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Prevención de incendios.
TEMA 14
1.1. INTRODUCCIÓN
Los riesgos laborales que pueden producirse en un puesto de trabajo o categoría profesional concreta se
encuentran estrechamente relacionados con las funciones y tareas que desempeñan los trabajadores que ocupan
dicho puesto. Precisamente, identificar y analizar.
Los riesgos específicos para la seguridad y salud de los trabajadores en un concreto puesto de trabajo para proceder a
continuación a su evaluación resulta del todo imposible sin el estudio y análisis de las funciones que dichos
trabajadores desempeñan.
Desde este punto de vista, conviene aquí exponer las funciones que desempeñan los trabajadores y trabajadoras
que ocupan el puesto de trabajo de pinche. Para ello, debemos acudir necesariamente al Estatuto de Personal no
Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social. Las funciones propias de esta categoría,
perteneciente al grupo de personal subalterno, vienen recogidas en el artículo 14.6 de dicho Estatuto.
"6. Pinches.
1ª Bajo las órdenes del Cocinero o Cocinera, efectuarán la preparación de los víveres
para su condimento.
2ª Encendido y mantenimiento de hornos y hogares, así como su limpieza.
3ª Limpieza de los útiles de cocina y comedor; limpieza de los locales de cocina y anexos.
4ª Las destinadas en planta ayudarán a servir la comida a los enfermos y personal de la Institución con derecho a
manutención; realizarán la limpieza de los útiles de cocina y comedor con destino en los oficios de planta y los
locales de los mismos, teniendo a su cargo el traslado de ropas que sea preciso.
5ª Aseo de camas del personal masculino al servicio de la Institución".
Atendiendo a las tareas a desempeñar en el puesto de trabajo de pinche, tal y como vienen expuestas en el
epígrafe anterior, se pueden clasificar los riesgos dependiendo del medio o situación de los que se deriven y, como
consecuencia inmediata de su evaluación, proceder a determinar las medidas preventivas aplicables.
* Medidas preventivas:
Eliminar la suciedad, papeles, derrames, grasas, desperdicios y obstáculos contra los que
se pueda tropezar.
Retirar los objetos innecesarios, envases, utensilios que no se estén utilizando, etc.
Caminar despacio, sin correr.
Marcar y señalar los obstáculos que no puedan ser eliminados.
• Medidas preventivas:
Comprar máquinas y utensilios seguros que tengan el marcado CE.
No llenar los recipientes hasta arriba.
Comprobar el termostato de la freidora antes de la introducción de alimentos.
Utilizar en la preparación de los alimentos utensilios con el tamaño adecuado.
Evitar el desbordamiento comprobando los niveles antes de la introducción de
alimentos.
Orientar los mangos de los recipientes hacia el interior de los fogones.
Efectuar el cambio de aceite en frío.
Utilizar los utensilios adecuados para el transporte de objetos calientes, avisando
de su paso.
Limpiar de grasas las inmediaciones de las freidoras.
Limpiar los hornos, en especial las juntas de cierre, según las instrucciones de
mantenimiento.
Utilizar equipos de protección individual con el marcado CE (manoplas,
delantales, pantallas) según indiquen los procedimientos de trabajo.
Utilizar la ropa de trabajo adecuada (suelas antideslizantes, mandiles, gorros,
manga larga, etc.).
No calentar en el horno vajilla no destinada específica mente a calentar comida.
• Contacto eléctrico, directo o indirecto, por instalaciones eléctricas y/o herramientas o máquinas dañadas:
* Factores de riesgo:
Cables, conductores, cajas de distribución.
Dispositivos de conexión.
Sistema de alumbrado eléctrico.
Utilización de equipos eléctricos y manipulación de instalaciones eléctricas con las manos o los
pies mojados o con ropa húmeda.
Modificaciones en las instalaciones o en los equipos eléctricos originales.
Conductores dañados (recodos, hilos de cobre al descubierto, etc.). Cajas de instrumentos
dañadas.
• Medidas preventivas:
Antes de comenzar a trabajar realizar un control visual para detectar defectos reconocibles
(comprobar diariamente el estado de cables, enchufes y aparatos eléctricos).
Puesta a tierra de las masas en combinación con interruptores diferenciales de sensibilidad
adecuada.
Alejamiento y aislamiento de las partes activas de la instalación para evitar contactos
directos.
Llevar a cabo un examen periódico de las instalaciones eléctricas y del material eléctrico
por personal especializado.
No utilizar aparatos en mal estado, hasta que los revise un especialista, ni los que han
sufrido un golpe fuerte o han sido afectados por la humedad.
En caso de avería, desconectar la tensión y sacar el enchufe; señalizar "averiado",
comunicar 10s-1iañosy hacerlos reparar por personal autorizado para trabajos eléctricos. Nunca reparar
por su cuenta.
No conectar directamente cables sin clavijas.
Evitar el uso de "ladrones".
No utilizar los aparatos eléctricos con manos húmedas o mojadas.
No utilizar, sin información sobre las condiciones de uso seguro, los aparatos eléctricos que
se manipulen.
No limpiar ni efectuar cambios de filtros, cuchillas, etc., sin desconectar la alimentación
eléctrica del equipo.
No verter líquidos cerca de tomas de corriente, aparatos o cuadros eléctricos.
1.2.3. Riesgos derivados de sustancias químicas. Medidas preventivas
• Contacto con productos que contienen sustancias químicas peligrosas:
* Factores de riesgo:
Detergentes.
Sustancias cáusticas y corrosivas (lejía, amoníaco, agua fuerte, etc.).
Fluidos frigoríficos.
Aerosoles.
• Medidas preventivas:
Utilizar sustancias que tienen las mismas propiedades pero son menos peligrosas.
Exigir al fabricante las fichas de datos de seguridad de los productos.
Evitar el contacto de sustancias con la piel, utilizando mezcladores, homogeneizadores,
paletas, etc., o guantes adecuados.
Preparar los productos de acuerdo con las instrucciones del fabricante. No realizar
mezclas de productos que no estén expresamente indicadas por el fabricante.
Al efectuar diluciones con agua, verter el ácido (agua fuerte, por ejemplo) sobre el agua.
Posibilitar los cambios de posturas y descansos durante el trabajo en una postura forzada.
Colocar los útiles y demás medios de trabajo al alcance de la mano.
Realizar la vigilancia periódica de la salud.
* Factores de riesgo:
Jornada laboral excesiva.
Trabajos no planificados o imprevistos.
Acumulación de clientes a determinadas horas.
Trabajos que requieren otra cualificación.
* Medidas preventivas:
Distribuir de forma clara las tareas y competencias.
Planificar los diferentes trabajos de la jornada teniendo en cuenta una parte para
imprevistos.
Reforzar turnos de máxima afluencia de clientes.
Prever el trabajo extra.
Prever las pausas.
Disponer de medios y equipos adecuados.
Instruir sobre nuevas técnicas, equipos de limpieza, productos, etc.
Distribución adecuada de las vacaciones.
No prolongar la jornada habitual de trabajo y compensarla, en su
caso, con descanso adicional.
Seleccionar al trabajador según la actividad que ha de desarrollar.
• Relaciones entre los trabajadores inadecuadas:
*
* Factores de riesgo:
Inadecuado reparto de la actividad entre los trabajadores.
