EL GENERAL WOOD

NUMERO 111 4 0 CÉNTIMOS

LA GUERRA
= ILUSTRADA
DIRECTOB
'AUGUSTO RIERA
J.A SITUACIÓN
Ilay ríos hechos nuevos que tienen suma imiioi'lancia :
la sublevación de Kornilov, que es nn escándalo uiilüar,
y el escándalo de la Argenlina, que no acabará «sin dejai'
rastro».
La sublevación de Koi'nilov contra el gobierno nacio-
nal de Rusia podía preverse. Es el cosaco un hombro orni-
jado y violento, patriota a su manera, enemigo de alemu-
nes y austro-húngaros. La indisciplina del ejército es obra
del Soviet; contra el Soviet pidió medidas prohibitivas al
gobierno y éste no quiso concedérselas. La indisciplina de
los soldados no puede dominarse sin fusilar a diestro y
siniestro. Pidió el restablecimiento de la pena de muerte
en el frente y en el interior, y no la obtuvo. En Moscou
habló de los peligros a que exponía a la patria la descom-
posición, del ejército y enumeró las medidas que a juicio
suyo convenía tomar para que los soldados se batieran y
Gran baile ile disfraces que li^s obreras de una fábrica de municiones, en obsequio de los soldados heridos, han celebrado en un campo
de lae cercanías de Ijondrea
= =
batieran al enemigo. Los acentos viriles y entusiastas del
general valeroso e inteligente, la voz poderosa del patriota
hablando del riesgo en que estaba la i)ati'iu, despertaron el
entusiasmo general. Se aplaudió a Koi'iiilov más que a
los otros oradores; pei'o no se le hizo caso. Nada de cuan-
to pidiera le fué otoi'gado. Desesi)eró de alcanzar la reor-
ganización que deseaba. Imaginó que no podría derrotai'
a los alemanes, que ni siquiera detendría la marcha de sus
[ropas. Atribuyó al exceso de palabras y a la falta de actos
decisivos la pésima situación de Rusia. ¿No debía reme-
diarse a toda costa tanta vergüenza y peligro tan inminen-
te y grave?
Y mientras pensaba en el mejor modo de arrancar al
gobierno las concesiones necesarias para restablecer la
disciplina, los alemanes atravesaron el Dvina y se apode-
raron de Riga. El general que en la batalla de Mukden cu-
brió durante muchas horas la retirada de un cuerpo de
ejército con una brigada y que en 1915 contuvo en los Cár-
fFot. Central Newi)
 1622 LA GUERRA ILUSTRADA
))Basla ya! Yo declaro que si el
gobierno desaprueba las medidas
que acabo de adoptar y me quita
así el único medio de salvar al ejér-
cito, entregaré inmediatamente el
mando de general en jefe.))
Los revolucionarios no quisieron
atender su voz y Kornilov se ha su-
blevado. Quizá creyó que el jefe del
gobierno se sometería al saber que
las tropas sublevadas marchaban
contra l'etrogrado. Se equivocó. Ke-
renski respondió a Kornilov con la
siguiente proclama :
«El miembro de la Duina. JJVOV,
llegado a Petrogrado, me intimó,
de parte del general Koi-nilov a en-
tregar todo el poder, civil y militar,
al generalísimo, que formaría nue-
vo gabinete.
))La autenticidad de la intima-
ción de Lvov me fué confirmada en
seguida por el propio Kornilov, des-
pués en una conversación por hilo
telegráfico directo de Petrogrado al
Gran Estado Mayor.
))Considerando la intimación di-
rigida en mi persona al gobierno
provisional, como de la población
para aprovecharse de la situación
del país para establecer en él un es-
tado de cosas contrarias a las con-
quistas de la revolución, el gobier-
no provisional reconoció necesario
encargarme, para la salvación de la
patria y del régimen republicano,
que tomase las medidas urgentes in-
dispensables pai'a cortar de raíz los
atentados contra el poder supremo
y los derechos de los ciudadanos
conquistados por la revolución.
))Asi, he ordenado al general
Kornilov que haga entrega del car-
go al general Klambowsld, jefe de
los ejércitos del frente Norte, que
cierra actualmente el acceso a Pe-
trogrado, y el general Klambowski
se encargará provisionalmente de
las funciones de generalísimo, con-
tinuando en Pskov.
j ))Además, he declarado el estado
de guerra en la ciudad y idistritoi
Una de las muchas jóvenes inglesas emDleadaa en laa fábricas en sustitución de los hombres de Petrogrado.))
enriados a la guerra ÍFot. Central News) Y de las palabras pasó a los ac-
tos. Detuvo a Lvov y a muchos otros
i/<ilos con una división a cuatro enemigas apoyadas por nu- diputados y empleados que podían estar en connivencia
merosa artillenri. el soldado que se escapó de un hospital con Kornilov. Nombró a otro generalísimo, Klambowski,
auslriaco y a pie llegó a Rusia, telegrafió a Kerenski: que no aceptó el cargo.
«Sobre eslos campos, que no puedo llamar de batalla, Las tropas de Kornilov marchan hacia Petrogrado. Ive-
reina la más espantosa vergüenza, una vergüenza como renski cuenta con tropas fieles. La guerra civil parece in-
no la conoció jamás el ejército ruso. La desgracia puede minente. Finlandia reclama su independencia. Los ale-
aún conjurarse y borrarse la vergüenza si el gobierno manes han pasado el río Aa. Todo parece perdido para
