Está en la página 1de 9
i i | Investigacion con células madre {Qué obstéculos se interponen entre las esperanzas que despiertan las terapias basadas en células madre y los tratamientos clinicos reales? as células madre, © eélulas troneales, oftecen esperanzas de regenerar partes del cuerpo le- sionadas y curar enfermedades que hasta ahora se han resistido a los tratamientos farma- colégicos. Los pacientes se muestran anima- dos por los articulos que se publican acerca de las casi milagrosas propiedades de estas células, Sin embargo, muchos de los avances cientificos més pregonados han resultado espurios; en otros casos, las cifras se han tergiversado, como en el debate que ha provocado el uso de células madre procedentes de em- briones humanos, Declaraciones provoeadoras y contradictorias res- pecto a la viabilidad médica de los tratamientos con células madre han generado confusion entre el piblico e incluso entre los propios cientificos. Si las restric- ciones legales y de financiacién vigentes se elimina: sen de inmediato, ,podrian los médicos empezar a tra- tar con células madre las enfermedades al dfa siguiente? Con toda probabilidad, no. Para que las células madre puedan cumplir con su promesa terapéutica, todavia de- bemos superar muchos obsticulos técnicos y respon: der un sinfin de cuestiones El mero hecho de identificar a las células madre, Por ejemplo, entraiia notables dificultades, Para saber si las células que estamos estudiando poseen real- mente la capacidad de servir de origen, o “madre”, de varios tipos celulares sin perder su estado genérico de potencialidad, no basta con examinarlas con deteni- miento. Las células madre no se distinguen por su as- ecto, sino por su comportamiento, Las mas versétiles son las células madre embriona- rias (CME). Se aislaron en ratones, hace ya mds de 20 aflos. Proceden de un embrién en un estadio de de- sarrollo muy temprano; en concreto, de la parte que, IwvesrisaciOn y Ciencia, agosto, 2004 Robert Lanza y Nadia Rosenthal de seguir su desarrollo normal, formaria tres capas germinales diferenciadas en un embrién avanzado y, por fin, los diversos tejidos del cuerpo. Las CME con- servan esa capacidad potencial de convertirse en cual: quier tipo de célula del cuerpo; por eso se dice que son pluripotentes. En su mayoria, las lineas de CME humanas que existen en el mundo proceden de embriones sobrantes de procesos de fecundacién in vitro (FIV). Estas cé- lulas suelen recuperarse de Ia congelacién: tras des- congelarse, se diferencian en varios tipos celulares en una placa de cultivo, Sin embargo, no todas las Iineas humanas de CME evolucionan de igual forma. Identificacién de las células madre Unas Iineas se diferencian en determinados tipos ce lulares; otras crecen en el cultivo con suma lentitud Para disefiar protocolos que nos permitan distinguir Jas pluripotentes de las células que no lo son, y asi normalizar Ia experimentacién con CME humanas, un grupo de bidlogos estadounidenses y canadienses ha propuesto dos ensayos posibles. Uno de ellos consis- liria en inyectarlas en un tejido de un organismo ani mal. Si formaran un teratoma —un tumor que contiene tipos celulares de las tes capas germinales del em- brién— su pluripotencia quedaria demostrada. El otro tequerirfa marcar las CME e inyectarlas luego en un embrién animal en desarrollo. Cuando naciera el ani- ‘mal, si las células marcadas aparecieran en todos los tejidos, la linea celular se considerarfa pluripotente. Pero la posibilidad de crear un animal quimérico, con ADN humano por todo su cuerpo, cuestiona la viabi- lidad ética de esta técnica, Ademés, el hecho de que las células superaran este dltimo test no garantizaria que se diferenciasen también en el laboratario. 45 Ante la necesidad de encontrar mar ‘cadores mas fables que permitan dis- tinguir CME verdaderamente pluri- potentes, se han puesto en marcha varios proyectos para catalogar los genes que se activan o desactivan en el transcurso del desarrollo de las CME jin vitro. Conocer los perfiles de expresidn de dichos genes no s6lo nos proporcionaria una herramienta para identficar las CME pluripoten- tes, sino que posibilitarfa también ahondar en las propiedades que les confieren el cardcter de troncalida. Sin embargo, hasta la fecha, los per- files de expresidn génica de las CME sélo han proporcionado resultados ccontradictorios. La bisqueda del “se- Ilo” de las CME continia Pero las dificultades técnicas no acaban con la idemtificacién de las células madre. No olvidemos que el principal objetivo de la investi- gaci6n consiste en reemplazar o re- generar tejidos lesionados; por ejem- plo: células pancredticas secretoras de insulina en los diabéticos o neu- ronas productoras de dopamina en pacientes con Parkinson. Por tanto, necesitamos técnicas que nos per- mitan inducir a las CME a dife- renciarse en los tipos celulares de- seados; téenicas cuyo dominio no hemos aleanzado. Dejadas a sus expensas en una placa de cultivo, las CME se dife- Tenciarén esponténeamente en una mezcolanza de tipos celulares. Cier- tos compuestos qufmicos, adminis- trados de forma programada en el