Falta de coordinación de las tareas.
Inadecuado trabajo en equipo.
Conflictos entre compañeros.
Actitud negativa hacia el/la jefe/a.
* Medidas preventivas:
Delimitar la tarea por actividades afines.
Marcar prioridades de tareas, evitando solapamientos e interferencias entre trabajadores.
Impedir y desaconsejar conductas competitivas entre trabajadores.
Informar periódicamente sobre la calidad del trabajo desarrollado.
Motivar al trabajador responsabilizándole de su tarea.
Aclarar los problemas con los interesados.
2. PRODUCTOS DE LIMPIEZA
Todo detergente debe ser diluido en agua para que su poder de limpieza sea bueno, en la proporción adecuada según el
tipo de limpieza que se desea realizar.
Ejemplo: Si para una suciedad determinada se indica que el producto debe ser utilizado al 10%, esto quiere decir que por
cada parte de detergente que se utilice tendrá que añadirse nueve de agua.
En cualquier operación de limpieza es preciso respetar escrupulosamente los datos referentes a:
La concentración del detergente:
Es decir, la cantidad de producto a utilizar.
El tiempo que ha de actuar:
Tiempo de contacto de la solución limpiadora con la superficie a limpiar.
La temperatura:
Si se utiliza agua caliente o fría.
La acción mecánica:
Utilización de máquina, puño u otros.
Se pueden visualizar estos cuatro factores en el círculo de Sinner. Falta el circulo de sinner hacer escaneado
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En toda operación de limpieza debe tenerse en cuenta que el círculo debe estar cubierto en su totalidad, es decir, a
falta de un elemento se sustituirá por otro u otros.
En la operación de limpieza que representa el círculo de Sinner, cada uno de los factores interviene en partes
iguales.
Sin embargo, la acción química representa, ella sola, las 3/4 partes del trabajo si las condiciones ideales de tiempo,
de acción y de temperatura son las correctas; por lo tanto, la acción mecánica debe ser reducida a la mínima
expresión.
Vías de entrada
• Vía respiratoria, por inhalación (es la vía mayoritaria de penetración).
• Vía dérmica, por contacto con la piel (sin causar, muchas veces alteraciones notables o erupciones,
se incorpora a la sangre que lo distribuye por el organismo).
• Vía digestiva, por glutación, a través de la boca (generalmente cuando existe costumbre de comer o
fumar en el puesto de trabajo).
• Vía parenteral, por contacto con heridas que no están debidamente protegidas.
Así, una sustancia puede ser inocua por vía digestiva y ser peligrosa por vía inhalatoria, no tener efecto en una
cierta dosis, tener efecto beneficioso en otra dosis y en otra resultar mortal.
En general, se distinguen dos tipos de efectos para la salud:
• Efectos agudos: se presentan desde muy poco tiempo de exposición (por ejemplo, algunas horas)
de manera clara y fácilmente reconocibles: asfixia, vómitos y pérdida de visión.
• Efectos crónicos: se presentan después de un largo tiempo (meses e incluso muchos años) de
producirse la exposición. que puede ser repetida durante cierto tiempo. siendo difícilmente reconocibles y de
relacionar con la situación que los ha causado.
Los efectos también se pueden clasificar en reversibles, por ejemplo una irritación pasajera, e irreversibles una
ceguera permanente.
Frases S: Son consejos de seguridad que hacen referencia a la manipulación y almacenamiento de los
productos. Ejemplos:
S2: manténgase fuera del alcance de los niños.
S15: conservar alejado del calor.
2.4.1 . Generales
Respetar escrupulosamente las normas de higiene personal: lavarse las manos y quitarse la ropa sucia antes de
comer. Curar y proteger inmediatamente las heridas.
2.4.2. Específicas
1. EXPLOSIVO (E)
Evitar el exceso de calor y los golpes.
Proteger de los rayos solares.
Mantener lejos de fuentes de calor.
El pictograma es una bomba explotando.
Por ejemplo: nitroglicerina, peróxido de dibenzoilo, todo tipo de aerosoles, incluso vacíos.
2. COMBURENTE (O)
5. CORROSIVO. (C)
Conservar los productos en el envase original (bien cerrados y con dispositivos de seguridad) .
Proteger los ojos, la piel, etc., contra salpicaduras.
Usar guantes y gafas de protección.
En caso de accidente lavar con abundante agua durante 10 minutos y acudir al médico.
Por ejemplo: ácido clorhídrico, sulfúrico, agua fuerte, en general productos ácidos...
6. NOCIVO (Xn)
Evitar todo contacto con la piel.
Utilizar medidas de protección: guantes, delantales, gafas...
Trabajar en lugares bien aireados o en el exterior.
No fumar ni comer durante su utilización.
Mantener fuera del alcance de los niños.
Por ejemplo: tetracloruro de carbono, xileno, quitamanchas, disolventes para pintura...
7. IRRITANTE (Xi)
Conservar los productos en el envase original (bien cerrados y con dispositivos de seguridad).
Proteger los ojos, la piel, etc., contra salpicaduras.
Usar guantes y gafas de protección.
En caso de accidente lavar con abundante agua durante 10 minutos y acudir al médico:
Por ejemplo: amoníaco (según la concentración también puede ser nocivo), lejía, aguarrás...
Se entenderá por equipo de protección individual cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el
trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como
cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.
Se excluyen de esta definición:
a) La ropa de trabajo corriente y los uniformes que no estén específicamente destinados a proteger la salud o la
integridad física del trabajador.
b) Los equipos de los servicios de socorro y salvamento.
c) Los equipos' de protección individual de los militares, de los policías y de las personas de los servicios de
mantenimiento del orden.
d) Los equipos de protección individual de los medios de transporte por carretera.
e) El material de deporte.
f) El material de autodefensa o de disuasión.
g) Los aparatos portátiles para la detección y señalización de los riesgos y de los factores de molestia.
Nota: El anexo I contiene un listado indicativo de los equipos de protección individual.
Los equipos de protección individual deberán utilizarse cuando existan riesgos para la seguridad o salud de los
trabajadores que no hayan podido evitarse o limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o
mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo. .
En particular, en las actividades o sectores de actividad indicadas en el anexo II, puede resultar necesaria la
utilización de los equipos de protección individual a menos que la implantación de las medidas técnicas u
organizativas citadas en el apartado anterior garantice la eliminación o suficiente limitación de los riesgos
correspondientes.
La concurrencia de las circunstancias a que se refieren los párrafos anteriores se hará constar en la
documentación prevista en el artículo 23 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Los equipos de protección individual proporcionarán una protección eficaz frente a los riesgos que motivan su uso,
sin suponer por sí mismos u ocasionar riesgos adicionales ni molestias innecesarias. A tal fin deberán:
Responder a las condiciones existentes en el lugar de trabajo.
Tener en cuenta las condiciones anatómicas y fisiológicas y el estado de salud del trabajador.
Adecuarse al portador, tras los ajustes necesarios.
En caso de riesgos múltiples que exijan la utilización simultánea de varios equipos de protección individual, éstos
deberán ser compatibles entre sí y mantener su eficacia en relación con el riesgo o riesgos correspondientes.
En cualquier caso, los equipos de protección individual que se utilicen deberán reunir los requisitos establecidos en
cualquier disposición legal o reglamentaria que les sea de aplicación, en particular en lo relativo a su diseño y
fabricación.
