EDICION TRIMESTRAL DIGITAL Revista de Sociología

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STAFF:

EDITOR RESPONSABLE
Histórica
• Guillermo G. Fernández Amado A Ñ O 1 — N Ú M E R O 1 O C T U B R E 2 0 1 0

Resumen
• email:ggfamado@hotmail.com

PROPIETARIO
• Guillermo G Fernández Amado

• CUIL:20-22719318-3
El propósito:
La revista de Sociología Histórica se
DOMICILIO LEGAL DE
caracteriza por ser un espacio dedicado al
LA PUBLICACION
análisis tanto de problemas teóricos y meto-
• Rep. Del Líbano 2498. Quilmes,
dológicos de la investigación sociológica e
Buenos Aires, Argentina. CP
1878. histórica, como de las sociologías y corrien-
tes historiográficas especializadas, entre ellas
ISSN: 1853-3116
política, urbana, cultural, económica, social,
rural, del trabajo, de género y nuevas tecno-
logías, entre muchas otras con las cuales se
ha enriquecido el quehacer científico social a
partir del siglo XIX.
En resumidas cuentas, la revista se dedica al
estudio de aspectos históricos del pensa-
miento y a la investigación sociológica en
general.
Por ello, la revista constituye un importante
foro que otorga visibilidad a las aportaciones
de la comunidad científica social internacio-
nal, con foco en estudios hispanoamericanos.
Cabe subrayar, en este sentido, que la revis-
ta publica investigaciones relevantes de gra-
duados e investigadores principiantes, así
como de estudiantes de posgrado, con el fin
de mantenerse como un medio de actualiza-
ción académica permanente y de diálogo
entre instituciones, autores y corrientes de
pensamiento.
Durante estos años, la revista pretenderá
publicar de manera ininterrumpida artículos
de toda la comunidad académica en su con-
junto, incluyendo profesores, teniendo su
difusión por medio de Internet y de forma
gratuita, invitando a todos los interesados a
acercarnos los artículos de interés para su
publicación.

Betances y la colonia cubana en París (1895-1898) Condiciones sociales. Rubén Pons Carda 1
Migración de mujeres de América Latina y Caribe hacia España como Domésticas. Claudia Moles Pintor 7
Arte y Anarquismo. El concepto ácrata del arte. Síntesis de Musa Libertaria, de LiliLitvak. Laura P. Tomás Bueso 9
Reflexiones sobre la Guerra Fría. Manuel Perez Lecha 16
CONTENIDO => Cacicato en la Restauración Española. Comparación con el Clientelismo Latinoamericano. Guillermo G. Fernández Amado 19
Seminario de Capital Humano y Flujos Migratorios. Roberto Santiago Álvarez 34
La Sociedad Abolicionista Española. ¿Grupo de interés o de promoción? Rubén Pons Carda 36
La cuestión historiográfica en el tratamiento del colonialismo y del exterminio de pueblos originarios. Guillermo G. Fernández Amado 44
La formación y el desarrollo de la política cultural europea: fundamentos y modos. Laura P. Tomás Bueso 56
El derecho de préstamo en la biblioteca pública. Claudia Moles Pintor 60
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Artículo: Betances y la colonia cubana en París
(1895-1898) Condiciones sociales
Autor: Rubén Pons Carda
Máster en Estudios Contemporáneos
Investigación Avanzada
Universidad Jaume I
España
Introducción a Betances
En el siglo XIX Ramón Emeterio Betances fue el
revolucionario puertorriqueño por excelencia y el
forjador del más avanzado proyecto revolucionario
antillano concebido en el establecimiento de la
Federación Antillana. Betances luchó con igual
denuedo por la independencia de Cuba como por la
conservación de la independencia y por la
democracia en la República Dominicana y Haití. Se
puede decir que Betances fue un patriota de
dimensión antillana y es considerado por un sector
muy importante de la opinión pública puertorriqueña
el “Padre de la Patria Puertorriqueña” y “el último de
los Libertadores latinoamericanos del siglo XIX”.
1 vez, tras apoyar el movimiento dominicano en
Betances nace el 8 de abril de 1827 en Cabo Rojo,
localidad de la costa occidental de Puerto Rico,
entonces colonia española. Su familia era criolla
dominicana, por parte del padre, y criolla
puertorriqueña, por parte de madre; se dedicaban al
comercio local y poseían tierras en la región,
además de una hacienda con varios esclavos. Eran
de ideas liberales y tenían cierta relación con la
masonería.
1 3
Estrade, Paul. Iniciación a Betances. Casa de las
Américas, La Habana, 2008 (pág. 7).