quiere que así suceda. Si no, otros hombres se alzarán y Rusia.
sabrán lavar este deshonor, aboliendo al mismo tiempo Sin embargo, no es de creer que los alemanes vayan a
las conquistas de la revolución. Yo, el. general Kornilov. Petrogrado. Y es de esperar que se resuelva pronto el con-
cuya vida entera desde el primer día de mi existencia flicto surgido'entre los dos poderes. Kerenski y Kornilov
consciente la he dedicado al servicio de mi patria, declaro desean la salvación de Rusia. Para lograrlo sólo hay un
solemnemente (|iir la patria está a punto de sucumbir. La medio. .Acabar con la tiranía del Sovirf.
gravedad extrema |)ide el inmediato i'establecimiento
de la pena de nuici te y de los Consejos de guerra. La dul-
zura o debilidad del gobierno ha minado la disciplina,
provocando la crueldad de las masas, que ya, sin el freno El escándalo que ha estallado en la Argentina se debe
del castigo, se entregan a todas las violencias, a los actos a que el ministro de Estado de Washington ha publicado
de bandidaje y al asesinato. unos telegramas que demuestran que el ministro de Sue-
 LA GUERRA ILUSTRADA 1623
cia en Buenos Aires se encargaba de transmitir telegra- encuentren satisfactoria. La i)rensa de Nueva York, Chica-
mas cifrados por cuenta del ministro alemán como si fue- go y Washiuglon |»ide (jue no se permita a Suecia impor-
sen telegi'amas destinados al gobierno de lístocolmo. tar ni un grano de trigo, n¡ iiua molécula de cobre, ni un
En uno de esos telegramas aconsejaba el conde Lux- átomo de algodón. Ese sería un castigo que alcanzaría a
burg, ministro de. Alemania, a sn gobierno que, en caso Suecia y a Alemania. El presidente Wilson decidirá en
de torpedear buques argentinos se realizara el heclio «sin breve.
dejar rastro».
El gobierno argentino ha dado los pasaportes al conde LOS ENFERMOS DE LA GUERRA
Luxburg y es probable que los entregue al ministro sueco.
Y exige excusas del gobierno de Berlín. En Washington Un periódico de Noruega, Ei Fiord publica una esta-
se tomará alguna medida contra Suecia. El gobierno sue- dística de las bajas cpie han tenido los ejércitos beligeran-
co ha dicho hasta ahora lo siguiente : tes desde el principio de la guerra a consecuencia de las
«El ministro de Negocios extranjeros sueco no ha re- epidemias y enfermedades.
cibido ningún informe relativo a la transmisión de tele- Gomo era de suponer, las cifras son muy elevadas, cosa
gramas mencionados en las declaraciones del gobierno de que ha ocurrido en todas las guerras y de que únicamen-
los Estados Unidos y por esle motivo el gobierno sueco no te consiguió librarse el ejército japonés cuando combatía
puede tomar ninguna actitud aid,e las cuestiones a que en Manchuria contra los rusos.
podrían dar lugar dichas declaraciones. En la guerra presente, y a pesar de las precauciones
))Es, sin embargo, necesario hacer saber que así que minuciosas adopladas, las enfermedades han causado y
comenzó la guerra el ministerio de
Negocios extranjeros sueco dio a
conocer la necesidad de transmitir
telegramas en alemán con respecto
a la población civil de Kiaotohepu.
Declararon estar conformes los re-
presentantes de cada grupo belige-
rante.
»En lo que concierne a los Esta-
dos Unidos, el ministro del gobier-
no norteamericano en Estocolmo so-
licitó en ciertos casos autorización
para transmitir cartas y telegramas
procedentes de Turquía o dirigidos
a Turquía en el momento en que
este país no estaba todavía en gue-
rra con América y en que Suecia no
había aceptado aún la protección de
los intereses americanos.
«Fueron expedidos telegramas
para Alemania, y el ministro de
Negocios extranjeros de los Esta-
dos Unidos manifestó su agradeci-
miento.
«Durante el verano de 1916 la
Gran Bretaña manifestó el deseo de
que cesase la transmisión de tele-
gramas entre Alemania y América
del Norte, pero no hizo ninguna de-
manda formal. El ministro de Ne-
gocios extranjeros sueco accedió a
este deseo, pero creyó que esto no
impedía el envío de telegramas a
otros neutrales que los Estados
Unidos, principalmente a la Repú-
blica Argentina. Por consiguiente,
Suecia continuó siendo intermedia-
ria entre Alemania y la Argentina.
))E1 telegrama mencionado por la
declaración norteamericana era ci-
frado ; por este motivo no le fué po-
sible al ministro sueco copiarlo.
))E1 primer deber del gobierno
sueco es investigar si, el contenido
del telegrama es tal como se dijo. Si
esto es probado, el gobierno pedirá
ex!plicaciones a Alemania.
«Suecia tomará medidas para evi-
tar cualquier repetición. Todas las
demandas hechas por las parles in-
teresadas de un modo oficial o me-
dio oficial han sido aceptadas».
No es probable que la Argenti-
na se contente con semejante expli- El rey .Torge de Inglaterra hablando con el capitán aviador Huoke, después de haber éste efectuado
pación ni que los Estados Unidos la un magnífico vnelo en honor del monarca (i'ot. Central Sew$)
1624 LA GUERRA ILUSTRADA