Para la elección de los equipos de protección individual, el empresario deberá llevar a cabo las siguientes
actuaciones:
Analizar y evaluar los riesgos existentes que no puedan evitarse o limitarse suficientemente por otros medios.
Definir las características que deberán reunir los equipos de protección individual para garantizar su función,
teniendo en cuenta la naturaleza y magnitud de los riesgos de los que deban proteger, así como los factores
adicionales de riesgo que puedan constituir los propios equipos de protección individual o su utilización.
Comparar las características de los equipos de protección individual existentes en el mercado.
Al elegir un equipo de protección individual en función del resultado de las actuaciones desarrolladas, el empresario
deberá verificar la conformidad del equipo elegido con las condiciones y requisitos establecidos.
La determinación de las características de los equipos de protección individual a que se refiere deberá revisarse en
función de las modificaciones que se produzcan en cualquiera de las circunstancias y condiciones que motivaron su
elección. A este respecto, deberán tenerse en cuenta las modificaciones significativas que la evolución de la técnica
determine en los riesgos, en las medidas técnicas y organizativas, en los medios de protección colectiva para su
control y en las prestaciones funcionales de los equipos de protección individual.
Los trabajadores, con arreglo a su formación y siguiendo las instrucciones del empresario, deberán en particular:
Utilizar y cuidar correctamente los equipos de protección individual.
Colocar el equipo de protección individual después de su utilización. en el lugar indicado para ello.
Informar de inmediato a su superior jerárquico directo de cualquier defecto, anomalía o daño apreciado en el
equipo de protección individual utilizado que, a su juicio, pueda entrañar una pérdida de su eficacia protectora.
Protección auditivo
De existir zonas de trabajo donde el nivel de ruidos sea superior a lo permisible, será obligatoria la protección
auditiva.
Protección respiratoria
Es obligatorio protegerse las vías respiratorias en aquellos trabajos del que exista riesgo de polvo en suspensión
o atmósferas tóxicas o asfixiantes.
Los equipos protectores serán de tipo adecuado al riesgo, y con las menores molestias para el trabajador.
Los cinturones de seguridad serán revisados, antes de su utilización, por el usuario y se informará de toda
anomalía, desechándose cuando se observe algún deterioro que comprometa su resistencia.
Cascos de seguridad (obras públicas y construcción, minas e industrias diversas). Cascos de protección contra
choques e impactos.
Prendas de protección para la cabeza (gorros, gorras, sombreros, etc., de tejido, de tejido recubierto, etc.).
Cascos para usos especiales (fuego, productos químicos).
Manoplas.
Manguitos y mangas.
6. Protectores de pies y piernas
Calzado de seguridad.
Calzado de protección.
Calzado de trabajo.
Calzado y cubrecalzado de protección contra el calor.
Calzado y cubrecalzado de protección contra el frío.
Calzado frente a la electricidad.
Calzado de protección contra las motosierras.
Protectores amovibles del empeine.
Polainas.
Suelas amovibles (antitérmicas, antiperforación o antitranspiración).
Rodilleras.
7. Protectores de la piel
Cremas de protección y pomadas.
Chalecos, chaquetas y mandiles de protección contra las agresiones mecánicas (perforaciones, cortes,
proyecciones de metales en fusión).
Chalecos, chaquetas y mandiles de protección contra las agresiones químicas.
Chalecos termógenos.
Chalecos salvavidas.
Mandiles de protección contra los rayos X.
Cinturones de sujeción del tronco.
Fajas y cinturones antivibraciones.
9. Protección total del cuerpo
Equipos de protección contra las caídas de altura.
Dispositivos anticaídas deslizantes.
Arneses.
Cinturones de sujeción.
Dispositivos anticaídas con amortiguador.
Ropa de protección.
Ropa de protección contra las agresiones mecánicas (perforaciones, cortes).
Ropa de protección contra las agresiones químicas.
Ropa de protección contra las proyecciones de metales en fusión y las radiaciones infrarrojas.
Ropa de protección contra fuentes de calor intenso o estrés térmico.
Ropa de protección contra bajas temperaturas.
Ropa de protección contra la contaminación radiactiva.
Ropa antipolvo.
Ropa antigás.
Ropa y accesorios (brazaletes, guantes) de señalización (retrorreflectantes, fluorescentes).
Cascos protectores:
Obras de construcción y, especialmente, actividades en, debajo o cerca de andamios y puestos de trabajo
situados en altura, obras de encofrado y desencofrado, montaje e instalación, colocación de andamios y demolición.
Trabajos en puentes metálicos, edificios y estructuras metálicas de gran altura, postes, torres, obras hidráulicas
de acero, instalaciones de altos hornos, acerías, laminadores, grandes contenedores, canalizaciones de gran
diámetro, instalaciones de calderas y centrales eléctricas.
Obras en fosas, zanjas, pozos y galerías. Movimientos de tierra y obras en roca.
Trabajos en explotaciones de fondo, en canteras, explotaciones a cielo abierto y desplazamiento de
escombreras.
La utilización o manipulación de pistolas grapadoras.
Trabajos con explosivos.
Actividades en ascensores, mecanismos elevadores, grúas y medios de transporte.
Actividades en instalaciones de altos hornos, plantas de reducción directa, acerías, laminadores, fábricas
metalúrgicas, talleres de martillo, talleres de estampado y fundiciones.
Trabajos en hornos industriales, contenedores, aparatos, silos, tolvas y canalizaciones. Obras de construcción
naval.
Maniobras de trenes.
Trabajos en mataderos.
b) Zapatos de seguridad con tacón o suela corrida y suela antiperforante: obras de techado.
c) Calzado y cubrecalzado de seguridad con suela termoaislante: actividades sobre y con masas ardientes o muy
frías.
d) Polainas, calzado y cubrecalzado fáciles de quitar: en caso de riesgo de penetración de masas en fusión.
Trabajos en canteras, explotaciones a cielo abierto y desplazamiento de escombreras.
4. Protección respiratoria
Equipos de protección respiratoria:
Trabajos en contenedores, locales exiguos y hornos industriales alimentados con gas, cuando puedan existir riesgos de
intoxicación por gas o de insuficiencia de oxígeno.
Trabajos en la boca de los altos hornos.
Trabajos cerca de convertidores y conducciones de gas de altos hornos.
Trabajos cerca de la colada en cubilote, cuchara o caldero cuando puedan desprenderse vapores de metales pesados.
Trabajos de revestimiento de hornos, cubilotes o cucharas y calderos, cuando pueda desprenderse polvo.
Pintura con pistola sin ventilación suficiente.
Trabajos en pozos, canales y otras obras subterráneas de la red de alcantarillado.
Trabajos en instalaciones frigoríficas en las que exista un riesgo de escape de fluido frigorífico.
Mandiles antiperforantes:
Trabajos de deshuesado y troceado.
Manipulación de cuchillos de mano, cuando el cuchillo deba orientarse hacia el cuerpo.
Mandiles de cuero y otros materiales resistentes a partículas y chispas incandescentes:
Trabajos de soldadura.
Trabajos de forja.
Trabajos de fundición y moldeado.
Manguitos y mangos protectores del antebrazo y del brazo: trabajos de deshuesado y troceado.
