Que forme verdaderamente a los jóvenes en doctrina y fe, que en base
de esta formación se cree un verdadero compromiso con la Iglesia. Esperando que este compromiso no sea solo una etapa. Para fomentar ese compromiso y unidad nuestra herramienta sería, la oración, para no descuidar nuestra dimensión espiritual y así perseverar en nuestra fe católica. De esta manera canalizamos más la energía que traen los jóvenes y fomentamos el liderazgo. Creando a su vez una P.J misionera que propicie un espacio de encuentro encaminado a los jóvenes, donde fomente una vida en comunidad, creando así redes de comunicación efectiva entre las cuales se encuentren, programas radiales, periódicos, redes de transportación y talento de nuestra juventud. Unificando todo esto en la Casa de la Juventud.