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Dinnell Pollock

13 de diciembre de 2010
Profa. Alemán
CISO 4056
Buscar ser feliz no puede ser ‘malo’

Constantemente los seres humanos llevamos a cabo acciones denominadas como


‘incorrectas’. La sociedad etiqueta lo ‘correcto’ o ‘bueno’ y lo ‘incorrecto’ o ‘malo’ desde
muchísimo antes de los 1900’s (siglo para el cual data el relato de Yentl). “Social
constructionism suggest we might equally well have divide people into tall or short…” (Burr,
What Is Social Constructionism?, pag. 3). El simple hecho de que verbalmente exista un
grupo de personas altas y otro de personas bajas, ejemplifica ese empeño por clasificarlo
todo. Ha sido muy propio, por parte de los grupos de poder, el hecho de catalogar y crear
encasillados. Así cómo manipular el conjunto de individuos que conformamos una sociedad
—en base a lo catalogado como correcto. “El humano se concibe de forma diferente
dependiendo de su raza… su morfología… su sexo… su etnicidad…” (Butler, Deshacer el
género, pag. 14). En palabras distintas, nuestra vida culmina siendo gobernada por los
intereses de la sociedad a la que pertenecemos, para beneficio de unos pocos escogidos.

A lo largo de nuestra humanidad, la religión (así como otras entidades), amparándose


en su institución, ha construido, validado y perpetuado infundadas desigualdades sociales. A
la vez que ha corrompido con la humanidad común que somos en realidad. Todo esto, en el
momento en que nos ha asignado roles por género. Reconocernos con determinada
sexualidad, se convierte en desigualdades de género de parte de la religión. Los ideales,
preferencias personales e individuales gustos por la vida, no tienen ninguna validez cuando
no concuerdan con lo esperado por parte de los roles ya asignados socialmente. Al menos eso
es lo que la sociedad nos enseña. Son muchas las historias conocidas donde los sueños de
miles de individuos son limitados, y prácticamente imposibles, por causa de lo que se permite
y lo que no.

Por otra parte, también se han hecho populares las historias en las que individuos
tienen que luchar contra todo a su alrededor, literalmente, para lograr alcanzar su ideal
particular. Estas personas deben remover sus lentes invisibles del género y percatarse de que
la definición existente, asignada socialmente, de hombre y mujer no puede ser una real. Eso
hace Yentl Mendel; una joven judía que no se conforma con ver el cielo por la ventana de su
cuarto (como supone la sociedad) y busca disfrutarlo sin limitación alguna. Vive "en una
época en la que el mundo académico está reservado exclusivamente para los varones” (así
empieza el filme). A Yentl le fascina estudiar el Libro de leyes civiles y religiosas de su raza
Hebrea (Talmud), y lucha fervientemente para continuar en ello.

Yentl tiene la grandiosa ventaja de que su padre Rebbe Mendel es maestro de Talmud
y puede muy bien enseñarle, pero la sociedad no le permite sacarle el máximo provecho. Aun
así la vida se hace llevadera, pues su padre la apoya y dedica tiempo a enseñarle. Mientras
tanto, el rol público de Yentl como mujer figura en ir al mercado a comprar alimentos,
comprar libros de historias, mantenerse sin hablar en la parte más alejada del templo (en la
iglesia), preparar la comida y mantenerse en la casa; teniendo presente que 'necesita' casarse
prontamente. Per, independientemente de lo que debe hacer, a Yentl le interesa comprar y
leer sus libros de estudio, discutir el Talmud con cualquiera y poder cuidar de su padre
incluso si fuera dentro la iglesia.

Al morir su padre, ella queda sin ningún apoyo para ir en contra de la norma. Varias
monjas van a la casa para ayudarle y se torna evidente la vida indeseable que le espera como
mujer. Para alcanzar sus ideales y lograr así ser aceptada, Yentl esta consciente de que
necesita hacer unos cambios; tiene que ser un hombre. Por esto, con un aspecto masculino,
Yentl parte sin rumbo y consigue el contacto de Avigdro—que le permite demostrar todo lo
que sabe y desempeñarse en una escuela judía. Su sueño parece cumplirse de maravilla, pero
la rotura del compromiso entre Haddas y Avigdro lo complica todo. Yentl accede a la locura
de casarse con Haddas por evitar que el hombre que ama se vaya. Todo termina ante la
insistencia de Haddas de tener sexo con su esposo 'Anshel'. Y Yentl culmina por explicarle a
Avigdro cuán lejos llegó por alcanzar su sueño. Entonces, el hecho de que ahora es, cuando
Yentl puede experimentar la verdadera sensación de libertad, habla por sí solo.

Ver a una mujer cambiar su físico para lograr ser lo que en realidad quiere ser, nos
resume la idea fundamental de este análisis. “I shall take the universal secondary status of
women as a given, and proceed from there” (Ortner, Is Female to Male as Nature to
Culture?, pag. 15 ). Yentl, como millones de mujeres más, es discriminada por su género y
sabe que para alcanzar su felicidad necesitaría ser hombre. Las estructuras de poder (junto
con la sociedad) hacen lo que quieren de la vida del ser humano, y para no ser parte de esa
mayoría manipulada, hay que de verdad atreverse a ser fuerte y a enfrentar las grandes
adversidades. En Yentl, son varios los ejemplos sobre lo que implica una sociedad religiosa
discriminatoria y manipuladora.