tiempo, encauzan la diferenciacién hacia un tipo celular u otro, Sin em- bargo, parece que las troncales pre~ fieren ciertos tipos de tejido —pro- liferan facilmemte en tapices de eélulas musculares cardfieas, por ejemplo— a otros, mucho més difi- ciles de conseguir Manejo de la diferenciacién celular Para identificar y comprender cémo operan los factores que, en el trans- ccurso del desarrollo embrionario, in- ducen a estas células a seguir una ruta u otra, se estén siguiendo dos estrategias. Una investiga el “nicho” embrionario natural en busca de sefiales ambientales. Otra se pro- pone recabar un perfil de los pa- tones de expresién génica de las células embrionarias a medida que se van diferenciando; se pretende as{ encontrar genes que dirijan, me- diante su activacién o desactivacién, a las células hacia un tipo de tejido en particular. Sin embargo, lograr que las cé- lulas deriven hacia el tipo celular que deseamos supone Ia mitad de la empresa. Podemos conseguir que las eélulas troncales produzcan placas repletas de neuronas, por ejemplo; pero de nada servirén si no pueden injertarse en un cerebro, establecer conexiones y relacionarse con las neuronas circundantes. En el aflo 2001, todo parecfa indicar gue por fin’ se habia logrado un vance significativo: Ronald McKay, el norteamericano Instituto Nacional de la Salud, publicd que se habfan generado células secretoras de in- sulina —objetivo codiciado en este campo de investigacién— a partir de CME de ratén, El pasado afio, sin embargo, Douglas A. Melton, de la Universidad de Harvard, repitio los experimentos de McKays y des- cubrié que las células no habfan pro- ducido insulina sino que la habjan absorbido de su medio de cultivo. Asf pues, se aflade a las tareas pen- dientes el descubrir marcadores que nos permitan identificar las células verdaderamente funcionales. ee ee madre ha suscitado eae Cee ee eee ieee ae hallamos Co ero su origen real er er eee See n-generalizada de los tratami ee eet reetaeatte ree er seen Peete 48 Lo idénco sera poder inyectar CME en la parte del cuerpo gue de- sedramos regenerar, para dejar luego que ellas se desarrollaran segdn las instrucciones del entorno. La pluri- potencia de las troncales, no obs- tante, convierte este procedimiento en demasiado peligroso para apli- carlo a la terapia. Las células podefan formar un teratoma, diferenciarse en un tipo de tejido no deseado 0 am- bas cosas. En experimentos con ani- males, se han hallado teratomas que contenfan dientes totalmente formados. En vez de corer el riesgo de crear un tumor o un diente en el cerebro © el corazén de un paciente, resul- tante de la inyeccién directa de cé- lulas madre, o seguir luchando para producir tejidos funcionales es- pectficos, muchos expertos han op- tado por una solucién intermedia: obligar a las CME a pasar a un es- tado més estable, aungue todavia flexible, de célula progenitora, an- tes de administrarlas. Evitamos asi la diferenciacién inconttolada y al propio tiempo sacamos provecho de las sefiales del microentorno para generar los tipos celulares deseados ‘Aun cuando estas células proge- nitoras lograran encajar en su en- tomo e iniciar la generacion de nuevo tejido, seguirfan expuestas al ataque por organismo receptor. Las CME yy su progenie tienen la misma pro- babilidad de ser rechazadas por el sistema inmunitario que un drgano tan, lo mismo que cualquier célula, con antigenos, protefnas de super- ficie que permiten al sistema in- ‘munitario reconocerlas como extra- fas. Hay cientos de combinaciones posibles de diferentes tipos de anti- genos, lo cual significa que se ne- cesitarfan cientos de miles de 1 neas de CME para generar un banco de células inmunol6gicamente com- patibles para la mayoria de los pa- cfentes potenciales. Crear tantas li- neas celulares requerirfa millones de embriones sobrantes de las elf- nieas de reproduccién asistida Algunos investigadores han pro- puesto alternativas a la necesidad de tan ingente banco de células: re- ducir la sensibilidad de los pacien- tes a la progenie celular de las tron- cales y silenciar las propiedades antigénicas de las propias células, Ivesrioacion ¥ Ciencia, agoste, 2004 eee ae SHU Oita nea ntS Las cdiulas madre embrionarias (OME) se obtienen de Dado que las CME se originan en este estadio primor- lun embrién en un estadio de desarrollo muy temprano, dial, retienen la capacidad “pluripotente” de formar que, con el tiempo, formaré un organismo entero, EL DESTINO DE LAS CELULAS Manes de una semana después de que un évulo humano haya sido fecun- ‘dado, el embrién en desarrallo contiene entre 100 y 150 céiulas, sin diferen- clarse aun, Se trata dal blastocisto, una esfera que consta s6lo ve una masa celular externa, que en la gestacién formard la placenta, y una masa celular intema (MCI), que se convertré en el feto, Dentro del utero, estas células Ccontinuarén multplieéndose; la especializaciin comenzaré hacia la tercera semana. El embrién, entonces en estadio de gastrula, contendra tres cepas e células germinales, precursoras de los cienlos de tipos de teiidos Mase cour que forman el cuerpo humano. evtera Masa