Guantes:
Trabajos de soldadura.
Manipulación de objetos con aristas cortantes, salvo que se utilicen máquinas con riesgo de que el guante quede atrapado.
Manipulación o utilización de productos ácidos y alcalinos.
Trabajos con riesgo eléctrico.
Guantes de metal trenzado, malla metálica, etc.
Trabajos de deshuesado y troceado.
Utilización habitual de cuchillos de mano en la producción y los mataderos. Sustitución de cuchillas en las máquinas de
cortar.
4. PREVENCIÓN DE INCENDIOS
4.1. NORMAS GENERALES DE ACTUACIÓN EN CASO DE INCENDIO Y EVACUACIÓN
B) Tiempo de actuación
En caso de emergencia se realizan toda una serie de acciones para limitar sus consecuencias: evacuar, intentar la extinción
con medios propios, avisar a bomberos, etc. Una de las claves en el éxito de dichas acciones es tener presente que cualquier
acción que vaya a tomar, implica un tiempo de retardo, durante el cual la emergencia se ha desarrollado y su control se hace
cada vez más difícil.
Los tiempos de detección, alarma y evacuación forman eslabones de una cadena. La cadena puede fallar por el eslabón
más débil y en ese caso el plan fallará. Antes de alcanzar el punto de intervención transcurrirá un tiempo invertido en detectar
el incendio, alarmar a las personas que vayan a intervenir y en que dichas personas se preparen y preparen los medios
apropiados.
Posibles variables:
1. Gravedad de la emergencia:
Falsa alarma.
Conato de incendio.
Incendio grave.
Gran emergencia.
2. Efectivos propios disponibles:
A turno completo.
Turno limitado.
Por la noche.
Periodos especiales: Festivos, vacaciones, etc.
3. Ayudas exteriores (Bomberos o empresas vecinas):
Dotación.
Calidad.
Tiempo de intervención.
4. El costo económico de las posibles pérdidas.
5. Tipo de ocupación:
Numerosa (por ejemplo, oficinas).
Inorganizable (por ejemplo, grandes almacenes, y salas de espectáculos).
Inevacuable (por ejemplo, hospitales y cárceles).
6. Medios técnicos de que se dispone: Extintores equipos de manguera, detección automática, alarmas, extinción fija,
etc.
7. Ubicación de la emergencia:
Zona sectorizada.
Lugar de difícil acceso (por ejemplo, sótanos o plantas en altura). Instalaciones peligrosas alrededor.
Vecinos a los que hay que avisar (por ejemplo, industrias en edificios de vivienda).
Etc.
Posibles acciones a desarrollar:
1. Valorar la gravedad de la emergencia.
2. Luchar contra el fuego con extintores.
3. Luchar contra el fuego con equipos de manguera. 4. Avisar a ayudas externas.
5. Recibir ayudas externas e informarles.
6. Evacuar.
7. Asistir a heridos.
8. Bajar ascensores a planta baja.
9. Avisar a cierto personal de la empresa (por la noche).
10. Reaprovisiona miento de material contra incendios.
11. Impedir la entrada a curiosos.
12. Contactos con la prensa, etc.
Dependiendo de las variables del riesgo, deben decidirse las acciones a emprender en cada caso. Es lógico que en
una empresa pequeña que se vacíe por la noche, protegida por extintores, el plan de emergencia quede reducido a
pocas funciones: de día, intentar extinguir y si no evacuar, avisar a bomberos, recibirlos e informarlos y en todo caso
avisar a los posibles vecinos.
De cualquier forma, en todos los casos puede establecerse una cadena lógica que permita el diseño de la emergencia:
1. Establecimientos de las variables temporales (día, noche, festivos, etc.) y de los medios humanos disponibles en
cada caso.
2. Establecimiento de las funciones o acciones prioritarias a cubrir en cada caso en función de las variables:
Riesgo, ocupación, etc.
3. Inventario de los medios técnicos disponibles.
4. Diseño del proceso temporal a seguir para cada acción: Quién lo va a hacer, cómo se le avisará, cómo y con qué lo
hará.
5. Ordenación de las acciones, cuáles se ejecutarán simultáneamente, con qué prioridad.
6. Crítica de los medios técnicos y humanos disponibles. ¿Es posible llevar a cabo las acciones planeadas con
garantías de éxito?
7. Establecer la estructura orgánica y decisoria de los servicios de intervención. Líneas jerárquicas y de
responsabilidad.
8. Selección del personal, formación y adiestramiento del mismo.
9. Programa de simulacros.
10. Previsión de posibles adaptaciones por evolución del riesgo, variaciones del personal y experiencias adquiridas en
simulacros o emergencias reales.
A) Definiciones
Si se plantea un itinerario cualquiera de evacuación, antes del estudio de optimización se debería poner atención
en los siguientes conceptos generales extractados de la Norma Básica de la Edificación NBE-CPI/96.
Origen de evacuación: cualquier punto ocupable. Excepción de los recintos de densidad de ocupación baja y
superficie menor de 50 m , cuyo origen de evacuación es su puerta.
Recorridos de evacuación: longitud real sobre el eje de pasillos, escaleras y rampas.
Altura de evacuación: diferencia de cotas de evacuación entre la del origen y la de salida del edificio. Para
evacuación no se consideran las escaleras mecánicas, rampas móviles y aparatos elevadores, excepto las rampas
móviles con dispositivo de parada automática por sistema de detección y alarma.
Rampas: son consideradas como los pasillos con una pendiente que no deberá ser mayor que el 12% cuando su
longitud sea menor que 3 m., que el 10 % cuando su longitud sea menor que 10 m. o que el 8% en el resto de los
casos.
Recinto: espacio cerrado y formado por elementos constructivos separadores. Puede abarcar diversas plantas
pero constituye un sector de incendio.
Establecimiento: concesión de dominio sobre la utilización de un inmueble. Todo él dentro de un edificio será un
sector de incendio diferenciado.
Espacio exterior seguro: es el lugar de la vía pública dentro de una zona delimitada con un radio de distancia de
la salida de edificio de 0.1 P metros, siendo P el número de ocupantes. Si el espacio exterior no está comunicado con
la red viaria o con otros espacios abiertos no será preciso computar la superficie necesaria dentro del radio de
distancia antes citado pero habrá que excluir u8a franja de quince metros desde la fachada. Este espacio se
determina a razón de 0,5 m / persona como mínimo. Ver también salida de edificio.
Salida de recinto: es una puerta o un paso que conducen directamente o no a la salida de planta y del edificio.
Un recinto puede disponer de una única salida, si su ocupación es menor de 100 personas, no existen recorridos para
más de 50 personas que precisen salvar en sentido ascendente una altura de evacuación de más de dos metros y
ningún recorrido hasta la salida debe ser mayor de 25 m. en general. Una planta puede disponer de una única salida
si además de cumplir las condiciones anteriores, su altura de evacuación no es mayor que 28 m.
Si un recinto o planta deben tener varias salidas se verifica que: Desde cualquier origen hasta alguna salida el
recorrido es menor de 50 m. y desde todo origen de evacuación hasta algún punto con al menos dos recorridos
alternativos no tenga más de 25 m.
