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Mapa

1 INTRODUCCIÓN

Mapa, representación de un área geográfica, que suele ser


generalmente una porción de la superficie de la Tierra, dibujada o
impresa en una superficie plana. En la mayoría de los casos, un mapa
es más una representación del terreno a modo de diagrama que una
representación pictórica; habitualmente contiene una serie de
símbolos aceptados a nivel general que representan los diferentes
elementos naturales, artificiales o culturales del área que delimita el
mapa.

Mappa Mundi, catedral de Hereford


El Mappa Mundi realizado por Ricardo de Haldingham, el prebendado
de Hereford, es un elaborado mapa del mundo, con un tamaño de
165 cm de largo por 135 cm de ancho. Representa no sólo el nivel de
conocimientos geográficos europeo de ese momento (se realizó
aproximadamente en 1275), sino también la actitud hacia el saber de
sus realizadores; adoptaron la forma circular no a partir de una
deducción geográfica, sino porque el círculo era la forma perfecta, y
Jerusalén aparece en el centro, porque debido a su importancia,
asumían que debía ocupar el centro del mundo. El Este es el fin del
mapa; el Mediterráneo domina la mitad inferior; las dos muescas de
rojo intenso que aparecen arriba a la derecha son el mar Rojo y las
islas Británicas están en la esquina inferior izquierda.
Robert Harding Picture Library
Cómo leer los mapas
¿Qué es un mapa?

Un mapa es la representación de una zona geográfica, normalmente una parte de la


superficie terrestre. Puede ser de muchos tipos: desde el tradicional, impreso en papel,
hasta el conformado por píxeles que vemos en la pantalla de un ordenador. En los
mapas, uno puede encontrar casi todo, desde el suministro eléctrico de su comunidad
hasta detalles sobre el terreno del Himalaya, pasando por las profundidades de los
océanos. Un mapa puede ser muy práctico; es de gran utilidad para los viajeros que
quieran llegar de un punto a otro en una región de terreno complicado o para entender el
mundo gracias a la inclusión de determinado tipo de información, aparte de la
geográfica. Sin embargo, los mapas también son una fuente de entretenimiento y nos
incitan a explorar. Por ejemplo, un mapa de vivos colores de las Islas Marquesas con
puertos de nombres exóticos como Hakapehi en Nuku Hiva pueden convertirse en un
reclamo para algunos. De la misma manera, un mapa detallado de Atenas o de Bangkok
pueden animar a viajar a esos destinos. Incluso se puede hacer un mapa de la superficie
de Marte basado en los datos que llegan a la Tierra desde las naves controladas a través
de sistemas informáticos que nos muestre sitios que la mayoría de los mortales no
visitará jamás.
Los mapas se pueden diseñar en estilos muy diferentes, cada uno muestra una
perspectiva distinta de lo mismo, lo que permite ver el mundo desde un punto de vista
práctico, informativo o estimulante. Para utilizar los mapas de manera efectiva,
simplemente hay que tener unos conocimientos básicos. Además, hay que tener muy
presente que:
(1) Ningún mapa es perfecto. Los mapas se elaboran con datos que obtienen una serie
de personas a través de un conjunto de herramientas. Incluso los mapas elaborados por
ordenador dependen de unos programas diseñados por personas a partir de datos
recogidos por máquinas también diseñadas por el hombre. Las personas cometen
errores, las máquinas no siempre son cien por cien precisas y ningún dispositivo puede
grabar todos y cada uno de los detalles de un paisaje. Por lo tanto, los mapas pueden
contener errores e imprecisiones. Debido a errores cartográficos o de contenido, puede
que una población no se encuentre exactamente en el lugar donde la sitúa el mapa o que
la cima de una montaña no tenga la altura exacta que aparece en el mapa.
Los cartógrafos que trabajan a la vieja usanza midiendo los datos del suelo a mano o
usando fotografías de gran altitud se encuentran limitados por el tamaño mínimo y el
número de objetos que pueden grabar. Puede que los detalles muy pequeños no
aparezcan con exactitud en el mapa o que ni siquiera aparezcan. Las herramientas
modernas, como las fotografías de alta resolución enviadas por los satélites, captan
detalles como si fueran vistos desde pocos metros. Estas imágenes captan la mayoría de
los objetos importantes de la superficie, lo que permite elaborar mapas o fotografías de
gran precisión, pero tienen varias interpretaciones y no están libres de errores. A veces,
los cartógrafos prefieren elaborar mapas menos detallados, pero que resulten más útiles
y menos confusos.
(2) Los mapas se quedan obsoletos. El mundo no deja de cambiar tanto física como
culturalmente, por lo que los mapas pueden quedarse obsoletos, ya que la información
que contienen no se corresponde con la realidad. La tecnología moderna ha solucionado
esto en parte; gracias a los ordenadores se pueden actualizar los mapas sin necesidad de
volver a dibujarlos. Sin embargo, es imprescindible continuar recopilando información
periódicamente sobre los cambios que se producen en el mundo y utilizarla para
actualizar las bases de datos de los mapas.
(3) Los mapas son parciales. Dado que, generalmente, los mapas no muestran todos los
detalles de una zona geográfica determinada (todos los árboles, casas y carreteras), el
cartógrafo debe decidir la proyección y la escala del mapa, así como el grado de detalle.
Este proceso, denominado generalización, viene determinado por el entorno cultural del
cartógrafo y por el objetivo con el que se hace el mapa. La información contenida en el
mapa y la forma en que esté distorsionada puede influir tanto en la concepción que las
personas tengan sobre el mundo como en su forma de actuar.

Tipos de mapas

En un mapa lo primero en lo que hay que fijarse es en el tema. Se entiende por tema el
aspecto determinado del mundo que intenta mostrar el mapa, como carreteras, fronteras,
vegetación o datos estadísticos. Según el tema que aborden, los mapas se pueden dividir
en tres categorías. Los primeros, los mapas generales, son aquellos que engloban varios
temas y proporcionan una perspectiva amplia. Los mapas generales suelen ser prácticos,
ayudan a las personas a llegar de un sitio a otro sin perderse o les permite saber cómo es
un lugar a grandes rasgos sin tener que desplazarse. Un mapa de carreteras de un país,
por ejemplo, es un mapa general en el que aparecen las más importantes ciudades,
montañas, ríos, lugares, etc. Una segunda categoría son los mapas temáticos que
abordan uno o varios temas en profundidad. Los mapas temáticos pueden contener casi
cualquier tipo de información que difiera de un lugar a otro, como la población de un
país o los ingresos de una región, provincia o municipio; cada división aparece en un
color diferente para indicar la tasa de población o el nivel de ingresos. La tercera
categoría de mapas son las cartas de navegación, que son mapas de rutas precisos que se
utilizan en navegación marítima y aérea. Es imprescindible que se actualicen
frecuentemente para que los capitanes y los pilotos estén al tanto de los peligros que
pueden encontrar en sus viajes.
Existen maneras muy diferentes de confeccionar un mapa. Probablemente los primeros
mapas que se hicieron fueron líneas dibujadas en la arena o piedras y palos dispuestos
en el suelo. Los mapas modernos se realizan para que sean utilizados por un gran
número de personas y durante mucho tiempo. Los mapas impresos, los más normales,
muestran el mundo plano, en dos dimensiones. En un mapa impreso, las montañas, los
valles y otro tipo de accidentes del terreno aparecen marcados con símbolos especiales
para compensar la ausencia de profundidad, la tercera dimensión. Los mapas en relieve
son mapas planos rígidos con protuberancias y depresiones reales que se añaden para
indicar los accidentes geográficos elevados y las zonas bajas. Suelen estar hechos de
arcilla o plástico moldeado y, normalmente, en ellos se exagera el relieve para dar una
mayor sensación de profundidad.
Entre el efecto visual que consiguen los mapas planos y los mapas en relieve se
encuentran los estereogramas, mapas planos o fotografías aéreas colocados por parejas
muy similares. Si se miran con gafas especiales de tres dimensiones que engañan al ojo,
los llamados estereoscopios, da la sensación de estar viendo el relieve de verdad. Los
globos son modelos esféricos de la Tierra, la Luna y otros planetas. Gracias a su
superficie curva, dan una impresión más real de las características de lo representado.
Los mapas por ordenador son los más versátiles. Un programa de mapas muestra
dinámicamente varias perspectivas del mismo objeto, permite cambiar la escala y añadir
animación, imágenes, sonidos y vínculos con otras fuentes de información a través de
Internet. Una sola persona puede actualizar un mapa hecho por ordenador, basta con
completar la base de datos del mapa, lo que permite que éste crezca con el tiempo y
ofrezca más detalles geográficos e información temática. Tener un buen mapa digital es
como tener docenas de mapas temáticos en papel de una zona en particular
superpuestos, que estuviesen conectados electrónicamente a una inmensa biblioteca de
información sobre el tema principal y relacionados unos con otros. El Atlas mundial
Microsoft Encarta permite consultar varios mapas con el menú Tipos de mapa.
El uso que se le da a un mapa depende del tipo de mapa y de la información que se
quiera obtener. En el caso de mapas simples, tan sólo se puede obtener uno o dos tipos
de información y apenas es necesario tener conocimientos sobre mapas. Por ejemplo, en
un mapa croquis de un barrio tan sólo aparece la localización de una casa concreta con
respecto a la esquina de la calle o si está más lejos del supermercado o del colegio.
Incluso aquellas personas que no hablan el idioma local pueden leer este tipo de mapa.
Sin embargo, los mapas complejos indican la distancia real y la ubicación exacta de una
serie de importantes accidentes geográficos, altitud, vegetación, divisiones políticas y
muchos otros aspectos del mundo. Para interpretar un mapa tan complicado es necesario
tener conocimientos básicos sobre mapas.