Ametralladora emplazada en una trinchera francesa para la caza de aeroplanos teutones

(Fot. Central News)

Íii«M>MiiM-»iiíi«iiÉáÉtid^^

Jóvenes soldado* alemanes capturados por loa franceses en la« últimaB operacioneB efwtuada* . o .1 frente oocidentftl
Crat. Central Ntuí)
 LA GUKiUlA ILISTRADA 1625

El monarca inglés, acompañado del duque de Connaught, presenciando una de las clases en que se instruyen loo reclutas concentrados
en el campamento de Aldershot CFo*- Central News)

Los vecinos de un villorrio Iraucés ganado a los alemanes en el último avance, agasajando a un soldado iuslés armado de ametx'alladora Lewi3
CPot. Central News)
 •^ KJ a. X íJryí^rs

<; VJ Vrangel
\ . * INargenA -Wulf'^
f\ *^ B'^Reval V V ^ £ ^ 1 ^ ^ ^ ^ We...,^
^ BaltichportA^AReÍ£QK£._22^

Jieve
% ^ V r^^ ^SS^Xl-^ f^Khario;ie?íh?—^ ^ a 24nena.-.-^U ^^^Kfíj,,
U 8'«c, •fi/ 9r.„a /5á#r^'=>
C RistnaK
ftRaclíe
Pungerri
ivreij§z
Vel^ova\ v^^

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0 Knassn^S G o i 5 T ¿ £ ™ ° l 9 < i " ' ; Í ^ - í
-"-.--^'•p.%s^>-^ ; 3 ¿ í ^ ^
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lobructií?- fuolgüvka

fedov \ ' t • 'Lug.

Vechen Bor-íl
" GoPQOez I
[VerdeX <( S . t t a k o b / x ^ - ^ í ^ fP^Wer;» Y J I •;. \Tupich.n'í^--¿jP'ossnovS

C Melaido
KarraXPiL //ll&p^t).. jonodiche
Fettei ' í V " ^ ^ ¿ ^ ^ c ^ " ' ' """
Ma^ogost?!/^^"''
>-3 Jamma//'^"Svorbe ,»^ £> Moiieckulr-«r M I •fwí o • i i ^ uXi<tf\\ , ii,j ,

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Ca"»
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CLyscr ,nlko5m;h,\ ft ILarsk > T ? Í 0.gsHo
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Sophienruheí Larusalt Adsrtt C"í'
Vrndau ^
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Har,5nhaus^-^^^^^i„„

PyLaloyfc^^
lovor'shcv ^
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\ -r^ < * o ^ s J . e n n ? C a d e r b - ^ í )

