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INDICE PÁGS.
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La ortografía del extremeño. Un análisis retrospectivo – Nicolás Valle Morea………...262
La estructura del léxico extremeño – Jose Antonio González Salgado………………… 278
Lengua y habla como signos de identidad propia, sociocultural e histórica – María
de las Mercedes Sande Bustamante……............................................................................. 300
Un recurso didáctico sobre el dialecto extremeño –CD-ROM sobre el habla
hurdana – Carlos del Sol Mesa………................................................................................ 306
El habla popular en las letras extremeñas- Luis Martínez Terrón…………………….. 308
Manifiesto sobre el extremeño – Juan José Camisón…………………………………… 317
ANEXO
Portada de la página del NCC de Coria que hizo el seguimiento del congreso por
Internet – Maríví Reyes………………................................................................................ 323
Poema del artesano Baltasar Campo en su letra original (la ehpelujá)………………... 326
Poema de Mina García (Gratitud a nuestros mayores)…………………………………. 330
Poema de Plácido Ramírez Carrillo (el pastor y las nucleares)……………………….... 334
Homilía en castúo - José Polo Cordero.................................................................................340
El extremeño y el spanglish – Carta publicada en la revista Ateneo por una
asistente al congreso………………………...........................................................................342
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Crónicas de un congreso especial – Calzadilla 2002
Manuel Trinidad
Durante los días 24, 25, 26 y 27 de octubre del 2002, se celebraron en Calzadilla
(Cáceres) unas jornadas históricas, pues por primera vez se organizaba un evento para
poner en valor y darle la dignidad que merece al habla de Extremadura. Fue el Primer
Congreso sobre el Habla de Extremadura, patrocinado por el Ayuntamiento de
Calzadilla, pequeña población de 600 habitantes situada a 10 Kms de Coria,
reuniéndose el día 24 de octubre de 2002 en un pequeño pueblecito del Valle del
Alagón, personas venidas de diversos puntos de España con el solo ánimo de participar
en unas jornadas sobre la dialectología extremeña. Fue un congreso libre y abierto a
todos los que tuvieron algo que decir sobre el tema, y desde la comisión organizadora se
aceptó todo tipo de comunicaciones relacionadas con el dialecto extremeño.
JUEVES 24 DE OCTUBRE
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Todos los asistentes al congreso se quedaron gratamente sorprendidos, al darse cuenta
de la excelente organización que puede ofrecer un pueblecito de sólo 600 habitantes
cuando se hacen las cosas con ilusión y entrega. Todo el pueblo se volcó en conseguir
que todos los visitantes tuvieran unas jornadas maravillosas, en los descansos se ofreció
café y pastas por las amables calzadillanas y a mediodía el Servicio de Catering "El
Lechero" ofrecía hasta la posibilidad de elegir entre diferentes platos. Nuestra
felicitación al Sr. Pedro Cañada que tuvo durante un mes entero, a medio pueblo sin
dormir con el sólo objetivo de conseguir un perfecto congreso y a fe que lo consiguió.
Joaquín García Plata, nieto de García Plata de Osma y promotor de los Premios de
Poesía Ruta de la Plata que tiene una sección dedicada al habla popular, hizo una
excelente exposición sobre la campaña desatada en los periódicos hacia lo extremeño,
con la expresiva frase: "el gusano lo tenemos dentro de nuestra propia manzana" o lo
que es lo mismo, mal asunto si ni siquiera desde la misma Extremadura valoramos
nuestras cosas. Más tarde el Sr. Camisón, son su ponencia "A vueltas con la h",
demostró el enorme descontrol y caos que reina en los autores que quieren escribir en
extremeño, sugiriendo que algún tipo de norma habría que dar para que el extremeño no
fuera un galimatías en la escritura.
También quiero comentar la delicia de exposición del amigo andaluz Antonio León que
concluyó que el error histórico que se había cometido con los hablantes extremeños y
andaluces es que siempre han sido juzgados bajo el prisma del castellano, y para
ilustrarlo nos relató la siguiente anécdota: Un madrileño le preguntó a una andaluza
"¿tengo entendido señora, que los andaluces hablan muy mal el castellano?" y la señora
respondió con mucho respeto: "No, no, caballero, son ustedes los castellanos los que
hablais muy mal el andaluz".
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quereles, nuestros guapos jorgorios, nuestras penas, ocurrencias mu juertes y mu jondas
y cosinas mu durces y mu tiernas".
Y para que no faltara nada, al final de la jornada llegaron los poetas para enternecer a
todo el auditorio. En primer lugar Fernando González, emigrante trujillano que vive en
Zaragoza que nos deleitó con el embargo de Jose María Gabriel y Galán y otras poesías,
aunque su guitarrista Luis Verdú no estuvo presente en vivo, las notas de su mágica
guitarra sí pudieron extenderse por toda la sala.
VIERNES 25 DE OCTUBRE
Amanece un nuevo día en Calzadilla, los rayos de sol poco a poco van iluminando las
numerosas callejuelas que se desperezan indolentes y la famosa estatua del lagarto y el
pastor parece revivida ante la luminosa mañana.
La sesión se inició con la intervención del Sr. Jose Antonio González Salgado que ya
había vaticinado que iba a ser polémica, después de su brillante intervención, cuál no
sería su sorpresa cuando en el coloquio posterior, todas las personas que fueron
interviniendo, una detrás de otra, le felicitaron efusivamente por su magnífica tesis
doctoral sobre las hablas extremeñas. En ella concluía que lo que se hablaba en
Extremadura actualmente era castellano con la existencia de algunos islotes lingüísticos,
desgraciadamente nuestro estimado dialecto extremeño, bastante hacía después de la
enorme presión negativa sufrida desde todos los frentes, con subsistir en esos "islotes
lingüísticos", de todas formas, se le indicó al Sr. Salgado que cuando inventaran la
máquina del tiempo, podría retroceder unos 50 o 60 años, para comprobar "in situ" si
podría seguir manteniendo esas conclusiones.
Más tarde, con su porte elegante, Maximiano López nos sorprendió a todos con su
"Carta desde el escaño a un amigo emigrante" en la que relataba en extremeño diversas
rutas de senderismo de Guijo De Galisteo, llamado por esto lares "Guijito"; comenzaba
diciendo "Mi queríu amigo, jadi tiempu que te debu carta, peru entre las faenas de la
siega, la trilla... créimi que andu algu ajinao, pueh ya vamoh mayorih y loh joíuh
muchachuh no quierin sabel ná del campu..." y así continuó ensimismando a los
presentes con ese acento ancestral que incluso cuando el moderador le pidió que fuera
acabando, espontáneamente surgió del público la voz de Pablo Gonzálvez rogando que
le dejaran terminar, sin duda le estaba haciendo evocar viejos recuerdos de campos y
veredas...
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Y qué decir de Mª Felisa Gómez, filóloga de la Uned, que está realizando nada más y
nada menos, que el primer estudio sociolingüístico sobre el extremeño, todavía no
podemos adelantar nada, pero esperamos ansiosos la finalización de su tesis doctoral.
Ante una pregunta mía para incitarla a que "se mojara un poco", llegó a reconocer la
existencia de un dialecto extremeño.
Después volvieron a sonar los tamboriles y a percibirse en el ambiente los olores cálidos
a cántaro de pueblo con el que las guapas mozas iban a por agua, el hijo de Florencio
López Ortigo, que lo sustituía por problemas de voz, cronista oficial de Garganta la
Olla, fue desgranando las costumbres de la alta Extremadura en relación con los
noviazgos y bodorrios, todo ello acompañado de las coplillas: "La mi morena, va con
gran pena, con gran salero, a coger el agua a los caños nuevos", "Ten cuidado no se
rompa, si a alguien le das de beber, que el agua que se derrama, no se vuelve a recoger".
Más tarde, Mercedes de Sande, nos contaba anécdotas de lo que ha sido una constante
en el devenir de los tiempos, en todo lo relativo a nuestra forma de hablar y que no es
otra cosa que servir de mofa y escarnio, siendo sistemáticamente humillados tantos y
tantos extremeños simplemente por su forma de hablar. Recordaba aquella clase en la
que la profesora le preguntó ¿qué es el sujeto? y ella después de definirlo perfectamente
"sujeto es el que ejecuta la acción del verbo", no entendía las risas estertóreas de todas
sus compañeras de clase e incluso la mal fingida sonrisa de la profesora. Su único
pecado había sido pronunciar la jota extremeña, esa garbosa jota aspirada, en cambio a
sus compañeras les parecía un asunto jocoso y se reían preguntándole irónicamente: De
Sande ¿qué e sueto?
La jornada finalizó con el excelente CD interactivo de Carlos del Sol, que mostraba
cómo podría ser una experiencia didáctica mostrando las diferentes peculiaridades del
habla hurdana y que serviría para concienciar al alumnado del importante patrimonio
lingüístico que tienen en su comarca y que es necesario proteger.
Pero aunque habían acabado todas las ponencias, lo mejor faltaba por llegar, y era la
sección del congreso dedicada a las actuaciones, debo decirles que uno de los grandes
triunfadores fue el poeta popular Balta que además, es un excelente artesano, si algún
día visitan Calzadilla no olviden pasarse por su casa. Pues bien, estaba todo el mundo
un poco cansado de la jornada agotadora cuando surgió impetuoso de entre los presentes
para leernos su poesía: LA EHPELUJÁ y mirando sus cuartillas raídas por el tiempo
(puedes verlas en el anexo), empezó a declamar uno a uno todos sus versos con ese
acento inconfundible calzadillano, y poco a poco fue enamorando a todos los asistentes
que pasaron de unas tímidas sonrisas a mostrar sin reparos las más sonoras carcajadas
ante el brillante poema producto de la fantasía creativa del poeta popular. Ya que es
precisamente por personas como él por la que estamos aquí reunidos en este congreso
histórico. Les aconsejo que vean en youtube el videoclip completo de su actuación que
merece la pena.
Y mi querida Mina García, que tanto mimó a los asistentes durante todo el congreso,
también con una infinita ternura recitó esos poemas "Gratitud a los mayores", que sólo
pueden salir del alma de una madre extremeña. Enhorabuena a los dos.
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Por último Luis Martínez Terrón nos habló emocionado de "Las ausencias" que todos
tenemos y que en algún lugar ignoto nos esperan.
Era impresionante salir a la fría noche de Calzadilla y escuchar a través de los altavoces
que estaban diseminados por el pueblo todos estos sentires extremeños y cómo sus
habitantes sorprendidos, se asomaban a los balcones y miraban al cielo estrellado que se
fundía en un único ser con los sonidos místicos de los poetas populares.
SÁBADO 26 DE OCTUBRE
Después de las dos primeras jornadas, intensas y de gran interés, aunque ciertamente un
poco agotadoras por la densidad de los contenidos, afrontamos el día 26 con ilusiones
renovadas y expectación por la variedad de los temas a tratar.
El ponente que abrió el fuego matutino fue el Sr. Viudas Camarasa, miembro de
número de la Real Academia de las Letras de Extremadura y autor del Diccionario
extremeño. Con su ponencia "El Centro de estudios históricos y las Lenguas de
Extremadura" hizo un recorrido de las Letras extremeñas desde la Edad de Plata hasta la
actualidad.
Después vino mi comunicación, en la que comenté un poco lo que hay del extremeño en
internet. Las Nuevas Tecnologías han impulsado claramente la revitalización de las
hablas extremeñas y cualquier persona que desee documentarse un poco sobre el tema,
tiene bastante donde elegir. Se puede consultar desde la Biblioteca Virtual de
Dialectología Extremeña en la que recojo toda la bibliografía y además a texto
completo, la mayoría de estudios que se han realizado sobre el habla extremeña desde
aquel primer trabajo de Matías R. Martínez publicado en la Revista EL Folklore-
Frexnense y Bético Extremeño en 1883, titulado "El lenguaje vulgar extremeño" al
Diccionario Virtual de Vozdemitierra que es una Wiki donde se recogen miles de
palabras extremeñas y cualquiera puede incluir más. Otras webs interesantes fueron la
revista electrónica Belsana de Nicolás Valle o léxico recogido en numerosas páginas de
pueblos extremeños, destacando las webs de Ahigal (Juan Carlos Paniagua) o Piornal
(Víctor A. Díaz).
El siguiente comunicante, Fernando Flores del Manzano hizo una brillante exposición
del extremeño en la enseñanza, basándose en su libro: Con acento extremeño,
reconociendo que una de las principales causas de la total regresión que estaban
sufriendo las hablas extremeñas y que las haría desaparecer en poco tiempo, era la falta
de estima que la tenían sus propios hablantes considerándola equivocadamente "propia
de paletos y palurdos".
Más tarde Jose Antonio González Salgado, dado que ya intervino con una ponencia y
que íbamos con bastante retraso pues algunas intervenciones se habían extendido
demasiado, tuvo el detalle de ceder su puesto a Nicolás Valle Morea que iba a
continuación. De todas formas, ninguno de los asistentes tendría el menor problema
para leer su comunicación pues entre los excelentes servicios que ofreció la
organización estaba entregar a los congresistas cada día todas las ponencias y
comunicaciones que se hubieran leído. De ello tiene buena culpa Reyes Acosta,
responsable de las fotocopias y que se dio una buena tupa de fotocopiar.
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En su intervención Nicolás había seleccionado textos escritos en extremeño de
difererentes épocas y después de repartirlos entre los presentes, comenzó su alocución
realizando un estudio comparativo de su ortografía, llegando a la conclusión como ya
habíamos comentado, del auténtico caos y desconcierto que reina entre las personas que
se han animado a escribir en extremeño y concluía que es importante que se llegue a un
acuerdo para evitarlo. Recordó que normativizar no es lo mismo que normalizar, es
decir, lo importante es ponerse de acuerdo en algún tipo de norma para escribir en
extremeño, con seriedad y un cierto criterio.
Después de reponer fuerzas gracias a las buenas viandas del Servicio de Catering "El
lechero" de Guijo de Coria, junto con su amabilidad y buen hacer, afrontamos la jornada
de tarde, con quizá una de las intervenciones más espectaculares: La traducción del
Evangelio al extremeño directamente desde el griego por Antonio Pérez Muñoz.
Comentaba con humor el autor que le había costado realizarlo "doce años y casi el
divorcio". Con unas enormes hojas en las que estaban incluidas las frases en griego y en
extremeño, fue ilustrando su trabajo. Al comentar que había utilizado para realizarlo
entre otros libros, el Diccionario extremeño del Sr. Viudas, éste último tuvo la
ocurrencia de afirmar: "nunca hubiera pensado que el realizar este diccionario hubiera
servido para mi salvación". Al margen de estos comentarios desenfadados, felicitamos
desde aquí al Sr. Antonio Pérez, dado el cariño demostrado por el extremeño al que le
dedicó tantos años de su vida.
Para finalizar el ciclo de conferencias, el Sr. Real Antón incidió en la enorme riqueza
lingüística que tenían los serradillanos y destacó como características del habla
extremeña el ser "delicada, cadenciosa, maternal e íntima", con abundantes diminutivos
que la hacen más tierna: "Si bierah con qué querencia, se arrullan loh tortolinuh, si
bierah loh mu tuninuh, cómu se arriman, si paici que ahta se dan besinuh en loh
piquinuh...".
DOMINGO 27 DE OCTUBRE
La jornada comenzó con la ponencia de D. Vicente González que disertó sobre los
extremeños ilustres en la Universidad de Salamanca. Prácticamente hasta la creación de
la Universidad de Extremadura en 1973, se puede decir que fue esta universidad la
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principal receptora de jóvenes extremeños que acudieron a sus aulas a cursar estudios
superiores.
Quizá una de las más interesantes intervenciones de esta mañana dominical fue la de
Antonio Garrido, traductor del principito al dialecto altoextremeño con su Prencipinu,
en su exposición, sus palabras fluían con toda naturalidad y todos los asistentes
comprendimos perfectamente su alocución, a pesar de no dominar esa variedad
dialectal.
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En el número 1 de la revista cultural ATENEOS DE EXTREMADURA marzo-2003, se
publicó un artículo en relación con la intervención del Sr. Cortés. (Ver anexo final).
A continuación llegó el turno del Sr. Pedro Cañada que después de hacerle algunas
puntualizaciones al Sr. Cortés, emitió las conclusiones finales, comentando que las
hablas extremeñas merecen un respeto y una dignidad que nunca tuvieron, y que se debe
promover su investigación partiendo de la existencia de las diversas variedades
lingüísticas de nuestra región, y que la inminente aparición del Atlas Lingüístico de
Extremadura deberá determinar claramente las zonas dialectales dignas de estudio.
Afirmó que nos sentimos orgullosos de ser extremeños, sin complejos por nuestra forma
de hablar y que se debe defender el extremeño como patrimonio cultural de
Extremadura. Después dio por clausurado el congreso.
Ya por la tarde, se hizo una visita turística a la ermita del Santo Cristo de la Agonía.
Una bella construcción del siglo XVI con una espectacular cubierta en la sacristía. En
ella pudimos contemplar los restos del famoso lagarto resguardados tras una vitrina.
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar agradecer al Sr. Alcalde de Calzadilla, Pedro Cañada por la gran idea
de organizar este I Congreso sobre el Extremeño, junto con Pablo Gonzálvez que ha
realizado un enorme trabajo de investigación sobre las hablas extremeñas a lo largo de
toda de su vida.
Y qué hubiéramos hecho, sin la ternura que han sabido transmitir con sus versos los
poetas populares de Calzadilla:
Ahora quiero relacionar todas esas personas que han robado muchas horas al sueño para
conseguir que este congreso fuera todo un éxito:
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ORGANIZACIÓN
COLABORADORES
· Mª Carmen González
· Lucía Montero
· Cecilia Kopp
· Graci Acosta
· Loli Manzano
· Mamen Redondo
· Mina García
FOTOCOPIAS
· Reyes Acosta
CARPINTERÍA
· Sebastián Madejón
SONIDO
VÍDEO
· Karpint de Coria
· Eulogio López
· Ángeles Pascual
· Susana López
· Jorge López
· Almudena Acosta
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· Loli Moreno
Y también agradecemos los diferentes e-mails de felicitación, que hemos recibido desde
distintos puntos de España, sobre todo de Cataluña y del extranjero, especialmente de
Sudamérica.
Por último señalar, que José Antonio González Salgado Dr. en Filología por la
Universidad Complutense de Madrid, que nos ha estado acompañando durante todos los
días del congreso, por motivos personales no ha podido asistir esta mañana de domingo.
Sin embargo ha llamado por teléfono y me ha comunicado que diga lo siguiente:
"De este congreso yo me quedo con el espíritu de cordialidad, el respeto a todas las
opiniones que han aparecido en estas jornadas y con los debates más o menos
acalorados que hemos mantenido unos y otros desde distintas posturas. Las
conclusiones científicas ya habrá tiempo para elaborarlas, hay que pensar en todo lo que
aquí se ha dicho. En este momento la conclusión más inmediata es el éxito con mayúsculas
de este Primer Congreso sobre el Extremeño"
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I Congreso Extremeño
LINGÜÍSTICO Y CULTURAL
Calzadilla 24-10-2002
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EL EXTREMEÑO, COMO FENÓMENO LINGÜÍSTICO Y CULTURAL
Presentación personal
Señoras y señores, hoy nos hemos reunido motivados por el tema de lo extremeño. Espero que
las conclusiones a que lleguemos, sean lo más libre, asépticas y ajustadas a la realidad posible.
Soy Pablo Gonzálvez, tengo 68 años de edad, nací en este pueblo, estudié humanidades en el
Seminario Conciliar de Coria y tres cursos de filosofía y dos de teología en el seminario de Cáceres,
hice magisterio como alumno libre, en las Escuelas Normales de Magisterio de Cáceres y tres cursos de
filología en la UNED, carrera que abandoné debido a un accidente de tráfico.
1ª. Que a última hora he tenido que rehacer esta ponencia, debido a que algún gracioso se le ha
ocurrido infectar mi ordenador. Ayer a estas horas, aún no sabía, si podría conseguir rehacerla,
por lo que les ruego disculpen, si encuentran alguna deficiencia.
2ª. Que el tema es tan amplio que, de los 210 folios que tenía escritos, he tenido que extrar lo
que me ha parecido lo menos conocido.
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Título de la ponencia y análisis de su enunciado.
El título que aparece en el programa del Congreso es: El extremeño, como fenómeno
lingüístico y cultural
Está formado por los adjetivos extremeño, lingüístico, cultural y el sustantivo fenómeno .
El sustantivo fenómeno, procede del latín faenomenon y éste del griego fainomenon de
faino, que significa aparecer, por lo que fenómeno significará en este contexto, manifestación .
Lingüístico, es una adjetivo derivado de lingüística , ciencia moderna que estudia el lenguaje,
en todas sus manifestaciones: lengua, dialecto, habla, jerga, argot. El adjetivo lingüístico nos obliga a
tener que establecer en cual de los estadios anteriores se halla el extremeño.
En todo acto cultural, se produce un proceso en el que influyen: un agente que produce y
transmite la cultura, otro que la recibe, y un conjunto de hechos que constituyen la materia del acto
cultural o inculturación. En la cultura extremeña, el agente emisor y receptor de la cultura es el pueblo.
Nosotros no hemos tenido hasta hace poco tiempo, un agente emisor como la universidad.
Nuestro pueblo ha estado abandonado culturalmente y, como fruto de ese abandono, ha nacido un
bosque que es el extremeño, caracterizado principalmente, por una cultura rural
Una segunda cuestión será concretar los campos de esta acción cultural: que se concretarían en
las acciones a lo largo de la vida del hombre extremeño:
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Lo relacionado con la defunción, las prevenciones consuetudinarias y testamentarias, la
defunción, la agonía, el entierro, las practicas posteriores, el culto a los muertos, los cementerios, etc.
Lo relacionado con la agricultura; las semillas, la sementera, las distintas labores, los modos de
siembra, las diferentes semillas, la escarda de los cereales, la siega, el acarreo, la trilla y acciones
complementarias, la recogida del grano y de la paja, los diferentes utensilios empleados, el molino, el
horno
Las diferentes industrias rurales: los comercios, tabernas, carnicerías, alfarerías, campanerías,
campanillerías, l albañilerías, los cardadores, los pieleros, los carpinteros, la pesca, la caza, etc. sus
costumbres y utensilios.
El tiempo: las estaciones, las labores estacionales, los meses, los juegos, el descanso, etc.
Los refranes y las consejas de todo lo anterior tan rico y variado en nuestra tierra.
Pero, estos campos muchas veces ha sido influidos negativamente y hasta la acción de nutrirse
con lo propio, lingüísticamente hablando, ha sido dificultada en todos los niveles sociales y de
formación por la oficialidad.
En la escuela, con el así no se dice, eso está mal , eso no es , burro , lechuguino, mentecato,
zopenco.
Los elementos intelectuales de nutrición, han sido siempre impuestos desde fuera, con los
respectivos planes de estudio, que no han tenido nunca en cuenta, la peculiaridad lingüística de la
región. A pesar de todo, el pueblo ha resistido la colonización y ha transmitido una larga tradición
lingüística y folclórica.
En ese procedimiento de inculturación propia, es el medio del que nuestro pueblo se ha valido
ha sido el Extremeño, de ahí que hayamos puesto a esta ponencia el título de: El Extremeño como
fenómeno lingüístico y cultural.
Intencionadamente hemos tratado primero del hecho cultural para centrarnos a continuación en
el hecho lingüístico.
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padres, han llevado a cabo ese gran proceso cultural por medio de un instrumento de comunicación
principal: el extremeño.
Al tiempo de hacerme esta pregunta, recuerdo que eminentes personajes de las letras dicen algo
sobre ello, al respecto:
El doctor Viudas Camarasa en una entrevista que le hace Manuel López, en el diario Hoy,
entre otras cosas dice que hay varias divisiones geográficas de hablas extremeñas, varias zonas de
influencia portuguesa, un sentimiento lingüístico del extremeño, pero no un conocimiento científico, etc.
Hay que acabar con algunos brotes falsamente científicos, de carácter regionalista, que
tratan de imponer un extremeño totalmente inventado en ocasiones o circunscrito a ciertos
ámbitos sociales de zonas muy concretas”.
La situación lingüística de Extremadura es muy rica. “Pero de ahí a querer imponer una
cooficialidad, que se ha llegado a plantear en algunos casos, de ese supuesto castúo o extremeño,
hay un abismo”.
No existe un dialecto extremeño único, sino bastantes variedades. “Habrá que seguir
analizándolas porque tenemos un conocimiento escaso de ellas”.
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manifiesta.
Por otra parte, a nuestro juicio, al afirmar que existen “bastantes variedades”, indirectamente
está admitiendo su existencia.
.
José Antonio González Salgado. En ciertos artículos publicados en el Extremadura, deja
entrever su posición con respecto al extremeño. Dice que no existe el extremeño, sino que es la lengua
española. A esa misma conclusión llega en su “Notas sobre Cartografía Lingüística Extremeña” dice
textualmente: “... el extremeño se debe considerar una habla regional castellana, en la que se
distinguen dos subvariedades: la de la Alta Extremadura (habla regional castellana de impronta
leonesa) y la de la Baja Extremadura (habla regional castellana de impronta meridional)...” -
continúa- ‘Considerar que el extremeño es un dialecto, un habla regional o, como parece que
quieren otros, una lengua (recordemos la Primera Gramática Extremeña, publicada ahora hace
unos años) no es una cuestión primordial”. Es decir, que para este señor, el extremeño es castellano,
en cuyo caso, a mi juicio, huelgan todas las ponencias, todas las comunicaciones y todas las mesas
redondas sobre el extremeño, ya que él lo considera castellano.
¿Cómo conjugar esta postura con la encuadramiento del extremeño en el leonés oriental que
hizo Menendez Pidal? ¿Cómo, siendo lo que hablamos los extremeños lengua española, en el decir del
señor Salgado, puede ser al mismo tiempo, según escribe don Alonso Zamora Vicente en su
Dialectología, “ un habla de profunda raigambre leonesa? o se puede conjugar con lo que dice el
profesor Lapesa “Creo que existe indudablemente un dialecto extremeño? o con lo que dice el
catedrático García Camino: “...en esta región se habla una modalidad del dialecto astur-leonés”.
A la hora de considerar estas citas que, juzgamos que alguien deberá estar confundido.
He leído la tesis doctoral del señor González Salgado y, vista la información que transmite y sus
deducciones, es posible que sean lógicas con su información, pero sinceramente pienso que no ha
acertado con los informantes que él hubiera necesitado, le ha pasado lo que nos dicen nuestros viejos:
“El ésitu no ehtá en aputeal sino en dal la pedrá” = El éxito no está en apedrear, sino en dar
la pedrada”. Es decir, el señor Salgado, a mi juicio, no ha dado con el extremeño, sino con un
extremeño castellanizado, en función de lo cual, saca sus propias conclusiones.
Pienso además que la intervención de don Eugenio Cortés Gómez (extremeño), en el Congreso
de Escritores Extremeños del año 1980, cuando desde la tribuna de oradores, leía la ponencia, titulada
¿DIALECTO EXTREMEÑO? Y comenzaba: “En un Congreso de Escritores Extremeños habría
que tener en cuenta la lengua en la que se expresan. No hay lugar a dudas que es el castellano.
Tenía razón el señor Cortés. No se presentó ni una ponencia en extremeño. ¿Quiere ello decir
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que no existe el extremeño? Ya ha se ha manifestado el señor Alcalde en la lengua de sus convecinos.
Estoy seguro que, en este Congreso, se hablará en extremeño. Yo mismo había escrito una gran parte
en este dialecto, pero, al tener reducir mi ponencia, he tenido que prescindir de ello, en razón de la
claridad.
¿Qué hacemos aquí, si no existe? ¿Hemos venido a hablar de un fantasma Qué habla el pueblo?
Hay un argumento irrefutable. Como dice el filósofo: “De facto ad posse, valet ilatio” , es decir,
la realidad demuestra la posibilidad.
Suele decirse que el movimiento se demuestra andando y los filósofos preconizan que “Contra
factum non valet argumentum”.
En esta línea y, de acuerdo con estos principios, voy a leer uno de mis sonetos en extremeño:
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Oída esta estrofa, podemos preguntarnos ¿son versos castellanso? ¿Son un invento?
Versos castellanos, desde luego no. ¿Un invento? Recorran nuestra geografía y estoy seguro de
que encontrarán todas las palabras. Las usa el pueblo, en sus manifestaciones normales. ¿Qué no las
usa? Ya lo oirán cosas parecidas en este congreso.
Esta es la forma en que escriben nuestros poetas, basta repasar sus poemas en extremeño
José María Gabriel y Galán: “El Cristu benditu”, “Varón”, etc. Hay que hacer constar, sin
embargo, que Gabriel y Galán no era extremeño, lo que da más fuerza a mi postura.
- Luís Chamizo: “El noviajo, La experencia”.
- Hagapita Ernande: “Señol Don Doroteu Sanchi” con motivo de la Romería de Dios Padre
de Santa Cruz de Paniagua.(21 abril- 1952)
- Eugenio Beltrán Santos: “Carta a un Amigo” Diario Hoy- agosto 1974.
- Mario Simón Arias Camisón: “Los Límitis de España” Hoy, 5-8-1954 y “La fiehta de toj loj
Santuj” 1.11-1979 (Santa Cruz de Paniagua)
- Rosa María López Casero: “Cosas de Aquí” . Agosto 1976 (Torrejoncillo).
- Juan García García: “El teléfono de Ahigal”, “Claveles de Mi tierra” (poemario 1977)
(Ahigal)
- El Guijitu ) Programa de fiestas de Guijo de Galisteo de 18-8-1979
- Pablo Gonzálvez González: “Hojas Extremeñas Sueltas” (poemario enero 1981). (Calzadilla)
- José Polo Cordero: “Homilía predicada en Castúo con motivo de la fiesta de S. Pedro de
Alcántara” ( año 1981) (Cáceres).
- Olegario León Gutierrez: “A la Caura Vetona” (poemario 6- marzo-1984) (Coria)
- (Revista Luz de Redención n 555, septiembre 1994: “Don Jesús y Juuanillu”. (Alcuéscar)
- Omenaji a Tíu Agustín Sánchez (Revista Región Extremeña n 4. Desconozco la fecha de
edición y el lugar)
- Emilio Moreno: “Asín cumu suena” (poemario inédito 1998) (Villa del Campo)
- Juan Núñez: “Al cura del pueblo”- (Hoja diocesana 8-5-1999)
- Luisa Durán: “Mi tierra” (Desconozco la fecha de edición).
Intencionadamente he puestos las fechas de sus publicaciones para que veamos que las obras
se producen en distintos espacios temporales y locales
A los anteriores poemas, habría que añadirles otros poemas sueltos premiados en el Concurso
Ruta de la Plata que patrocinan los hermanos Rafael y Joaquín García Plata. Allí han concurrido, entre
otros,
Francisco Durán Domínguez, con “Miedo sabroso”, “El Milagro”, “La Piedra”, “El Mendigo”
Enrique Louzado Moriano, con “Llanto”, “Capullino Sonrosáo”, “Otra vez vida”.
Gregorio Yáñez Maestre, con “Por los Olivares suena”.
Arturo Enrique Sánchez, con “Reclamación”, “Sequía”
Pablo Gonzálvez González con “La Briega”, “Herráu a otru maeru”, “Cuandu dignuela”
Juan Rodríguez Pastor con “Viento Solano”
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Luis Martínez Terrón, con “Ausencias”
Norberto López García, con “Quejío de macho en primavera”.
Juan Antonio Paule Tomé, con “Un Mundu Cambiáu”
Francisco Domínguez Silva, con “A la mujer extremeña ama de casa”.
Ignacio Fernández Duarte, con “La Dehesa el Señorito y yo”.
También habría que añadir los no premiados, que desconocemos, pero que, por el hecho de
no haber sido premiados, no dejan de ser poemas en extremeño.
Habría que sumarle además, los poemas de los concursos poéticos anuales de Guijo de
Granadilla, Plasencia, Calzadilla, de Extremadura Unida, entre otros, etc. de los que no tenemos
referencia ni del número presentados ni de sus contenidos, ni de sus autores.
En prosa debemos enumerar: “Requiloriu” de José María Alcón Olivera 1984; la “Primera
Gramática Ehtremeña”, de Pablo Gonzálvez González, María José y Trinidad Gonzálvez Domínguez
1995 y la traducción del Principito titulado “el Princiupinu”, de Antonio Garrido Correas 1999.
Y así podría hacer una larga y engorrosa lista de poemas y de autores que nada añadirían a lo
manifestado.
Señores, a pesar de todos los avatares, de todas las negaciones, de todas las represiones y de
todas las dificultades por las que ha pasado, podemos decir que el extremeño existe. Otra cosa bien
diferente será la manera y el abandono en que existe.
El extremeño no es una invención sino que existe y el pueblo se manifiesta en él como algo
distinto del castellano.
Si se patrocinara nuestro modo de hablar extremeño, por las autoridades regionales, como lo
hacen otras autonomías con los suyos, seguro que estaría en otra estima y consideración.
22
II ¿LENGUA, DIALECTO, HABLA?
Tras especular sobre la existencia del extremeño, convendría saber si es lengua, dialecto o
habla.
Lenguaje.
En el lenguaje, hay que tener en cuenta sus notas: ser facultad humana, e instrumento de
comunicación entre los comunicantes, lo cual realiza el hombre haciendo cabalgar contenidos de
pensamiento sobre acciones sensibles. En el lenguaje oral, estas acciones son los sonidos integrados en
la palabra y producidos por los diferentes órganos de fonación.
Lengua y habla se oponen como realidad física, socialmente, psicológicamente y son vistas de forma
diferente bajo distintos puntos de vista, como son el de la manipulación, el del tiempo, el del mensaje, el
de la independencia y hasta a nivel descriptivo: la lengua y el habla son subconjuntos del lenguaje .
Dialecto
Dialecto, procede del término latino dia-lectus, o dialectos, i, que, a su vez, tiene su origen
en la griega dialectos = lenguaje particular de un país < dialego = (en voz activa) = apartar; en voz
med. y pas. = hablar. < dia (adv. y prep = a través, separadamente). + lego = decir, hablar.
Manuel Álvar lo define como un sistema de signos desgajado de una lengua común viva o
desaparecida; normalmente con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte
9
23
diferenciación frente a otros de origen común 1
La lengua y el dialecto
El dialecto y el habla.
Siendo el dialecto de la misma naturaleza que la lengua, ha de poseer como ella, los mismos
atributos y sus mismas oposiciones y diferencias con respecto al habla: Ello significa que dialecto se
distingue y opone a habla con el mismo derecho y cualidades que la lengua. Es decir que el habla
relacionado con un dialecto particular, será la realización individual de ese dialecto.
Por otra parte, el dialecto como la lengua, ha de ser también un sistema con elementos y reglas
propias
Aurelio Cabrera, refiriéndose concretamente a él, lo identifica casi totalmente con el habla
vulgar castellana2.
Matías Ramón Martínez, que confiesa que no es muy versado en lingüística, se queda en la
duda. “Es difícil responder”, dice., pero afirma que existe como tal y que es muy difícil evitar la
diferenciación geográfica que posibilita la lingüística.3
Santos Coco no se aventura a afirmar que sea un dialecto pero confirma más adelante que
1
ALVAR, MANUEL. Hacia los conceptos de lengua, dialecto y hablas, en NRFH,
XV, 1961. PP. 51-.60.
2
AURELIO CABRTEARA, Voces extremeñas recogidas del habla vulgar de Alburquerque y su comarca, BRAE,
III y IV, 1916 y 1917. p.53
3
MATIAS RAMÓN MARTÍNEZ. Lenguaje vulgar extremeño y fresnedense, RE. p. 39.
10
24
existe diferenciación en acento, pronunciación, vocabulario y más adelante que la lingüística extremeña
no es la castellana ni la andaluza.4
Don Alonso Zamora Vicente, unas vesces lo llama “lengua extremeña” y otras “habla de
tránsito”.5
Habla el profesor, sobre el extremeño, entre otras cosas: sobre el cierre de las vocales o, e, en
u, i, respectivamente y sobre la caída de la -d- intervocálica: “también es meridional la pérdida muy
frecuente de la -d- intervocálica”- dice. Es una pena que tan eminente personaje no tuviera a bien
exponer toda la casuística que se genera cuando se producen los dos fenómenos a la vez: dedo >deu,
(diptongo) ; moneda > monea (hiato); mordía (hiato); mordido > mordíu (diptongo), pérfido > perfiu
(diptongo).etc.
En nuestro caso y, siguiendo las condiciones propuestas por Álvar, también afirmamos que es
un dialecto, por que:
1. Es un sistema de signos desgajados de una lengua común. Solo hay que recorrer su léxico,
para aprobar esta afirmación: Heitu, charramanduhca, baiga, talandangu, truhun, guachindanga, etc no
son castellanos.
3. No tiene una fuerte diferenciación frente a otros de origen común. El extremeño participa de
signos y reglas que son comunes a otros dialectos: leonés, andaluz, murciano, canario.
El extremeño, pues, cumple los tres requisitos señalados por Manuel Álvar, por lo que es un
dialecto.
Contra quienes dicen que el extremeño es un habla, opino que el concepto habla, al menos en el
sentido que le dio Saussure, no cumple con el atributo de objetividad que poseen la lengua y el dialecto.
4
SANTOS COCO. Apuntes lingüísticos de Extremadura, RCEE, X, 1936.pp. 167-172..
5
ALONSO ZAMORA VICENTE. Dialectología Española. 2ª. Edicción. Editorial Gredos. Madrid, p.332.
11
25
El nombre
El nombre “castúo” es una afectación, un esnobismo nacido del título de la obra de Luis
Chamizo “El Miajon de los Castuós”. Hace referencia a casta, a clase especial, algo así como un nuevo
factor RH. A mi juicio, el adjetivo ‘extremeño’ es más apropiado que ‘castúo’, porque “Extremeño”,
es el calificativo con que designamos todo lo que comprende, se produce y tiene su denominación de
origen, en Extremadura y porque ese término es menos afectado, menos disgregador, más regional y
menos clasista.
Desde esta oportunidad, propongo que se adopte como definitivo el nombre de ‘extremeño’
para referirnos al nuestra peculiar forma de hablar.
Extremeño interior
En tiempos de este rey las tierras de Extremadura estaban plenamente liberadas y los
asentamientos generalmente realizados, pero continúan los señoríos y los núcleos urbanos libres que
habrían de tener alguna repercusión en su manera de hablar. Para constatar esta aseveración
lingüísticamente hablando, basta con observar las diferencias lingüísticas de las Hurdes, Zona de Coria,
la Vera, la zona entre el Ambroz y el Jerte, los pueblos de la Fala, la Región de las Villuercas, de
Montánchez, etc. Lo mismo le ocurre a la provincia de Badajoz en la Siberia, en La Serena, en la zona
de Badajoz, Olivenza, Mérida y Zafra, pero, a pesar de pequeñas diferencias, existe un léxico común
por lo que habría que tender a unificar lo demás.
El extremeño periférico
Son también perceptibles, las influencias castellanas posteriores, en la zona oriental (de norte a
sur); la influencia leonesa en la más de la mitad norte de la provincia de Cáceres; la influencia
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portuguesa en la zona de la raya y la del Andaluz en la zona meridional de la provincia de Badajoz. En
contrapartida, hablan como nosotros la zona surocidental de la provincia de Salamanca y la zona sur de
la provincia de Ávila..
El extremeño en el tiempo
Por supuesto, en el pueblo, entre la gente del campo, los pastores, los iletrados y en los viejos
escritos: cartas, papeles de secretarios y escribanos de los pueblos que, siendo nativos, han ido
dejando un reguero de palabras extremeñas, en sus libros de actas y papeles de los Ayuntamientos,
que habría que rescatar.
Recuerdo que, siendo niño, el maestro nos corregía, cuando decíamos alguna palabra impropia
del castellano. Si decíamos ‘asina’ inmediatamente gritaba:
- ‘Asina se llama la madri de la mi burranquina’.
Si decíamos ‘asín’, la frase correctora era:
-‘Asín, se llama el padri del mi burranquín’.
Si usábamos el pronombre personal de primera o segunda persona antes que el de tercera,
enseguida nos gritaba:
- ‘Primero son las semanas y después los meses’
Si pronunciábamos como llana, una palabra esdrújula, la frase correctora era:
- En tiempu de loh apohtolih abía unuh ombrih mu barbaruh, se subían a loh arbolih y
cohían loh paharuh”.
Recuerdo que un día, me dio una bofetada por repetir ‘asina’. Los compañeros se lo contaron
a mi madre. Me preguntó lo ocurrido y cuando se lo referí., contestó:
- ‘Es el cantar de siempre’.
En esta frase, he resumido toda nuestra historia en la escuela.
Cuenta mi buen amigo Juan Hernández Caso, que, estando de maestro en un pueblo cercano a
13
27
Coria se le acerca un niño y le dice: “¡Don Juan, idi Hilipi que no se idi idi!”. En la escuela existían
dos culturas: la popular y la del señorito.
Otros como Alonso Zamora Vicente, John G. Cummins, Eugenio Cortés Gómez, María de las
Mercedes de Sande Bustamante, Pilar Montero Curiel, J. Antonio G. Salgado, le han dedicado
trabajos más o menos extensos..
14
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Antonio Viudas Camarasa, le ha dedicado un diccionario. Antonio Murga Buhigas, Mario
Simón Arias Camisón, Juan Antonio García de San Facundo, Pilar Montero Curiel, etc. han escrito los
vocabularios propios de sus localidades. Nosotros mismos estamos trabajando en un diccionario
general que consta de más de 30.000 términos y aún nos quedan más de 10.000 fichas por ver.
Nicolás Valle Morea ha abierto una revista digital “Belsana”; Antonio Viudas Camarasa, y
Manuel Trinidad han abierto en internet sendos Webmasters que, por diferentes caminos, se preocupan
de recopilar literatura y cultura Extremeña.
Pero todo será poco, si los políticos regionales no toman carta en el asunto e imponen el
extremeño en los planes de estudio de la región.
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29
III DIFERENCIAS CON EL CASTELLANO
Para poder hablar de una personalidad propia del extremeño con respecto al castellano, hemos
de establecer sus diferencias, para lo que, en primer lugar tendremos que demostrar que es un sistema
distinto del castellano.
Sistema < lat. Systema, atis. (conjunto) <gr. Sustema, atos (reunión, conjunto).
El DRAE en su 1ª. acepción, trae: Conjunto de reglas o principios sobre una materia
racionalmente enlazados entre si. En la 2ª: Conjunto de cosas que ordenadamente relacionadas
entre sí contribuyen a determinado objeto. En la 4ª: Ling. La lengua en su totalidad, así como
cada uno de sus sectores (fonológico, gramatical y léxico) considerados como conjuntos
organizados y relacionados entre sí. De las dos primeras acepciones, se deduce:
Según la cuarta acepción, la lengua como sistema, costará de tres subconjuntos, que tendrán
elementos (piezas) y reglas que organizan esas piezas, en campos específicos: fonológico, morfo-
sintáctico y léxico.
Antes de pasar a ver los tres subconjuntos mencionados, convendría detenernos en el concepto
signo, por ser un punto donde apoyarnos para basar las diferencias entre el castellano y el extremeño.
El Signo
Me parece fundamental tener que retomar los conceptos de signo y su estructura para poder
establecer las diferencias entre el extremeño y el español.
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Signo, pues, será cualquier cosa material que, captada por nuestros sentidos, evoque en
nuestra mente, la representación de otra; bien sea imagen real de una cosa (la forma de una nube pude
evocar la idea de baca), bien la imagen acústica.
Vamos a pasar por alto las propiedades de ser arbitrario, lineal, relacionable y las clases de
relaciones con otros elementos, por no creerlo necesario, para esta ponencia, pero estableceremos que
estas relaciones se producen en todo los niveles (fonológico, léxico, morfológico, sintáctico, etc.),
dentro del mismo sistema (lengua): y cada elemento no pude ser definido sino en relación, con los
demás elementos del sistema, por tener la misma propiedad o, por oponerse con una propiedad
distinta; Así, en el nivel fonológico, la /p/ y a /b/ comparten la propiedad de ser bilabiales; pero se
opone una a la otra, polque la primera es sorda y la segunda, sonora. Estos principios que nos sirven
para distinguir, clasificar y estudiar los elementos de una lengua, nos servirán, al menos con la misma
razón, para establecer si dos elementos pertenecen a distintas lengua, dialectos o hablas, por lo que, de
manera particular, echaremos mano del concepto “rasgo pertinente” para establecer las igualdades y
oposiciones de los componentes del significante ydel concepto “sema” para establecer las
coincidencias y oposiciones que se dan en el significado y con ellos estableceremos la identidad o no
de un termino castellano y otro extremeño.
Por ejemplo:
Estos términos tienen todos el mismo número de fonemas: cuatro; pero los términos son
distintos:
a) por su valor etimológico (todos son de origen latino): masa < massa; mesa < mensa; misa
< missa; Mosa < Mosa; musa < mussa
b) en el nivel del significado, expresan conceptos distintos.
c) en el nivel del significante, todos tienen tres fonemas comunes y uno distinto: /i/, /u/, /e/,
/o/, /a/ respectivamente, de los cuatro que poseen.
Si estudiamos detenidamente estos fonemas, nos daremos cuenta que, por ser todos vocales,
los rasgos fisiológicos son: todos orales y todos sonoros. Nos quedará observarlos bajo los puntos de
vista del lugar de articulación y del modo de articulación, según el siguiente esquema:
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anterior central posterior
Cerradas i u
Medias e o
Abiertas a
/i/, /u/ son cerradas. Se oponen entre sí, por el rasgo anterior / posterior y, a las otras vocales,
porque las demás, no son cerradas.
/e/, /o/ son medias. Se oponen entre sí, por el rasgo anterior / posterior y a las demás por ser
medias y el resto, no serlo.
/a/, es central y se opone a las demás por este rasgo y por ser abierta y las demás no serlo.
Según el esquema anterior, >misa= = y > musa=, >mesa= = y > Mosa= por parejas y
respectivamente, se distinguen entre sí sólo por un rasgo pertinente, que es suficiente, para que una
palabra sea distinta de otra.
Hemos visto el ejemplo con vocales, pero lo mismo ocurre con los fonemas consonantes, y
podemos aseverar que, si un rasgo pertinente es suficiente para que dos términos sean distintos
fonéticamente, con mayor razón lo serán, si un término tiene mayor número de fonemas que otro o, si un
término lleva un fonema que no tiene el otro.
Si examinamos > lau = (extremeño) y > lado = ( castellano ), son diferentes, aunque signifiquen
lo mismo, no sólo porque el primer término tiene tres fonemas ( lau ) y cuatro el segundo ( lado ), sino
porque el término extremeño lleva el último fonema / -u /, que es cerrado, posterior, que no lleva el
término castellano (lado); porque la /o/ es un fonema posterior, medio.
Otro argumento sería: Si la terminación extremeña en -u, fuera castellana, no tendrían por qué
reseñarla los lingüistas como típica del extremeño, allí donde se produce; por ejemplo, Vicente Zamora
en su Dialectología, p.233. Cummnis en el Habla de Coria y sus Cercanías, etc.
Y finalmente, otra razón es que la lengua castellana, no recoge en su Diccionario como propio el
término ‘láu’.
Queremos decir con esto, que una palabra extremeña se distinguirá de una, castellana, cuando
lleven distinto número de fonemas, uno diferente o llevando los dos términos el mismo número de
fonemas, signifiquen cosas distintas. En este sentido, serán distintos >amar= y >amal=, >temer= y
>temel=, ya que el castellano lleva el fonema /r/ para la terminación verbal y no admite el fonema /l/ que
18
32
es propio del extremeño. También lo serán >acción= y >ación=, >reindigno= y rehindinu=, >acta= y
>ahta=. Por lo que el extremeño se ve que es diferente del castellano y no una variante, porque el
castellano no admite, >ación=, >rehindinu=, >ahta= y mucho menos >chumarru=, pelihqui, >gazapéu=,
heitu, o talandangu, etc.
