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Facultad de Humanidades

Escuela de Psicología
Magíster en Psicología Educacional

SEARLE Y SU CRÍTICA AL PROGRAMA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN


SENTIDO FUERTE

Profesor: Mario Morales


Alumno: Felipe Muñoz
Santiago, julio 2010
SEARLE Y SU CRÍTICA AL PROGRAMA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
EN SENTIDO FUERTE

Introducción

La discusión acerca de la inteligencia humana es de muy larga data, se podría


considerar que desde los tiempos Platónicos y Aristotélicos, así como hablar de la
propiedades de la conciencia es de muy larga data.
Sin Embargó, la aparición del paradigma cognitivo y las teorías de Turing, se comienza a
integrar otra discusión, las que guardan relación con las máquinas, poniendo a estas en el
centro de la discusión. Searle al incorporar el término Intencionalidad, cualidad que sólo
atribuye a los seres vivos, desafía esa inclusión , desarrollando el proyecto de la “sala
china”, en la que se opone absolutamente a las ideas de Turing, negando absolutamente a la
incorporación de las máquinas dentro de los organismos con funciones cerebrales, pero
¿hasta cuando se podrá hacer esta distinción?. Incluso el mismo Searle no se cirera a la
posibilidad de que puedan construirse cerebros artificiales en el futuro, es decir, que
reemplacen a los cerebros naturales, los que en si son maquinarias bio químicas. (Searle,
1895)

El presente ensayo no pretende hacer una revisión exhaustiva de todas o más de


alguna propuesta que tienda a explicar la “existencia” o no de la inteligencia artificial. Pero
si presentar una crítica que pone en cuestionamiento la existencia de las máquinas como
seres pensantes.

Intencionalidad

Sin lugar a dudas, a la mente se le han atribuido innumerables propiedades, pero


para concentrarnos en lo que queremos referirnos en este ensayo, nos referiremos al igual
que Searle al rol de la mente desde su rol evolutivo primario que es relacionarnos de
determinadas formas con el entorno, en especial con otras personas. Los estados subjetivos
relacionan a las personas con el resto del mundo, los cuales incluyen creencias y deseos,
intenciones y percepciones, así como amores y odios, temores y esperanzas, y la relación
que se establece entre ellos dentro de diversas formas se denomina “Intencionalidad”.

La intencionalidad sería entonces “aquella propiedad de muchos estados y eventos


mentales en virtud de lo cual estos se dirigen a, o son sobre o de objetos y estados de cosas
en el mundo”. (Intencionalidad 1992: 17)
El término “Intencionalidad” fue originalmente introducido a la filosofía moderna por
Brentano, para proporcionar un carácter distintivo y separar definitivamente lo mental de
lo físico.

Los estados mentales tienen, digamos, una esencia incompleta. No pueden existir, a
menos que se completen con algo más que ellos mismos: sus contenidos. El punto de vista
de Brentano consiste en afirmar que un acto mental tiene, inherente, un contenido
intencional.

John Searle acepta la definición básica de Brentano al considerar a la


Intencionalidad como la propiedad lógica de ser con respecto a un objeto. (Vargas-
Mendoza, J. 2007)

Searle sostiene que todo estado Intencional tiene un contenido Intencional que
determina las condiciones de su satisfacción. Es mediante el contenido Intencional que el
estado Intencional se vincula con su objeto. El estado Intencional, puede decirse que
“representa” el estado de cosas que satisface estas condiciones (pensando que se trata de de
una característica puramente lógica, que no implica imágenes o “representaciones”).