ISSN: 1853-3116
Ramón Emeterio marchó a los 12 años de edad a
Francia, para cursar estudios de bachiller en Tolosa
y allí es dónde parece empezar su carrera
revolucionaria, en las barricadas de febrero de 1848
e que propiciarían la Segunda República francesa;
contaba entonces 21 años de edad. En 1850 se
traslada a París para seguir los estudios de
Medicina que culminaría en 1855 con una tesis
sobre las causas del aborto. Vuelve a Puerto Rico y
comienza a ejercer la medicina como cirujano en
Mayagüez, donde ejercerá una gran labor durante
una devastadora epidemia de cólera. Pero sus
gestiones y propaganda abolicionistas, que se
extienden rápidamente entre la población, son
advertidas por las autoridades y es expulsado de la
isla en junio de 1858. Es en este periodo cuando se
cree que empieza a preparar la sublevación de
Lares y comienza un largo periplo en el exilio, con
breves estancias en su patria.
Tras una estancia en París vuelve a Puerto Rico a
finales de 1859, ejerciendo de nuevo la medicina,
compaginándola con la atención a los pobres y el
bautismo de negros para librarlos de la esclavitud.
Pero en junio de 1864 es desterrado por segunda
contra de la reincorporación de la República
Dominicana a la corona española. A mediados de
1865 ya está de regreso trabajando en Mayagüez,
dónde fundará en 1867 la logia masónica “Yagüez”,
2
núm. 10, con claros fines libertarios. Viaja a Nueva
York y Santo Domingo, donde constituye sendos
comités revolucionarios por la independencia de
Cuba y Puerto Rico junto a otros activistas como
Basora o Ruíz Belvís.
El 23 de septiembre de 1868 tiene lugar el
alzamiento del ejército libertador puertorriqueño en
2
Estrade, Paul. Iniciación a Betances. Casa de las
Américas, La Habana, 2008 (pág. 29).
Lares, planeado por Betances y sus correligionarios.
Forman un gobierno provisional que abole la
esclavitud y suprime la libreta de los trabajadores.
Pero a los dos días las tropas españolas derrotan a
los sublevados y el ejército revolucionario se retira.
Los jefes rebeldes son condenados a muerte y
Betances (que entonces se hallaba en Saint
Thomas) fue considerado el director de la rebelión
tras un juicio.
Tras un periodo en el que busca recabar apoyos
para la causa antillana en Estados Unidos y algunos
estados latinoamericanos, marcha definitivamente al
exilio en 1872. Establecerá su domicilio en París y
allí ejercerá de reportero periodístico para diversos
medios, escribiendo duras críticas sobre la política
exterior española y denunciando el continuismo de
la trata en Cuba. Durante sus años en París
mantendrá siempre su lucha por unas Antillas libres,
siendo delegado del partido revolucionario cubano
en París y representante de la Legación dominicana
en la misma ciudad. El intenso trabajo
revolucionario de Betances provocará que el
embajador español en París escriba una carta a su
gobierno explicando que el puertorriqueño “es una
de las personalidades más peligrosas de las que
3
residen en esta capital”. Será en esta época
cuando establezca contactos con republicanos
españoles exiliados en París, entre ellos Ruíz
Zorrilla y Nicolás Salmerón.
Betances realizó una intensa labor de apoyo
ideológico y logístico en el transcurso de la última
guerra en Cuba (1895-1898), recaudando fondos
para el ejército libertador y promocionando la causa
independentista. Acabaría sus días gravemente
enfermo en una clínica cercana a París, viendo
Estrade, Paul. Iniciación a Betances. Casa de las
Américas, La Habana, 2008 (pág. 47).
Página 1
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
cómo su patria acababa sus días bajo dominio
español, pero empezando la era bajo el yugo
norteamericano. Falleció el 16 de septiembre de
1898 a los 71 años, pero habiendo vivido menos de
veinte en su patria.
Ramón Emeterio Betances
La colonia cubana en París
A partir de 1868 París acoge a numerosos
cubanos como consecuencia del inicio de la Guerra
de los Díez Años. En esos momentos llegan los
exiliados políticos, que se añaden a los ricos
aristócratas, sabios, artistas y hombres de letras
que durante la primera mitad del siglo XIX ya se
habían establecido en París. Estas familias ricas
tenían su residencia en París, pero mantenían los
negocios en Cuba, en su mayoría con intereses
azucareros, pro-esclavistas y pro-españolistas.
Según Paul Estrade, “los señoritos y los
acomodados constituyen sin lugar a dudas el
grueso del contingente cubano”. Así, los exiliados
ISSN: 1853-3116
políticos en Cuba serán una minoría y entre ellos
podremos encontrar al conde de Pozos Dulces, Ana
de Quesada de Céspedes, Betances, José
Francisco Ruz, José Ramón Betancourt, Domingo
4 clave para estudiar su modo de vida. En torno al
Cartaya, etc.
