Es un proceso de cambios constantes que afectan al mundo, con
características propias opuestas al modernismo. Una sociedad caracterizada con una mentalidad consumista siendo el consumo incorporado desde la infancia hasta crear un individualismo total. Inmersa en el nihilismo, todo lo pensado por la sociedad no es realmente bueno, donde los valores supremos pierden validez. Importa más la estética que la ética. La vida consiste en vivir el día a día, sin importar el futuro, sin proyectos. La falta de motivación, la importancia de la imagen, la cultura de la apariencia y el materialismo son principios elementales de esta etapa. En la sociedad actual, los medios de comunicación influyen de manera sorprendente, imponiendo formas de actuar, de pensar o modificando la forma de comprender la realidad que los rodea; eligiendo valores débiles y superficiales. Los medios de comunicación masivos son un factor importante. Muestran diferentes realidades e irrealidades. La repercusión de los mensajes pone en riesgo a niños, ignorantes o a aquellos que no han adoptado una postura personal definida, ya que intentan influir emocionalmente y no trasmitir conocimientos.
En mi opinión, destaco que es inevitable reconocer un cambio en el
mundo. Un cambio que fue dándose poco a poco y que ha tenido grandes avances científicos, tecnológicos, culturales e ideológicos. Pero no debemos dejar de tener en cuenta que una vida sin proyectos, sin valores no nos permitirá tener nuestras propias experiencias, Tener claridad y confianza en uno mismo. Analizar y elegir aquello que nosotros creemos que es lo correcto para formar nuestra postura ideológica. No nos conduce a nada aislarnos y no colaborar en todo lo que esté a nuestro alcance para poder progresar, y concientizar a la sociedad la necesidad de pensar u poco más en los demás para lograr un futuro mejor.