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I. CONCEPTO DE TETXO.
1. DEFINICIÓN DE TEXTO.
Según Bernadez, el texto es el conjunto de enunciados de variable extensión con sentido completo y que
presenta tres propiedades básicas: ADECUACIÓN, COHERENCIA Y COHESIÓN.
2. TIPOLOGÍA TEXTUAL.
Existen numerosas clasificaciones de textos. Aquí vamos a seguir la de ADAM (es la que aparece en el
libro de texto). Según este autor, los textos pueden clasificarse por cuatro criterios: el tipo de
comunicación (oral o escrito), el ámbito temático (literario, científico – técnico, jurídico –
administrativo, humanístico, periodístico y publicitario), la forma elocutiva (narración, descripción,
diálogo, argumentación y ¿exposición?) y la intención del emisor (didáctico, informativo, estético,
persuasivo, lúdico, divulgativos, informativos, explicativos, expresivos, propagandísticos).
Otros autores añaden los siguientes criterios: el nivel de la lengua empleado por el emisor (cultos,
coloquiales y vulgares); la atmósfera o tensión comunicativa, que se refiere a la proximidad o
distanciamiento afectivo entre emisor y destinatario (formales e informales); la naturaleza del código –
verbales (literal o inferido), no verbales (mímico – gestual, icónicos y auditivos) y mixtos -.
Como todo texto, el diálogo presenta las tres propiedades básicas. Adecuación, coherencia y cohesión.
El diálogo es una variedad del discurso en la que dos o más personas (o personajes) se alternan en el
uso de la palabra de manera jerarquizada para conseguir el fin comunicativo.
1. ACLARACIONES.
En el texto dialógico se da una situación comunicativa en la que el emisor debe tomar una serie de
decisiones.
Este emisor va a tener en cuenta su intención a la hora de crear el mensaje, que va a expresar mediante
tres vías o códigos: el verbal literal, el verbal inferido y el no verbal (quinésico y paralingüístico).
Por otro lado, va a tener en cuenta el contexto(situacional, cotexto y mental). [Como veis, no
desarrollo lo que ya está explicado]
2. RASGOS ESCLUSIVOS.
En principio, el diálogo es una forma elocutiva de ida y vuelta, es decir, los interlocutores tienen la
posibilidad intercambiar mensaje orales.
2.2. TENSIÓN DIALOGAL.
Grice consideró que la comunicación es un acto de fe, pues se supone que el interlocutor va a intentar
entender por un acuerdo previo implícito que este autor denomina PRINCIPIO DE COOPERACIÓN.
Este principio se compone por cuatro máximas: de CANTIDAD (no se aportará más información de
la necesaria), de CALIDAD (la información será verdadera), de RELEVACIA (dicha información será
relevante, que vendrá al caso) y de MANERA (claridad, brevedad y orden).
Si alguna de estas máximas es rota por el emisor, el destinatario supondrá que hay un significado
adicional, que sería la implicatura. [Se vincula con lo que dimos en el primer trimestre sobre la
OSTENSIÓN y la INFERENCIA].
En la comunicación en general y en el diálogo en particular los interlocutores son muy relevantes. Por
eso se tiene en cuenta el llamado PRINCIPIO DE CORTESÍA.
Este principio se basa en la idea de que la comunicación es intencional, es decir, con la lengua
pretendemos hacer algo: intervenir en el destinatario. Por lo que tenemos en cuenta la relación social
(edad, sexo, jerarquía) que marca el grado de distancia que hay que respetar porque también interviene en
comunicación.
El principio de cortesía se vincula con las imágenes de presencia, esto es, las imágenes que tienen
tanto el emisor como el destinatario de sí mismos y del interlocutor.
El emisor elige el mensaje según la imagen que tiene de sí mismo (donde entraría la pregunta:
<<¿quién soy yo para que le hable así?>>) y según la imagen que tiene del destinatario (<<¿quién es él
para que yo le hable así?>>).