En el último cuarto del siglo XIX la colonia cubana
se acrecienta y reafirma, en los barrios distinguidos,
se establece en apartamentos suntuosos, que se
convierten en lugares de reunión no solo para los
hispanoamericanos, sino también para lo más
selecto de la sociedad parisina. Tras el grito de
Baire (24 de febrero de 1895), la represión y la
inseguridad provocan el éxodo escalonado de
nuevas familias entre 1895 y 1898. Llegan a París,
entre otros, Luís Estévez y su esposa, Marta Abreu.
Pero aún así, la mayoría de la colonia cubana en
París continúa viviendo allí por voluntad propia, no
por motivaciones políticas ni por haber sido
expulsada de su país.
Según Paul Estrade, la colonia cubana en París
entre 1895 y 1898 consta de unos 300 miembros,
aunque él mismo advierte la imposibilidad de
ofrecer datos exactos y certeros, dada la
complejidad de la investigación y la ausencia de
censos que separan a españoles y cubanos (eran
considerados españoles hasta 1898). Estrade
advierte que no hay desclasamiento en la mayoría
de la población cubana exiliada en París: los
rentistas continúan recibiendo sus rentas, los
médicos continúan ejerciendo su profesión, y así la
gran mayoría. La colonia cubana en París era en su
conjunto muy rica, tanto en los últimos años del
siglo como en décadas anteriores. Los ricos en
Cuba continuaban siendo ricos en París, es decir,
4
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 14).
que nunca perdieron su estatus ni su posición
social, sólo cambiaron de lugar.
La localización de sus domicilios puede resultar
90% de los cubanos se concentraba en los barrios
más residenciales y más caros de la capital como
se puede ver en el siguiente plano elaborado a
partir de uno similar de Paul Estrade:
Otro dato que nos indica la riqueza es que la
mayoría de miembros de la colonia se marchaban
de París en la época de veraneo: en julio, agosto y
septiembre frecuentaban las zonas de moda en la
Costa Azul, Niza, la Costa Vasca, Bayona, etc. Sólo
las capas altas de la burguesía podían permitirse
estancias en lugares de veraneo.
Las clases que hallamos en la colonia cubana son
altas y medias-altas: la burguesía azucarera y la
pequeña burguesía de profesiones liberales. No
hallamos obreros, empleados, artesanos, ni mucho
menos campesinos o negros. De tal forma, la
colonia cubana en París no puede representar el
sentir del pueblo cubano de ninguna forma, ya que
sólo representa un microcosmos social de ricos
terratenientes y burgueses, una ínfima parte de la
sociedad cubana, aunque eso sí, la parte más
influyente. Se les puede llamar como la
“sacarocracia” cubana y hallamos una veintena:
Marta Abreu, Tirso Mesa, Juan de Pedro Baró,
Página 2
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Francisco G. de Urbizu, José de Zayas o la familia
Terry. Estos últimos, Antonio y Emilio Terry, reflejan
a la perfección el lujo en el que se desenvolvían en
París. El primero propietario de un central en Las
Villas, banquero y aficionado a la hípica; poco
interés mostró por el devenir político de Cuba. En el
caso de Emilio, éste sí se ocupó en asuntos
políticos cubanos. Accionista de sociedades,
propietario de un ingenio en Limonar y un gran
central en Cruces, que le convertían en el primer
productor de azúcar del mundo hacia 1895. Era
diputado por Santa Clara ante las Cortes
Españolas. Su inmensa fortuna le permitió adquirir
uno de los castillos más bellos a orillas del Loira, el
de Chenonceau.
Pasemos al estudio de la pequeña burguesía,
importante grupo social de hombres de ciencia,
abogados y escritores; mantenían la suficiente
unidad como para caracterizar, junto a la burguesía
azucarera y financiera, la colonia cubana de París a
fines del siglo XIX. Podemos distinguir un grupo de
hombres de ciencia, ligados a la medicina, que
ejercen su profesión en París. Son sobretodo
médicos, cirujanos o dentistas, que dada su
notoriedad moral y su espíritu de cuerpo, forman la
columna vertebral de estas capas sociales.
Hallamos en este grupo a Betances, O. Amoedo,
Suárez de Mendoza, José Francisco Ruz, Sánchez
Toledo, Veyga o Villar Cisneros entre otros.
Otra rama de la pequeña burguesía la forman los
magistrados, abogados y consejeros jurídicos,
formando un grupo más reducido pero con una
fuerza destacada en la colonia parisense.