collar — intra (CAPAS GERMINALES EL EMBRION ALGUNOS. DELOS THJIDOS ENSUSLINAJES ENDODERMO MESODERMO_ ECTODERMO (capa interna) (capa mea) (capa exera) Médula és0a Pancre Mesculo esqueitco, Pie! Higade soy cardlaco Neuronas Tioides Corazény vases Ganduia puta, Puimonas ‘sanguinecs ‘jos Veiga Tubos onaies ides Uretra aS My ‘cualquier tipo de eéiula, ‘OVULO FECUNDADO (tala) 4 OBTENCION DE CELULAS MADRE EMBRIONARIAS Para obtener lineas de CME, se exttae a masa celular interna de un blastocisto creado en el labaratorio, normaimente esestimado en un proceso de fecundae cin in vite. La MCI se deposita en una placa que contiene células nodrizas, a las cuales se adhiaren en poco tiempo. A los pocos dias, se desarrolan nuevas células a partir de la MCI y forman colo: ras (arriba). Las céluas s@ consideran ceélulas macre embrionarias solo si cum- len dos requisits: mostrar marcadores catacteristicos de las CME y levar a cabo varios ciclos de avis cellar, lo ‘val demuestra que consttuyen una linea Celular estable o inmerta, Ivesrioacion y Ciencia, agosto, 2004 a7 2, CORAZON DE UN RATON en seccién transversal. La imagen muestra el ventriculo izquitdo. Células madre clonadas regeneraron, an un mes, el 38 por conto del tejido {ue un infarto de miocerdio habia destrida (ecténgulo en la imagen de la izquerd). En el aumento del rea dafiada se observan céluas clonadas lav) y céluas cardlacas reves (0. Hasta ahora, sin embargo, no se hha demostrado la viabilidad de nin- guna de las dos propuestas. De mo. ‘mento, la tinica forma segura de evi tarel rechazo inmunitario consistirfa en ctear una linea de CME a par- tir del material genético del propio paciente, mediante transferencia nu clear o clonacién, Si bien es cierto que este método entraiia dificulta- des operativas, aplicado en ensayos animales ha producido resultados alentadores en la regeneracién de tejidos daftados. Reprogramaci lula La clonacién puede considerarse una forma de restaurar el potencial em: brionario de las células adultas de un paciente. Nuestro organismo cuenta con mds de 200 tipos de cé- lulas. En los mamifferos, una. vez que una célula se ha encarrilado hacia un tipo determinado, no cabe marcha ards: Ia diferenciacién cons- tituye un proceso irreversible. Pero hay una excepei6n a Ia regla: cuando el ndcleo (donde se encierra el ma- terial hereditario) de un évulo sin fecundar se extrae y se reemplaza por el niicleo de una célula somé- tica, Asi engaflamos al évulo, que comporta como si hubiera sido 48 fecundado y comienza a dividirse como lo haria un embrién norma Dado que las CME derivadas de este embridn contendrén el ADN de la célula somética del donante, pode- mos considerar que hemos repro. gramado la célula somatica, pl retrocedido a un estado de madre, capaz de regenerar cualquier tipo de tejido, Uno de os autores (La demostrado que pueden in: células madre parcialmente dife- renciadas de un embrién clonado de ratén en el corazén del miirido ha donante de aquéllas; éstas acuden a la zona infartada y, en un mes, el 38 por ciento de la cicatriz ha sido reemplazada por tejido sano. Se acaba de lograr ahora una transfe- rencia nuclear de células somiéticas (TNCS) que ha originado una linea humana de eélulas troncales. Algunos expertos comienzan a preguntarse si esta técnica podria funcionar en los primates y, dada su fisiologia, producir céluias madres de uso te- rapéutico, La respuesta, afirmativa, hha Hegado de Woo Suk Hwang y sus colaboradores, de la Universi- dad Nacional de Sedl. El pasado febrero, el equipo coreano anuncié que habfa creado un embrién hu- mano mediante TNCS; éste se habia desarrollado hasta el estado de blas: tocisto y, por fin, generado una If nnea de troncales pluripotentes. Tal © reviste suma importancia, al propio tiempo que pone de mani: fiesto que todavia quedan muchas ineOgnitas por despejar. upo de Hwang disponia de wwulos procedentes de dona- ciones. Pudieron ensayar distintas tGenicas, tiempos y condiciones ex. perimentales para cada etapa del pro- ceso. Con todo, esos cientos de 6vu- los s6lo dieron lugar a una linea de CME; a hhan confesado no estar seguros de cuil de sus métodos les llevé al éxito. Nos hallamos, pues, muy le- jos de comprender el mistetioso me canismo de reprogramacién que se produce dentro de un évulo, asf como de identificar y controlar todos los factores que intervienen en la ge- neraci6n y el cultivo de un em- bridn de transferencia nuclear Tampoco estd claro si la misma reprogramacién w otros aspectos de 1a manipulacién de estos embrio. nes podrian introducir mutaciones genéticas que predispusieran a las células troncales resultantes a s nescencia o cdncer. Debemos, por tanto, seguir investigando para de- tectar problemas potenciales como éste. Las mutaciones hereditarias, antes de 1a hemofilia o la dis- trofia muscular, por ejemplo, ten- drian también que corregirse antes de usar las propias células de un paciente para obtener CME. Afor- iunadamente, disponemos de un medio seguro para corregir dichas mutaciones especificas de genes; las, sécnicas que se utilizan para reali zar modificaciones génicas en CME de rat6n se han