El creyente discrimina practicando la opresión (viendo lo que hace como ‘natural’) en


base a lo que cree porque su religión (grupo de poder) así se lo ha enseñado. Cree que el
androcentrismo forma parte de la vida cotidiana que fue designada por el Creador. Mas aún
cuando la misma Biblia sugiere esta forma de vida: “then God said: let us make man in our
image, after our likeness; and let them rule over… every creeping thing that creeps upon the
earth. (Genesis 1: 26-27)” (Bem, Judeo-Christian Theology, pag. 4), “they divide reality into
self and other and defined everything categorized as other—including woman—in relation to
themselves” (Bem, Androcentrism, pag. 4), “then the Lord God said: it is not good that the
man should be alone; I will make him a helper fit for him (Genesis 2: 18)” (Bem, Judeo-
Christian Theology, pag. 3). Estas sugerencias androcéntricas definitivamente no podrían
tener una muy buena secuela. El resultado de ellas lo vemos a través del filme, con ejemplos
de la vida de Yentl y de demás personajes que aquí expongo. En donde el hombre es
completamente idealizado y la mujer, prácticamente termina por ser demonizada.

Recordemos que en un principio, Yentl va al mercado a comprar alimentos y quiere


comprar un libro de estudio. Para poder adquirirlo debe decir que era para su padre, porque el
vendedor no accedería por ser ella una mujer. También mientras Rebbe enseña a uno de sus
estudiantes, Yentl contesta una pregunta hecha por su padre al joven. El joven se asombra
enormemente al escuchar a una mujer contestar, cuestiona atónito la posibilidad de que ella
estuviese estudiando el Talmud y luego la señala como un demonio. Por otra parte, en la
Iglesia cuando Rebbe corría peligro de caerse, Yentl se alarma y le hace un llamado a su
padre (porque no era permitido que se acercase). Siendo mujer, y no teniendo ningún derecho
de hacerse sentir en una Iglesia, esto fue motivo para que los presentes la juzgaran y hablaran
mal de ella. Más tarde, al fallecer Rebbe, a Yentl no le es permitido quedarse con los libros
de estudio de su casa, por no haber hombre que los usara. Tampoco en el entierro de su padre,
por ser mujer, se le quiere permitir hacer las oraciones de costumbre, aun cuando el único
pariente presente es ella. Al final, luego de dicha la confesión, Avigdor no puede ver la
realidad de mujer que la misma Yentl le confiesa, hasta no ver en su cuerpo unos senos.
Luego cataloga a Yentl como un demonio por ser una mujer estudiosa del Talmud. Para
finalmente aceptar la verdad y interesarse en un matrimonio entre Yentl y él, pero donde él
fuera a estudiar y Yentl se quedara en la casa.
Podemos señalar también el momento en que Rebbe le va a enseñar el Talmud a su
hija y cierra puertas, cortinas y ventanas diciendo: “Dios lo entenderá, pero los vecinos no”.
Lo mismo ocurre cuando Yentl le va a enseñar el Talmud a Haddas. También vemos , cuando
Yentl le cuestiona a su padre el por qué a ella no le es permitido comprar el libro que tanto
gusta, cómo él le señala que ‘ella ve el mundo al revés’. Por otra parte, Rebbe se siente
culpable por tener una hija y no haberla educado como eso; una mujer con sus roles
determinados. En determinado momento, para hacerse pasar por Anshel, Yentl simplemente
cumple con las expectativas físicas para un hombre: se corta el cabello, usa un sombrero y se
pone ropa masculina. Vemos también, luego de una cena en casa de la familia de Haddas,
como Yentl le pregunta a su amigo Avigdor si al estar tan enamorado de su prometida acaso
no se preguntaba que estaría pensando ella (Haddas) durante la cena. Él responde
rotundamente que no y comenta que qué podría ella pensar y que además para que querría
que ella pensara. Apreciamos también cómo Avigdor siente que Haddas es todo lo que él
necesita, pero exclusivamente porque cocina, le puede dar hijos y se puede encargar de la
casa. Más tarde, cerca de consumarse el matrimonio de Anshel con Haddas, la madre de
Haddas le dice a su hija que después de casarse debe hacer todo lo que su esposo ordene. Esto
porque según el Libro de Dios, Dios hizo a la mujer de la costilla del hombre exclusivamente
para que esta le sirviera.
No cabe duda de que la religión, con sus múltiples construcciones, nos han hecho
mucho más vulnerables de lo que nacemos. Hoy, que figuro como agencia y tengo la
oportunidad de analizar un filme como este en mi clase de género, me percato de que la
religión no debe tener la potestad de oprimirnos. Esta entidad busca promover practicas,
mostrándolas como ‘naturales’, cuando en realidad fueron creadas para beneficiar a algunos.
Parece no ser lógico que somos millones de seres humanos en busca de vivir nuestra vida,
siendo felices sin clasificaciones que conduzcan a desigualdades. Ir en busca de nuestra
felicidad, no debe seguir siendo algo ‘malo’. Eso es lo que Barbara Streisand desea que
entendamos por su filme Yentl.
Bem, S.L. (1993). The lenses of gender: Transforming the debate on sexual inequality. New
Haven: Yale University Press.

Burr, V. (1995). An Introduction to Social Constructionism. New York: Routledge.

Butler, J. (2004). Undoing Gender. New York: Routledge.

Ortner, S. B. (1974) Is Female to Male as Nature Is to Culture? Stanford: Stanford UP.

Yentl. Dir. Barbra Streisand. Perf. Barbara Streisand, Amy Irving and Mandy Patinking.
MGM, 1983.

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