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UN ESTUDIO CONCISO DE
LAS SEÑALES DE MATEO 24
HEBREO
TEXTO
Abominación Desoladora
9: 27 ‘~yciWQ ~meêvo
11: 31
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12: 11 #WQåv
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1º CONCLUSIÓN
La palabra “Abominación” que usa el
profeta en sus pasajes es la palabra
#WQåvi ( ) la cual se
refiere a las “Abominaciones de carácter
idolátrico o implementación de algún
Culto Idolátrico”
EL CONTINUO
La palabra “Continuo” dymiT'h; (Tamîd) Aparece 103
veces en el AT como adjetivo y como adverbio. Generalmente,
cuando se lo usa como adjetivo se le usa como "continuo",
"perpetuo"; y cuando se lo emplea como adverbio,
"continuamente", "de continuo", "siempre". Es interesante resaltar
que Tamîd se usa en relación con el tabernáculo unas 50 veces:
con el holocausto matutino y vespertino diarios (Ex. 29:38,42), con
el candelabro (27:20), con los panes de la proposición (25:30), con
el incienso (30:8), con el fuego sobre el altar (Lv. 6:13), con el
fuego y la nube que reposaban sobre el tabernáculo (Nm. 9:16),
con el servicio musical (1 Cr. 16:6,37), etc. La palabra Tamîd esta
estrechamente relacionada en la mayoría de los casos donde
aparece con los servicios del tabernáculo o del templo que se
realizaban "de continuo", "continuamente", "perpetuamente".
Además el servicio "continuo" simbolizaba la benévola y continua
provisión que Dios hace para el hombre, y apuntaba hacia el
ministerio de Cristo, quien vive "siempre para interceder por ellos"
(He. 7:25)
2º CONCLUSIÓN
El “Continuo” apunta hacia la Adoración al Dios
Verdadero en contraste con la “Abominación
Desoladora” que es la implementación de un
Culto Idolátrico que causa desolación o
abandono.
Además, puede observarse claramente que en
los pasajes en estudio del libro de Daniel la
“Abominación Desoladora” aparece en una
relación antagónica con el “Continuo”, es decir
es quitado uno (El Continuo) para colocar el
otro (La Abominación Desoladora).
3º CONCLUSIÓN
El hecho que Daniel mencione
insistentemente en varios pasajes distintos
la “Abominación Desoladora” en su libro
(9.27; 11:31 y 12:11), parece indicar que
este acontecimiento ocurriría en varias
ocasiones diferentes en la Historia, es decir,
Daniel predijo que en varias oportunidades
diferentes el Culto Idolátrico echaría por
tierra la Verdad o la Adoración al Dios
Verdadero.
1º ABOMINACIÓN
DESOLADORA
Dan. 9: 26, 27
“Y después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo
de un príncipe que ha de venir destruirá la Ciudad y
el Santuario; y su fin será con inundación, y hasta
el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por
otra semana confirmará el pacto con muchos; a la
mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la
ofrenda. Después con la muchedumbre de las
abominaciones vendrá el desolador, hasta que
venga la consumación, y lo que está determinado
se derrame sobre el desolador.”
1º ABOMINACIÓN
DESOLADORA
Es interesante que esta declaración
aparece en el contexto del fin del
cumplimiento de las Profecía de las 70
Semanas o 490 años, que estaban
cortadas de la visión de las 2300 tardes y
mañanas de Dan 8:14 que estaban
destinadas al pueblo de Israel como
nación.
1º ABOMINACIÓN
DESOLADORA
Sabemos claramente que la muerte de Cristo ocurrió en el año 31
y que la muerte de Esteban en el año 34, después de estos dos
eventos, así lo indicaba la profecía, acaecería la Destrucción de la
Ciudad y del Santuario. Hechos que ocurrieron claramente en el
año 70 de nuestra era. Jesús había advertido claramente a sus
discípulos de este acontecimiento en Mateo 24: 15, 16; “Por tanto,
cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de
que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los
que estén en Judea, huyan a los montes.” El pasaje paralelo de
Lucas dice: "Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de
ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado" (cap.
21: 20). El acontecimiento predicho aquí es, evidentemente, la
Destrucción de Jerusalén llevada a cabo por el Ejercito Romano en
el año 70 d.C., cuando se instalaron los Símbolos Idolátricos
(Abominaciones) de la Roma Pagana dentro de los predios del
Templo.
C.S. pág 29
“Tan pronto como los estandartes del
ejército romano idólatra fuesen
clavados en el suelo sagrado, que se
extendía varios estadios más allá de
los muros, los creyentes en Cristo
debían huir a un lugar seguro. Al ver
la señal preventiva, todos los que
quisieran escapar debían hacerlo sin
tardar.”
C.S. pág 33, 34
“Ni un solo cristiano pereció en la destrucción de Jerusalén. Cristo
había prevenido a sus discípulos, y todos los que creyeron sus
palabras esperaron atentamente las señales prometidas. "Cuando
viereis a Jerusalén cercada de ejércitos - había dicho Jesús, - sabed
entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estuvieren
en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse."
(Lucas 21: 20, 21.) Después que los soldados romanos, al mando del
general Cestio Galo, hubieron rodeado la ciudad, abandonaron de
pronto el sitio de una manera inesperada y eso cuando todo parecía
favorecer un asalto inmediato. Perdida ya la esperanza de poder
resistir el ataque, los sitiados estaban a punto de rendirse, cuando el
general romano retiró sus fuerzas sin motivo aparente para ello.
Empero la previsora misericordia de Dios había dispuesto los
acontecimientos para bien de los suyos. Ya estaba dada la señal a los
cristianos que aguardaban el cumplimiento de las palabras de Jesús,
y en aquel momento se les ofrecía una oportunidad que debían
aprovechar para huir, conforme a las indicaciones dadas por el
Maestro.”
2º ABOMINACIÓN
DESOLADORA
Dan. 11: 31 y 12:11
“Y se levantarán de su parte tropas que
profanarán el santuario y la fortaleza, y quitarán
el continuo sacrificio, y pondrán la abominación
desoladora”.