aplicado con éxito en troncales humanas. Las altas tasas de deformidades y mortalidsd asociadas a la pro- Guccién de animales mediante clo- nacién han puesto en tela de jui- cio la salud de las CME derivadas de embriones clonados. Sin embar- 1g0, cuando se ensaya el potencial de una linea de CME clonada, me- diante inyeccién de las células en tun blastocisto animal en desarro- lo, los animales resultantes pare. cen ser perfectamente normales, Este resultado sugiere que, si bien Ja clonacién con fines reproducti- vos es a todas luces harto impre- mas, los investigadores LA POLITICA: EL MAYOR DE LOS OBSTACULOS LAS CELULAS MADRE EMBRIONARIAS (CME) otre- ‘cen mayor versatilidad y potencial terapéutico que las: adultas. Sin embargo, mientras el uso de las segun- das esta libre de controversia y restricoiones, la in- vestigacién con troncales embrionarias avanza con parsimonia debido a las normas legales y la falta de suficiente apoyo financiero. En el Reino Unido, Singapur, Corea del Sur, China, ‘Japén y otros paises, la investigacién con células ma- re disfruta de generosos ‘apoyos gubernamentales, El paarlamento europeo ha bus- ado, sin éxito, una norma tiva comin. De momento, ‘cada pais miembro se rige or sus propias regias. Las Naciones Unidas también han intentado elaborar un convenio global, pero el proceso se ha paralizado y fo se retomaré hasta dentro de dos afios. Los cientificos estadouni- denses han estado traba- jando bajo una prohibicién parcial decretada hace tres afios por el gobierno. Los Investigadores financiados por el erario publico sélo pueden trabalar con lineas ‘de CME creadas antes de que s° anunciara esta nor- mmativa en agosto de 2001 restriccién que afecta a la ‘mayor parte de la comuni- {dad clentifiea, puesto que la mayoria de los proyec- tos, en el mundo académico asi como en la industria, reciben algun tipo de subvencién public. Desde 2001, las técnicas para mantener vivas las CME han avanzado de forma considerable. Los cient ficos, y quienes los defienden en el Congreso, han venido solicitando autorizacién para produc lineas: colulares nuevas y sanas. Algunos han decidido no tuve 17 lneas de OME a partir de FW on su laboratorio pi decible para aplicarla en humanos, Ja clonacién con fines terapéuticos ofrece mayor viabilidad, pues las CME obtenidas mediante transfe- rencia nuclear son equivalentes —en cuanto a su pluripotencia— a las CME normales. Cuestiones similares acerca de la seguridad deben resolverse también para la partenogénesis, una técnica que permite produeir CME sin ré currir a la wansferencia nuclear ni a los embriones procedentes de cli- nicas de reproducci6n asistida Consiste en engaiar quimicamente un évulo sin fecundar para que em piece sus divisiones celulares como si hubiese sido fecundado. (La par- tenogénesis es un duccién que se da partenotas, se cult dos mediante transi En estudios con a tenotas han produc’ cales capacitadas p: tir de las tres c brionarias A diferencia de males del cuerpo. IvesTicACiOn ¥ CieNctA, agosto, 2004 DOUGLAS A. MELTON, dela Universidad de Harvard, ob- Los seudoembriones resultantes, © facilidad que los embriones obteni- en miltiples tipos de tejidos en cul tivo; ademds, superan a prueba del teratoma, pues forman células a par- tuna dotacién de cromosomas de ca: a e 2 esperar. Douglas A. Melton, de la Universidad de Harvard, cuyos dos hijos padecen diabetes de tipo 1 anuncié an febrero que habla obtenido 17 lineas nue- vas de CME con fondos privados. Su intencion es po- ner estas lineas a la disposicién del resto de los in vvestigedores; sin embargo, la mayorla de ésios ‘carecen de fondos privados que les permitan indepen- izarse econémicamente del gobiemo y mantener un laboratorio en el que trabajar con CME. La financlacién priva puede abrir una via para los cientificos estadounidenses. Andrew §. Grove, fundador de Intel, doné 5 millones de dolares a la Universidad de California en San Francisco para obtener nuevas lineas: de CME. La Universidad de Stanford ha puesto en mar- cha un instituto para el e8- tudio del cancer mediante CME merced @ una don cién anénima de 12 millones de ddlares. E! Insituto ‘Médico Howard Hughes y la Fundacion para la Diabetes Juvenil han financiado a Melton, y la Fundacion Michael J. Fox para la Investigacion del Parkinson hha donado mas de 5 millo- nes de dolares a institucio- nes e investigadores. Con todo, al clima politico ha algjado de este campo a bastantes cientiicos y ha entriado el entusiasmo de los inversores. Algunos estados se aprastan a cam- biar la tendencia. Consciente del beneficio notencial que entrafa la investigaci6n con CME, California fue tl primero en apoyar oficialmente los estudios con o8- lulas madre, en 2002. £1 ano pasado, New Jersey también decidié apostar por las CME. — christine Soares mbrionesprocedentes modo de repro: ‘orma natural mos inferiores.) da progenitor, los partenotas con- tienen los cromosomas del Svulo donante por duplicado. Aunque tal duplicacién confiere al partenota una dotacién completa de genes. impide un desarrollo viable si se implantara en el dtero de una mu- jer. El proceder de un solo “progeni- tor” significa también que se redu- cen a la mitad las combinaciones poteneiales de antigenos; por tanto, la probabilidad de que el paciente rechace estas células es menor. Un banco de menos de 1000 lineas de CME partenogenéticas probable- mente proveeria de compatibilidad inmunitaria a toda la poblacién es- tadounidense. ferencia nuclear. nimales, los par- ido células tron- ara diferenciarse sminales em- las eélulas nor- que cuentan con 49 En la médula ésea se alojan las células madre ladultas mejor conocidas: las hematopoyéticas, que or: ginan todas las oélulas de la Sangre y 2! sistema inmunitrio, También en la médula ésea, en- Ccontramos las células madre del ‘stroma, que producen las células adiposas y seas, y pueden ser precursoras de las céluias progeni- toras adultas muttipotentes (CPAM) ¥ de otras recientemente descu: | biertas: las céiulas troncales me- senquiméticas. Ademds, so han descublerto supuestas céluias ma- de adutas en varios telidos: cere bro, ojes, piel, musculo, pulpa den tal, vasos sanguineas y tubo (gastrointestinal; sin embargo, no se ha podido establecer todavia i estas células se originan en log mismos telidos 0 descienden de as céiulas madre hematopoyé- tieas ciroulantes. OO Se See eT \Vcéiuiamacte — Monoats (Célula madeel Gelesioma \ Ertroctes Ecsinétlo Megacarccto mn an naa genes estes eo cous me csuamate \aCregonn — Pmes see gaa Hose ral LnfoctoT 2@e@ cPaM 2 Cau oenattica x Ceulaasesne ata | {.Cudnto falta para que empiccen los ensayos de terapias basadas en células troneales en humanos” Ello depende de las cuestiones cientifi- ‘cas pendientes y de las decisiones politicas. Neuronas productoras de dopamina, células epiteliales pis- mentarias de la retina del ojo y otros tipos celulares derivados de CME bien conocidos y ficiles de contro- Jar podrian estar listos para diehas pruebas en humanos en menos de dos afios. Mientras tanto, el extraor- dinario potencial regenerativo de las células madre, o toncales, ha in- tensificado la bisqueda de células similares que pueden estar impli cadas en la curacién del organismo adult. Potencial autorreparador de las células madre adultas Tras sufrir una lesién, la piel em- pieza a autorrepararse inmediata- mente, el higado humano se rege- nera hasta un 50 por ciento de su masa en unas semanas —igual que una salamandra desarrolla una nueva cola después de perderla— y nues- 50 tos glébulos rojos se reemplazan a un ritmo de 350 millones por mi- auto. Sabemos que en tan répida recuperacién operan células madre prolificas. Por qué, entonces, otros Srganos, como el cerebro y el cora- z6n, parecen incapaces de autorre- pararse con semejante vigor, pese a haberse detectado en ellos la pre- sencia de células madre? Las células troneales del orga- nismo adulto mejor conocidas son las hematopoyéticas; se encuentran en Ia médula dsea y se encargan de producir mas de media docena de tipos de células sanguineas. Merced @ su capacidad de generar tal va- riedad de tipos celulares —al me- nos dentro del mismo tejido—, las células madre hematopoyéticas se consideran multipotentes. Hay grandes esperanzas de que células madre multipotentes simi- Iares, halladas en otros tejidos, pu- dieran emplearse para reparar le- siones sin necesidad de involucrar a embriones. Mejor todavia seria descubrir una célula madre adulta con mayor versatilidad, que se apro- ximase a la pluripotencia de las eé- Iulas embrionarias. Pero la bisqueda s6lo acaba de empezar. Los experts investigan $i los tejidos que no se autorrepa- ran con facilidad muestran algiin bloqueo de la regeneracién natural y, de ser asf, si serd posible des- ‘bloquear tal capacidad regenerativa Apenas existe consenso sobre cudl es el verdadero origen y el poten- cial de varias células madre adul- siquiera podemos asegurar tas, N que las células madre adultas es- pecfficas de un tejido se originen dentro de ese tejido © bien des- ciendan de células madre hemato- poyéticas circulantes. Tampoco sa- bemos hasta qué punto dichas células pueden forzarse a diferenciarse en Iejidos distintos de su tipo especi- fico o si tal transdiferenciacién con- seguida in vitro podria reprodu- cirse en un organismo vivo. La idea de que ciertas células ma- dre adultas podrian tener mayor po- tencial surgié cuando, en un estu- dio sobre trasplantes de médula sea, se encontraron células del donante 1, agosto, 2004 e en una amplia variedad de tejidos del receptor. Ello implicaba que, bajo las condiciones apropiadas. las e6lulas troncales de la médula ésea contribuirfan a regenerar vir- tualmente cualquier parte del cuerpo. (Argumentos similares se han em- pleado en el caso de las células madre fetales de la sangre del cordén umbilical, parecidas a las troncales hematopoyéticas.) Para comprobar la validez de esta teorfa en organismos vivos, se han realizado varios experimentos; sin embargo, ninguno ha ofrecido prue- bas consistentes de tal plasticidad. En marzo, se publicaron dos traba- jos independientes, uno de Leora Balsam y sus compafieros de la Uni- versidad de Stanford y el otro de tun grupo dirigido por Charles E Murry, de la Universidad de