¡cka'u "orne*

LlibauT, ->»~_„,^___ .\y

bokolriiht
hóenbi Buchhofi

:ime
oall . ^ ® t \ > ' ? l;3^lft>t\iTO>f .„<,.
RSvjntifT / ''jó^j L,nk„vc ;r ) } K \ ^ ^ s r ^ ^ ^ - . -
IjcRkuzi
- - - ^ -^^Nt^W^''
'^Olan^t^
f^'fnmnrsatt OVot)0|n,k,J l ^ b o l i ^

Memel I Í T ^ - Í T ! ^ 'Kulie P ' 9 % ¡ S 0 O ^ . ™ „ J o k o - . Of-lirmH,. KoplajS^ndTüNíZaSÍ^SÍSsDnssa"; » ?!

Idoy
^ ' ' ' ' ^ ^ ^ ' l ^ í ^ ^ í ^ ? ™ ^ ""ii
^^ic,.,^^^f".fot: :k ;]^^^^'T^'í"™

ñkatteníl/^—---' Alcksota5
n-gobcrg/ Au>44n,

)penitc|S
^

"T

S I Ü N O S
Campo atrincherado w
/'/.s^a fuerte Q
Fuerte ^
ferrocarh/es
Carreteras „
Terrenos pantanosos -------
ESCALA EN KILÓMETROS
o 'o fis 30

MAPA DE LIVONIA CON EL AVANCE ALEMÁN A PARTIR UKL DÍA 1.' DE SEPTIEMBRE

1." de Septiembre a M a H M i M i ^ 15 de Septiembre BaaM^MBan

 '^•o

SIGNOS
Ferrotarriles ^ ^ _ _
Carreteras = = = =
ESCALA EN KILÓMETROS

1-'
>

>

• >
 LA GUKRRA ILUSTRADA'

