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Vos y Yo

Vos y yo sabemos que nos sobran los nombres, que no hace falta que te ponga
etiquetas, que da lo mismo el color de tus ojos, el largo de tu pelo o el firme de mis
tetas. Vos y yo sabemos que está demás el mundo cuando siento tu aroma y acaricias
mi pelo jugando con las sombras que guardan mis anhelos. Vos y yo sabemos que la
vida no es una, que hay miles de momentos en los que nos reunimos para hacer de un
minuto una cinta de luna. Vos y yo no decimos nunca lo que sentimos, jugamos con
las letras y con los sinsentidos. Vos y yo nos queremos de esa manera triste en que
quieren los muertos del pasado infinito. Vos y yo nos queremos alegres en el tiempo,
en el pasado nuestro, en el presente de ellos. Vos y yo no tenemos un futuro en
común, una casa, un jardín y un gato come atún. Vos y yo nos tenemos en la mente
tan solo, en los días sin fin del deseo remoto. Vos y yo compartimos más de una
verdad, una tarde, unos mates, y algún beso casual. Tenemos tantas cosas por las que
replicar, tantas tardes perdidas y noches sin hablar. Tenemos una casa en un mundo
ideal, unas velas al viento, una luna y un mar. Tenemos los recuerdos de risa juvenil,
de deseos confusos, de aprender a vivir. ¿Qué decir compañero, qué más puedo
pedir? Tengo de ti los sueños, el amor infantil. De vos tengo el recuerdo, el aroma y
la voz, los cantos a la luna, el sabor de tu voz. Vos y yo lo sabemos compañero ideal,
que tan solo en los sueños nos podemos amar, que la vida son trenes que dejamos
pasar, que el tiempo no se vuelve para mirar atrás, que los instantes pasan, no se
dejan pescar, que el tiempo siempre pasa y nos deja parados mirando el más allá.
Pero vos y yo sabemos la única verdad, las cosas nunca pasan si las dejas estar, ni
vos ni yo diremos la palabra final, seguiremos en sueños, miraremos pasar el tren
que no tomamos en aquella estación, ese tren sin paradas que no da dirección. Pero
vos y yo comprendemos la razón, las formas las decisiones y tal vez la intención.
Valen más nuestros sueños, vale esta desazón de vivir en palabra y en alguna
obsesión, de tener por bandera la mutua comprensión de sentir la mirada de la nada
en la voz. Vos y yo sabemos que no hay un vosotros sin nosotros, que importa si lo
entienden o que creen los otros.

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