Cada estado también tiene un modo psicológico que determina la dirección del
ajuste: de la mente al mundo o del mundo a la mente.Por ejemplo, la validez de las
creencias (en este caso su veracidad) se logra cuando la mente encaja al mundo. Mientras
que, en un deseo válido (alcanzado), es el mundo el que debe iencajar a la mente.
En la teoría de Searle resulta útil distinguir las relaciones que propone que existen entre los
estados Intencionales y la realidad:
• El lenguaje se relaciona con la realidad, según Searle, cuando el orador lo
relaciona mediante sus actos ilocutorios. De manera que, la relación entre lenguaje y
realidad es un caso especial de la relación entre la mente y el mundo.
• Los estados de intención mental, no se relacionan con la realidad como lo hacen
las palabras. Por ejemplo, no podemos hacer que una creencia se aplique en una y
en otra dirección, ya que su contenido Intencional determina sus propias
condiciones de satisfacción. Creer que la luna es roja, no puede usarse para
significar que el gato es negro.
• Por otro lado, Searle mantiene que los estados Intencionales solo se vinculan
empíricamente con las experiencias psicológicas que los incorporan. Por ejemplo, la
percepción involucra “experiencias preceptúales”, que deben distinguirse de esta
primera, en sí misma. La percepción, como un estado Intencional, tiene un
contenido proposicional (Intencional), pero también involucra actos mentales
conscientes. Uno puede decir que una experiencia visual tiene cierta duración
temporal, que es agradable o desagradable, pero estas propiedades de la experiencia
no deben confundirse con su contenido Intencional. (Searle, 1985)

Searle intenta inscribir su teoría de la intencionalidad, proponiendo naturalizarla. En


otras palabras pretende considerar la intencionalidad como un rasgo natural de ciertos
sistemas biológicos, reclamando una explicación final de intencionalidad en términos de la
ciencia biológica en oposición a la inteligencia artificial.

La intencionalidad describe la capacidad de los estados mentales de estar dirigidos


hacia o encontrarse en relación con algo, lo que hace también que puedan asignárseles
valores de verdad. Esto significa que, por ejemplo las creencias pueden ser verdaderas o
falsas. En principio esto puede no tener nada de extraño; sin embargo, cuando se pretende
reducir las ideas a procesos naturales surge un problema: los procesos naturales no son
verdaderos o falsos, simplemente suceden. No tendría sentido decir que un proceso natural
es verdadero o falso. Pero las creencias o los juicios mentales son verdaderos o falsos,
¿cómo pueden entonces las creencias ser procesos naturales?
La sala china

Turing en su teoría de la inteligencia artificial fuerte propone que los computadores


son mentes que piensan, y por lo tanto, en el futuro se podrán crear mentes. El autor
propone dos grandes ideas o desafíos, para alterar una arraigada distinción de sentido
común. La de los organismos de funciones cognitivas y las de los que carecen de ellas.

Pretende incorporar dentro de la primera a las máquinas, esto lo hace a través de la


máquina universal de Turing y la elaboración el test de Turing. Con el que pretende
demostrar que el computar símbolos es pensar.
John Searle, en 1980, y reaccionando a lo que plantea turing y el programa de la
inteligencia artificial fuerte, pretende demostrar a través de la construcción de una “sala
china”, que la mera manipulación de símbolos conforme a reglas formales preestablecidas
no es suficiente para desarrollar una inteligencia artificial en sentido fuerte. En otras
palabras, crear una mente similar a la mente humana, con el mismo tipo de intencionalidad.
(Navarro, 2004.)

Los requisitos del experimento eran lo siguientes:

1.- Searle, que desconocía absolutamente el idioma Chino, se imagino dentro de una sala.

2.- La sala disponía de dos orificios: uno de entrada (input) y otro se salida (ouput), por los
que atravesarían textos escritos en chino.

