Anécdota de Albert Einstein:

Cierto invierno, dos niños patinaban en el hielo. El hielo se rompe y uno de los niños cae, siendo
arrastrado a un área debajo de una capa de hielo más gruesa. El otro niño, para sacarlo, rompe el hielo
con su patín. Cuando más tarde llegan los bomberos, le preguntan al niño cómo lo hizo, ya que el hielo
era demasiado grueso en el área donde lo rompió. Einstein, quien estaba observando y escuchó el
interrogatorio que le hacían al niño, intervino para informar que él sabía cómo el niño había logrado
romper el hielo. “Es fácil: no había nadie para decirle que no era capaz de hacerlo”.