Encontramos a los Cowley, Estévez, Freyre de
Andrade, Giberga o Millet.
Además, podemos distinguir otra rama de
personajes adscritos a la cultura: escritores,
periodistas y artistas. Encontramos críticos literarios
como Emilio Bobadilla, Raimundo Cabrera y
ISSN: 1853-3116
Enrique Piñeyro, poetas como José María Heredia,
o pensadores como Paul Lafargue. Existía un
notable grupo de periodistas: Bonafoux, Figarola-
Caneda, Mestre Amábile y otros periodistas
esporádicos (Betances, Estévez o A. Ruz). Otros
artistas venían de otros campos como la música (N.
López y José White), la pintura (G. Collado), o el
dibujo (Heredia y Saavedra).
La pequeña burguesía de las profesiones liberales
representa dos sectores de actividades diferentes
(medicina y abogacía, por artistas y escritores), sin
embargo, ambos grupos pertenecen a las capas
superiores de las clases medias urbanas, con
disponibilidad de tiempo y medios de existencia
elevados en general. Se sabe además que con el
tiempo se establecieron vínculos entre esta
pequeña burguesía y la “sacarocracia”: doctores
que eran hijos de hacendados, matrimonios entre
miembros de ambos grupos. Según Paul Estrade,
“esta pequeña burguesía constituye la franja más
cercana a la burguesía, aspira a igualar a ésta, se
5 disponen, pero operan de manera individual y por
complace en imitarla: una mimetoburguesía”.
En síntesis, hallamos una colonia cubana de París
uniformemente acomodada, cultivada y sin
preocupaciones; aún así, las diferencias de clase
siguen siendo claras en su seno y estas aflorarán
cuando se inicia en 1895 la crisis política en Cuba,
agudizando las contradicciones de intereses. La
solidaridad se resquebraja, los grandes propietarios
piensan en sus bienes amenazados y de la
pequeña burguesía surgen los elementos más
radicales de la colonia que responden al clamor
6
patriótico de Martí.
5
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 30).
6
Ídem.
La labor de Betances en París
En 1892 José Martí escribe una carta a Betances
dónde le pide ayuda para “organizar en París un
grupo vigoroso y activo de auxiliadores de nuestra
7
seria y creciente Revolución”. Betances aceptó el
compromiso y comenzó a trabajar para la
constitución de un Comité Cubano en París; desde
entonces será el propagandista y el organizador de
la colonia cubana en París. Cuando estalla la
revolución en marzo de 1895 un grupo de cubanos
en París está listo para actuar a favor de la causa
insurreccional. Betances es nombrado Delegado en
París del Partido Revolucionario Cubano (PRC),
que tenía sede en Nueva York.
Las cosas no serían fáciles, por la actitud poco
interesada, hostil y reservada de la mayoría de la
colonia cubana. Solo unos pocos (Céspedes,
Figarola-Caneda, Conspeire, Betancourt, Mestre
Amábile) hacen “por la patria todo lo posible dentro
de sus campos respectivos y con los medios de que
separado. Nada es concertado, nada coordinado,
8
nada continuado”. En una carta a Juan de Mata
Terreforte, las esperanzas de Betances exponen la
situación en que se encuentra el compromiso de la
colonia parisina: “Aquí no hay nada que hacer con
los cubanos. Todos me huyen como si tuviera la
peste. Primero se irían a Madrid que entrar en un
9
club revolucionario”. Vemos en esta cuestión un
reflejo de la composición social de la colonia: “la
inestabilidad y el individualismo de la pequeña
burguesía se suman al retraimiento y los rodeos de
7
José Martí, Obras Completas, tomo VIII, Ed. Ciencias
Sociales, La Habana, 1975 (pág. 55).
8
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 38).
9
Luis Bonafoux, Betances, Instituto de Cultura
Puertorriqueña, San Juan, 1970 (pág. 307).
Página 3
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
la gran burguesía, raramente dispuesta para
salvaguardar sus intereses, a consentir en un
esfuerzo continuo o a comprometerse de manera
10
definitiva y oficial”.
La principal labor del agente del PRC en París
será la de recaudar fondos para equipar a los
expedicionarios de Cuba. Para conseguirlo utiliza
los medios de comunicación a su alcance: cartas,
periódicos, reuniones informales y apariciones
discretas del Comité. El acoso de las autoridades
españolas era constante y ya hemos mencionado lo
peligroso que consideraban a Betances para los
intereses de Madrid. Betances fue el único miembro
del Comité Cubano cuya labor a la cabeza del cual
fue de dominio público. Los demás integrantes
actúan en la más estricta clandestinidad por temor a
11
las represalias y utilizan seudónimos. Los
miembros constantes del Comité provenían de la
pequeña burguesía de profesiones liberales y en su
mayoría eran médicos. La burguesía azucarera no
recibía con buenos ojos el trabajo revolucionario del
Comité.