Salida de planta: puede ser el arranque de una escalera que conduce a una planta de salida del edificio, siempre
que ésta no tenga un ojo o hueco central con un área en planta mayor que 1,3 m2 y no comunique con otras inferiores
a través de huecos verticales además de las normales de las escaleras.
Es también una puerta de acceso a una escalera o a su vestíbulo previo, a un pasillo protegido, siempre que
cumpla con la normativa específica y que conduzcan a una salida de edificio.
Es la puerta de acceso a otro sector, con las condiciones de que el primer sector tenga otra salida de planta o una
puerta de acceso a un tercer sector y finalmente a una salida de edificio. Las dos salidas del primer sector no
conducirán a un sector común para los dos recorridos optativos. Los espacios a los que se accede, dentro de 30 m de
recorrido de evacuación desde la puerta considerada disponen como mínimo de 0,5 m2 por persona asignada a dicho
recorrido.
Salida de edificio: puerta o hueco utilizable como paso a un espacio exterior seguro. Si el espacio exterior seguro
no tiene capacidad para todos los ocupantes se podrá buscar otro espacio adicional capaz con la condición que el
recorrido sea menor que 50 m y cumpla con la normativa específica.
Además, la NTP comentada contempla los Tiempos de evacuación, el Cálculo de vías de evacuación y su aplicación
práctica y el Cálculo de los tiempos de evacuación2.
En general, se pueden indicar como normas a tener en cuenta en una evacuación en caso de incendio las siguientes:
Al activarse la señal de evacuación, comprobar que las vías de evacuación se encuentran practicables, en caso
contrario notificarlo el hecho al Jefe de Emergencia.
Mantener la calma. Indicar al personal de la zona la necesidad de evacuar el centro, por las salidas definidas (siempre
que estas estén practicables).
Guiar a los ocupantes hacia las vías de evacuación.
Tranquilizar a las personas durante la evacuación, pero actuando con firmeza para conseguir una evacuación rápida y
ordenada.
Ayudar a las personas impedidas, disminuidas o heridas.
No permitir la recogida de objetos personales. No permitir el uso de los ascensores.
Siempre que sea posible verificar que los distintos lugares asignados han sido evacuados correctamente.
Una vez en el exterior, dirigirse al Jefe de Emergencia, indicándole la completa evacuación de la zona, o en caso
contrario las incidencias producidas en la misma (heridos, lugares que no se pudieron comprobar, etc.).
4.2.1. Introducción
En la organización de un plan de protección contra incendios en un centro de trabajo merece especial importancia
la elección de los elementos materiales más adecuados y eficaces. Si se tiene en cuenta que el extintor es el primer
elemento que se usa en los primeros minutos de iniciación de un fuego se puede afirmar que de él depende que la
propagación del fuego se aborte o no. Elegir un buen extintor significa conocer qué agente extintor es el más
adecuado y qué tipo y eficacia de extintor conviene. Además la efectividad de su uso depende de que se efectúe la
actuación según lo recomendado por las entidades de reconocido prestigio en la lucha contra incendios y de que su
mantenimiento y ubicación sea el correcto según la reglamentación o normativa correspondiente.
4.2.2. Extintores de incendio portátiles
Están concebidos para que puedan ser llevados y utilizados a mano teniendo en condiciones de funcionamiento
una masa igualo inferior a 20 kg.
-"
MARCA DEL EXTINTOR
EXTINTOR DE INCENDIOS
6 kg Polvo ASC
21A 1136 C
MODO DE' EMPLEO
1. Quitar el pasador de seguridad
2. Apretar la maneta
3. Dirigir el chorro a la base de las llamas
PRECAUCiÓN
No apto para su uso en presencia de tensiones su-
perioles a 35.000 voltios
El polvo ASC no es tóxico ni corrosivo
FICANTJ=::
MARCA DE LA ENTIDAD AUTORIZADA
Agente extintor: 6 kg Polvo ASC
Agente propulsor: N2
Contraseña: FAI1491
Transporte: EX-D291-V-V
Homologado según: ITC, MIE AP-5
60E 20.6.85
Temperatura de servicio: - 20 .C + 60 .C
Verificar anualmente
Utilizar para la recarga
Recambios originales del modelo aprobado
DISTRIBUIDOR:
MANTENEDOR V/O RECARGADOR:
En la casilla superior se indica la marca comercial del extintor. En la siguiente casilla viene la información sobre el
tipo y cantidad de agente extintor y la eficacia del extintor. En el caso de la figura se indica que el extintor es de 6 kg
de masa total (suma de las masas de los agentes extintor e impulsor y la del recipiente). El agente extintor es polvo
polivalente antibrasa ASC a base de fosfatos que extingue fuegos de las clases
A (sólidos), B (líquidos) y C (gases) con las eficacias correspondientes a 21 A, 113 B Y C, respectivamente, según la
norma UNE-23110 (ver referencias bibliográficas) que especifica el tamaño y clase de fuego que es capaz de extinguir
considerando unas determinadas condiciones.
A continuación viene una casilla sobre el modo de empleo del extintor. La casilla que indica PRECAUCIÓN. Es
para advertir sobre los tipos de fuego para los que no debe utilizarse el extintor y además se añade la información de
que el agente extintor no es tóxico ni corrosivo.
En la siguiente casilla se da la referencia del fabricante que cumple con las exigencias legales.
En la próxima casilla se indica la marca de la entidad autorizada que ha intervenido para la homologación del
aparato. Conjuntamente a esta marca se da la información sobre las características del continente del extintor y la
norma seguida para homologar con los códigos correspondientes al aparato extintor.
A continuación viene la casilla con las referencias del distribuidor y otra última con las referencias del mantenedor
y/o encargado. Todos ellos deben cumplir con las exigencias legales.
En la Figura 4 se presenta un ejemplo de placa de diseño según normas. En ella se puede apreciar el nombre del
organismo autonómico como autoridad competente para controlar las pruebas periódicas de presión. La casilla
superior esta reservada para el número de registro. En la primera casilla de la izquierda se indica la presión de diseño
o de timbre que corresponde a la presión máxima de servicio (en este caso 20 kgtcm2).
Las otras cuatro casillas están reservadas para indicar la fecha y marca de quien realiza las pruebas de presión
con periodicidad de cinco años. En la placa de la figura se indica la fecha de la primera prueba de presión: 09-97. En
este caso la última prueba se realizará en la fecha del mes 09 del año 2012 que dará de validez al extintor cinco años
más hasta el mes 09 del año 2017 en que ya habrán pasado 20 años de servicio y por esto el extintor deberá
retirarse.
En la Figura 5 se presenta una etiqueta correspondiente a un extintor de anhídrido carbónico. Puede comprobarse
que la distribución de la información dada es similar a la de la etiqueta de la Figura 3. Este tipo de extintores no lleva
placa de diseño, pues por pertenecer al grupo de botellas de gases licuados deberán llevar las inscripciones
reglamentarias grabadas directamente sobre la botella. Además dichas botellas disponen de un disco de seguridad
tarado a una presión de -190 kgtcm2. Otra característica peculiar de los extintores de anhídrido carbónico es que la
boquilla de la manguera es más grande que la de los otros tipos. Está realizada en material aislante para evitar que la
temperatura especialmente baja del gas licuado produzca quemaduras.
