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Mecánica De Suelos
Juan Cristóbal Tovar Uribe 214587
Guillermo Ávila Álvarez Ing. Civil
Bogotá 14 De Septiembre De 2010
Resumen:
Los métodos geofísicos son rápidos y sin interrupciones y permiten tratar grandes áreas,
pero nunca proporcionan suficiente información para fundar criterios definitivos de
proyecto. En el caso de estudios para fines de cimentación no se puede considerar que
los métodos geofísicos sean adecuados, pues no rinden una información de detalle
comparable con la que puede adquirirse de un buen programa de exploración
convencional.
Las mediciones realizadas sobre diversos medios permiten establecer que los valores de
velocidad de propagación mayores (2500m/seg) corresponde a mantos de grava muy
compactos y los menores (150m/seg) a arenas sueltas; los suelos arcillosos tienen
valores medios. En roca sana los valores fluctúan entre 2.000 y 8.000 m/seg -en el agua
la velocidad de propagación de este tipo de ondas es del orden de 1.400 m/seg-
esencialmente el método consiste en provocar una explosión en un punto determinado del
área a explorar usando una pequeña carga de explosivo.
Método de resistividad eléctrica: Este método se tiene en cuenta que los suelos,
dependiendo de su naturaleza, presentan una mayor o menor resistividad eléctrica. Su
principal aplicación está en el campo de la minería, pero en mecánica de suelos se ha
aplicado para determinar la presencia de estratos de roca en el subsuelo. Las mayores
resistividades corresponden a rocas duras, siguiendo rocas suaves, gravas compactas,
etc, y teniendo los menos valores los suelos suaves saturados.
La resistividad eléctrica de una zona de suelo se mide colocando cuatro electrodos
igualmente espaciados y alineados; los dos exteriores, conectados en serie a una batería
son los electrodos de corriente (medida por un miliamperímetro), en tanto que los
interiores se denominan de potencial de la corriente circulante.
El método sirve, en primer lugar, para medir las resistividades a diferentes profundidades,
en un mismo lugar y, en segundo, para medir la resistividad a una profundidad, a lo largo
de un perfil. Lo primero se logra aumentando la distancia entre electrodos, con lo que se
logra que la corriente penetre a mayor profundidad. Lo segundo se logra conservando la
distancia constante y desplazando todo el equipo sobre la línea a explorar.
Los métodos radiactivos miden la radiactividad de los minerales que constituyen las rocas
a través de las trazas de elementos radiactivos que se encuentran en ella. Es
primordialmente una búsqueda de lugares con radiación gamma anormal. Sin embargo,
no todos los elementos radiactivos emiten rayos gamma y sus yacimientos no pueden ser
localizados a menos que un elemento presente en el yacimiento emita dichos rayos.
Es un equipo portátil que emite radiación ionizante y que se utiliza para medir la humedad
y el peso unitario seco. La medición de las propiedades depende de la fuente que se use
y el método que se use. Los métodos usados son:
Los fotones gamma deben reflejarse en el material evaluado, las emisiones que son
recibidas por los detectores son cuantificadas. Para esto le fuente y los detectores deben
estar en el mismo plano y para evitar que los fotones lleguen directamente a los
detectores debe haber una barrera entre la fuente y los detectores
Transmisión directa: (Es la más riesgosa porque la fuente radiactiva sale del aparato).
En este modo de operación la fuente gamma (varilla con cesio-173) se posiciona a una
profundidad específica, dentro de la capa del material a evaluar, mediante su inserción a
través de un orificio de acceso hecho con la varilla de perforación. La transmisión directa
es utilizada para la evaluación en capas con espesor de medio a grueso, de suelos,
agregados, capas asfálticas losas de concreto hidráulico.
Las fotones gamma son enviados a través del material, hacia los detectores, dentro del
densímetro. Una alta densidad del material supone un alto número de choques
correspondientes, lo que reduce el número de fotones que llegan a los detectores. Este
tipo de operación minimiza la incertidumbre ocasionada por las superficies rugosas y la
composición química del material evaluado, determinando una elevada exactitud en las
mediciones.