Está en la página 1de 1

Casanova: el Anti Don Juan

Don Juan es un depredador del amor. Un coleccionista vicioso de sexos de mujeres


inmediatamente desechables; un macho en actividad caprichosa que apenas sabe, ni quiere
saber, el nombre de sus parejas que convierte, si puede en víctimas. Casanova fue un
enamorado del placer siempre compartido, un excelente compañero de sus conquistas y, a su
manera, un amigo y enamorado de centenares de mujeres lo conoció, en el sentido literal y
bíblico, en toda su existencia.

A pesar del Doctor Marañón, que coloca a Casanova entre los donjuanes de la historia y lo
hace partícipe de su discutible teoría del afeminamiento de los conquistadores, lo cierto es
que su ignorancia del personaje lo convierte en una fuente poco fiable. Por confundir,
Marañón confunde incluso el aspecto físico de Casanova, del que dice que tenía “la perfección
y delicadeza de rasgos de una mujer”, y lo hace compartir con sus compañeros de fatigas, los
donjuanes, “su indecisa varonía”.

En realidad según testigos de la época, el caballero de seingalt era “feo de cara, alto, de
constitución hercúlea, tez africana y ojos vivos, llenos de spirit” (Príncipe de Ligne). El escritor
Stefan Zweig dice que él era “un verdadero semental, con hombros de Hércules, músculos de
luchador romano, belleza de zíngaro y ardor de fauno

También podría gustarte