Los elementos de un mapa

La mayor parte de los mapas, incluidos la mayoría de los que representan la Tierra,
tienen en común una serie de características: una proyección y escala determinadas, una
ubicación indicada en un eje de coordenadas y una leyenda.

La proyección

La superficie de la Tierra es curva y los mapas son planos, tanto si están impresos como
si son imágenes en la pantalla de un ordenador. Por tanto, todos los mapas, excepto los
globos y las imágenes de éstos, están distorsionados, pues no muestran el aspecto real
de la Tierra. Si se trata de zonas pequeñas la distorsión es insignificante porque, en el
globo, las zonas pequeñas parecen una superficie plana, pero si se trata de zonas grandes
o se busca una gran precisión, la distorsión puede desempeñar un papel muy importante.
¿Por qué un mapa contiene información distorsionada? Una forma sencilla de explicarlo
es el caso de la piel de una naranja, al separar la cáscara e intentar dejarla plana, ésta se
rompe en varios trozos. Los cartógrafos se enfrentan al mismo problema cuando
elaboran mapas de la superficie terrestre, tienen que quitar trozos o ensamblarlos de
manera que se pueda elaborar un mapa plano.
La proyección del mapa es la manera de trasladar la geografía terrestre desde el globo y
rehacerla en una superficie lisa. Para entender lo que es proyectar hay que tener en
cuenta que cualquier punto del globo puede proyectarse a través de una línea recta a una
forma transparente que recubra el planeta. El contorno de esta forma y la distribución de
los puntos determinan el tipo de proyección. Algunas formas comunes como cilindros,
conos, elipses y superficies lisas dan lugar a proyecciones cilíndricas, cónicas, elípticas
y ortográficas. Existen varios tipos de proyecciones, cada una distorsiona la superficie
terrestre de una manera diferente y cada una tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

La escala

El tamaño del mapa en relación con la superficie terrestre es la escala, que se suele
indicar con una fracción o relación. El numerador, en la parte superior de la fracción, es
una unidad del mapa y el denominador, en la parte inferior de la fracción, es el número
de las mismas unidades representadas en realidad. Por ejemplo, una escala de 1/10.000
indica que un centímetro en el mapa equivale a 10.000 centímetros en la superficie
terrestre. Esta misma escala se puede expresar como 1:10.000. Cuanto más grande es el
denominador y más pequeña la fracción, más superficie terrestre está representada en un
solo mapa. Por tanto, los mapas a escala reducida muestran mucha más superficie que
los mapas a gran escala. Otra manera de entender el concepto de escala en los mapas es
que los objetos en los mapas a escala reducida parecen pequeños, mientras que estos
mismos objetos en mapas a gran escala parecen grandes.
Los mapas elaborados por ordenador pueden tener una escala variable que cambia
dependiendo del zoom que se aplique. Cuanto más se acerca el zoom a la superficie
terrestre, más grande es la escala representada. En el Atlas mundial Microsoft Encarta,
la escala está siempre indicada en la parte inferior del zoom en forma de distancia sobre
la superficie terrestre desde la que se está efectuando la vista.

Las coordenadas

Para localizar ciertos puntos con facilidad, la superficie terrestre está organizada por
conveniencia en una malla esférica. Esta malla está formada por líneas imaginarias
llamadas latitud y longitud. La latitud son una serie de círculos concéntricos, que parten
en paralelo del ecuador y llegan hasta ambos polos. La longitud son una serie de
meridianos o líneas longitudinales que unen los polos en intervalos regulares y que
atraviesan el ecuador perpendicularmente. Al punto en el que coinciden una latitud y
una longitud concretas se le pueden asignar un par de números o coordenadas. Todos
los puntos de la Tierra tienen coordenadas que indican su posición en relación con
cualquier otro punto.
La latitud se mide desde cero, en el ecuador, hasta 90 grados norte y sur en los polos. La
longitud se mide desde cero a 180 grados oeste y este. Las líneas de referencia para
calcular las coordenadas son el ecuador para la latitud y una línea que pasa por
Greenwich en Inglaterra conocida como meridiano cero para la longitud; estas líneas
toman el valor cero. Un grado de latitud equivale aproximadamente a 112 kilómetros.
Dado que las líneas longitudinales convergen al acercarse a los polos, los grados de
longitud varían según la posición de la Tierra. En el ecuador, un grado de longitud
equivale a un grado de latitud y en los polos, la distancia entre los grados de longitud es
nula.
Cada grado se divide en 60 minutos y cada minuto en 60 segundos. Por ejemplo. La
torre Eiffel de París tiene las siguientes coordenadas: 48° 51' 32'' latitud norte y 2° 17'
35'' longitud este. A veces, las coordenadas se expresan en minutos decimales en vez de
en minutos y segundos, es decir, las coordenadas de la torre Eiffel también pueden
escribirse 48° 51,5333 latitud norte y 2° 17,5833 longitud este. La mayor parte de los
mapas oficiales indican la latitud y la longitud para que las personas que los consultan
sepan exactamente la parte de la Tierra que representa ese mapa. En el Atlas mundial
Microsoft Encarta se pueden buscar automáticamente las coordenadas de cualquier
lugar utilizando el Sensor dinámico del menú Herramientas.
Algunos mapas tienen otros sistemas de coordenadas con fines especiales, como el
sistema de coordenadas Lambert que se ha utilizado en los mapas de España o el
sistema de coordenadas de la proyección Universal Trasversa Mercator (UTM) que se
utiliza en muchos mapas militares.
La leyenda

En los mapas se utilizan símbolos para indicar la ubicación de los objetos reales. La
leyenda es un bloque de texto o una ventana donde se explican los símbolos utilizados
en el mapa. Los símbolos de la leyenda pueden incluir iconos para representar edificios,
diferentes colores para indicar elevaciones, diferentes tipos de líneas para indicar las
fronteras o las carreteras de distintos tamaños, así como puntos y círculos para mostrar
la población relativa de las ciudades y otros núcleos de población. Si los detalles de un
mapa no resultan familiares, antes de continuar se debe consultar la leyenda. En el Atlas
mundial Microsoft Encarta haga clic en el botón Leyenda para consultarla.

Dirección

La mayoría de los mapas facilitan un punto de referencia para indicar que una dirección
del mapa corresponde a una dirección real. Esto resulta imprescindible cuando se está
utilizando un mapa para viajar de un lugar a otro. Un buen mapa indica una dirección
cardinal para orientarse, normalmente es una flecha que marca el norte. Los mapas de
otros siglos utilizaban varias direcciones cardinales. En algunos mapas europeos
antiguos figuraba el este en la parte superior apuntando a la zona conocida como
Oriente, palabra de la que derivó el término orientación. Los mapas musulmanes
situaban el sur en la parte superior. En los mapas modernos, por convención, la parte
superior del mismo corresponde al norte, la inferior al sur, el margen izquierdo al oeste
y el derecho al este. La dirección también se puede determinar a través de las
coordenadas, si éstas aparecen. Utilizar los mapas del Atlas mundial Microsoft Encarta
es como tener un globo terráqueo en las manos; se puede ver cualquier rincón del
planeta. El norte siempre está en la parte superior en todas las vistas excepto cuando el
centro del mapa es el Polo Norte o el Polo Sur.
Los polos que representan el eje rotacional de la Tierra no se corresponden con los
polos magnéticos porque la posición de éstos varía constantemente. En los mapas de
gran precisión, la flecha orientada hacia el norte está dividida en dos partes, una que
indica el norte polar y otra el magnético. La diferencia angular entre ellos es la
declinación magnética del mapa. Por ejemplo, un mapa de 1987 de Moscú sitúa el norte
magnético 7° 46' a la derecha del polo polar verdadero, por tanto la declinación
magnética según este mapa es de 7° 46' este. La declinación varía según la ubicación en
el planeta y también cambia con el tiempo y el movimiento de los polos. La declinación
de algunas localidades cambia en varios minutos al año. Las líneas de longitud están
orientadas hacia el eje rotacional de la Tierra, los mapas digitales se elaboran tomando
como referencia este eje y normalmente no tienen en cuenta el norte magnético.