KESTQS DE LO QUE FUÉ ESTACIÓN DE FAKBUtí, RECONQUISTADA POR LAS TROPAS CANADIENSES (Fot. Central Sews)
 LA GUERRA ILUSTRADA
causan estragos. Pero la censura no deja circular una no-
ticia siquiera de Lan triste asunto. Y la gcnle solamente
lee algunos datos referentes a las bajas de sangre. Deci-
mos algunos porque es evidente que todos los beligerantes
ocultan parte de las bajas que han tenido durante la cam-
paña.
No se permite publicar datos acerca de las enfermeda-
des que reinari en las trincheras, para que la gente no se
horrorice y a fm de que los mismos soldados no se des-
corazonen. Sin embargo, están conformes todos los mili-
lares viejos que guerrearon en nuiclias campañas, en que
el número de enfermos en una guerra de larga duración
equivale al 75 por 100 de las bajas de sangre. Si éstas son
Casa de labranza del poblado de San Gabriel, donde tienen instalados los soldados italianos una ambulancia de sanidad
y un depósito de agua para sus tropas
aproximadamente once millones—que deben ser más—las
causadas por enfermedades ascienden a ocho millones y
cuarto. De estas bajas, una cuarta parte es definitiva. Dos
millones sesenta mil soldados han muerto en los hospita-
les, en las mismas trincheras—suicidios, muertes repen-
tinas ocasionadas por el horror de la batalla—en los ma-
nicomios, o pisan aún la tierra sin verla sumidos en las
tinieblas de una ceguera incurable.
La guerra ha hecho más tísicos que el trabajo, más de-
mentes que el ajenjo, más paralíticos que los excesos, más
idiotas que la miseria.
En las trincheras ha pululado y pulula el germen del
tifus, el bacilo de la tuberculosis, el parásito de las fiebres
malignas, y en sus laberintos inmundos bate sus alas el
demonio de la demencia que arrebata la escasa razón de
los hombres.
Todo cuanto han dicho los periódicos acerca de las
magníficas condiciones higiénicas de los combatientes es
pura bambolla. En el frente francés y en el ruso, en el
servio y en el rumano el tifus ha hecho estragos en las
filas de los aliados y de los austro-alemanes; más aun en
1629
las do los lui'cos y búlgaros. Conlra el tifus no han valido
las vacunas, ni las precauciones, ni los remedios, lia cau-
sado y causa casi tantas víctimas como las balas—si hay
que dar fe a lo que dice lü Fjord y lo que la sana lógica in-
duce a creer.
Asegura el diario noruego que desde el principio de la
guerra han ingresado diez millones de soldados en los hos-
pitales y que de ellos han muerto un millón novecientos
cincuenta mil. Han sido licenciados por demencia incu-
rable ciento veintidós mil soldados, y veintiséis mil ata-
cados de amnesia. La enfermedad que ha causado más ba-
jas es el tifus, que ha dejado sin vida a un millón treinta
mil hombres.
(í'ot. Central News)
LA GUERRA DE LOS CIEN ANOS
No se trata de la que iniciaron Felipe de Valois y
Eduardo III, sino de la actual, de la que tanto daño causa
al mundo entero. Varios periódicos españoles a la vez han
descubierto el secrelo que como oro en paño guardaban
las cancillerías. Se sabe ya de un modo positivo, pues de
lo contrario no lo dirían esos diarios ni lo permitiera
estampar la censura, que la guerra durará unos cien años.
¿Alguien lo duda? Oído al parche :
«El gobierno de los Estados Unidos del Norte de Amé-
rica ha tomado las medidas oportunas y necesarias para
organizar un ejército de 4.500,000 soldados. Está dispo-
niendo lo preciso para que puedan pasar a Europa 6,000
hombres cada mes, con armas y bagajes.»
A 6,000 hombres por mes, los norteamericanos habrán
enviado a Europa 3.600,000 en cincuenta años y no es mu-
cho suponer que por entonces, y viendo que la lucha con-
tinúa, aumentarán algo la cifra primitiva y llegarán a los
siete millones de soldados. Lo que no se explica fácil-
mente es la idea que ha tenido Mr. Wilson de alistarlos
 í6no LA GUERRA ILUSTRADA
Aspecto que presenta un campo del frente occidental, en el que operan los nuevos lanzallamas franceses
(Fot. Central Neics)
ahora, pues se nos aaloja que los que abandonarán los
puerlos de la Unión en 1960 o 65 no estarán ya para mu-
chos Lrotes guerreros, como no se haya descubierto por
entonces la auténtica agua de Invenza. ¡Qué enormidad
de años! ¡Qué atrocidad de guerra! ¡Qué sustos dan los
periódicos!
DOCUMENTOS HISTÓRICOS
DISCURSO DE LLOYD GEORGE
Con motivo de haber sido nombrado ciudadano de
honor de una población de su tierra, el «primero» inglés
fué a dar las, gracias a sub nuevos conciudadanos del País
de Gales. Se le dispensó un entusiástico recibimiento, y
Lloyd Georgo pi'ouunció un discurso, diciendo :
«Vuestros docks de Birkenhead están siempre llenos de animación a
pesar de los submarinos alemanes, y yo digo, sin espíritu de vanidad,