A esta teoría que está en perfecta consonancia con los enunciados de la fonética, podríamos
ponerle una objeción: la de la alternancia, fenómeno que se produce en ciertas lenguas indoeuropeas en
las que se manifiestan distintos grados de formación: grado lleno (men, mon) o grado cero (mn)1. Ello
pudo producirse, porque al principio, sólo se escribían las consonantes y pudo haber alguna confusión
en las vocales (casos del hebreo y del egipcio) o porque se unificaron dialectos que presentaban
diferentes formas (caso del griego) o porque tienen distintas formas en sus construcciones de voces o de
tiempos, como le ocurre al griego en sus verbos irregulares, pongamos como ejemplo el verbo
‘manzano, macesomai, émazon, memáceca’ . Si nos fijamos en estas formas, ninguno tiene el mismo
número de fonemas, o llevan uno distinto, pero se consideran formas propias del mismo verbo, porque
así lo establece y lo acepta el sistema, pero en el caso de ‘lau’, es el sistema español quien no lo acepta
como propio, en tanto que sí lo hace el extremeño, por lo que recorriendo los diccionarios de ambos,
hemos de decir que el extremeño es distinto del castellano y que >lado= y >lau=, no son variables, del
mismo idioma, sino palabras distintas que pertenecen a distintos sistemas.
A nivel de significado, dos cosas serán distintas si tienen al menos un sema distinto. Así,
>taza= y >vaso= serán distintos, aunque puedan compartir el resto de los semas, porque el primero
tiene asa y el segundo no )Por qué han de ser variantes >maceta= y >tiehtu=, en extremeño, si la
maceta se define como Αun vaso...≅ y el Αtiehtu≅ es cualquiera de las parte de un objeto cerámico
previamente roto, sema que no tiene el primero?,
Resumiendo: opino que cualquier término por muy parecido que sea a otro portugués ,
castellano, francés, etc. si lleva un fonema distinto, es también distinto: pueblo / pueblu no pertenecen al
mismo sistema y ‘pueblu’ y ‘puebru’, sí pertenecen al mismo sistema y significan lo mismo, pero se
escriben de distinto modo, por lo que no serán la misma palabras sino variantes. ‘Mar’ (portugués) y
‘mar’ (castellano), serán términos comunes a ambas lenguas, pero no será común ‘mer’ (francés).
También serán comunes ‘mesa’ (castellano) y ‘mesa’ (extremeño), pero no lo serán ‘codo’ y ‘cou’,
‘acodar’ y ‘acoal’.
Opino que estas distinciones son fundamentales para poder establecer los campos que separan
al extremeño del castellano, pero aún hemos de progresar más en este sentido, lo que conseguiremos
analizando el extremeño en sus respectivos subsistemas.
1
PERROT. Jean, La Lingüística. Oikos- tau, s.a. - ediciones. Barcelona. 1970. P. 49.
19
33
2. LOS SUBSISTEMAS FUNDAMENTALES
En una consecuencia lógica con lo que decimos, el siguiente paso que hemos de dar, es
establecer el grado de separación entre el castellano y el extremeño, en los campos fonológico,
gramatical y léxico, para poder conocer, aunque solo sea de manera somera, en qué nivel de separación
se encuentra el extremeño con respecto a la lengua origen.
A) EL SISTEMA FONOLÓGICO
Ambos sistemas tienen cinco vocales, a,e,i,o,u, que aproximadamente coinciden en localización
y grado de abertura.
En el sistema consonatico, tenemos el mismo número de fonemas 19. De ellos 18 son comunes
pero existe alguna diferencia. El extremeño no tienen el fonema /x/ y el castellano no yiene la aspiración
(h).
El Castellano tiene 30 letras en tanto que el extremeño tiene sólo 27. En nuestra gramática no
nos atrevimos a quitar la k, pero bien podría haberse hecho, pues sólo sirve para transcribir palabras
extranjeras, lo que podría hacerse con la c para los sonidos ka, ko, ku y con la q, para los sonidos ke,
ki.
Los sonidos fuertes (ge, gi) de la g castellana, se aspiran en extremeño, por lo que los hemos
representado con la h aspirada. Así, podríamos usar la g (sin la u muda) para todos sus sonidos suaves:
ga, go, gu y ge, gi (en lugar de gue, gui); en cuyo caso, tampoco necesitaríamos la diéresis (¨) para los
sonidos güe, güi, puesto que podríamos representarlos por gue, gui. Estuvimos tentados a hacer
constar esto en nuestra gramática, pero no nos atrevimos a tantas modificaciones; no obstante, lo
constatamos ahora, por ser un rasgo diferenciador entre el castellano y el extremeño
Fonética
Causas que principalmente influyen en nuestra fonética son la aspiración, la ley del menor
esfuerzo, la rapidez en la cadena hablada, el grado de cultura y el cambio de acento, en ciertas palabras
.
34
hablar con rapidez o pausadamente y eso influye también en las apreciaciones fonéticas y en la forma de
escribir. Un poema plagado de aféresis y apócopes, marcadas por el apóstrofo, es indicio de un
lenguaje precipitado, rápido y tenso. Un lenguaje pleno, al modo castellano, indica lentitud y sosiergo.
Esta ley es la casusa de que muchas vocales desaparezcan en la cadena hablada extremeña,
produciéndose después la lexicalización de los resultados. En este sentido tenemos: Casangomih,
casacedongomeru, Mahincá, Balderruéu , cazalohlinuh y cazarohlinuh
La aspiración
Esta propieadad del extremeño lo invade casi todo. No sólo se pronuncian aspiradas la j, y la g
(e, i) sino otras consonantes en situación preconsonántica. Y tiene un efecto especialmente
transformador, cuando precede en la palabra, a las consonantes dulces: b, d, g, que las cambia, en f, θ y
h respectivamente: defencihal, dece, dehranal y lo mismo ocurre en la fonética sintáctica: las botas
las vacas, los dedos que se pronuncian: la fotah, la facah, loh céuh
El cambio de acento
El extremeño tiende ha hacer las palabras llanas lo que hace que se modifique la linea
melódica de la frase y, en la palabra, pero en otros casos se mantiene la escrújula y se influye
modifica o no la vocal siguiente: númiru, biolaciu, cesaria, ábrigu, lo que no quiere decir que no se
modifique alguna llana en el sentido de las esdrújulas: méndigu, péritu.
1. Vocalismo
A pesar de ser muy importante el tema comprendido bajo este epígrafe, permítanme que,
previendo que ha de ser esta parte la más tratada y por razones de extensión, me remita en esta parte
de vocalismo y también en la del consonantismo a lo que digo en nuestra gramática, y así poder dedicar
algún tiempo a otros temas que quizás sólo se toquen de pasada..
Diptongos y triptongos
En extremeño para hacer una buena calificación de los diptongos hay que considerar: el tiembre,
21
35
la cualidad anterior / posterior / central y la oposición fuerte / debil de las vocales:
En extremeño se da, diptongos del tipo íi, ií, úu, uú, que nosotros hemos llamado
monotímbricos que no se dan en castellano: píi, diíta, alúu, múu, rehuíu.
Esta causística nos ha llevado a hacer una nueva clasificación de los diptongos en:
2. Homogéneos son los formados por dos vocales cerradas y serían ditíbricos: iu, ui y
monotímbricos: íi, ií, úu, uú,
Los diptongos crecientes, en realidad, no son otra cosa, fisiológicamente considerados, que la
conjunción en una sílaba de una consonante (semiconsonante) + vocal, como cualquier otra sílaba.
V O C A L I H
CERRÁH ABIERTAH2
a e O
I ia ie Io Crecientes
ai ei Oi Decrecientes
U ua ue Uo Crecientes
au eu ou Decrecientes
Enclenquih Enclenquih
í ú i U
Enclenquih i ií iú Enclenquih í íi Íu
u uí uú ú úi Úu
Dihtónguh Dihtonguh
Ejemplos de diptongos:
a) Ditímbricos:
2
En nuestra gramática adoptamos los conceptos de enclenguih/huertih (débiles/ fuertes), en lugar de
cerradas/abiertas, por creer que eran más comprensibles por la mayoría.
22
36
- heterogéneos, crecientes: pjanu, pjedra
- heterogéneos decrecientes: Máisimu, peini,
- homogéneos ditímbricos (tónica-átona): tíu, ríu,
- homogéneos ditímbricos (átona-tonica): biú, huí,
Como hemos visto, aumenta cuantitativamente el número de diptongos del extremeño con
respecto al castellano; pero además, al encontrase vocales del mismo timbre y la misma abertura, surgen
también diptongos cualitativamente diferentes de los castellanos.
La diferencia existente entre los diptongos ditímbricos y monotímbricos consiste en que, en los
primeros se dan tres oposiciones fonéticas entre las dos vocales que lo forman: una de timbre, otra de
abertura y otra de intensidad, en tanto que en los diptongos monotímbricos, solo se da la oposición de
intensidad, ya que en los diptongos: ií, íi, úu, uú la oposición cerrada / abierta no existe, y la oposición
de timbre, tampoco: solo existe la oposición de intensidad, por lo que convendría revisar en lingüística el
concepto de diptongo.
En el diptongo de la palabra ‘pausa’ las vocales que los forman, la ‘a’ y la ‘u’, se distinguen
por el timbre, por el rasgo abierta / cerrada y por la intensidad suena más / suena menos. En la palabra
‘diíta’ las dos vocales que forman el diptongo se tienen el mismo timbre, luego no hay oposición de
timbre ni hay oposición cerrada / abierta, por lo que sólo queda la oposición intensidad. suena más,
suena menos.
Si consideramos las palabras extremeña ‘antiguu’, ‘santiguu’, las dos vocales del final tienen
el mismo timbre, la misma abertura y la misma intensidad, por lo que no hay diptongo, por no haber
ninguna oposición entre las dos vocales, sino que las dos forman una vocal larga del mismo timbre,
abertura e intensidad.
Las vocales repetidas ‘oo’, en el caso de ’moorra’, proceden de caía de la -d- intervocálica:
modorra > moorra; en el caso de ‘antiguu’ y ‘santiguu’, las dos ues provienen del cierre del
diptongo castellano uo: "antiguo, santiguo", que luego se reduce en el lenguaje ordinario: ‘antigu’ y
‘santigu’.
Los diptongos crecientes están formados por semiconsonante y vocal. En unos, se da oposición
de timbre, abertura e intensidad: ja, wa, je, we, jo, wo; en otros se da, de timbre e intensidad: jú, wí,
wú y finalmente en: jí, solo se da la oposición de intensidad.
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Los diptongos decrecientes están formados por vocal y semivocal, como en el caso anterior, en
unos se da oposición de timbre, abertura e intensidad: ai, au, ei, eu, oi, ou; en otros seda la oposición
de timbre e intensidad: úi, íu,y en otros, finalmente, sólo de intensidad: íi, úu;
i, u, a comienzo del diptongo son semiconsonantes: j, w: pjí, djíta; al final del diptongo, son
semivocales: i, u: píi, píu,
. La primera pareja, (sordo/sonoro) estaba formada por un sonido parecido a la >s= sorda
castellana en la palabra >salto= y por otro sonido parecido a la >s= sonora francesa en la palabra
"maison".
En el "Cantar de Mio Cid", ambos sonidos se representaban por >ss= y >s= respectivamente.
El sonido sordo >ss= se escribía >s= en posición inicial y >ss= en posición intervocálica := sopiesse= y
después de consonante: >Alfonsso=. La >s= sonora, siempre se escribía sencilla e iba entre vocales:
casa=káza. En la fonética actual, una y otra se representan por [s] y [z], respectivamente.3
Esta pareja >ss= = >s= y >s= = >z=, se unieron en el castellano y dieron la /s/ actual castellana,
en tanto que, en extremeño, continúan ambas y se oyen, sobre todo, en el lenguaje de personas
mayores: (sea, sota, prehtu / kaza, meza, miza, pazu); la juventud las hace ambas sordas: sea, sota,
prehtu, kasa, mesa, misa, pasu.
El segundo par de sonidos (sordo / sonoro) corresponde a los sonidos predentales africados,
prenunciados ts y ds, respectivamente, que en el "Cantar de Mio Cid", se ehcribin con ç y z: "creçer,
preçiar / dozientos, plazer"4 y que en la fonética actual se representan como [s], [z] respectivamente
Esta pareja (ç=ts = [s] y z=ds = [z] ) han dado en castellano, los siguientes resultados:
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La ç se convirtió en el siglo diecisiete, tras ciertas vacilaciones en / z, en el sonido interdental
fricativo y, desde el siglo XVII se unieron ambos sonidos en / /, perdiéndose el sonido sonoro en
cahtellano: çenxir > ceñil, çerrada > cerrá, cabeça >cabeza y caeza.
La tercera pareja del castellano medieval (como se puede ver en el "Cantar de Mio Cid", estaba
formada por las fricativas palatales x (sorda), j o g (sonoras), sonidos parecidos a los sonidos
franceses >ch= y >g= de las palabras "champ" y "geant" ahtuales y representadas fonéticamente por
[s] y [z] respectivamente
En el "Cantar de mio Cid" se escriben por x el primero, y pol j o g, el segunderu; (la g sueli il
elantri de e, i y la j en los demás casos): "dixo, mugier, inojos".5
El castellano antigo distinguían además una b oclusiva sonora y una v fricatiba sonora. La -b-
intervocálica procedía de >p= latina (recibu < recipio); en tanto que la >v=, procedía de >v= o >b=
latinas (amabam > amaua, amava; caballum > cauallo, cavallo. En el siglo XVI se unieron ambos
sonidos perdiéndose el oclusivo intervocálico sustituído por el fricativo >b=, qu' en el siglo XVIII se
escribía >b= o >v=, para poder acomodar la ortografía castellana a la etimología latina.6
En extremeño existen los sonidos [b], bilabial oclusivo sonoro, y el bilabial fricatibu sonoru [b]
comu alófonos del fonema /b/, ya que la v (labiodental, fricatiba sonora), no existe en extremeño ni
como fonema ni como grafema, otra cosa es que pueda usarse para poder escribir palabras ajenas al
dialecto.
La aspiración
El español de los siglos XVI y XVII tenía además una h aspirada, procedente de f- inicial
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latina, que se hizo muda después, en esta lengua, por el contrario, en extremeño, continúa con fuerza en
ambas provincias.
La >j= castellana y los sonidos de la >g= con e / i, están representados en español, por el
fonema /x/ que es un fonema velar fricativo sordo, con pronunciación fuerte. Su resolución es más
adelantada que la de la aspiración.
La aspiración extremeña es un fonema laríngeo fricativo sordo, con pronunciación suave; luego
uno y otra se oponen por el rasgo pertinente velar / faríngeo y por el modo de pronunciación fuerte
/suave.
La aspiración es muy abundante en extremeño debido a que procede, por distintos caminos, de
diversas consonantes:
de f- inicial latina: huntana, huntanita < fontana; horzú, úa < forzudo da; fuerte < huerti
de h- inicial castellana (<f- lat): higu < higo < ficum; hoci <. Hoz <...; hacina < hacina
de -h- interior castellana (-f- lat.). herráu < aferrado < aferretum
de la aspiración de j, g + (e, i) castellanas: hara, habón, héniru, herundiu, hiralda
de la aspiración de-s implosiva y de ciertas consonantes en situación preconsonántica:
La -s final de sílaba, de palabra o final absoluta, se aspira siempre: loh mih conehuh; loh mih
amiguh. Sin embargo, cuando le sigue una palabra que comienza por s, parece que se mantiene el
sonido natural de la -s arrastrado por la s- inicial de la otra palabra, pero si el acto de hablar es lento, se
sigue oyendo la -s final aspirada: loh sobrinuh; loh mih sacuh; lah mih sabanitah.
s + b / v / w > f : defirtual < desvirtuar, defibil < desvivir, faratal / efaratal, < desbaratar, refala,
refalón, defán <desván, poferbal < postverbal, efáhtica < swástica. También da f, en fonética sintáctica:
do folindrih, ma faratu, lo fotonih < los botones, la facah < las vacas.
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Caso especial es el de la pronunciación de Villasbuenas que debería ser >Billafuenah=, según la
norma general, pero es >Billahuena=. Este caso es debido a la influencia del diptogo ue, que genera un g
protética, que es influida posteriormente por la aspirada, como veremos posteriormente: billahuena <
billah güenah < Villasbuenas
Existe otra casuística, que por los motivos apuntados eludo enumerar, pero me remito a lo que
decimos en nuestra Gramática que ya es mucho, lo smismo que para el comportamiento aspirado de
otras consionantes..
Hay quien dice que, cuando hay varias aspiraciones seguidas, la última palabra pierde la
aspiración final, pero, a mi juicio, no es cierto. La aspiración aunque apenas perceptible existe; ya que la
última vocal se pronuncia aspirada: lah mih gallinah, loh mih güertuh, loh mih amiguh.
Representación de la aspiración.
Emprendí la búsqueda. Debía haber algo con que se representara esta aspiración. Encontré en
la “Fonética latina” de MARIANO BASSOLS que, en Sáncrito la h equivale a una aspiración sorda
muy débil que es el resultado de la s final. En el mismo autor he comprobado que la h era la notación
con que se escribía la aspiración en el primitivo alfabeto griego, antes de ser tomada como < heta > por
el alfabeto jónico – ático.
Esta aspiración pasó en el griego clásico a ser espíritu áspero ( ‘) que denota que debe
aspirarse la vocal que lo lleva, pero las vocales que llevan en griego este espíritu áspero, se escriben en
latín con h aspirada : oρa (griego ) > ‘hora’ (latín).
Por lo que me determiné a emplear la h para representar la aspiración. Después eh visto que
también la emplean con el mismo fin Alonso Zamora, Viudas Camarasa, Eugenio Cortés y otros. Esta
determinación me ha obligado también a tener que representar sin h las palabras que la llevan en
castellano. Sinceramente creo que es lo correcto y, en mi opinión debería aceptarse para escribir, por
todos los escritores extremeños.
El apóstrofo
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El apóstrofo es un signo ortográfico ( ‘ ), no fonético e indica la elisión de una letra o una cifra.
No existe en el castellano actual, pero lo utiliza el francés y tuvo su representación en los autores
castellanos de los primeros tiempos: Poema de Fernán González, Pero López de Ayala, en el Rimado
de Palacio, etc., e incluso llega su utilización hasta tiempos de Fernando de Herrera Nosotros lo
hemos utilizado para representar la caída de una vocal que no suena en la cadena hablada, debido a la
rapidez al hablar.¿ándi ‘htá ?, meyu ‘mbohiláu, en ‘a boca, to ‘l día, etc.
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B.- MORFO-SINTAXIS
I.- MORFOLOGÍA
El artículo
Constatamos que en el artículo determinado existen tres formas: las plenas. ( el, la, lo, loh, lah;
apostrofadas que se dividen, a su vez en: aferizadas: (>l, a, >o, >oh, >ah,) y apocopadas: (l=, lo=
la=) y contractas que se dividen a su vez en: se dividen en plenas: (al, del) y apostrofadas: ( >l).
En nuestra gramática a las formas apostrofadas, las llamábamos formas elididas, rectificación
que hacemos por parecernos más correcto. Al ser el extremeño un dialecto de carácter fonético, más
que de crácter etimológico, estas formas apostrofadas son empleadas con profusión todos nuestros
poetas.
En Montehermoso y en Casar de Cáceres, el artículo ‘el’ se oye también como ‘er’, pero,
mientras que en Montehermoso, se oye menos, en Casar de Cáceres, es el general.
Está plenamente generalizado, según zonas, el uso del artículo con los nombres propios de
mujer y no con el de varón: La Calra, / Meteríu, Miteriu.; sin embargo, es frecuente el empleo del
artículo ante el adjetivo posesivo con los nombres tanto de mujer; como de varón: el mi ombri, la mi
mujel, el mi chicu, el mi mayom el mi medianu.
Suele posponerse el uso del artículo con el adjetivo indefinido >dambuh=, >dambah=. ΑLo
cohió con dambah lah manuh≅, Αlo pisó con dambuh loh pieh≅
Dice Cummins que n ha recogido en el habla viva ningún caso de la unión de preposición y artículo del
tipo >en la= > ena (yo escribo en >a), muy típica del leonés, pero el caso es general en estos pueblos
norteños
Decíamos en nuestra gramática que, en el lenguaje oral, los artículos Αloh≅, Αlah≅, perdían la
Αh≅, cuando le seguía Αs≅ o Αh≅. Hoy debemos explicar este aserto: lo que quisimos decir entonces y
lo expresamos mal, es que la Αh≅ del plural en Αloh≅,Αlah≅ quedaba como escondida o camuflada, en
la Αs≅ o Αh≅ siguientes. Le pasa lo mismo al castellano, cuando decimos en lenguaje apresurado Αlos
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soldados≅, Αlas sandalias≅, Αlos jilgueros≅, las Αjeringuillas≅. O hemos de detener algo la cadena
hablada para que suene la Αs≅ o ésta queda camuflada en las consonantes siguientes.
El artículo indeterminado
Olegario León Gutiérrez trae: >n, p. 36, 43, 44; >na p.23, 24, 36, 43, trae >nus, en la página
43. En la página 44 aferiza un = >n y en = >n: >jechu >n ñu >n la metáΑ
Pablo Gonzálvez, en ΑHojas Extremeñas Sueltas≅ escribe. ΑCom= una≅ p. 38, pero podía
haber escrito Αcomu >na≅.
Morfología nominal
Existen palabras con tres o más formas procedentes de la misma castellana: Biriloqui,
bilrabilroqui, bilribilroqui < birlibirloque. m.
En caso de: hidepú, hideputa, hidipú, sólo los distinguen el artículo: el / la, un / una, pero no así : ihuputa
/ ihaputa que lo llevan el género implícito en la primera parte del compuesto
En castellano, m. en extremeño, f.
alcaudón alcaidona
brugo, bruga / bruha
Encastellano f. En extremeño, m.
cuña cuñu
quinina quininu
gorgorita gorgoritu
Género dimensional:
El género dimensional es abundante: cachu: pedazo / cacha: cada parte de la navaja o del
cuchillo; corchu: colmena / corcha: cáscara del alcornoque; cuencu: recipiente de madera, pequeño.
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manta d= arriba: familiares por parte del padre
manta d= abahu: familiares por parte de la madre .
El número en el nombre
En el número, hay quien dice que se dan cuatro casos de plural. Yo no los veo por ninguna
parte, por lo que mantenemos lo que decimos sobre él, en nuestra gramática; sin embargo, tendríamos
que corregir o matizar, cuando hablamos de: Α pérdida de la aspiración en el morfema de número≅.
Deberíamos haber concretado que la aspiración del plural, a veces, se aprecia poco, por quedar
envuelta en la Αs≅, Αj≅, Αl≅ de la palabra siguiente, pero, en cualquier plural que hagamos, opino que
existe la aspiración, aunque sea de forma más ligera; por lo tanto, lo que decimos ahora no tiene otro
propósito que corregir nuestros propios errores : lo’ soldáuh, lah Hurdih, >to= loh ombrih=.
Lo mismo ocurre en castellano, cuando decimos: los soldados, las sandalias, los juncos, las
juncias, las lanas. La Α-s≅ del artículo, se camufla en la Αs-≅, Αj-≅ , “l-“ iniciales de la palabra
siguiente, aunque no negamos que su silencio pudiera ser mayor en otras zonas; pensamos que, en
cualquier caso, deberíamos marcar al escribir su permanencia o su caída, mediante el apóstrofo.
A mi juicio, esa doble vocal de que hablan algunos, no es otra cosa que el carácter fricativo de
la aspiración final del plural que es arrastrado, pero que yo aprecio que es la aspiración misma: loh
güertuh = lo huertuh; sin embargo esta doble vocal se aprecia claramente en ‘alúu’, ‘poh lúu’ y en el
adverbio de negación ‘nu’, cuando es interrogativo.
La -i en que termina, para algunos, el plural de las palabras acabadas en consonante, del tipo
corazón, telón, pared, mármol, cárcel etc. es la Αe≅ propia del plural castellano, que por ser vocal
final, se cierra en Αi≅, en extremeño, como hemos dicho en su sitio, permaneciendo la Αh≅, aunque
poco apreciable: loh corazonih, loh telonih, lah parelih / lah paréh, lah cárcilih, loh mármulih.
El adjetivo:
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En el comparativo adopta formas lexicalizadas:
Hay muchos adjetivos que no existen en castellano: ruosu, sa = amargo, ga < de rúa = ruda
(hierba). También existe ruosu, sa = ruidos, sa < ruido.
Existen adjetivos con la misma raíz y significación pero con distinto sufijo:
Tiene superlativos especiales formados con las palabras: cachu >, peadu >:
cachu > maricón = mariconazo; cachu > bobu= bobazo.
peadu > maricón = mariconazo; peazu > tontu= tontorrón
Los pronombres
Existen unos pronombres demostrativos compuestos del tipo ehtitru, esitru, etc. que nosotros
olvidamos poner en nuestra gramática que apenas se oyen en la actualidad, pero que eran de uso
corriente hasta no hace mucho.
Los pronombres numerales, salvo lagunas particularidades, como el origen de veinte y treinta, los
pronombres que iundican una vez, dos veces, etc. Son los mismos, con alguna variante, que los
castellanos
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Entre los pronombres numerales, olvidamos en nuestra gramática, poner los paradigmas
empleados que significan un vez, dos veces, tres veces, etc. que en la zona de Coria son: una, dona,
tena, catona, quina / quineta, sena, setena, etc. y en los pueblos de la sierra de Gata: Villasbuenas,
Santibáñez, Torre, son: unali, doli, treli, catoli, quili, seili, sehtili, ect.
María de las Mercedes de Sande Bustamante, dice que >nosotros= puede ser sustituido, a
veces por >acá= y trae la frase (qué sabemuh acá!. Pienso que no es exacto. (qué sabemuh acá! Es una
frase lexicalizada. >Acá= en esa frase, significa Αaquí, ahora≅. Se opone a >allá=.
- )Arrendarun loh muchachuh el pisu >e Cazrih?
-(A, y qué sabemuh acá! No an dichu na. Allá lo sabrán.
2. El extremeño, no suele usar los pronombres con los verbos, a no ser de forma enfática, pues,
excepto en la 20 pers. del imperativo que puede confundirse con el infinitivo, no hay confusión posible.
El sujeto, se deduce fácilmente de la forma desinencial del verbo.
Los pronombres indefinidos también coinciden en general con los castellanos, salvo los
compuetos.
El pronombre personal
El extremeño conserva la flexión latina de los pronombres, sino de horma completa, al menos de
manera parcial, sobre todo, en el singular, donde se mantiene mejor la diferencia entre los casos,
expresándose el genitivo por medio de preposición.
Formas
Los pronombres personales tienen distintas formas, según el oficio que desempeñan en la
oración, por ser las únicas palabras de nuestro dialecto que han conservado la declinación desinencial.
RIMERA PRESONA
Singulal Plural
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sujeto yo musotruh, musotrah
CD, CI me, mi, m', moh,1 muh, mo'
término de preposición mí musotruh, mu
formas aglutinadas megu nogu
EGUNDA PERSONA
Singular Plural
RECERA PRESONA
Singular Plural
sujeto y término
término de preposición él, ella, ellu elluh, ellah
CD lo, la, lo, lu loh, lah, luh, lo', la'
CI le, li leh, lih, le'
formas aglutinadas segu segu
FORMAS REFLEJAS
CD CI se
término de preposición sí
formas aglutinadas segu
El pronombre no reflejo de tercera persona procede del demostrativo latino "ille / illa / illud",
por lo que tiene el mismo origen que el artículo.
tónicas / átonah
plenas / apostrofadas
abiertas / cerradas
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En Andalucía se da la forma "mos", según nos dice José María de Mena en El polémico dialecto andaluz, Plaza &
Janes Editores, S. A., 1986. p. 122.
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proclíticas / enclíticas
simples / compuestas
Las formas correspondientes a las funciones de CD y de CI son átonas. Las demás son tónicas:
La primera y la segunda persona del singular no admiten género. Las restantes, unas lo admiten y
otras, no.
Las formas tónicas pueden aparecer solas sin necesidad de apoyarse en el verbo. Esto ocurre
generalmente, como respuesta a una pregunta:
- ¿A quién le doy un duru?
- A mí
Las formas átonas se apoyan en una forma verbal, por lo que no aparecen aisladas y realizan la
función de complemento del verbo al que acompañan: Me quieri, lo sientu, cóhilu.
Son formas plenas: Yo, tú, él, ella, ellu, me, mi, te, ti, moh, muh, boh, buh, soh, suh, lo, lu,
li, se, si, la, loh, luh, lah, lih.
Son formas elididas: m', mo', t', bo', so', l', lo', la', le', s'
Son formas abiertas las que tienen vocales a, e, o: el, la, lo: y cerradas las que tienen vocales: i,
u: li, lu, buh, suh.
Las formas plenas abiertas y las apostrofadas se anteponen al verbo, en tanto que las formas
cerradas siempre se posponen:
Las formas elididas: mo', bo', so', lo', la', sólo se emplean cuando le sigue palabra que
comienza por « s », « l » o « aspiración ». Ya hemos dado los motivos.
Mo' sabi a gloria.
Bo' s' ihu a tiempu.
No existe ninguna oposición entre los pronombres boh, buh y soh, suh excepto la posicional.
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Los más generalizados son: boh, buh, pero en la zona de Ahigal, y Granadilla se emplean
también las formas: soh, suh.
«Dísilu» = VERBO + dos pronombres átonos y se acentúa por ser esdrújula, en tanto que los
formantes di-si-lu, (tres monosílabos), ninguno se acentúa ortográficamente.
Las formas enclíticas son: mi, ti, lu, luh, la, lah, muh, buh, suh, li, lih, si: Caelmi, cohelti,
traelu, borraluh, bela, tiralah, ehcribilmuh,,belbuh, idilsuh, beli, cohelih, dalsi.
Estas formas son las llamadas formas simples, pero existen otros pronombres compuestos que
se forman con los nominativos de los pronombres personales y el adjetivo indefinido: mehmu / mehma;
mehmuh / mehmah: Yo mehmu, busotrah mehmah.
El pronombre neutro
El pronombre neutro «ellu» tiene siempre una función anafórica, por referirse a palabras o
conceptos expresados con anterioridad ( anáfora ): No sabi andi se toreará la capea, ellu quieri idil
que no s' á elihíu el sitiu.
También tiene función catafórica, por referirse a conceptos que se han de expresar después
(catáfora ).
Anáfora. Ellu eh que... Catáfora: Bamuh a ellu
¿Qué hue d' ellu ? Cuenti con ellu.
Formah aglutinadas
Las formas aglutinadas «megu, tegu, segu, nogu, bogu, segu» llevan aglutinadas la
preposición «con» < "cum" enclítica latina que se ha trasformado en “gu” por la evolución histórica de
esas palabras, por lo que siempre son complementos circunstanciales de compañía:
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La forma refleja «se» y otros «se» no reflexivos
Existe también el pronombre « se », llamado reflesivo y recíproco, que procede del reflexivo
latino " se " > se, "sibi" > si. y es considerado como pronombre personal de tercera persona que sirve
para ambos géneros.
Declinación
Existe otro «se» procedente de la forma arcaica «ge» originaria del dativo latino "illi" que no
tiene nada que ver con el reflexivo. Es una variante del CI «le», cuando coincide con el CD en la misma
frase:
Además, hay otra partícula «se» que se interpreta como signo de pasiva refleja:
Se dehtruyó la muralla.
Se bendi pan en 'a praza.
Existe todavía otro «se» que tampoco es reflexivo, sino que es una partícula propia de la
oración impersonal que se emplea en frases como éstas:
Este «se» suelen analizarlo los lingüistas como equivalente de «unuh» en oraciones de este tipo:
Los pronombres tienen distintas formas, dependiendo del oficio que desempeñen en la oración,
por ser las únicas palabras de nuehtro dialecto que han conservado la declinación desinencial.
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Las formas: yo, tú, él, ella, ellu, musotruh, busotruh, elluh, ellah, se emplean como sujetos
de la oración y suelen omitirse, porque la desinencia verbal señala con claridad la persona:
Rayu el cuaernu,
Ehperáih la serrana.
Sentimuh mieu.
Eha, yo lo hadré
¿Tú quierih biahal?
Musotruh tomamuh el té a lah cincu.
El sujeto «ellu » ha caído casi totalmente en desuso, por tener connotaciones arcaizantes: Ellu
eh berdá = Esu eh berdá = eh berdá. A pesar de todo, se mantiene como término de preposición:
Con ellu, pa ellu, en ellu: Cuenta con ellu; ehtoy preparáu pa ellu; piensu en ellu.
El pronombre personal objeto de tercera persona es distinto, dependiendo de que sea CD o CI.
Las formas: lo, lu, la, loh, lah son siempre CD de peresonas o de cosas:
Lo hue a buhcal. Hue a buhcalu.
La hue a buhcal. Hue a buhcala.
Cuando es CD. admite distinción de género, pero si eh CI, no existe tal distinción de género:
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Beu a mih primah = lah beu =belah.
neutro: lo Beu esu = lo beu = belu.
Las formas: le, li, leh, lih son siempre CI de personas o cosas.
le didi un maracatón dali un maracatón
leh didi un maracatón dalih un maracatón
Existe una forma de pronombre personal que sólo se emplea en el lenguaje apelativo: Es ‘ése’ /
‘esa’ y no solo sirve para llamar la atención, sino que se usa cuando no se sabe el nombre de la persona
interpelada: tíu ese, tía esa. En el diálogo cuando uno se quiere referir a una persona cuyo nombre no se
recuerda, se emplea ‘esi’:
- Me lo dihu tíu esi, tiu...
- ¿Qué tiu?
- Tíu esi. Esi ombri que bibi pa la tu puerta.i
Aún podemos hablar de otros términos mas que se emplean como pronombre personales, son:
unu, una y suelen suplir al pronombre personal Yo, cuando se le quiere dar una forma indeterminada:
Eh que unu idi a bedih toa’ lah cosah que se l’ ocurrin.
Eh que unu piensa otra cosa.
Abel si te creih que ehtá una pa to.
Abel si piensah que una eh tonta.
Tratamientos
Tratamiento de confianza
En este tipo de tratamientos los dos interlocutores se tratan de «tú». Se da entre personasde la
misma categoría social, especialmente entre gente joven, vecinos y personas de confianza. Es el
tratamiento ordinario que loo padres dan a los hijos.
El tratamiento dado a terceras personas es el de «tíu / tía» que equivalen a los tratamientos
castellanos de «señor» y «señora» respectivamente.
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El tratamiento dado a los adolescentes es: «chachu, chacha»,
en tanto que a los más pequeños nos referimos con las palabras: « dagal, dagala, dagalinu, dagalina,
dagalih, dagalah».
Los cónyuges se refieren el uno al otro con laspalabras: «el mi ombri, el mi maríu, el mi Luih,
el mi amu, la mi muhel, la mi Cleta, la mi ama ».
En el diálogo, cuando ya se han nombrado los cónyuges y no hay manera de confundirlos, los
interlocutores se refieren a ellos con las alabras: el ombri, la muhel, el míu, la mía.
Para referirse a los hjos cualquiera de los padres, lo hacen con estas palabras: El mi mayol, el
mi medianu, el mi chicu, la mi mayol, la mi mediana, la mi chica, el mi Calihtru, la mi Henia.
Tratamiento de respeto
Los dos interlocutores se tratan de «busotruh, busotrah, boh». Este tratamiento es de suma
cortesía, diferencial; se da a personas de mayor categoría. Es equivalente al «vos» y «usted»
castellanos soliéndose emplear como tratamientos de yernos y nueras a sus suegros o entre los
compadres entre sí.
Busotruh ehtáih mu altereáuh oy, compadri.
Miral comadri, no labeih aí, esah ropah tan miráh
Cuando los yernos o las nueras se refieren a sus suegros al hablar con otras personas, les dan el
tratamiento de «mi señol, mi señora »
Mi señol á ehtáu muchu tiempu en 'a cama con el cohtipáu.
Mi señora m' ehó esah toallah bordáh.
Para llamar la atención a personas desconocidas usamos: ¡Güen ombri!, ¡güena muhel!, ¡tíu
ése!, ¡tía ésa!. En la zona de Hurdes se extrema el tratamiento al desconocido o al señor, con loh títulos:
«señol usía, señol don Fulanu y simplienti señol».
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En algunos casos, se recurre también a fórmulas de tratamiento tales como: Mahehtá, Alteza,
Santiá, Señoría, Usía, Ecelencia, Iluhtrísima, etc.
El plural de modestia
También se sustituye la primera persona del singular por la primera del plural, en discursos,
exposiciones públicas,... como en castellano: Musotruh pensamuh, musotrah queremuh..
En el caso del infinitivo y del imperativo, cuando quedan dos eles juntas, se simplifican:
En subjuntivo también se antepone el pronombre al verbo: (se baiga, s' encierri ), pero si el
subjuntivo se emplea con valor de imperativo, el pronombre se pospone: Cállisi, báigasi.
A veces, no se usa sólo un pronombre complementario que acompañe al verbo, sino dos: En
este caso, se prefiere la primera persona a la segunda y ésta, a la tercera:
Si ambos pronombres son pospuestos y por lo tanto cerrados, se prefiere el reflexivo a los
demás:
ba a bélsibuh lah bragah; ba a idílsilu a su padri; ba a caélsimi el sombreru;
2
La segunda persona del plural del imperativo,es en todos los verbos igual que el infinitivo.
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quieri ponélsilu laciu.
Dificultades ortográficas
Cuando los pronombres personales átonos se escriben delante del verbo, se mantienen como
palabras independientes y se emplean las formas abiertas:
lo sabin la bierun le pegarun
boh baih plontu moh lo pensaremuh me lo ihu.
Cuando los pronombres van detrás de una forma verbal, se unen al verbo y se emplean las
formas cerradas:
Hay que recordar que no se deben equivocar las formas: él, la, lo, loh, lah de los pronombres
personales, con las formas semejantes del artículo determinado.
Las hormas de los artículos siempre acompañan a los sustantivos o a palabras o frases que
hacen la función de sustantivos, mientras que los pronombres substituyen al nombre y acompañan al
verbo:
artículo: El dagal fruhi el perru en 'oh brazuh.
pronombre: Él lo fruhi en 'oh brazuh.
Tampoco deben confundirse los pronombres mí, tú con los adjetivos posesivos de la misma
denominación. Éstos acompañan a los sustantivos y suelen llevar delante del artículo determinado,
mientras que aquellos sustituyen al nombre y llevan tilde:
MORFOLOGÍA VERBAL
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Los pronombres "la", "lah" sirven como formas cerradas y abiertas.
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El infinitivo
El gerundio
En general, sigue la derivación propia del verbo, y finaliza en -u, que es característico del
dialecto: iciendu, idiendu, dihendu, pusiendu, truhiendu, tubiendu, andubiendu, etc.
El participio
Utiliza las formas fuertes de la tercera persona de plural del pretérito indefinido de los verbos:
venir, decir, hacer, poder, poner, querer, traer, andar, tener, etc.: binun, dihun, hidun, pudun, pusun,
quisun, trahun / truhun, tubun, andubun, con todos los derivados de esos verbos.
Existen indicios de un participio antiguo terminado en >-aldu=, -alda; >-ildu=, -ilda: Atrohaldu
=atrojado, recohildu =recogido, resumildu=resumido.
Existe también un participio de influencia leonesa que admite la i epentética: hechíu, hechía =
hecho, a: Αtierra hechía≅ es la tierra laborada.
De transitivo a pronominal:
De intransitivo a pronominal.
De intransitivo a transitivo:
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rezumar = rezumilsi =disminuir
Andal además de las 16 acepciones del verbo >andal= español, significa también:
Estar, además de las acepciones propias del verbo español tiene un sentido dinámico (ir): La
Julina ehtá a Coria; ehtá a pol un biahi > agua. Ehtá a segal
Aballal significa marchar, comenzar a caminar, comenzar a hacer una acción: aballa el niñu al
comel; aballa el leol; aballa el pucheru
Los verbos, como hemos visto que también ocurre en el léxico, a veces, poseen varias formas
tanto en el infinitivo, como en ciertas personas debido a la variedad de zonas y a la diversa evolución e
influencia, por ejemplo: oil, oyil, oyel; poel, puel, etc..
El adverbio
El adverbio >en cueru=, y los adjetivos >encuerapatu=, >encuerapatáu=, que significan todos
>desnudo=, desnudamente, admiten todos las formas genéricas y numéricas de los sustantivos y
adjetivos: encueru, -a, -uh, -ah; encuerapatu, -a, -uh, -ah; encuerapatáu, -á, -úh, -áh
Es muy rico en locuciones adverbiales. De ellas vamos a elegir un par de ellas muy conocidas: en ca, a
‘n ca ‘l, en ca ‘l = significan todos : ‘a casa de’: La fómula ‘en ca’, se emplea cuando le sigue
consonante y las otras dos, cuando le sigue vocal: boy en ca Desideriu, en ca Hilipi; boy a ‘n cal cura,
en ca ‘l cura.
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La preposición
Gonzálvez la emplea plena, apostrofada y sin ella: niñu >e bondá, bengu >e Coria. Un modu d=
edá, casa > Antón;
Como se ve, no hay orden en el uso de la preposición >de=; sin embargo, hay varias frases
lexicalizadas en la zona de Coria, que nos dan cierta orientación:
casangomih = Casas de don Gómez Cae todo lo que queda entre s y n
caza loh linuh = cabeza de los linos y en Αpozu ‘ la pila≅ =pozo de la pila. Cae la preposición,
que queda entre vocal y >l=
pozu ‘ encinal =pozo del encinal. Cae la preposición que queda entre dos vocales
A esta casuística habría que darle alguna solución, yo he representado esta caída con el
apóstrofo.
Y es que en extremeño cae con muchísima frecuencia la preposición de. Si alguien se atreve a
hablar en extremeño, podremos observar después la casuística que deja el uso de esta preposición.
La interjección
Entre las muchas interjecciones empleadas en extremeño, hay que mencionar =cha’ usada en
Torrejoncillo, principalmente en función apelativa. Procede de la palabra >muchacho= aferizada y
apocopada.
Existen ciertas interjecciones para arrear los animales de carga, de difícil representación
ortográfica.
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II.- SINTAXIS
Para la sintaxis, nos remitimos a nuestra gramática. Excepto el empleo del verbo ‘ser’ como
auxiliar en frases como :’si hueramuh ehtáu’, si hueramuh síu, es la sintaxis castellana.
Tiene un gran predominio de la palabra llana a consecuencia del dislocamiento del acento
prosódico, haciendo tónica a la vocal que no lo es en castellano.
45
60
C) LÉXICO
Tanto en Cilleros como en Villa del Campo se dice el mismo refrán como modalidad de su
lenguaje: ‘Dece lar ochu a lar onci ban trer ora comu trer añu”. El refrán nos indica que, en toda esa
zona, se compartía un único modo de hablar que, como se aprecia, hacia el plural terminado en ‘r’ y
todavía he oído decir a mi madre política: ‘lar mir ihita’, pero lo cierto es que lo más general para el
plural es la ‘s’ aspirada (h).
Vulgarismos:
Puesto que a una gran parte del léxico empleado por el extremeño se califica con el adjetivo
‘vulgar’, convendría hacer una exposición, aunque sólo sea somera de este concepto.
El término ‘vulgar’ se deriva del latino “vulgaris, e” = vulgar, común, ordinario <lat. ‘vulgus, i, o
volgus, i’ = el pueblo, el común de la gente.
A la palabra “vulgar” ( lo propio del pueblo), se oponer el término “urbano” (de urbs, is = la
ciudad); pero en lingüística, no ocurre eso. La vida ordinaria demuestra que, en cualquier lengua, se
dan dos niveles principales. En uno, estimado como superior, se da la lengua de élite, propia de la
oratoria y de los libros, de los famosos escritores; en otro, considerado de inferior categoría, se da el
lenguaje del pueblo que hablan esos mismos oradores y escritores en sus manifestaciones ordinarias,
al margen de sus discursos y libros. Más que ‘vulgar’ debería llamarse ‘popular’ a este lenguaje. En él
se producen fenómenos que se apartan de las formas establecidas por esos escritores o por las
Academias lingüísticas.
Toda lengua, por el hecho de serlo, ha de tener necesariamente cuando menos esos dos
estadios de evolución producidos por su propia mecánica interna
Pero los matices significativos del término “vulgar”, no terminan en lo que hemos dicho, sino
que puede ser considerado desde otros distintos puntos de vistas y con distintas apreciaciones, con lo
que puede adquirir otros valores en dependencia de las distintas situaciones en que se encuentre y de
los distintos criterios que se le apliquen.
En castellano, ‘vulgar’ se opone a ‘clásico’, por el distinto nivel de corrección con que es
hablado. Así, el lenguaje que emplea don Camilo José Cela en sus novelas, no es de ninguna manera el
hablar familiar y chabacano con que se expresaba al hablar con sus amigos.
45
61
Tampoco la lengua que nosotros usamos en casa, es la misma que adoptamos, cuando
escribimos unos versos o una carta para un desconocido. En este sentido, la misma persona emplea los
dos niveles el ‘vulgar’ y ‘clásico’: formas distintas que se encuentran en el mismo código de la misma
lengua, pero a distinto nivel.
Sociológicamente hablando,‘ vulgar’ equivale a lenguaje del vulgo, del populacho, de la gente
de clase baja, de los soldados, de los agricultores, de los carreteros, en oposición al lenguaje de la clase
poderosa, de los señores, de los titulados.
Por que hubo un lenguaje de élite, frente al lenguaje del pueblo; Uno estético frente a otro
inilegante; uno correcto gramaticalmente frente a otro incorrecto; uno coloquial, frente a otro
esmerado; es decir, nuestro dialecto ha nacido del estadio vulgar del castellano del pueblo, inelegante,
incorrecto, coloquial, debido a que nuestro pueblo ha sido principalmente un pueblo de agricultores,
pastores y pequeños artesanos. En él, en nuestro dialecto, se ha vuelto a repetir el ciclo que ha
recorrido cualquier lengua romance
Mario Simón Arias Camisón, estudioso del extremeño, me ha contado que, en su zona, escribe,
jacel, icil, paecel, etc. se decía también: jadel, idil, paedel, etc. Lo que significa una suplantación lenta,
pero tenaz, de las formas extremeñas, por las castellanas
ETIMOLOGÍA
Las palabras están formadas por un núcleo esencial (raíz, el radical o el tema) que encierra el
sentido fundamental del término que comparte con otros miembros de la misma familia y otros
46
62
elementos (afijos) que, unidos a la raíz, concretan su significación.
Los conceptos raíz, radical, tema, afijo, prefijo, infijo, sufijo, desinencias o sufijos flexivos, son
sobradamente conocidos, por lo que concretaré en el procedimientos de formación de las palabras y en
el estudio de ciertos sufijos.
Composición:
El procedimiento y los casos de composición, son prácticamente los mismo que se dan en
castellano:
Se unen directamente las palabras que forman el compuesto, cierrándose la vocal final del
primer componente: padrimuehtru, sacatrapuh, bocachoca.
El primer componente se adapta pierdiendo alguna de sus sílabas finales para unirse: hebremenú
Otros casos importantes consiste en unir una preposición a una raíz: A-, DE-, DES (DEH- ante
consonante), EH- < (procedente de ES, EX-), RE- y verbos con sus derivados: atacuñil, desapartal,
desaparal, ehmohtal, efaratal, ehchangal, entronchal, dehcambial, ehtronchal, ehtremal,
rehindinal y sus respectivas familias.