Relieve

La topografía añade una tercera dimensión a los mapas planos. Los cartógrafos utilizan
diferentes técnicas para indicar los accidentes topográficos, es decir, las montañas y los
valles de la superficie terrestre. En los primeros mapas se utilizaron barras o líneas de
triángulos superpuestas para indicar las colinas o las cadenas de montañas. Existen unos
cuantos mapas antiguos de Japón, incluido uno budista del siglo XIV, en el que
aparecen las montañas como dibujos artísticos en tres dimensiones. En algunos mapas
europeos se utilizaban símbolos sombreados o rayados para representar el relieve. En
los mapas modernos, aparecen las montañas representadas mediante un sombreado que
es más oscuro cuanto más pendiente sean las laderas. Los mapas de topografía
tradicional utilizan líneas concéntricas, llamadas curvas de nivel para indicar el relieve.
A cada línea se le asigna una altura sobre el nivel del mar. Las líneas correspondientes
que indican la profundidad de los océanos se llaman isobatas.
En vez de líneas concéntricas, en los mapas de colores a menudo se utilizan una escala
de color por defecto para indicar el relieve. El nivel del mar es azul, las tierras bajas son
verdes, las tierras un poco más elevadas van desde el marrón claro al oscuro y las cimas
más altas figuran en blanco como si estuviesen nevadas. Si el azul es más intenso
corresponde a las partes más profundas de lagos y océanos. En la leyenda del Atlas
mundial Microsoft Encarta figura la explicación de la escala de color.
Aprender a leer mapas es fácil e intuitivo. Los conocimientos mencionados en este
artículo pueden solucionar problemas de navegación, planear actividades futuras o hacer
viajes virtuales a cualquier lugar del mundo.

2 TIPOS DE MAPAS

Los mapas pueden utilizarse para diferentes fines y por esta razón se
ha desarrollado una gran cantidad de tipos especializados de mapas.

2.1 Mapas topográficos o generales

El tipo básico de mapa utilizado para representar áreas del terreno es


el mapa topográfico. Estos mapas muestran los elementos naturales
del área analizado y también ciertos elementos artificiales, humanos
o culturales, como son las redes de transporte y los asentamientos de
población. También muestran fronteras políticas, como pueden ser los
límites de las ciudades, de las provincias o de los estados. Los mapas
topográficos, debido a la gran cantidad de información que tienen, se
utilizan a menudo como mapas generales de consulta.

Mapa topográfico
Los mapas topográficos permiten conocer la topografía del terreno a
través de sombreados, curvas de nivel normales u otros sistemas de
representación gráfica. Asimismo señalan localizaciones generales,
límites administrativos y las características especiales de un área.
Este tipo de mapas ofrece muchas ventajas. Por ejemplo, muchos
excursionistas utilizan los mapas topográficos para orientarse y
planear sus rutas teniendo en cuenta los obstáculos y las señales
principales. En la leyenda de cada mapa se indican la escala y los
símbolos específicos (ferrocarril, escuelas, carreteras y puentes) que
se emplean en él. Generalmente, el color verde indica la presencia de
vegetación, mientras que el blanco se emplea para su ausencia. Una
serie de isolíneas o líneas color sepia que unen puntos del mismo
valor (en este caso la misma altitud) nos muestran el relieve, por
ejemplo las montañas, colinas o valles. Las líneas muy juntas indican
que el terreno es muy escarpado. Si, por el contrario, están muy
separadas, significa que el terreno tiene poca diferencia altitudinal.

2.2 Mapas temáticos o específicos

Entre los mapas más importantes, realizados con una función


especial, están las cartas de navegación marítima (náuticas) y las
cartas de navegación aérea (aeronáuticas). Las cartas de navegación
marítima se utilizan para la navegación de embarcaciones y cubren la
superficie de los océanos y de otras grandes masas de agua, así
como sus costas. Sobre la porción de agua que aparece en una carta
se muestra la profundidad cada cierta distancia, indicando con
números impresos los metros (o las brazas) de agua que hay cuando
la marea está baja. Los bancos de arena se indican con un círculo o
se sombrean para darles mayor visibilidad, y los límites de los canales
se representan con líneas. También indican el tipo de fondo existente:
fondos de arena, de roca o de fango. Un elemento importante de este
tipo de cartas es la localización exacta de los faros, boyas y otros
elementos que sirven de ayuda a la navegación. Además de los faros,
los únicos elementos costeros claramente representados en estas
cartas, aparecen otros puntos de referencia, como edificios altos o
picos prominentes, con cuya ayuda puede orientarse un navegante.
Las cartas de navegación aérea, para que se utilicen sobre el terreno,
se asemejan en cierto modo a los mapas topográficos, pero contienen
también la situación de los radiofaros, de los corredores aéreos y de
las áreas cubiertas por los campos de transmisión de las estaciones
de radio.

Otros mapas específicos son: los mapas políticos, que muestran sólo
las ciudades y las divisiones políticas o administrativas sin rasgos
topográficos; los mapas geológicos, que muestran la edad de las
rocas y la estructura geológica de un área; y los mapas de usos del
suelo, entre muchos otros. Especialmente útil es el mapa en relieve,
que es una representación tridimensional del terreno referida a un
espacio geográfico. Suelen moldearse en arcilla o escayola. Para
realzar el relieve, la escala vertical de estos mapas es muy superior a
la escala horizontal. Estos mapas también pueden fabricarse
estampando láminas de plástico en un molde. Los mapas en relieve
se utilizan mucho en planificación militar y en ingeniería.

Mapa en relieve
Los mapas en relieve son modelos tridimensionales del terreno de un
área determinada. Utilizados ampliamente por ingenieros y militares,
los mapas en relieve a escala en color se emplean tanto para indicar
características geográficas como para dibujar simplemente fronteras
políticas. Este mapa muestra partes de Alaska (en color) y del
noroeste de Canadá.
United States Geological Survey

3 ELEMENTOS BÁSICOS DE UN MAPA

Para que un mapa pueda contener gran cantidad de información de


fácil lectura debe emplearse un sistema de símbolos. Muchos de éstos
se utilizan con tanta frecuencia que se han convertido en símbolos
aceptados a nivel general y resultan fácilmente comprensibles. De
este modo, las ciudades y los pueblos se señalan con puntos o
superficies sombreadas, los cursos y las masas de agua suelen
imprimirse en azul y las fronteras políticas se representan,
generalmente, mediante franjas de colores o líneas discontinuas. Un
cartógrafo —denominación que se da a los profesionales encargados
de realizar los mapas— puede, sin embargo, concebir una gran
variedad de símbolos que se adecuen a las diferentes necesidades.
Por ejemplo, puede marcar un punto como símbolo de la presencia de
10.000 cabezas de ganado o puede utilizar dos picos o martillos
cruzados para señalar la localización de una mina. Los símbolos
utilizados en los mapas se definen en las leyendas (signos
convencionales).

Leyenda de un mapa
Una leyenda es una lista explicativa que define los símbolos utilizados
en un mapa o gráfico. Algunos símbolos, como los de cadena
montañosa o cascada que aparecen aquí, pueden parecerse a las
realidades que representan.