3.- Dentro de la habitación Searle dispondría de un manual de instrucciones redactado en


inglés, idioma nativo del sujeto, que permitía dado una cadena cualquiera de caracteres
chinos, mediante la aplicación de reglas puramente (sintácticas), basado exclusivamente en
los caracteres y sus posiciones relativas. Searle entrega una respuesta perfectamente
coherente como la que podríamos esperar de cualquier hablante chino.
Es difícil imaginar que las reglas del manual de instrucciones puedan ser puramente
formales y sintácticas, pero ahí reside la fuerza del argumento: Searle, dentro de la
habitación, sólo manipula signos, sin conocer en absoluto lo que esos signos significan, es
decir, sin saber cuál es el referente en el mundo exterior de las palabras chinas que utiliza.
Si el libro de instrucciones fuera suficientemente bueno, y Searle es lo
suficientemente hábil, cualquier interlocutor chino fuera de la habitación llegaría a estar
convencido de que el sujeto del interior ha comprendido el texto que se le ha dado, y que
está manteniendo una verdadera conversación en chino, entendiendo lo que se le dice. Por
muy eficiente que haya resultado la respuesta entregada por Searle al interlocutor chino, y
que este conforme con la información recibida, Searle no ha entendido nada de lo que ha
entregado, solo ha entregado signos, nos con un mensaje premeditado. Es decir, estaría
cumpliendose con el test de Turing y sin embargo, Searle no sabe chino, por lo tanto, no
comprende el signifcado de los símbolos manipulados. (Diaz, M. Año desconocido,
apunres de clae USACH)

El experimento cobra relevancia para alimentar la discusión acerca de la


inteligencia artificial porque los computadores, en ese momento y hasta ahora, sólo son
capaces de manejar signos con criterios sintácticos. Pero la semántica, dice Searle, no
puede ser reproducida en un sistema computacional, basado en principios exclusivamente
sintácticos. Y, sin una semántica, los signos carecen de referente y, en sentido estricto, ni
siquiera puede decirse que sean verdaderos signos. Los computadores por muy potentes y
veloces que puedan llegar a ser, nunca podrán comprender que los signos que utilizan son
intencionales, es decir, que apuntan hacia algo distinto de ellos mismos.

Hasta entonces solo bastaba el test elaborado por Turing, según el cuál,
básicamente, si un computador puede hacer creer a un sujeto que entiende lo que le dice,
que este elabora procesos mentales. Searle opina incluso que el computador puede engañar
por completo al sujeto fuera de la habitación haciéndolo creer que realmente piensa, pero
eso no quiere decir que el equipo ha entendido algo de la información que procesa.
el agumneto de la sala china logra generar importantes controversias en el mundo de las
ciencias cognitivas. Existen partidarios de ñla propuesta de searle como ambien detractores
a sus argumnetos. Entonces el test de turing no es una prueba buena para adjudicar
inteligencia o pensamientos a un computador.

Es necesario mencionar que las investigaciones de Searle han sufrido varias


modificaciones a raíz de las controversias, retroalimenaciones y críticas, la que permitieron
un desarrollo de su argumento inicial, con varias reformulaciones.Searle además de
“falsear” la hipótesis de la inteligencia artificial en sentido fuerte, se refiere a ella como
carente de coherencia lógica.

Para justificar su crítica Searle hace una distinción entre tres tipos de
intencionalidad, la metafórica, la intrinseca, y la derivada.

La intencionalidad metafórica, sería aquella en la cual se le atribuyen, pr ejemplo


características, necesidades, deseos, etc. Aelementos u objetos que por su condición no
pueden poseerlos, así se podrá justificar la frase “el mar está enojado”.
La intencionalidad intrínseca, sería propia de los seres vivos, de la naturaleza, donde José
“sí puede estar enojado”. Especificando un poco más también se podría atribuir la categoría
de intencionalidad a los animales y poder decir la frase “mi perro está enojado”, pero esa
intencionalidad atribuida al perro aún no se puede comprobar. Podemos suponer que el
perro está enojado, debido a lo fuerte que ladra o porque muestar sus colmillos, pero eso
cabría en el ámbit de las suposiciones que se tendrán que comprobar con el tiempo, si es
que se puede. Algo parecido se podría decir con respecto a cuando referimos “el PC está
pensando” cuando demora en abrir un archivo.

