VINICIUS DE MORAES

SONETO DE AGOSTO
1ª versión

Me llevaste, fui, en la tiniebla, osados,

Amamos, vagamente sorprendidos
Por el ardor con que estábamos unidos
Dos, que andábamos siempre separados.

Me espanté, te confieso, del bramar

Con que henchí tus patéticos oídos
Y aquel rudo calor de tus gemidos
Que siempre yo juzgara desolados

Sólo así arrebaté la línea inútil

Puesta en tu eterna túnica inconsútil...
Y para gloria de tu ser más franco

Quisiera que viesen, cual si yo mirara

De nuevo, a la luz suave de la lámpara
El pubis negro sobre el cuerpo blanco.

Del “Livro de sonetos”

-traducción de
Santiago Senda-