3.1 Coordenadas geográficas

Con el fin de localizar un elemento en un mapa o describir la


extensión de un área, es necesario referirse a las coordenadas
geográficas del mismo. Estas coordenadas geográficas se basan en
los meridianos de longitud y en los paralelos de latitud. Por acuerdo
internacional, la longitud se mide hasta 180° E y hasta 180° O a partir
de los 0°, en el meridiano de referencia que pasa por Greenwich,
Inglaterra. La latitud se mide hasta 90° N y hasta 90° S a partir de 0°
sobre el ecuador. La localización de un punto en el mapa puede
definirse con precisión por los grados, minutos y segundos de latitud
y longitud. Los mapas están orientados de tal manera que,
generalmente, el norte verdadero ocupa la parte superior de la
lámina, donde a menudo se representa una rosa de los vientos u otro
elemento que señala el polo magnético.
Líneas de latitud y longitud
Las líneas de latitud y longitud se emplean para localizar un punto
específico en el globo terrestre. El ecuador es una línea imaginaria
desde la que se mide la latitud; equidista de los polos y divide al
globo en hemisferio norte y hemisferio sur. La longitud define la
situación de un punto al este u oeste de otra línea imaginaria tomada
como referencia, el meridiano de Greenwich. A diferencia de las
líneas de latitud, que se van acortando a medida que se acercan a los
polos, todas las líneas de longitud miden igual de norte a sur y
convergen en los polos. Cualquier punto del globo se puede describir
en términos de distancia angular desde los puntos de referencia del
ecuador (0º de latitud) y del meridiano de Greenwich (0º de longitud).

3.2 Escala

La escala en la que se dibuja un mapa representa la relación entre la


distancia de dos puntos de la Tierra y la distancia de los puntos que
se corresponden con ellos en el mapa. La escala numérica se
representa en cifras, como por ejemplo: 1:100.000, lo que indica que
una unidad medida en el mapa (por ejemplo 1 cm) representa
100.000 de las mismas unidades en la superficie terrestre. En la
mayoría de los mapas se indica la escala en el margen y, muchas
veces, viene acompañada de una escala gráfica lineal; esto es, un
segmento dividido que muestra la longitud sobre el mapa de las
unidades terrestres de distancia. Normalmente, el extremo de la
barra presenta una subdivisión para que el usuario pueda medir las
distancias con mayor precisión. Las escalas que se utilizan en los
mapas varían mucho. Generalmente, los mapas topográficos
detallados están confeccionados a escala 1:50.000 y 1:25.000.
Cuando los mapas se realizan con fines militares se utilizan escalas
más grandes como 1:10.000 ó 1:5.000. Desde los primeros años del
siglo XX, varios gobiernos han colaborado para establecer un mapa
único del mundo a escala 1:1.000.000.

Escala
La escala de un mapa define la relación entre la distancia medida
sobre el mapa y la distancia correspondiente en la realidad; en una
relación de 1:100.000.000. (izquierda); las unidades de medida que
aparecen en la escala representan 1.000 km en la realidad. (centro);
una unidad en el mapa equivale a una distancia de 10.000.000
unidades en la realidad. (derecha); una unidad en el mapa equivale a
una distancia de 1.000.000 unidades en la realidad.

3.3 Relieve

Las variaciones de altitud de las colinas y montañas, así como las


profundidades de los valles y gargantas, tal y como aparecen en un
mapa topográfico, definen el relieve; a menos que el relieve esté
adecuadamente representado, el mapa no da una imagen clara del
área que representa. En los mapas antiguos se señalaba a menudo de
forma pictórica, por medio de pequeños dibujos de montañas y valles,
pero era un método con muy poca precisión y con el tiempo se
sustituyó por el sistema de curvas de nivel. Estas curvas unen los
puntos que tienen una misma altitud. El intervalo entre las curvas de
nivel que se seleccione debe ser uniforme o equidistante, y se
determinará en función del objetivo del mapa, la superficie a cubrir, la
disponibilidad de datos y la escala del mapa. Las formas de las curvas
de nivel constituyen una representación exacta de las elevaciones y
depresiones, ya que muestran las altitudes reales. Cuando las curvas
de nivel están más próximas indican, por ejemplo, la presencia de
una pendiente abrupta.
Existen otros métodos para representar el relieve, como el uso de las
tintas hipsométricas, colores y tramas, y el sombreado. Cuando los
colores se utilizan para este fin, se selecciona una serie graduada de
tonos para colorear áreas de una faja altitudinal semejante; así, por
ejemplo, los terrenos con una altitud entre 0 y 100 m pueden
colorearse con un tono verde suave, todos los terrenos con una
altitud comprendida entre 100 y 200 m con un sombra más oscura y
así sucesivamente. Las tramas o rayados perpendiculares se utilizan
para representar pendientes. Cuando se quieren representar
pendientes más empinadas, los trazos de las rayas se hacen más
gruesos y se dibujan más próximos entre sí. A menudo, se rayan o
sombrean sólo las pendientes orientadas al sureste, con lo que se
consigue el efecto de una vista a vuelo de pájaro del área iluminada
por la luz desde el noroeste. Aunque los sombreados o los rayados
dibujados con gran esmero no proporcionan información sobre las
altitudes, pueden interpretarse más fácilmente que las curvas de
nivel y, muchas veces, se utilizan junto a éstas para dar una mayor
claridad al mapa.

4 PROYECCIONES DE LOS MAPAS

Para representar la totalidad de la superficie terrestre sin ningún tipo


de distorsión, un mapa debe tener una superficie esférica como la de
un globo terráqueo. Un mapa plano no puede representar con
exactitud la superficie redondeada de la Tierra, excepto en áreas muy
pequeñas en las que la curvatura es desdeñable. Para mostrar
grandes porciones de la superficie o áreas de tamaño medio con
precisión, la superficie esférica de la Tierra debe transformarse en
una superficie plana. El sistema de transformación se denomina
proyección. Cuando una superficie esférica se transfiere a un plano
modifica su geometría y la distorsiona, pero existen muchas
transformaciones que mantienen una o varias de las propiedades
geométricas del globo. Dependiendo de la extensión y ubicación de la
zona a representar en el plano o mapa, el cartógrafo elegirá un tipo
de proyección u otro, teniendo en cuenta las características
geométricas que cada uno de ellos conserva y las que no, así como
los efectos que su uso tendrá en la representación de los ángulos,
áreas, distancias y direcciones de la superficie a cartografiar; optará
por alcanzar la precisión en uno de estos aspectos, en detrimento de
la distorsión que se produzca en los restantes. Una gran cantidad de
mapas precisan más de una proyección cartográfica o, lo que es
igual, una combinación de propiedades características de varias
proyecciones (equivalencia, conformidad y acimut).

La clasificación de las proyecciones es compleja, pero normalmente


se establece en función de la figura geométrica capaz de aplanarse
que se elija para representar la tierra: un cono o un cilindro, que
pueden cortarse y extenderse sobre una superficie plana, o un plano.
De este modo, clasificaremos las proyecciones en tres grupos
fundamentales: cónicas, cilíndricas y acimutales (o planas). Otras
clasificaciones tienen en cuenta el aspecto de la retícula y la relación
de la superficie esférica con el plano (secante, tangente, transversal u
oblicua); y otras se definen en función de su principal propiedad o
atributo, hablando así de proyecciones conformes, equivalentes,
equidistantes, etc.

Proyección de Peters
El objeto de la proyección de Peters es representar un área con la
máxima exactitud, aunque la forma de las masas de tierra esté muy
distorsionada. En sentido opuesto se encuentra la escala de la
proyección de Mercator, en la que la precisión de la forma se supedita
a una gran distorsión del área (aunque eso fue una consecuencia
accidental de su utilidad en navegación).

4.1 Proyecciones cilíndricas

Al realizar una proyección cilíndrica el cartógrafo considera la


superficie del mapa como un cilindro, que rodea al globo terráqueo
tocándolo en el ecuador, mientras que los meridianos y paralelos son
líneas rectas que se cortan perpendicularmente entre sí (proyección
cilíndrica simple). En algunas proyecciones cilíndricas encontraremos
que, debido a la curvatura del globo terráqueo, los paralelos de
latitud más próximos a los polos aparecen cada vez menos
espaciados entre sí. El mapa resultante representa la superficie del
mundo como un rectángulo con líneas paralelas equidistantes de
longitud y líneas paralelas de latitud con separación desigual. Como
las formas de las áreas se van distorsionando a medida que se
acercan a los polos, este tipo de proyección no se suele usar para
regiones que no estén comprendidas entre los 40º N y los 40º S.