En cuanto al destinatario, su interpretación también se ve influida por la imagen que tenga del
emisor(<<¿quién es él para que me hable así?>>) y de sí mismo (¿quién soy yo para que me hable así?
>>).
Claro está que estas imágenes pueden complicarse. Recordemos el episodio de El Quijote en el que el
protagonista piensa que la venta es castillo, que el ventero es el señor y las mozas dueñas. Aquí, el
ventero, siguiendo el principio de cortesía, “sigue la corriente” a don Quijote. El ventero debe
preguntarse: <¿quién se cree que es él para que yo le hable así?>>.
2. 6. LA ESTRUCTURA DE LA CONVERSACIÓN.
Para que la conversación se desarrolle de un modo adecuado, es preciso que todos los
interlocutores aporten y obtengan algo mientras hablan. Para ello todos deben tener la ocasión de
expresarse dejando claras sus opiniones. El éxito de una conversación radica en que los participantes
cooperen activamente: que cada uno de ellos aporte la información que se le pide y no otra, que sea
verosímil y que se exprese con claridad.
La apertura consiste en un saludo o una llamada de atención con los que se da inicio a la
conversación. Ejemplo: -¿Qué tal? ¿Qué te cuentas?
El desarrollo está formado por las distintas intervenciones de los interlocutores en las que éstos
intercambian sus opiniones sobre el tema inicial y van introduciendo temas nuevos. Ejemplo: -Sí, me
he matriculado en una academia porque me lo piden en el trabajo...
El cierre es la parte final, en la que se da por concluida la conversación con alguna fórmula de
despedida. Ejemplo: -Bueno, a ver si nos vemos pronto. Cuídate.
1. DEÍCTICOS.
1.1. CONCEPTO.
La palabra deixis procede del griego y significa “mostrar”. Podemos definirla como un conjunto de
mecanismos lingüísticos que se refiere al contexto comunicativo. Se encuentran entre lo lingüístico y
lo extralingüístico, puesto que son mecanismos que se refieren a la persona (el yo que del emisor), el
espacio (el aquí del emisor) y el tiempo (el ahora del emisor).
Se ve influida por condicionantes extralingüísticos: edad, sexo, las relaciones sociales y las imágenes
de presencia.
DEIXIS TEMPORAL.
DEIXIS ESPACIAL.
Localiza espacialmente la comunicación y sus participantes siempre desde el punto de vista egocéntrico
del emisor mediante demostrativos, adverbios y verbos de movimiento.
2. PROFORMAS.
2.1. GRAMATICALES.
Palabras que sustituyen al nombre como los pronombres de todas las clases. Destaca el pronombre en
tercera persona, que se refiere a elementos ya aparecidos en el texto. Los de primera y segunda se
relacionan con el emisor y el destinatario. Aquí es interesante también la distinción entre artículo
determinado e indeterminado.
2.2. LÉXICAS.
Sustituyen tanto al sustantivo como al verbo con vaguedad significativa: persona, cosa, hacer, pasar.
Se vinculan con un bajo vocabulario y un nivel también bajo de la lengua.
3. ELIPSIS.
Existen tres tipos de elipsis: TELEGRÁFICA, en la que se elimina información y formas verbales
(telegramas, recados, móvil); GRAMATICAL, en la que se eliminan elementos que ya han aparecido en
la oración (elipsis nominal y elipsis verbal); CONTEXTUAL, en la que lo que se elimina ya ha estado
presente en el contexto comunicativo (las respuestas a preguntas en una conversación)
4. CONECTORES.
Los modificadores oracionales suelen ser adverbios que presentan el punto de vista del emisor
(interjecciones, vocativos, comentarios).
Los marcadores textuales se centran en relacionar los elementos del texto mediante la adición, la
oposición, la causalidad, la reformulación u el orden.
Se suele emplear la palabra diálogo para referirse al intercambio comunicativo dentro de una obra
literaria.
V. MANIFESTACIONES.
1. LITERARIAS.
Las modalidades más frecuentes son: el estilo directo, el indirecto y el indirecto libre.