Wa- shington, dedicados al seguimiemto de células madre hematopoyéti- cas, para ver si se incorporaban en miisculo cardfaco lesionado, un te- Jido no hematopoyético. Ninguno de los dos estudios detecté la contri- bucién de las células madre al te- ido nuevo. Si se ha observado, en cambio, otro fenémeno, que ofrece una ex- plicacién alternativa para la supuesta transdiferenciacién: la fusién gene- ralizada de células troncales de mé- dula 6sea con células del corazén, higado y cerebro. En estudios fu: turos acerca del potencial de las, células madre adultas, serd crucial evitar 1a posibilidad de que éstas simplemente se fusionen con las células locales en vez de generar tejido nuevo. Con todo, las células especificas de tejidos han producido ya resul tados alentadores. En el proyecto lemén TOPCARE-AMI, un estudio de pacientes con lesién cardiaca severa causada por un infarto de miocardio, las células progenitoras del propio coraz6n del paciente se inyectaron directamente en la arte- ria infartada, Cuatro meses més tarde, el tamafio de la banda de tejido dafiado habia disminuido en casi el 36 por ciento y la funcién cardiaca se habia incrementado en un 10 por ciento, La parvedad de células madre que pueden aislarse de cualquier tejido adulto contina siendo el mayor obstdculo para extender estas téc- Ivesrisacion y Ciencia, agosto, 2004 nicas a los estudios elinicos. En la médula dsea de ratén, sélo una de cada 10,000 células corresponde a una eélula madre; en humanos, la escasez puede ser incluso mayor. En la mayoria de los tejidos, a loca- lizacién de las células madre resulta impredecible. Suimese a ello la im- perfeccién de los medias que nos permiten identificarlas mediante mar- cadores de superficie o los perfiles de expresion génica, Una vez aisladas, las eélulas ma. dre adultas crecen lentamente y re- quieren un cuidado intensivo del cultivo, Como ocurre en el caso de as células embrionarias, conocemos tan poco acerca de los factores que pueden controlar el destino de las células madre adultas, que ni si (quiera sabemos si el largo tiempo que pasan en cultivo podria mer mar su capacidad para restaurar te jJidos en los pacientes. Mis que ir en busca de las célu- Jas madre de un paciente, para to- marlas, cultivarlas y reintroducirlas luego en el organismo, deberfamos conseguir que se dirigieran ellas mis- mas al tejido lesionado, desde los reservorios ocultos del cuerpo. Son ida vez mis las pruebas que su: gieren que las troncales, lo mismo que las células metastésicas de un 3. CELULAS TRONCALES DE MEDULA SEA, marcadas con fluorescencia verde, acuden a un mésculo de la pata on res: puesta a a ‘llamada’ de le proteina IGF-1 (fector de crecimiento similar a la insulina), seal de alarma que éste fabrica tras sufrir una lesin, Las eélulas madra se drigan hacia ol rea dafiada (leche) para regenerar el tejdo tumor, responden a sefiales quimnicas ordinarias que las conducen hasta la lesi6n. Uno de los autores (Rosenthal) ha demostrado recientemente en ra- jones que las células madre recorren largas distancias hasta llegar a una lesién cuando se las reclama con la ayuda de la proteina IGF-1 Domefar Ia capacidad del cuerpo para activar la autorregeneracién mediante células madre requeriré un conocimiento més hondo de las funciones que desempefan tales seflales quimicas. Rosenthal y su colaborador Antonio Musard, de la Universidad romana de La Sapienza, hhan demostrado que la IGF-1 ayuda a atraer a las eélulas madre. Sin em- bargo, sospechamos que esta molé- cula también puede promover que algunas de las células dafiadas re- Viertan a un estado multipotente y empiecen a diferenciarse en los ti pos de tejido que se necesiten, Este fendmeno de regeneracién epimér- fica explica la capacidad de los ti- tones y el pez cebra para desarro- liar dé nuevo miembros enteros y La méxima aspiracién de 1a me dicina regenerativa consistisia en en contrar una forma de activar tal des- diferenciacién controlada del tejido adulto: en esencia, revertir lo irre- versible: devolver a una célula di ferenciada su cardcter de célula ma- dre. La busqueda de moléculas que produzcan esta “mégica” transfor macién ya ha empezado, con algu- nos éxitos preliminares, Pero ain estamos muy lejos de poder aplicar la desdiferenciacién en la regene raci6n terapéutica; antes habra que conocer mejor las células tronca- les, adultas y embrionarias Rumbo al futuro La investigacién con células madre hha generado tantas respuestas como nuevas preguntas, Pero se avanza, 51 TERAPIA REGENERATIVA REPARAR ORGANOS 0 telidos dafiados or la degeneracién patolégica. He ahi un ‘objetivo que parece aleanzable, si profund' amos en el crecimiento y la diferenciacién de las células humanas, para reprogramar- las con fines terapéuticos. La consolidacion do unas pautas para la mecicina regenera- tiva (MR) entrana dificutades de enorme ‘envergadura, s6lo abordables gracias a la ambicién que permite la biomedicina tual, Hace falta una aplicacion Idcida de enfoques clentiicos y un adecuado disao de prioridades, para que el prog 's0 sea ol mas répido posible. La investigacién cientfica debe enmar- ccarse en unas