Además del trabajo de recaudar fondos para
ayudar al ejército rebelde, otra de las tareas del
Comité era ganar la batalla ideológica en varios
campos. Debían de atraerse a la opinión pública
francesa, ya que en aquellos días el gobierno de
París apoyaba a la monarquía española (¡toda una
República!). No obstante, los obstáculos para
conseguir sus propósitos fueron constantes y
variados: existía una solidaridad notable entre la
10
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 41).
11
Podemos hallar un listado de los seudónimos utilizados
por miembros del Comité en: Estrade, Paul. Solidaridad
con Cuba libre, 1895-1898: la impresionante labor del Dr.
Betances en París. Universidad de Puerto Rico, San Juan,
2001 (Anexo 5, págs. 353-356).
ISSN: 1853-3116
burguesía francesa y española; la propaganda
española respecto a la guerra en Cuba pudo
realizarse sin obstáculos, contando con defensores
locales; los representantes en Francia del Gobierno
español utilizaron sicarios y activas gestiones
diplomáticas para tratar de frenar la voz de los
emigrados cubanos; incluso parece ser que se
destinaron fondos para subvencionar “buenas
12
crónicas” de los periodistas franceses.
Ante esta avalancha mediática pro-españolista, la
influencia de la prensa favorable a Cuba puede
parecer irrisoria y las ocasiones en que Betances
pudo conseguir hacer declaraciones públicas en
poca medida podían equilibrar la balanza. Pero se
intentó en varios frentes ideológicos: acercar la
colonia a la causa de la independencia, hacer un
llamamiento de solidaridad con las naciones
antillanas, exponer las causas y objetivos del
alzamiento a la emigración española, tratar de hacer
ver al pueblo francés que su tradición de
emancipación e incluso su interés económico se
halla en ayudar a la causa cubana, la causa de la
libertad.
Así, la primera tarea para ganarse a la opinión
pública será exponer los principales problemas
cubanos: demostrar que en Cuba se desarrollaba
una verdadera guerra de liberación nacional;
explicar las causas de la guerra, que no era un acto
insensato, que la insurrección era consecuencia de
la intransigencia de los gobiernos españoles, del
pillaje sistemático de los recursos isleños, de la
crisis económica, de la corrupción y que la situación
era insostenible; destapar los actos de represión
12
Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid.
Correspondencia de Embajadas y Legaciones, Francia
(1897-1904), leg. 1534. Citado en: Estrade, Paul.
Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la impresionante
labor del Dr. Betances en París. Universidad de Puerto
Rico, San Juan, 2001 (pág. 50).
española, entre ellos incendios, encarcelamientos
masivos, deportaciones, violaciones, torturas,
ejecuciones; denunciar la violación de las leyes de
la guerra por parte del ejército español en Cuba;
proclamar la verdad sobre el desarrollo de la
insurrección, ya que las noticias que llegaban de
Cuba eran tergiversadas, maquilladas o en algunos
casos totalmente falsas, a favor de los intereses del
ejército español; exponer los objetivos de la
revolución, la independencia total, negando
cualquier solución anexionista o que limitara la
soberanía cubana; demostrar la unidad de los
revolucionarios; revelar la bancarrota en España
con la intención de desacreditar su situación interior.
A partir del verano de 1896 se detecta una
evolución favorable a la causa cubana tanto en la
opinión francesa como en las adhesiones
individuales dentro de la colonia cubana; eso sí,
dentro de los límites que marcaba una
preponderancia de la influencia española en
Francia.
Los escritos del Comité Cubano en París
ocuparían las páginas de diversos periódicos como
L’Intransigeant, Le Jour o Le Temps, y formarían
parte gruesa de la contraofensiva cubana. Hallamos
la pluma de Mestre Amábile en La Renaissance, La
Petite République y Le Matin. En cuanto a
Betances, se cuentan unas veinte entrevistas en la
prensa parisiense desde 1895 hasta 1898, además
de numerosos escritos, panfletos y artículos que
fueron recogidos por diversos periódicos, tanto
franceses como españoles, entre 1870 y 1898. Por
ejemplo, en los años 1891 y 1892 el periódico
madrileño El País iba a publicar una serie de
artículos del prócer puertorriqueño. La Revue
Diplomatique, periódico parisino, ofreció a lo largo
de 1895 una serie de artículos de Betances bajo el
epígrafe “La Révolution Cubaine”.