La conocida proyección de Mercator, desarrollada por el geógrafo


flamenco Gerardus Mercator, es una proyección cilíndrica y, a la vez,
conforme. Un mapa de proyección Mercator es muy exacto en las
regiones ecuatoriales, pero se distorsiona bastante en las áreas de las
latitudes altas. Sin embargo, las direcciones se representan con gran
fidelidad y esto tiene especial importancia para la navegación (con
este fin concibió Mercator su mapamundi en 1569). Toda línea que
corte dos o más meridianos con el mismo ángulo se representa en el
mapa de Mercator como una línea recta. Una línea con estas
características, que se denomina línea de rumbo, representa la
trayectoria de un barco o avión con rumbo magnético constante. Al
utilizar un mapa Mercator, el navegante puede trazar una ruta o
derrotero dibujando simplemente una línea entre dos puntos y leer la
dirección de los puntos cardinales en el mapa. La proyección de
Mercator permite introducir otra variante muy utilizada en
cartografía: la proyección UTM (Universal Transversa de Mercator),
una proyección cilíndrica transversal secante. Se basa en la
proyección Mercator, en la que el cilindro es tangente a un meridiano;
pero su "universalidad" se consigue empleando distintos cilindros
tangentes a varios meridianos, separados entre sí 6º. En cada
proyección, sólo el meridiano de origen de cada huso de 6º y el
ecuador aparecen como líneas rectas. Las regiones que se
encuentran por encima de los 80º de latitud no se suelen representar
en la proyección UTM.

Proyección cilíndrica
Si se coloca un papel dispuesto en forma de cilindro alrededor de un
globo iluminado, la proyección en el cilindro será un mapa de
proyección cilíndrica. La forma de los continentes próximos al centro
del cilindro no sufrirá apenas ninguna distorsión, mientras que las
regiones cercanas a los polos estarán desproporcionadas.

4.2 Proyecciones acimutales

Este grupo de proyecciones cartográficas, denominadas algunas


cenitales, se origina al proyectar el globo terráqueo sobre una
superficie plana que puede tocarlo en cualquier punto. Este grupo
incluye las proyecciones gnomónica, la equivalente de Lambert, la
equidistante, la ortográfica y la estereográfica. La proyección
gnomónica posee la propiedad única de que todos los arcos de los
círculos máximos están representados como líneas rectas. Es muy útil
para la navegación pero, puesto que la escala aumenta a medida que
nos alejamos del centro, es poco práctica desde los polos hasta los
45º de latitud.

La proyección acimutal equivalente se caracteriza porque el espacio


entre los paralelos de latitud disminuye a medida que aumenta la
distancia al centro de la proyección, permitiendo así la equivalencia.

La proyección equidistante tiene como característica especial la de


conservar la escala a lo largo de las líneas que irradian desde el
centro de la proyección y que constituyen rumbos auténticos. Es una
proyección muy útil para las rutas aéreas, ya que mantiene las
direcciones y medidas sobre ellas.

La proyección ortográfica es aquella en la que un hemisferio aparece


proyectado sobre un plano perpendicular y donde el centro de
perspectiva se encuentra a una distancia infinita del globo. La escala
se conserva sólo en el centro y la deformación aumenta rápidamente
hacia el exterior. Es un tipo de proyección muy antigua que sólo se
usa para la realización de cartas astronómicas y mapamundis
artísticos.

Por último, en la proyección estereográfica los meridianos y paralelos


se proyectan sobre un plano tangente a un punto situado en el
extremo opuesto del diámetro. De este modo, tanto los meridianos
como los paralelos son círculos; es decir, todos los círculos del globo
son círculos en la proyección. Se utiliza en los mapamundis en dos
hemisferios, en los mapas del cielo y en los utilizados en geofísica,
pero la deformación aumenta significativamente y de manera
simétrica desde el punto central hacia el exterior.
Mapa de proyección acimutal
Si se apoya un papel en un único punto de un globo iluminado, la
proyección del globo en el papel da como resultado un mapa de
proyección acimutal. Los mapas de proyección acimutal se emplean
para representar las regiones polares, ya que los polos aparecen
normalmente cerca del centro, con los meridianos que se unen en
ellos y se separan unos de otros al irse alejando de los polos. Las
regiones polares aparecen relativamente sin distorsión, pero ésta
crece según se van acercando los meridianos a las áreas ecuatoriales.

4.3 Proyecciones cónicas

Para preparar una proyección cónica debe colocarse un cono en el


extremo superior del globo terráqueo. Tras la proyección, se supone
que se corta el cono y se desarrolla hasta quedar como una superficie
plana. El cono es tangente al globo en uno o varios paralelos base; el
mapa que resulta de ello es muy preciso a lo largo de estos paralelos
y áreas próximas, pero la distorsión aumenta progresivamente a
medida que nos alejamos de ellos. La proyección cónica conforme de
Lambert, con dos paralelos base, se utiliza frecuentemente para
cartografiar países o continentes pequeños como Australia o Europa .

La proyección policónica es una proyección mucho más complicada


en la cual se suponen una serie de conos, cada uno de los cuales toca
la superficie del globo terráqueo en un paralelo diferente y sólo se
utiliza el área que se halla próxima a ese paralelo. Compaginando los
resultados de una serie de proyecciones cónicas limitadas, se puede
representar en un mapa un área extensa con una exactitud
considerable. Este tipo de proyección resulta adecuado para los
mapas de gran extensión latitudinal.

Al margen de estas proyecciones, existen muchas otras. Algunas


combinan dos o más sistemas, como ya señalamos; son las
denominadas proyecciones partidas. Este es el caso de la proyección
homolosena de Goode, una proyección para mapas mundiales que
resulta de la combinación de la proyección sinusoidal para la zona
ecuatorial, y de la proyección de Mollweide para las regiones polares.

Proyección cónica
Si imaginamos un cono de papel situado sobre un globo iluminado, la
proyección resultante será un mapa de proyección cónica. Estos
mapas carecen relativamente de distorsiones en las regiones de
latitudes medias y se utilizan para representar países, que se
encuentran en esas regiones.
Proyección homolosena de Goode
J. Paul Goode, geógrafo y cartógrafo estadounidense de la
Universidad de Chicago, desarrolló matemáticamente la proyección
homolosena discontinua en 1923. La tierra se representa en partes
irregulares unidas. La sensación de esfera y la distorsión mínima de
las zonas de la tierra que consigue esta proyección ha promovido su
utilización en la representación de mapas temáticos mundiales.

5 CARTOGRAFÍA

La elaboración de mapas o cartografía se ha beneficiado mucho de


los avances tecnológicos acaecidos tras la II Guerra Mundial.
Probablemente algunos de los avances más importantes han sido la
utilización de fotografías aéreas y sensores de control remoto, la
utilización de ordenadores (computadoras) para el almacenamiento y
tratamiento de datos, así como para el trazado de mapas, y el
Sistema de Posicionamiento Global (GPS), que ha reducido
sustancialmente el margen de error al determinar la localización
exacta de los puntos de la superficie terrestre.

5.1 Observación

La base de un mapa moderno es un estudio detallado que


proporcione, por un lado, las localizaciones geográficas y, por otro, las
relaciones entre una serie de elementos del área a cartografiar. En la
actualidad, la información obtenida de los levantamientos
fotogramétricos aéreos complementa la información proporcionada
por el tradicional método de los levantamientos topográficos del
terreno (véase Geodesia). Las imágenes vía satélite pueden
proporcionar una gran cantidad de información muy precisa sobre
diferentes elementos de la superficie terrestre, como pueden ser la
localización de depósitos de minerales, la extensión de
urbanizaciones, la presencia de plagas que afectan a la vegetación y
cultivos, o los tipos de suelos.

5.2 Formación y reproducción

Cuando ya se han capturado los datos (fase de compilación), el mapa


debe planificarse con cuidado, teniendo en cuenta su finalidad, para
que la representación sea clara y precisa. Los datos obtenidos se
transfieren en forma de puntos a una cuadrícula de coordenadas que
se corresponde con el tipo de proyección que se ha escogido para el
mapa. Se definen las altitudes y las curvas de nivel, en caso de que
se utilicen, y se trazan directamente a partir de pares esteroscópicos
de fotografías en restituidores fotogramétricos, donde el operador
sigue, con una marca flotante, un modelo tridimensional. Los
restituidores analógicos han sido sustituidos por restituidores
analíticos y digitales.