La intencionalidad derivada es aquella que pertenece a sistemas físios como


máquinas y computadores, donde la intenconalidad se la da su operador observante.
De ninguna manera la computación puede ser un proceso intrínseco de la naturaleza, ya que
todo lo que pueda provenir de ella es, a través de la intevención de un sujeto. Es el
operador, quien le otorga la interpretación a un sinnumero de procesos físicos. El
signigficado semántico que pueda tener un determinado número de símbolos entregados
por el computador, está dado por la interpretación que una persona pueda hacer de ella.
Así nos encontramos con la polémica distinción que hace Searle entre subjetividad y
objetividad, epistémica y ontológica.

La ontología subjetiva se da sólo cuando un sujeto consceinte experimenta


sensaciones que puede reconocer, a diferencia de la ontología objetiva donde caben los
elemntos de la naturaleza que están y de los cuales no se puede negar su existencia.

La subjetividad epistémica es un tipo de subjetividad en la que la verdad de la


aseveración depende de la actitud y sentimiento de los observadores, a diferencia de la
objetividada epistémica, donde la aseveración puede ser establecida totalmente
independiente de los sentimientos y actitud de los observadores (Faigenbaum, 2001)

Bajo estos términos Searle justifica su crítica a la inteligencia artificial fuerte,


fundamentando que: la computación es ontológicammente subjetiva, ya que obedece a la
intención del sujeto y es epistémicamente objetiva, ya que podemos validar su veracidad o
falsedad, por lo tanto la computación no posee intencionalidad intrínseca, entonces “pensar
no es computar”, y entonces ¿Existe la inteligencia artificial tal como se concibe hasta el
día de hoy?

Conclusión

Si la inteligencia artificaial tiene intencionalidad ono, es algo que aun no podemos


demostrar.

La ciencia será la encargada de hacerlo, así que todo queda planteado a posteriori.
Turing realizó una propuesta que fue refutada por Searle, señalando este último, que las
máquinas no piensan, pero ¿existen hoy en día antecedentes que hagan especular que las
máquinas llegarán a pensar en algún momento?

Los virus informáticos han tenido un dsarrollo cada vez más acelerado en losúltimos
años, esto ha sucedido porque siempre existe un antivirus capaz de anular sus “efectos
nocivos”, pero los virus no se quedan ahí, cada vez que son contrarrestados mutan y
aumentan su poder destructor.

Hasta el momento los virus informáticos han tenido un desarrollo, inducido por
expertos, unos con la intención de destruir y otros con el afán de proteger el mundo de la
informática.

¿Qué pasaría si el desarrollo de los virus fuera autónomo? Si tan sólo hubiera una
posibilidad de dar ese salto ¿si un virus en particular escapara al control de los “expertos”?,
si ese virus suelto mutara tal como comenzó la vida en el planeta y empezara un desarrollo
de vida artificial con voluntad propia, ¿Podría estar dotado de intencionalidad Intrínseca?

Referencias

Díaz, M (año deconocido) “La teoríaa de la mente de J. Searle. Apuntes de clase

Faigenbaunm, G. (2001) “Conversaciones con Searle” . Libros en red

Searle, J., Mentes, cerebros y ciencia, Madrid, Catedra, 1985. Turing A., Piensan las
máquinas

Searle, J. Intentionality, An Essay in the Philosophy of Mind, Cambridge University Press,


Cambridge (UK) 1983.

Turing, Alan. (1990) “La maquinaria de computación y la inteligencia”. En Filosofía de la


inteligencia Artificial. Compiladora: Margarte Boden . México: Fondo de cultura
económica,

Vargas-Mendoza, J. E. (2007) Intencionalidad y causalidad: John Searle. México:


Asociación Oaxaqueña de Psicología A.C. En http://www.conductitlan.net/john_searle.ppt
Jesús Navarro Reyes (jesusnavarro@us.es)
Departamento de Metafísica y Corrientes Actuales de la Filosofía, Ética y Filosofía
Política Universidad de Sevilla C/Camilo José Cela, s/n 41018 – Sevilla – España

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