En principio, se debería tener en cuenta para qué clase de fuego se quiere el extintor. Para ello se, considerará
lo expuesto en el reglamento de instalaciones de protección contra incendios (ver tabla 1). En la elección del agente
extintor se deberá prescindir del halón, para así cumplir con el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que
agotan la capa de ozono y que está ratificado por el estado español. Se podría elegir algunos de los productos
alternativos de los halones que están autorizados.
Tabla 1. Agentes extintores y su adecuación a las distintas clases de fuego según el Reglamento de
instalaciones de protección contra incendios (RD 1942/1993. BOE de 14.12.1993)
1. Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija y dejarlo sobre el suelo en posición vertical.
2. Asir la boquilla de la manguera del extintor y comprobar, en caso que exista, que la válvula o disco de seguridad (V)
está en posición sin riesgo para el usuario.
Sacar el pasador de seguridad tirando de su anilla.
3. Presionar la palanca de la cabeza del extintor y en caso de que exista apretar la palanca de la boquilla realizando una
pequeña descarga de comprobación.
4. Dirigir el chorro a la base de las llamas con movimiento de barrido.
En caso de incendio de líquidos proyectar superficialmente el agente extintor efectuando un barrido evitando que la
propia presión de impulsión provoque derrame del líquido incendiado. Aproximarse lentamente
al fuego hasta un máximo aproxima do de un metro.
Figura 6. Reglas generales de uso de un extintor de incendios portátil
1. Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija que disponga y dejarlo sobre el suelo en posición vertical.
2. En caso de que el extintor posea manguera asirla por la boquilla para evitar la salida incontrolada del agente
extintor. En caso de que el extintor fuese de C02 llevar cuidado especial de asir la boquilla por la parte aislada
destinada para ello y no dirigirla hacia las personas.
3. Comprobar en caso de que exista válvula o disco de seguridad que están en posición sin peligro de proyección de
fluido hacia el usuario.
4. Quitar el pasador de seguridad tirando de su anilla.
5. Acercarse al fuego dejando como mínimo un metro de distancia hasta él. En caso de espacios abiertos acercarse
en la dirección del viento.
6. Apretar la maneta y, en caso de que exista, apretar la palanca de accionamiento de la boquilla. Realizar una
pequeña descarga de comprobación de salida del agente extintor.
7. Dirigir el chorro a la base de las llamas.
8. En el caso de incendios de líquidos proyectar superficialmente el agente extintor efectuando un barrido horizontal y
evitando que la propia presión de impulsión pueda provocar el derrame incontrolado del producto en combustión.
Avanzar gradualmente desde los extremos.
La Orden de 24 de octubre de 1979, sobre Protección Anti-Incendios en establecimientos sanitarios -aún vigente-,
ha venido disponiendo que el creciente riesgo, de incendio en los Establecimientos Sanitarios, tanto de construcción
antigua como reciente y la dimensión de sus posibles efectos en lo que respecta a pérdidas humanas y materiales,
hace necesario poner en práctica un plan de adecuación de sus servicios de Prevención y Extinción a las exigencias
de seguridad actuales.
Algunos edificios sanitarios, entre ellos fundamentalmente el Hospital, deben considerarse como no evacuables,
ya que en los mismos se internan enfermos que en razón de su estado físico, psíquico o edad tienen disminuida o
imposibilitada su capacidad de autodefensa; por esta razón, se considera imprescindible que todos los Centros
posean, además de los elementos mecánicos de prevención y lucha contra el fuego necesarios, un Plan de
evacuación total o parcial para el caso en el que se produzca un siniestro que, por sus características, no pueda ser
controlado de forma inmediata.
Como consecuencia de lo expuesto y en función de una operatividad pragmática, se considera que, para adoptar
nuestras Instituciones al nivel de seguridad deseable, la planificación de la Prevención y Lucha contra el Fuego debe
realizarse a través de las etapas siguientes:
Inmediata. Elaboración de unas normas mínimas de viable cumplimiento que creen conciencia del problema y
cuya repercusión económica esté al alcance de todos los Centros Sanitarios.
A medio plazo. Elaboración y puesta en práctica de un programa completo de Lucha contra el Fuego en varios
centros que sean representativos y acordes con la diversidad asistencial existente en el territorio nacional.
Como complemento de las actuaciones antes citadas, se procederá, en colaboración con los Organismos
competentes y en función de la experiencia adquirida, a la redacción de unas Normas y Recomendaciones completas
y realistas de carácter general y específico para la protección anti-incendio de Centros Sanitarios existentes y de
nueva construcción.
En virtud de lo expuesto, este Ministerio, a propuesta de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, previo
informe de la Comisión Central de Coordinación Hospitalaria, y de acuerdo con lo establecido en el Real Decreto
2177/1978, de 1 de septiembre, tiene a bien disponer lo siguiente:
1.° Los proyectos de Edificios Sanitarios de nueva construcción deberán adaptarse a los principios técnicos generales
de la Norma Tecnológica de la Edificación IPF/1974 «Instalaciones de protección contra el fuego», recogidas en la
Orden del Ministerio de la Vivienda de 26 de febrero de 1974 y demás disposiciones que la complementen.
2.° Todos los Hospitales y Establecimientos Sanitarios comprendidos en la aplicación del Real Decreto 2177/1978
deberán cumplir, en el plazo de un año, las siguientes normas que se consideran de carácter mínimo:
a) Elaborar y poner en práctica en colaboración con los Servicios Técnicos del Municipio, un plan de Emergencia
contra incendios que comprenda:
Las medidas de prevención necesarias para evitar la producción de incendios; la definición de la secuencia de
actuaciones del personal y usuarios al declararse un fuego; la determinación de rutas y formas de evacuación de
zonas del edificio o su totalidad en caso necesario; la difusión de este Plan, por escrito, a usuarios y personal y la
colocación de forma fácilmente visible, de un resumen de las actuaciones inmediatas en caso de incendio en los
locales habitualmente ocupados por el personal del Centro, en zonas de alto riesgo, en habitaciones de pacientes, en
salas de espera, en pasillos y vestíbulos.
b) Formar al personal en los aspectos tanto de prevención como de detección, en las normas de actuación ante el
fuego y en la evacuación del Centro de acuerdo con el Plan de Emergencia ante Incendios.
3. ° El mencionado Plan se remitirá al Servicio de Extinción de Incendios del área en que se encuentre enclavado el
Centro Sanitario y a la Delegación Territorial del
Ministerio de Sanidad y Seguridad Social de la respectiva provincia.
4.° Siempre que sea posible, con independencia de las líneas telefónicas de uso normal, se establecerá una línea
telefónica directa, cabeza-cola entre el Centro Sanitario y el Servicio de Extinción de Incendios de la localidad donde
se encuentre el establecimiento.
5.° La Dirección del Centro Sanitario adoptará de inmediato, las disposiciones necesarias para asegurar la libre
circulación de los vehículos del Servicio de Extinción de Incendios y su aparcamiento cerca de la puerta de acceso,
escaleras exteriores, bocas de incendios o hidrantes externos.
6. ° El Centro Sanitario entregará al Servicio de Extinción de Incendios, que le corresponda, una copia de los planos
actualizados del edificio con indicación de los extremos siguientes: Vías de evacuación previstas en el Plan de
Incendios, situación de equipos de extinción fijos o móviles y zonas de alto riesgo de vida o de fuego.