Derivación
El extremeño adopta para la derivación casi, todos los sufijos castellanos, con el mismo
significado o con otro, pero también se forman muchos términos derivados que no existen en
castellano o se utilizan con otro significado. ‘Burreru’ significa: burrero, burreño, burdégano, el que
cuida los burros, el lugar donde se meten los burros y el estiércol producido por el burro.
Otras veces se derivan de la misma raíz con distinta forma o de distintas raíces con la misma
forma o se forman de términos inexistentes en castellano: heituosu, sa < heitu = maña.
47
63
Otras veces tienen formas distintas, bien porque proceden de distintas raíces ( heitosu, sa =
mañoso, sa), bien porque procediendo de la misma raíz, han adoptado formas distintas: atacuñil =
atacar.
Prefijos
Arre- Es un prefijo muy empleado en extremeño que no suele añadir ninguna otra significación
al primitivo: Arreculal, arrehuntal, arrehuñal, arrematal, etc. y sus familias;
Infijos
Suelen ser los mismos que los castellanos, pero existen ciertas palabras que admiten una
aspiración ( h ) para acoplar el prefijo al primitico: rehindinu.
Sufijos
Los sufijos en razón de su origen, como en castellano, se clasifican en: nominales, adjetivales,
verbales y adverbiales.
Diminutivos y apreciativos
En extremeño existen dos tipos de grados calificadores en los adjetivos: los del adjetivo como
tal y el de los apreciativos
Parasíntesis y acrónimos
48
64
Varios términos de la misma raíz para una misma categoría gramatical.
ESTUDIO SEMÁNTICO
El estudio semántico es lo que menos se ha tratado, por eso quiero dar algunos conceptos de lo
que pasa en nuestro dialecto.
Miahón = esencia.
Machíu= esteril
oribi = alhajas de oro
oncih = copeo de la mañana
oracionih = copeo de la tarde.
Palabras de significado concreto: deil < dedil; zugu < jugo significa también mosto.
Candal en Ehtremeño es prnl: 1. Agarrar por, coger por: ΑLa Hulina se le candó al pehcuezu
y no lo soltaba≅. 2. Morder: ΑEl perru >el Garbancitu se le candó al pie y no puíamuh
desenganchalu≅.
Cambio de significación
Entontecelsi = marearse
entontecíu, ía = mareado, da.
mareal = asesinar
49
65
mareáu, á = asesinado, da.
Corrimiento de significación
‘Marea’ además de los significados que tiene en castellano, también significa ‘chubasco’.
Engorronal = enrollar
Enrollalsi = alargar la conversación..
50
66
- Me ehtá maurandu ehta hería
- Ya me mauró ehta hería
El DRAE trae vocablos como propios de otros lugares y son también extremeños:
Es propietario de un léxico con autonomía propia y, aunque, en muchos casos, emplea palabras
españolas,, las transforma y somete a las reglas del dialecto.
Literatura Extremeña
Los escritores extremeños, por el medio de que se valen al escribir, podrían agruparse en
escritores que usan el castellano, escritores que emplean el extremeño y escritores que utilizan ambos
medios de comunicación.
51
67
TRASCRIPCIÓN DEL EXTREMEÑO EN NUESTROS ESCRITORES
La si leemos a varios de nuestros escritores, nos daremos cuenta que la transcripción es muy
variada.
Se hace, pues, necesaria la adopción de una norma común de trascripción. La que nosotros
empleamos en nuestra gramática es la hemos oído al pueblo, la han empleado varios de nuestros
comunicantes y creo la que más se acomoda a la realidad lingüística.
52
68
BIBLIOGRAFÍA
53
69
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VIUDAS CAMARASA, Antonio y otros: Notas sobre la alfarería de Casa Tejada,
Revista de Estudios extremeños, XXXIII, 1977, pp. 287-302.
59
75
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
EL HABLA DE AHIGAL.
PRESENTACIÓN
En primer lugar, tengo que decirles que no soy filólogo, sino un simple
aficionado, un mero coleccionista de palabras, por lo que en mi exposición no
aparecerán los términos técnicos que probablemente algunos de ustedes esperen. No
obstante, espero poder presentar un resumen adecuado de los rasgos generales del habla
de Ahigal, y pasar después a un análisis de algunas palabras que resultan interesantes.
Antes de pasar a tratar cuestiones lingüísticas, es conveniente decir que Ahigal
es actualmente un pueblo de unos 1.500 habitantes1 situado en una comarca
pésimamente estructurada del norte de Extremadura; la que actualmente se conoce
como Tierras de Granadilla, al incluir muchos pueblos que pertenecieron a esta antigua
comunidad. Otros no lo fueron, pero su relación con el resto es evidente, como Santa
Cruz de Paniagua. La presencia humana en Ahigal es muy antigua; se han encontrado
restos de la edad del bronce, y algunos vetones,2 según algunos autores los típicos
murus3 de piedra podrían ser una herencia de la cultura celta4 . Desde luego, un período
mucho más importante fue la romanización, que dejó sus señas en forma de calzada
romana, la Vía de la Plata, que forma durante algunos quilómetros el límite del término
municipal (el conocido Lindón); este tramo de la calzada fue la frontera durante algunos
años del siglo XIII entre Castilla y León. Es interesante señalar, por otro lado, que muy
cerca de la calzada romana discurre parte de la Cañada Real Soriana Occidental.
También levantaron los romanos un templo, transformado posteriormente en ermita que
en la actualidad se encuentra en ruinas5 . Más adelante los musulmanes dejaron un par de
pozos, uno de ellos con inscripciones y la técnica de irrigación por medio de cigüeñales
con una palabra para designarlos: zaquis. De todos modos, dialectológicamente, en el
habla de Ahigal hay que tener en cuenta su posición meridional dentro de las hablas
peninsulares y el hecho de que esta comarca fue repoblada principalmente por leoneses
desde el reinado de Fernando II, el cual refundó y repobló Granadilla 6 a partir de 1170;
la historia de Ahigal a partir de esta fecha está unida a la de la antigua villa de Granada,
cuyos habitantes les darían a los ahigaleños el nombre de paletus7 .
No hace falta decir que la influencia leonesa es más que evidente en el habla,
incluso el propio nombre de Ahigal se trata probablemente de una palabra leonesa.
1
1.528 habitantes en el censo de 2001.
2
Se ha encontrado un verraco, una de las figuras zoomorfas características de esta cultura prerromana.
3
Pequeñas viviendas pastoriles redondas con falsa bóveda realizadas en pizarra.
4
Véase la entrevista que el antropólogo José Mª Domínguez realizó al investigador inglés Robert Brown
publicada en el diario Hoy. http://www.ahigal.com/mu ros.htm (citada el 21 de octubre de 2002).
5
La desaparecida ermita, conocida como ermita de santa Marina la Vieja se asentaba sobre un santuario
dedicado a Ilicia Marina, esto es, Venus Marina. Se ha encontrado un ara votiva que atestigua esto.
6
Es sabido que entonces se llamaba Granada, nombre que conservó hasta la reconquista de la Granada
andaluza, aunque en la práctica se la siguió llamando Granada hasta el siglo XIX. En el Interrogatorio de
la Real Audiencia de Extremadura de 1790 correspondiente a Ahigal se dice: “...este lugar del Ahigal,
xurisdizión de la villa de Granada..”.
7
Debido a un impuesto que debían pagar con paletadas de trigo.
1
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
ASPECTOS FONÉTICO-FONOLÓGICOS.
Vocalismo.
8
Véase por ejemplo ZAMORA VICENTE, Alonso, Dialectología española (2ª ed)., Madrid, Gredos,
1985. pág. 112.
9
Deriva de orig num, pero por el diptongo parece que la forma latina fuera oreg num.
10
Véase MIGUÉLEZ RODRÍGUEZ, Eugenio, El dialecto leonés y el nombre de las cosas, León,
Ediciones Leonesas, 2000. pág. 32.
2
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
Consonantismo.
1. Se dan las típicas pérdidas meridionales de d intervocálica y de otras
consonantes (c, d, g, ns, x, z) en posición implosiva. En estos últimos casos se
produce una aspiración.
a. En algunos casos no se da la pérdida de d intervocálica, tal vez debido a
que la palabra se ha integrado recientemente al vocabulario: pesadilla.
b. No se pierde tampoco cuando la d es una derivación de la antigua z
sonora: jadel, jidi11 ...
2. Otro rasgo meridional es la asimilación de los grupos sg>j y sb>f.
asguariza>ajuariza, La Pesga>La Peja; resbalatera>refalatera,
esbalagal>efalagal. No es sistemático, sin embargo, pues en otras palabras se
distingue, quizá debido a que se aprecia mejor el prefijo: esgalamecíu,
esgualdramilláu; esbandujáu. En una palabra muy común en el habla se ha
perdido el prefijo; farrungal, voz que parece provenir de una palabra leonesa
esbarrumbar12 , que también se presenta en gallego.
3. Desaparece también la s final de palabra; se conserva en unos pocos casos
cuando la siguiente palabra empieza por vocal: los ojos. También desaparecen la
d y la z en esta misma posición; ante vocal se realiza una aspiración (esta nueh
está mala) y las consonantes se conservan al formar los plurales (paré, paredis;
nué, nuecis). De este modo los plurales se forman con la aspiración de la vocal
final. En ocasiones la aspiración la lleva sólo el artículo, aunque la
pronunciación varía en estos casos dependiendo, sobre todo, de la posición de la
palabra; se da bastante vacilación en estas pronunciaciones, produciéndose
cambios en un mismo hablante.
4. Uno de los rasgos más llamativos y mejor conocidos es la aspiración de las
conocidas efes iniciales latinas: jumu, jiguera, jierru... y de otras en posiciones
intermedias: jesa (defensa), buju (bufus)... La conservación es extraordinaria en
los hablantes ancianos, en los de mediana edad tiende a corregirse (o a perderse)
en los infinitivos o los presentes de indicativo de algunos verbos muy usuales
como hacer. Los hablantes más jóvenes lo ven como algo que hay que evitar,
aunque no siempre logran conseguirlo. Se aspiran también palabras que no
proceden del latín: jumal, Jelipi. Se presentan también curiosamente algunos
ejemplos de ultracorrección: jortiguilla13 . Esta aspiración se extiende a todas las
jotas castellanas, como resulta evidente.
5. En Ahigal se distinguen los sonidos ll/y, como en la mayor parte de la provincia,
aunque extrañamente (o quizá no tanto) las generaciones jóvenes tienden al
yeísmo.
6. Se conservan algunas consonantes sonoras del castellano antiguo en las formas
del verbo hacer: es más normal oírlas en las formas del pasado; y en muy pocas
palabras más, algunas curiosamente muy usuales como quidás.
7. Se conserva el grupo –mb- en palabras como lambel, lomba, calambucu,
cambizu, eschambariláu ... Esta es una característica común a las hablas
11
ZAMORA VICENTE, A., op.cit. págs, 141-142.
12
Véase la voz esbarrumbar en MIGUÉLEZ RODRÍGUEZ, E., Diccionario de las hablas leonesas
(León, Salamanca, Zamora), León, 1993.
13
También GONZÁLEZ SALGADO, J.A., op. cit. encontró una ultracorrección en hierba.
3
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
14
Cf. ZAMORA VICENTE, A., op. cit. pág. 149.
15
Véase: IGLESIAS OVEJERO, Ángel, El habla de Rebollar. Léxico(LReb), Salamanca, Centro de
Cultura Tradicional, Diputación de Salamanca, 1990.
16
Este rasgo aparece profusamente utilizado en las poesías de Juan José Camisón.
17
Tal vez sea una onomatopeya que ha confluido casualmente con mascar.
18
Este sufijo deriva del latín –at cus, -at cum.
19
Nos parece más probable la tesis etimológica que hace proceder la palabra alcaudón de algún derivado
latino de capit a (cabeza) y no la propuesta por Corominas, que considera más aceptable un derivado de
cauda (cola). Este pájaro tiene una cabeza aparentemente bastante grande. De hecho, en algunos pueblos
de Extremadura es llamado cabezón y cabezorro. Véase la voz alcaudón en COROMINAS, J. y
4
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
15. Existe un caso de conservación de ll latina cuando el castellano hizo j: gallu (de
naranja). Curiosamente, gaju es el racimo de uvas.
16. Se da un caso de derivación de la f latina en c: cinoju (fenuc lum), aparece
también en un topónimo el Cinojal. Corominas cita esta peculiaridad de algunos
pueblos de la provincia al estudiar la voz hinojo (DCECH)
17. Se da un caso de transformación de la f latina en s: solleju (follic lus).
18. Existen varios casos de transformación de s latina en z: zugu, zugal, zajumeriu,
zajumalsi.
19. Se da un caso de conservación de la s latina cuando el castellano ha dado c:
serraja (latín serral a, cierta planta: cerraja). Tal vez sea una palabra
mozárabe20 .
20. Desaparece la g intervocálica en miaja (trozo de tocino o de carne).
Probablemente sea un rasgo meridional, aunque también se den ejemplos en el
área leonesa.
21. Desaparece la r intervocálica de paecel y apaecel. La geografía de este
fenómeno es muy amplia y según Zamora Vicente hay que considerarlo un
vulgarismo común a estas hablas.
22. Aparece un cambio de s en r: añurgalsi.
RASGOS MORFOSINTÁCTICOS.
Los rasgos morfosintácticos más relevantes del habla de Ahigal con respecto a la
norma castellana y a otras hablas extremeñas son los siguientes:
1. La forma diminutiva más frecuente es la del sufijo –inu, na; modificado en
contados casos en –ininu, na. Su carácter es diminutivo y afectivo. El –inu, na se
utiliza en muchos contextos, aún cuando no sería propio en el castellano usual,
como ocurre en buena parte de Extremadura. Este es un rasgo leonés muy
conocido y uno de los pocos que ha acabado afectando a casi toda la región. De
hecho, actualmente se está extendiendo más allá incluso, pues ya en Sevilla las
lexicalizaciones chiquinino, chiquinina son muy habituales.
a. El sufijo -ín, ina tan sólo aparece para formar el diminutivo de algunos
nombres: Miguelín, Alejandrín, Teodorín, Anianín, Davisín Juancarlín.
b. El diminutivo en –ito, ta se presenta en ciertos casos; algunos son muy
concretos y tienen carácter de conmiseración: “Se ha muertu l’hombritu”
“Vengu baldaítu” Conserva cierto valor diminutivo en algunas
lexicalizaciones: agüelitu, gorgoritu, churubita, candelitas (flores de la
encina y el alcornoque) y abejita. Esta última es curiosa, pues abeja
procede ya del diminutivo apic la, (abejita en latín21 ).
c. El sufijo –illo, lla es extrañísimo en Ahigal, aunque aparece en
lexicalizaciones: ajorrillu (cernícalo), jortiguilla (ortiga), pontecilla
(cierta construcción para el agua).
2. El posesivo suele llevar antepuesto el artículo: los mis olivus, el mi trabaju...
aunque las generaciones mayores lo utilizan con mucha frecuencia, este rasgo ya
5
80
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
22
ZAMORA VICENTE (op. cit). cita a este respecto la obra de ÁLVAREZ FCEZ. CAÑEDO, J., El
habla y la cultura popular de Cabrales, Anejo LXXVI de la Revista de Filología Española, Madrid,
1963. pág. 69.
23
VIUDAS CAMARASA, A., ARIZA VIGUERA, M., SALVADOR PLANS, A., El habla de
Extremadura. Salamanca. Editora Regional de Extremadura. 1997. págs. 40-41.
24
Op. cit. pág. 160.
6
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
25
Cf. SALVADOR PLANS, A., op. cit. pág. 42.
26
Op. cit. pág. 43.
27
Íbidem.
28
Cf. ZAMORA VICENTE, A., op. cit. pág. 159-160.
7
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
17. Los adjetivos numerales primel y tercel se usan tanto para el masculino como
para el femenino: la primel vez. Ignoro si este rasgo ha sido estudiado en otras
zonas, aunque su distribución debe de ser amplia, pues aparece en un texto de
Borges: “La tercer versión, la de Greve, deriva de la inglesa de Burton29 ”
18. Se dan algunas partículas especiales:
a. Son típicas ¿di? o ¿diga?(de cortesía), equivalentes al castellano
¿verdad?
b. Existen numerosas locuciones adverbiales: a chapescu (a toda prisa), a
relba (dejar descuidado el ganado), al renti (al ras), de respajilón (de
roce), de roblazu (fuertemente; con caídas), solén-solén (muy despacio),
a zumbarilla (un modo de lanzar piedras), a concu (a las espaldas). etc.
c. Existe una locución conjuntiva muy usada: pol me de o que (debido a,
por causa de, para).
19. Se conserva la antigua forma para decir además al final de una frase: y to30 .
20. Es curioso el empleo de expresiones formadas con todo+ adjetivo cardinal, para
indicar el número de personas que ejecutan alguna acción: vinon tos tres, etc.
cuando son dos se utiliza dambus, frecuentemente con el pleonasmo a dos.
21. Existen en el habla de Ahigal algunas interjecciones características:
a. Ora31 ; es muy usual en hablantes de todas las edades y se emplea para
decir “así es” “¿qué se le va a hacer?”
b. Conchu; claro eufemismo, muy usual también.
c. ¡Qué montri!,¡Qué limontri! Actualmente apenas se usan, aunque todo el
mundo recuerda que gozaron de una extraordinaria vitalidad. Proceden
de la voz castellana demontre; demonio.
d. Coile, coine. También se encuentran prácticamente desusadas,
probablemente se traten, al igual que conchu, de eufemismos.
e. Se conserva también una expresión desusada en castellano; la que el
DRAE cita como ¡voto a rus! En Ahigal se dice ros, usando
normalmente otro verbo menos educado.
CUESTIONES LÉXICAS.
Aunque no cabe duda de que lo que se habla en Ahigal es español (con gran
riqueza léxica, por cierto) no es menos cierto que en su habla aparece un buen número
de palabras que no se utilizan en el español usual. Hasta ahora llevamos recogidas cerca
de mil voces. Sin embargo, no todas estas palabras son dialectales, muchas de ellas son
arcaísmos que se han seguido utilizando desde que dejaron de ser usuales en el español
del siglo XVI o en fechas posteriores; algunos de ellos han sufrido pequeñas
transformaciones, bien de su forma, bien de su significado. Otras son palabras comunes
al occidente peninsular o al dominio del leonés. Son muchas las que se comparten con
las hablas salmantinas, con el resto de Extremadura y, sobre todo, con las hablas vecinas
de la Extremadura leonesa, particularmente con Las Hurdes.
Separaremos en los grupos citados las palabras, dando algunos ejemplos de cada
una, haremos un análisis de algunas de las más interesantes.
Arcaísmos.
29
BORGES, J. L., Historia de la eternidad, Madrid, Alianza Editorial, 2000. Pág. 148
30
Véase la última acepción de la voz todo en el DRAE.
31
Su uso se extiende por toda la comarca. Es muy característica.
8
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El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
Con este título introducimos palabras que la RAE engloba en tres clases
distintas: antiguas, desusadas y poco usadas. Resulta difícil saber si las palabras que
señala la RAE en su diccionario son realmente arcaísmos o no; doña María Moliner
criticó en su diccionario esta clasificación. De todos modos, aunque no sean arcaísmos,
probablemente la mayoría de ellas sean palabras cuya utilización está muy localizada
geográficamente, por lo que las agruparemos.
1. Antiguas. Según el DRAE son aquellas cuya última documentación no es
posterior a 1500.
Entre ellas podemos citar:
a. aballal. intr. Irse de algún sitio “¿Cuándu aballas? Aballu mañana”.
Muy usual. (DRAE aballar. tr. ant. Mover de un lugar. Usáb. t. c. intr. y
c. prnl. Ú. en Asturias y Salamanca). (DHL, en El Rebollar) (El DEx 32
recoge abalar como marchar, retirarse de un sitio, aunque no indica
dónde se recoge; abalar es la forma gallega y portuguesa, en portugués
significa entre otras cosas ‘ponerse en marcha’) ||2. tr. Acabar con algo,
sobre todo hablando de la comida “Los guarrapus aballan toas las
bellotas”. (Según Corominas-Pascual en fr. ant. avaler significaba ‘hacer
bajar’ en fr. mod. ‘tragar’) ||3. tr. Cortar, especialmente hablando de los
dedos “Te vas a aballal los déus”. ||4. intr. Comenzar; sobre todo con el
verbo cocel. “Ya aballa a cocel” (DEx, aballar. ‘Cocer’ en Las Hurdes)
||5. Usado con la preposición con. Echar abajo, abatir “Al final aballan
con la pared”. (Cifrar la tercera acepción del DRAE ‘ant. echar abajo,
abatir.’ Según Corominas-Pascual el significado inicial parece haber sido
‘sacudir, hacer tambalear.’ Menéndez Pidal aseguraba que el significado
antiguo de la palabra era el de ‘derribar.’ Según Corominas-Pascual “es
palabra principalmente occidental, propia del territorio dialectal
leonés” su etimología no está clara, pues al menos hay tres posibles).
b. acordalsi; aparte de los usos comunes significa ocurrírsele algo a
alguien y despertarse, aunque este último se restringe a los hablantes de
más edad. Es más usual en las generaciones jóvenes dispertalsi, también
arcaica.
c. amollecel; muy usual, ablandar algo con agua.
d. aprendel; como enseñar.
e. ciguta; por cicuta.
f. corcha; por corcho.
g. Y otras varias, como chaperu, enllenal, ensecal, estercal, jabalín, jaci,
joci, mestel, portal, seguranza, tosi.
h. Algunas han surido alguna transformación: abocezal, acertajón,
aninanti, asguariza, borda, embaju, mesmu, mesturaju, ondi, solén-
solén.
3. Poco usadas. Aquellas que se han empleado después de 1900, pero cuyo uso
actual es difícil o imposible de documentar.
32
VIUDAS CAMARASA, Antonio (autor-editor), Diccionario extremeño (DEx) (2ª edic). Cáceres, 1988
9
84
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
Occidentalismos.
Podemos citar:
Leonesismos.
Aparecen bastantes palabras comunes a distintas comarcas del dominio leonés.
Citamos algunas de ellas. Las notas quieren ilustrar la extensión de algunas de las
palabras.
33
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA , Diccionario manual e ilustrado de la lengua española, Madrid,
Espasa-Calpe, 1927.
34
MOLINER, M., Diccionario de Uso del Español, Gredos, Madrid, 1975.
35
Atendiendo a la distribución, no al origen. Aparece esta palabra en gallego y en la parte occidental de
Castilla y León. Véase el Atlas Lingüístico de Castilla y León. Coordinado por M. Alvar. Salamanca:
Junta de Castilla y León, 1999. mapa nº 429. Tomo la referencia de BORREGO NIETO, Julio. “El
concepto de norma regional y su aplicación a las hablas castellano-leonesas”. Actas del II Congreso
Internacional de Lengua Española. La lengua española y la sociedad de la información. Valladolid. 2001.
Sin embargo, también aparece en el este peninsular.
10
85
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
36
(DHL Ú. t. en numerosas comarcas de Sal. y León como achiperre). (DEx, achiperreh. m. pl. Trastos
viejos e inútiles, en Mérida, Las Hurdes y Serradilla) (LReb, pl. objetos, trastos, cacharros) (Según
Iglesias Ovejero el término tiene una distribución amplia –con variantes- y puede relacionarse con las
rutas de trashumancia entre León y Extremadura).
37
Excrecencia del roble; castellano ‘agalla’. (DHL, gallarota f. Fruto redondo que da el roble. En
comarcas de León: Los Argüellos, Tierra de la Reina, Villacidayo). (En el valle del Valderaduey, León, se
usa gallarita y gallarón).
38
Hablando de plantas para el ganado, las más duras, como el tomillo, la jara, las vardascas, etc. que sólo
suelen comer las cabras Ú.t.c.adj. (DHL, Ú. en Tierra de la Reina, en León; y en Salamanca) (DEx,
‘Monte bajo’ en Sierra de Gata) (Aparece en el vocabulario de Memorias de un zagal definida como
‘comida de cabras. Ramoneo de las puntas tiernas de árboles y arbustos por las cabras.’)
39
Quedarse los dedos sin movilidad debido al frío. (DHL, Concejo de la Lomba, Los Ancares, El
Rebollar y otras comarcas salmantinas).
40
Del lat. transcommutare) tr. Desordenar ||2. Rebuscar. (Cf. DRAE tracamundana f. fam. Trueque de
cosas, alboroto, confusión). (DHL, tracamundiar. En Babia y Laciana). (DEx, ‘Revolver’ en La Pesga;
‘Confundir, equivocar’ en Las Hurdes)
41
Véase el mapa nº 194 del ALCyL. Parece proceder de una voz celta (brus) que significa soplar el
viento.
42
Tal vez haya que considerarlo un occidentalismo , pues aparece también en gallego y en portugués
como pica-peixe.
43
Palo del carro puesto para poder transportar más e impedir que se caiga la carga. (Cf. DRAE estadoño
Ast. y estadojo Ast. y Cant). (Cf. DHL estadonxo y otras parecidas en comarcas de León)
44
Véase el mapa nº 218 del ALCyL.
45
achancal. int. Dar un paso largo, para salvar un charco o un regato. || fig. Adelantar, progresar
rápidamente. (Cf. DRAE, achancar. 2. Sal. Pisar charcos, barro, etc). (LReb, vadear un río o arroyo a pie.
Pone el ejemplo de Achancábamus el arroyu, muy cercano al significado de Ahigal)
46
apotralsi. prnl. Engordar por darse a una vida demasiado relajada. 2.|| Darse a una vida en la que apenas
se sale de casa por tristeza, por ejemplo.
47
arranchalsi. prnl. Sentarse cómodamente ocupando mucho espacio. (DEx, en Acehúche). (LReb,
‘sentarse bien, repantigarse.’)
48
azaoz. m. Árbol de la familia de las salicáceas que crece en las orillas de los ríos y puede alcanzar hasta
20 metros de altura; sauce Salix alba. En Santa Cruz de Paniagua se usa azaol, cuyo plural es azaoris;
esta voz aparece allí en dos topónimos: el Charcu Azaol y Valdeazaoris. (LReb, remite a zaoz) (DHL En
algunas comarcas de Sal. se usa zaoz). (En el valle del Valderaduey se usa la palabra zalce). (DEx, zaoh.
m.pl. (sic) Sauce). (Cf. DRAE y DUE. zade. Salamanca. Especie de mimbre de tallos delgados que crece
junto a los arroyos).
49
barañu. m. Fila de hierba que queda al ir segando con la guadaña. (DRAE baraño. m. Sal. Fila de heno
recién guadañado y tendido en tierra). (DEx, barrañu (sic). Coria, hilera de gavillas en la siega. Tal vez la
doble erre sea de una errata)
50
barbiscachi. (Del lat. barba, y capsus, quijada, por capsa, caja). m. Cuerda para sujetar los sombreros y
que no se los lleve el viento. (DRAE barbiquejo) (DHL, en El Rebollar, Sal). (DEx, barbihcacho, en
Arroyo de san Serván)
11
86
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
Extremeñismos.
Hay algunas comunes a casi toda la región: aceitunera, aguanievi (avefría),
arrepíu57 (cambio brusco de humor), presta58 (hierbabuena), saltarrostru
(salamanquesa). Otras se emplean en zonas más norteñas: lígrimu (delgado), sostribalsi
(apoyarse), furriona (fiesta, convite).
Localismos.
51
barrera. f. Cuesta, pendiente. (DHL en El Rebollar).
52
bocacanal. f. Teja que forman el voladizo del tejado dando a la calle. (DHL, en El Rebollar).
53
cabrial. f. Rebaño de cabras. (DHL, en El Rebollar).
54
comuelgu. m. Lo que rebosa de un recipiente. Esta última es la forma salmantina utilizada por
Unamuno. Vid. infra. Nota 52.
55
pitera. f. Herida con sangre producida en la cabeza. Muy extendida por Extremadura y la provincia de
Salamanca.
56
retusu. adj. Se dice de quien está indeciso o dudoso. Se utiliza con el verbo estal y la preposición a.
(DHL Ú. en comarcas de Sal. vocabulario Charro y Voc. Salmantino) (DEx, en Las Hurdes y Guijo de
Granadilla).Unamuno utiliza esta palabra en Vida de don Quijote y Sancho y habla de ella en una carta a
Ricardo Palma: “El retuso es latín, participio de retundere..”. Vid. UNAMUNO, Miguel de, Epistolario
inédito a Ricardo Palma, Madrid, Espasa-Calpe, 1991.
57
Probablemente se trate de un portuguesismo, ya que en esta lengua significa horripilación.
58
En los pueblos situados al oeste de Ahigal (Santibáñez el Bajo, Santa Cruz de Paniagua, etc). se usa la
voz artolana, muy parecida a la palabra portuguesa para decir hierbabuena.
59
Derivado del lat. spargere. tr. Esparcir, desparramar. ||prnl. Hablando del día, del cielo, del tiempo, etc.,
abrirse limpiándose de nubes, aclararse, serenarse. ||2. Desprenderse de una preocupación o malestar, o de
una atmósfera viciada. ||3. Recuperarse de la fiebre un enfermo. (Cf. espargir. DRAE 1791, 1803 y 1817;
remite a esparcir o esparcirse) (Cf. DHL espargirse. Con parecido significado en El Rebollar, Sal).
60
Es el título de un libro de Juan José Camisón que probablemente verá su publicación en el año 2003.
61
En la expr. tardal los quirius: tardar mucho.
12
87
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
Este es el grupo más pequeño de palabras, como es evidente. Tal vez alguna de
las siguientes palabras se dé también o en Guijo de Granadilla o en Santibáñez el Bajo
(excepto jateal que es la palabra local por excelencia) pero no tenemos documentación
para todas.
ajorrillu (cernícalo 62 ), gariboña (cayada), garrapata (zarcillo de las parras y otras
plantas), gatorín (agateador común), jateal (dar de comer a los animales63 ), jimplal
(azuzar a los perros), triquitesa (mantis religiosa64 ), paraísu65 (yugo para un buey y un
mulo o un burro), papiruelu (la expresión jadel el papiruelu significa poner todos los
dedos de una mano juntos; algo que no se puede hacer cuando hace mucho frío),
perinalta (brinco de las caballerías), pitorru (un tipo de seta, Macrolepiota procera),
zagurzu (zahúrda), zuta (culebrilla de agua, en Santibáñez se dice ciguta).
CONCLUSIÓN.
El habla de Ahigal es un español con interesantes peculiaridades, casi todas
comunes a las comarcas de la Extremadura leonesa. Aunque éstas no sean demasiado
divergentes respecto a la norma resulta conveniente estudiarlas por el hecho de que en
estas comarcas confluyen fenómenos lingüísticos muy peculiares. Su estudio puede
aportar datos muy interesantes a la lingüística, probablemente Corominas habría
cambiado varios artículos de su Diccionario Etimológico de haber conocido distintas
hablas de la región.
Tal como hemos visto, en el habla de Ahigal aparecen características
fonológicas comunes a las hablas meridionales, más concretamente del suroeste
peninsular, varios rasgos del leonés oriental y unas pocas peculiaridades procedentes de
algunas derivaciones extrañas de palabras latinas. Morfosintácticamente no presenta
variaciones fundamentales respecto de la norma castellana, salvo por algunos rasgos
arcaicos y otros leoneses que aparecen con más o menos frecuencia en la conversación
pero que no suponen una diferencia fuerte respecto al español estándar.
El léxico, por otro lado, está compuesto por una base común castellana (muy
rica) a la que se le suman abundantes arcaísmos, occidentalismos, leonesismos (sobre
todo orientales66 ), varias voces características de casi toda Extremadura, la mayoría son
compartidas por las comarcas de la antigua Extremadura leonesa (sobre todo con los
pueblos de la Tierra de Granadilla y Las Hurdes67 ) y, por último, podemos encontrar
también un pequeño grupo de palabras locales de difícil adscripción.
Es inevitable pensar en el futuro de estas hablas y lo que se le ocurre a
cualquiera que observe los cambios que se están produciendo es que probablemente los
62
Cf. DRAE alforre m. ant. Especie de halcón. Del árabe al-hurr, el gavilán, el halcón. Cf. DRAE y DUE
galfarro. m. León. Gavilán. En Santibáñez se utiliza una palabra con la misma raíz: jorli.
63
En vascuence jaterin significa dar de comer, por lo que tal vez jateal sea una voz prerromana.
64
En ALCÓN OLIVERA, J.M., Requilorios, Cáceres, Institución Cultural el Brocense, 1984. aparece
recogida la voz tranquitesa con el mismo significado.
65
Se dice que se llamaba así porque la voz para parar a las vacas es “para ahí”, y para las bestias “so”.
66
Recordemos que en la división que hace Menéndez Pidal del dialecto leonés estas comarcas estaban
englobadas en el leonés oriental. Véase al respecto MENÉNDEZ PIDAL, R., El dialecto leonés (Prólogo,
notas y apéndices de C. Bobes), Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1962. Ésta es la edición más
conocida, la primera se publicó en 1906 en Madrid en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, X.
67
Según GONZÁLEZ SALGADO, J.A., Cartografía lingüística de Extremadura. Origen y distribución
del léxico extremeño. Tesis doctoral inédita. Universidad Complutense. 1999. Ahigal estaría situada en la
zona principal A, que comprende toda la Alta Extremadura e incluye la localidad pacense de Puebla de
Obando y el rincón nordeste de Badajoz. Y dentro de ella en la zona restringida D. Integrada
geográficamente por la región de Las Hurdes, Plasencia y Coria; se caracteriza por su gran influencia
leonesa.
13
88
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
rasgos fonéticos procedentes del leonés del habla de Ahigal y de toda la zona de la
antigua Extremadura leonesa pasen a ser parte de la historia de la lingüística dentro de
un par de generaciones. El léxico probablemente se conserve durante más tiempo, pero
también sufre una desaparición progresiva, no sólo debido a la desaparición del antiguo
modo de vida y con él de instrumentos, actividades, etc. sino fundamentalmente por
causa de la baja autoestima de los hablantes hacia su propio modo de expresarse. El
problema excede sin duda el ámbito lingüístico, y para entenderlo conviene pensar en
cuestiones relativas a los cambios culturales, económicos, etc. y sobre todo en el modo
que se tiene de interpretar la propia realidad sociocultural.
14
89
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
BIBLIOGRAFÍA.
BORREGO NIETO, Julio, “El concepto de norma regional y su aplicación a las hablas
castellano-leonesas”. Actas del II Congreso Internacional de Lengua Española. La
lengua española y la sociedad de la información, Valladolid, 2001.
MOLINER, M., Diccionario de Uso del Español (DUE), Gredos, Madrid, 1975.
15
90
El habla de Ahigal: rasgos generales y algunas cuestiones léxicas.
Juan Carlos Paniagua Montero.
ZAMORA VICENTE, Alonso, Dialectología española (2ª ed)., Madrid, Gredos, 1985.
16
91
I CONGRESO DEL HABLA EXTREMEÑA
OCTUBRE - 2002
del 2002.
I C O N G R E S O DEL HABLA E X T R E M E Ñ A
O C T U B R E - 2002
CALZADILLA (CÁCERES)
Con este ejemplo real nos damos cuenta de que tanto a los
andaluces como a los extremeños se nos ha juzga-
do siempre bajo el prisma del Castellano. Error más gran-
de no se puede cometer.
En Andalucía proclamamos:
Mi acento es de Andalucía
y no lo quiero cambiar
porque, a la vez, cambiaría
mis Señas de Identidad,
mi vieja Filosofía.
Calzadilla, Octubre-2002
I CONGRESO SOBRE EL
"EXTREMEÑO O HABLA DE EXTREMADURA"
Calzadilla (Cáceres), días 24, 25, 26, 27 de Octubre de 2.002
EL H A B L A DE S E R R A D I L L A
Buenas tardes, queridos paisanos y amigos todos
Se trata del único enclave del que puede afirmarse tajantemente que la
distinción entre las parejas medievales (sordas y sonoras) sigue viva, sin que
constituya un arcaísmo. Las distinciones son fonológicamente pertinentes y siguen
completamente vivas en la conciencia lingüística de los habitantes de esta localidad
que se muestran, además, orgullosos de esta peculiaridad, señalada, por otro lado,
como nota distintiva por todos los pueblos circundantes.
Me gustaría poder referirme más ampliamente a los orígenes del habla de
Serradilla. O a esas articulaciones sordas y sonoras tan destacadas en este pueblo. A
esa aspiración serradillana en sus múltiples variantes. A las bilabiales, tan íntimamente
ligadas al habla de Serradilla, disponiendo de curiosos y precisos ejemplos de todo
ello, y porqué no, al futuro diccionario serradillano, en avanzado estado de gestación,
pero el tiempo del que dispongo, hace imposible realizar un informe más detallado,
además hay otras cosas, tal vez más relajantes, que también quisiera decir.
Estas y otras diferencias dialectales, unidas a numerosos vicios lingüísticos y
figuras de dicción, como la aféresis, la prótesis, la síncopa, la epéntesis, la metátesis o
el pleonasmo, extensivos a toda la región extremeña, fueron las causas de que,
durante los tristes años de la emigración, muchos serradillanos emigrados a lugares
lejanos a su pueblo, se avergonzaran de su forma de hablar, procurando ocultar o
disimular su forma natural de expresión para no ser tildados de rurales o, dicho lisa y
llanamente, de paletos, lo que en muchas ocasiones propugnaba el efecto contrario,
es decir, el vulgarismo.
Un excelente autor dramático, Santos Ladehesa, expresaba así la opinión de
Algunos, no serradillanos, respecto a Serradilla y su habla.
"Idin qu'erih algu tohca
pol tu lenguahi graciosu,
idin que hadih el osu
con tu modu de palral".
Pero, acto seguido, reafirmaba su defensa y admiración por la belleza del
dialecto:
"Y yo digo que me encanta
tu pintoresco lenguaje,
y que rindo vasallaje
a tu parola sin par".
101
•
Muy al contrario de avergonzarme, siento que el habla de Serradilla, se me
• .
antoja desde mi punto de vista personal, como una forma de expresión que mantiene
u n a doble identidad lingüística: Por una parte, se muestra, en ocasiones, como altiva,
desafiante, ruda, agresiva y cuajada de términos irónicos y despectivos, tal vez, como
alguien dijese, propios del carácter de los hijos de este pueblo, en otros tiempos
vigorosos y fornidos, firmes y resueltos, que jamás se abatían ante la adversidad y el
infortunio; hombres y mujeres de apariencia rudos, pero de alma noble y corazón
frágil. Pero, al mismo tiempo, es también un habla delicada, cadenciosa, maternal,
familiar e íntima, con abundantes diminutivos que la hacen más bella y tierna, como
corresponde al hombre y a la mujer sencillos, de austeras costumbres y arraigadas
tradiciones. He aquí un ejemplo:
Si bierah con qué querencia
Se arrullan loh tortolinuh...
Si bierah, loh mu tuninuh,
icómu se arriman! Si paici
que ahta se dan besinuh
y se hadin arrumacuh...
Ehtán comu embobainuh,
No sabih cómu se arrullan,
Comu huntan loh piquinuh
Y se idin unah cosinah...
Se idin unuh recainuh...
Que paici que me da envidia
Polque to se lo apehquidu,
Y sin ablal loh entiendu
Muchu mehol que lo ehcritu!
Respecto a las posibles causas y al origen del habla de este pueblo, el
maestro y poeta serradillano José María Vecino decía, entre otras cosas, en un
artículo titulado "Divagaciones filológicas", publicado en el periódico "El
Cronista, en 1.929, lo siguiente:
Los serradillanos nos debiéramos esforzar en poner de manifiesto la enorme
riqueza lingüística, una riqueza clásica, de nuestro hablar. En Serradilla se dicen
hoy muchísimas palabras que fueron ornato y gala de los más genuinos hablistas
españoles de los más esclarecidos literatos. Continuamente, en nuestras
incansables lecturas, tropezamos con palabras y con giros que hoy sólo se oyen en
Serradilla.
Serradilla estuvo completamente aislada geográficamente. Este aislamiento
ha ido formando una psicología especial 102 en nuestro pueblo. el habla, las
costumbres, los vestidos. Por causas de las dificultades para las comunicaciones,
todos los grandes movimientos llegan a Serradilla con un retraso lamentable; y
como los pequeños movimientos no llegan jamás, de ahí que en Serradilla subsistan
costumbres, expresiones e indumentos de muchísimos años.
Sin embargo, quisiera decir también que hay otra clase de hombres y de
mujeres que han sabido, de una forma especial, con su arte y su sabiduría popular,
deslumbrar al mundo con nuestras palabras, las de toda Extremadura; esas palabras
cadenciosas, íntimas y bellas a las que antes me he referido, y que han quedado
grabadas en la historia de la literatura universal. Me refiero a los poetas que, con
sus bellas creaciones, han sabido calar en la conciencia de todos, la forma de
conservar y enaltecer el sentido más bello de nuestro vocabulario.
Así, por ejemplo, a principios del Siglo XX, España entera supo cómo se
hablaba en una parte de Extremadura, gracias a un salmantino que amó a este pueblo
a lo que él representa: José María Gabriel y Galán. En 1.902 se publican en
Salamanca sus famosas poesías "Extremeñas". Este mismo año había nacido su
primer hijo, al que dedicó una de las más famosas: "El Cristu benditu". En este
punto, quisiera hacerles una confesión que nunca he tenido oportunidad de decir a
nadie: Cursando los primeros años de la Enseñanza Primaria, recuerdo muy bien que
nuestro querido maestro, un hombre inteligente, culto y amante de la poesía, nos
103 composiciones de Gabriel y Galán, entre
leía, o nos hacía leer, algunas de las bellas
ellas la ya citada. A mí, personalmente, me cautivaba sobre todas las demás, porque,
en mi inocencia, estaba convencido de que aquella poesía había sido
escrita en Serradilla, mi pueblo. ¿Dónde iba a haber sino otra imagen de un Cristo
como el nuestro? Por eso, al leerla, veía en mi imaginación al autor paseando por el
centro de la nave del Santuario, mirando fijamente a la imagen en su camarín. Estas
palabras, no podían haber sido inspiradas en otro sitio que no fuera en el magnífico
ejemplo del Cristo de la Victoria. Estaba totalmente convencido de ello: Gabriel y
Galán tuvo que estar forzosamente en Serradilla para poder escribir versos como
estos:
Con el alma llenita de jielis,
Con el pechu jechitu una breva
Y la cara jadiendu pucherus
Lo mesmitu que un niñu de teta,
juími ampié del Cristu,
me jinqué en la tierra,
y jadiendu la cruz redé un Creu
pa que Dios quisiera
jadelmi la vía
una miaja tan solu más güena.
¡Qué güenu es el Cristu
de la ermita aquella!
Con el paso de los años, comprendí que había otros Cristos, y que el poeta no
había tenido necesidad de acudir a Serradilla para inspirarse en tan bella obra.
Unos años después, en 1.921, se publica en Madrid "El Miajón de los
Castúos", del poeta Luis F. Chamizo. Con este motivo, otro maestro serradillano,
Luis Sánchez Rodrigo, hijo del editor del método de lectura y escritura RAYAS, D.
Agustín Sánchez Rodrigo, publica en el ya citado periódico El Cronista, un
artículo titulado "Los cantores de la tierra", en el que decía:
"El triunfo obtenido p o r Chamizo ha sido rotundo; la primera edición de sus
versos desapareció p o r encanto de las librerías. Como extremeños, nos felicitamos
de que un coterráneo se destaque y atraiga hacia sí los ojos de España entera. Y
como extremeños también, nos tomamos hoy la confianza de hablar de Luis
Chamizo y de Gabriel y Galán, porque el lenguaje en que ambos han cantado, es el
mismo que nosotros oímos todos los días, y las pasiones que dieron vida a sus
versos, son las mismas que nos animan, las que vibran en la sangre hermana de los
extremeños ".
104
Una de sus poesías, la titulada " C o m p u e r t a " , hace referencia al habla de esta
tierra, a nuestra habla.
Y sus dirá tamién cómo palramos
los hijos d'estas tierras,
Porqu'icimus asina: Jierro, jumo
y la jacha y el jigo y la jiguera.
Y tamién sus dirá que semus güenus,
Que nuestra vida es güena
En la pas d'un viví lleno e trabajos
y al doló d'un viví lleno e miserias:
¡el miajón que llevamos los castúos
por bajo e la corteza!
Porque semos asina, semos pardos,
del coló de la tierra,
los nietos de los machos que otros días
triunfaron en América.
106
s'entiendi mehol la henti...
...Y pué que me comprenda
y m'ayui a embrocal el sacu
con tóh loh pecauh que tenga...
Y cuandu ehté prepamu
pa doblal la serbilleta,
me dé la ehtampa del Crihtu
y besándula me duerma.
Quisiera confesarles, para terminar, que me siento orgulloso de poder hablar en
la misma lengua en la que (aunque no se trate de una de esas que llaman oficiales),
hablaron y escribieron eminentes extremeños, a quienes recordamos hoy, una vez
más, con el respeto y la admiración que nos merecen.
Gracias a todos por escuchar mi humilde aportación en este acto, que deseo sea
fructífero y edificante para nuestra tierra.
Muchas gracias.
107
JOSE MARíA REAL ANTÓN
Calzadilla, 26 de Octubre de 2.002
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO O
HABLA DE EXTREMADURA
PONENCIA:
JUAN J. CAMISÓN
108
Ponencia:
A VUELTAS CON LA H
(o cómo escribir las aspiraciones en extremeño)
109
muy sustanciosas, todos aceptamos unas reglas comunes que parece
que marcan la generalidad de este habla y que son, prácticamente,
idénticas en toda la geografía extremeña, en lo tocante a la grafía no
nos ponemos de acuerdo en absoluto.
110
más bien escasa) tenga que dilucidar ahora cómo y de qué manera va a
tener que escribir tal o cual sonido.
111
entrado el siglo XX para encontrar los primeros. Y no será hasta
finales de ese mismo siglo XX cuando empiecen a proliferar, en
verdad, los textos escritos en esta lengua.
Algún día habrá que ponerse a ello. ¿Por qué no puede ser éste
el momento de resarcirse de negligencias pasadas y de poner sobre la
mesa, en este foro, ciertas bases para que empecemos a avanzar en
este aspecto lingüístico?
112
Sé que, al traer aquí este planteamiento, quizás toque fibras
especialmente sensibilizadas para reaccionar en contra de esta
proposición, pero aún a riesgo de incomodar a quienes utilizan la H de
forma abusiva en sus escritos, y pidiéndoles todas mis disculpas por
hacerlo, pues no pretendo dogmatizar aquí, sino simplemente
informar, o en todo caso razonar sobre un problema muy generalizado,
seguiré con mi exposición sobre dicha problemática.
113
A mí me parece un disparate lingüístico (y esto lo digo
con toda la humildad del mundo) que deban escribirse con H
los siguientes grupos fonéticos:
a) Todas las ESES aspiradas de los plurales: loh, lah, casah, tomatih,
burruh, maluh, menúuh, güenuh...
c) Todas las ZETAS trabadas: gahpachu, zihzah, voh, veh, dieh, bihcu,
luh...
h) Todas las HACHES que no son aspiradas: hablal, he, has, ha,
hamus, héis, han, helmanu, hiju, humanu, hereal, helmosa...
114
l) Ciertas EFES aspiradas a principio de palabra: Hué, huerun, huisti,
huimuh, huerza, huerti, hoscu, Helipi, jumal, jebreru...
115
ESE, ciertas ZETAS, ciertas EFES y otras CONSONANTES
RARITAS (que sin saber por qué han aspirado), son lo mismo.
O, peor aún, poderles hacer creer que las palabras que
comienzan por dichas consonantes, resumidas en Extremeño
bajo la polivalente H, proceden del mismo tronco semántico.
