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Cómo tapar las grietas de una pared

El tipo de relleno depende de la profundidad de las grietas, y de


la superficie sobre la que se han producido

El paso del tiempo, una mala edificación o los movimientos ocasionados por vibraciones,
dilataciones y contracciones alrededor de puertas y ventanas pueden ocasionar la
aparición de grietas en paredes y techos. Además de poco estéticas, estas fisuras pueden
dificultar la tarea de pintar o empapelar una pared, por lo que es necesario repararlas.
Para ello se debe tener en cuenta la profundidad de las mismas, y la superficie sobre la
que se han producido. De estos factores, depende tanto el material que se vaya a utilizar
como relleno, como el proceso a seguir para solucionar el problema.
El proceso paso a paso

- Imagen: ontanu mihai -

Antes de comenzar con el trabajo se debe


comprobar la profundidad de la grieta. Si ésta es
muy grande, o reaparece de forma periódica se
debe consultar con un profesional, ya que puede
ser consecuencia de un fallo estructural.

Si la labor no presenta complicaciones, el primer


paso para hacer desaparecer la grieta es sanear la zona. Para ello se deben remover
todas las partes flojas que estén alrededor de la hendidura, para evitar que se
desprendan cuando se haya rellenado ésta. Después hay que agrandar y moldear la grieta
en forma de 'v' con la ayuda de una espátula o un rascador triangular. De este modo, el
recubrimiento penetrará mejor en la fisura.

La tarea de rellenado se debe hacer poco a poco para que no


queden cámaras de aire
Tras eliminar todo el polvo que haya podido quedar adherido en la pared, se introduce
con la misma espátula una masilla tapagrietas universal. Esta pasta también se puede
fabricar de forma casera con cemento blanco y agua. Para ello, se espolvorea el cemento
en la cantidad de agua indicada por el fabricante, y se remueve hasta conseguir una
mezcla uniforme y sin grumos. Una tercera opción, más cara, pero más fácil de aplicar,
son las bandas tapagrietas. Para colocarlas sólo hay que tomar la medida de la fisura y
trasladarla a la banda. Si ésta es autoadhesiva, basta con retirar la protección del
pegamento y colocarla sobre la hendidura. En caso contrario, es necesario preparar un
poco de yeso para pegarla.

El material de relleno elegido se debe extender en varias pasadas perpendiculares a la


grieta. También es aconsejable alternar el sentido de aplicación. Además, la tarea de
rellenado se debe hacer poco a poco para que no queden cámaras de aire. Al mismo
tiempo hay que presionar la masa para que coja cuerpo y quede compacta. Para evitar
irregularidades en la superficie se debe retirar el exceso de producto. Para esta labor
también se puede utilizar la espátula.

En función de la cantidad que se haya utilizado, se deja secar entre una y doce horas. Si
la grieta es profunda, y la primera capa ya se ha secado, es el momento de aplicar la
segunda.
Una vez seca, se alisa la superficie con un papel de lija fino para eliminar las pequeñas
imperfecciones y que así no se note la restauración. Una vez reparada la grieta, ya se
puede pintar o empapelar.

Una solución para cada tipo de grieta y pared


Si la grieta es pequeña, la mejor opción es aplicar una masilla tapagrietas universal sobre
la misma. Para acortar el tiempo de reparación se puede emplear una pasta de secado
rápido. En cambio, si la grieta tiene más de diez centímetros de profundidad es necesaria
una pasta especial para rellenar y cubrir dicha imperfección. Otra opción válida para este
tipo de desperfecto son las bandas tapagrietas.

Si la grieta tiene más de diez centímetros de profundidad es


necesaria una pasta especial
Estas dos opciones (masilla y bandas) son las más apropiadas para paredes de yeso o
escayola, ya que la mayoría de estas mezclas son blancas.

Sin embargo, en paredes de cemento y ladrillo, si la grieta es grande, el agujero se debe


rellenar con los materiales originales, mientras que si es pequeña basta con aplicar un
reparador de resina.

Por lo que respecta a las superficies de madera, en la mayoría de los casos basta con
aplicar una masilla del mismo tono que el original. Si el desperfecto es de mayor
envergadura, se puede tapar la grieta con un trozo del mismo material, aunque en
algunos casos la mejor solución es reponer la pieza entera.

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