Página 4
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Fue muy importante para la labor del Comité la
creación del semanario bilingüe La República
Cubana / La République Cubaine, que iniciaría su
andadura el 23 de enero de 1896, dirigido por
Domingo Figuerola-Caneda. El periódico sería el
verdadero órgano revolucionario de los cubanos, al
servicio de la revolución, y era subvencionado por el
propio Comité Cubano. El órgano fue fuertemente
apoyado por Betances, que escribiría todas sus
ideas en el semanario.
El otro campo de batalla lo hallamos en los
espacios de sociabilidad de los cubanos en París,
ya que la propaganda oral se utilizó tanto como la
escrita. ¿Dónde se celebraban los banquetes y las
conferencias en pro de la liberación de Cuba? Ya
hemos visto dónde vivían los emigrados cubanos,
en los barrios más suntuosos de la capital o en las
zonas de capas medias acomodadas,
preferentemente en el centro. Betances era masón
y se conocen vínculos de otros emigrados cubanos
con la masonería francesa, entre ellos Mestre
Amábile, que fue miembro de la Gran Logia de
Oriente de Francia. De esta forma pudieron
contactar con otros miembros de logias masónicas,
entre los que se hallaban ministros, consejeros y
hombres influyentes en la sociedad. También
consiguieron recabar el apoyo generalizado de
anarquistas y socialistas en Francia y España.
El salón de las Societés Savantes, en pleno barrio
latino, fue el escenario de las principales
conferencias a cargo del Comité. Allí ofreció Vicente
Mestre Amábile el 15 de junio de 1896 una
conferencia ante más de 200 personas. Con la
presencia de Betances y personajes de la burguesía
parisiense, se habló sobre la cuestión cubana y se
llamó a los franceses a no seguir el juego de los
españoles. Se celebraron numerosos banquetes
entre 1895 y 1898, dónde se aprovechaba para
elaborar discursos y promover la causa cubana
entre los asistentes. En el Salón des Familles un
ISSN: 1853-3116
banquete con un grupo de masones franceses; en
otra reunión las Societés Savantes recibían el
apoyo de Charles Malato y los revolucionarios
franceses; en el restaurante Marguery se ofreció un
banquete para recaudar fondos entre la élite de los
cubanos y franceses, diplomáticos, escritores,
banqueros; en los salones del Gran Hotel de París
se celebró otro banquete con un notable éxito, en
febrero de 1898, probablemente el último al que
13
asistía Betances.
Además de la propaganda, el trabajo a favor de la
revolución también necesitaba de la colecta de
fondos. Se hacían a través de donativos, bonos,
contribuciones a la guerra, suscripciones, venta de
suvenires patrióticos, aportaciones individuales y la
solidaridad francesa y extranjera. Debemos
mencionar de nuevo la falta de acercamiento a la
causa por parte de las élites de la sacarocracia
cubana. Betances denunció constantemente la
dejadez moral de los ricos y su insolidaridad con la
patria. Tenemos el caso ejemplar de Emilio Terry
que en un principio prefirió no hacer donaciones por
temor a represalias, luego debió contribuir tras las
amenazas de destrucción de sus ingenios por parte
del ejército rebelde. Así, hallamos uno de los
métodos de recaudación: la coerción y las
amenazas a sus bienes hacendísticos. Paul Estrade
lo dice bien claro:
Cuando un latifundista azucarero entra en
negociaciones con Betances acerca del importe de
su “seguridad contra el fuego”, el atinado doctor se
esfuerza en obtener de él “una contribución anual
igual a la que paga al gobierno español”. ¡Más vale
pagar lo debido a aquella de las dos autoridades
13
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (págs. 73-
79).
que está convirtiéndose en la única autoridad de
14
mañana!
Por el contrario, la generosidad de Marta Abreu de
Estévez en las donaciones constituye una
excepción entre los de su clase.
Sorprendentemente, Emilio Terry, junto a otros
miembros de la sacarocracia cubana, forma parte
del Comité Cubano en 1897. Gracias a esta
“reconversión” y al cambio en el curso de la guerra,
se pudieron conseguir recaudar grandes cantidades
de dinero. El trabajo exhaustivo de Betances y otros
pequeño-burgueses no hubiera podido recaudar ni
una décima parte de la suma que finalmente se
consiguió.
Se calcula que se enviaron desde París alrededor
de 1.800.000 francos entre 1895 y 1898, aunque
probablemente esta cifra sea inferior a la realmente
entregada, ya que muchas entregas y donaciones
no llegaron a documentarse por temor a represalias
15
en el caso de que salieran a la luz los nombres.