116
HUESO>GÜESU/ HUEVO>GÜEVU/HUERO>GÜERU/
HUERFANO>GÜÉLFANU/HUERTO>GÜERTU
117
de base para futuros estudios y que, en mi modesta opinión, deberían
ser como sigue:
Y luego dictaría la norma que, en este caso, creo que debería ser
que “las eses trabadas son siempre aspiradas y las eses de los plurales
lo son también mayoritariamente, aunque ante algunas palabras que
comienzan por vocal no se aspiran”
118
Sobre las ZETAS ASPIRADAS:
Las ZETAS TRABADAS siempre son aspiradas, pero deberían
escribirse con ESE, pues es hacia esa consonante hacia la que deriva
la articulación del extremeño cuando, al intentar hacer un esfuerzo de
pronunciación, un extremeñoparlante las pronuncia, ya que se ve
incapacitado para pronunciar la ZETA.
Escribiría por lo tanto:
GASPACHU/GASNÁPIRU/ DIES/ BISCOCHU
119
no tiene sentido que una lengua que ya posee una grafía para la
aspiración, LA JOTA, utilice además otra: la hache.
120
HOY MI HELMANU HA VENÍU CON MI HELMANA Y
HAMUS ESTÁU HABRANDU MÁS D’UNA HORA
121
EL INGINIERU S’AGITÓ AL PASAL LA PÁGINA Y VEL
LA NOTICIA.
122
filológica utilizar, en el caso que nos ocupa, una consonante muda
para representar una aspiración.
123
(Helipi hue ahuyendu ‘e ti polque hidi que humabah
muchu y teníah un heol tan rehuerti nel hatu a humu que lah
hentih de toh loh lauh ahuían lehuh na máh que tu
ahorrrabah pol lah callehah en qu’ehtaban elluh hiciendu lo
que huera. Dihun que loh teníah ahumáuh y hartus y que
heíah huerti com’un hurón, que no t’ahuntarah máh con
elluh. Loh humaorih héih de hacelvuh loh huertih o
harrealvuh güenuh perhúminih pa que lah hentih no voh
arrehuyan, hihu, qué leh vah a hadel, lah cosah se voh han
puehtu ahináh con loh que no humamuh.)
Desde mi experiencia como escritor en extremeño y como
filólogo, así he visto el problema y así he querido exponéroslo, que no
es lo mismo que imponéroslo, cosa que no pretendo en absoluto. Es
preferible que cada uno saque sus propias conclusiones y que
decidamos entre todos lo que mejor sea para el desarrollo futuro de
nuestra lengua.
124
entre AMUS (del verbo IR) y AMUS (del verbo HABER), entre
E (del Verbo HABER) y E (interjección), entre AS (del verbo
HABER) y AS (de la Baraja), entre AY (del verbo haber) y AY
(interjección), entre AIGA del verbo haber y AIGA coche, etc ...
125
Calzadilla, Octubre 2002
126
I CONGRESO DEL HABLA EXTREMEÑA
OCTUBRE - 2002
LA CONSTITUCIÓN HISTÓRICA
DEL LÉXICO EXTREMEÑO
127
1. Para abordar el problema de la constitución histórica del léxico extremeño, es preciso
referirse antes a la historia de la propia Extremadura, fundamentalmente a la de aquellas etapas en
las que se formó la base lingüística de sus hablas1.
A mediados del s. XII, las fronteras castellana y leonesa (las extrematurae) rebasan el sistema
central y llegan hasta el Tajo, quedando así configuradas dos zonas fronterizas en la parte centro-
occidental de la Península: la Transierra leonesa (diócesis de Coria), al oeste de la Calzada de
Guinea, y la Transierra castellana (diócesis de Plasencia), al este. A finales del mismo siglo, Alfonso
IX de León conquista definitivamente Alcántara y Cáceres, y en 1230, el mismo año de su muerte,
Badajoz, Mérida y Alange. Los castellanos, por su parte, con la toma de Trujillo, en 1232, terminan
de reconquistar su territorio en nuestra región. La recuperación del resto de la zona de expansión de
León será llevada a cabo por la Orden de Santiago, al mismo tiempo que Fernando III, que había
unificado definitivamente los dos reinos en 1230, reconquista la Baja Andalucía2.
1
Un resumen de la constitución histórica de lo que hoy es Extremadura, desde la época de la
Reconquista hasta el establecimiento definitivo de las dos provincias actuales de Cáceres y Badajoz, con los
límites administrativos que ahora tienen (reforma de Javier de Burgos, 1833), puede verse en el libro de
G. Martínez Díez, Origen del nombre de Extremadura, Badajoz, Dip. Prov., 1985.
2
Para todo lo relativo a la reconquista y repoblación del territorio extremeño son muy útiles, entre otros,
los siguientes títulos: Torre, A. de la, et al., La reconquista española y la repoblación del país: Conferencias del
curso celebrado en Jaca en agosto de 1947, Madrid, CSIC, 1951; González, J., Regesta de Fernando II, Madrid,
CSIC, 1943; Alfonso IX , Madrid, CSIC, 1944; El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, CSIC,
1960; y Reinado y diplomas de Fernando III, Córdoba, Caja de Ahorros de Córdoba, 1980; Romero Astray, M.,
Alfonso VII, Emperador: el Imperio Hispánico en el s. XII, León, Centro de Estudios e Investigación “San
Isidoro”, 1979; Moxó, S. de, Repoblación y sociedad en la España cristiana medieval, Madrid, RIALP, 1979;
Martín Martín, J. L., “La repoblación de la Transierra (siglos XII y XIII)”, en Estudios dedicados a Carlos Callejo
Serrano, Cáceres, Dip. Prov., 1979, pp. 477-497; Montaña, J. L. de la, “La Extremadura cristiana (1142-1230). El
poblamiento”, Norba, XI-XII, pp. 99-219; y especialmente, Bernal Estévez, Á., Poblamiento, transformación y
organización del espacio social extremeño (siglos XIII-XV), Mérida, ERE, 1998. Con anterioridad a este último
estudio, este mismo autor publicó un resumen de una parte de su trabajo en el artículo “La repoblación del
espacio extremeño en la Edad Media: el poblamiento y la población”, Revista de Estudios Extremeños, LI (1995),
pp. 627-645. Las conclusiones del estudio publicado en 1998 no difieren esencialmente de lo apuntado en el
artículo de 1995, que es el que citaré en mis referencias.
128
a) En principio, se ha de señalar lo tardío y relativamente rápido del hecho de la conquista de la
mayor parte del territorio extremeño (el situado al sur del Tajo), que se realizó casi simultáneamente
a la del valle del Guadalquivir, zona esta última que, por su mayor atracción natural, por el apoyo
real y por otras causas, absorbió la mayor parte del flujo migratorio. Esta circunstancia determinó
que la repoblación de la actual Extremadura se convirtiera en una tarea que se prolongó, por lo
menos, hasta finales de la Edad Media (Bernal, 1995: 629-630 y 643). Este último hecho pudo
contribuir a una mayor igualación de la mayor parte de las hablas extremeñas con respecto a la
norma castellana.
b) Por lo que sabemos de los mozárabes, los pocos que hubieran permanecido entre los
musulmanes en la época de la reconquista de Extremadura, después de las reacciones almorávide y
almohade, habrían perdido ya todos los restos de su antigua lengua, fe y cultura, por lo menos en lo
que respecta a su manifestación comunitaria. Sobre los de Mérida, parece que en tiempos de
Alfonso VI se había extinguido su jerarquía eclesiástica, que la sede metropolitana y toda su
jurisdicción fue absorbida por Santiago en 1122, y que los pocos cristianos que quedaron tras las
invasiones almorávide y almohade fueron exterminados o llevados a África, donde se vendieron
como esclavos3.
c) Al sur del Guadiana, la permanencia de población mora fue más importante de lo que hasta
hace se sostenía, lo que contrasta con su presencia más excepcional al norte de dicho río (Bernal,
1995: 631-632 y 641-642). Este hecho puede haber tenido como consecuencia la conservación “in
situ” de algún elemento léxico de origen árabe o mozárabe.
d) Según afirma Manuel Ariza, a la parte leonesa de la Transierra acudirían gentes de
Salamanca, mientras que para la repoblación de la zona castellana se trajo población de Ávila y del
norte de Toledo. Después, desde 1212 hasta mediados del s. XIII, se produce la gran expansión de
León por toda Extremadura, pero en esta segunda etapa, aun cuando pudiese existir un predominio
3
Para las noticias acerca de los mozárabes y de la iglesia mozárabe en Mérida, véase lo que a este
respecto aporta Navarro del Castillo en su Historia de Mérida y pueblos de su comarca (Navarro, 1975, I: 377-
388).
129
de leoneses, los pobladores presentarían ya un cierto grado de castellanización, o fueron
castellanizándose en los siglos siguientes (Ariza, 1987a: 52-54).
Como precisión a lo anterior, se ha de apuntar que la presencia de pobladores leoneses fue
también importante en determinadas zonas del área placentina (Flores, 1988: 1541 y 1456), que
está constatada la presencia de linajes asturleoneses en Alcántara y que el poblamiento de Mérida
debió de ser hecho principalmente por las huestes de Zamora que participaron en su conquista
(Bernal, 1995: 641-642). Por otro lado, sabemos también que para la repoblación de Cáceres
acudieron “leoneses y algunos castellanos” (González, 1980: 421). La presencia de estos últimos,
según Bernal Estévez, ha dejado una huella menor, aunque abulenses debieron de ser los primeros
pobladores de Plasencia y quizá también lo fueran en Trujillo, mientras que en Cáceres su presencia
fue más reducida (Bernal, 1995: 642). En época más tardía, la repoblación de buena parte del
cuadrante suroriental de Cáceres y el extremo nororiental de Badajoz fue llevada a cabo por gentes
venidas de Toledo (Ariza, 1987a: 53).
e) La presencia de inmigración de origen gallego es importante en el extremo noroccidental de
Cáceres (zona de la “fala”) y en otros lugares de la Transierra leonesa y de toda la franja, de norte a
sur, perteneciente al reino de León (Bernal, 1995: 642).
f) Un sustrato de población de origen portugués existe a lo largo de toda la frontera,
principalmente en Valencia de Alcántara, Alburquerque y La Codosera, lo que no es extraño, dada
la indefinición de los términos con Portugal en la Edad Media en esta zona. Después, la inmigración
procedente de Portugal, a través de la raya, es un fenómeno que se continúa con el tiempo (Bernal,
1995: 641-642).
g) En la zona al sur del Guadiana, la identificación del origen de los pobladores es confusa,
debido en parte a la ausencia de fuentes documentales tempranas (Bernal, 1995: 642). A este
respecto, Fernando Flores apunta que el análisis de los linajes pacenses revela la presencia de
gentes venidas de los más diversos reinos: castellanos, galaico-portugueses, vasco-navarros, etc.
(Flores, 1988: 1451-1452). Esta falta de uniformidad en la procedencia de los repobladores, como
consecuencia de la unión política de León y Castilla, contribuyó a producir una mayor nivelación
lingüística (Ariza, 1987a: 54).
h) Manuel Ariza, finalmente, se refiere a dos cuestiones fundamentales del devenir lingüístico en
etapas más modernas: la influencia sobre las hablas extremeñas de la norma castellana meridional,
130
representada por el habla de sus dos capitales principales (Toledo y Sevilla); y el establecimiento
posterior de la norma castellana moderna, es decir, la del habla de Madrid, que influye en toda
Castilla la Nueva, pero que no llega a Extremadura, donde la norma sigue siendo la toledana (Ariza,
1987a: 52-53), por lo menos hasta época reciente.
3. Como consecuencia de estos hechos se configuran los rasgos lingüísticos principales de las
hablas de Extremadura pertenecientes al dominio del español4 . Así, partiendo de un fondo general
que, en buena parte de la región, pudo ser leonés castellanizado o castellano con rasgos leoneses, la
mayor parte de las hablas extremeñas, junto con algunas áreas fronterizas del sur de Salamanca y de
Ávila, del oeste de Toledo y del noroeste de Andalucía5, quedaron unificadas bajo unos caracteres
fonéticos meridionales (compartidos con Canarias y Andalucía, y la mayor parte de Castilla la
Nueva y Murcia): aspiración de la /h/ procedente de /f/ inicial o de aspiradas árabes; pronunciación
como aspirada de la /x/ castellana; aspiración y pérdida de /s/ y otras consonantes implosivas;
alteraciones y pérdidas de las implosivas líquidas /l/ y /r/; pérdida de la /d/ intervocálica; y, en menor
medida, el yeísmo. Dentro de esta fundamental unidad de caracteres quedaron particularmente
singularizadas, por su reconquista y repoblación más temprana, las hablas del cuadrante
4
Para una visión de conjunto sobre las hablas gallego-portuguesas de Extremadura, véanse los trabajos
de J. M. Carrasco González, “Hablas y dialectos portugueses o galaico-portugueses en Extremadura”, Anuario de
Estudios Filológicos, XIX (1996), pp. 135-148, y XX (1997), pp. 61-79; y “Los asentamientos alentejanos en la
frontera extremeña en el siglo XX: Pervivencia y desarrollo de las hablas portuguesas en Extremadura”, en
Encuentro “Relaciones Alentejo - Extremadura en el siglo XX” (núm. monográfico extraordinario de O
Pelourinho), Badajoz, Ayuntamiento de Badajoz, 1996, pp. 73-91 .
5
Véase fundamentalmente en Navarro Tomás, T., A. M. Espinosa (hijo), y L. Rodríguez Castellano, “La
frontera del andaluz”, Revista de Filología Española, XX (1933), págs. 225-277 (recogido también en Navarro
Tomás, T.,Capítulos de geografía lingüística de la Península Ibérica, Bogotá, ICC, 1975, pp. 21-80); y Espinosa,
A. M. (hijo), y L. Rodríguez Castellano, “La aspiración de la h en el sur y oeste de España”, Revista de Filología
Española, XXIII (1936), pp. 225-254 y 337-378;
131
noroccidental de Cáceres y otras localidades y zonas más aisladas de esta provincia, todas
caracterizadas más claramente por rasgos de raigambre asturleonesa, así como por la conservación
de caracteres fonéticos hoy arcaicos que compartieron tanto el leonés como el castellano 6.
6
Vid. también en Ariza, 1987a: 53-55.
132
No obstante, los rasgos fonéticos más generalizados, en su conjunto, configuran un área
lingüística diferenciada, puesto que Andalucía se caracteriza además por el seseo o ceceo y otras
innovaciones fonéticas, y en Castilla y en Murcia se pronuncia una /x/ castellana y no se conserva la
aspiración de la /h/. Sin embargo, el hecho de que este último rasgo, así como las alteraciones de las
líquidas implosivas, tengan hoy un carácter esencialmente vulgar y caduco, y sean, por tanto,
rechazados por la mayor parte de la población, unifica básicamente el conjunto de las hablas
extremeñas con las del resto de la mitad meridional de la Meseta. Por lo que respecta a los
caracteres morfológicos y sintácticos, poco hay que diferencie globalmente a las hablas extremeñas
de las de la mayor parte del dominio del español7.
4. Donde quizá pueda encontrarse una mayor riqueza en el conjunto de las hablas extremeñas
del dominio del español, es en el léxico, tanto por su misma diversidad interna, como por la variada
procedencia de los elementos que en él se congregan.
Existen numerosos vocabularios de voces extremeñas, algunos dedicados a una determinada
parcela del léxico, otros de carácter local y otros que abarcan todo el ámbito regional. Sin embargo,
pocos son los trabajos en los que se ha abordado el estudio científico de algunos de estos
materiales, bien desde el punto de vista de su estructuración en áreas léxicas, bien desde el de las
relaciones semánticas, o bien desde el de la procedencia o filiación histórica.
En lo que respecta a la configuración geográfica del vocabulario, hay que destacar los artículos
que en esta línea realizó M. Ariza (Ariza, 1980 y 1987c), los que yo mismo he dedicado a
determinados conceptos (Becerra, 1987, 1988, 1995a, 1995b, 1998) y los recientes trabajos de
González Salgado (1999, 2001). Sobre estructuras de significado el único estudio existente es el de
Pedro Barros sobre el campo semántico ‘arar’ (1977).
Por lo que atañe a la filiación geográfico-histórica de los elementos léxicos extremeños, son
también pocos los trabajos que aportan documentación de los materiales recogidos y que pueden,
por tanto, ofrecer conclusiones a este respecto. Aquí cabe destacar algunos artículos de Manuel
Ariza (1987b, 1993, 1995), Eduardo Barajas (1988), López de Aberasturi (1988), mi estudio
7
Para una síntesis de los rasgos fonéticos y morfosintácticos de las hablas extremeñas del dominio del
español, véanse fundamentalmente los capítulos de Salvador Plans dedicados a estos aspectos en el libro de
conjunto El habla en Extremadura, (Salvador, 1987: 25-44).
133
sobre el léxico agrícola de Almendralejo (1992), el que he dedicado a otros campos léxicos del
habla de esta misma localidad (1999), y las aportaciones que en este misma línea hacen Viudas
Camarasa en su edición de las Obras completas de Luis Chamizo (1982), y Alonso Zamora y
Eugenio Cortés en sus monografías sobre el habla de Mérida e Higuera de Vargas respectivamente
(Zamora, 1943; Cortés, 1979).
En mi citado estudio sobre el léxico del habla popular de Almendralejo (Becerra, 1999) he
analizado los campos léxicos del tiempo, de los accidentes topográficos, de las plantas silvestres y
cultivadas, de los animales silvestres y domésticos, y de la casa tradicional, faenas domésticas y
alimentación. Todo el vocabulario, recogido con cuestionario, está ordenado por campos
ideológicos y conceptos, y ampliamente documentado y estudiado en lo que respecta a su filiación
geográfico-histórica. Como buena parte del léxico recogido está presente en muchas otras partes de
Extremadura, las conclusiones de este estudio pueden extrapolarse, en buena medida, a las de una
gran parte de las hablas extremeñas.
5. Tal como ya he apuntado, el léxico de las hablas extremeñas del dominio del español se
caracteriza por su rica variedad interna, aspecto en lo cual Extremadura no se diferencia de otras
áreas lingüísticas, también ricas, y también por la variada procedencia de sus elementos.
Coincidiendo básicamente con lo que ya ha sido visto por otros autores que se han dedicado a esta
cuestión, el léxico extremeño puede clasificarse en los siguientes grupos fundamentales: 1) léxico de
carácter normativo o estándar, presente en la mayor parte de las hablas del dominio del español
peninsular; 2) léxico de carácter no estándar de extensión generalizada o muy amplia; 3) arcaísmos,
es decir, voces que estuvieron más difundidas en otras épocas y que después han quedado
relegadas en el nivel vulgar o popular de la lengua o en el habla de determinadas regiones;
4) regionalismos de diversa extensión, procedentes en su mayoría de usos arcaicos o antiguos;
5) usos lingüísticos de localización occidental; 6) léxico de localización meridional; y 7) usos que
podrían calificarse como propiamente extremeños.
134
escampar, calarse, relámpago, helar, camino, valle, vega, charco, terrón, barro, cieno,
embarrar, amapola, diente de ajo, melón, rana, caracol, tocino, morcilla, chorizo, burro,
potro, cerrojo, corral, pajar, chispa, ceniza, vaso, jarra, cena, asar, etc8.
Muchas usos lingüísticos todavía corrientes en los pueblos se refieren a realidades o conceptos
obsolescentes, olvidados o poco conocidos en el mundo urbano actual, por lo que, en este sentido,
son voces de conocimiento más escaso, pero no por ello pueden ser consideradas como arcaísmos
o voces arcaizantes, sino que se han de tener, en general, por usos normativos. Dentro de este grupo
de formas, podrían incluirse diversos nombres de plantas y animales silvestres cuyo conocimiento,
fuera del mundo científico o del entorno rural, es escaso, como cardo corredor, triguero,
verderón, etc.; voces relacionadas con los animales domésticos, como hozar, pisar ‘cubrir el
macho de las aves a la hembra’, chicharrón o artesa, entre otras; y diversas formas relacionadas
con la casa y el modo de vida tradicionales como tranca, postigo ‘puerta que se abre dentro de la
puerta principal’, yesca, candil, palmatoria, palanganero, pavesa, orza, etc.
5.2. Usos de carácter no estándar extendidos por gran parte del dominio del español
Determinados usos parecen no coincidir con los propios de la norma culta del español
peninsular actual o, al menos, del español del centro de la Península, puesto que son, o parecen ser,
en la actualidad, minoritarios por unas u otras razones. En unos casos, por ser propios del habla
rural, o quizá por ser regionales o arcaizantes en cierta medida; y en otros, por pertenecer al
lenguaje coloquial, por ser usos figurados o expresivos, o por ser formas relativamente modernas y
poco asentadas en el uso. Dentro de este grupo de voces podrían considerarse las siguientes: aire
‘viento’, solano ‘(viento) del levante’, emborregado ‘(cielo) empedrado’, agua ‘lluvia’,
encapotado ‘(cielo) cubierto’, cerrado ‘(cielo) cubierto’, abrir ‘despejarse (el cielo)’, echarse
‘calmarse (el viento)’, miseria ‘infección de piojos’, pipi ‘piojo’, capar ‘castrar’, penco ‘jamelgo’,
garañón ‘burro semental’, panal ‘avispero’, aspearse ‘despearse’, cuarto ‘habitación’,
almohadón ‘funda de la almohada’, almuerzo ‘comida que se hace alrededor de las diez’, lámpara
‘mancha de grasa’, rodilla ‘trapo de cocina’, corcusido ‘cosido mal hecho’, etc.
8
Para la documentación de estas voces y de las que se citan a continuación, remito a mi estudio Léxico
popular del habla de Almendralejo (Badajoz) (Becerra, 1999).
135
Entre las voces de carácter más o menos normativo, hay algunas que parecen, en cierta medida,
arcaizantes. Estos usos parecen haber sido desplazados de diversas zonas del dominio central del
castellano y de otras áreas por otros más modernos o con mayor vitalidad, aunque no pueden
calificarse como verdaderos arcaísmos, pues parece que todavía se emplean en muchas zonas del
dominio central del español peninsular. Algunas de estas formas son las siguientes: raso ‘(cielo)
despejado, claro’, culebrilla ‘culebrina, relámpago en forma de línea quebrada u ondulada’, trocha
‘atajo’, atrochar ‘atajar’, joyo ‘cizaña’, vana ‘(nuez) vacía’, pez ‘pescado de agua dulce’, avíos
‘utensilios que se preparan para un determinado trabajo’, aliñar ‘condimentar, aderezar’, bestias
‘caballerías’, badila ‘paleta del brasero’ y otras.
9
Para el concepto de arcaísmo, véase fundamentalmente el artículo de C. Corrales, “Tipología de los
arcaísmos léxicos”, en Alvar, M. (coord.), Actas del II Simposio Internacional de la Lengua Española (Las
Palmas, 1981), Las Palmas, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1984, pp. 131-143.
136
etimológica de pestiño), varraco ‘verraco’, mirasol ‘girasol’, avetarda ‘avutarda’, malacatón
‘melocotón’, jabalín ‘jabalí’ y bacinilla ‘orinal’.
10
137
2) Usos arcaizantes de localización occidental o preferentemente occidental
Usos arcaicos o arcaizantes que están hoy localizados preferentemente en zonas occidentales
son los siguientes: baraña ‘celaje’ y los derivados barañado y embarañado ‘(cielo) con celajes’
(representantes arcaicos y etimológicos de maraña y enmarañado), antier ‘anteayer’, entumirse
‘entumecerse’, escambrón ‘cambrón’, calandra ‘calandria’, manadero ‘manantial’, cuadriles
‘ancas, caderas’, nublado ‘nubarrón’, lumbrera ‘lucana, tragaluz’, traste ‘trasto’, etc.
11
138
5.4. Regionalismos que constituyen pervivencias de usos arcaicos o arcaizantes
Determinadas usos, que esencialmente hay que considerar como “regionalismos”, son variantes
o derivados (derivados léxicos, derivados semánticos o derivados léxico-semánticos) de voces
antiguas, arcaicas o arcaizantes, o son formas que están cruzadas con este tipo de vocablos. En este
sentido, por tanto, pueden considerarse todas estas formas, desde una perspectiva diacrónica, como
pervivencias regionales de usos arcaicos o arcaizantes.
Estas voces son del tipo de las siguientes: arrutado ‘aterido, encogido por el frío’, leonesismo
que parece proceder de la desusada arrufar ‘encresparse, encorvarse’, forma que seguramente se
cruzó con arrutar ‘oxear’, voz de distinto origen presente también en zonas leonesas; arrecacharse
o recacharse ‘guarecerse’, junto con recachera, regachera o recacha ‘lugar de abrigo’, usos que
se localizan casi exclusivamente en Extremadura y en Andalucía, pero que seguramente están
emparentados con otros análogos presentes en otras partes, seguramente representantes todos de
un tipo léxico arcaizante recachar ‘agacharse, encorvarse’; y bajial ‘lugar bajo que se inunda’
(derivado en última instancia del adjetivo antiguo bajío ‘(terreno) bajo’), uso que, junto con bajío,
utilizado como sustantivo, constituye un tipo léxico localizado principalmente en Extremadura,
Andalucía, Canarias y América.
Algunos usos se deben a especializaciones o restricciones semánticas de formas que debieron
de estar más difundidas y que seguramente tuvieron un significado más amplio. Entre estos, pueden
señalarse los siguientes: arriarse ‘guarecerse’ (presente en Ávila, Salamanca y Extremadura),
derivado semántico de un uso antiguo de arriar, con el sentido de ‘dejar arreglada o guardada una
cosa’, del que también procede el marinerismo arriar ‘recoger (las velas, los cabos, etc.)’ y otros
usos regionales; y hoya ‘hoyo para plantar’ (frente a la más general hoyo), especialización de la
forma antigua de la palabra (< fovea), refugiada también en la actualidad en otras acepciones de
tipo normativo.
Entre los derivados semánticos, apunto los siguientes: padrón (en Almendralejo ‘servidumbre
de paso’; en otros lugares ‘ribazo’, ‘linde’, etc.), pervivencia de la anticuada padrón ‘piedra con
una inscripción que recuerda un suceso’, ‘piedra de lindes’; blanda ‘rocío’, localizada también en
Andalucía con este valor, pero derivada en última instancia de blando ‘(tiempo, estación) suave’,
voz más extendida que dejó de ser usual en el siglo XVIII; y brusco ‘viento fuerte, vendaval’,
relacionado con el poco corriente brusco ‘(tiempo) desapacible’.
12
139
Entre las simples variantes de usos arcaicos pueden considerarse, entre otras, las siguientes:
cañiherro ‘cañaheja, cañaherla’, variante que, con otras análogas localizadas en diversas zonas
(Salamanca, Extremadura, Soria, Cuenca y puntos de Andalucía y Aragón), constituye un grupo de
formas derivadas de la variante antigua cañaherra, registrada por Nebrija; y ristre ‘ristra’, voz que
conserva la vocal final etimológica (< lat. r_,este), y que con otras análogas constituye un grupo de
formas que se localizan en diversos lugares (Galicia, hablas asturleonesas, Extremadura, Cuenca y
puntos de Andalucía).
10
Para el concepto de “continuo”, en oposición al de “discreto”, véase especialmente en Gimeno, 1990:
16-23; y en Chambers y Trudgill, 1994: 19-28.
13
140
La presencia de estos usos occidentales en Extremadura podrá deberse, en muchos casos, a
prolongación natural de los presentes en el dominio dialectal leonés, pero hay que tener en cuenta
que muchos de estos usos podrían haber estado igualmente difundidos en épocas antiguas por zonas
más amplias que las que actualmente presentan en el área más propiamente castellana, por lo que
atribuir la existencia de estos usos en esta región a propagación de usos leoneses no sería más que
ofrecer una explicación parcial y “discreta”11 de lo que es un problema más complejo.
11
Véase la nota anterior.
14
141
que atribuir seguramente a extensión de usos leoneses. Son formas como cinojo (alteración de
finojo ‘hinojo’), tumillo ‘tomillo’ y gallo ‘gajo’.
3) Occidentalismos
Incluyo en este apartado voces comunes al gallego-portugués y al asturleonés, y de las que no
puede precisarse claramente, con los datos de que disponemos, si se han propagado desde el
gallego-portugués a áreas occidentales del dominio del español, o si son también propias del
asturleonés desde época antigua. Entre estas, pueden considerarse las siguientes: papardilla
‘garduña’ (en el DRAE: patialbillo y papialbillo ‘gineta’, con asignación equivocada), forma que
constituye un tipo léxico común al portugués (papalvo ‘hurón’ y ‘garduña’) y a hablas del extremo
occidental del dominio del español, desde el occidente de Asturias hasta puntos de Huelva; y
ramajo ‘escobón burdo’, forma que con la gallego-portuguesa ramalho - ramallo y otras análogas
localizadas en zonas del oeste de las provincias de Asturias, León y Zamora, constituye un tipo
léxico occidental que se ha extendido a Canarias, América y puntos del oeste de Andalucía, con
prolongaciones hasta Albacete.
15
142
5.6. Usos de procedencia meridional, o de localización meridional o preferentemente meridional
Se engloban normalmente bajo la denominación de “meridionalismos” aquellos usos que, desde
el punto de vista de su uso en el habla popular, son especialmente propios de áreas meridionales del
dominio del español peninsular, aunque su área de difusión se haya extendido hacia zonas norteñas.
Sin embargo, establecer la vía de difusión de algunos elementos léxicos meridionales no es
sencillo, puesto que no es posible determinar claramente, en algunos casos, con los datos
geográfico-lingüísticos e históricos de que ahora disponemos, si el español común ha tomado estas
voces de las hablas meridionales, que habrían retenido elementos de origen arábigo o mozárabe, o si
la adopción se produjo más tempranamente, en los primeros siglos de vida de los romances
hispánicos, bien por contacto directo, por retenciones habidas en las tierras norteñas, por medio de
los mozárabes huidos al norte, o a través de otro tipo de vía de transmisión de préstamos. En este
segundo caso, la difusión de estas voces en las hablas meridionales —entre ellas, las extremeñas—
no podrá deslindarse de lo que es la extensión natural de usos asentados firmemente en el castellano,
o en los otros romances norteños, tal como es el caso de los arabismos más antiguos, como aldea.
Por otro lado, existe también el problema de si la difusión de los elementos meridionales del
castellano se debe a la propagación de usos andaluces, o si —sobre todo, teniendo en cuenta la
pervivencia del mozárabe en Toledo en el momento de la reconquista de esta ciudad (finales del
s. XI)— algunos de estos usos, sobre todo los más extendidos, pudieron estar más o menos
difundidos en amplias áreas meridionales, o pudieron haberse expandido desde el centro-sur de la
Meseta a otras zonas sureñas, incluso a la propia Andalucía.
A este respecto, se ha de señalar que el área de difusión de muchos meridionalismos llega por el
norte hasta Salamanca y la Rioja. En este tipo de formas, es decir, en las más extendidas, es posible
suponer que el camino de expansión de la voz haya sido, fundamentalmente, desde el centro hacia el
sur, mientras que en el caso de las voces menos extendidas, normalmente formas que parecen más
modernas, es posible que estemos ante la propagación de usos más propiamente andaluces. Pero un
criterio tan simple como este no puede ser tomado como válido en todos los casos, por lo que me
refiero, en principio, a todas estas formas, en general, como meridionalismos, y englobo en un grupo
especial aquellos usos de los que se puede tener mayor seguridad de que podrían ser de origen
andaluz. Por lo general, incluyo entre estos últimos aquellos que, grosso modo, no sobrepasan, por
16
143
el norte, los límites de la provincia de Badajoz, la Mancha y la región murciana, y otros de los que
tengo algunos elementos con los que establecer una más exacta filiación.
1) Frente a algunas formas arcaizantes ceñidas hoy preferentemente a áreas meridionales, las
cuales no pueden considerarse, en principio, como meridionalismos, en sentido estricto, y a las que
ya me he referido más arriba, existen otras que sí parecen estar especialmente ceñidas a zonas
meridionales, o que, desde zonas meridionales han extendido su uso por algunas zonas norteñas.
Entre todas estas son abundantes los arabismos y los mozarabismos. Se trata de usos como flama
‘calor ardiente’ o ‘bochorno’, quizá también alberca ‘balsa, estanque’, resolana ‘solana’,
argamula ‘lengua de buey’, cenacho, caleño ‘calizo’, lindazo ‘ribazo’, palodulce (frente a la
norteña regaliz), y otras.
2) Podrían ser de origen andaluz, con mayor seguridad, las siguientes formas: nea, enea o anea
‘espadaña’, albarillo ‘albaricoque’, palmas ‘celajes’, blanda ‘rocío’, tagarnina ‘cardillo’,
alhucema ‘espliego’, trompa ‘hocico del cerdo’, cortijo ‘casa de labor en el campo’ (extendida
después en el uso general de la lengua), alicante ‘reptil fabuloso’, cigarrón ‘saltamontes’, alvellana
‘cacahuete’ y alvellana serrana ‘avellana’, escupidera ‘orinal’, borcelana ‘palangana’,
repápalo(s) ‘ciertos bollos de pan rallado’, etc.
17
144
podrían deberse a conservaciones in situ de usos existentes en las hablas anteriores a la reconquista
y repoblación de estas tierras.
En cualquier caso, la mayor parte de las formas que pueden considerarse, en principio, como
propiamente extremeñas no son más que variantes fonéticas o derivaciones léxicas o semánticas de
otros usos más extendidos. Muchas de estas voces parecen tener extensión exclusivamente local,
comarcal o provincial; en general, son esencialmente modernas; y no pocas podrían aparecer
igualmente en otros lugares.
La creatividad léxica se manifiesta en la presencia de usos léxicos autóctonos formados
mediante los procedimientos habituales: formación de palabras nuevas partiendo de diversas
motivaciones, derivaciones morfológicas y derivaciones semánticas. La formación de nuevos signos
tiene una mayor importancia, como suele ser normal en las hablas rurales y regionales, en los campos
de las denominaciones de insectos y otros animales pequeños, en los nombres de ciertas plantas, en
las especialidades culinarias, etc.
18
145
cerraja, debida a equivalencia acústica y a cruce con forraje; acergón ‘acederón’, por cruce con
acelga; panzagrulla ‘(cielo) cubierto que no amenaza lluvia’, forma local de panza de burro, uso
de tono coloquial registrado en otras partes y recogido en el DRAE; cornijuela, variante de
correhuela; y otras.
19
146
cortatijeras’, localizada en otros lugares de Extremadura; calenturón, denominación extremeña del
‘abejorro’ o de la ‘libélula’, extendida a puntos de Andalucía occidental; zumbón ‘abejorro negro’,
voz presente en diversos puntos de la provincia de Badajoz; marrajo, denominación extremeña
occidental del ‘gallipato, especie de tritón’; cabezorro ‘alcaudón real’, por su cabeza aparentemente
grande, motivación que está igualmente en el origen de la normativa alcaudón (< *capitone, de
caput); colmillo, nombre provincial de la ‘lamprea’; y otras de más limitado alcance geográfico.
También las denominaciones de ciertas especialidades culinarias, por su propio carácter de
realidades más o menos peculiares de cada lugar, se prestan a creaciones léxicas diversas, algunas
de ellas muy interesantes, como las siguientes: gañote ‘especie de pestiño’ o ‘pestiño’, uso
extremeño que ha sido localizado en puntos noroccidentales de Andalucía; y cojondongo, ‘ensalada
de tomate’, denominación característica del occidente de Badajoz y de zonas suroccidentales de
Cáceres.
6. Conclusión
20
147
El análisis del léxico popular del habla de Almendralejo, que puede constituir una muestra
representativa del de una buena parte de Extremadura, muestra que en las hablas extremeñas, como
en muchas otras hablas de carácter regional, se dan cita elementos de muy diverso carácter y
procedencia: usos de carácter estándar, usos de carácter popular, vulgar o regional muy extendidos,
arcaísmos especialmente conservados en diversas zonas y otros especialmente retenidos en
Extremadura, occidentalismos, meridionalismos y usos de carácter más propiamente extremeños.
Estos últimos, junto con los arcaísmos y las voces de diversa procedencia especialmente
conservadas en Extremadura y desaparecidas de muchas otras partes, constituyen, desde el punto
de vista sincrónico el conjunto de voces que más propiamente caracterizan a las hablas extremeñas.
Muchas de estas voces, sin embargo, por lo que hemos podido comprobar en el habla de
Almendralejo, tienen un alcance geográfico limitado o parcial, aun dentro de la propia Extremadura.
21
148
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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soporte CD-ROM.
22
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23
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24
151
Primer Congreso sobre el Extremeño - Calzadilla (Cáceres) 24 de octubre d
estudio.
Una cosa me llamó la atención y el lector podrá comprobar en
cuanto repase atentamente lo que acabo de escribir, encontré más
libros que hablaban del extremeño en las mencionadas bibliotecas
-en especial la estadounidense- que lo que podía encontrar en la
recién creada Universidad Extremeña (hablo del año 1977 en que
presento mi trabajo final de doctorado) creada oficialmente en
1973. Por supuesto nada de ello había en el curso 1972-1973, un
año antes de la creación de la mencionado Universidad extremeña,
en el que presento mi Tesis de Licenciatura: "Terminología ganadera
de Higuera de Vargas -Badajoz-"
Conservo la carta en la 153
que la Real Academia de la Lengua
Española, a través de su Secretario perpetuo el afamado Profesor D.
Alonso Zamora Vicente , me felicitaba por el trabajo que desarrollé
en "El Habla de Higuera de Vargas" que fue el sustrato del que
extraje todas mis conclusiones con respecto al extremeño.
Los autores que habían tratado el tema no daban
consideración de dialecto al extremeño, sino habla de t r á n s i t o ,
y yo seguí esa nomenclatura en el primero de mis trabajos.
De todos ellos salió el que hablaba al principio que presenté
en el I Congreso de Escritores Extremeños y en el que de manera
científica aseguraba que podíamos aplicar la palabra dialecto al
extremeño. Todas las conclusiones me llevaban al mismo término. Y
qué significaba el término dialecto?. Fundamentalmente
DIFERENCIACIÓN.
Vivíamos, entonces, un tiempo ea el que no se reparaba
tanto en lo diferenciador, aunque existía. Prueba de ello es que en
nuestras relaciones humanas, a lo largo y ancho del p a í s . (entonces
el único "país" para los de mi generación que existí
semánticamente hablando, a pesar del avance que la palabra venía
teniendo en las Comunidades Nacionalistas, especialmente en
Vascongadas y Cataluña, que después tomaron carta de naturaleza
en la Constitución que nos dimos los españoles) cuando alguien, que
no fuera de nuestra tierra, establecía diálogo con alguno de nosotros
en un contexto que no fuera Extremadura solía decir algo así como
" Vd. es andaluz, ¿verdad?; a lo que le respondíamos que no
éramos andaluces sino extremeños. Poca gente, en aquél momento
DIFERENCIABA a los unos de los otros.
Todos éramos considerados del territorio andaluz que era el
que más presencia lingüística tenía
154 en la mente de los hablantes del
BIBLIOGRAFÍA:
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157
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158
1. Consideraciones generales.
1
159
gama de colores, solamente un matiz de los muchos que puede tomar el color
blanco. Tiene peculiaridades léxicas y fonológicas pero comparte la sintaxis con el
castellano o lengua española, porque es lengua de aquellos españoles que
además son extremeños y además son chinatos. No es, ni lo son las demás
lenguas extremeñas, formas viciadas del castellano, aunque con frecuencia
participan del organismo y de la naturaleza, en su estructura anatómica y
fisiológica, de la lengua castellana, en nuestro caso aclimatada a los confines de
Malpartida de Plasencia, merced a las costumbres, forma de vida, tendencias
ideológicas y “contactos” de las gentes del pueblo con ganaderos trashumantes
que recorrían la línea formada entre el norte de Extremadura, León y Castilla en
busca de pastos, lo que justifica que el chinato utilice en su léxico arcaísmos
leoneses y algunos pueblos de León reconozcan términos de uso chinato.
El habla de los chinatos está menos afectada que otros usos del extremeño
por las normas gramaticales, conserva mas su pureza o está menos evolucionada.
2
160
emocionante que se pega más al corazón que al oído; es el habla “tal y como
suena”.
Las formas fonéticas singulares superan los mil quinientos vocablos, mas
que suficientes para facilitar el desenvolvimiento de lo cotidiano, cuanto para
acaparar un vasto compendio de conocimiento vulgar, que no por ser vulgar
rehusa la inteligencia aguda y perspicaz del chinato. Ese cómputo es una
característica definitoria de la condición de lenguaje propio, como también jlo es el
concreto ámbito geográfico de difusión, pues en la medida en que nos alejamos
del término municipal de Malpartida los elementos toman giros distintos propios de
otras realidades lingüísticas. Cierta riqueza de sinónimos reflejan la repetición de
acciones, la rutina de faenas, la identidad de sentimientos, y es consecuente que
repitiendo con insistencia una misma acción se busque la variedad en el modo de
denominarla.
En su estructura:
3
161
“dapolculo” es el que molesta o incordia, sin embargo, en el constructo que
presentamos, dicho con énfasis constituye una admiración, un halago, un
reconocimiento a una acción, a un valor, aporta un refuerzo al adjetivo (¡que joio
dapolculo, lo lijtoquej!). Dicho en tono airado, precedido de otro término significa
leve reproche, reprimenda suave, sin ánimo de ofender (¡ándalla, joio
dapolculo!).
El ceceo es otra característica del habla de los chinatos. Cita Diego Catalán
(1954) “Malpartida forma un islote ceceante rodeado por una gran zona en que
se practica la distinción s-c, z”; así como la aspiración de la –s final que suena
como –j; pérdida de la –d; sustitución de la –r por la –l y viceversa y de la –h por
la –j.
4
162
Las palabras iniciadas por “s”, se pronuncian como “z” o “c”. Ej. “serio” se
pronuncia “cerio”, “sereno” suena “cereno”, “sopa” se dice “zopa”, “sementera”
es “cementera” y “supo” se pronuncia “zupo”.
La palabra que contiene “s” (no inicial ni final), se pronuncia como “d”, en
sílabas directas; lo mismo ocurre si contiene “c”. Ej. “cocer” se dice “codel”,
mientras que “coser”, también se pronuncia “codel”; “casa” se dice “cada”. La
misma regla se observa con la “z”, así “plaza” se entiende por “plada”. De igual
forma la “ce”, se traduce fonéticamente por “de”, diciéndose “cuede” cuando es
“cuece”.
La “h” inicial se convierte en sonido “j”, así “hacer” se dice “jader”, “higo”
suena “jigo”, “harina” es “jarina” y “haz” se dice “ja” (jarfabol). Con algunas
excepciones, por ejemplo “hijo” se pronuncia “dijo” (mi dijo, midijoj)
probablemente para evitar la cacofonía que supondría “jijo”.
El sonido “z” final o intercalado, se pierde. Ej. “haz” suena como “ja”, si es
del verbo “hacer”, sin embargo, cuando se trata del sustantivo “haz” de heno, se
dice “jace de jeno”, “hazte” se dice “jate”.
La letra “s” final, traduce el sonido por “j” aspirada; así “casas” se dice
“cadaj”; por “los niños”, se emplea “loj niñoj”.
5
163
Las terminaciones en “r”, suelen alterarse fonéticamente por “l”, diciéndose
“comel” por “comer”. La “r” en sílaba final suprime toda la sílaba, en preposición
“para” se emplea “pa”. En sentido contrario, la letra “l”, en sílaba interior o final,
inversa o mixta, suena “r”; así “volver” se dice “vorvel”. Cuando la “r” precede a
la “l” (rl), fonéticamente de pronuncia como “ll”, se dice “velle” en lugar de “verle”,
y “querella”, en lugar de “quererla”; también se sustituye “rl” por “lr”, es el caso
de “charlatán” por “chalratán”.
La “d” en sílaba inversa suena “j” aspirada, así se podría entender como
“adverso” el término “ajvelzo”. La “d” tras la primera sílaba se omite, quedando la
vocal, así “dedo” queda en “deo”, “pedo” suena “peo”, “boda” es “boa”,
“bodegón” suena como “boegón” e incluso “bogón”. Si la vocal que acompaña
a la “d” es la misma que la de la sílaba precedente, también se suprime dicha
vocal, “cada uno” se pronuncia “ca uno”, “todo” se dice “to”.
Los grupos “ado”, “adal”, se traducen por los sonidos “ao”, “au”. Ej.
“adobado” se dice “aobao”, “Guadalupe” se dice “Guaupe”.
6
164
La “j” suena de forma aspirada, suave, perdiendo la guturalidad que
caracteriza al sonido correcto.
La “f” inicial, se torna en “j” aspirada, suave. Ej. “fumar” suena “jumar”,
“fuisteis” suena “juijtij”, “fue” se dice “jué”.
La vocal débil “i” suele sustituir a la fuerte “e”, cuando el fonema siguiente
es otra “i”, empleándose “didil”, por “decir”. También se suelen sustituir las
vocales fuertes por débiles, como en el siguiente caso: “cuanto” por “cuanti”.
Los sonidos “dra”, “dre”, “dri”, se traducen fonéticamente por “ira”, “ire”,
“iri”.... Ej. “cuadra” es “cuaira”, “padre” es “paire”, madrina es “mairina”.
El sonido “are” se torna en “ice”, “ece”, “ici”. Ej. “parece” suena “paice”,
“parecido” se dice “paicío” e incluso “apaicío”. Aparecido es “paició” o bien
“apaició”
7
165
sentirse partes de algo que no surgió de la noche a la mañana, que nadie nos lo
regaló como “la identidad chinata”.
En nuestros pueblos, entre los mayores son centenares los usuarios del
lenguaje autóctono; a su vez los de mediana edad son usuarios a “media jornada”
y coleccionistas de palabras y los más jóvenes comienzan a desplegar
sensibilidades propias de una cultura libre adquirida en libertad que les permite
combinar la tradición con la modernidad, son los chicos y chicas de nuestros
institutos y colegios que han aprendido simultáneamente las palabras “engurdío y
microbitte” “calambuca y video consola”.
Cada uno de los puntos cardinales del pueblo ha sido fuente de inspiración.
Cada punto del pueblo es una magnífica excusa para recrearse en momentos
8
166
vividos con paisanos y paisanas entrañables, de los que siempre se llevan dentro,
por muy lejos que uno se encuentre. Revisar esos momentos hace aflorar primero
al corazón y después a la mente un caudal de palabras que inmediatamente son
rescatadas para la colección. El paisaje nos imprime carácter. Decía Azorín: “el
paisaje somos nosotros, el paisaje es nuestro espíritu, sus melancolías, sus
placideces y sus anhelos”. El paisaje de nuestro pueblo es duro y sobrio, pero
también es cálido, alegre y vitalista. Es una imagen con fuerza. La fuerza que
llevamos dentro cada chinato. La fuerza que expresan nuestros artesanos y
artistas en sus obras. La fuerza de la torre de la iglesia. La fuerza de nuestra
forma de hablar. La fuerza de un pueblo expresivo, esencialmente diferente.
Diferente ante otros pueblos, entre otras razones por su forma de hablar; y, a
veces, también, diferente e indiferente ante si mismo.
El pueblo es como una mezcla de mil sabores. Para nosotros, los chinatos,
no hay otro lugar donde la vida tenga tanto sabor y tanta amargura produzca la
distancia en quienes no podemos saborear cada día sus esencias.
Allí estaba con cada uno de nosotros una pizarra y un pizarrín de manteca.
Pizarra de pizarra o de “ajolata”, con un trapo atado para borrar con el, como Dios
manda y no con la manga del jersey, que a manera de bayeta algunos niños
utilizaban para repartir por la superficie pétrea el fluido salivar.