que eso3 docks continuarán llenos de vida hasta i\ fin de la guerra.
"Toda la causa de loa aliados y l a libertad del mundo dependen de nues-
tra supremacía en el mar, y estoy seffuro de que haremos algo más que
mantener esa supremacía.
"Los hombres de Estado alemanes y la prensa alemana se han encon-
trado en un gran compromiso para explicar a su pueblo las cifras que yo
he dado recientemente en la Cámara de los Comunes respecto a la guerra
submarina y la capacidad de nuestras oouatrucciones marítimas que eran
exactas.
"Las cifras que he dado son absolutamente exactas, y esto pone térmi-
no a las esperanzas de victoria del enemigo.
"Estoy absolutamente convencido de que los submarinos alemanes no
«eran nunca capaces de abatir la potencia de nuestro Imperio o de re-
ducir por medio de sus grandes esfuerzos las esperanzas de alianza.
"Es necesario confesar que las recientes noticias de Busia no son bue-
n a s ; es más, que son inquietantes; pero pensé siempre, después de que la
revolución tuvo lugar, q„e ésta tendría como consecuencia la de retardar
la victoria.
"Yo tampoco esperaba un reatableoimiento más rápido de Eusia; pero.
a pesar de todo, no nos queda otro recurso que el de tener paciencia.
»Si Rusia fuera vencida y humillada bajo la dirección del gobierno re-
volucionario, los grandes territorios rusos serían ocupados por el enemi-
go y muchos de ellos arrancados para siempre del mapa de Rusia.
"Hablando de Riga, que hace pocos momentos han capturado los ale-
manes, la llaman ya la Riga alemana.
))E1 crédito de los gobiernos democráticos ruso y algunos otros está en
peligro. Ningún pueblo puede olvidar su sistema de gobierno que no fuera
capaz de defender a su país contra el invasor. No es ésta una de las me-
nores glorias de la República francesa, en la que sus hijos, harapientos,
muertos de hambre, sin correajes, hayan podido rechazar los ejércitos
del invasor y mantener a la Francia libre. No debemos publicar que los
jefes rusos reparan la máquina, que se ha roto por sí misma, y bajo el
fuego del enemigo tratan de reparar las consecuencias de signos de mala
administración, y deben ser pacientes y estar llenos de confianza de que
al fin ellos triunfarán. Saben muy bien que si los ejércitos del Kaiser
llegan hasta Petrogrado no será para establecer en Rusia el reinado de
la Libertad. También saben que, si es noble rendir un culto al relicario
de la Libertad, la defensa de ese relicario no puede hacerse con guirnal-
das. Las hordas prusianas las destruirían rápidar ente. No me preocupa
el efecto de esta derrota más que porque sobre todo sé que esta derrota
tendrá una influencia perniciosa sobre los intereses de la causa democrá-
tica en el mundo entero. Pero este es un juicio adoptado sin tener en
cuenta que todo lo que ocurre sería injusto precedentemente. Si la de-
mocracia rusa no h a recibido aún el entrenamiento que la hiciera capaz
de combatir al gran Imperio con eficacia y firmeza, no hace falta re-
prender al pueblo, sino al sistema, que le priva de la educación de en-
trenamiento con la experiencia en la responsabilidad que da a una raza la
capacidad para gobernarse bien. Debemos estar de pacientes con la na-
ción que fué librada de una opresión de muchos siglos por un cataclis-
mo. Le hace falta tanto tiempo a un pueblo oprimido p a r a acostumbrar-
se a la libertad, como a un pueblo libre para acostumbrarse a la opre-
sión. Las tentativas alemanas encaminadas a sembrar las disensiones
entre los aliados existen y no han fracasado del todo. ¿Por qué Ale-
mania no ha invadido a Rusia hace varios meses? Los alemanes cu-
brieron el país, no con ejércitos, sino con batallones de agentes, cuya
misión era la de sembrar la desconfianza, la sospecha y el odio con-
t r a los aliados y entre los rusos. Si Alemania ha invadido hoy a Bu-
sia con sus cañones es porque sabe que sus maniobras han fracasado. En
la gran conferencia de Moscou no ha habido distinción entre los parti-
dos. Los hombres de todos los partidos declararon adherirse a la causa
de los aliados y proclamaron la lealtad a Rusia en sus compromisos. Las
antiguas tentativas alemanas de infundir en toda Rusia que la guerra
era el resultado de las maniobras de Inglaterra no han producido efecto.
 LA GUERRA ILUSTRADA
»Lo9 ruBo3 saben muy bien que eso es una calumnia. Es más, es una
mentira. La guerra comenzó al este y no al oeste. Eusia fué empujada
la primera porque se convirtió en el campeón de la causa servia. Fran-
cia fué empujada porque se había comprometido, por medio de un solo
Tratado, a ayudar a Rusia en el caso de que ésta fuera atacada. Bélgica
fué arrastrada a la guerra porque se encontraba en el camino directo