Además de la ayuda indirecta, cabe destacar que
unos sesenta cubanos en París se embarcaron
hacia Cuba durante la guerra, hombres de acción
que quisieron pasar a las filas del ejército libertador
como combatientes voluntarios y vivir en primera
persona los hechos que acontecían en su patria.
Vicente Mestre de Amábile regresaba a Cuba en
mayo de 1898, cuando ya la guerra tenía visos de
finalizar.
14
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 114).
15
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-1898: la
impresionante labor del Dr. Betances en París.
Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001 (pág. 103).
Página 5
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Placa conmemorativa que recuerda el lugar dónde
vivió Ramón Emeterio Betances, en el 8 de la calle
Chateaudun, París.
Conclusiones
Con el estudio de las condiciones sociales de los
emigrados cubanos en París advertimos la
cristalización de una parte de la sociedad cubana, la
burguesía. Por tanto, no podemos considerar la
colonia cubana de París como un microcosmos en
el que se refleja la sociedad cubana en su conjunto.
No hallamos las capas bajas de obreros y
campesinos, ni mucho menos a los miles de
esclavos que poblaban el campo cubano.
Algo que sí podemos advertir es que no se
produce un desclasamiento de los grupos
emigrados: la alta burguesía azucarera sigue con el
mismo tren de vida, viviendo en los mejores distritos
de la capital, rodeados de lujo y comodidades; la
pequeña burguesía de las profesiones liberales
puede seguir ejerciendo su profesión y viviendo sin
mayores preocupaciones. Lo más destacado es ver
cómo en París continúan estas clases mezclándose
ISSN: 1853-3116
por lazos familiares, a semejanza de lo que venía
ocurriendo en generaciones anteriores. La pequeña
burguesía siempre busca la manera de conseguir
subir peldaños en la escala social.
El elemento divergente lo hallamos en el
compromiso de la pequeña burguesía con la
revolución y la falta de afecto hacia ésta por parte
de la llamada sacarocracia cubana. Por supuesto,
estos últimos miraban por sus intereses
económicos, que les sustentaban en su estatus
social. Si ello implicaba apoyar a la monarquía
española, lo hacían. Si para ello debían hacer oídos
sordos a las peticiones de los revolucionarios
cubanos, lo hacían. Por contra, fueron los
burgueses de las profesiones liberales los que
permanecieron afines a la revolución desde el inicio
y la apoyaron desde París. Estos no tenían tanto
que perder, luchaban por unos ideales de libertad
que les venían inculcados por la tradición liberal.
Algunos miembros de este grupo, como Betances,
ya eran emigrantes desde años atrás, y lo habían
hecho por obligación, eran exiliados políticos que no
podían regresar a su patria. Así, la única forma de
volver en libertad a su tierra era consiguiendo la
independencia.
Bibliografía
Bonafoux Quintero, Luís. Betances. Instituto de
Cultura Puertorriqueña, San Juan, 1970.
Estrade, Paul. Solidaridad con Cuba libre, 1895-
1898: la impresionante labor del Dr. Betances en
París. Universidad de Puerto Rico, San Juan, 2001.
Estrade, Paul. Iniciación a Betances. Casa de las
Américas, La Habana, 2008.
Ojeda Reyes, Félix. El desterrado de París.
Biografía del Dr. Ramón Emeterio Betances (1827-
1898). Ediciones Puerto, San Juan, 2001.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Artículo: Migración de mujeres de América
Latina y Caribe hacia España como Domésticas
Autor: Claudia Moles Pintor
Máster en Estudios Contemporáneos e situación política por la cual atravesaban estos
Investigación Avanzada
Universidad Jaume I
España
Hace aproximadamente un siglo, España se
caracterizaba como país emisor de inmigrantes, hoy
lo que se está produciendo es una inversión de esta
tendencia.
Lo que distingue España de otros países
receptores de inmigración, es la presencia de la
feminización en su corriente migratoria. Eso se debe
a que las características del mercado de trabajo
español demanda mano de obra en los sectores
reproductivos y menos protegidos por la legislación,
que incide de manera mucho más directa en las
mujeres.
El trabajo doméstico se convierte en la puerta de
entrada para una gran parte de estas. La
consolidación de España como país receptor de
inmigrantes comienza a finales de los años 80; a
pesar de que solamente este fenómeno empieza a
ser visible a mediados de los 90. En la década de
80, en las grandes capitales, el nivel de formación
de la población joven empieza a aumentar, lo que
conlleva un aumento del nivel de vida que hace que
esta población rechace empleos precarios y mal
pagados. La migración de mujeres corresponde a
esa demanda creciente de capital humano en los
empleos generalmente abandonados por las
autóctonas (servicio doméstico, cuidados
asistenciales, etc.).