9
167
Y con la escuela y las travesuras el recuerdo de los juegos
“enchorobitándonoj” a los árboles a coger “níoj” o jugando con las moscas. Era
una época en la que no abundaban los juguetes. Los niños jugábamos a cazar
moscas y aprendíamos a contar con el juego de ¿plaza, toro o capea?. Las
moscas sujetas por las patas eran sumergidas en el tintero de tinta, soplándolas
después hasta que secas y teñidas de azul volaban por toda la clase y algunas,
¿como no? morían ahogadas en el baño de cinc en el que se fabricaba la leche
en polvo. Los niños llevábamos un puchero de lata con un asa, hecho por un
“ejtañaol” a partir de un bote vacío de leche condensada.
10
168
Los toques de las campanas, a la una el “repique de loj pucheroj”, el “din
dan de loj defuntoj” y los tres toques que anunciaban la hora de misa mayor. El
sonido de la fragua, del martillo sobre la bigornia. El sonido de las goteras,
durante la noche, percutiendo sobre las tablas del suelo de la “riba” o en una
“calambuca de ajolata” y el silbido del aire por las “rejendijaj” de las puertas y
ventanas. Y, el canto de las chicharras y los grillos y la algarabía de las
golondrinas al atardecer, y los pregones de “trej turutaj”, tres toques que
reclamaban la atención de los mayores “... de orden del señor alcalde...” o
aquellos otros de una sola turuta que anunciaban “marrana fresca y magro” o
“sardinas y sable”.
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ZAMORA VICENTE, Alonso (1942): «Leonesismos en el extremeño de Mérida», RFE, XXVI, pp. 89-
90.
---------------------------------------------------------
12
170
UNA PROPUEJTA METOOLÓGICA PA REVITALIZAL EL CONODIMIENTO DE LAJ
LENGUAJ EJTREMEÑAJ.
(ELABLA DE LOJ CHINATOJ)
1. Concideradionej generalej.
Entrer pueblo y zu lengua edijte una reladión de intimiá caracterizá por peculiariaej
zodiológicaj, cicológicaj y filológicaj. Pol cel muejtro pueblo en argo diferente a loj demáj,
tié una folma de palral, en argo dejtinta. Como er lenguaje ze acomoa a lojavatarej de la via,
contié ejpredionej, moaliaej y atributoj deza via der pueblo chinato. Entre la zodiea chinata
y zu lengua jay una correjpondienza en lo vitar, entrer odígeno de la inteligendia colejtiva
der pueblo (zu lengua, la que nutre er conodimiento común y pelmite el entendimiento de
lojindividuoj y er dedarrollo de reladionej) y la folma de via y jata la folma de ganarce la
via de loj chinatoj. Er lenguaje ejel moo íntimo de identiá zingulal de loj puebloj y entrelloj,
lógicamente, der pueblo chinato, con jondaj raídej propiaj y juelte zabol ejtremeño.
Elabla de loj chinatoj no ezun idioma ni ezun dialejto, ejentre una gama de colorej,
zolamente un matij de loj muchoj que pue tomal er colol blanco. Tié peculiariaej lécicaj y
fonológicaj pero compalte la cintadij con er cajtellano o lengua ejpañola, polque ej lengua
daquelloj ejpañolej que aemáj zon ejtremeñoj y aemáj zon chinatoj. No ej, ni lo zon laj
demáj lenguaj ejtremeñaj, folmaj vidiáj der cajtellano, anque con frecuendia paltidipan der
olganijmo y de la naturaleda, en zu ejtrutura anatómica y fidiológica, de la lengua
cajtellana, en nuejtro cado aclimatá a loj confinej de Malpartia de Pladencia, melcej a laj
cojtumbrej, folma de via, tendienzaj ideológicaj y contajtoj de laj gentej der pueblo con
ganaeroj trajumantej que recorrían la línia folmá entrel nolte de Ejtremaura, León y Cajtilla
en bujca de pajtoj, lo que jujtifica quer chinato utilide en zu lédico arcaíjmoj leonedej y
argunoj puebloj de León reconojcan télminoj de udo chinato.
Elabla de loj chinatoj ejtá menoj afectá que otroj udoj del ejtremeño pol laj nolmaj
gramaticalej, concerva maj zu pureda o ejtá menoj evolucioná.
1
171
Er chinato pagó caro er predio de la cengulariá fonológica al conciderarce zu lengua
una folma de mal palral de gente bruta, tolpe y atravedá. Polque no zabían palral er
lenguaje de loj ceñoritingoj, eran ojeto de bulra, jadían reil a loj que palrraban de otra
folma, pero ejta cituadión jamáj caudó complejoj ar pueblo de Malpartia. La importancea
der lenguaje correladiona con la utojtima de quienej lo udan. Zi nodotroj, ejtremeñoj, moj
centímoj pueblo cengulal, muejtra folma de palral tendrá una juelza cingulal. Zi
concieramoj muejtra lengua un jadidente, una cujtión anedótica, una defolmadión dotraj
lenguaj, ejtaremos cujtionando muejtra ientiá muejtra diocencradia encludo la máj netia
folma de manifejtadión de muejtra enteligencia endeviuar y colejtiva. Er lenguaje vive en
nudotroj y brota de nudotroj; ej edenciarmente lo que cemoj nudotroj y cerá lo que nudotroj
queramoj que cea.
A travéj der lenguaje chinato la concedión de la via ce jade tan pura y ojetiva, tan
ejtrañable y cália que lo que ce revela no ej ya la naturaleda de laj codaj cino la propia via
der pueblo, el coradón chinato cuyoj latíoj malcan el rijmo der CER, der EJTAL y der
CENTIL de la gente de Malpartia, manifejtándoce tol lenguaje chinato como una uniá
metafórica repredentá pol una familia de labraorej cucha curtura utójtona detelmina zu
folma de via, en metá de zuj ejtrumentoj de labranza, zuj crenciaj y centimientoj, zuj
rendillaj, zujamorej, zuj temorej y jata lodútilej doméjticoj. Elabla ejel ropaje de lazideaj, de
loj penzamientoj, de lodentimientoj; er lenguaje curto ej la tiqueta pa laj deremoniaj como
laj lenguaj popularej y entrellaj la lengua chinata, zon la ropa de faena pa laj tareaj der
campo o er traje raío con olol a najtalina que ce zaca derbaúl pa dil a mida mayol loj
domingoj. Con to ello, pa loj naturalej de Malpartia ej un jabla emodionante que ce pega
máj ar coradón caluio; ejelabla “talicomo zuena”.
Laj folmaj fonéticaj cengularej zuperan loj miliquinientoj vocabloj, maj que
zufidientej pa facelital er decenvorvimiento de lo cotediano, cuantij pa caparal un vajto
compendio de conodimiento vurgal, que no pol sel vurgal rejuda la enteligendia agúa y
pelpicaj der chinato. Ece cómputo ejuna carateríjtica defenitoria de la condidión de lenguaje
propio, como tamién lo ej er concreto ámbito geográfico de difudión, pos en la meía en que
mojalejamoj der télmino munedipal de Malpartia loj elementoj toman giroj dejtintoj propioj
dotraj realiaej lengüíjticaj. Cielta riqueda de cinónimoj reflejan la repetidión de adionej, la
rutina de faenaj, la identiá de centimientoj, y ej concecuente que repitiendo con incijtencia
una mejma jadión ce bujque la varieá en er moo de denominalla.
2
172
ecendiar, en lo cotediano, cin aolnoj, cin depuradionej lengüíjticaj polobra dacadémicoj,
literatoj o profedorej. Ezun lenguaje moejto que nunca jajpirao ni a la legancia ni a laj
pompociaej literariaj, pero no por ello ezun lenguaje probe, polel contrario, ej zutil,
ocurrente y avizao.
En zujtrujtura:
Antítedij en lejtructura dargunoj centajmaj (¡que joio dapolculo!). Er “dapolculo” ezel que
molejta o incoldia, cinembalgo, en er contrujto que predentamoj, dicho conénfadij cojtetuye
unajmiradión, un jalago, un reconodemiento a unadión, a un valol, apolta un refuelzo
alajetivo (¡que joio dapolculo, lo lijtoquej!). Dicho en tono airao, prededio dotro télmino sejnifica
leve reproche, reprimenda zuave, zin animo dofendel (¡ándalla, joio dapolculo!).
Er ceceo ejotra carateríjtica delabla de loj chinatoj. Dide Diego Catalán (1954)
“Malpartia folma unijlote ceceante rodeao pol una gran zona en que ce prajtica la dejtinción s-c, z”;
acína como lajpiradión de la –s finar que zuena como –j; példia de la –d; zujtitudión de la –r
por la –l y vecivelza y de la –h pol la –j.
3
173
chinata, ezu fonética. Efetivamente, cieltoj fonemaj no rejponden al rajgo oltográfico, ci bien
puen concretalce argunaj reglaj generalej, relativaj, en la prononciadión:
Laj palabraj iniciaj pol “s”, ce pronudian como “z” o “c”. Ej. “serio” ce pronudia
“cerio”, “sereno” zuena “cereno”, “sopa” ce dide “zopa”, “sementera” ej “cementera” y
“supo” ce pronudia “zupo”.
Ci la palabra eniciá pol “s” ej monocílaba, ce pronondia con propieá. Ej. “so”,
ejpredión utilizá como voj que oldena detenerce a la caballería, ce pronondia “so”. Artera la
regla lafirmadión “si”, que ce pronondia “jei”.
La palabra que contié “s” (no inidial ni finar), ce pronondia como “d”, en cílabaj
diretaj; lo mejmo curre ci contié “c”. Ej. “cocer” ce dide “codel”, mientraj que “coser”,
tamién ce pronondia “codel”; “casa” ce dide “cada”. La mejma regla ce oselva con la “z”,
acín “plaza” centiende pol “plada”. De iguar folma la “ce”, ce tradue fonéticamente pol
“de”, didiéndoce “cuede” cuando ej “cuece”.
Ci la “s” va en cílaba mijta o invelza, ce pronondia como “j” ajpirá. Ej. “cascajo”, ce
dide “cajcajo”, “cesta” ce dide “cejta”, “casta”, zuena como “cajta”.
La “h” inidial ce convielte en sonio “j”, ací “hacer” ce dide “jader”, “higo” zuena
“jigo”, “harina” es “jarina” y “haz” ce dide “ja” (jarfabol). Con argunaj ecedionej,
polejemplo “hijo” ce pronondia “dijo” (mi dijo, midijoj) pobablemente pavital la cacofonía
que zupondría “jijo”.
Er zonio “z” finar o intelcalao, ce pielde. Ej. “haz” zuena como “ja”, ci ej del velbo
“hacer”, cinembalgo, cuando ce trata der zujtantivo “haz de heno”, ce dide “jace de jeno”,
“hazte” ce dide “jate”.
La letra “s” finar, tradude er zonío pol “j” ajpirá; acína “casas” ce dide “cadaj”; pol
“los niños”, cemplea “loj niñoj”.
Laj telminadionej en “r”, zuelen arteralce fonéticamente pol “l”, didiéndoce “comel”
pol “comer”. La “r” en cílaba finar zuprime to la cílaba, en prepocidión “para” cemplea
“pa”. En centío contrario, la letra “l”, en cílaba interiol o finar, invelza o mijta, zuena “r”;
4
174
acina “volver” ce dide “vorvel”. Cuando la “r” predé a la “l” (rl), fonéticamente ce
pronondia como “ll”, ce dide “velle” en lugal de “verle”, y “querella”, en lugal de
“quererla”; tamién ce zujtituye “rl” por “lr”, ejel cado de “charlatán” pol “chalratán”.
La “d” en cílaba invelza zuena “j” ajpirá, acína ce podría entendel como “adverso” er
télmino “ajvelzo”. La “d” traj la primera cílaba zomite, queando la vocar, acín “dedo” quea
en “deo”, “pedo” zuena “peo”, “boda” ej “boa”, “bodegón” zuena como “boegón” encludo
“bogón”. Ci la vocar que compaña a la “d” ej la mejma que la de la cílaba prededente,
tamién ce zuprime dicha vocar, “cada uno” ce pronondia “ca uno”, “todo” ce dide “to”.
Tamién ce produden zujtitudionej fonéticaj de la “d” por “a”, acína ce dide “aonde”
pol “donde” encludo ”aondi”.
En laj telminadionej en “uy”, “ui”, ce pielde la úrtima letra “muy” pol “mu”.
Loj grupoj “ado”, “adal”, ce trauden pol loj zonioj “ao”, “au”. Ej. “adobado” ce dide
“aobao”, “Guadalupe” ce dide “Guaupe”.
La “j” zuena de folma ajpirá, zuave, peldiendo la guturaliá que carajterida ar zonió
correjto.
La “f” inidial, ce tolna en “j” ajpirá, zuave. Ej. “fumar” zuena “jumar”, “fuisteis”
zuena “juijtij”, “fue” ce dide “jué”.
La vocar débil “i” zuele zujtituil a la juerte “e”, cuando er fonema ciguiente ej otra
5
175
“i”, empleándoce “didil”, pol “decir”. Tamién ce zuelen zujtituil laj vocalej jueltej pol
débilej, como en er ciguiente cado: “cuanto” pol “cuanti”.
Loj zonioj “dra”, “dre”, “dri”, ce trauden fonéticamente pol “ira”, “ire”, “iri”.... Ej.
“cuadra” ej “cuaira”, “padre” ej “paire”, “madrina” ej “mairina”.
Er zonio “are” ce tolna en “ice”, “ece”, “ici”. Ej. “parece” zuena “paice”, “parecido”
ze dide “paicío” encludo “apaicío”. “Aparecido” es “paició” o bien “apaició”
Quienej cienten eza identiá zaben pelcibil a travéj de loj concetoj, argo máj quer
jumor que zugiere una palabra antigua que era utilizá pol muestroj agüeloj. Quienej viven
la identiá chinata puen pelcibil a travéj de, polejemplo, la palabra “ejcaboncho”, la belleda
de un carro miej y er noble udo de loj animalej pol lojombrej, en laj tareaj der campo. O, a
travéj de la palabra “mamaluta”, entienden er zacrifidio y el ejuerzo, er cuerpo abatió pol el
trabajo fídico, er zuol y er dolol que cuejta conceguil argunaj codaj.
En muejtroj puebloj, entre loj mayorej zon centenarej loj uzuarioj der lenguaje
utójtono; a zu vej loj de meiana eá zon uduarioj a “meia jolná” y coledionijtaj de palabraj y
loj má jóvenej comiedan a dejplegal cencibiliaej propiaj duna curtura libre ajqueria en
libeltá que lej pelmite combinal la tradeción con la moelniá, zon loj chicoj y chicaj de
muejtroj ejtitutoj y colegioj can aprendio simurtániamente laj palabraj “engurdío y
microbitte” “calambuca y video consola”.
6
176
indagal en er predente pa rejcatal er pazao. Ej un metoo efetivo que recomendamoj a
cuantoj decén reencontralce intenza, enteletual y emodionarmente con la raídej de zu
lengua. Emulando a Don Miguel de Unamuno jemoj recopilao una coledión de télminoj,
ablando con la gente der pueblo, recurriendo a la memoria istórica, de la istoria der “día a
día”, trajlaando regijtroj a muejtro cuadelno de campo. Emoj analizao loj jallajgoj en
muejtro ejtrecho cílculo de amijtaej Emoj praticao la fonología chinata y emoj decidio zalil
al encuentro de laj raídej propiaj, de laj muejtraj, en un ejtimulante viaje de retolno que moj
a pelmitio recuperal laj tareaj, laj cojtumbrej, loj centimientoj, loj penzamientoj, quej como
recuperal la via de quienej utelizaron en ejcluciva y cecularmente éjta folma de palral.
Er proceimiento ja cio mucho máj apaicio a una novela utobiográfica aonde cuenta la
via propia, loj paizajej, loj pelzonajej, lojejpadioj, loj lugares, loj tiempoj pazaoj.
Ca uno de loj puntoj caldinalej der pueblo ja cio juente dejpiradión. Ca punto der
pueblo ejuna majnífica ejcuza pa recrealce en momentoj vivioj con paizanoj y paizanaj
entrañablej, de loj que ciempre ce llevan aentro, pol mu lejoj que uno cencuentre. Revizal
ezoj momentoj jade afloral primero ar coradón y dijpuéj a la mente un caudar de palabraj
que enmediatamente zon rejcatáj pa la coledión. Er paizaje moj emprime carájtel. Didía
Azorín: “er paizaje cemoj nudotroj, er paizaje ej muejtro ejpíritu, zuj melancolíaj, zuj plaidej y
zujaneloj”. Er paizaje de muejtro pueblo ej duro y zobrio, pero tamién ej cálio, alegre y
vitalijta. Ejuna imagen con juelza. La juelza que llevamoj dentro ca chinato. La juelza que
ejpredan muejtroj altezanoj y altijtaj en zujobraj. La juelza de la torre de la igledia. La juelza
de muejtra folma de palral. La juelza de un pueblo ejprecivo, ecenciarmente diferente.
Diferente ante otroj puebloj, entre otraj radonej pol zu folma de palral; y, a vedej, tamién,
diferente e endiferente ante zi mejmo.
Er pueblo ej como una mejcla de mil zaborej. Para nodotroj, loj chinatoj, no hay otro
lugal aonde la via tenga tanto zabol, y tanta amalgura produjca la dijtancia en quienej no
poemoj zaboreal ca día zuj edenciaj.
El recorrio contenúa pol lajcuela y loj maejtroj. Aquelloj maejtroj que te jadían vivil
er pueblo con loj poblemaj de laj cuatro reglaj zobre la codecha, la matanza o larmazara; y
con laj readionej zobre “la primavera”, “er día de la Virgen de la Luj” o “la era”. Aquelloj
maejtroj de ejtrañable recueldo, entre loj que me detengo en la figura paradijmática de uno
delloj, ar que cigo viendo centao a la meda, ar bradero de picón, con dijcretoj zurcioj en la
chaqueta y arguna lámpara en er pantalón, carzando alpergataj, zopoltando padiente y
bondaozo laj traveduraj y laj ridaj cómplidej de loj niñoj que rrojábamoj bellotaj a lajajcuaj
y ejperábamoj lojefectoj, que moj pelmitían vel laj tomateraj en loj cardetinej mientraj ce
zacuía laj pavedaj que la ejplodión der fruto azao ejpalcía pol zuj pielnaj.
7
177
Allí ejtaba con ca uno de nodotroj una pidarra y un pidarrín de manteca. Pidarra de
pidarra o de ajolata, con un trapo atao pa aborral con el, como Dioj manda y no con la
manga del jelcé, que a manera de balleta argunoj niñoj utelizaban pa repaltil pol la
zuperfidie pétrea el fluio zalival.
Y, con elloj te trajladaj ar juego de loj bolindrej y de loj platilloj y porfíaj pa vel quien
tenía una tona maj grande; y de laj vencej y pídola y er marro y laj peloteaj entre bandaj de
muchachoj que ciempre proudían arguna pitera cuyo dolol ce orviaba cuando al llegal a
cada redibíaj como terapia unoj gajnatonej y una guena reprimenda en la que no fartaban
prononciamentoj metafóricoj “que joío celemin”, “maj bruto que un arao”, capaj de “rachal- o de-
jendel loj dientej a loj venaoj”, “ziempre lleno de matauraj como loj burroj viejoj”
Loj toquej de laj campanaj, a la una el “repique de loj pucheroj”, er “din dan de loj
defuntoj” y loj trej toquej que anonciaban la jora de mida mayol. Er zonio de la fragua, der
maltillo zobre la bigolnia. Er zonío de laj goteraj, durante la noche, pelcutiendo zobre laj
tabla del zuelo de la riba o en una calambuca de ajolata y el cirbío del aire pol laj rejendija de laj
pueltaj y ventanaj. Y, el canto de laj chicharraj y loj grilloj y la argarabía de laj golondrinaj al
ataldecel, y loj pregonej de trej turutaj, trej toquej que reclamaban la atención de loj mayorej
8
178
“... de olden der zeñol alcarde...” o aquellojotroj de una zola turuta que anunciaban
“marrana frejca y magro” o “zardinaj y zable”.
Con to ello jemos creao un ejpadio dencuentro de loj chinatoj concigo mejmoj y con
loj demáj ejtremeñoj, fijando la identiá y la deferencia en loj matidej delabla. El ejpadio ce
denomena ELABLA DE LOJ CHINATOJ y lej pueo acegural que, anque no ej fruto de la
cencia, contié una potencia de via tan ajtiva como el alma de aonde proviene. La via, er
zabol de la via chinata, ce recoge en zuj edenciaj, zutirmente, zin pretendionej, de puntillaj,
dejpadito pa no molejtal a naide. Jué ditao pol gentileda del Ayuntamiento de Malpartia de
Pladencia en Noviembre de 1999.
9
179
APUNTES SOBRE EL
HABLA DE LAS HURDES
180
EL HABLA DE LAS HURDES
Félix Barroso Gutiérrez.
T R A N S C R I P C I O N AL CASTELLANO
1
188
La espiritualidad franciscana en Extremadura:
(1) SANZ VALDIVIESO, R. Vida y escritos de San Pedro de Alcántara , Madrid, BAC, 1996, pp. 15-16.
(2) IBIDEM.
2
189
Unos años antes, en 1489, Fray Juan de la Puebla había fundado La Custodia de
los Ángeles, dependiente de la antigua provincia de Castilla. “Esta Custodia de los
Ángeles pertenece de lleno a la reforma de vida franciscana severísima del eximio
extremeño Fray Juan de La Puebla, raíz y precedente inmediato de la reforma de Fray
Juan de Guadalupe, más radical y conflictiva.” (3)
(3) Los franciscanos y el Nuevo Mundo, revista del monasterio de Santa María de la Rábida, abril-mayo de 1992. (Pág.3)
3
190
La espiritualidad franciscana extremeña en América:
También esta descalcez, símbolo de vida austera, fue llevada a América por los
llamados Doce apóstoles de México, quienes salieron de Belvís de Monroy en 1524.
A partir de esta fecha otras muchas órdenes religiosas: capuchinos, dominicos,
jesuitas ... acamparán a lo largo y ancho del Nuevo continente para llevar a cabo allí la
evangelización. Pero el primer paso lo habían dado los franciscanos extremeños. No
perdamos de vista una idea muy generalizada en España, aun entre órdenes religiosas,
de que los indios eran seres inferiores, y por tanto incapaces de recibir una formación
intelectual.
Tal fue su grado de compenetración con los indios de América y la autenticidad
de su filosofía de vida, basada en la pobreza, que trabajaron codo a codo con los más
pobres o necesitados. Uno de los Doce Apóstoles, Fray Toribio de Paredes adopta el
nombre de Motolinía, que en la lengua maya quiere decir “el más pobre entre los
pobres”. Y hay testimonios al respecto que relatan su forma de vida ejemplar. Comía
raíces, hacía penitencia y ayuno, prestaba servicios sociales a la comunidad ...
Juan Suárez, uno de los doce misioneros franciscanos, volvió a España al año
siguiente y en junio de 1526 partió de nuevo hacia América con un grupo de veinte
misioneros. A partir de esa fecha hubo, como queda dicho, muchas expediciones de
franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas.
(4) IBIDEM.
4
191
“Adyutorio semejante (al de los niños), fue el de las niñas, en su manera a esta
conversión, que no era bueno solo de los hombres tener cuidado, pues ambos sexos hizo
Dios desde el principio.” (5)
El primer intérprete que tuvieron fue el hijo de una señora viuda española,
llamado Samuel, el futuro Fray Alonso de Molina, que vivió desde niño con los frailes.
Fue el Marcelino Pan y Vino de los franciscanos mexicanos del s. XVI. Fray Alonso de
Molina creó escuela, y fueron varios los franciscanos, discípulos suyos, que se
entregaron a escribir artes (libros de gramática), vocabularios o diccionarios y, por
supuesto, libros de doctrina cristiana.
El conde de Vinaza dijo de él: “Nada se ha hecho en mías de tres siglos, sobre
filología mexicana, superior a lo trabajos de Molina, los cuales apenas han sido
igualados. Cuantos han intentado estudiar o escribir acerca del mexicano, a ellos han
tenido que recurrir.” (7)
Tan importante fue la labor de estos primeros franciscanos, imbuidos del espíritu
extremeño que exportaron los Doce, que el primer obispo de Tlaxcala, el dominico Fr.
Julián Garcés en una carta al emperador manifestaba: “Nos los obispos sin los frailes
intérpretes somos como falcones en muda.” (8)
5
192
San Pedro de Alcántara, paradigma de reformador:
(9) JIMÉNEZ DUQUE, B. San Pedro de Alcántara, EDIBESA, Madrid, 1999 (Pág. 33)
6
193
San Pedro y la Descalcez franciscana extremeña como modelo para la reforma
teresiana del Carmelo:
Ningún biógrafo de Teresa de Jesús pasa por alto la influencia que sobre la Santa
y escritora de Ávila ejerce, entre otros contemporáneos suyos, la figura y personalidad
de San Pedro de Alcántara. Así lo expresa Steggink:
Le tiene en igual consideración que si fuera un Santo Padre al más puro estilo de
los primitivos fundadores de Órdenes que guardaban fielmente las Reglas. He aquí las
palabras de Teresa de Jesús:
“Este santo hombre de este tiempo era; estaba grueso el espíritu como en los
otros tiempos, y así tenía el mundo debajo de sus pies.” (11)
El primer encuentro entre San Pedro y Santa Teresa tiene lugar en Ávila, en
agosto de 1560, dos años antes de la muerte de aquel. Se volverían a ver en Toledo, en
abril de 1562 y en Ávila en junio o julio del mismo año.
Tras estos encuentros, iniciaron una correspondencia epistolar, de la que sólo se
conserva una carta de San Pedro fechada el 14 de abril de 1562. Estas cartas, a juzgar
por la que se conserva y por las alusiones de Teresa en su libro Vida, debieron de tratar
dos temas que preocupaban a la Santa: interpretar su experiencia mística y proyectar la
reforma del Carmelo en la Fundación de San José. San Pedro se convierte, así, en una
figura imprescindible tanto para la reforma Carmelitana como para la dirección
espiritual de su fundadora.
Parece increíble cómo un par de encuentros con «el viejo fraile» fueran
decisivos para revolucionar por completo las ideas de la carmelita en cuanto a la
proyección del futuro convento de San José. En el Cap. 32-13, encontramos una
referencia a la carta con que San Pedro responde a la consulta de Teresa sobre la
fundación del monasterio de San José:
7
194
“Trataron de la renta que había de tener. [...] Antes que lo comenzásemos a
tratar, escribimos al santo Fray Pedro de Alcántara todo lo que pasaba, y aconsejónos
que no lo dejásemos de hacer, y diónos su parecer en todo.” (12)
Transcribo, a continuación, las palabras de Fray Pedro en esa carta que le dirige
a Teresa de Ahumada, y veremos que es implacable en el tema de la renta del
monasterio:
San pedro influirá también como místico en Teresa de Jesús. Fue el que mejor
comprendió las experiencias de la carmelita porque él las había tenido similares. Así lo
expresa Santa Teresa: “Casi a los principios vi que me entendía por experiencia.” (15)
(12) TERESA DE JESÚS, Libro de la Vida (Cap. 27, nn. 3, 16-20; Cap. 30, nn. 2-7)
(13) SANZ VALDIVIESO, R. Vida y escritos de San Pedro de Alcántara, Cartas (Pág. 380)
(14) STEGGINK, Otger, P ag. 112
(15) IBIDEM, Vida (Pág. 274)
8
195
Por edad, a Pedro de Alcántara le tocó ser el guía espiritual de Teresa de Jesús,
quien nunca olvidará la enorme ayuda que “el bendito fray Pedro” le prestó en
momentos decisivos de su vida. Después de muerto San Pedro, Teresa de Jesús reza
oraciones encomendándose a él, lo mismo que ha hecho siempre con el patriarca San
José. “Díjome una vez el Señor que no le pedirían cosa en su nombre que no la oyese.
Muchas que le he encomendado pida al Señor, las he visto cumplidas. Sea por siempre
bendito, amén.” (16)
9
196
BIBLIOGRAFÍA:
10
197
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO – CALZADILLA (CÁCERES)
OCTUBRE/2002
198
Lejos de provocar rechazo, debido casi siempre a causas
extralingüísticas, la aspiración de los responsables comunitarios y de
los enseñantes asentados en territorio extremeño debe ir, por el
contrario, a preservar y difundir el conocimiento de los rasgos
dialectales de los discentes. Lo ideal sería inculcar un sentimiento de
orgullo por su acento dialectal, por su acento extremeño. El dialecto
se encuentra fuertemente vinculado a la historia, la etnología y
antropología, la cultura en definitiva de los pueblos . De este modo,
el dialecto extremeño revela no pocas claves del pasado histórico de
nuestra comunidad, siendo las fases repobladoras medievales, llevadas a
cabo indistintamente por leoneses y castellanos, las que marcaron las
directrices de la posterior evolución lingüística de Extremadura . Pero
en las formas dialectales, en el léxico, también pueden rastrearse no
pocas formas heredadas de la influencia semítica, del origen pastoril
de no pocos núcleos de población extremeños, etc.
El acento extremeño nos identifica culturalmente frente a otras
comunidades. Sirve de trabazón y cohesión interna, dado el fuerte poder
identitario que el acento dialectal conlleva, diferenciándonos respecto
a otros ámbitos geográficos y culturas. Y ello, a pesar de la
diversidad dialectal advertida entre los hablantes extremeños. Siempre
hay rasgos comunes, compartidos por la mayor parte de los hablantes
dialectales, como la aspiración de implosivas o ciertos modelos
entonativos que caracterizan la articulación dialectal de los
extremeños.
No olvidemos que las formas dialectales han servido de canal
para la trasmisión de los primeros afectos, emociones y procesos
iniciáticos de socialización. Con el dialecto nos hemos comunicado con
nuestros familiares, amigos y entorno inmediato. A través de él se
difunden las formas de la cultura tradicional, en toda su variedad y
riqueza manifiestas, por lo que para penetrar en ella es pieza
fundamental lo que Matías Ramón Martínez denominaba hace más de un
siglo como “lenguaje extremeño”.
199
Mientras que sobre los dialectos sigan gravitando prejuicios
negativos, y mientras no adquieran un nivel apreciación cercano a las
modalidades estándares, sus hablantes se verán abocados a una situación
vergonzante al usarlos. Se mantendrán como usuarios estigmatizados. Se
impone, pues, una dignificación del hablante dialectal.
Una oportunidad singular -por desdicha, no bien aprovechada-
para llevar a buen puerto tareas de dignificación social de los
dialectos se ha tenido durante el proceso de constitución del Estado de
las Autonomías. Contamos ya con perspectiva y distancia suficientes
para extraer ciertas conclusiones al respecto. Las definidas
como 'comunidades históricas' con lengua propia han salido reforzadas a
través del reconocimiento de cooficialidad para sus respectivas lenguas
maternas (Gallego, Euskera, Catalán). En otras, Asturias y Valencia, se
ha entablado una pugna por obtener la categorización y el estatus de
lengua para sus sistemas expresivos: Asturiano y Valenciano.
Las comunidades autónomas en situación dialectal se han
comportado de desigual manera. Mientras que en comunidades como
Andalucía y Aragón se ha asumido como elemento referencial de
identificación colectiva la diversidad de hablas autóctonas, en otras
ni siquiera se hace mención expresa de sus particulares hablas
dialectales en sus estatutos de autonomía. Tal es el caso de
Extremadura. Los poderes públicos de más de una comunidad autónoma han
ignorado un hecho fundamental: los dialectos son importantes elementos
nexuales entre los miembros de una comunidad. Por tanto, una medida
inteligente hubiese sido que los gobiernos autónomos legislasen a su
favor, reconociendo, apoyando, protegiendo y divulgando el hecho
diferencial lingüístico.
Y es que -desde antes incluso que Malinowski sentara las
bases para una teoría de la etnografía lingüística- los estudiosos
sociales de la lengua habían puesto de relieve el rol fundamental de la
misma en la identidad de las comunidades étnicas, por encima , acaso,
de otros factores históricos o ideológicos. Saben hoy los
etnolingüistas que una actuación positiva, que persiga la
revalorización sociocultural, sobre el vernáculo medio de expresión,
contribuye a reafirmar el sentimiento de grupo comunitario. Y, por el
contrario, una actuación negativa -capaz de conducirlas al
desprestigio, minusvaloración o simple relegación- sobre las
modalidades autóctonas de hablas puede acarrear graves cambios en la
personalidad cultural, provocar trastornos serios y crisis de identidad
en tales comunidades.
El complejo de inferioridad lingüística es un sentimiento
fácilmente detectable entre los usuarios de modalidades dialectales en
España. Este agónico problema lo han sufrido y sufren, por ejemplo, los
extremeños. En Extremadura nadie ayuda institucionalmente a eliminar
dicho complejo. No se les explica a los extremeños qué modalidad
dialectal utilizan, cuáles son sus características, cómo se ha gestado
diacrónicamente, qué áreas y variedades se han originado, etc. Falta,
pues, en esa comunidad una política concreta de actuación al respecto.
La acción escolar -si se programa debidamente- tiene una
labor inmensa por realizar en ese sentido. Los poderes públicos
200
regionales tienen, por su parte, la responsabilidad moral de contribuir
a la erradicación del complejo de inferioridad que padecen los
hablantes dialectales, a través de la dignificación de su estima
social. Ello implicaría reconocer oficialmente al dialecto como
instrumento cultural dentro del ámbito comunitario; fomentar la
investigación filológica dialectal y su ulterior divulgación entre las
capas más afectadas; difundir la literatura dialectal y estimular la
creación literaria expresada en la modalidad dialectal pertinente.
El nivel léxico-semántico es, tal vez, el que mejor
representa esa íntima fusión que se produce entre habla vernácula e
identidad comunitaria. Por esa razón, voy a fijarme en la importancia
del subsistema léxico dialectal, cuya variedad tanto enriquece a una
lengua como la castellana. Abordo el tema desde la preocupación
profunda que ocasiona contemplar la franca tendencia regresiva en el
uso de los vocabularios dialectales en los tiempos que corren. Y
vinculo este fenómeno, admitido comúnmente por los dialectólogos, a los
cambios recientes operados en las estructuras socioculturales de esta
macrocomunidad que llamamos España. Me ocuparé, por consiguiente, de la
problemática e interrelaciones entre léxico dialectal y cambio
sociocultural. Tomaré como punto de referencia Extremadura.
201
En la larga transición de un régimen a otro, un factor que tuvo
graves consecuencias sociolingüísticas fue el salvaje proceso
migratorio -calificado como 'éxodo'- desde las áreas rurales a los
cinturones industriales de las grandes ciudades (Madrid, Bilbao,
Barcelona, etc.) durante el periodo desarrollista. Cientos de miles de
campesinos -dialectohablantes- sufrieron la erradicación de sus medios
naturales para instalarse en otro medio que les era ajeno, distinto y
distante, cuando no francamente hostil. En tal contexto, la expresión
lingüística vernácula fue sentida por el emigrante como un sistema poco
apto, escasamente práctico. Un modo de comunicación, el dialectal,
torpe, aislante, que le deparaba con más frecuencia de la deseada
situaciones engorrosas y en alguna ocasión el menosprecio o la mofa
descarada. &iexl;Cúanto han sufrido miles de emigrantes por su cerrado
acento dialectal!. Aunque no en todas las ciudades beneficiadas por las
corrientes migratorias se han sentido igualmente (mal)tratados los
hablantes dialectales.
En este doloroso trasvase de las fuerzas productivas desde el
sector primario al secundario o de servicios urbanos fueron muchos los
hablantes que, con intención acomodaticia a la nueva realidad
sociocultural de la gran urbe, tuvieron que rectificar y hasta
renunciar a su modalidad lingüística de procedencia. Poco a poco se
fueron insertando en un sistema de expresión más castellanizada o
acorde a las variantes lingüísticas de las ciudades de adopción.
No escasearon los hablantes dialectales emigrados que, en
determinados puntos, se sintieron estigmatizados por la utilización de
la modalidad vernácula de habla. Esta fue reemplazada por unas formas
de castellano convencional, aunque no siempre bien asimiladas a causa
del método mimético, desescolarizado, con que se efectuó el
aprendizaje. En hogares de emigrantes fuertemente dialectalizados se ha
vivido una situación cuasi diglósica -según las zona. Por un lado se
autoimpusieron, por pragmatismo y éxito sociolaboral, la incorporación
de la variante estándar o castellano medio. Por otro, confinaron su
dialecto materno a un ámbito reducido, casero, con las familias, amigos
y paisanos. El paisanaje ha servido de válvula de escape a estas
situaciones: en las llamadas "Casas Regionales" -tan florecientes- se
preservó y estimuló el hecho diferencial lingüístico como acto de
reafirmación comunitaria. Todo ello, sin considerar ahora la situación
en comunidades bilingües, como el territorio catalán, balear, etc.
El cambio sociolingüístico operado entre los emigrantes
dialectales tiene más de necesidad o practicidad que de voluntariedad.
Las circunstancias les obligan. Detrás de los cambios lingüísticos yace
una compleja dinámica de conflictos, tanto de estratificación y de
roles socioculturales, como de identidad propia, grupal y comunitaria.
Activan profundos y oscuros mecanismos adaptativos de una personalidad
trasplantada fuera de su medio natural y lingüístico.
Acaso lo que en verdad interese subrayar sea la reconocida
prevalencia del modelo urbano frente al frágil modelo rural. Esta
clásica bipolaridad en pugna "urbano" / "rústico", de hondas raíces
literarias, pocas veces ha tenido consecuencias humanas tan dramáticas
como las habidas durante la etapa histórica mencionada del
202
desarrollismo franquista y sus secuelas migratorias. El bajo perfil
socioeducativo del emigrante ha facilitado una rápida absorción,
su "vaciado" sociocultural y lingüístico mediante la presión ambiental
del exigente modelo
urbano. Para sobrevivir e integrarse, el emigrante se ha visto
asiduamente forzado a esconder o a renunciar a las señas
identificativas de origen -pocas veces entendidas, salvo desde un
irritante paternalismo de superioridad, ni apenas valoradas por la
comunidad urbana de adopción- entre las que destacan las variantes
dialectales, sentidas desde dentro como verdaderos obstáculos en la
consecución de nuevas metas.
En la oposición del binomio rural / urbano, aquel se carga de
connotaciones peyorativas; en tanto que lo urbano se mantiene en auge
creciente.
Pero observemos ahora cómo han repercutido lingüísticamente los
cambios socioculturales en el interior de las propias comunidades,
entre los dialectohablantes que no optaron por la descarnada vía de la
emigración laboral. Lo primero que se observa es el retraso
considerable de los cambios sociolingüísticos, que han empezado a ser
más patente a partir de los años setenta. El proceso, por lo demás, ha
tenido otras características diferentes a las de los emigrantes
dialectales de los años sesenta.
203
los habitantes rurales inermes, desprevenidos, impreparados. Se les ha
echado literalmente encima desde las pantallas de los televisores,
principalmente. Resulta casi patético el estado de indefensión absoluta
de un humilde campesino frente al televisor omnisciente, prepotente,
encumbrado, respetable y respetado, además de adorado en cuanto ofrece
distracción y divertimento inagotables. La cultura audiovisual es
genuinamente urbana. De irrefrenable tendencia uniformadora.
La cultura audiovisual neutraliza lo 'diferente', todo aquello que
procede del otro medio, el rural, que apenas existe para ella, si no es
para recurrir sensacionalistamente a la caza de fuertes sucesos
noticiables: asesinatos cainitas, una matanza atroz, crímenes
execrables; cuando no comentan sarcásticamente fiestas bárbaras de los
pueblos, tradiciones salvajes de 'quintos', etc. Estos temas se ofrecen
descontextuados en la pantalla televisiva, con exégesis (des)
moralizantes, en términos evocadores de la España rural 'negra',
tremendista.
Una cultura rural, tradicional, que no es tomada
informativamente en serio por la privilegiada cultura urbana tiene
escasas posibilidades de sobrevivir a un plazo razonable de tiempo. De
facto, se han notado cambios de conductas socioculturales. En los
pueblos, la velada frente al televisor ha relegado a la reunión
o 'corrobla' familiar que se entablaba en las sobremesas, y que servía
como cadena de transmisión de la cultura oral, el folclore, los
cuentos, los romances y el cancionero popular.
La imagen negativa que del mundo rural ofrecen los medios de
comunicación hace que los protagonista de esa cultura campesina se
sientan inferiores, desacreditados ante sí mismos, minusvalorados. Ello
les empuja a un intencional olvido de muchos hábitos y costumbres -tan
arraigados unos pocos años antes que parecían inamovibles-, que han
pasado a ser considerados prejuiciosamente como desfasados,
extemporáneos, fuera de los cánones dictados y modas publicitadas por
el televisor. El efecto se agrava porque los miembros jóvenes del grupo
familiar o del entorno se solidarizan miméticamente con la cultura
audiovisual -en la que se han desarrollado-, y tácitamente, con sus
novedosos modales, desaprueban la forma de vida tradicional de sus
mayores.
El mundo rural se encamina hacia una pronta estandarización de su
estilística vital.Las comunidades rurales se hallan inmersas en un
inevitable proceso de aculturación. Los cambios en los modos expresivos
así lo demuestran. Empiezan a escasear la utilización de términos
castizos, 'terruñeros', en la comunicación ordinaria de los hablantes
de comunidades tenidas por dialectales. Los que investigamos la cultura
tradicional hemos empezado a percibir, ya hace algún tiempo, el influjo
enorme que tienen en el habla rural giros y expresiones modernos que
han sido escuchados reiterativamente en los medios audiovisuales por
los informantes campesinos.
La escuela, por su parte, como factor de homogeneización
cultural y lingüística, descarga su influencia principalmente sobre las
generaciones más jóvenes. Pero sin olvidar que los dialectohablantes
en edad madura están sujetos también a la acción escolar mediante
204
programas de educación de adultos, que se imparten hasta en pequeñas
poblaciones.
Un malentendido y excesivo celo castellanizador, transmitido en
las centros universitarios de formación del profesorado, ha convertido
al magisterio en un enfurecido enemigo histórico del sistema dialectal.
La vara o el lacerante castigo han sido armas fáciles con que se
ha 'corregido' el empleo infantil de palabras y expresiones
dialectales, supuestamente reñidas con la norma castellana. No se ha
mentalizado a los enseñantes en comunidades rurales que un buen
aprendizaje de la norma castellana estándar no resulta incompatible con
el respeto al uso de la norma dialectal por parte del alumnado. Es más,
el castellano se enriquece con esa pluralidad de voces dialectales, con
esa polifonía regional que puede oírse en su articulación y empleo
idiomático.
Otros múltiples factores han incidido e inciden en la
disminución del uso de vocabularios dialectales. A ellos voy a
referirme, recurriendo a ejemplos extraídos de la comunidad dialectal
extremeña.
Los recientes cambios han afectado a diversas facetas de la vida
campesina. Si nos fijamos en la arquitectura rural descubriremos cómo
han evolucionado los materiales y técnicas constructivas. Y con ello
todo el frondoso vocabulario de ese ramo. También en el ámbito
doméstico se aprecian transformaciones evidentes tanto en la concepción
y planificación general de la vivienda como en la organización
distributiva del espacio interior, reajustadas a las nuevas necesidades
de sus moradores campesinos. En la Alta Extremadura ya no se escucha
hablar de 'cuyatrá' ni de 'botequilla' ya que han pasado a ser
dependencias sin función, anuladas en las nuevas casas. La parte
destinada a 'zagurdo' o 'cuadra' lo ocupa hoy la 'cochera'. Ya nadie
alude apenas a 'lanchas', 'morillos' ni 'arberus' porque la cocina de
gas butano se ha entronizado en casi todos los hogares. Al
característico 'ehcañu' lo ha desplazado el más cómodo sofá o
tresillo . Los ejemplos podrían multiplicarse por docenas.
Los trabajos del campo se han visto radicalmente alterados con
las nuevas maquinarias y avances tecnológicos. Estos han convertido en
piezas museísticas a innúmeros enseres, útiles de labranza y aperos de
diversa índole, clase, función y forma. Toda una cultura objetual
agraria, que reproducía modelos tradicionales desde épocas remotas,
que, de pronto, ha quedado obsoleta, sin función ni servicio alguno.
Comprobamos cómo las 'jocis'o los 'segurejones' los suplen
ventajosamente las 'sierras mecánicas'; el molesto 'aguatoche' quedó
arrinconado por las modernas máquinas de espolvorear o de 'curar'. Se
pueden aducir infinidad de ejemplos. Repárese en cómo una avanzada
maquinaria se ha ido imponiendo en la realización de tareas agrarias
tal que arar, recoger cereales y otros productos, trillar, empaquetar,
etc.
De esta manera se ha dado la puntilla inevitable a un amplio
léxico campesino, de términos dialectales, enraizados profundamente
desde hacía siglos, que se relacionaban con las tareas agropecuarias,
describiéndolas, clasificándolas, etc.
205
Centenares de voces referidas a la agricultura tradicional han dado
paso a una cascada de neologismos, importados de los países innovadores
en la agricultura. Estas palabras extranjeras -
frecuentemente 'xenismos'- resultan irreconocibles casi siempre en la
peculiar articulacion de los viejos campesinos dialectales, que
incurren en continuos barbarismos, hasta el punto de reconvertir los
neologismos en nuevos dialectalismos léxicos, dado lo mucho que se
apartan del modelo original, en francés, inglés o la lengua
correspondiente.
La aducción de pruebas y ejemplos de otras muchas facetas en las
que ha disminuidos drásticamente el léxico dialectal sería un trabajo
tan extenso como innecesario. Las muestras que he dado son suficientes
y significativas para entender cómo gran parte del léxico dialectal se
precipita a una rápida desaparición.
206
excesivamente prolongado, acabarán por neutralizarse las diferencias, a
borrarse, en definitiva, las variantes dialectales del habla. Y el
léxico dialectal quedará reemplazado por el castellano estándar.
El proceso no hay que darlo totalmente por cerrado. A pesar de
la franca regresión del léxico dialectal, sobreviven usuarios del
mismo. Veamos dónde están y quiénes son esos últimos depositarios de
las formas dialectales.
Las áreas rurales siguen siendo los principales reductos. Y
la actividad campesina la que más favorece al mantenimiento del léxico,
pese a las crecientes pérdidas del vocabulario agropecuario. Los
factores de aislamiento, de relativa incomunicación son determinantes.
Cuanto más pequeños y apartados son los núcleos rurales más
posibilidades de preservación de la semántica autóctona tienen sus
moradores.
A veces el tradicionalismo en las formas de vida de ciertos
sectores productivos contribuye al mantenimiento del léxico dialectal.
Tal es el caso, por ejemplo, de los vaqueros, ovejeros, cabreros y
oficios pastoriles en general, que son depositarios de unas
terminologías riquísimas referidas al mundo ganadero: decenas de voces
para designar el pelo de los animales, la forma de las ubres y cuernos,
las 'señales', las enfermedades y los remedios naturalistas, las
hierbas...
Las generaciones mayores son las auténticas depositarias del
caudal léxico dialectal que subsiste. Frente a lás más jóvenes, que se
expresan en su propia y distinta variedad de sociolecto. E igualmente
puede apreciarse unas formas de hablar más perseverantemente
dialectales en las mujeres, por la existencia, tal vez, de una
diferenciación de habla influida por el sexolecto femenino,
caracterizado por una tendencia marcadamente conservadora.
Para finalizar quiero poner énfasis en el carácter coyuntural
del momento presente para inventariar todavía el léxico dialectal en
vía de extinción o recientemente desaparecido. La demora en la
ejecución de inventarios léxicos dialectales puede ser muy perjudicial,
dada la precariedad en que se hallan las formas lingüísticas
dialectales en más de una región. Hoy pueden rescatarse aún del olvido
definitivo infinidad de voces dialectales. En un corto plazo de tiempo
acaso sea ya tarde.