El ESTILO DIRECTO es la forma más mimética de representar el discurso del personaje. Éste
aparece separado por el discurso del narrador. El narrador cede la palabra al personaje y su discurso es
reproducido literalmente. Tanto discurso citante como citado llevan sus propias marcas de subjetividad,
sus propios deíticos, entre otros elementos. Las comillas y los guiones marcan las fronteras entre ambos
discursos, y con frecuencia se utiliza un verbo dicendi para introducir el discurso de los personajes.
Respecto al ESTILO INDIRECTO, el discurso del personaje aparece integrado ene el del
narrador. Esto implica la presencia de un solo hablante que es el narrador. Su importancia reside en que
atenúa la separación entre el discurso del personaje y el del narrador, las palabras de los personajes son
representadas pero sin que se produzca ruptura en el nivel discursivo marcado.
Desaparecen las comillas y el verbo cambia de tiempo. El discurso del personaje es integrado en
una forma sintáctica superior y está ligado a la presencia de un verbo dicendi más la conjunción que.
Pepe me dijo que si quería podría volver a verlo, pero que no me aseguraba que tuviese un
hueco para mí en su apretada agenda de trabajador incansable.
En cuanto al ESTILO INDIRECTO LIBRE, es la forma más compleja que combina formas del
directo y del indirecto. En él se da la polifonía, ya que aparece la superposición de voces: la del narrador
y la del personaje. El lector percibe que se trata de dos personas diferentes, pero apenas sí tiene señales
que lo indiquen.
Esta forma de citación carece de marcas introductorias. Es ambigua. Es esto en lo que la convierte
en medio privilegiado para la expresión de los pensamientos internos y procesos mentales del personaje.
Algunos autores indican que quizá entre los rasgos que lo caracterizan sea el rasgo sociolectal el más
sobresaliente para captar la confluencia de voces.
Vio señoras con niños, muchachas regando las flores, oyó risas. Los aviadores vivían casi tan
bien como los gringos de la internacional ¡qué carajo!. Daba envidia verlo todo tan limpio y ordenado.
Se tumbó en la hierba, ¡qué fresquita estaba!. ¿Por qué él no podía vivir así?, vamos a ver. No había
derecho, no señor.
No pensar, no pensar…mirar a la pared… no tienes que pensar porque no puedes arreglar nada
pensando. No. Estás aquí quieto. Tranquilo. Tú eres bueno, tú no has hecho nada…pero imbécil, no
pienses, no pensar…
1.2. EN EL TEATRO.
1.3. EL GUIÓN DE CINE.
1.4. EL DIÁLOGO RENACENTISTA.
2. NO LITERARIAS.
La comunicación oral se desarrolla a través del diálogo. Este se caracteriza por la presencia e intervención
de varios emisores, el uso de códigos y registros de lengua muy distintos, así como por la inclusión de
diferentes tipos de discurso.
En la lengua oral el diálogo se desarrolla mediante pausas que marcan la alternancia de la palabra entre
los interlocutores que participan.
Podemos distinguir dos tipos de comunicación oral: la espontánea y la planificada.
ESPONTÁNEA PLANIFICADA
REGISTROS DE LA CONVERSACIÓN.
A la hora de entablar una conversación, los hablantes usamos un registro determinado que depende
del grado de formalidad en la relación de los interlocutores. Los registros como usos específicos de la
lengua que se manifiestan en cada hablante voluntaria o involuntariamente determinan las distintas
características de la conversación. Los dos tipos de registros posibles, el coloquial y el formal, se definen
según una serie de parámetros situacionales, como los siguientes: la relación de proximidad de los
hablantes, el conocimiento compartido por los hablantes, la cotidianidad de la conversación, la
planificación de la conversación, la finalidad que se pretende.
Según la mayor o menor presencia de estos rasgos pueden diferenciarse dos tipos de conversación: la
formal, como la que se puede mantener durante un juicio, y la coloquial, como la que se produce entre
dos amigas en un bar hablando de un tema cotidiano.