exigencias étices que ten- ‘gan en cuenta la signficacion de la via humana y la especial consideracién que merece, avitando su instrumentalizacion. ierto es que 0 producen discrepancias notables en cuanto a las visiones acerca 4e la valoracién moral que pueden merecer las intervenciones que afectan a estacios ‘embrionarios del desarrollo humano. Tales posturas divergentes no pueden adscrbirse ‘simplemente a diferencias derivadas de las creencias religiosas —respotables, desde luego—, sino que la propia preocupacién por el futuro de la especie, desde un enfo- {que filoséfico, antropoldgico, legal y social, ‘demanda que las investigaciones se d sartollen de forma acorde con unos princ plas adecuades. Los investigadores quere- mos trabajar en un marco aceptable para la sociedad que sostiene nuestro trabajo, ¥y debomes evitar que los contlctos politicos ¥ la demagogia anulen el rigor cientitico. Mi optimismo no sélo se basa en la posibi- lidad de alcanzar acuerdos, en un marco Figuroso, exigante y abiario al pragreso, ‘el hacho de que el propio avance itico puede resolver dilemas éticos, Desarrollo ontogénico que configura una blogratia celular, Desde @! cigoto, gene- rado por fecundacién espermatica del ovo- Cito, $0 inicia un patrén de organizacion, de complelidad creciente, a lo largo del de sarrollo embrionario. El organismo completo, tras la gestacién, contaré con mas de 200 tipos colulares distintos. Como hha demostrado Magdalena Zernicka-Goetz e a Universidad de Cambridge, la espe- cializacion ya existe desde las dos células resultantes de la primera divisién. Nos falta ain mucho para entender cémo ol programa genético se expresa tambien en funcién del nicho en que cada célula se aloja, para dar lugar a una especiaizacién do las poblaciones que componen las tres capas (endodermo, mesadermo y ectoder- ‘mo), origen de la multiplicidad de tipos c lulares del adult. tadlo diferenciado que alcanza cada @l desarrollo embrionario y en el adulto, os consecuencia de su “trayectoria biogréfica’, metafora que pretende expresar el conjunto de circunstancias que la han lievado @ especializarse como céluia hepd- tica, neural, epteial, sanguinea, etcétera La clonacién de mamiteros ha demostrado Y BIOGRAFIA CELULAR {que el ndcieo de muchas células adultas diferenciadas podria volver atrés en | am- biente del citoplasma de une célula ger nal femerina. Pero nada excluye que cier tas modificaciones genéticas que se hubieran introducido en el curso de ose desarrollo permanezcan en la nueva pié- yade de células que puede generar un nd- ‘leo clonado. La biografia celular puede, por tanto, ser determinant. Células troncales: certezas e Incertidum- bres. El concepto de célula madre, 0 tron cal, tiene un cardcter operativo: céiulas progenitoras cuya biografia les capacita para comportarse como autorreplicativas ¥y susceplibles ce especializacién, si se les estimula con las sefales adecuadas, Incluso en condiciones de laboratorio. Con los datos que a diario surgen sobre céiulas madre nos pueden acercar a la medicina regenerativa de forma real. Asi sucede en @ vigoroso crecimiento de las céiulas plur Potentes de origen embrionario, de notable Plasticidad en cuanto a sus capacidades do diferenciacién. Y qué decir do las tran- siclones descritas en células muttipotentes del adulto: de nematopoyética @ neural o hepatica, de neural a cardiaca, etc. Se im- pone abordar un mejor conocimiento del trastondo clentiice de estos procescs, lo que, en mi opinion, acabara con el faiso diiema de células madre embrionatias (CME) frente a células madre adultas. Necesitamos entender las bases de la tron- calidad para que ese conjunto de certezes @ incertidumbres se esclarezca, No faltan frustraciones an aste camino, fen el que la corteza cientiia ha de des- pojarse en medio de la incertidumbre. Asi ‘curr, por ejemplo, con la demostracion de que una supuesta transformacién de oé- Iulas de origen embrionario en células pro- ductoras de insulina, ora, on realidad, un artefacto experimental. 0 cuando se apre+ cia que algunas supuestas céivlas madre Aadultas se fusionan con células de un te- jido conereto, mas que sufrir una transdife renciacion. EI camino hacia la clinica. Por allo os importante que se puedan materiaizar cuanto antes las posibilidades de la medi cina regenerativa, tanto por el avance de! cconosimiento como por ta aplicacién de tratamiontos experimentales en humanos, Jo que sélo es posibie en el marco de call- dad y seguridad que la medicina humana demanda, Del estudio de las oélulas dé origen emarionario —animalas y huma nnas— se puede esperar un notable progreso en la investigacion bésica, dt para el desarrollo de cualquler terapla ce- lular. Conocer las bases genéticas y ep\- ‘gonétioas do la tron las sefaies Que estimuian la especializacién, la propia Ientiticacion de células troncales, Pero la aplicacién clinica de las céivlas troncales de origen embrionario —si algin dia fuera pposible— requeritia haber resuelto el pro- blema del crecimiento descontrolado y la capecidad tumorgénica do estas oBllas amplamente vericada on animale. Ell rluerza las expectativas oe