El papel de la escuela
207
social del extremeño y reafirmar la conciencia dialectal, así como
fomentar actitudes de respeto hacia los depositarios del dialecto
(ancianos, campesinos, etc.).
Bien es cierto que previamente habría que formar al profesorado
que trabaja en establecimientos docentes radicados en Extremadura,
tanto al profesor autóctono como alóctono. Los propios profesores han
sido víctimas frecuentes en sus periodos de formación académica de una
concepción errada y despreciativa hacia las formas dialectales. Y
ellos, en muchos casos, se limitan a transmitir esa misma actitud que
les inculcaron. Han de proliferar, auspiciados por el poder autónomo,
los cursos formativos sobre el particular, en lo que los profesores
aprendan, para luego transmitir, los conocimientos vinculados al
currículo extremeño.
Pero resulta esencial diferenciar los programas de actuación
desde la enseñanza. Considero que jamás hay que incurrir en medidas
absolutas y uniformantes. El diseño de los programas debe ir adaptado
al contexto dialectal. Que no se produzca una ‘normalización’ reglada,
verticalmente impuesta y sin discriminar áreas culturales, del proceso
de enseñanza-aprendizaje en el tema dialectal. Hay que llegar
previamente entre especialistas a acuerdos sobre asuntos tan
importantes como la trascripción fonética, la relativización y
acotación del alcance geográfico de ciertos fenómenos del habla
dialectal, explicando con mapas y argumentos filológicos fiables –lo
que requiere un proceso de investigación lingüística previa del
territorio extremeño-.
Mi propuesta, en suma, pasa por aplicar de forma diferenciada
la enseñanza del extremeño, distinguiendo áreas dialectales y
modalidades –la extremeñoleonesa, la castellanizada, etc.- y adaptando
los programas a las características lingüísticas de cada zona. Es
decir, no debe enseñarse por igual el extremeño en Sierra de Gata o
Hurdes que en Trujillo o Zalamea de la Serena, por ejemplo. En las
áreas fuertemente dialectalizadas, se actuarán con respeto a las
variantes dialectales que cada una presente. En tanto que en otras
áreas menos dialectalizadas o más castellanizadas, debe actuarse de un
modo distinto, tal vez poniendo el acento en aquellos rasgos más
comunes y extendidos (aspiraciones, yeísmo, entonación y otros
elementos fonéticos, así como pecualiaridades léxicas).
En cuanto a propuestas concretas para el aula, me remito a mi
libro “Con acento extremeño”, editado por la Consejería de Educación en
1999. En él se hallarán desarrollados más por extenso muchas de las
reflexiones que aquí se hacen y otras propuestas relacionadas con la
literatura tradicional extremeña: lírica popular, romancero, cuentos,
mitos y leyendas ...
...................................................
208
AUTOR:
DIRECCIÓN:
Avda. de La Vera, 40 -lº A
209
PRIMER CONGRESO SOBRE EL HABLA EXTREMEÑA - CALZADILLA OCTUBRE/2002
LA FALA EN EXTREMADURA
El pueblo llano, sin decirlo, piensa que hace bastante con hablar, aunque cada vez se
conversa menos y se nos habla más desde fuera y con más signos y canales.
El Hablar extremeño, y en la Fala puede verse más y mejor, se ha dado ese desprecio o
pasotismo, humillante a veces, tanto como la incultura, el "terronismo" de campanario, el miedo o la
impotencia para estudiar, la desconfianza ante el sabiondo o culto, de dentro o de fuera y alguna
razón más, para que no se hayan escrito estudiado a fondo, conservado y cultivado nuestras hablas.
No culpemos en vano y hagamos propósitos, contricciones y obras.
Las razones para hacerlo de una vez, aparte del aprecio externo que hiciera notar Gabriel y
Galán en "La Fabla del Lugar", agradecido y humilde, son las que da, además de las lingüísticas,
Chamizo: "porqu'ella sus dirá nuestros quereles / nuestros guapos jorgorios, nuestras penas, /
ocurrencias mu juertes y mu jondas/ y cosinas mu durces y mu tiernas".
Y es que conservar este tesoro, que es nuestra habla, no vale sólo para lucirlo por lo que en
sí vale, para enorgullecernos y diferenciarnos, identificarnos (hechos diferenciales, señas de
identidad, se dice mucho) sino, principalmente para no perderlo, disfrutarlo quien lo luce y quien lo
211 para goce y saber de todos, abiertamente, no
ve, mantener lo nuestro a la altura de lo de los demás,
en el arca de la abuela y para días señalados tan sólo. Cuando tanto se presume de riqueza y
diversidad en flora, fauna, etc., es triste ver carros, trillos, norias, molinos, lagares, cañadas, etc.,
etc; olvidados, ruinosos. ¿Vamos a dejar perder todas esas realidades y palabras, oficios, industrias,
aperos, costumbres, conformándonos con el mercadillo que nos pongan?. Se mueren el lagar, el
lagarero, la tahona, el celemín, el jabón casero, el sillero... se mueren las palabras que encierran su
ser, saber, estar, hacer. No se trata de volver con yunta y trillo al campo, sí de, con nuestra voz y
letra, arrancar de ese ayer nuestro al futuro mejor.
A FALA.
Es la lengua materna, transmitida oralmente por generaciones, en las Villas de Ejas, San
Martín de Trevejo y Valverde del Fresno.
Repito: E a Lengua materna, transmitía oralmenti por generaciós, en as Villas d'As Ellas, Sâ
Martin de Trevellu i Valverdi del Fresnu.
Aunque en lo básico es una misma Lengua, presenta ciertas particularidades en cada una
de esos pueblos y así se llama a la Fala: Mañegu en San Martín, Lagarteiru en Eljas y Valverdeiru en
Valverde, denominaciones que se dan también a sus respectivos gentilicios.
Leo en mañego:
Aunque eno básicu é un'a misma Lengua, presenta cedas particulariais en cå un
d'esis lugaris y asina se chama A FALA: mañegu en Så Martín, Lagarteiru en'As Ellas y
Valverdeiru en Valverdi du Fresnu, denominaciós que se dan tamén aos seis respectivus
xientilicius.
Extensión
Los términos municipales de estas tres Villas ocupan una superficie de 251'71 Krn2, en el
ángulo noroccidental da Extremadura, provincia de Cáceres, ubicada en el Valle del río Eljas, que
nace en el pueblo de tal nombre, rodeado de las Sierras de Eljas, Malvana y Jálama con Moncalvo,
Cumbres y Cabezos, que las limitan con Salamanca, Portugal y los Términos cacereños de Villamiel
y Acebo. La población de estas Villas era de 5145 habitantes en 1990, habiendo llegado a los 6000
en el siglo XVI.
Puede decirse que la gran mayoría de los habitantes actuales, de toda edad, así como los
nativos que residen fuera gran parte del año, son falantes en cuanto haya dos o más, de cualquiera
de estas tres Villas, que se encuentren, dentro o fuera de esta área.
Raíces
Las controversias sobre el origen de la Fala, aparte de ciertas aproximaciones hechas sin
bases fundadas por expertos o simples aficionados no merecen más que mencionarlas y animar al
estudioso a sopesarlas y profundizar en ello, aunque no sea el punto más importante ni necesario.
En el l Congreso sobre A Fala, celebrado en mayo de 1999, organizado por la Junta de
Extremadura en San Martín de Trevejo, los más recientes trabajos de estudios e investigación de
personal académico capaz y con larga dedicación al terna, del mundo universitario portugués,
gallego, catalán y extremeño principalmente, llegó a la conclusión de tratarse de una rama del
gallego-portugués, más bien aquel gallego medieval, que históricamente se sabe fue repoblador de
esta zona en aquel tiempo, que ha evolucionado y cuenta con añadidos del desaparecido leonés, del
portugués y castellano, naturalmente.
212 de León y Galicia, etc., con documentos de
Fernando II y Alfonso IX, entre otros reyes,
donación y fueros a Trevejo y Salvaleón (en Valverde) dieron fe documental, por fin, en este
Congreso a lo antedicho. Algo que dijimos años ha.
A/gunos rasgos
En estas jornadas, creo es bueno comenzar con uno de los rasgos que el astur-leonés dejó
en Extremadura, en la parte que tal reino comenzó a reconquistar y aún limita hoy esa Vía de la P I a -
ta, tan reacia a actualizarse como las finalizaciones o>u y e>i.
En Fala, como en esa á r e a extremeña, se conserva este fenómeno fonético que mantiene
por siglos las terminaciones en "u" y en "i" en vocablos que en Castellano finalizan en "o" y en "e".
Como rasgos más destacados de la Fala, comunes con el Gallego y otras lenguas y
romances derivados det Latín, mencionamos el mantenimiento de la F inicial:
La evolución de los grupos latinos "L'Y", "K'L", "G'L" y "T'L" que aquí se resolvieron en 'LL* y
en Castellano dieron "J":
La de los latinos "CL" "FL" y "PL"' que en Fala evolucionó en "CH" y en Castellano en "LL":
Podíamos seguir: con cuestiones y diferencias fonéticas en sonidos sordos y sonoros de "J"
(Xenru, Xovis}, "G" y "S" (Mesa, Vasu), la conservación de la "Z" medieval (Dorru, Radón) y
muchos má s fenómenos fonéticos, morfológicos, Iéxicos,que estimo superan tanto las pretensíones
de este evento como la paciencia del más interesado.
Creo que es más fácil "falar" que llegar a conocer la Fala; al menos para mí que hago lo
prímero desde la infancia y sigo pretendiendo lo segundo sin demasiada preparación y con pocos
adelantos.
Si a esto unimos que, como al Castellano y toda Lengua y Dialectos se le sumaron, antes o
después, vocablos y giros prerromanos, árabes, y de otras raíces etimológicas, así como
barbarismos, neologismos, jergas y esnobismos admitidos o impuestos, sigo creyendo que el valor
de la Fala radica en lo que ella encierra y en que sigamos viviéndola y conservåndola con orgullo.
En este Valle de Eljas, una serie de personas amantes de la Fala y comprometidos con la
conservación, conocimiento, difusión y disfrute de la misma y cuanto ella puede aportar al resto
de todo el Patrimonio histórico y cultural de las tres villas, creó Fala i Cultura, Asociación que hace
cuanto puede por la Fala (Recopilación, Documentación, Teatro, Actividades escolares, de Amas de
casa, mayores, etc.), además de un Museo del Aceite y el Vino, productos principales; con estudios y
publicaciones sobre fiestas populares, oficios, Toponimia, Callejeros, etc; porque en Fala podemos
hablar de todo y de ver hacer aguardiente en el 213 alambique que salió,ya en el siglo XVI, todo un
destilador mañego en el Escorial de Felipe II, Diego de Santiago.
Ei quixera que apreciáris esta Fala, que se fala en Extremaúra i é extremeña por tantu i fadi
siglus.
Volvendu a u análisis que fidi au principiu, sabemus que agora u nivel cultural i educativu
son mais altus en tos partis; que as carreteiras i medius de comunicacíón son mais numerosus,
amplius, viablis i próximus; que u nivel económicu i social deixan poicu campu a "siñuritus';
"sabijondus",pero inda existen o han renacíu oitrus novus nus tercius 'familial, municipal i sindical"
(que desaparecerán supostamenti cun a democracia); que sigui habendu tamén bastanti ruralismu de
"urizu", individualismu, cerrazón, persoas que se fadin a bola puramenti en cuantis barruntan que
alguén o algu s'acerca en procura de avancis i milloras pa nosa terra, ixentis i lugaris.
A este panorama (en Lagarteiru expuesto) añadir también que si fuimos a los Peruses y los
Méjicos, raro es el extremeño que no ha tenido que ver, no siempre por turismo, con tantos y tantos
países de Europa y otros continentes, con Galicia, Vascongadas, Cataluña, Valencia o Baleares,
para saber hasta dónde Ilegaban sus hablas e intenciones, al tiempo que podía apreciar y valorar,
más que quien no se ha movido, lo que valen y podemos hacer con las hablas extremeñas,
tolerantes, abiertas, cooperantes, sencillas y sinceras. Nuestro pueblo y habla son fruto de pueblos y
hablas, o algo más rico y menos incestuoso que los que se creen ombligos de su cerrado mundo.
Sería injusto por una parte, no sólo personalmente sino como miembro de Fala i
Cultura, olvidarme de cuanto han hecho por la Fala y otras hablas, la Junta de Extremadura
(Consejería de Cultura y Patrimonio, Gabinete de IniciativasTransfronterizas, Editora Regional, sobre
todo) así como la Universidad de Extremadura que, aunque tardase, creo que ha captado el miajón
y se mete ya al ajo.
La labor de los Centros de Educación Primaria de las tres Villas, todo su
profesorado y medios, AA. PP. AA. y otras, en el 'hic et nunc" diarios, es impagable y digna de todo
agradecimiento y elogio. Algo básico y fundamental en objetivos y tareas de este tenor.
Podría enumerar a cuantas instituciones, servicios, colectivos y personas han hecho
oídos sordos, cruzamientos de brazos cuando no incumptimientos u oposiciones, dentro y fuera del
årea falante. Daría mucho que hablar y creo que serviría de poco.
Terminaré rememorando a Berceo:
Hace falta hablar mucho y hacer, escribir más de nuestras hablas. Diré con Campoamor: "No
dudes un instante / que es quedarse atrás no ir adelante". Ánimo, gracias y perdón por hablar algo.
214
Domingo Frades Gaspar. Calzadilla Octubre - 2002 - Primer Congreso sobre el Extremeño
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO - CALZADILLA
(CÁCERES) - OCTUBRE/2002
ENANTIS
Comu to'l mundu sabi, con la llegá de los nuevus repoblaoris al territoriu estremeñu una veci habel
síu avientáus los musulmanis ena edá Media, el panorama lingüísticu, escomencipiará un nuevu
recorríu.
Pol un láu el Reinu de León va dil destirajandu fa su lengua astul-leonesa y el reinu de Castilla el
castellanu asigún la su zona d'enfluencia.
Si bien ca zona va mantenel la su lengua de reconquista, poquinu a poquinu va dil creándusi una
intel-relación y un intercambiu.
En los emprencipius el astul-leonés, será la lengua 'oficial' d'una amplia franja éndi el norti jasta el
sul d'Estremaúra, gozandu d'un estatus de privilegiu emportanti, siendu d'empreu natural tantu ena
comunicación diaria de los sus habitantis comu ena documentación de rigol juntu al latín.
Poquinu a pocu, el Reinu de Castilla engazapará un papel predominanti, pasandu el astul-leonés a
un segundu pranu. Asina la juerza la'población d'esas zonas leonesizás acontinarán usandu la su
lengua d'origin pena ca vés con mayol enfluencia d'esi castellanu arcáicu y en efeutu, ajuyirá pa
siempri el su caraiti oficial ejándusi de dal empreu en los papelis y actus oficialis.
Frutu d'esa intel-relación entri dambas lenguas va dil creandúsi u n a nueva realidá linguística de
juerti presonalidá.
Enas zonas de repoblación originaria leonesa va a conservalsi con gran juerza una tupa de rasgus
asturleonesis pena tamién pasarán a sel asimiláus en gran medía nel restu 'el territoriu
castellanupalranti. De igual mou una tupa de rasjus d'esi castellanu antiguu pasarán a sel asimiláus
en ciertu gráu po-los jablantis de dominiu leonés.
Amás de to estu, es prejisu almiental, la enfluencia asimilá -mayol u menol- de los modelus
lingüísticus anterioris a esi projesu de reconquista y repoblación, asigún los pueblus que juerun
pasandu pol el territoriu: árabis, visigóticus, romanus, lusitanus, vetonis, etc.
D' igual mou tamién va a sel decisiva la enfluecia de la lengua portuguesa ya no solu ampié las
lindis sinu en toa Estremaúra y acasu la enflueneia de esporádicus repoblaoris d'algotrus modelus
lingüísticus, comu gallegus. Cabi recordal velaquili la esistencia en el noroesti estremeñu d'un
enclavi, el Valli de Xálima, ondi se conserva una modalidá galaicuportuguesa de gran paralelismu
lingüísticu con el gallegu, si cabi comu frutu d'una repoblación de gallegus u astul-leonesis de
lengua gallega... (esu serie matería d'otru estudiu y analís).
215
Comu habemus comentáu, pol mé de toínu esti projesu va a dil surgiendu la modalidá 'el
estremeñu, con las sus variantis de Altu y Baju estremeñu.
Ni que idil tieni, qu'una ves jundeá la 'validé oficial' de la lengua leonesa primera y habel
supremacía el castellanu, esa nueva realidá lingüística que va teniendu nacencia enjamás va a gozal
de carta de naturaleda.
Mentris la juerza la población s'espresaba en esti nueva modelu.., a nivel oficial, ena
documentación, ena enseñancia, nel usu eclesiásticu, riel usu literariu etc., enjamás hubu nengún
intentu de consideración... más bien al contrariu.
Y asina lu que con naturalida puía habelsi costituíu en una lengua de justa reconocencia, y justu usu
cultu, pasó a sel considerá meru 'dialetu' vulgal, rejuyíu, menuspreciáu y jasta persiguíu pol activa
u pasiva... ¡to hai qu'idilu!.
Y asina, con el pasu de los sigrus, ca vés diban perdiéndusi más rasjus lingüísticas propius y diba
arrinconándusi a zonas comarcalis más menúas y a estratus poblacionalis socialmenti consideráus
bajus. Y to estu jué pasandu en los sigrus de escurantismu, en los periodus dictatorialis modernas y
tamién en los tiempus democráficus actualis ondi -baju el mi puntu de vista- el apoyu merecíu de
los estamentus públicus ha síu nulu, cuasi nulu u entovía peol.
Y enqui, anguninu puéa tachalmi de ilusu u demagogicu, yo soi osáu de idil, que si el estremeñu
juera gozáu d ' u n mínimu d'arrempuji y reconocencia duranti la su esistencia y evolución, hoi sería
la quinta lengua reconocía, con derechus costitucionalis comu el catalán, el vascu u el gallegu y el
mesmu frorecimientu cultural y literariu.
Con la llegá 'el Romanticismu de finalis 'el sigru XIX y emprencipius 'el XX y el medri 'el
regionalismu, de manera cutaína, en Estremaúra va dil surgiendu cierta concencia. Y mentris
Rosalia de Castro -añu arriba, añu abaju-, en otrus contestus, ensalza al gallegu en los sus
'cantares gallegos' u en 'Follas Novas', un poeta veníu de Salamanca, Don José María Gabriel y
Galán aportará una nueva visión. Asín esti hombri sensibli, ganaol de juegus floralis poéticus, bien
relacionáu con li intelectualidá literaria desi momentu y defensol de valoris humanus y moralis
reconocíus, con las sus
'Poesías Extremeñas' dará una valoración y una consideración al estremeñu, impensá jasta esi intri.
Y en efeutu de siguía van a publicalsi los sus poemas mesmamenti en anguna editorial
Iberoamericana dándusi a conocel la muestra modalidá altuestremeña prevocándusi cierta
dinificación y difusión.
Anguninus añus dispués, la modalidá baju--estremeña, gozaría tamién de ciertu arrempuji con la
publicación de la obra ' E l miajón de los castúos" (Rapsodias Extremeñas). Don Lu is Chamizo, el
alfareru-poeta de Guareña,
defensol tamién de valoris tradicionalis y un 'jonráu vivil' , jadrá que de nuevu, el estremeñu sea
conocíu y promocionáu - e n mayol u menol gráu- drentu y juera d'Estremaúra...
Y asiria es justu idil, que inclusu, en metí 'el ré gimin de Francu, hubu jasta si cabi una cierta -
esaltación d'estus valoris literarius y de reboti, lingüísticus.
Aparti de Gabriel y Galán hubun algotrus literatus que jidun usu de la jabla estremeña (llamá castúo
tamién en tiempus recientis a partil de las rapsodias extremeñas de Chamizu) con aciertu y delicaeza
comu pol ejempru Reyes Huerta.
Tamién hubu pequeñus pinitus en revistas culturalis u publicacionis diversas, mesmamenti adeptas
al régimin en un intentu quiciás d'esaltación de noblis valoris, avecis patrias, con ciertu caraiti
folclóricu/populista... Peru güenu, juera comu juesi, velailus estuvun.
Con la muerti de Francu, la venía de los valoris democráticus, el projesu 'el desarrollu pre-
autonómicu y dispuesinu autonómicu, los valoris lingüísticus estremeñus paecierun engazapal un
arrempuji prometeol. To estu, aína quéo en tentaúra fallía, juegá política si cabi, p'arrepañal votus
en queándusi el valol de los mesmus asoterráus enas urnias empudrigándusi y con ellu la esperancia
216
de la recuperancia, la reconocencia y el desarrollu desti valol hereáu.
Asina los partíus políticus, especialmenti los 'progresistas', de continu incluyerun en los sus
programas la defensa de la jabla, defensa que nunca se llevó a cabu.., y de contáu se pasó de idil
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Ni que idil tieni, paralelamenti, a títulu presonal, hubu ciertus pasus d'apoyu endi el mundu
literariu, musical, intelectual etc. Que apeninas cuajaron.
Pol supuestu el Estatutu d'Autonomía no jue justu con esti valol lingüísticu y algotrus de juerti
raigambri en las sus zonas comu la Fala u las variedadis portuguesas de Olivenca/Olivenza, Tierra
d'alcántara etc.
Y ni siquiá se jidu una lectura mínima al respetivi, nel su árticulu 6, que puía habel garantizáu
ciertus mínimus.
Y en efeutu, nu hubu arrempuji nengunu, a nivel de Enseñancia, Universidá, documentación,
apoyu a la creación literaria, publicacionis, medius de comunicación etc.
Cualquiel intentu de busca d'apoyu públicu pa publical pol ejempru era rejuyíu y endi los puéris
políticus autonómicus l'actitú siempri ha díu siendu de negación y menuspreciu, cuandu pol lógica
y coherencia deberie habel síu al contrariu.
AGORA
Esistin varius certámenis literarius que promocionan la creación enas muestras jablas, peru de nuevu
a nivel anecdóticu: 'Chamizo', 'Ayuntamientu Guiju de Granaílla', 'Ayuntamientu de Galisteu',
'Osma'...
Esu sí, endi la intelectualidá -mayoritariamenti- s'acontina dispreciandu y rechazandu y jasta el
responsabli másimu de l'Asociación de Escritores Extremeños, custiona, ridiculiza, ironiza,
demoniza cualquiel intentu de manifestación oral u descrebía en estremeñu.
En los añus noventa, ha lugal nacencia 'Huéyebra Castúa' con sedi en Mérida. Que realiza una
emportanti riestra d'actividadis d'apoyu a las jablas, comu la publicación de 'Luh papelih',
poemarius, brevis espacius radiofónicus, chalras, etc.
Con la llegá d' Internet, ha habíu angunas iniciativas verdaeramenti enteresantis (tamién
asurdamenti criticás pol ciertus sectoris que nu soportan el pluralismu cultural) comu la primel
Revista ena Redi en estremeñu, Belsana, coordiná pol Valle Morea u los trabajus de Manuel
Trinidad u angunus más p'Ahigal y algotras páginas particularis.
DISPUÉS
El futuru 'el estremeñu, imus a sel sincerus, es negru abondu.
Sí, ciertu es qu'a nivel literariu, en los corazonis de cuantus lu amamus nu queará múu mentris
Dios mus dé juerzas pa vivil. Sin embargu, en términus realis en cuantis espichi el poleu el ultimu
viejinu u viejina de quiciás noventa, ochenta, setenta añus si cabi (qu'entovía usa una modalidá más
u menus bastanti pura p'allá en Montelmosu, Garrovillas, Piomal, La Gúetri...) habera
desaparecencia esti legáu de la humanidá únicu. Vaiti218 a sabel si drentu cincu.., ochu...diés añus...
¡Nu creu que llegui a quindi!. Pasará lu mesmu que pasó con el ultimu jablanti en dálmata, célticu
de la Isla de Mans u las últimas tribus patagónicas.., y nu pasará na, u pasará muchu asigún se miri.
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Esisti un parametru que garantiza una pervivencia a medianu prazu d'una modalidá lingüística
minoritaria, y es el empreu d'esa modalidá pol parti la población enfantil. Esi parámetru en castúu,
añus ja que jabla pol si mesmu, otru tantu el portugués de las lindis... Tan solu tieni garantizáu un
futuru más u menus largu 'A Fala'... velaquili los dagalinus y dagalinas entovia palran la su lengua
nel recreu, al juegal etc.
Cabi destacal el negativu efeutu qu'está causandu la nefasta corrienti cuasi generalizá de
desprestigiu jacia el estremeñu, qu'está acelerandu a pasus agigantáus estus mesteris. ¿Comu va a
medral el estremeñu si nu se le reconoci, si se le niega, si se le menusprecia y rediculiza
paradojicamenti muchas vecis pol aquellus que moralmenti deberíen jadel lu contrariu? ¿Comu va a
habel una recuperación de los rasjus propius qu'han constituyíu jasta lu d'agora la basi de la
modalidá, y van ajuyendu a la velocidá 'el relámpagu, si nu se los reconoci u son reducíus a
vulgarismus dínus de sel jundeáus de to jocicu? ¿Comu va a habel creación literaria si nu se la
potencia? ¿ Comu se va a recuperal enqui mereza la pena si no s'enseña?
7
Namas un miragru jadríe qu'el estremeñu nu muriesi. Un cambiu radical d'actitudis, un desarrollu
íntegral d'ecología lingüística en esta bendita tierra.., lu mesmu qu'habemus salval las ballenas u el
dorru árticu.
219
El mi agraecimientu
Antoniu Garríu Correas
Outubri-2002
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO - CALZADILLA (CÁCERES) OCTUBRE/2002
EL VOCALISMO
1. Cierre de las vocales finales "e", "o" en "i", "u": liebri, lumbri, rollu,
zapatu, menjunji, liaru, antrueju, chonchu... Aquí destacar el caso de
Pozuelo de Zarzón que a pesar de estar rodeado de pueblos que acusan
este rasgo llegando casi a la exageración (Guijo de Galisteo unidos por
un camino de algo más de cinco kilómetros o Villa del Campo por
menos de dos) no participa de esta cualidad, constituyendo un caso
aislado y que llama la atención sobremanera.
EL CONSONANTISMO
7. En toda la zona son muy frecuentes223 las formas fuertes de.la tercera
persona del plural, en el pretérito indefinido: jidun, vinun, trujun; supun,
dijun ....
8 Distorsiones morfológicas y sintácticas: jidiendu, dijierun, quiés, cantara
en lugar de cantaría, andara.
224
EL EXTREMEÑO EN INTERNET
Autor: Manuel Trinidad Martín
Buenos días a todos. En primer lugar quiero felicitar al Sr. Pedro Cañada que con muy pocos medios ha
organizado este excelente congreso y aunque hemos contado con la presencia de representantes del
mundo universitario, debo decir que este congreso no ha sido organizado por la Universidad de
Extremadura, ni siquiera por una institución oficial superior como la Junta de Extremadura que nos
va a visitar en el acto de clausura, sino que ha sido organizado por una serie de personas que con
escasos medios económicos y sólo desde la ilusión, el afecto y el amor por algo que se pierde sin remedio
como un pajarillo que se nos muere entre las manos, han tenido la fuerza a pesar de todas las críticas, de
hacer una llamada agónica a todos los amantes de lo extremeño para que acudieran a Calzadilla, para
defender lo nuestro, como el S.O.S que se envió desde el Titanic cuando se estaba hundiendo.
Porque los que realmente han hecho que sobreviviera el extremeño, no ha sido la Escuela de Hamburgo
que estudió allá en los albores del siglo XX el habla de la Sierra de Gata, ni el Sr. Cummings que hizo
una investigación sobre el habla de Coria y sus cercanías, sino todos esos extremeños que con escasos o
nulos conocimientos filológicos y con la sola ayuda de su libretina se han dedicado a recopilar el léxico
de sus pueblos. Por eso sin duda, este Primer Congreso sobre el Extremeño no podría encontrar otro
marco más adecuado para su celebración que este bello pueblecito del Valle del Alagón. Ya que es un
congreso realizado desde el pueblo y para el pueblo.
Pero a diferencia de lo que ocurrió con el Titanic, el extremeño no se va a hundir, porque aquí sí han
acudido en su ayuda, extremeños residentes en todos los puntos de España, recorriendo muchos de ellos
cientos de kilómetros, dejando a sus familias por unos cuantos días, porque sabían que era su obligación
estar hoy aquí, sin recibir nada a cambio, sólo la satisfacción de insuflarle ese último hálito de vida a las
hablas extremeñas, la manera que tuvieron de expre sarse nuestros antepasados, porque el extremeño se
nos muere queridos amigos y se nos muere, y he dicho bien, se nos muere ya que no está muerto, a pesar
de la descarnada, inmisericorde y brutal campaña que desde altas cotas de la intelectualidad se está
realizando y se atreven a afirmar con desvergüenza que el extremeño no existe, acertadísimas palabras
de D. Joaquín García Plata cuando en su comunicación del jueves pasado, afirmaba que el gusano lo
tenemos dentro de nuestra casa, qué pena, así nos va a los extremeños, que anteponen todo tipo de
intereses en lugar de defender lo nuestro.
Y una de dos o se es muy inculto o se tiene muy mala leche, para afirmar que el extremeño no existe. A
mí este verano me ha dado la gana de viajar, a zonas de Extremadura que conservan todavía un habla
peculiar porque me gusta saber las cosas de primera mano y no porque me lo cuenten. He visitado el
valle de Xálima y las tierras de la Trasierra extremeña y me he dado cuenta de que todos los que
comparan el extremeño con la miseria, con la incultura, con la marginación.. están profundamente
equivocados. He recorrido los campos de Ahigal con el Tío Domingu, al que le pude grabar en vídeo y
cuando me ha hablado del nombre de los pájaros, de las plantas, de los árboles, me he dado cuenta que
el inculto era yo, que los incultos somos los que encerrados dentro de las cuatro paredes de nuestras
225
ciudades urbanas, llenas de modernidad, de puentes fantásticos, de Mac Donalds, de Carrefours, nos
hemos olvidado de quiénes hacen la verdadera historia de Extremadura, que no son precisamente los
políticos, ni los intelectuales o personajes gloriosos, sino las personas normales del pueblo, el tío Balta
por ejemplo que nos ha estado recitando sus poesías, ellos son los que representan la verdadera esencia
de Extremadura, como lo llamara Miguel de Unamuno, la intrahistoria:
"Todo lo que cuentan a diario los periódicos, la historia toda del «presente momento histórico», no es
sino la superficie del mar, una superficie que se hiela y cristaliza en los libros y registros, y una vez
cristalizada así, forma una capa dura...”, que no nos deja ver la verdadera esencia de los pueblos, el
miajón como dijera Chamizo, y si rompemos esa capa veremos la realidad de los pueblos extremeños, un
foco ardiente pero que cada vez late con menos fuerza porque no le dejan ver la luz"
Hemos dado la espalda a las gentes de nuestros pueblos, amparados en un equivocado concepto de la
modernidad y de la universalidad, que nos hará olvidar nuestras raíces, una cosa no e stá reñida con la
otra, no olvidemos nunca que son los árboles que tienen las raíces más profundas los que están más
desarrollados. Países como Japón de los más desarrollados del mundo cuidan con mimo exquisito todo
lo relacionado con sus tradiciones populares.
Yo no soy filólogo, tampoco hablo un dialecto extremeño como en diversas zonas de Extremadura, pero
sí hablo un español de Extremadura, que les garantizo que se diferencia bien del español que se habla en
Asturias o en Madrid, por eso sé darle valor a lo que merece la pena y me gusta por ejemplo que a mi
mujer natural del valle del Ambroz y con fuerte acento extremeño se la reconozca su origen cuando
viajamos por España, como este verano que en Tierra Mítica, el parque temático de Benidorm, montados
en unos cacharrinos de agua, una persona natural de Llerena, le dijo: ¡Tú eres extremeña, no!
Soy una personal normal de la calle, cuyo interés por el habla de Extremadura comenzó de una manera
muy simple, un día llegó a mis manos un libro editado por la Universidad de Extremadura titulado
Vocabulario de Madroñera que formó parte de la tesis doctoral de Pilar Montero Curiel, profesora de
Lengua Española, después de ojear un poco por sus páginas me llevé una gran sorpresa al descubrir
palabras que solía emplear en mi vocabulario usual y que desde pequeño la gente de fuera de mi familia
siempre me había dicho que me las inventaba. El Diccionario de la Real Academia Española parece que
les daba la razón ya que tampoco conseguía encontrar en él dichas palabras.
Expresiones escuchadas a mi abuela, Carmen la Barranquera, natural de Campo Lugar, como remecero
(columpio), pando (poco profundo), veleí (mírale aquí), jundeal (tirar), eschangao (estropeado),
escusao (curioso), esgalamío (hambriento), furriona (juerga), murgaño (araña)... eran utilizadas
frecuentemente por mí y yo me preguntaba ¿tendrán razón y estas palabras no existirán?
Por eso me embargó una especial emoción encontrar una publicación, el vocabulario de Madroñera, en
la que se podían encontrar dichas palabras y aunque mi lugar de nacimiento es Cáceres, toda mi familia
es originaria de Campo Lugar, pueblo cercano a Madroñera por lo que lógicamente muchas expresiones
de este pueblo también se utilizaban en el mío.
A partir de ahí decidí crear en una página web llamada Paseo Virtual por Extremadura una sección
con una selección de palabras del libro: El Vocabulario de Madroñera, pero entonces me asaltó una duda
¿tendrá algo que ver este vocabulario con eso que llaman castúo?
Y entonces empecé a buscar por internet todo lo que existiera sobre el tema, la verdad es que puedo
decir que un primer momento sufrí un poco de decepción ya que se encontraban mensajes en los foros con
opiniones que mostraban un total desconocimiento sobre el tema y en otras webs de pueblos extremeños se
recopilaban diversos vocabularios, pero de lo que habían escrito autores entendidos a lo largo de la
historia no se encontraba absolutamente nada.
226
Por eso se me ocurrió la idea de buscar por todo tipo de bibliotecas todo lo que se hubiera escrito
sobre las hablas extremeñas con el fin de digitalizarlo y subirlo a la red, ya que sin duda esta base
documental, serviría de ayuda para poner un poco de luz en el confuso mundo de lo que llamaban muchos
"castúo" y a la vez sería un acicate para investigadores que quisieran profundizar en el tema.
A medida que iba leyendo más y más artículos, me daba cuenta del tremendo error que se había
cometido al minusvalorar el habla de Extremadura, considerándola una deformación del castellano,
producto de la miseria y la incultura; y propia de palurdos y catetos; opinión muy generalizada por
personas que se supone que tienen una alta formación intelectual.
Le envíe un correo para pedirle permiso para incluir uno de sus artículos,
concretamente el habla de Extremadura en 1900 y él me empezó a dar información
de todos los trabajos que había realizado.
Es importante destacar que la palabra clave que se utiliza para buscar todo lo relacionado
con el el habla de Extremadura en internet es “castúo” que aunque ha quedado claro en este congreso
que fue un término acuñado por Chamizo con su obra "El Miajón de los Castúos", hay que reconocer
que esta palabra ha triunfado, y tanto dentro como fuera de Extremadura se la relaciona
con el hablar extremeño, incluso el diccionario de la RAE la incluye indicando que es el modo
de hablar de Extremadura.
227
Para comenzar mi recorrido sobre lo que se puede encontrar en internet sobre el dialecto extremeño, no
tengo más remedio que detenerme en la primera página escrita en este dialecto que existió en internet y
que fue subida a la red en 1997, su autor, David Delgado, es un electricista nacido en Holguera en el año
1950, a los 15 años se vio obligado como otros muchos extremeños a viajar lejos de su tierra, en este caso
hasta Cataluña, viviendo actualmente en Palafolls un pueblecito a 8 Kms de Lloret de Mar.
Aquí ya percibimos la primera característica de las páginas webs que van a tratar no sólo del extremeño
sino en general de pueblos de Extremadura, ya que es curioso que una gran mayoría de las página webs
que hay colgadas en internet han sido realizadas por extremeños que viven fuera de Extremadura. Es
decir se añora lo que uno siente que le falta., todas esas personas que hablan de
la falta de identidad de los extremeños, se deberían dar una vuelta por esas Casas de Extremadura
repartidas por el mundo en la que todos los extremeños realizan numerosas actividades siempre juntos y
normalmente usan como punto de unión la Virgen de Guadalupe, mientras que desgraciadamente los
que vivimos en Extremadura nos pasamos el tiempo discutiendo en disputas provinciales que sólo
consiguen que Extremadura siga estando a la cola de todos los indicativos económicos.
David Delgado me comentaba que conoció a Jose María Gabriel y Galán y su célebre poesía el embargo,
a través de la enciclopedia Alvarez que era el único libro que se usaba en aquella época en primaria.
Más tarde conoció la obra de Luis Chamizo y a través de la lectura de ambos poetas se empezó a
interesar por el habla extremeña. Al final gracias a que llegó a sus manos la gramática del Sr.
Gonzálvez, se atrevió a escribir en extremeño. De aquí se deduce la enorme importancia que tuvieron
para la difusión del extremeño ya que lo elevaron a categoría literaria, estos dos grandes vates de la
historia de Extremadura que hicieron que muchos extremeños se sintieran orgullosos de su manera de
hablar, desgraciadamente otras personas más influyentes consiguieron que se produjera pronto todo lo
contrario, es decir, que nos avergonzáramos de nuestra manera de expresarnos.
La página se abre con una hermosa foto de la dehesa extremeña y ofrece la posibilidad de adquirir a
través de internet la traducción del principito al extremeño de Antonio Garrido Correas. A esta web la
encuadraría en la sección del EXTREMEÑO EN LA LITERATURA, ya que recoge las poesías de un
gran número de poetas que han escrito en extremeño tanto de comienzos del siglo XX como
contemporáneos, como Rufino Delgado, autor de Trofeos de Raza, Gaudencio Balbino autor del libro
"Huellas en la arcilla" editado en 1975, José Ramirez con su libro "Las Tierras Pardas" editado en 1923
y más moderno podemos hablar de Olegario León de su libro " A la caura Vettona" editado en 1984,
por último también se incluyen diversos poetas de Serradilla. Incluso el mismo autor de la web David
Delgado escribe algunas poesías como “Cantu a Extremaura” y que como él mismo señala están “Sin
imprental”.
En ésta se recogen todo tipo de entre vistas y reportajes relacionados con el extremeño, incluso
recogió una polémica surgida en los periódicos porque una persona se le ocurrió
publicar un 8 de septiembre de 2001, curiosamente el día de Extremadura, un artículo en el que
llamaba poetastros a cualquier persona que se expresara en el habla de su pueblo
(¡ay!, si lo escuchara nuestro amigo Balta que actuó ayer) , kamicaces del castúo a los
que de una manera u otra queremos dar una dignidad que nunca tuvo al habla extremeña y también
avisaba del ENORME PELIGRO que podría suponer potenciar estas hablas, la verdad, es que algún día
me tendrá que explicar a qué se refería. La revista Belsana con una periodicidad
prácticamente cuatrimestral ha demostrado la gran cantidad de noticias que
puede generar, algo que al parecer no existe.
228
De las páginas de pueblos extremeños podemos destacar la de Ahigal que
es un pueblo que conserva intactas muchísimas tradiciones populares de
Extremadura y que su autor. Juan Carlos Paniagua, profesor de filosofía en
Ecija (Sevilla), se ha dedicado durante años a recopilar cientos de palabras del léxico ahigaleño.
También la página web de Piornal de Victor Díaz que vive en Cataluña, dedica una
amplia sección a su habla local. Otras páginas como la de Malpartida de Plasencia
contiene hasta un libro completo para descargar, sobre el habla de los chinatos
y la página de Serradilla también acoge en sus páginas diccionarios amplios sobre
su habla local.
Una de las últimas webs, que se han subido a la red sobre el habla de
Extremadura, tiene talante científico, ya que es la tesis doctoral de Jose Antonio
González Salgado, doctor en filología por la Universidad Complutense de Madrid
y su trabajo se titula: CARTOGRAFÍA LINGÜÍSTICA DE EXTREMADURA. ORIGEN Y
DISTRIBUCIÓN DEL LÉXICO EXTREMEÑO y que muestra a través de 418 mapas
por desgracia, lo poco que existe del extremeño en la actualidad y que en poco más de
15 o 20 años, si continúa la total falta de estima, acabará por desaparecer.
Y lo más reciente que hay en internet, es el mismo seguimiento de este congreso, ya que Mariví Reyes,
a través del nuevo Centro del Conocimiento Integrared de Coria, está realizando una página en
la que se están incluyendo diversos archivos de sonido con parte de las ponencias.
Otro proyecto en internet The Rosetta Project que igualmente quiere recoger todas
las lenguas del mundo, se ha interesado vivamente por el extremeño y en su momento
me envió un correo pidiéndome que le enviara diverso material sobre el extremeño
para incluirlo en sus páginas, como por ejemplo una traducción de diversos capítulos
del génesis.
A mí me importa poco que sigan atribuyendo a todos los que defendemos el habla de Extremadura,
intereses políticos espurios, me importa poco que el habla de de Extremadura sea una lengua, un
dialecto, una habla o la jerga del Tío Eleuterio, sólo sé que así es como se expresaba mi abuela Carmen
la Barranquera que Dios la tenga en su gloria y antes el padre y el padre de su padre y también
hablaban así miles y miles de extremeños que tuvieron que abandonar su tierra porque se pasaba
hambre y que al llegar a otros lugares de España, como Cataluña procuraron perder el habla de sus
pueblos y curiosamente aprender la forma de hablar de otros lugares que sí se sentían orgullosos de sus
peculiaridades lingüísticas.
229
Muchas personas nos vinieron a decir que nos debíamos avergonzar de lo nuestro pero no sólo de la
manera de hablar, sino de la manera de sentir de la manera de vivir y e l problema es que nosotros nos lo
creímos. Es curioso que por ejemplo en un pueblo interior de la Sierra de Alicante, llamado Callosa de
Sarriá, están las famosas Fuentes de Algar, superexplotadas económicamente, en una zona totalmente
vallada, ya que se debe pagar para entrar, incluso te hacen fotos para que a la salida pases por caja y lo
tienen como uno de sus mayores atractivos turísticos, lo que no es otra cosa que un simple arroyo de
agua dulce con una cascada. Pues bien en todo el norte de Extremadura, desde Las Hurdes hasta La
Vera tenemos decenas de cascadas y arroyos con acceso totalmente gratuito, ya que as í somos los
extremeños de desprendidos con los demás, y que incluso superan en belleza a éste de Alicante, pero en
cambio normalmente no damos valor a lo nuestro por lo que evidentemente e se complejo de inferioridad
parece que no nos lo vamos a quitar nunca.
Por último, debo decir que desde hace aproximadamente dos años que me interesé en el tema de las
hablas extremeñas y traté con la gente que la investigaba, es cuando realmente he conocido a la
verdadera Extremadura más que en toda mi vida y en este congreso he aprendido muchísimo más sobre
la cultura extremeña, porque me he reunido con personas que no se avergüenzan de su tierra y que se
sienten orgullosos de ser extremeños, que no es mejor que ser murciano, gallego o catalán, pero ¡ojo!,
tampoco es peor y por eso apoyaré y seguiré apoyando siempre que pueda, el habla de Extremadura.
Muchas gracias
- ANEXO -
PORTALES Y REVISTAS
http://www.extremaura.com/recada3.htm
230
• Dossier del periódico regional Extremadura sobre el castúo 10/Marzo/2002
http://www.extremaura.com/noticias4.htm
http://www.extremaura.com/recada4.htm
LITERATURA EXTREMEÑA
231
9.- Luis Chamizo - Poesía y Literatura (Juan J. Ruiz)
http://www.luischamizo.es.org/
10.- Jose María Gabriel y Galán (Biblioteca literaria del siglo XIX)
http://www.ale.uji.es/gabrgal.htm
HABLAS LOCALES
232
18.- Palabros de Cañamero (Moisés Segovia)
http://www.fortunecity.com/oasis/seychelles/575/palabros.html
233
30.- Vocabulario castúo de Talaván (Peña Los Castúos)
http://www.iespana.es/castuos/nuestras_palabras.htm
PÁGINAS EXTRANJERAS
40.- Language Museum - Samples of 1200 languages in the world and a whole lot
more
http://www.language-museum.com/e/extremaduran.htm
234
41.- Tabla periódica de los elementos químicos en extremeño
(Michael Kanov)
http://www.jergym.hiedu.cz/%7Ecanovm/vyhledav/variant9/extro.html
************************************
235
CONGRESO SOBRE EL HABLA EN EXTREMADURA
CALZADILLA-CÁCERES
24/27-X-2002
Mí queríu amigu, jadi tiempu que te debu carta, peru entre las fae-
nas de la siega, la trilla,el tejal y la vendimia, créimi que andu
algu ajinau, pueh ya vamus mayorih, y loh joíuh muchachuh ya no quie-
rin sabel ná del campu cuantu que sabin algu, y no quierin mah que
pegali patah a un pelleju jinchau, y paseal, sobri todu ellah; asin
que casi tou loh trabajuh quean pa ella y pamí, y yasemuh sesento-
nih; a vel si cobramuh prontu y moh quitamuh de estu, que eh m u
atau y mu ehclavu; por esu hemuh mandau a estudial a loh muchachuh,
a vel si sacan algu y se quitan de ehtuh enritaeruh. Anda que buen
sacrificiu moh cuesta, y hahta tenel que vendel algún guertu.
Del pueblu te diré que ca ved semuh menuh, y eh que voh fuihtih mu -
cha genti en too ehti siglu, unuh pa los Uvaisih, otruh pa Francia y
Alemania, y un mojeón pa otrah capitalih de España. Muchuh vuelvin
de vez en cuandu, peru loh que voh fuihtih pa lah Americah, comu tu,
tan solu vienin unuh que ehtan en la California. Poresu, mi queríu
amigu, te escribu ehta carta tan larga,una ved que han devacuau loh
trabajuh, y ya hemuh sembrau el forraji, loh navuh y lah berzah.
Eh el casu que ehti veranu, entri mozuh y mozah del pueblu, ha pueh-
tu muchuh retratuh, algunuh antovia de loh de minutu, y con un letre-
ru mu grandi en lah ehcaleta que idi, te lo ehcribu pa no equivocal-
mi: GUIJO DE GALISTEO. PIEDRAS Y ROCAS: PILARES DE SU HISTORIA.
Tooh ehtuh retrtuh loh tienin puehtu en una casa que han dau ala
Parroquia, pa ehtah cosah, loh muchachuh de Grigoriu el de la Benja-
mina. Quien le ina aidil a elluh que iban a tiral pa lantri cuandu
casi sin puel, loh llevarun a ehtudial; peru mira salierun pa lantri,
y elluh mu agraeciuh, han jechu ehti regalu al pueblu en nombri de
suh padrih. La casa ha queau mu bonita, too a la antiguu, idin que eh
comu un museu. Musotroh, lo que oyemuh, poh dejah
cosah no entendemuh ná.
Peru comu ehta mia eh tan entrometía, ma dichu que tenemuh que il
a vel loh retratuh, aunqui no sepamuh leel de corríu lah letrah que
ponin; y que van mucha genti vieja, y que nusotruh no vamus a sel me-
nuh.