hacia Francia, y la Gran Bretaña fué empujada a su vez porque ae
había- comprometido a defender a Bélgica. Eusia fué la primera en la
pelea y no la última, y esto lo saben los jefes de la democracia. He aquí
por qué fueron inquebrantables en su lealtad a la causa aliada, a pesar
de todos los subterfugios, de todas las maniobras y de todos los deseos
prusianos. Si Eusia hubiera sido demócrata en 1914, no hubiera permi-
tido que el país, los hombres, las mujeres, sus familias, su raza, fueran
echados a puntapiés por la confederación de las autocracias militares.
Democracias ciertamente y no autocracias son las que defenderán a los
débiles, y cualquiera que ose decir que la democracia rusa no hubiera
defendido a Rusia en 1914, hace una injuria a Eusia.» «Por todas estas
razones—terminó diciendo Lloyd George—, yo pido a mis auditores que
conserven la fortaleza de su corazón; puede haber senderos rocosos que
pisar, y los pisaremos. Los senderos pueden ser manchas de sangre; pero
llegaremos a las cimas, y entonces veremos ante nosotros valles y pla-
-icie'3 de un mundo nuevo.»
LÍAMAMIENTO AL EJÉRCITO
La oficina de la prensa rusa en París ha facilitado el
texto del llamamiento dirigido al ejercito ruso por el So-
viet. He aquí algunos párrafos :
«Camaradas soldados : Uno de nuestros ejércitos flaquea. Regimientos
enteros retroceden ante el enemigo. Parte de nuestro frente se haUa
roto. ¿Quién tiene la culpa? Aquellos que habían desorganizado al ejér-
cito, aquellos que en el momento más crítico no obedecieron las órde-
nes del alto mando, aquellos igualmente que en lugar de obedecer per-
dieron el tiempo en inútiles discusiones.
«Muchos han pagado cara su falta. El fuego enemigo los segó por la
espalda.
»Camaradas soldados: Si esta lección sangrienta no os basta, no
habrá salvación para Eusia.
«Basta de palabras, pasemos a los hechos. Hemos reconocido al go-
bierno provisional como el salvador de la revolución, le hemos conce-
dido poderes ilimitados. Desde ahora sus órdenes tendrán fuerza de ley.
Marinos norteamericanos ensayando sobre un blanco loa grandes cañones del gran acorazado
(Fot. Central News)
1031
Aquel que no obedezca las órdenes del gobierno provisional ante el ene-
migo será tratado sin piedad como traidor a la patria.
«Camaradas soldados: Queréis una paz duradera, queréis la tierra
y la libertad; sabed, pues, que sólo una victoria completa puede con-
ducir a una paz duradera para Eusia y para todos los pueblos.
))A1 retroceder ante los ejércitos del Kaiser vais a perder la tierra y
la libertad, vais a perder la paz, pues los imperialistas alemanes ven-
cedores os obligarán a combatir muchas veces en defensa de sus inte-
reses.
«Soldados del frente: No toleréis en vuestras filas ni la traición ni
la cobardía. Que cada uno se deje m a t a r antes que retroceder un paso.
No hay más que un camino ante vosotros : el que lleva hacia adelante.
«Soldados del interior ; Preparaos para ayudar a vuestros hermanos
del frente. Cumplid las órdenes de vuestros jefes durante el combate.
La duda o la desobediencia son peores que la traición.
«Soldados : El proletariado de Eusia y del mundo entero tiene puesta
su esperanza en vosotros. El fracaso de la revolución sería un desas-
tre universal.
«Sed valerosos, disciplinados y tenaces. ¡Salvad a la p a t r i a ; salvad
a la revolución!»
HECHOS CULMINANTES
2 de Septiembre. — Los alemanes atraviesan el Dviria
sin encontrar resistencia. El ejército ruso.^ desmoralizado
e indisciplinado, se retira sin pelear.
3 de Septiembre. — Los alemanes se apoderan de la
ciudad de Riga sin hacer prisioneros. Los rusos se reti-
raron sin combatir. Aun cuando previsto el caso, produce
profunda impresión en Rusia la caída de la ciudad.
4 de Septiembre. — Mejorado el tiempo, el ejército in-
glés reanuda la acción de su artilleria en Flandes, que
preanuncia nuevos combates de infantería.
6 de Septiembre. — Los rusos prosiguen su retirada
hacia el Este; pero los alemanes no avanzan. Solamente
algunos regimientos de caballería procuran hostigar a los
rusos.
Un despacho alemán dice qué en Riga capturaron los
Oklahnvia
 1632 LA GUERRA ILUSTRADA
Barcos de la marina siamesa anclados en la ría de Bangkok, metrópoli del reino de Siam, que ha declarado la guerra a loa Imperios centrales
(Fot. Central News)
i/crmanos muchos cañones y que en lodos los días de
ofensiva lian hecho 7,500 prisioneros.
7 de Septiembre. — Los italianos alaean repelidamcii-
le el monlc San Gabriel y hacen 611 prisioneros; pero la
cumbre de la montaña queda en poder de los austríacos.
Los alemanes cesan en su ofensiva del frente norte de
Rusia.
9 de Septiembre. — Doscientos cincuenta mil reclutas