El dominio de los usos coloquiales y formales está íntimamente relacionado con el nivel
sociocultural de cada hablante. La utilización de registros exclusivamente coloquiales indicará que el
hablante procede de un estrato sociocultural bajo, por ejemplo.
Por otra parte, el uso de un registro coloquial en la conversación no impide el empleo de recursos
de cortesía, por ejemplo, el uso de expresiones como por favor.
En las formas multidireccionales de comunicación oral (el debate, la asamblea, el coloquio...), el diálogo
se centra en un tema o temas determinados de antemano, y con frecuencia es dirigido por un moderador.
Son reuniones en las que se discute de un tema concreto.
El debate
El debate es un diálogo formal, de carácter argumentativo, en el que dos o más personas exponen su
parecer sobre un determinado tema. El tema del debate debe ser potencialmente polémico, para que
resulte posible la confrontación de opiniones.
En los debates cobra gran importancia la argumentación, a la que han de acudir los participantes para
defender su punto de vista.
Entre los participantes en un debate destaca la figura del moderador, que, entre otras funciones, se
encarga de controlar el turno de intervenciones y ceder la palabra a cada interlocutor, así como de
procurar que los participantes se centren en el tema prefijado y expongan sus opiniones respetuosamente.
El desarrollo del debate ofrece, por lo general, la siguiente estructura: introducción, exposición inicial,
discusión, conclusión y despedida.
En la Introducción el moderador presenta a los participantes y expone el tema que se va a debatir.
Ejemplo: Nos acompañan hoy María Fernández y Claudio Lozano, dos expertos en el tema de la
inmigración, en el que se va a centrar nuestro debate.
Respecto a la exposición inicial, cada participante enuncia su postura acerca del tema.
El discusión es la parte central del debate, en la que los interlocutores confrontan y argumentan sus
opiniones.
En cuanto a la conclusión, cada participante sintetiza su postura, que puede coincidir con la inicial o
haberse visto modificada.
Por último, la Despedida corre a cargo del moderador, que resume las opiniones expresadas y pone
fin al debate.
Al conversar o participar en un debate, se deben expresar las propias opiniones procurando no herir la
sensibilidad o las creencias de los interlocutores.
Para introducir nuestra opinión en un diálogo hay algunas fórmulas apropiadas que sirven para matizar
los comentarios, insistiendo en el carácter subjetivo de las afirmaciones. Ejemplos: En mi opinión..., A mi
modo de ver..., Desde mi punto de vista...
Cuando haya que contraponer una opinión a la formulada por otro interlocutor, se pueden emplear
algunas expresiones que contribuyen a atenuar la discrepancia, como las siguientes: Estoy en parte de
acuerdo contigo, pero...; Lamento no coincidir con la opinión de...
ASAMBLEA
Las asambleas son reuniones planificadas dirigidas por un moderador en las que participa un
número amplio de personas. Su objeto es discutir entre todos una cuestión con el fin de tomar decisiones
o llegar a algún tipo de acuerdo mediante votación de los asistentes. El listado de los temas que se van a
tratar en una asamblea constituye el orden del día. Generalmente el orden del día se fija de antemano y es
conocido por todos los asistentes a la asamblea. No obstante, los participantes pueden proponer que se
traten también otras cuestiones que consideren importantes.
En el curso de la asamblea se debaten las cuestiones incluidas en el orden del día y se hacen
propuestas que son votadas por los asistentes. En la discusión de una propuesta desempeñan un papel
fundamental las razones que se alegan para defenderla o criticarla.
Cómo intervenir en una asamblea: solo se debe intervenir cuando el moderador concede el uso de
la palabra, hay que expresar con claridad el punto de vista propio, apoyándolo con datos y razones, la
intervención debe estar relacionada con el tema que se está discutiendo, hay que respetar las opiniones
ajenas y no interrumpir a la persona que está hablando, hay que aceptar los acuerdos tomados por la
mayoría.