Poh pa que veah, moh hemuh puehtu la ropa deminguera, y allá que he-
muh íu. Na mah entral pol la puerta,se poni una muchacha al lau nueh-
tru pa ehplicalmuh a que se refierin cá retratu que hay en cá apar-
tau, y son sieti. Qué guapa la moza, cómu habla, qué explica tieni, se
quea unu comu trahmuau namah en vela y oila. T,acuerdah cunadu lah
nuehtrah cantaban comu con dehpechu: "Que no me quieri a mi que qui-
eri a otra porqui sehtan criandu mejorih mozah", chicu que razón te-
nian, y esu que lah nuehtran jadian colrru en la plaza cuandu bai-
lábamuh, en la plaza,al son del tamboril de tio Antolin, la Jota de
nuehtru pueblu. El trabaju ni lah 237
dejó crecel ni guapeal,peru son
mu buenah, y hemuh teníu mucha suerti con ellah. Que el Señol moh
lah conservi muchuh añuh.
Poh te cuentu lo que he vistu y le ha oyíu a la moza que moh i-
ba explicandu loh retratuh. Va mucha genti a velluh, no solu del
pueblu sino tamien de loh de alreol; han veníu genti hahta de Pla-
secia, Coria, Cácirih, y de muchuh mas.Eh que ehta mu bonitu. Hoy la
genti nueva ehtá mu enterá en too. Y con cá grupu va una moza o un
mozu ehplicandu, peru comu la nuehtra creu que no había otra; qué
andarih, qué miraah,qué palabrah, que cuerpu tan garbosu, paecía un
juncu al ehtal vehtía con pantalonih, fijati lo adelantau que anda
el pueblu, y una camisina sin mangah. A buenah horas lah nuehtrah
se quitaban lah sayas y lah chamblas; menuh salvaji eramuh musotruh.
A musotruh, ya viejuh, moh aguhtau muchu vel loh doh primeruh pozuh
del pueblu, el podiqui y el de la madapía. No me pregunti de cuandu
son,la moza lo diju, peru ehatah cabezah no puen retenel tanta letra
ni tantu númeru.
Qué acuerduh han teníu pa enseñalmuh la hihtoria del pueblu. Han di-
vidiu el términu en SIETI RUTAH. La primera la llaman urbana,que eh
la del pueblu, la que te acabu de ehplical.
El presente artículo es una enumeración de los motes o apodos con los que se
conocen las personas y familias en Cadalso. Muchos motes son nuevos, de los
personajes que los llevan o han llevado, pero otros se remontan a varias generaciones
anteriores. De algunos se conocen el origen, pero de otros, la mayoría, la raíz de los
mismos se pierde en lo oscuro del tiempo pasado Es un breve ensayo antropológico que
indica también la manera de ser y de relacionarse del conjunto de los habitantes del
pueblo sencillo. Aquí todo el mundo es Tío o Tía, aunque no haya parentesco alguno
entre las personas de las que se habla; es el tío Fulano o la tía Citana. No intento
ridiculizar o insultar a nadie, simplemente pretendo constatar la forma de referirse unas
personas de otras en las conversaciones vulgares del pueblo. Procuro traducir la fonética
tal c o m o la pronunciaba el pueblo, finalizando algunas palabras en íes o en úes. Muchos
personajes que se citan ya han fallecido, y sus descendientes llevan sus motes; pero
también muchos continúan vivos.
Entrando por la calle Sequera estaba el tío Churín, y los descendientes Los
Churines. La tía Daniela Esgarrapichá, esposa del tío Mojino. El tío Pedro del Sebo.
El tío Nano. El tío Florentino Zorrino. El tío Wenceslao Corona, también
Cortapescuezo, hermano del tío Pedro y el tío Quico Corona, casado con la tía Mónica
Pelá que tenían varios hijos, entre ellos, la Nemesia Limonera y Sofia Alacrana. Al tía
Mónica tenia varios hermanos, todos forman la gran familia de los Pelaos. El tío
Venancio Verruga. La tía Mercedes Reservá, casada con el tío Nicasio Cuadrau. Él rio
Angelito Sacristán, lo era del templo parroquial. El tío Florín, el herrero, y su mujer, la
tía Avispa. El tío Eleuterio Guisao, con varios hermanos que formaban la familia de los
Guisaos. El tío Sagasta y sus hijas las Sagastas. El tío Tiburcio Fachenda. El tío
Tomás Tirana. El rio Santiago Derrota. Enfrente Félix Pato, casado con Matilde
Chiverona. El tío Dimas Cambrili. El tío Jesús Guerra. El tío Camacho, con numerosa
prole, que forman la familia de los Camachos. El tío Bertol Repollo. El tío Munitici.
Don Jesús Garzón, (apellido) el médico, y sus numerosos hijos los Garzones, uno de los
cuales era Don Jesús el Choto, por su corpulencia, que en la escuela hizo volar por los
aires a su maestro don Perfecto El tío Marcelo, el herrero, cuyos hijos son Cándido
Rubín y Antonio Capón.
En el rincón y cuesta del Comino están los Pajareros, que han sido muchos
hermanos. El tío Chíchari, hermano del tío Antonio Risina. Chencho Tatinda o
Caqueli. El tío Paco Guitarrina. Feliciano Carranca. Felipe Lerén, hijo de la tía
Precilia Chochera, porque vendía chochos o altramuces por las calles: "¡La chochera!
¿Quién compra chochos?", era su pregón. El tío José Melonero o Tresreales. El tío
Esteban Cagarrichi.
Viniendo hacia la plaza están José Cupido, que tenía otros dos hermanos,
Quico y Evaristo, y de pequeños debieron ser muy traviesos, pues decían: "Los
enemigos del alma son tres: Quico, Evaristo y José". Teodoro Cagajón, que es también
Pajarero. La tía Pepa Canena con numerosísima prole y hermanos, son los Canenes.
Doña Rita la Señorita, por ser la más rica del pueblo. La tía Pepa la de la Posá, pues
tenía posada, casada con el tío Juan Gullo. 243 El tío Nicolás Gorrita y sus numerosos
hermanos, los Gorritas. Domingo Litri. El tío Juan Bolega y sus hermanos los Bolegas.
El tío Alejandro Floreta. La tía Jacinta Relinde.
Bajando hacia la calle de El Cristo estaba el tío Leoncio Tamborilero, por
hacer y tocar el tamboril y la flauta. El tío Alejo Cascarria. El tío Feliciano Albardero,
por su oficio, también Vocabría. Uno de sus hijos es José Sanubaldo. Agapito Punini.
El tío Pedro Andaluz, por su origen. Antonio el Coco, que con sus hermanos/as es la
familia de los Cocos. La familia de Las Pincelas. Felipe Alemán. El tío Estanislao El
Chato. El tío Cestero, por su oficio, y su hijo Floro Rebulle. El tío Jacinto Andarín El
tío Luis Mistu. El tío Quico Mozaco. El tío Marcial Bola y uno de sus hijos es Felipe
C h u r r e r o . La tía Manuela Guisá. El tío Manuel Morán. El tío Simeón Legionario, por
haber estado en la Legión. El tío Andrés Naidi.
En la Plazuela vivían la tía Juana Niña. El tío Maño. El tío Zurrumical. El tío
Gabino Pielrri. El tío Antonio Bobico. La tía Mónica Charramasca, hija del tío
Santiago Comino. El tío Flancha, casado con la tía Pantomina. El tío Elías Mechero,
casado con la tía Popó, por estar tartamuda. El tío Marica, cuyos hijos son los
Maricas. El tío Ladislao Coleta.
Subiendo para La Canal vivían el tío Silbato, por llamarse Silvino. Enfrente el
tío Pedro Chiripo. El tío Eloy Perelu, también Curina, por haber estado un año en el
seminario. En frente, el tío Lorenzo Mona, también Ruani, casado con la tía María
Gallufa. Más arriba la tía Mamona, café-taberna de toda la vida, continuado después
por su hija Elvira, casada con el tío Juan Chicuelo. Paco Faícu. La tía Cristina
Tropezona. El tío Benito Carbonero. El tío Julián Camarero El tío Rufino Cano, padre
de la Hijalinda. El tío Botones, que con sus hijos/as forman la familia de los Botones.
Pedro Guindilla, que han sido varios hermanos, los Guindillas. El tío Pelayo el
Cartero, por su oficio. Antonio Mazaroco. Los hermanos Lobitos. El tío Juan
Gorrapino. El tío Guapo. El Gacho, porque lo era. La tía Francesa, porque su padre
había estado en Francia. Lucio el Chengui, por estar cojo de nacimiento. La tía
Esperanza Caña, casada con el tío Quico Cupido. La Feliz Pelona. El tío Campanero, y
sus hijos los Campaneros. El tío Elías Barriguilla, mi abuelo. El tío Félix Vizcu. El tío
Viniva. Gabino el Peinao. Gerardo Mocha. Mateo Garrío. Los Machacas, que son
varios hermanos. Juana Pajincha. La tía Bruja, La tía Marta Jurdana. Nicolás Torpe.
La tía Manuela Choza. La tía Esperanza Caña, casada con el tío Quico Cupido.
Máximo Chapeta.
En la plaza estaba el tío Agapito Gago, padre de familia numerosa que se han
llamado después los Gagos, era padre de Enrique el Chato y Agapito Burro. Anselmo
Rumba. El tío Andrés Calqui. Julián Chilla. La tía Lucía Zapatera, porque su marido
era zapatero, también Romana. José Pichón, casado con la tía Zorrera. La tía Lucía
Gallega, por su ascendencia gallega, que, además de hijas tenía dos hijos, Vicente y
Valentín Chispas.
244
Entrando por la calle Legionarios está la casa de los Bolegas. Casi enfrente
vive el tío Feliciano Perrina. Debajo, el tío Masnada. En el rincón vivía Félix Laero.
Más abajo está el tío Mijana. El tío Boquichi, porque se le quedó la boca encogida de
sarampión cuando era pequeño. El tío Fabio Cagueta, por tener una colitis crónica.
En la Calle del Chorro estaba la tía Victoriana Moña, después sus hijas han
sido las Moñas. La tía Mónica Charramasca. Ceferino Calvarro, por su apellido. La
Herminia Botá, hija del tío Juan Botao y casada con Juan Verruga. El tío Eleuterio
Piscu, casado con la tía Cristina Runrún. El tío Teodosio Mamón, hijo de la tía
Mamona, que también llamaban Judas. El tío Elías Barulla, casado con la tía Lucía
Gomata. Encarna Patatera, hija del tío Félix Bolega o Requeté, por haber estado en los
tercios de Requetés, casada con Agapito Canillas, por su apellido. Ignacio Ten-tén. La
Herminia Pasera casada con Asterio Barulla Los Portugueses, porque su padre era
portugués. Santiago Trallo. Jesús Pinocho, también el Brujo.
En el barrio de las Eras está toda la saga de los Carboches. A la entrada vivía
también el tío Perronilla.
El que suscribe, Bolega por parte de padre y Barriguilla por parte de madre.
245
APUNTES PARA LA DESCRIPCIÓN
DEL ESPAÑOL HABLADO EN OLIVENZA
Estos apuntes quieren acercarse al español hablado por una de las minorías lingüísticas
más débiles de España, ya asimilada casi por completo a la comunidad mayoritaria, a la
hispanohablante.
Olivenza fue, hasta los años cuarenta, de mayoría lusohablante y minoría hispanohablante.
Pero la generación de la época empezó a enseñar a sus hijos, nacidos a partir de los cincuenta, a
hablar en español. En rasgos generales, la españolización empieza en la misma familia, donde
con- vive la lengua de los mayores con la de los jóvenes. A esto se añade la presión española de
la escuela, la Administración, la Iglesia, los señoritos... y tenemos igualmente una lengua
prestigiosa (de ricos y jóvenes) y otra sin prestigio (de pobres y viejos), sin olvidar a la
comunidad hispanohablante de las clases populares. A partir de aquí, el proceso es imparable.
Y mucho más entre los que emigraron, aunque los lusófonos siguen expresándose en su lengua, a
pesar de vivir lejos de la tierra, salvo excepciones (las de quienes renegaron del portugués). Hoy
se estudia portugués en la escuela primaria, pero como lengua "extranjera" (!), y habiendo de
renunciar el alumno al inglés y al francés.
En cuanto a los contactos entre las gentes de un lado y otro del Guadiana, han disminuido
considerablemente desde el estudio de Matias (años sesenta y setenta), y la situación de diglosia
ha cambiado desde que se publicara la gramática de Vázquez Cuesta & Mendes da Luz, en favor
del español.
246
El portugués de Olivenza está agonizando. La exhaustiva descripción de Matias se
acerca cada vez más a un reflejo de tiempos ya pasados. Ese alentejano, que en la conciencia de
un oliventino resulta muy similar al de Campo Maior, ha ido españolizándose y pierde hablantes
día a día. Incluso los oliventinos ya creen que su portugués no es "portugués portugués", sino un
"chapurreo".
Aquí se pretende describir el español oliventino, que presenta lusismos y rasgos del habla
extremeña leonesa meridional, leonesa porque al oeste de la vía de la Plata se extendió ese
dialecto (y se corresponde con la Extremadura leonesa), y meridional por compartir la Baja
Extremadura tantas isoglosas con las vecinas hablas de Andalucía. Pero si el andaluz es tan
diverso, el extremeño (por llamarlo así) lo es aún más. Podríamos considerar una franja de norte
a sur, paralela a la del gallego-portugués, de Asturias a Huelva, como el ámbito sensu lato del
español leonés (que ya no "romance leonés", dialecto histórico del latín hispánico).
2. FONÉTICA Y FONOLOGÍA
La entonación
La entonación oliventina es aún más exclamativa y de tono más elevado que la extremeña
en general. Hay una conciencia de "caída, dejarse caer" o de "cantar", que el hablante sabe
propia y característica de la comarca, siendo más acusada en Olivenza que en las aldeas. Se
advierte más en las interrogativas que en las enunciativas, sobre todo en las parciales: ¿Y
ento(n)ce(s), cuándo viniste? (esp. norm. ¿Cuándo has venido?). En cambio, en español
normativo la entonación distintiva es más propia de las totales.
Con frecuencia los no habituados a escuchar esta melodía confunden a los oliventinos con
mexicanos, argentinos o gallegos.
247
Características fonéticas. Distinción fonológica
Señalamos aquí los rasgos fonéticos que apartan al español oliventino del normativo. Las
transcripciones fonéticas son anchas (casi fonológicas) y en AFI (Alfabeto Fonético
Internacional).
Una de las diferencias fonéticas más notables, aunque sin pertinencia fonológica, entre
español y portugués es la articulación de la s. La "dental fricativa sorda predorsal y convexa",
"fricativa predorsodental sorda" o "predorsoalveolar sorda" es la s /s/ del portugués normativo, si
bien en el norte (y en gallego) se da la española normativa /s-/. Por el contrario, la norma
española prefiere esta "alveolar fricativa sorda apical y cóncava" o "fricativa apicoalveolar sorda",
cuando la meridional es precisamente la portuguesa. Olivenza es un enclave en cuanto a la s.
Pero entre ambas realizaciones hay una gradación que va del seseo con /s/ a la distinción entre /s/
y / /. El seseo se da más en las generaciones mayores, entre los bilingües, entre los menos
cultos, y la distinción entre los más jóvenes, más escolarizados y monolingües. Es mucho más
frecuente, aun con la presión de la escuela, el seseo. Se explica por lusismo: no se da en los
alrededores hispanohablantes (Badajoz, Cheles, Valverde de Leganés, Alconchel...).
248
agudas acabadas en -r o -l (comer(i), Portugal(i), Pilar(i)). Al mismo tiempo, hay veces en que
desaparece la -r o -l final (como en español meridional), cosa que ocurre casi siempre cuando el
bilingüe está hablando en español.
3. MORFOLOGÍA
El verbo
No se usa el pretérito perfecto compuesto, en cuyo lugar está la forma simple, que abarca
el sentido de ambos, como en portugués y leonés. Probablemente es lusismo.
Subjuntivo. Formas fuertes en la primera persona del plural, por analogía con las demás
(retrotracción del acento): váyamos, vuélvamos. Apenas existe la segunda del plural vosotros,
sustituida por ustedes. Otras formas analógicas: presente de subjuntivo de estar y dar (estea,
esteas, estea, estéamos, estean; dea, deas, dea, déamos, dean); el primer caso puede ser
lusismo (esteja, estejas, esteja, estejamos, estejam).
Tratamiento de persona
No habiendo tradicionalmente segunda del plural, como hemos visto, se emplea ustedes,
que concuerda con la tercera. El sistema, ya en regresión, es: yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos.
Y ustedes ¿a qué escuela andan? (esp. norm. Y vosotros ¿a qué escuela vais?). Es lusismo.
249
En singular, la forma usted es la de respeto, y las personas que gozan de cierta posición
social (curas, médicos, maestros, abogados...) reciben el tratamiento de don / doña y el nombre
de pila, y no el de señor / señora o doctor / doctora y el apellido.
Partículas
entonces. En español no tiene este valor que, lejos de ser adverbial, podemos llamar de
énfasis. Vid. entonación. ¿Y ento(n)ce(s), cuándo viniste? (port. Então quando é que vieste?)
sino 'más que' (port. senão). Está nervioso, no hace sino morderse las uñas. De uso
más frecuente que en español normativo.
Interjecciones
Hay expresiones que surgen espontáneamente y quedan fuera del ámbito de la sintaxis, las
interjecciones (como el imperativo y el vocativo). A menudo son intraducibles. Casi siempre han
perdido su valor semántico original. Aquí son expresiones portuguesas que sazonan las
conversaciones en español.
Credo! Para Vázquez C. & M. da Luz, significa 'Vade retro!', pero su uso es más
amplio. Se utiliza con un sentido de '¡Caramba!', algo así como la locución catalana Déu n'hi do!,
de difícil traducción. A menudo esta interjección va seguida de Tal é!, de similar valor.
Olha lá! (literalmente, '¡Mira!'). Sólo la entonación puede darnos su sentido, a veces de
des- precio, otras de admiración o asombro, o como llamada de atención...
Régimen verbal
250
andar (con valor más atributivo que en español normativo) 'estar, ir'. Hoy no ando muy
católico. ¿Todavía andas a la escuela? (con el régimen de ir); andar alrededor de 'ir detrás
de' (port. andar à roda de / em volta de).
copiarse por 'copiarse de' (port. copiar por). En la escuela yo siempre me copiaba
por ti.
hablar en 'hablar de' (port. falar em). Ahora mismo estábamos hablando en ti.
quitar / sacar (confusión). En portugués, tirar puede tener ambos sentidos. Lusismo
sintáctico-semántico. Este año me quito el carné de conducir. ¡Sácate de ahí! Algo similar
ocurre con quedar por dejar. Quedamos las bicis en esa curva.
querer [algo][a alguien] 'querer [algo] [de alguien]'. ¿Qué me quieres? (=¿Qué
quieres de mí?)
saber. Uso sin complemento directo, pero no estrictamente intransitivo, típico del
portugués. Ya sé (port. Já sei), esp. norm. Ya lo sé. ¡Sé allá! (port. Sei lá!), esp. norm. ¡Yo qué
sé!
Construcción nominal
todo, -a, -os, -as (no precediendo al nombre). ¿Cómo quedó allá la gente toda?
251
El artículo determinado. Generalmente, delante de los nombres propios de persona
(considerado vulgarismo en español y normativo en portugués) y omitido delante de los ríos
(rasgo extremeño): v.g. Guadiana (fem.) por el Guadiana. Y se intercala entre el nombre
personal y un número que lo determine: v.g. nosotros los dos (port. nós os dois). También en el
verano (port. no Verão), a las veces por a veces (port. às vezes), etc.
al pie de 'al lado de' (port. ao pé de). Aunque se da en español clásico (como en el
Quijote), lo considero lusismo, ya que en portugués sigue viva la expresión.
dar larga [a algo o a alguien] 'dejar ir, dejar escapar, dejar salir' (port. dar largas a).
Le di larga a un galápago que cayó en la tarrafa.
p'ahí 'por ahí' (port. para aí, pra aí). Construcción portuguesa y aféresis española.
por casa de 'a causa de, por culpa de' (port. por causa de).
todavía encima 'y encima' (port. ainda por cima). Todavía encima de que vengo a
verte me tratas así.
Tematización portuguesa
252
ahí es que... / ahora es que... Se da muchísimo más que en español normativo: Ahora
es que viene ella o Ahora viene ella (port. Agora é que vai ser ela), esp. norm. Ahora sí que
viene lo bueno.
Respuesta-eco portuguesa
5. LÉXICO Y SEMÁNTICA
Lusismos propios del español oliventino. Se trata de palabras portuguesas más o menos
españolizadas fonológica y morfológicamente (en el caso de los lusismos léxicos). Las escribo
como aparecerían en un diccionario español (general o dialectal). Cuando coexisten varias
formas, se dan en la entrada.
arañón 'arañazo' (port. norm. arranhão, port. oliv. aranhão). Cf. port. norm. aranhão
'araña grande'.
253
desfomiado 'hambriento, famélico' (port. esfomeado).
franganito 'pollito' (en el sentido del port. franganito 'rapazinho empertigado, com
ares de homem').
fudurento 'gruñón' (port. fedorento 'hediondo, maloliente'). Se emplea con este sentido
tam- bién en portugués (fedorento) y en español canario (hediondo). La voz española, también
en Olivenza (con h aspirada).
mela 'tizón (enfermedad)' (port. mela). Este año el melonar no vale nada, cayó la
mela.
254
mermelada 'dulce de membrillo, carne de membrillo' (port. marmelada). La voz
mermelada es lusismo en español, pero sólo conserva su valor generalizado. En español
oliventino, como en portugués, se emplea para ambos significados.
ogarzo, saragazo 'sargazo (?)' (port. sargaço (?), port. oliv. saragaço, ogarço).
pegañar 'reñir, discutir, molestar' (port. peganhar); pegañoso 'que pegaña, pegajoso'
(port. peganhoso), tanto literal como figuradamente. ¡Qué pegañosos son, no dejan en paz al
abuelo!
pica-peixe [pika'pe: i] (voz portuguesa) 'martín pescador'. Cf. esp. extr. picapez.
rabacero, arrabacero (port. rabaceiro 'que gosta de toda a fruta'). En sentido figurado,
ya en portugués, 'pillo, tunante, juerguista'. No es malsonante.
rafero 'goloso' (port. norm. rafeiro 'cão ou designativo de cão de certa raça própria
para guarda'); port. oliv. rafe(i)ro, port. norm. guloso. Voz propiamente oliventina.
senara 'mies' (port. seara). Este año, con la sequía, las senaras no crecieron.
sonso 'soso' (port. norm. insonso, port. oliv. sonso). Cf. port. norm. sonso, que significa
'in- disimulado' y es un españolismo (de zonzo).
255
tarrafa, tarraya 'esparavel, tarraya' (port. tarrafa). Los pescadores emplean las dos
voces subrayadas.
entallarse 'pillarse los dedos' (port. entalar). Ya me entallé (esp. norm. Me he pillado
los dedos). Figuradamente: Ya te entallaron pa(ra) trabajar.
frijón 'judía' (port. feijão). Otras variantes: fréjol, frejón (esp. leonés), fríjol (esp.
americano), frijol (esp. americano). Puede ser un cognado de los romances castellano, leonés y
gallego-portugués. La forma oliventina también se da en español andaluz.
maltés 'maleante, juerguista' (port. maltês); en Olivenza, sólo con este sentido restringido
(también en portugués oliventino). Lo mismo ocurre con maltesería (port. maltesaria) y
malteseo (forma propiamente oliventina).
256
Se dan en diferentes dialectos del español, tanto en España como fuera de ella. En
principio no son lusismos. Cada una de las palabras tiene su propio ámbito y es posible que sólo
se oiga en una comarca, región o país.
avellana 'cacahuete'.
cansino 'que cansa, pesado, molesto'. En Olivenza coexiste con temoso y pegañoso.
cerillo 'cerilla'.
corcha 'corcho'.
chobo 'zurdo'.
machar 'machacar'.
257
modorro 'tonto'; en Olivenza, también madorro.
morgaño (Extremadura, Aragón) 'araña' (port. norm. aranha, port. oliv. morganho,
aranhol(i)). Cf. port. norm. aranhol 'agujero de arañas'.
Voces sinónimas que pertenecen a alguna de las normas cultas del español (se señala la
más usada en Olivenza).
alacrán / escorpión. En el sur de la península Ibérica, las voces árabes (port. lacrau,
alacrau, cat. alacrà); en el norte, las latinas (port. escorpião, cat. escorpí).
alcoba / dormitorio.
amolarse / fastidiarse.
balón / pelota.
cochera / garaje.
comercio / tienda.
culebra / serpiente.
chico / pequeño.
chocho / altramuz.
chozo / choza.
dulcería / pastelería.
258
escardillo / sacho.
escuela / colegio.
frigorífico / nevera.
galápago / tortuga.
loza / vajilla.
maestro / profesor.
porrón / botijo.
259
tanque / lavadero [público].
temoso / pesado / molesto. Cf. port. teimoso, de más uso que en español, y el verbo
teimar.
6. COROLARIO
260
BIBLIOGRAFÍA NO CITADA
G. Salvador, "Lusismos", in Enciclopedia lingüística hispánica (II), Madrid 1967, pp. 239-
261
261
La ortografía del extremeño
Admito que llevo años buscando rastros del dialecto extremeño en la documentación
anterior al siglo XVIII, tratando de cazar una palabra, una expresión o una simple letra
entre la escritura tediosa y burocrática de las actas de concejo, entre cédulas y contratos,
entre escrituras y autos judiciales…
Sin embargo, tres años más tarde se repite la misma "anomalía" y anota el bautizo de
Catalina, hija de Ysabel Julián y Gaspal Gonçález, naturales de Garrovillas de Alconétar
(2)
.
Una influencia que constata el extremeño Antonio Salvador Plans, que ha analizado la
noción de "escritura fonética" y ha puesto de manifiesto la inclinación de los estudiosos de
(6)
la lengua del siglo XVI a escribir de acuerdo con la pronunciación . Sin profundizar en
la cuestión, los estudios demuestran que los tratados antiguos y contemporáneos sobre
ortografía se han consagrado al análisis de la naturaleza y la relación entre el signo y la
pronunciación.
No descarto que dichas afirmaciones puedan tener razón en el caso de algunas hablas
263
La ortografía del extremeño
regionales, pero yerra al generalizar esa intención. En Extremadura, sin excepción todos
los escritores dialectales, todos, desde Gabriel y Galán hasta Alcón Olivera han coincidido
en la necesidad de aplicar una ortografía divergente a la generalmente aceptada, aunque
sólo sea utilizar la "j" para escribir "jarina" en lugar de la normativa "harina" y su
correspondiente hache. Lo mismo ocurre con todos los repertorios léxicos publicados,
desde Francisco Santos Coco hasta Pilar Montero. Atribuir un afán diferenciador de
carácter regionalista a tan numerosa y plural lista de autores e investigadores es, como
mínimo, una exageración.
Alvar Ezquerra admite que "la escritura es insuficiente para dar cuenta de la lengua
hablada", pero critica las pretensiones ortográficas de los escritores dialectales,
asegurando "que una cosa es el reflejo escrito de la pronunciación castiza, y otra cosa es
(9)
que exista una norma gráfica para el léxico" , facultad que él sólo concede, sin más
argumentos, a los idiomas.
Ya he referido antes que cualquier duda sobre la cuestión parece razonable, no pretendo
ser muy concluyente, pero si defiendo la posibilidad de que el extremeño se dote de una
ortografía, es porque, sencillamente, se trata de una habla regional con tradición literaria y
con una modesta producción escrita: un par de traducciones, una revista mensual, tres
páginas en internet y un número todavía desconocido de diccionarios, folletos, opúsculos
religiosos, cuentos, artículos de prensa, incluso etiquetas de vino. Un rápido vistazo a todo
este material nos permite asegurar que el escritor en extremeño
● considera que los aspectos fonéticos son parte primordial de su habla, tanto o más
que el léxico local, y que
● siente la necesidad de expresarlos ortográficamente de forma diferente al uso
común.
264
La ortografía del extremeño
(10)
ni jago cantaris.
Vuelvo a referir a Manuel Alvar Ezquerra, que en su estudio ha reducido a tres los
criterios ortográficos que suelen seguir los escritores en lenguas regionales:
Son tantas las discrepancias que es difícil, incluso, enumerarlas. Solamente podemos hacer
un resumen de ellas o destacar las más evidentes:
También hay discrepancias sobre las reglas de apóstrofe y las reglas de acentuación, pero
analizarlas reconozco que es una tarea titánica, ya que es un campo donde reina un
desbarajuste absoluto, donde parece no haber criterio al margen de la pura intuición.
265
La ortografía del extremeño
En cuanto a las otras discrepancias vamos a repasar los diferentes modelos utilizados a lo
largo de la tradición literaria en extremeño.
Tampoco se decide claramente por esta grafía, pues en otras transcripciones , Matías
(14)
Ramón recurre a la jota en solitario .
Años más tarde, en 1899, este autor publica una serie de refranes populares recogidos en
(15)
Alcuéscar bajo el título "Geografía Popular Extremeña" . Un simple refrán de ocho
líneas nos permite comprobar la caótica multiplicidad de recursos gráficos empleados para
representar la aspiración.
El mismo año, aparece "Extremeñas" (16), con una escritura más cercana a la norma común
del castellano, aunque inevitablemente aportará algunos cambios ortográficos para reflejar
la fonética popular. (Documento 4)
● Opta por la "j" para la mayoría de las aspiraciones, en especial para substituir todas
las haches castellanas provenientes de la antigua f- latina: jolgacián, juesi, ajogos,
jielis, jacelmi…
● Respeta la "g" aspirada castellana delante de -e y –i, pero no queda claro con qué
criterio: así, escribe "jerramientas, jediendu", pero también "Gelipi, "aginalsi".
● La aspiración implosiva la reduce a una sola grafía, la "–s", prescindiendo de los
grupos "ns", "-z" y "-x" a final de sílaba o de palabra: cristu, tristi, istanti, jues,
crus…
● Prescinde del apóstrofo y cuando lo incluye, lo hace simplemente forzado por la
métrica.
Gabriel y Galán aporta una ortografía sencilla, fonética e inteligible, con la gran virtud de
reducir la aspiración a tres grafemas: "s", "j" y "g", si bien este último juega un papel
confuso.
Con más o menos cambios, su modelo ha sido el más practicado a lo largo del siglo XX y
(17)
aún en nuestros días. En la primera década de siglo pasado, así lo hace Daniel Berjano
en una de las primera recopilaciones de léxico extremeño.
(18)
En los prolíficos años 20, cabe citar los poetas José María Vecino , Antonio Reyes
(19) (20) (21) (22)
Huertas , Luis Chamizo , José Ramírez López-Uría y Rufino Delgado entre
otros. Todos siguen los pasos de Gabriel y Galán aunque no resuelven, más bien agravan,
algunos de los defectos ortográficos del poeta de Frades de la Sierra.
Por ejemplo, Rufino Delgado utiliza de forma confusa las letras "j" y la "g". Así, escribe
"jente" con jota, pero "gielis" con ge. Delgado, por cierto, es el primer en utilizar la "y" en
(23)
lugar de la "ll" .
Con José María Vecino, por otra parte, no sabemos a qué atenernos con la acentuación, ya
que rompe todas los criterios de la norma general. Así, acentúa "páici, cá, méicus, pés" y
267
Estas confusiones se van a prolongar años más tarde, a pesar que Francisco Santos Coco
(24)
utilizó en su recopilación léxica una ortografía única, la jota, para la aspiración a
principio de palabra y de sílaba, sin excepciones.
El uso sin ponderación de la "j" y la "g" heredado de Gabriel y Galán continuará en los
(25) (26)
años cincuenta con Juan García García y Mario Simón Arias-Camisón , en los
(27)
setenta con Emilio Cobos Sánchez, Alonso Blasco de Palermo y Gaudencio-Balbino
(28) (29)
Manzano y en los años ochenta con Joaquín Cuadrado Palacios , Gonzalo Alonso
(30)
Sánchez y José María Alcón Olivera y su obra "Requilorios", la primera novela en
(31)
extremeño .
(33)
En los años setenta, Murga Bohígas pública su magnífico repertorio lexicográfico ,
pero propone una grafía compleja para representar la aspiración, ya que usa tres signos
diferentes para un mismo oficio.
268
La ortografía del extremeño
Viudas Camarasa será, quizás sin querer, el precursor de una grafía que se ha consolidado
con el tiempo, asociada en buena medida al concepto de "castúo" para referirse al dialecto.
En buena medida, esa influencia se puede observar en la obra Pablo Gonzálvez González
(35)
, que en su Gramática Ehtremeña adopta la grafía /h/ para todas las aspiraciones.
Su opción ortográfica es la más elaborada de todas las propuestas pero es difícil de asumir,
quizás "revolucionaria" en exceso para una tradición literaria más bien conservadora.
Esta es la solución adoptada por la primera institución lingüística del tronco astur-leonés.
Dicha grafía se ideó para reproducir la aspiración común entre los hablantes de las
comarcas orientales de Asturias, Cantabria y la comarca leonesa de Sajambre, àrea más o
menos coincidente con lo que se ha venido en llamar "leonés oriental". L’Academia
270
La ortografía del extremeño
Esta grafía apareció en 1981 en las primeras "Normes de l'Academia". Hasta entonces, se
prefería la jota para reproducir el sonido aspirado. Los académicos asturianos llegaron a
estudiar un dígrafo "fh", que permitía leer les palabras a gusto del hablante: fhacer,
fhumu, fhueya, etc. La norma sólo abarca el territorio asturiano, pero no han faltado
voces que proponen que los dialectos emparentados con el asturiano oriental: cántabro y
extremeño, adopten dicha grafía. Aquí, dicha solución es desconocida y en Cantabria se
prefiere utilizar la jota (veanse las obras de Manuel Llano).
De hecho, no se trata de un modelo nuevo, sino del clásico y más utilizado por los
escritores extremeños en el siglo XX. Sencillamente, lo que han hecho Antoniu Garrido
(37) (38)
con la traducción de "Le petit Prince" y recientemente Juan José Camisón es
acercarse al máximo a la norma general y corregir algunas contradicciones de la tradición
ortográfica iniciada por Gabriel y Galán. Ambos se apartan de la norma castellana
solamente al usar la jota como forma primordial de representar las aspiraciones. Las
únicas excepciones son los grupos "ge" y "gi", que son respetados siempre y cuando lo
exija la etimología. Así, ellos proponen "jadel, jombri, jarina, jondu" y "geógrafu,
registru, Vilgin, tragedia".
(39)
Curiosamente, los dos no se ponen de acuerdo con la palabra "esparijil" . Camisón
prefiere "j" y Garrido "g", como lo exige la etimología. Parece, simplemente, un lapsus del
(40)
primero, como el que sufre Garrido con "encojiendu", que también debería ir con "g".
En conclusión, la escritura en extremeño aún hoy en día no dispone de una norma común
y resulta difícil averiguar qué modelo ha triunfado. En internet, por ejemplo, las únicas
cuatro páginas escritas totalmente en extremeño siguen más o menos el canon de
Gonzálvez. En la imprenta es más fácil hallar el modelo "clásico". La virtud del primero es
que resalta la peculiaridad de la fonética dialectal y permite transmitirla al lector que
desconoce los rasgos del habla regional extremeña. Su defecto es que, sin previo
adiestramiento, su lectura resulta difícil y engorrosa, especialmente en textos largos.
271
La ortografía del extremeño
(41)
La única encuesta realizada sobre esta cuestión -hecha en 1994 por Sonia Olmedo,
diplomada en Estadística- mostró una división total de opiniones. A la pregunta A tu
parecer ¿qué grafía o modelo de escritura refleja mejor el dialecto extremeño?,
respondieron:
A pesar de los desacuerdos sobre la escritura, hay que reconocer que tampoco se está muy
lejos del consenso, ya que, a grandes rasgos, la representación gráfica de la aspiración es
la única cuestión importante que nos aleja de un modelo ortográfico extremeño. Por eso
todos los afanes de encuentro deben ir dirigidos en ese sentido.
Dicen que la jota extremeña sale del alma y no de la garganta. Este dicho popular prueba
hasta qué punto muchos hablantes son conscientes de que su forma de expresión posee
caracteres peculiares respecto al estándar de lengua castellana. Tan consciente como
Nebrija, que ya parecía conocer el dicho, pues asegura refiriéndose a la hache, que:
"la cual letra, aunque en el latín no tenga fuerça, es cierto que como nosotros la
pronunciamos, hiriendo en la garganta, se puede contar en el número de las letras, como
(42)
los judíos et moros, de los cuales nos otros la recebimos, cuanto io pienso"
Sin embargo, José Antonio González Salgado corrige esa afirmación: "hay errores que se
272
La ortografía del extremeño
han repetido de forma mecánica, sin hacer comprobaciones sobre el terreno […],
tradicionalmente se ha dicho que la variante sorda existe al norte del Tajo, mientras que
la sonora es general en el resto del territorio. Pues bien, lo cierto es que la variante sorda
es mayoritaria en toda Extremadura, aunque sí es verdad que al sur del Tajo (más
(44)
concretamente en la provincia de Badajoz) es frecuente oír la variedad sonora".
La fonética representa ese sonido fricativo velar sordo "que sale del alma" con el grafema /
h/ mientras que el otro más sonoro, "que hiere la garganta" lo representa con el grafema /
X/. Nebrija atribuye este último fenómeno a "judíos y moros". En cuanto al origen de la
aspiración sorda extremeña, todavía no hay un consenso.
Se viene considerando, en líneas generales, que la /h/ es un rasgo del leonés oriental –uno
más- de los que aún perviven en nuestra región. Así lo defiende Alonso Zamora Vicente
(45)
, que amplia el fenómeno a tierras del Duero y a la comarca salmantina del Rebollar.
Por leonés oriental, se entiende la variante lingüística hablada en algunas comarcas del
oriente Asturiano, la zona de la montaña en Cantabria y la comarca leonesa de Sajambre.
Hoy en día la aspiración es residual.
Según Menéndez Pidal, la antigua frontera entre Astures y Cántabros coincide con la
frontera lingüística que hoy separa a las gentes que conservan en su lenguaje la «f» inicial
latina y las que la transforman en «h» aspirada. Esa diferencia lingüística ya existiría entre
estos dos pueblos en tiempos anteriores a la conquista romana. En el siglo X, la /h/ se
usaba en toda Cantabria y en áreas adyacentes. En siglos posteriores se habría extendido
por Castilla durante la reconquista y repoblación. De ese modo habría llegado a
Extremadura. El historiador Bernal Estévez asegura, de hecho, que el primer aporte
(46)
demográfico del norte de Extremadura procede del antiguo reino de León , factor que
explicaría la peculiar naturaleza del habla en la Alta Extremadura.
Sin embargo hay opiniones divergentes. Salvador Plans asegura que "la aspiración
extremeña no deriva primordialmente del modelo leonés, como generalmente se ha dicho,
sino de la situación del modelo en el periodo clásico". Manuel Ariza es más taxativo: "la
aspiración extremeña poco tiene que ver con la aspiración asturleonesa oriental, sino con
(47)
la antigua aspirada castellana".
Es preciso analizar detenidamente los argumentos de unos y otros, pero parece que sobre
273
La ortografía del extremeño
esta cuestión no caben juicios palmarios, ya que Extremadura se halla en una encrucijada
donde es posible que en el pasado confluyesen las dos tendencias.
Conclusión
Reitero que aceptamos todas las dudas sobre la necesidad de que el extremeño se dote de
una ortografía. Sólo la justifica la existencia de una tradición literaria y la perspectiva de la
publicación de poesías y cuentos en variedad dialectal, traducciones, diccionarios, páginas
en internet e incluso la probabilidad de que la prensa regional publique en un futuro
próximo una columna semanal de opinión. Por esa razón, es aconsejable que ofrezcamos
un modelo de grafía que tenga en cuenta las costumbres literarias de nuestra región, que
sea fácil de entender (por tanto sería preferible que no se alejase de la norma general) y
que de paso acabe con el actual caos multigráfico.
Proponemos que se inicie un debate sobre esta cuestión con el compromiso de concluirlo
con un consenso ortográfico. Hacerlo en el transcurso de este Congreso es muy
precipitado. No proponemos la creación de una Academia, pero sí sería interesante que un
grupo de personas, compuesto por investigadores y usuarios del extremeño escrito, estudie
todas las posibilidades y proponga un modelo definitivo. Ese debate debería contar con
apoyo de nuestra comunidad académica y de nuestras instituciones políticas y culturales,
ya que es deseable que ese acuerdo ortográfico goce de algún tipo de legitimación. Esa
norma deberá ser publicada y promovida para su conocimiento general. En cuanto a ese
debate futuro, creo necesario la autocrítica y abandonar actitudes concluyentes. En
Belsana, sólo hemos pretendido establecer un punto partida. De hecho, no nos corresponde
otro papel.
NOTAS
1 Archivo Histórico Diocesano de Coria-Cáceres. Sección Histórica, subsección Acehúche. Parroquia de San
Juan Bautista. Libro 1º de Bautizados. Sig. 1/B3-4. Pág. 138.
2 Archivo Histórico Diocesano de Coria-Cáceres. Sección Histórica, subsección Acehúche. Parroquia de San
Juan Bautista. Libro 1º de Bautizados. Sig. 1/B3-4. Pág. 165.
3 Según Rafael Lapesa, "la neutralización de /-r/ y /-l/ implosivas o su omisión se encuentran atestiguadas en
España desde los siglos XII y XV y en América desde 1525 y 1560 respectivamente". LAPESA, Rafael: Historia
de la lengua española. Madrid: Gredos, 1988.
274
4 Archivo Histórico Diocesano de Coria-Cáceres. Sección Histórica, subsección Acehúche. Parroquia de San
Juan Bautista. Libro 2º de Bautizados. Sig. 1/B3-4. Año 1714.
5 NEBRIJA, Antonio de. Gramática de la lengua castellana. Estudio y edición de Antonio Quilis. Centro de
Estudios Ramón Areces. Madrid, 1992
6 SALVADOR PLANS, Antonio. "La adecuación entre grafía y fonema en los ortógrafos del Siglo de Oro".
Anuario de estudios filológicos, III, 1980.
7 ALVAR EZQUERRA, Manuel. "La normalización de las entradas en los diccionarios de ámbito geográfico
restringido". II Congreso Internacional de la lengua española. Valladolid, octubre 2001.
8 Igual de discutible es también su afirmación de que "el reflejo literario, y escrito, en general, de la expresión
de hablantes dialectales y rústicos, ha llegado a crear verdaderos estereotipos en los que se exageran unos
rasgos y se omiten otros". La normalización de las entradas… op. cit
10 GABRIEL Y GALÁN, José María. Extremeñas. Universitas. Badajoz, 1991. Ediciones anteriores de 1899,
1902, 1905, 1912, 1921, 1935, 1968 y 1973.
12 ARIZA, M., CANO, R., MENDOZA, J.M., y NARBONA, A. "El lenguaje vulgar extremeño. Fonetica
Extremeña en el siglo XIX" Actas del II Congreso Internacional de historia de la Lengua Española. Madrid, 1992.
13 Información aportada por Antonio Salvador Plans en Dialectología y folclore en Extremadura en el tránsito
del siglo XIX al XX. Revista de Estudios Extremeños. Tomo LIV/Número III. Badajoz, 1998. Apaecíu ena
"Revista de Estudios Extremeños". Badajós, 1998
16 GABRIEL Y GALÁN, José María. Extremeñas. Diputación Provincial de Badajoz. Badajoz, 1991
17 BERJANO, Daniel. Ensayo de un vocabulario del dialecto de la Sierra de Gata. Revista de Extremadura.
Badajoz, 1909.
19 REYES HUERTAS, Antonio. La sangre de la raza. Diputación Provincial de Badajoz. Badajoz, 1995.
20 CHAMIZO, Luis. El miajón de los castúos. Rapsodias Extremeñas. Espasa-Calpe. Madrid, 1921
21 RAMÍREZ LÓPEZ URÍA, José. Las tierras pardas. Libretillas Jerezanas. Jerez de los Caballeros, 1993
24 SANTOS COCO, Francisco. Vocabulario extremeño. "Revista del Centro de Estudios Extremeños". Badajóz,
1940-1952.
25 GARCÍA GARCÍA, Juan. Reflexiones y consejos. Talleres Extremadura, Cazris, 1956. Los beneficios del
teléfono. Talleres Extremadura, Cazris, 1956. Claveles de mi tierra.1994.
26 SIMÓN ARIAS-CAMISÓN, Mario. Loa de Dios Padre. Revista conmemorativa de la Romería de Dios Padre
de Santa Cruz de Paniagua. Imprenta "La Victoria", Plasencia, 1952
28 MANZANO MARCOS, Gaudencio Balbino. Huellas en la arcilla. Imprenta La Madrila. Cáceres, 1975
29 CUADRADO PALACIOS, Joaquín. Chalrras del tío Farrucu (en fabla extremeña). Alcántara, Revista del
Seminario de Estudios Extremeños, n. 189. 1977
31 ALCÓN OLIVERA, José María. Requilorios. Institución Cultural "El Brocense". Cáceres, 1984
33 MURGA BOHÍGAS, Antonio. Habla popular de Extremadura. Rafael García-Plata Quirós, Madrid, 1979
Madrid, 1999.
39 sparigil. (lat. spargere) tr. Esparcir, desparramar. ||prnl. Hablando del día, del cielo, del tiempo, etc., abrirse
limpiándose de nubes, aclararse, serenarse. ||2. Desprenderse de una preocupación o malestar, o de una atmósfera
viciada. ||3. Recuperarse de la fiebre un enfermo. (Cf. espargir. DRAE 1791, 1803 y 1817; remite a esparcir o
esparcirse)
42 Gramática de la lengua castellana. op citja. Para un estudio preciso de los problemas que supone tal grafía en
los tratados ortográficos del Siglo de Oro, SALVADOR PLANS, Antonio "El grafema H en los tratadistas del
Siglo de Oro", en Anuario de Estudios Filológicos, V, 1982, págs. 167-178.
43 VIUDAS CAMARASA, Antonio, ARIZA VIGUERA, Manuel y SALVADOR PLANS, Antonio. El habla en
Extremadura. Editora Regional Extremeña, Mérida, 1987
46 BERNAL ESTÉVEZ, Ángel. Poblamiento, transformación y organización social del espacio extremeño
(siglos XIII al XV). Editora Regional Extremeña. Mérida,1999
277
LA ESTRUCTURA DEL LÉXICO EXTREMEÑO
278
LA ESTRUCTURA DEL LÉXICO EXTREMEÑO1
atribuyen, permiten la constatación de diversos hechos que de otra forma serían muy
difíciles de relacionarse entre sí. Una de las ventajas de los estudios de cartografía
lingüística es que los datos obtenidos mediante las encuestas dialectales se presentan
ordenados de tal forma que se pueden comparar de manera estructurada. Esto quiere
decir que el hecho de que se realice la misma pregunta en todas las localidades
interroga en cada uno de los núcleos visitados, facilita que en los estudios posteriores
de ese material léxico se puedan descubrir aspectos que de otra manera serían
imposibles de obtener. Como ha puesto de manifiesto Pilar García Mouton, «los mapas
ofrecen entonces unas garantías especiales para el estudio del léxico, porque
en niveles contrastados»2 .
