En la mayoría de los mamíferos y en muchas razas humanas, la actividad de la lactasa intestinal es
considerable al nacer, luego declina a bajos niveles durante la infancia y la edad adulta. Las bajas concentraciones de lactas se relacionan con intolerancia a la leche. La mayoría de los europeos y sus descendientes retienen suficiente actividad de la lactasa en la vida adulta. La frecuencia de la deficiencia de lactasa en Europa del Norte y Occidental es solo del 15%, aproximadamente. Sin embargo, la frecuencia en sujetos de raza negra, indios, americanos, asiáticos y poblaciones mediterráneas es de 70 a 100%. Cuando estas personas ingieren productos lácteos, no pueden digerir la lactosa de manera suficiente de modo que se produce síntomas como meteorismo, dolor, flatulencias y diarrea por los osmoles no absorbidos que son absorbidos ulteriormente por las bacterias colónicas.
Fuente: Fisiología Médica, Ganong
IDEA
Corroborar la veracidad de la información científica utilizando sujetos de prueba de origen
yucateco. De tal manera, obtener un porcentaje aproximado al del texto científico