as cf lulas troncales obtenidas del adult, cuye empleo on terapias experimental es ya tna realidad. Son experencas que face taran el manejo ego do las terapas ce- lulares. Indesciones como la que apunta ana notable vrsaligad de céulas tron tales aciulas(progeitores hemalopoyét. os, por ejemplo), capaces incluso de l= var @ cabo una regeneracion de lesiones, Silas que acceden por via sistémica, supo- nen una notable promesa, El desarolo de estas experiencias clinica, a mi co, puede represeniar una prordad le ae ira a un progres répio y alaz de la tmedicina regeneratva Las opclones de ta clonacién humana iquaimerto han de anaizarse en esto con text, realsta yriguroso. El eror de lamar “clonacénlerapeica” a la obtencén de embrones cénios simplemente para in- Vestigar, no facta un eonoctmiento caro ; de las posiblidades de a reprogramacion por trenalrencia nuclear. Su valdez ferapéutica no consider acu! la lone élen pare ends de patologiae— depend de la propia vader ce concooto de tee Dia con células de origen embronaro. demas de os problemas sicos, tampoco podemos olvidar fo que suponctia un esce- aro de ulizacén masiva de ovoctos para teraplas, nada arecvo en ningin Eentido. Be ahi quo le conlderaion de ‘tras opciones, come la ranslerencia nu Clear a colulas madre enucleadas, merezce ser tanige en coon, En sitesi, ertlondo que el mejor pro- 1080 do la medicina regenorativa 80 lo- Stare gracias a una apleacion —inteligon- {or relsta y ngurose™ de las capacidades as la invesigatén blomésia y de au me. Jores opciones de trasiado a Ia clinica hu- tana, El marco que se ha conigurado en Espafe, con las modiicaconesleilatvas de finales del pasado ano, permite ese progreso. Es posble obtener oslulas macre e orgen embronario, de animales y hu manas, esta dtmas con notables exigon- Clas lias, puss edlo se pueden ullizar para ello embriones eroconservados que {eron generados para proreacisn, pero ‘ue por razones legles y Uécncas no le- nen ota alteratva que la detrucl¢n Cuando el proyecto est juticado, ls ‘grupos con competencia técnica pueden Sbordar esas invesigaciones, Al mismo fempleo de toraplas collares con celles matte dervadas dl aduto; aso ates (08, ene ottos, el talamiento de cardo- patias avanzadas mediante céluias de mé- {ula 20a, 0 mioblastos, ya eplicado txpermentalmenta con resultados promt ores on los hoeptales universtaros do Vallaeaisy Pamplona —Cesan Novacta Opto. Merobiclogia I Facultad de Farmacia, Univessiaé Complutense de Madrid Por un lado, los primeros ensayos con células madre adultas para el tratamiento de enfermedades car- diovasculares animan a seguir y con seguridad conduciran a pruebas de ‘mayor calado en un futuro préximo, Por otro lado, dado los éxitos con seguidos en la experimentacisn ani- mal, los ensayos sobre aplicaciones terapéuticas de células humanas pro- cedentes de CME en la enfermedad neurodegenerativa son, con toda pro- babilidad, inminentes. Mientras contingia el debate biog- tico alrededor de las fuentes de las madre, para la investigacién asf como para las eventuales apli- caciones terapéuticas, la normativa que limita este tipo de investiga- ciones supone una cortapisa. Con todo, creemos que los obstéculos que dificultan el avance de este campo de investigacién son arduos, pero no insuperables. Los autores Robert Lanza y Nadia Rosenthal Aestacan por sus investgacions en clus troncales, Pionero en clonacién € Ingenieria de told, Lanza es diet: tor médico de le compatia Advanced Call Technology y docente de ta Uni vwetsded Wake Forest. Rosenthal esté al frente del Laboratorio Europe0 a Biologla Molecular (EMBL) en Roms donde diige el programa de biologie ae rates, Bibliografia complementaria Prowerveus’s VLTURe AND TH Prowse. Nadia Rosenthal land Journal of Medicina, val. 348, 93, pigs. 267-274; 17 de jul, 2003. STEM CeLLMEDiaTED Muscle ReceneRe Tow 15 ENAenCeD By LOCAL ISFORM oF Insvuncume Gaowrm FacToR 1, Antonio Musarb ot al. en Proceedings of the National Academy of Sciences USA, vol. 101, 1° 5, péginas 1208-1210: 3 de febrero, 2008, PeceneRarion OF TRE nraRcreD HART wirt Tew CEUs DeRieD ay NUCLERR Transeievranio, Robert Lanza et al en Circulation Research, val. 94, p49 820:977; 2 de abril, 2004 Hanoaoox oF Stew Cats, vols. 1 y 2. Dirigo por Robert Lanta et af, Else vieriMeademic Press, 2004, IWvESTIGACION Y CIENCIA, agosto, 2004 BIBLIOTECA SCIENTIFIC AMERICAN Dos voltimenes de 22 x 23,5 em con un total de 443 paginas, profusamente ilustradas en negro y en color. LA CELULA VIVA En La célula viva, Christian de Duve nos invita a participar en una absorbente y magnificamente ilustrada expecicién hacia un mundo tan importante ara nuestro organismo cuan apartado de nuestras vivencias cotidianas. Se trata del reino de los billones de células que componen el cuerpo humano. Gula a la vez audaz y seguro, de Duve nos brinda las experiencias y conocimientos de que ha hecho acopio a lo largo de una vida entera dedicada a la investigacion, y lo hace en un estilo que, sin renunciar a la precision que exige el técnico, resulta accesible y ameno para el profano. @ Prensa Cientifica, S. A. 53

También podría gustarte