Extremadura desde el punto de vista léxico3 , sino que voy a presentar una serie de
la estructura léxica de nuestra región. Los referentes que voy a tener en cuenta para
extremeño son los siguientes: nombre de los campos, la entrada a las fincas, el campo
279
semántico arar, descuajar y escardar, las denominaciones del yugo, los nombres del
cencerro y las diversas denominaciones que se dan al cordero y al cerdo según su edad
o condición.
terreno que no se labra ni se cultiva; posío —que no aparece en el DRAE pese a estar
muy extendido en las hablas meridionales— hace referencia a la tierra de labor que se
deja descansar sin ser labrada4 ; cencido es un prado en el que no han entrado los
Cada una de estas cuatro unidades sémicas se distingue de las demás por un
leve matiz, que, en muchas ocasiones, dependiendo del municipio o del hablante, no es
pertinente, lo que hace que se mantenga la misma denominación para nombrar varios
algunas localidades:
280
Alía montuoso poseío reservao barbecho
múltiples:
281
En Villar del Pedroso, para la denominación del cencido se han especializado
CANCILLA
madera para transportar los haces a lomo de las caballerías’ ha sufrido en Extremadura
de los dos objetos a los que el término representa. Lo curioso del caso extremeño es que
evitar la homonimia9 :
INSTRUMENTO DE
TRANSPORTE CANCILLA
282
Monroy palos engarilla
Cáceres, en un área compacta que se extiende desde Logrosán (en el sudeste) a Casas
DE MADERA DE HIERRO
DE PIEDRA DE MADERA
DE MADERA O DE
HIERRO DE PIEDRA
283
DE MADERA DE TARAMAS Y PIEDRA
DE MADERA O DE
HIERRO DE PIEDRA Y BARRO
DE MADERA O DE
HIERRO DE PIEDRA O GALAPERO
materiales.
trabajo he tenido en cuenta las siguientes faenas: labrar, roturar, barbechar, binar y
terciar.
un terreno con el arado12 . Roturar es meter el arado por primera vez en un terreno.
Barbechar es levantar los rastrojos con el arado, o, lo que es lo mismo, la primera labor
284
que se da en verdad a una tierra para prepararla antes de la siembra. Binar se define
como la segunda labor que se da al terreno. Terciar hace referencia a la tercera labor (en
la mayoría de las ocasiones la última) que se realiza con el arado antes de sembrar y
allanar13 .
puntos extremeños:
Sin embargo, lo más frecuente, es que alguno de los términos se haya apropiado
285
LABRAR ROTURAR BARBECHAR BINAR TERCIAR
286
DESCUAJAR Y ESCARDAR
raíces antes de trabajar el terreno’. El segundo se define como la faena que consiste en
‘arrancar las malas hierbas que crecen entre la siembra’. Por lo tanto, en realidad, la
después de sembrar.
DESCUAJAR ESCARDAR
a mano con herramienta
287
DESCUAJAR ESCARDAR
a mano herramienta prod. químico
desmontar, escuajar
entresacar zachar curar
DESCUAJAR ESCARDAR
cualquier campo trigales
el contenido:
DESCUAJAR ESCARDAR
con sacho con azadón
10
288
El aspecto más interesante del análisis de estas tres cuestiones etnográficas es su
estructuración léxica. Entre los tres objetos se establecen dos oposiciones en las que los
rasgos que los oponen son: animales a los que está destinado el yugo (caballerías/vacas)
11
289
En algunas localidades del occidente de Badajoz se mantienen las oposiciones,
pero para expresar el yugo para un animal se utiliza un término derivado de canga.
derivado del genérico yugo, que en esa localidad solo se refiere al que utilizan los
bueyes (canga/yugo/yugueta).
caballerías y el de bueyes, ya que para denominar el que se dedica para un solo animal
12
290
BESTIAS Y VACAS UN ANIMAL
13
291
Helechosa de los yugo horcate
Montes
las caballerías, ya que la variante ganga, que en la zona donde se encuentra el pueblo
YUGO COLLERA
Bestias Vacas Un animal
14
292
En Puebla de Obando y Lobón la oposición se amplía con la incursión de otro
rasgo en el tipo de yugo para un animal. Éste recibe dos denominaciones según el uso
que se le dé.
CENCERRO
raíces etimológicas:
15
293
Alía cencerro campanillo piquete
16
294
GENÉRICO PEQUEÑO GRANDE
17
295
GENÉRICO PEQUEÑO INTERMEDIO GRANDE
18
296
CORDERO
manera determinada.
–1 1 1-2 3 3-416
CERDO
Con los mapas dedicados al cerdo, lechón, cochinillo de destete, verraco y cerdo
19
297
denominaciones que recibe este animal en función de su edad o condición. Reproduzco
20
298
Con esta comunicación he pretendido señalar la riqueza que manifiestan las
del entorno rural. Hoy, gran parte de este exquisito patrimonio lingüístico está
como destructores de las variantes lingüísticas populares están actuando de tal forma
que pronto será difícil, incluso, la recopilación sobre el terreno del material léxico más
tradicional.
1
Los datos de esta comunicación están extraídos de los mapas que integran mi tesis doctoral,
titulada Cartografía lingüística de Extremadura. Origen y distribución del léxico extremeño, leída en la
Universidad Complutense de Madrid el 18 de octubre de 2000.
2
P. García Mouton, “El estudio del léxico en los mapas lingüísticos”, en F. Moreno Fernández
(recop.), Estudios sobre variación lingüística, Alcalá de Henares, Universidad, 1991, p. 29.
3
Véase J. A. González Salgado, “Fuentes del vocabulario y áreas léxicas de Extremadura”, en
A. Veiga, M. González y M. Souto (eds), De lenguas y lenguajes, A Coruña, Toxosoutos, 2001, pp. 125-
139.
4
Además de las documentaciones andaluzas (en el ALEA) y extremeñas, en Salamanca recoge
la voz Lamano con el significado de ‘terreno dedicado a pastos y rodeado de tierras de labor’.
5
No he documentado el medio barbecho en Extremadura.
6
En esta localidad la oposición se extiende a otras dos realidades: holgao es un terreno pobre
pero bien aprovechado, hechío es una tierra que se cultiva todos los años.
7
Véase J. Fernández Sevilla, Formas y estructuras en el léxico agrícola andaluz. Interpretación
y estudio de 200 mapas lingüísticos, Madrid, CSIC, 1975, p. 53.
8
Garrovillas, Santa Marta de Magasca y Madroñera.
9
En Membrío, cancilla, además de la entrada a un campo es el instrumento con que se allana la
tierra. Los haces se transportan directamente sobre el aparejo.
10
En total la he documentado en 13 puntos, lo que supone el 22% de las localidades extremeñas
encuestadas (43% de Cáceres).
11
No se olvide que en la provincia de Cáceres tiene mayor peso la vida rural.
12
Es el archilexema. Cuando recogí esta cuestión no hice ninguna especificación, puesto que me
interesaba obtener un término general que expresara la acción independientemente de que se hiciera por
primera vez o en un campo previamente labrado.
13
Véanse G. Salvador, “Estructura del campo semántico ‘arar’ en Andalucía”, Archivum, XV,
1965, pp. 73-111; y P. Barros García, “El campo semántico arar en Extremadura”, REE, XXXIII, 1977,
pp. 343-367.
14
Ocurre, en especial, entre labrar y roturar o entre roturar y barbechar. Binar y terciartienen,
por regla general, perfectamente establecido el límite de su campo, y no es fácil que otros términos
confluyan con ellos.
15
Además esquila ‘cencerro que suena más que el campanillo’.
16
Los números se corresponden con la edad del animal.
21
299
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO - CALZADILLA (CÁCERES)
OCTUBRE/2002
2-
histórica.
La lengua es el mejor camino y el mejor instrumento para descubrir la cultura y la historia
de la Comunidad lingüística. Nuestro cancionero popular, nuestros romances, nuestro
refranero, nuestras tradiciones, etc.
Muchas veces me he parado a pensar la gran cantidad de términos árabes usuales en
extremeño que sin embargo en Castilla, ni siquiera en la Castilla leonesa, se usan. Y ello se
debe al peso de la historia. La lengua nos abre de par en par el pasado histórico de un
pueblo. Términos como "alboroque", que tantas veces escuché en Extremadura cuando al
terminar una obra o un trabajo, ya fuese la construcción de una casa o la recolección de la
aceituna o cualquier otra tarea emprendida y terminada se hacía como un pequeño acto de
"regocijo", "agasajo" o "alboroque", términos de origen latino, germánico o árabe,
respectivamente. Además de alboroque, otras palabras como azotea, alacena, alcoba, jofaina,
azafate, borceguí, y otras muchas de origen árabe jamás las escuché en tierras de Castilla,
cuando en mi pueblo me parecían tan corrientes y normales.
Pero es sobre todo en la Toponimia donde la historia se guarda como en cofre de oro, o
mejor aún, para sacarla a luz, observarla, analizarla y apreciarla cuantas veces se quiera.
La rica cultura e historia de Extremadura, crisol de razas y de civilizaciones, se lee con
claridad meridiana en sus nombres de lugar y en sus apellidos, es decir, en sus topónimos
y antropónimos, igual que se ve contemplando las numerosas obras artísticas del pasado: sus
puentes, acueductos, alcazabas, aljibes, castillos...
Del pasado prerromano extremeño quedan muchos nombres de lugar, cuyo significado a
veces queda velado por la distancia de los siglos y alterado por las voces de los sucesivos
pobladores romanos, germanos, árabes.
Del pasado prerromano quedan algunos nombres cuyo significado nos es a veces menos
fácil de precisar, no sólo por carecer de la lengua sino también por las transformaciones y
variaciones que sobre la forma original hayan podido ejercer los sucesivos pobladores de tan
distintas etnias.
En algunos casos tenemos la suerte de disfrutar de dos o más aportaciones aportaciones
lingüísticas, esto es, de dos nombres de muy diferente origen: por ejemplo, Pax Iulia, de
origen romano, y de la que parte el gentilicio pacense, o Badajoz, de posible origen
prerromano, Batalyos y una forma más tardía ya latinizada Badalioz, de la que procedería
la forma actual, de significado desconocido, aunque emparentado con otros topónimos
semejantes de Italia y Francia, tales como Badalascio en Brescia, Badaiuz en Udine,
Badalucco en Siena, las tres ciudades italianas, o Badaillac en Cantal, Francia. Podríamos
añadir una tercera creación, de origen árabe, aunque más aventurada, que explicara el
topónimo partiendo de "balad-al-lawd" con el significado de "la ciudad de los almendros".
Pero de los nombres de origen árabe hablaremos más adelante.
Por seguir el orden histórico y cronológico, señalemos algunos nombres de lugar de
posible procedencia prerromana, lusitana o celta:
Términos como Jarandilla o Araya podrían remontarse a la España prerromana. De Araya,
antigua villa hoy, por desgracia, desaparecida, que perteneció a la orden de Alcántara y que
Madoz, en su diccionario geográfico describe como: "villa despoblada de la provincia de
Cáceres, partido de Alcántara, jurisdicción de Brozas. Situado en el camino de Navas del
Madroño a la Aliseda, a dos leguas del primer punto al SO., dos al norte del segundo, 2 1/2
al S. de Brozas, SO. de Arroyo del Puerco y O. de la capital de la provincia." Torres Tapia
nos habla así de esta desaparecida villa en su Crónica de la Orden de Alcántara: "...y aunque
ahora está sin vecindad y todos los edificios arruinados, la casa que tiene la Encomienda
conserva sus esencias y su Alcayde o Administrador tiene jurisdicción". Para Torres Tapia
el origen del topónimo estaría en los Aravos, pueblo que contribuyó a la construcción del
302
puente de Alcántara. "La corrupción del nombre no es mucha -nos dice Torres Tapia- y fácil
a la letra y mudarse en i." Otros investigadores, como Rubio Rojas, creen que procede de
Aravi o Arabriguenses, pueblo celta asentado en la zona. Asimismo, Vicente Paredes supone
que Araya "toma su nombre de "arai" que es montaña" y cree que Araya fue la antigua
Arabiga. Aunque la villa de Araya haya desaparecido, quedan aún en la zona los topónimos
Dehesa de Araya, Campos de Araya, Rivera de Araya y Cabeza/zo de Araya.
Otro término que podría tener origen prerromano es el de Jarandilla, más relacionado
posiblemente con "granda" con significado orográfico difícil de precisar, pero similar al
asturiano "granda" (terreno pedregoso) y al gallego portugués "gándara"
Del pasado romano nos hablan, en primer lugar, como es lógico, la capital de nuestra
Extremadura, la Emerita Augusta, que el emperador Augusto mandó fundar a Publio Carisio,
hacia el año 25 a. de C. con el fin de premiar a los soldados de las legiones Y y X,
licenciados "emeriti" o eméritos de la guerra de Hispania, recompensando así los buenos
servicios prestados. El núcleo originario adquirió enseguida gran importancia, convirtiéndose
en capital de la Lusitania. Hay quien asegura que fue la más importante de las ciudades de
la Hispania Romana y sin duda una de las más importantes de todo el imperio. Los
placentinos saben también que romano es el origen de Plasencia o Placentia de la Hispania
Romana, con el atractivo significado de "agrado o complacencia", similar es el topónimo
italiano Piacenza, así como Placencia, en Álava, que con el determinativo de las Armas
pierde ese atractivo o agradabilidad del término. Romano es también el origen de Medellín,
ciudad fundada en el año 75 a. de C. por el cónsul Quinto Cecilio Metelo, de ahí Caecilia
Metellina.
Del pasado germánico nos hablan formas de la toponimia tanto mayor como menor:
Alverguería, pueblo hoy, como Araya, desaparecido, cuyo étimo sería el germánico
"haribairgo" (campamento, albergue), término compuesto a su vez de "harjis" (ejército) y
"bairgan". Jerez de los Caballeros, identificada como la Cerriana de que habla Plinio y más
tarde con la Xerixa de las fuentes árabes, fue reconquistada a principios del siglo XIII, y
denominada primeramente Jerez de Badajoz y más tarde de los Caballeros de la Orden
Militar, conlleva en su primera parte el antropónimo germano Sigerico > Seirigus >
Serikiq.
Tras los germanos la ocupación árabe dejará en Extremadura una marcada huella, tanto en
el léxico como en la toponimia. Términos como Alcántara, del vocablo árabe al-kantara, con
el significado de "el puente", lugar en el que no en vano construyeron los romanos un
soberbio y majestuoso puente al que los árabes denominarían puente de la Espada o "al-
kantara al-Saif". Los topónimos árabes en la geografía extremeña son abundantísimos: Albalá
de "al-balat", que significa el camino, la vía, y Talayuela, que tiene el mismo étimo que las
numerosas Atalayas de la toponimia menor, puestos vigías, procedentes del árabe al-tali'a,
que significa centinela. Alburquerque, cuyo origen está en el árabe "abu-l'qurq", campo de
a l c o r n o q u e s , término querq, que a su vez es una arabización del correspondiente latino
"cortice". Azuaga, de Zuwaga, que hace referencia a la tribu bereber de los butr (nómadas)
o Zafra, del árabe "sajra", que significa peña o roca. Zalamea, el pueblo literario por
excelencia, cuna del honorable Alcaide Pedro Crespo, tiene asimismo etimología árabe, de
"salamiyya", cuyo significado es "saludable". De origen árabe es también Jaraíz, primer
término del topónimo Jaraíz de la Vera, procedente del árabe "sahriy" y cuyo significado es
el de estanque, charca, lagar, como el vocablo antiguo español jaraíz. Podríamos seguir
enumerando topónimos árabes: Acehúche, Aceituna, pero la lista de topónimos árabes sería
interminable. Citemos únicamente el curioso nombre de un monumento emblemático de
Cáceres: la Torre del Bujaco, cuya denominación proviene del nombre del califa almohade
Abu Yacub Yusuf, que llegó a Españ a en 1171 y arrebató de nuevo a los cristianos que las
303
habían recuperado las ciudades de Trujillo, Cáceres, Montánchez, Alburquerque y Alcántara.
La Reconquista es, sin duda, el período de la historia de Extremadura que marca nuestro
carácter. No en vano se ha dicho de ella que es "Tierra de Conquistadores", conquistadores
que no sólo protagonizaron la gran empresa de la Reconquista de la Transierra o de Extrema
Doura, sino que, y gracias precisamente a este adiestramiento peninsular, pudieron llevar a
cabo la historia más gloriosa que vieron los siglos pasados: "El descubrimiento de América".
Según el investigador inglés Lewis Spencer, Europa tiene mucho que agradecer a España,
a esos caballeros que con los cascos aún calados por la reciente Reconquista de España,
gracias a la cual se erradicó la invasión islámica, pudieron continuar acto seguido con la
Conquista de América. Lo que está por analizar en profundidad es, en mi opinión, si fue
gratificada esa hazaña o redundó en cambio más en provecho de otros que no fueron los
auténticos protagonistas de la historia de ese descubrimiento, ni tan altruistas como ellos.
La Reconquista está aún viva en muchos de los nombres de pueblos, dehesas, caminos y
ciudades de Extremadura. Jerez de Badajoz tomará el nuevo nombre, como ya hemos
señalado de Jerez de los Caballeros; éste y otros muchos topónimos como Fuente del
Maestre, Conquista de la Sierra, Villanueva de la Serena, que antes se llamó Aldeanueva,
perteneciendo, a principios del siglo XIII a la Orden de Alcántara. Términos como La Orden,
en Ceclavín hacen referencia a la misma institución militar de Alcántara o a las de Calatrava
y Santiago en otras zonas. Otros como Encomienda y sobre todo Encomienda del Moro, en
la toponimia mayor y en la menor Atalaya de Matamoros hablan por sí solos, sin necesidad
de comentario alguno.
Existen otros topónimos de los que no he hablado que, naciendo con la reconquista, hacen
referencia a tierras que hoy por ignorancia y casi dramático desconocimiento llevan camino
de perderse en una falsa búsqueda de autenticidad. Hace unos años escribí en la prensa un
artículo titulado "¿Dónde está el hecho diferencial?" y en él hablaba del origen de topónimos
extremeños como Girona o Belvís y antropónimos de Extremadura como Lizaur, Zurbarán,
Ibarra, Bofill, Quirós y muchísimos más, cuyo listado se haría interminable.
Zurbarán, topónimo que da nombre a la localidad pacense, y antropónimo del inmortal
pintor extremeño es de origen vasco, cuyo éstimo está compuesto de "zurba", fruto del serbal
y "arán", que significa valle.
Cuando realizaba mi tesis doctoral tuve oportunidad de conocer a un agricultor de Zarza
la Mayor, al que los vecinos llamaban "Bizcochea" y al preguntarle la causa del supuesto
apodo me respondió que lo llamaban así porque su apelllido era Goicoechea. Apellidos vascos
y catalanes en ciudades, pueblos, lugares y apellidos de Extremadura que llegaron hace siglos
con los caballeros vascos y catalanes que ayudaron a los reyes de León y Castilla a
reconquistar nuestra tierra, quedándose luego en ellas como recompensa. Así, podemos
encontrar en Ceclavín un topónimo como La Girona, hoy anegado por el pantano de
Alcántara, cuyo origen es el mismo que el de la provincia catalana de Gerona en castellano
o Girona en catalán, o la Dehesa de Belvís y la Torre de Belvís, en las localidades de Villa
del Rey y Brozas. Estos últimos topónimos deben su nombre al antropónimo Belvís de Pedro
de Belvís, caballero catalán acompañante de Don Armengol, Conde de Urgel y Señor de
Valladolid,en la toma de Alcántara el año 1166 (Véase Léxico y Toponimia de las Tierras
de Alcántara, págs. 373), junto con otros caballeros como Arnal de Ponte, Bernal de Midia,
Beltrán de Tarascún y Ramón de Villalta (Véase Ibidem, pág. 20), como atestigua un
documento de donación otorgado por el rey Fernando II de León, que se halla en el Archivo
Histórico Nacional en muy mal estado de conservación, dada su antiguedad, y en el que
podemos leer: (Ob. cit. pág. 20)
"In nomine domine nostri Ihuxiam, Eaque a regibus donantur pmemoria temporum litteris
assignantur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
304
Ego dno Fernandus de gra hispanorum Rex, una cun uxore mea Regina donna Urraca
scriptum donationis .............................
dilecto vassalo meo Comthe Urgelensis m'am / villam Alcantaram que de sarracenis accepit."
Más significativa es, a propósito de este topónimo, una curiosa cancioncilla que cantan
en las tierras de Alcántara y cuya letra dice así:
Es mi marido, señora
un poco corto de vista,
que a la Torre de Belvís
le dijo "abur, señorita".
Generalmente el topónimo Belvís va asociado a Navarra, ya que la dehesa se conoce como
"Belvís y Navarra".
Hace muchos años, visitando por estas fechas próximas de los Santos el cementerio de
Alcuéscar en Cáceres para encontrar la tumba de un familiar, nos sorprendió la cantidad tan
enorme de apellidos vascos que había en un pueblo extremeño tan pequeño: Aizpuru,
Artaloitia, Naharro, Vasco, Duarte, Aspuro -posible deformación de Azpiru-, Zaldívar,
Vizcaíno, y catalanes como Belvís y Girons.
En Badajoz nos encontramos apellidos de origen catalán, como Andreu, Andrau, Terrerats,
Asensi, Vendrell, Carbonell, Benavent, Benlloch, Bertomeu, Bonall, Hermosell, Bosch, o
vascos como Azcona, Venegas, Amezcua, Arechaga, Aguirre, Abengoa, Abasolo, Ansorena,
Lizárraga, Baigorri, Ayestarán, Arestizábal, Ansotegui, Bizcaíno -con b-, Vasco y Navarro.
En Mérida podemos encontrar también multitud de apellidos vascos, como Abengoa,
Oyola, Azcárraga, Aguerri, Balastegui, Balanzategui, Egea, Garnica, Olandia, Sarasola,
Anarte, Duarte, Basarrate, Basurto, y catalanes como Blanch, Camps, Servet, Bernet,
Catalán, Brull, Sabaté, Bosch, Climent, Abreu, Masachs, Ballell, Soler, Soldevila, etc.
La lista podría continuar, ya que apenas existe un pueblo de Extremadura en el que deje
de haber un apellido de origen vasco o catalán, que la gente a veces deforma, extremeñiza,
por no saberlo pronunciar: así, como al Bizcochea de Zarza, a los Ibarra de mi pueblo,
Ceclavín, les dicen Bibarra.
Y como muestra final de esta huella vasca y catalana de tiempos en que los movimientos
migratorios eran de dirección contraria: del norte al sur, para ocupar los espacios dejados
vacíos por la expulsión de los árabes y aprovechar los privilegios y exenciones de impuestos
otorgados por los reyes en Pueblas y Villas francas -ahí están para el recuerdo histórico en
Extremadura las diversas pueblas, como Puebla del Prior, Puebla del Maestre, La Puebla de
Ovando, Puebla de Alcollarín, Puebla de la Calzada, Puebla de Alcocer, Puebla de la Reina,
Puebla de Sancho Pérez o Villafranca de los Barros. en Badajoz y en Cáceres Puebla de
Argeme y la desaparecida Puebla de Pedro Pulán, en las Tierras de Alcántara.
Por último y como prueba corroborativa de la presencia de antropónimos vascos en
Extremadura, baste decir que el primero y el único presidente de sus más de veinte años de
Democracia y Gobierno regional se apellida Ibarra, y que uno de los conquistadores más
famosos fue hace siglos Vasco Núñez de Balboa. Tanta es la grandeza de nuestra tierra, y
su gran riqueza cultural y étnica, que caben y han cabido siempre gente de España e n t e r a .
305
UN RECURSO DIDÁCTICO
SOBRE EL DIALECTO EXTREMEÑO:
CD-ROM SOBRE EL HABLA
HURDANA
Comunicación
I Congreso sobre el Extremeño
Calzadilla, 25 de octubre de 2002
Carlos del Sol Mesa
I.E.S. "Gregorio Marañón". Caminomorisco (Hurdes).
306
una variedad más, eso sí, una de las mejor conservadas. Pasando de lo general a lo
particular, una breve introducción acerca de la consideración histórica y
sociolingüística del dialecto extremeño nos lleva al estudio de sus características
gramaticales a partir de la lectura y audición de un texto dialectal de Félix Barroso
Gutiérrez (inigualable conocedor de la comarca y sus tradiciones), y de ahí a un test
autoevaluable sobre el conocimiento del léxico dialectal por parte del lector,
terminando con un recorrido en imágenes por la presencia de dialectalismos en
campos como la Flora, la Fauna o la toponimia de Las Hurdes.
307
EL "HABLA POPULAR" EN LAS LETRAS EXTREMEÑAS
Por
LUIS MARTINEZ TERRON - PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO
CALZADILLA - OCTUBRE/2002
ALONSO Z A M O R A VICENTE
( De la Real academia de la Lengua)
Entre los cultivadores del género, es decir entre los que han utilizado en sus
obras frases o vocablos de nuestro viejo dialecto - tan denostado por algunos
"listillos" de última hora -, hemos de citar entre otros a Felipe Trigo en
"Jarrapellejos" o en el "Médico Rural"; Reyes Huertas en "La sangre de la
raza", "Los humildes senderos" y, de una forma especial, en "La canción de la
aldea"; Rafael García Plata de Osma en "La musa de los cantares"; Alfonso
Martínez G a r r i d o en "La leyenda de Pedro el raro"; Manuel Sánchez
Vicente "Los demonios del síndrome"; Piedad Silva "Sencilla y múltiple";
Jesús Alviz "Un sólo son en la danza"; Moises Cayetano Rosado
"Recordatorio"; Pedro de Lorenzo en "El hombre de la Quintana"(1); José
M" Bermejo "Soliloquios"(2); Cándido Sanz Vera "Noche de perros";
Enrique R o m e r o "Juan Tarugo"; Luis Martínez T e r r ó n "Represión en la
serranía"(3); Jesús Delgado Valhondo "Ayer y ahora"(4); José Alcón
Oliveira "Requilorios" - totalmente en "extremeño"-; V. Gutierrez Macías
"Relatos de la tierra parda"; Domingo Frades G a s p a r "Diegu de Santiago, un
mañegu universal" y Antonio Murga Bohigas, autor del primer Diccionario
de "Habla popular de Extremadura" que publicó con acierto regenerador
algunos artículos constumbristas en forma dialectal y otros tantos autores que
no citamos por no alargar esta relación.
A lo largo de 1937 los bardos Mauro López, Miguel Alonso Somera, Félix
Paredes y Julio de Siria, publicaron en la revista "Fragüa Social" una serie de
poemas en "extremeño" que se encuentran recogidos en una selecta antología
de la editorial "Ruedo Ibérico".
Y en la actualidad, entre los cultivadores de la poesía popular, que es aquella
que transmite sentimientos, belleza y emociones en lenguaje convencional
para llegar con más facilidad al corazón del pueblo y no pretende resolver
problemas teológicos o filósóficos perdiéndose en un bosque de enciclopedias
y diccionarios buscando la palabra exacta, detrás de los nombres de Gabriel y
Galán y Luis Chamizo debemos citar a J u a n Solano con "De Extremadura:
Retablo de la poesía popular"; Angel Marina "Poesías reunidas", Juan
García García "Claveles de mi tierra"; Luis Martínez T e r r ó n "Poemas de
carne y tierra"; Pablo González Gonzálvez - que ha publicado recientemente
"La Primera Gramática Extremefia" - "Hojas extremeñas sueltas"; Juan
Martín, "El trovador de Extremadura"; César García González "Cosas del
309
tío Zenón"; J u a n Nuñez A n d r a d a "Vía Crucis"; Luisa D u r á n "Mi tierra";
Feliz de Gata "Muestrario poético"; Ventura Villarrubia "Cantos de la tierra
parda"; Isabel Alía Pazos "Alma extremeña", Rufino Delgado en "Trofeos
de Raza", Javier Feijoo "De la corteza de la encina" y un largo etcétera..
NOTAS:
(1) Pedro de Lorenzo - que literariamente nunca ha salido de Extremadura -
en su novela "Los álamos de Alonso Mora", tomando el nombre del
protagonista, se ha refugiado en La Quintana, a la querencia de la tierra, su
tierra, y llega a ella a redimirse de su propio triunfo y a morir (pág. 18). Don
Alonso es un relator lúcido y amargo de las implacables observaciones que
durante varias décadas viene realizando sobre el sombrío panorama
310
extremeño. Ningún autor vivo lo aventaja a la hora de escribir sobre el paisaje,
la flora, la fauna, el cielo y las ciudades de Extremadura y sabe conjugar,
gustoso, el "habla extremeña" a la hora de construir su personalísimo discurso
seleccionando aquellas páginas donde los posibles "extremeñismos" abundan
más y nos encontramos que en medio centenar de ellas hay casi otras tantas
formas dialectales.
Por su belleza y como demostración de las posibilidades literarias que el
"habla dialectal" de Extremadura encierra, hemos querido recoger entre sus
trabajos algunas frases:
(2) Lo mismo sucede con José María Bermejo - otro escritor extremeño de
la diáspora -, al estudiar su obra "Soliloquios" en la que Extremadura ocupa
un espacio importante. Veamos dos estampas:
"Han pasado las cabras de la Dehesa Boyal, las señoritas, la mujer de las
ánimas que agita su campanilla melancólica y se interrumpe en cada
plaza como si oyera voces del más allá, mujer de luto estricto, fiel a su
voto de silencio, mujer que ni pone en cada casa una pauta sagrada,
porque en todas hay muertos muy antiguos que reclaman piedad" (p.28)
"jinca" más el jierro, que parece que Florencio está retozón y barrunto
que no va a llegar a la loma.
En este instante el bracero, ya metido en faena, apretó fuertemente la
"esteba" hacia abajo y los dos hombres que sustituían a los bueyes se
quedaron anclados sobre la besana, pero sin retorcer en ningún momento
las "camelias". Reanudaron la marcha hasta recorrer algo más (te
doscientos metros, coyuntura que aprovechó Perico, a la vista de los
hechos, para dar por terminado el lance:
- Son ustedes iguales de recios que los bueyes y no hay quien los dome,
así es que les voy a despojar de todos los aperos y nos iremos para
almorzar unas papas fritas al pegote y con torrezno, que el "movillero" ya
las tendrá a su punto, pues estoy seguro que en ese "tajo" tampoco se
torcerán las "camelias", que de apetito también m a r c h a n aparejados,
máxime teniendo al lado el barrilillo del orujo con la caña, para que vaya
el chorro directo a la "tragaera".
Y entre grescas y discusiones de unos y otros D. Silvestre recogía estas
historias de viva voz, así como otras anécdotas y testimonios de personas
mayores con las que daba largos y frecuentes paseos mañaneros por la
314
orillas frondosas de la rivera de Sansustre.
Y así iban desfilando los días y las noches, a veces cargados de rutina y
aburrimiento en aquel pequeño "exilio" de la dehesa de los Alpotreques,
necesario para su paz interior, mientras en las sierras españolas la
infructuosa y sangrienta resistencia de los guerrilleros continuaba hacia
un desenlace vergonzosamente trágico.
315
PRIMER CONGRESO SOBRE EL EXTREMEÑO O HABLA
EXTREMEÑA
316
COMUNICACIÓN:
JUAN J. CAMISÓN
317
Comunicación:
Hoy, con este Congreso, nos tocará a todos decidir qué se va a hacer
con el Extremeño residual que aún poseemos, qué determinación habrá que
tomar de aquí hasta su extinción definitiva con este medio de comunicación
que, durante siglos, fue válido en todos los pueblos de nuestra geografía como
única moneda de intercambio para relacionarse entre sí generaciones y
generaciones de hablantes, desde nuestros antepasados más lejanos hasta
nuestros propios padres.
318
no competitivas en los foros internacionales y en las transacciones económicas
de alto nivel. Y no podemos negar que se trata de una lengua agonizante,
como tantos otros dialectos y lenguas minoritarias.
Pero sería muy triste que, por esa desidia o pereza, o falta de iniciativa
que nos ha caracterizado siempre a los extremeños, tuviésemos que, además
de conocer un momento tan amargo, arrepentirnos demasiado tarde de lo que,
cuando hubo remedio, pudimos haber hecho y no hicimos. Y sé, sin embargo,
que de las 6.800 lenguas que se hablan actualmente en el mundo, este dialecto
nuestro es una menudencia, una marabaja como dicen los viejos de nuestros
pueblos, únicos practicantes de la oralidad del Extremeño. Pero quizás por eso
mismo, porque conozco la velocidad a la que están desapareciendo del planeta
muchas de sus lenguas (se calcula que para el 2.100 habrán desaparecido más
de la mitad) deberíamos hacer lo imposible para que quedase memoria
319
(escrita, audio-oral, audiovisual, gestual...) de este lenguaje que en su día fue
seña de identidad de un grupo numeroso de hablantes.
320
No estamos solos en este empeño. Ni somos los únicos que luchamos
por lenguas a punto de desaparecer. Un proyecto internacional llamado
Rossetta recoge todas las manifestaciones de las lenguas en peligro de
extinción. Muchos de los que seguimos de cerca la evolución del Extremeño,
ya estamos en contacto con dicho proyecto y en colaboración con sus
miembros. Sin embargo, cuando la iniciativa viene de dentro de casa parece
que nos da más fuerza y nos produce satisfacción y gusto. Gracias por
convocar este I Congreso sobre el Extremeño y ojalá que no sea el último.
321
ANEXO
- Página del NCC de Coria - Seguimiento por internet
- Poemas (Balta, Mina y Plácido Ramírez)
- Homilía en castúo (José Polo)
- Carta publicada en la revista del Ateneo de Cáceres
322
El dialecto extremeño
323
El dialecto extremeño
Está claro que los hablantes extremeños hacemos un uso del lenguaje que es
diferente del castellano normativo. El debate, vivo aún, sobre si el extremeño es un
dialecto, un habla regional o un habla de tránsito, ha provocado un avance
significativo en el conocimiento de los rasgos que constituyen nuestra peculiar
forma de hablar, e incluso en la potenciación de nuestra conciencia lingüística
regional. Lingüistas como Menéndez Pidal, Alarcos, Alvar, Zamora Vicente y
Viudas Camarasa han realizado aportaciones significativas en ese debate.
¿Hasta qué punto existe una conciencia lingüística extremeña? El habla de
nuestra región ha estado siempre infravalorada con respecto a la lengua oficial:
tradicionalmente, las clases dominantes extremeñas se diferenciaban de las clases
bajas en el uso de un castellano normativo, y en la actualidad, los medios de
comunicación y la escuela siguen ejerciendo una enorme presión a favor del
castellano como lengua de prestigio y en contra de la estima social del habla
extremeña.
Sin embargo, los hablantes tienen la conciencia de hacer un uso diferente
del idioma, y aunque algunos afirman que “hablan extremeño”, la idea más
generalizada es que hablan un mal castellano. Como explica Ariza Viguera: “Muy
frecuentemente los estudiantes universitarios afirman que ellos hablan mal el castellano,
cuando la realidad es muy otra: hablan bien el extremeño”.
De esta forma, aunque no pueda afirmarse en un sentido estricto que la
convivencia entre el extremeño y el español estándar provoque una situación de
diglosia (“situación lingüística en la que se emplea una lengua literaria y oficial
radicalmente diferente de la coloquial”), sí resulta evidente que todos los hablantes
conocen y practican dos normas diferentes, aunque una tenga más prestigio que la
otra. Ambas normas se confunden en el habla particular de cada emisor, de tal
manera que los usos son, a menudo, un compendio de la norma estándar y de la
norma extremeña.
El hablante, de una forma inconsciente, pero voluntaria, tiende a utilizar los
rasgos del español estándar cuando se halla en una situación que considera “de
prestigio” (con personas de otras regiones, al hablar en público). Este hecho se
debe a que el castellano normativo se le enseña al niño en la escuela como lengua
culta, frente al “habla rústica o familiar”, que es el extremeño. Sin embargo, ese
mismo hablante podrá cambiar su registro lingüístico, y con parientes o vecinos,
en un bar o en una conversación cotidiana, estará empleando, inconscientemente,
el uso extremeño dialectal con todos sus rasgos característicos.
Para conocer dichos rasgos, en sus aspectos fonético-fonológicos y
morfosintácticos, son recomendables los estudios de Viudas Camarasa y Salvador
Plans por su claridad, síntesis y carácter divulgativo, además de indudable rigor
científico.
Finalmente, el extremeño tiene múltiples hablas locales, tantas como
municipios hay en la geografía regional. Muchas han sido estudiadas en diferentes
ponencias y trabajos, cuya nómina sería demasiado amplia para una página de
divulgación como ésta. Una de estas hablas locales es el “castúo”, que corresponde
a la zona de Guareña, tierra natal de Luis Chamizo. La popularidad y difusión de
su obra poética El miajón de los castúos ha provocado que, por error, se asimile el
nombre de “castúo” para todo el dialecto extremeño, cuando en realidad los
rasgos que utiliza Chamizo en su obra literaria corresponden a un habla local, la
de Guareña, bien diferente, por ejemplo, de las del norte de Extremadura.
Es evidente que el nombre de nuestra habla regional no es otro que
extremeño, y que en su extensión geográfica se diferencian al menos las
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El dialecto extremeño
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LA ESPELUJÁ
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EXTREMADURA, C AMP O S VERDES .
P o r ti Extremadura
m u c h a gente moriría
pero es u n a tierra nuestra
que yo nunca olvidaría.
Mina García.
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GRATITUD A NUESTROS MAYORES (1ª P A R T E )
Llevarla y e c h a r l a al sol
sobre la tupía yerba
para que se blanqueara
regándola con frecuencia.
Mina García.
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GRATITUD A NUESTROS MAYORES 2ª PARTE
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.../...
Pero lo de la abundancia
no sabe e l sufrir de aquélla
que un niño le pedía pan
y no había pan en la cesta.
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Visiones de un pastor extremeño
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Visiones de un pastor extremeño
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EL PASTOR Y SU CRÍTICA
Yo no sé si por vergüenza
por temor, orvío o mieo,
no dijisteis tantas cosas
der sufrir de nuestro pueblo.
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Y endispués, esos chismarracos,
que nucleares los llamaron,
que naide sabe p´aqué son
ni p´aqué coño las sembraron.
Porque yo no sé de leyes
ni tampoco sé de cencias,
yo sólo sé cuidiar
de mis cabras y de mis ovejas.
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EL PASTOR EN LA CIUDAD
Y ar fin ya llegamos
aonde vive mi hermano,
yo ya cuasi medio ajogao,
y nos subimos en un chisme
q´ellos llaman acensor
q´asina es como una jaula
q´al arrancar pega un remeneón.
En cuanti que me vido la familia
me ijo que m´abía pasao,
q´iba mu emblanquecío,
sin colores y cuasi afisiao.
Y yo le ije ami hermano,
mia que p´amí no e´esto
que mañana cuanti que puea
yo me vuervo p´al pueblo.
Y e´sque allí no se pue vivir
tanto ruio t´enloquece
tanto jumo te marea
y hasta más depriesa s´envejece,
allí no saben loque´s vivir
en paz y en tranquiliá
sin ruio, sin ajetreo
y q´al menos puea respirá.
¡A la pá e Dioj!
Cuantis cuantis llega cá año este día me jurga en lo maj'ondo e mi alma algo asina como un jormigueo. M'en-
tra un ansia mu grandi de palrá a nuestro móo, en castúo, aquí mesmo alreol del altá.
Y es lo que yo me igu: si laj lindaj tonáj de la tierra vuelan jasta el cielu,
si laj mozaj y laj muchachinaj s'an jateao de gran fiesta, remuáj con las güenaj'alhajaj de muestraj agüelaj,
n'este día tan grandi pa Estremaura, ¿por qué no poemuj palrá a Dioj y de Dioj en la lengua bendita de muestroj
agüeluj?
Si poemuj cantal y vestil como endenanti ¿por qué no poemuj tamién palrá en la ilesia en castúo en iguá qui ja-
cían Ioj muestruj mayorij?
Porqui piensu q'el Dioj de Ioj'extremeñuj entiendi tamién muestra jerga. ¿O ej qui solu va entendé la de luj ca-
talanij, vascuj y galleguj, cuandu entavía la muestra ej maj sencillina?
En castúo le palrarun nuestruj viejinuj y asina, en castúo le palramuj algunuj ende chiquirrininuj.
Y le palraron asina las guapinaj y arriscaj mozaj de la muestra tierra.
Y los mozuj bragauj, con riañuj.
Güeno, pos pol tó esu ¡Hala!, amuj a palrá un ratino en castúo, asina velaile, aquí mesmo, alreol del altá, aun-
que me se jaga un ñúo mu gordo en la lengua.
Hoy ej el día del mejó de los castúoj, del maj güeno y del maj santu.
¿Y qué sus vo'a icil d'esti Santu Benditu, estremeñu de nacencia?:
¿Desti jombre de la muestra tierra jechu asina como de raigonij d'encina?
Flacu, elgaínu, por mó de Ioj muchuj trajinij que se truju pá palrá a toj Ioj extremeñuj de la dotrina de Muestru
Señol, pá curá con milagruj mu grandij a toj Ioj malatuj de alma y de cuerpu.
Peru no le palraba de Ioj saberij de Ioj jombrij, sino de los querelij de Dioj.
¡Cuánto supía de la sabienda de Dioj!
¡Cuánto trajinó el benditu paisanu muestru, jerre que jerre, pa que roa la genti de muestra tierra se quisián y
jueran como Dioj manda!
Dendi Ioj señoritinguj del pan pringau, mu estiraoj, con mucha fachenda y bien jateaoj, peru que aluego se tu-
vián una jincha que no se poían ni vel.
Y él lej icía q'eso no lo quieri Dioj. Que Dioj ej un Padre maj güeno q'el pan y que quieri muj querramuj toj como
hermanuj y por cima de tó a la gente mísere y esastrá.
Esti Santu Extremeñu se pasó toa su vía endirgando a la genti el güen caminu, que luj maluj caminuj no llevan
a güenuj sitioj.
No lej iba con cúchili móchili ni alicantinaj de laj muchaj que muj trujun luj sabijonduj que vienin de juera ¡de
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sabe Dioj d'ondi! a icilnuj lo qui semuj Ioj extremeñuj, a embobalnuj con chácharaj mu bien enjaretáj, a icilnuj que si
«semuj maluj güeyij», que si «en esta tierra no s'achau enjamá la sembraúra del Vangeliu», que si semuj tój unuj bor-
doneruj, que si patatín, que si patarán ....
Y a esuj parlanchinij q'asina palrotean tenemuj q'icilij:
Que por estaj tierraj trebajamuj con laj manuj, no con la «sin güesu»,
que tién elluj laj manuj mu blancaj pa palrá de trebaju a luj estrimeñuj,
que «luj nietuj de luj machuj que conquistarun América» semuj ¡sí! mu parduj, ¡del coló de la tierra! peru
que no entendemuj ni pajeamuj otru móo de palrá q'el de luj jechuj,
asina lo aprendimuj de Cristu, q'ej un güen Maestru,
que muj digan qué milagruj han jechu y endispué lej diremuj Ioj muestruj.
Que no sean lenguaronij, que si qién que luj respetemuj a elluj que tamién muj respeten a luj estrimeñuj.
Que semuj probes ¡sí! pero no tirulatuj.
Que ¡ya está bien de despreciuj, de opresionij, de fanfarriaj y de cuentuj!
Que piensin bien lo q'icin, q'andispué no tié remediu.
Q'el qui palra sin sabel lo q'ici metí la pata jasta el cuezu.
Que Ioj güeyij s'acen güenoj si por el caminu va por delanti el boyeru.
Que Ioj estrimeñuj seguimuj como borreguinuj a quien va elanti de musotruj pedricándunuj con el ejemplu, co-
mo muestru benditu paisanu San Pedru, el alcantareñu, que muj palraba de Cristu, del amol y la probeza dendi el
bujío del Palancar, q'él mesmo jizu cargando a suj costillaj toj Ioj avíuj.
Y q'a Ioj estrimeñuj muj gusta máj el miajón que la corteza, comu muj lo enseñó asina este jombri, estrimeñu
de nacencia, que s'aginó con muestraj mesmaj jielij, que sufrió Ioj mesmoj ajogos, brega que te brega.
Ejti benditu santu q'ej carni de muestra carni y q'agora muj quié icil q'agamuj de su espiritualiá la muestra.
Y agora, ya p'acabal, jincauj ante el Santu güenu, amoj a recordarli que Ioj estrimeñuj no tenemoj ná,
que no semuj naide,
que toj muj explotan,
que muestroj campoj crujin de resecuj,
que Ioj bichuj y laj bestiaj se muerin sin agua ni pienso,
y que laj almaj paicen erialij resecuj,
que luj campusinuj están ajinuj, sin tierra, sin trebajo, sin cosecha, sin jacienda,
se tién que dil ajuyendu pa juera, queándosi aquí toas suj querenciaj.
Tú, Santu Benditu, q'estaj junt'al Padre Eternu pa que muj ayúej, ¡échanuj una manu!
endírganuj Tú el caminu del Cielu,
queremuj contigu ¡agilá p'alante!
pa jacel NUESTRU PUEBLU CON SUORIJ NUESTRUJ.
Tú, ili al Padre Santu muj perdoni si antañu juimuj maletuj,
si d'ÉI muj orviamuj,
si le dimuj la espalda a suj mandamientuj,
ili q'endelanti queremuj ser güenuj,
pa querejnuj toj muchu
y, si Tú muj ayúaj un poquirrininu, "
arrimá muestruj jombruj,
pa jacel entri toj d'esta tierra
i i UN CACHINU DE CIELU !!
Terminado el acto religioso el Párroco, José Polo, sugirió la idea de que se debía declarar la fecha del 19 de octubre
DIA DE EXTREMADURA, por ser el día en que nuestra región fue glorificada en la persona del mejor de los castúos,
San Pedro de Alcántara, e invitó a todos los presentes y a todos los extremeños de buena voluntad a hacer todo lo posi-
ble por conseguirlo. 341
El domingo 27 de octubre, asistí con una amiga al desarrollo de la última jornada del Congreso sobre el
extremeño, celebrado en la localidad cacereña de Calzadilla. Acudí como simple espectadora, pero tras
hablar con gente de la organización y observar lo que allí se celebraba, pude darme cuenta de la ilusión,
el trabajo y el esfuerzo totalmente desinteresado que se realizó desde este pueblo para que tal
acontecimiento se llevara a cabo. De su programa y de lo que me contaron, deduje que fue un Congreso
abierto, donde gentes de todo tipo, con mayor o menor cultura, con mayor o menor formación intelectual,
tuvieron la posibilidad de expresar sin vergüenzas y sin ataduras su sentir por cosas que nos acercan a
nuestra tierra, que vienen de nuestros antepasados y no le dábamos importancia, al contrario, las
infravalorábamos, y ahora con el esfuerzo y la ilusión de unos pocos por lo menos se quieren dignificar.
Parece ser que en torno a este tema, ha surgido una gran polémica, que llega incluso hasta el ámbito
político. Yo no lo entiendo muy bien. Según contaron allí, la organización del Congreso de Calzadilla no
sólo no recibió apoyos prácticamente de ningún tipo, sino que además se le pusieron las mayores trabas
posibles. Es difícil de entender que el simple hecho de estudiar y dar conocer cosas relacionadas con la
cultura de nuestra tierra sea tan molesto y tan incómodo para algunos. Sólo lo atribuyo a que la gente
anda algo aburrida y necesita establecer controversia por casi todo.
Que este señor no demostró su clase política ni su elegancia, quedó clarísimo, y si lo que quería era
exponer sus tesis sobre el extremeño, en lugar de acudir como representante oficial de un gobierno
autonómico a clausurar un acto cultural, lo que tendría que haber hecho es realizar una comunicación
sobre el tema y seguro que hubiera tenido sitio, porque como he dicho antes creo que ha sido un acto
abierto, cordial y desarrollado dentro del respeto a todas las ideas. Es más le animo a que lo haga en el 2º
congreso que parece que se tiene intención de celebrar.
Le digo al Sr. Villalobos y a todos los que piensen como él, que yo no entro en el debate intenso de si
dialecto, habla o no se qué, yo sólo sé que me produce una ternura y un cariño tremendo oír hablar de
cosas que yo aprendí un día de mi abuela, de mi madre o de mis tías, y aunque mi hijo, que ahora tiene
cinco años, algún día use el lenguaje de los móviles, me gustaría que también conociera la forma de
hablar de sus antepasados porque alguien se haya tomado la molestia de quedar constancia de ello. Le
faltó talla política y le sobró prepotencia y chulería. Realmente "pa" eso se podía haber ahorrado la visita.
A.M.M.
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