Una copia de esta documentación se situará en un armario cerrado, para uso exclusivo de los Bomberos, ubicado en
la entrada del edificio. Anualmente, o al efectuarse obras de reforma que supongan cambios sustanciales en la
organización de locales, se actualizarán estas colecciones de planos.
7.° Todo Centro Sanitario dispondrá, siempre que sea técnicamente factible, de una
toma de agua directa para uso exclusivo de los Servicios de Extinción de Incendios.
8.° Todo establecimiento dispondrá de un sistema de alarma interior pulsador de alarma, teléfono, intercomunicador o
radio- que permita informar rápidamente de la existencia de un incendio al Centro de comunicaciones de la
Institución, desde donde se iniciará instantáneamente la ejecución del Plan de Incendios.
9.° Todas las vías de evacuación disponibles y las puertas de acceso a ellas deberán señalizarse adecuadamente y
permanecerán siempre despejadas de cualquier obstáculo. Las puertas que no deban utilizarse para la evacuación
llevarán la indicación “Sin salida” . Las puertas de salida de emergencia estarán dotadas de un dispositivo de apertura
de fácil manejo, permitiéndose los pasadores interiores por tabla y prohibiéndose los sistemas de cierre de pasador
por canto o cerradura.
El sistema de cierre utilizado no deberá sufrir defectos de funcionamiento por efectos del calor.
10. La Institución dispondrá como mínimo, de una dotación de extintores manuales en razón de uno por cada 200 metros
cuadrados y no menos de dos por planta. Los extintores se situarán de tal forma que la distancia a ellos desde
cualquier punto no exceda de 25 metros, en casos generales y de 15 metros cuando se trate de zonas de almacenaje
de productos inflamables. Estos requisitos deberán adecuarse a las necesidades específicas de cada zona, a nivel de
riesgo y al tipo de incendio que pueda producirse.
11. La Dirección del Centro Sanitario organizará y se responsabilizará del mantenimiento de los sistemas mecánicos de
seguridad contra incendios, tanto en sus aspectos de prevención, como de detección, extinción y evacuación. Para
control de los mismos llevará un registro de las revisiones realizadas.
12. En las zonas de mayor probabilidad de producción de incendios, en aquellas en las que el incendio pueda tener
graves consecuencias para la vida de las personas y en las áreas asistencia les, se establecerá la prohibición de
fumar.
13. La Dirección del Centro deberá mantener un registro de cualquier tipo de incendio que se produzca en el que se
definan sus características.
Los datos del siniestro deberán comunicarse de forma inmediata, a la Delegación Territorial del Ministerio de Sanidad
y Seguridad Social de la provincia donde se encuentre el Centro.
14. Cada Institución deberá adoptar todas las medidas a su alcance para evitar la difusión del humo fuera de los
sectores donde pueda producirse un incendio.
La Orden contemplaba las siguientes Disposiciones finales:
1ª Con el fin de valorar las posibles dificultades técnicas y el alcance económico, tanto
de las actuaciones inmediatas como de las previstas a mayor plazo, se designarán unos Centros de actuación
prioritaria, en los que se pondrá en práctica, de forma inmediata, las exigencias de la presente Orden, así como la
elaboración de un plan completo de defensa contra incendios. Los Centros responderán a las siguientes
características: Un Hospital de más de setecientas camas incluido en un complejo sanitario, un Hospital de unas 250
a 400 camas, un Hospital de menos de cien camas, un Hospital General de más de 300 camas construido hace más
de 50 años, un Hospital Psiquiátrico y un Ambulatorio o Policlínica.
A este fin, se establecerán las previsiones económicas necesarias para llevar a cabo, en estos Centros designados,
un Plan Anti-incendio y evaluar los resultados de las diferentes actuaciones.
2ª Los Servicios Técnicos del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social en colaboración con otros Organismos
competentes, de acuerdo con la experiencia adquirida en la puesta en práctica de la Disposición General anterior,
redactará las Normas Generales y Recomendaciones específicas de protección anti-incendio en Establecimientos
Sanitarios, así como un Plan de actuación a corto y largo plazo para adecuar en aquellos casos que sea preciso de
forma progresiva y económicamente factible los Centros en funcionamiento a las exigencias de las Ordenanzas anti-
incendios de las zonas en que estén enclavados y a las necesidades propias y exclusivas de la función que
desempeñen.
3ª Los Establecimientos Sanitarios, afectados por las disposiciones anteriores, que a la entrada en vigor de esta
Orden no dispongan de los requisitos mínimos expuestos, deberán cumplimentarlos en un plazo de doce meses con
las excepciones siguientes: La señalización se acometerá de forma inmediata y deberá estar concluida en un plazo
máximo de dos meses y la dotación de extintores portátiles deberá completarse en un período máximo de cuatro
meses.
5. PRIMEROS AUXILIOS
5.1. PRIMEROS AUXILIOS. ORGANIZACIÓN
La rápida actuación ante un accidente puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las
posibles lesiones que padezca; así pues, ha de ser un objetivo prioritario de la empresa organizar los primeros
auxilios con los medios suficientes tanto humanos como materiales, manteniendo los equipos bien entrenados,
adecuándolos a los riesgos propios de la empresa y de acuerdo con la legislación.
El artículo 20 del capítulo 11I de la Ley 31J1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, señala
como obligación del empresario el análisis de las posibles situaciones de emergencia, así como la adopción de las
medidas necesarias, entre otras, en materia de primeros auxilios. Aquí trataremos los aspectos principales que deben
tenerse en cuenta en la organización de los primeros auxilios en la empresa.
B) Telefonistas
De la persona que se ocupa en la empresa de atender las llamadas de teléfono depende la transmisión rápida,
correcta y eficaz de la solicitud de ayuda.
C) Socorristas
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, en su Ficha Práctica relativa a la organización de los
primeros auxilios- entiende que a la hora de decidir el número de socorristas que se han de formar en una empresa,
hay que tener en cuenta: el número de trabajadores, la estructura de la empresa, la distribución de los trabajadores
en la empresa, el tipo de trabajo, los riesgos existentes, los turnos de trabajo, la distancia que hay de la empresa a los
servicios médicos externos, etc. Una cifra orientativa para una situación de riesgo bajo (ej.: oficinas) sería de un
socorrista por cada 50 trabajadores por turno.
La formación en socorrismo laboral debería dividirse en tres grandes bloques:
a) Formación básica. El socorrista debe estar capacitado para atender situaciones de emergencia médica, como:
pérdida de conocimiento, paros cardiorespiratorios, obstrucción de vías respiratorias, hemorragias y shocks.
b) Formación complementaria. Además de esta formación básica, el socorrista debería tener una formación
complementaria que le permitiera atender situaciones consideradas como urgencia médica: quemaduras,
contusiones, fracturas, luxaciones, esguinces, heridas, urgencias abdominales, torácicas, neurológicas y gineco-
lógicas e intoxicaciones en general.
c) Formación especifica. Aparte de la formación básica y complementaria, y atendiendo a los riesgos existentes en la
empresa, es conveniente tener una formación muy específica. Por ejemplo el socorrista que trabaja en una empresa
química debería dominar con soltura las siguientes técnicas: rescate en ambiente tóxico, oxigenoterapia, quemaduras
químicas, intoxicaciones por productos químicos específicos y accidentes debidos a incendios y explosiones.