v.nrlea.mericanns empiezan a recibir instrucción militar
en distintos campamentos.
hl ministro de la. Guerra de los Estados Unidos ha dis-
unesto que se active la construcción de artillería de grue-
so y mediano calibre.
10 de Septiembre. — El ministro de Estado de Was-
If'nqlon afirma que el representante de Suecia en la. Ar-
'irnlina Iransmile a Estocolmo despachos del represen-
Itíiitc de Alemania cifrados. Uno de esos despachos decía
que los buques argentinos, si son torpedeados, conviene
que lo sean «sin dejar rastro».
Estos hechos producen enorme impresión.
11 de Septiembre. — El generalísimo Kornilov conmi-
)ui a Kerenski a que dimita su cargo, a fin de asumir él
los poderes civiles y militares.
Kerenski detiene al antiguo presidente Lvov que se
encargó del mensafe del general y adopta muchas pre-
cauciones para no permitir la dictadura militar que Kor-
h.ilov pretende. Dimiten algunos ministros. Kornilov es
destituido de su cargo de generalísimo.
12 de Septiembre El gobierno argentino entrega los
pasaportes al ministro alemán conde Luxburg, dicién-
dole que ha cesado de ser persona grata.
Las tropas del general Kornilov marchan contra la ca-
pital de Rusia. Kerenski organiza la resistencia y manda
detener a muchos sospechosos.
13 de Septiembre Combales de avanzadas en el
ejército de Maeedonia.
Kerenski se nombra a si mismo generalísimo de los
efércitos rusos.
ha muchedumbre saquea varias Heridas de alemanes
en Buenos Aires.
En el próximo n ú m e r o publicaremos el retrato del general De Langle Cary; el mapa del golfo de Riga y o l de la r e g l ó n
del l a g o Okrlda (Maeedonia), en oolores, y retratos y grabados de actualidad e n n e g r o
14 de Septiembre. — Los rusos atacan a los austríacos
al sur de Sulka, se apoderan de una loma y hacen 'ICO pri-
sioneros.
Tropas alemanas atacan las posiciones francesas del
norte del bosque de Courriéres y loman las trincheras de
primera linea.
NOTAS
LOS OBREROS RUSOS
Un periódico francés da algunos detalles acerca de la repercusión
que ha tenido en la carestía de artículos de primera necesidad el au-
mento enorme exigido por los obreros y braceros ruaos a raíz de la re-
volución. Todos los proletarios, teniendo por primera vez dinero abun-
dante y menos horas de trabajo, quieren indemnizarse de sus antiguas
privaciones y compran y compran sin contar hasta que se lea agota el
oro. De ahí que muchas industrias no puedan satisfacer las demandas
y que el precio de casi todas las mercancías aumente hasta lo incon-
cebible. Un traje de lanilla cuesta 500 pesetas; un sombrero de paja
que en Italia se compra por dos pesetas, vale 35. Pero tales precios
no asustan a los obreros y menos a las obreras, las cuales se han dado
ahora, con gran entusiasmo, a la coquetería y al lujo. Algunos objetos
se disputan con verdadero frenesí. Como uno de los más escasos es el
calzado, los zapateros, para no estar de continuo asediados por los
compradores, recurren al sistema de anunciar que tal día pondrán a la
venta 500 pares de calzado, invitando a los clientes a presentarse pro-
vistos de un número de orden. Pero los compradores llegan ya la noche
anterior y se instalan en la acera provistos de un petate, dando así el
aspecto de un campamento a ciertas calles. Los cinematógrafos rebo-
san gente: los restaurants caros se ven invadidos por los obreros, y lo
propio sucede con las tabaquerías de lujo.
TRANSPORTE RÁPIDO
Lo es el de los heridos que desde los campos de batalla son llevados,
por medio de aeroplanos, a ciudades lejanas. No hay camilla, ni coche,
ni vagón que se deslice con la suavidad de un aeroplano. Gracias a ella
los pobres heridos apenas padecen durante el transporte. La primera VO.T
que se empleó tal medio fué cuando la retirada del ejército servio. A un
jefe trances se le ocurrió recurrir a él teniendo que transportar a trece
heridos graves que debían ser evacuados hacia la costa. Uno de los heri-
dos fué llevado en dos vuelos de Mitrovitza a Prizrend y de Prizrend a
Valona (320 kilómeros) en menos de tres horas. Los otros heridos se lle-
varon a Scútari, que dista 150 kilómetros de Prizrend, y todos pudieron
recobrar la salud gracias a los padecimientos qxie les ahorró el trasporte
aéreo.
 HISTORIA D E LAS
NACIONES
SISISISISISISMSMIS
GRECIA
faraoBRA TRADUCIDA D E L
INGLÉS POR GUILLERMO
DE BOLADERES IBERN Icl

POPULAR. CONCISA. ÍSÍS1S3>

PINTORESCA Y AUTORIZADA
RELACIÓN DE CADA UNA
DE LAS NACIONES DESDE
LOS TIEMPOS MAS REMOTOS
HASTA NUESTROS DIAS}S(9

«g<SiglS8»MS>;Sig CONTIENE LOS

MAS FAMOSOS CUADROS HISTÓRI-
COS DE ARTISTAS DE TODAS LAS
NACIONES 3BSí99SS9!«SíS!fiS^JS^

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