Los cursos de los ríos y de las carreteras, así como la posición de


otros elementos, se trazan del mismo modo. La preparación final del
mapa para la impresión comienza realizando una serie de láminas
(positivos), una por cada uno de los colores utilizados en el mapa.
Estas láminas son de plástico con un baño opaco; las líneas y los
símbolos se trazan sobre la superficie con un instrumento afilado,
para grabar, que levanta la capa de baño opaco (esgrafiado). Al final,
toda la información de un mismo color (símbolos puntuales, lineales,
superficiales y textos) se combina fotográficamente en un positivo
final de ese color. De cada positivo se insola una plancha de
impresión para reproducir el mapa por litografía offset.

Otro tipo de mapa es el ortofotomapa, en el que el cuerpo del mapa


se forma a partir de fotografías a las que se superpone otra
información, como divisiones administrativas, curvas de nivel,
toponimia e información marginal. Este mapa es un mosaico de
fotografías rectificadas diferencialmente; es decir, corregidas
mediante un ortoproyector de la distorsión causada por el relieve y la
inclinación de la cámara. De este modo, el ortofotomapa tiene una
escala constante y las propiedades métricas de un mapa.

En la década de 1970 se realizaron avances en el campo de la


realización de mapas con sistemas informáticos. Éstos permiten
almacenar datos sobre las coordenadas de un área geográfica y la
distribución de los fenómenos de manera estadística. Unos
dispositivos, como las trazadoras o plotters, hacen que el ordenador
pueda dibujar mapas muy precisos partiendo de esos datos
almacenados. Los mapas generados por sistemas informáticos
también pueden reflejarse en una pantalla de ordenador, en la que un
operador puede realizar fácilmente modificaciones sobre su
contenido. Debido a que estos mapas y todos los cambios que se
incorporan en ellos pueden almacenarse en el ordenador o
computadoras, es posible obtener -una representación animada de
los cambios que han tenido lugar en un periodo de tiempo
determinado con programas multimedia.

6 HISTORIA DE LOS MAPAS

Los mapas más antiguos que existen fueron realizados por los
babilonios hacia el 2300 a.C. Estos mapas estaban tallados en
tablillas de arcilla y consistían en su mayor parte en mediciones de
tierras realizadas con el fin de cobrar los impuestos. También se han
encontrado en China mapas regionales más extensos, trazados en
seda, fechados en el siglo II a.C. Parece que la habilidad y la
necesidad de hacer mapas es universal. Uno de los tipos de mapas
primitivos más interesantes es la carta geográfica realizada sobre una
entramado de fibras de caña por los habitantes de las islas Marshall,
en el sur del océano Pacífico, dispuestas de modo que muestran la
posición de las islas. El arte de la cartografía también se desarrolló en
las civilizaciones maya e inca. Los incas, ya en el siglo XII d.C.,
trazaban mapas de las tierras que conquistaban.

Se cree que el primer mapa que representaba el mundo conocido fue


realizado en el siglo VI a.C. por el filósofo griego Anaximandro. Tenía
forma circular y mostraba el mundo conocido agrupado en torno al
mar Egeo y rodeado por el océano. Uno de los mapas más famosos de
la época clásica fue trazado por el geógrafo griego Eratóstenes hacia
el año 200 a.C. Representaba el mundo conocido desde Gran Bretaña,
al noroeste, la desembocadura del río Ganges, al este, y hasta Libia al
sur. Este mapa fue el primero en el que aparecieron líneas paralelas
transversales para señalar los puntos con la misma latitud. En el
mapa también aparecían algunos meridianos, pero éstos tenían una
separación irregular. Hacia el año 150 d.C., el sabio griego Tolomeo
escribió su Geographia que contenía mapas del mundo. Éstos fueron
los primeros mapas en los que se utilizó de forma matemática un
método preciso de proyección cónica, aunque tenía muchos errores
como la excesiva extensión de la placa terrestre euroasiática. Tras la
caída del Imperio romano la cartografía europea casi dejó de existir;
básicamente sólo permanecían aquellos trazados por los monjes,
cuya preocupación principal era teológica (presentaban Jerusalén
como el centro del mundo) y no les importaba tanto la exactitud
geográfica. Sin embargo, los navegantes árabes realizaron y
utilizaron cartas geográficas de gran exactitud durante el mismo
periodo. El erudito árabe al-Idrisi realizó un mapa del mundo en 1154.
Los navegantes mediterráneos, de entre los que destacaban los
mallorquines, comenzaron aproximadamente en el siglo XIII a
preparar cartas marítimas, generalmente sin meridianos o paralelos
pero con unas líneas que mostraban la dirección entre los puertos
más importantes. Estos mapas se denominaban portulanos. En el
siglo XV se imprimieron en Europa los mapas de Tolomeo que,
durante varios cientos de años, tuvieron una gran influencia en los
cartógrafos europeos.

Se considera que el mapa realizado en 1507 por Martin


Waldseemüller, un geógrafo alemán, fue el primero en designar con
el nombre de América a las tierras transatlánticas recién
descubiertas. El nombre de América es un reconocimiento a la labor
de Américo Vespucio, quien comenzó a trazar los mapas de sus viajes
por el continente una vez instalado en Sevilla (1508) al servicio del
rey Fernando. Tanto Solís, Pinzón, Juan de la Cosa como Vespucio
contribuyeron con sus expediciones al trazado de los primeros mapas
de los que se tiene conocimiento sobre el continente americano.
Asimismo, los llamados planisferios de Salviatti y de Castiglione,
ambos aproximadamente de 1525, son importantes documentos de la
cartografía de la época en la cual se basaron mapas posteriores. El
planisferio de Castiglione fue regalado a éste por el emperador Carlos
V. El mapa de Waldseemüller, impreso en 12 hojas separadas, fue de
los primeros en el que se separaban con claridad Norteamérica y
Sudamérica de Asia. En 1570, Abraham Ortelius, un cartógrafo
flamenco, publicó el primer atlas moderno, Orbis Terrarum, que
contenía 70 mapas. En el siglo XVI, muchos cartógrafos elaboraron
mapas que iban incorporando la creciente información que aportaban
los navegantes y los exploradores. Gerardus Mercator sigue
considerándose como uno de los mayores cartógrafos de la época de
los descubrimientos; la proyección que concibió para su mapa del
mundo resultó de un valor incalculable para todos los navegantes.

La precisión de los mapas posteriores aumentó mucho debido a las


determinaciones más precisas sobre latitud y longitud y a los cálculos
sobre el tamaño y forma de la Tierra. Los primeros mapas en los que
aparecían ángulos de declinación magnética se realizaron en la
primera mitad del siglo XVII, y las primeras cartas que mostraban las
corrientes oceánicas se realizaron hacia 1665. En el siglo XVII se
establecieron los principios científicos de la cartografía y las
inexactitudes más notables de los mapas quedan constreñidas a las
partes del mundo que no se habían explorado.
Hacia finales del siglo XVIII, cuando decayó el espíritu explorador y
comenzó a desarrollarse el nacionalismo, un gran número de países
europeos comenzó a emprender estudios topográficos detallados a
nivel nacional. El mapa topográfico completo de Francia se publicó en
1793, con una forma más o menos cuadrada y con una medida de
aproximadamente 11 m de lado. El Reino Unido, España, Austria,
Suiza y otros países siguieron su ejemplo. En los Estados Unidos se
organizó, en 1879, el Geological Survey (estudio geológico) con el fin
de realizar mapas topográficos de gran escala en todo el país. En
1891, el Congreso Internacional de Geografía propuso cartografiar el
mundo entero a una escala 1:1.000.000, tarea que todavía no ha
concluido. En el siglo XX, la cartografía ha experimentado una serie
de importantes innovaciones técnicas. La fotografía área se desarrolló
durante la I Guerra Mundial y se utilizó, de forma más generalizada,
en la elaboración de mapas durante la II Guerra Mundial. Los Estados
Unidos, que lanzaron en 1966 el satélite Pageos y continuaron en la
década de 1970 con los tres satélites Landsat, están realizando
estudios geodésicos completos de la superficie terrestre por medio de
equipos fotográficos de alta resolución colocados en esos satélites. A
pesar de los grandes avances técnicos y de los conocimientos
cartográficos, quedan por realizar estudios y levantamientos
topográficos y fotogramétricos de grandes áreas de la superficie
terrestre que no se han estudiado en detalle.
Portulano del mar Mediterráneo
Durante el siglo XVI proliferaron los portulanos, ricamente decorados
con motivos geométricos, florales, escudos, navíos, animales y otros
dibujos. Constituían simples catálogos de puertos, cuyos nombres
aparecían rotulados en color rojo o negro según su importancia, sin
poner cuidado en conservar las distancias entre ellos. También se
representaban los principales cursos fluviales y, en ocasiones, los
accidentes orográficos, mediante un esquemático trazo que tampoco
guardaba las proporciones reales.
Archivo Fotografico Oronoz

Usos del suelo


1 INTRODUCCIÓN

Usos del suelo, este epígrafe engloba los diferentes usos que el
hombre puede hacer de la tierra, su estudio y los procesos que llevan
a determinar el más conveniente en un espacio concreto. Menos del
30% de la superficie de nuestro planeta es tierra. No toda ella puede
ser utilizada por los humanos, motivo por el cual constituye un
recurso natural valioso y sometido, en muchas partes del mundo, a
una notable presión. En consecuencia, es importante tener una visión
correcta del uso que se le está dando a un espacio concreto y de si
éste es el más apropiado. En los últimos años, se han producido
grandes avances en las técnicas de análisis y representación
cartográfica que se utilizan en el estudio de los usos del suelo,
mientras que el tamaño de las áreas objeto del mismo ha sido
incrementado.