El socorrista laboral que reciba esta formación debe ser voluntario, debe tener, además de los conocimientos básicos
y generales, una formación específica en relación con los riesgos existentes y debe recibir periódicamente cursos de
reciclaje.
Se considera como quemadura como tal toda herida o destrucción de tejido producida por una exposición
excesiva al calor. Es importante destacar que, en el campo de los primeros auxilios, la quemadura es una de las
pocas lesiones en que el socorrista puede actuar, además de sobre la herida ya originada, sobre la causa que la está
produciendo (fuego, productos químicos, electricidad, etc.), de tal manera que el resultado final sea menos grave de
lo que habría sido si no se hubiera intervenido.
Se describe, a continuación, unas normas básicas de actuación que pueden aplicarse en general a todo tipo de
quemaduras y, seguidamente, otras medidas específicas que dependen de la causa que ha originado la quemadura.
1. La primera acción que debe realizar un socorrista es suprimir la causa que produce la quemadura: apagar las
llamas, eliminar los ácidos, etc.
2. Mantener los signos vitales (en muchos incendios, las personas quemadas pueden presentar síntomas de asfixia
debido a la inhalación de humos).
3. Examinar el cuerpo de la persona accidentada: comprobar si, además de quemaduras, se han producido
hemorragias, fracturas, etc. Y tratar la lesión más grave.
4. Aplicar agua en abundancia en la quemadura para enfriarla y reducir el dolor (de 20 a 30 minutos), quitando ropas,
joyas y todo aquello que mantenga el calor. Si aparecen temblores, tapar a la persona herida con una manta.
5. Cubrir la lesión con un vendaje flojo y húmedo (sábanas, pañuelos, camisetas, etc.) y poner al herido en posición
lateral de seguridad, si las lesiones que presenta lo permiten. El objetivo es evitar la broncoaspiración del vómito y la
obstrucción de las vías respiratorias por caída de la lengua hacia la retrofaringe, en el caso de que pierda el
conocimiento.
6. Tratar la quemadura solamente con agua. Nunca se aplicará otro tipo de sustancias como pomadas, mantequilla,
aceite, vinagre, etc. que puedan ensuciar, infectar o encubrir la herida. El médico debe examinar las lesiones limpias.
7. Evitar darle a la persona accidentada líquidos o sólidos por vía oral (agua, alcohol
analgésicos); Podría producirse un vómito y complicar más la situación. Igualmente: ante la posibilidad de que el
tratamiento final sea de tipo quirúrgico, debe mantenerse su estómago vacío.
8. Mantener intactas las ampollas que se producen en la piel después de una quemadura, ya que el líquido que
contienen protege de una posible infección. Tampoco hay que desprender nada que esté pegado a la piel (ropa,
plásticos, etc.) porque Podrían producirse lesiones más profundas.
9. Permanecer en todo momento junto la persona accidentada y no demorar el transporte a un centro hospitalario. En el
caso de que el herido perdiera el conocimiento, otros contratiempos (obstrucción de las vías respiratorias) podrían
producirle la muerte, si no es atendido rápidamente.
10. Frente al fuego: sofocar las llamas con una manta que no sea acrílica. Si no se dispone de otro medio, hacer rodar
por el suelo a la persona accidentada hasta apagar el fuego y, como último recurso, utilizar un extintor adecuado.
Después se aplicará agua en la zona quemada para refrigerar.
11. Frente a la electricidad: empezar siempre desconectando la corriente, salvo que la persona electrocutada ya no toque
el conductor eléctrico. Si esto no es posible, hay que separar el conductor eléctrico del accidentado mediante un
material aislante como puede ser un palo de madera. Después, hay que mantener las constantes vitales y trasladar a
la víctima a un hospital.
12. Frente a los productos químicos (lejía, ácido clorhídrico, etc.): aplicar agua abundante en la quemadura (de 20 a 30
minutos) procurando no salpicar otras partes del cuerpo. Nunca emplearemos pequeñas cantidades de agua: su
mezcla con ciertos cáusticos puede aumentar el efecto de la quemadura. Mientras se pone el agua, hay que quitar la
ropa impregnada, zapatos, joyas, etc.
13. Frente a sólidos incandescentes (herramientas, recipientes, etc.): separar el objeto causante de la quemadura del
cuerpo de la persona accidentada y mojar con agua la zona afectada.
14. Frente a líquidos inflamables (alcohol, gasolina, benceno, etc.): nunca utilizar agua para apagar el fuego porque lo
extendería. Hay que sofocar las llamas con una manta o un trozo de ropa que no sea sintética (chaqueta, bata, etc.) o
hacer rodar a la persona herida por el suelo; en último caso, se puede recurrir a un extintor adecuado (polvo
convencional o espuma física).
En cada Departamento que cuente con 50 o más empleados públicos, sin distinción del régimen jurídico que rija su
relación de servicio, se constituirá un Comité de Seguridad y-Salud, que dependerá de la Secretaría General Técnica
correspondiente. Se constituirán también los siguientes Comités:
Un Comité de Seguridad y Salud en la Administración de Justicia que dependerá de la Dirección General de
Relaciones con la Administración de Justicia.
Un Comité de Seguridad y Salud en el Servicio Canario de Empleo, que dependerá del Secretario del Servicio
Canario de Empleo.
Siete Comités Insulares de Centros Educativos, uno en cada isla, que dependerán de la Dirección General de
Personal de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes.
Siete Comités Insulares de Áreas de Salud, uno en cada isla, que dependerán de la Secretaría General Técnica de la
Consejería de Sanidad.
Asimismo, por Acuerdo de la Mesa General de Empleados Públicos se podrán crear otros Comités de Seguridad y
Salud en Organismos Autónomos de la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias que cuenten
con 50 o más empleados públicos, cada uno de ellos incluidos en el ámbito Sectorial correspondiente.
Estos Comités estarán formados por los Delegados de Prevención, y por representantes de cada Departamento,
de la Administración de Justicia, Área de Salud, Centro Educativo y Servicio Canario de Empleo en igual número al
de Delegados. Los representantes de la Administración serán designados por el titular del órgano del que dependan.
3. Los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales remitirán a la Dirección General de la Función Pública copia de la
memoria y programa anual de actividades preventivas realizadas en su ámbito de actuación.
A Erornoverá y gestionará las acciones de estudio, formación u otras que se considéréra necesario y se acuerden en
el seno-del Comité Interdepartamental, en lo referente a asuntos que afecten a todo el personal de la Administración
Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias y sus Organismos Autónomos.
Las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales que se creen en los hospitales, centros sanitarios y otros
centros podrán incorporar a los profesionales sanitarios que en la actualidad prestan sus servicios en las Unidades de
Medicina Preventiva, Salud Laboral o servicios de Inspecciones Médicas y desarrollen actividades de vigilancia de la
salud, con titulación oficial de medicina preventiva y salud pública o de ATS/DUE, que acrediten en la actualidad, o en
el plazo que al efecto se establezca, la formación que habilite para el desempeño de las funciones de nivel superior.
Hasta que se lleve a efecto la creación de las Unidades de Prevención, se coordinarán las actividades de
medicina preventiva con las demás funciones relacionadas con la prevención en orden a conseguir una actuación
integrada e interdisciplinaria.