entre la juventud
latinoamericana.

Además de dirigir su periódico bimestral, "Seminario de Filosofía", mezcló su pasión por la


ciencia con una ética social acentuada. En sus múltiples actividades demostró una
capacidad y penetración notorias, siendo considerado un intelectual de peso en su tiempo.

Durante la Reforma Universitaria iniciada en 1918 fue elegido Vicedecano de la Facultad


de Filosofía y Letras, con amplio apoyo del movimiento estudiantil.

En 1914 José Ingenieros se casa con Eva Rutenberg en Lausana, Suiza; aunque el noviazgo
se había iniciado en Buenos Aires. Del matrimonio nacieron cuatro hijos, Delia, Amalia,
Julio y Cecilia. Su mujer Eva Rutenberg lo sobrevivió por 30 años, en tanto que su hija
menor Cecilia falleció en 1995 y la mayor Delia en 1996.

En 1919 renunció a todos los cargos docentes y comenzó hacia 1920 su etapa de lucha
política, participando de manera activa en favor del grupo progresista "Claridad", de
tendencia comunista.

En 1922 propuso la formación de la "Unión Latinoamericana", un organismo de lucha


contra el imperialismo que difundió continentalmente las ideas antiimperialistas.

En 1925, a pocos meses de su muerte, creó el mensuario "Renovación" en contra del


imperialismo, firmando con los pseudónimos de Julio Barreda Lynch y de Raúl H.
Cisneros.

Al paso del tiempo discrepó con las posturas del socialismo de Estado y empezó a
colaborar con periódicos anarquistas, llegando a ser abiertamente un simpatizante del
anarquismo, varias de sus obras literarias reflejan este acercamiento.

Murió relativamente joven, el 31 de octubre de 1925, a los 48 años.

Alejandro Korn
Alejandro Korn era hijo de Carlos Adolfo Korn, un médico y militar alemán prusiano, de
ideas liberales que se negó a participar en la represión de una huelga de trabajadores
textiles durante las revoluciones sociales de 1848. Condenado a muerte, huyó a caballo a
Suiza, donde estudió medicina, conoció a su futura esposa, María Verena Meyer, y tomó la
decisión de migrar a la Argentina, donde se casó una vez instalado. Se radicó en San
Vicente (Buenos Aires), donde se desempeñó como médico y juez de paz. Fue promotor de
la construcción del primer molino harinero y de la extensión de las vías del ferrocarril hasta
la ciudad. Se destacó por su trabajo solidario en la lucha contra las epidemias de cólera,
motivo por el cual fue condecorado por el presidente Domingo F. Sarmiento. A su muerte
en 1905 la comunidad de San Vicente le rindió homenaje.

Alejandro Korn fue el primero de ocho hermanos. Su único hermano varón, Mauricio,
sería, como él, un médico destacado. En sus años juveniles se destacó por sus inquietudes
culturales y deportivas. En 1877 se estableció en Buenos Aires para realizar primero sus
estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires y luego los universitarios, en la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Una vez recibido conoció y se casó con María Villafañe, radicándose primero en el interior
de la provincia y finalmente en La Plata. Tuvieron siete hijos, de los cuales solo cuatro
sobrevivieron la niñez. Uno de ellos, Alejandro Korn Villafañe, se destacaría en la Reforma
Universitaria así como en el pensamiento católico y como pedagogo con la creación de la
novedosa Escuela de La Plata. Su otro hijo varón, Guillermo Korn fue un dirigente
estudiantil reformista de izquierda, periodista, dirigente del Partido Socialista y diputado
nacional por el mismo, dramaturgo y fundador del Teatro del Pueblo en La Plata.

Alejandro Korn ha sido considerado junto a José Ingenieros como el fundador del
pensamiento estrictamente filosófico en la Argentina, y parte del grupo fundacional de la
filosofía latinoamericana, junto a Enrique José Varona en Cuba, José Vasconcelos y
Antonio Caso en México, Alejandro Deustúa en Perú, Carlos Vaz Ferreira en Uruguay,
Raimundo Farías Brito en Brasil y Enrique Molina en Chile.

El pensamiento de Alejandro Korn impulsó una profunda renovación de la filosofía


latinoamericana en el marco del movimiento democratizador continental de la Reforma
Universitaria y en momentos en que en la Argentina se producían fuertes confrontaciones
para superar la denominada "república oligárquica" basada en el fraude electoral y el voto
cantado, e instalar un sistema democrático que tuviera como eje el respeto a la voluntad
popular. Su público lector estuvo integrado mayoritariamente por jóvenes estudiantes
reformistas y activistas políticos y sociales de centro izquierda.13 Sus reflexiones se
orientaron principalmente al estudio de los valores y de la libertad, destacándose entre sus
obras La libertad creadora (1922) y Axiología (1930).

La base de la filosofía de Korn es el ataque frontal al positivismo y al realismo ingenuo, es


decir los presupuestos y conclusiones generalmente espontáneos que se dan por evidentes
en cada época y que están arraigados en todos los sistemas filosóficos, muchas veces como
elementos sobreentendidos del análisis racional.

Korn concibe la filosofía como un pensar íntimamente relacionado con el momento y la


cultura concreta en la que se vive, una reflexión derivada de una praxis ligada a los
problemas y a la voluntad de los individuos y las comunidades democráticas concretas.

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