2 CLASIFICACIÓN DE LOS USOS DEL SUELO

Existen numerosos sistemas de clasificación de usos del suelo,


comprendidos en una de estas tres categorías: urbano, urbanizable
(apto para ser urbanizado) y no urbanizable (espacios protegidos por
su valor agrícola, forestal o ganadero, por sus recursos naturales,
valor paisajístico, histórico, cultural o para preservar su flora, fauna o
el equilibrio ecológico). Cada uno de estos grandes grupos comprende
otras subdivisiones. Así, por ejemplo, la categoría urbana puede
incluir un uso residencial o industrial del suelo, entre otros, y la no
urbanizable puede englobar tanto un espacio rústico de
aprovechamiento agropecuario como un parque nacional. La mayoría
de los países y organizaciones estudiosas del tema emplean mapas
de usos del suelo, que siguen los sistemas de clasificación que mejor
reflejan sus circunstancias y permiten ser cartografiados con una
relativa facilidad.

3 MAPAS DE USOS DEL SUELO

La observación directa en el campo a partir de mapas base de


reconocimiento y apoyada en el análisis de fotografías aéreas (véase
Reconocimiento aéreo; Fotogrametría), tradicionalmente ha supuesto
la principal fuente de información sobre los usos del suelo. Sin
embargo, la introducción de técnicas de sensores remotos colocados
en satélites artificiales, como la serie americana Landsat o la francesa
SPOT, así como los Sistemas de Información Geográfica (SIG),
capaces de procesar y comparar una gran cantidad de datos, han
logrado proporcionar una información más detallada y precisa de los
usos del suelo. Éstos pueden ser representados, a modo de mosaico,
en mapas de gran precisión, los cambios pueden ser monitorizados a
una buena escala y permiten enjuiciar mejor la capacidad de la tierra,
que viene definida por factores como el tipo de suelo, el microclima
del área considerada, la inclinación o la estabilidad del suelo, que
ayudarán a decidir su uso más apropiado.
4 MODELOS DE USOS DEL SUELO

Los modelos de usos del suelo han sido concebidos para demostrar la
influencia tanto de rasgos naturales como de factores
socioeconómicos.

4.1 Uso de suelo agrícola

Uno de los modelos de uso de suelo agrícola mejor conocido fue


desarrollado en 1820 por el ingeniero agrónomo alemán Johann
Heinrich von Thünen, y publicado en 1826 bajo el título Der Isolierte
Staat (El estado aislado). Este estudio trataba de explicar la variación
del uso del suelo agrícola con la distancia a los mercados centrales.
Von Thünen asumía en principio la existencia de áreas naturales en
torno a una llanura agrícola, que presentaba unas condiciones
uniformes de clima, fertilidad y acceso a un único mercado, situado
en el centro de la planicie, el ‘estado aislado’. También partía de la
premisa de que el coste del transporte se incrementaba en
proporción directa con la distancia desde el centro de mercado.
Basándose en estas afirmaciones, propuso dos modelos: el primero
para justificar las diferencias en la intensidad de producción de una
cosecha determinada, y el segundo para explicar la distribución de las
diferentes cosechas en relación con el centro de mercado.

4.1.1 Intensidad de la producción

De acuerdo con el primer modelo, la intensidad de la producción de


una cosecha disminuye con la distancia al centro de mercado. Esto se
debe a que todos los agricultores en el estado aislado se enfrentan a
los mismos costes de producción por unidad de tierra, rinden la
misma cosecha y reciben el mismo precio por unidad de peso para
esa cosecha. De este modo, el coste del transporte es el único factor
variable y, por tanto, el determinante de la renta local que el
agricultor recibe por su producción, que equivaldría al total de los
ingresos percibidos por la cosecha obtenida en una unidad de tierra,
menos el total de los costes de producción y de transporte al mercado
central, aunque tiene en cuenta que el rendimiento normalmente no
aumenta en proporción directa al incremento en los costes de
producción.

4.1.2 Localización de la cosecha

El segundo modelo, el cual se deriva del primero, afirma que la


localización de las diferentes actividades agrícolas está determinada
por los costes de producción y el rendimiento por unidad de tierra, así
como por los costes de transporte y los precios de mercado por
unidad de peso. A una distancia dada del centro de mercado, la
cosecha con el más elevado arrendamiento (renta) local aumentará.
Los productos que soportan los mayores costes de transporte
(también normalmente de producción), y, por lo tanto, aquellos donde
el arrendamiento o renta local disminuye más bruscamente con la
distancia, aumentarán si están más cerca del centro de mercado.
Esto conduce a un modelo de zonas concéntricas de producción en
torno al mercado central, donde actividades como la horticultura se
desarrollarían más cerca del centro de mercado, mientras que las
zonas más alejadas se destinarían a otras extensivas, como el
pastoreo.

Posteriormente, Von Thünen intentó acercar estos modelos a la


realidad introduciendo otros factores, como una carretera principal o
río, que hacen posible un transporte más rápido y barato, o la
existencia de otro centro de mercado. Esto dio lugar a unos patrones
más complejos de usos del suelo, cuya constatación, en países como
Uruguay, Australia o Etiopía, llevó a verificar la validez de algunos
conceptos derivados de estos modelos o subyacentes a ellos. Hoy, sin
embargo, los factores económicos son más fuertes y complejos que
aquellos considerados por Von Thünen. Además, ciertas actividades
agrícolas contempladas en su modelo, como la explotación forestal
para su utilización como combustible, actualmente tienen poca
importancia en los países desarrollados.

4.1.3 Influencias modernas en el uso de suelo agrícola

Los factores económicos ejercen una gran influencia sobre el uso del
suelo agrícola, especialmente los costes derivados de los créditos o
préstamos y la política gubernamental en esta materia; así, los
controles en la producción de un determinado cultivo, la
disponibilidad de subsidios, las cuotas fijadas, el marco establecido al
margen de la tierra a cambio de una compensación económica y los
planes para hacer las granjas menos dependientes de una sola
actividad se combinan para crear un complejo modelo en constante
cambio sobre el uso del suelo agrícola. El impacto de estos factores
es mucho mayor de lo que imaginaba Von Thünen. En Europa, por
ejemplo, las decisiones de los agricultores sobre sus tierras están
cada vez más determinadas por la política agraria común de la Unión
Europea. Además, en la actualidad los transportes permiten acercar
rápidamente los productos agrícolas a los mercados mundiales, por lo
que, de este modo, el uso que se está dando a un determinado
espacio puede responder a las demandas de otros lugares del globo.
4.2 Modelos de uso de suelo urbano

En los pueblos y ciudades, los patrones de uso del suelo responden a


varios procesos, tanto de desarrollo urbano como de retroceso. La
competencia por el uso de la tierra es fuerte entre y dentro de las
diferentes funciones. Por ejemplo, el espacio que se extiende en el
límite de una población puede ser requerido para fines residenciales,
industriales o comerciales, mientras que los negocios pueden buscar
la mejor localización dentro del llamado distrito central de negocios
(CBD) de la ciudad, en general situado en el centro de la misma,
donde las rentas son más elevadas; este distrito ha estado
tradicionalmente asociado a los servicios financieros, como Wall
Street en Nueva York y la City de Londres. Los modelos clásicos de
estructura urbana se centran en su morfología y enfatizan las
relaciones de las diferentes áreas urbanas con el centro y de unas
con otras.

4.2.1 Los modelos tradicionales de uso de suelo urbano

Uno de los primeros modelos fue el de anillos concéntricos ideado por


el geógrafo estadounidense E. W. Burgess en 1927, el cual se basó en
sus estudios sobre el desarrollo de la ciudad de Chicago, que
relacionaban el uso de la tierra directamente con su coste. Así, las
funciones que podían pagar el precio más elevado del suelo se
establecían en el centro, mientras que en las afueras de la ciudad se
localizaban las industrias ligeras y las áreas residenciales. Este
modelo ha sido muy criticado por ajustarse demasiado a las
estructuras de desarrollo urbano de las poblaciones norteamericanas
y por sugerir límites muy marcados entre las diferentes zonas
funcionales. El patrón propuesto en 1939 por otro americano, H. Hoyt,
el llamado modelo sector, reconocía la influencia de las líneas de
comunicación en el uso del suelo. El modelo de centro múltiple,
desarrollado en 1945, se mostraba más realista, al reconocer que las
zonas funcionales se desarrollan alrededor de varios núcleos, uno de
los cuales, aunque el más importante, es el CBD, y otros podrían ser
un centro comercial o un pueblo anterior absorbido por la expansión
de la ciudad.

Todos estos modelos reflejan el valor del suelo y sitúan el CBD en el


centro, donde la competencia por el espacio es más fuerte y los
precios del suelo más altos. También reconocen que las áreas
inmediatas al CBD, las llamadas zonas de transición o, más
coloquialmente, ‘ciudad interior’, pueden estar en declive,
caracterizadas por una alta densidad de viviendas de clase social baja
y por presentar problemas sociales. Desde que estos modelos fueron
desarrollados, el proceso de suburbanización, debido a una cada vez
mayor disponibilidad de coche particular, ha dado como resultado
que los límites de las ciudades, las afueras, empiecen a ser más
buscadas como áreas comerciales, parques empresariales y barrios
residenciales. Esta tendencia ha debilitado el dominio del CBD.

4.2.2 Otros aprovechamientos

Los modelos tradicionales no pueden ser aplicados a todos los centros


urbanos. La planificación zonal de las nuevas ciudades
frecuentemente obedece a decisiones formales que gobiernan el
conjunto de la estructura urbana, con pocas posibilidades para que
los distritos cambien su función y carácter. Por otro lado, el
crecimiento de las ciudades en regiones desarrolladas del mundo
puede estar sujeto a presiones, sobre todo en los procesos de rápida
expansión, como la evolución rural-urbano, que conduce a diferentes
estructuras urbanas y, a menudo, a la aparición de asentamientos no
oficiales alrededor de los límites de la ciudad, constituyendo barriadas
de infraviviendas.

5 CONFLICTOS EN EL USO DEL SUELO

Los conflictos en el uso del suelo surgen entre las áreas urbanas y
rurales y dentro de cada una de ellas. Ejemplos de estos conflictos se
encuentran en las áreas urbanas en relación con los denominados
cinturones verdes, y en los cambios en el paisaje rural que trae
consigo la creación de embalses y la construcción de carreteras
nuevas. Propuestas para modificar los usos del suelo son objeto de
estudio en muchos países, para controlar el planeamiento y asegurar
que las decisiones no sean tomadas ligeramente tras un análisis
superficial. En algunas naciones, la controversia entre diferentes
propuestas de planeamiento urbano puede convertirse en una
cuestión pública, como ha ocurrido en el Reino Unido o Suiza.

Sistema de coordenadas
Sistema de coordenadas, sistema de identificación de elementos en
un conjunto de puntos marcándolos con números. Estos números se
denominan coordenadas y se puede considerar que dan la posición de
un punto dentro del conjunto. El sistema de latitud y longitud es un
ejemplo de sistema de coordenadas que utiliza éstas para especificar
la posición de un punto en la superficie de la Tierra.

Las coordenadas cartesianas son unas de las coordenadas más


usadas. En dos dimensiones, están formadas por un par de rectas en
una superficie plana, o plano, que se cortan en ángulo recto. Cada
una de las rectas se denomina eje y el punto de intersección de los
ejes se llama origen. Los ejes se dibujan habitualmente como la
horizontal y la vertical, y normalmente se les denomina x e y
respectivamente. En coordenadas cartesianas, un punto del plano
cuyas coordenadas son (2,3) está situado dos unidades hacia la
derecha del eje y y tres unidades por encima del eje x, como se
muestra en la figura 1. En coordenadas cartesianas de tres
dimensiones, se añade el eje z de manera que tenemos tres ejes
todos ellos perpendiculares entre sí.

En coordenadas polares, a cada punto del plano se le asignan las


coordenadas (r,θ) con respecto a una recta fija en el plano
denominada eje polar y a un punto de dicha línea llamado polo. Para
un punto cualquiera del plano, la coordenada r es la distancia del
punto al polo, y la θ es el ángulo (medido en sentido contrario a las
agujas del reloj) entre el eje polar y la línea que une el polo y el
punto, como se muestra en la figura 2. Por ejemplo, el punto con
coordenadas polares (1,π /2) está situado a una unidad del polo y
forma un ángulo de π /2 radianes, o 90 grados, con el eje. Las
coordenadas cilíndricas y las coordenadas esféricas son dos
extensiones distintas de las coordenadas polares en tres
dimensiones.

Normalmente las coordenadas de un punto o conjunto de puntos en


un sistema de coordenadas pueden ser transformadas a otro sistema
de coordenadas. Por ejemplo, si el eje polar y el polo de las
coordenadas polares se corresponden con el eje x y el origen de las
coordenadas cartesianas respectivamente, entonces el punto con
coordenadas polares (1,π /2) está situado una unidad por encima del
origen, por lo que sus coordenadas cartesianas son (0,1). De la misma
manera, el punto de coordenadas polares (,3π /4) es el punto
cartesiano (-1,1).

Las coordenadas polares son de gran utilidad para dibujar funciones


definidas como distancias a un punto fijo. Por ejemplo, la ecuación de
un círculo de radio d dada en coordenadas cartesianas es
x2 + y2 = d2; mientras que en coordenadas polares el mismo círculo
de radio d es simplemente r = d.

Coordenadas (cartografía)
Coordenadas (cartografía), retícula bidimensional que define la
posición de un punto en el mapa. Las coordenadas aparecen
señaladas en la mayoría de los mapas topográficos modernos.
Comprenden dos conjuntos de líneas paralelas, separadas por
distancias iguales, que se cruzan formando ángulos rectos y dividen
el mapa en cuadrados. No deben confundirse con las coordenadas
geográficas de posición que definen la latitud y longitud que, debido a
los efectos de la proyección de los mapas, a menudo no se
representan ni rectas ni paralelas entre sí.

Para determinar la posición de un punto en el plano se parte de un


punto de origen, tomado aleatoriamente pero siempre situado en la
intersección de dos ejes perpendiculares convenientemente
localizados. De este modo, y gracias a la superposición de la retícula
o cuadrícula creada, es posible conocer la posición de cualquier punto
en relación con el de origen conocido, obteniendo una distancia
horizontal (coordenada X), hacia el este, y otra vertical (coordenada
Y), hacia el norte. En las coordenadas cartográficas se indica primero
el valor X. Cada dígito que se añade hacia el este y hacia el norte
aumenta la resolución de la coordenada por un factor de diez.

La cuadrícula Universal Transversa de Mercator (UTM) es la más


utilizada mundialmente. Se trata de una proyección cilíndrica
transversal. La superficie terrestre comprendida entre los 84º de
latitud norte y los 80º de latitud sur se divide en columnas, con un
ancho de 6º de longitud, llamadas zonas. Empezando a contar desde
los 180º de longitud oeste y yéndonos hacia el este, el mundo se
divide en 60 zonas numeradas de 1 a 60. Cada columna es dividida, a
su vez, en cuadriláteros de una altura de 8º de latitud, numerados
con letras consecutivas desde la C hasta la X (exceptuando la I, LL, Ñ
y la O), empezando en los 80º de latitud sur; de esta manera cada
cuadrilátero será conocido por una cifra y una letra.

A partir de aquí se puede obtener un segundo grado de referencia; se


vuelven a hacer subdivisiones de cada cuadrilátero en cuadrados de
100 km, indicando del mismo modo longitud y latitud por letras que
empezarían a contarse también de oeste a este y de sur a norte. El
tercer grado de referencia estaría dentro de la nueva cuadrícula y
vendría determinado por otra subdivisión en seis cifras.

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