ISSN: 1853-3116
El primer flujo migratorio procedente de
Latinoamérica se inicia a finales de los años 70,
procedentes principalmente de Argentina, seguidos
por Uruguay y Brasil (países del Cono Sur), dada la
países.
En el segundo flujo migratorio la procedencia
empieza a ser más diversificada, los países
emisores ya no son solamente del Cono Sur, ahora
se incorpora el Caribe, América Central (República
Dominicana) y América Andina (Perú, Colombia). Lo
que distingue este segundo flujo del primero es que
en el primero las razones eran básicamente
políticas y en este las razones son en mayor parte
laborales.
Esto no quiere decir que no existan otras
motivaciones para que una persona migre. A lo
largo de su historia, América Latina y el Caribe ha
sido una tierra de atracción migratoria, pero en la
segunda mitad del siglo XX sus saldos se hicieron
negativos.
América Latina y el Caribe tuvieron la mayor tasa
neta de emigración de todas las regiones del mundo
entre 1995 y 2000. En el año 2000, 20 de los 175
millones de migrantes que se estiman en el mundo
habían nacido en la región de América Latina y el
Caribe.
Aun así, las personas migrantes no son ni masas
desheredadas ni amenazas para la seguridad de
otros países. Los datos relacionados con la
feminización de la migración deben ser
considerados con precaución por ciertos motivos:
para empezar los datos históricos sobre migración
desglosados por sexo no sólo son difíciles de
obtener, sino que las mujeres migrantes se han
considerado tradicionalmente como migrantes
secundarias, que migraban por matrimonio o por
motivos de reunificación familiar.
Rara vez se las considera migrantes por derecho
propio. Aunque esto no debería tener relación
alguna con la manera en que se contabiliza la
cantidad total de mujeres y hombres extranjeros en
un país, sí que tiene consecuencias en lo que
respecta a cómo son clasificados los hombres y
mujeres migrantes. Según las estadísticas del
censo la mujer no sólo migra de los distritos rurales
hacia las ciudades en busca del servicio doméstico,
sino que migran con la misma frecuencia hacia
ciertos distritos manufactureros, y el taller es un rival
formidable para la cocina y el fregadero. En los
países de origen han tenido lugar algunos cambios
socioeconómicos que explican la movilidad desde
una perspectiva del género.
Desde la crisis de la deuda de los años 1980,
muchos países en vías de desarrollo tuvieron que
implementar políticas de ajuste estructural para
controlar la hiperinflación y equilibrar su
presupuesto nacional. Las políticas de ajuste
estructural tuvieron un efecto particularmente
negativo en los sectores más pobres de la sociedad,
especialmente en las mujeres, que tuvieron que
incrementar su carga de trabajo reproductivo para
compensar la reducción del gasto social, además de
tener que incorporarse al trabajo remunerado. No se
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
puede atribuir a las políticas de ajuste estructural el
haber incrementado directamente las tasas de
emigración de mujeres. No obstante, los niveles
crecientes de pobreza, inseguridad y condiciones
precarias de trabajo, en particular para las mujeres,
crearon una gran balsa de mujeres que buscaban
trabajo a nivel local.
Ante la imposibilidad de encontrar trabajo en este
nivel local, las mujeres empezaron a buscarlo en el
extranjero. Las mujeres se han transformado en la
fuente de una de las contribuciones principales a su
país de origen a través de las remesas. Las mujeres
migrantes se han convertido, a través de las
remesas que transfieren, en una fuerza de
desarrollo.
Los estudios más recientes han demostrado que
las mujeres en general transfieren, en calidad de
remesas, una proporción mayor de sus ingresos
que los migrantes varones.
En algunos casos, como en Nicaragua o Guyana,
las remesas representan un cuarto del ingreso
nacional corriente. Incluso en los países con
economías planificadas centralmente, como Cuba,
las remesas se están convirtiendo en una fuente
importante de divisas.
Las repercusiones de la migración internacional
son múltiples y se hacen sentir en los diversos
planos de la realidad social, económica y cultural.
Así, en varios países de América Latina y el Caribe
la emigración parece haber contribuido a aliviar el
impacto de las tensiones entre las tendencias
demográficas y la generación de empleo, de las
originadas en conflictos sociopolíticos, étnicos y
religiosos, y de las asociadas con formas agudas de
degradación ambiental; a escala individual, la
emigración constituye una opción para buscar
oportunidades laborales y de formación personal no
disponibles en los países de origen. Sin embargo, la
emigración conlleva también un factor de erosión de
ISSN: 1853-3116
recursos humanos, que puede tener consecuencias de remesas a las familias y los vínculos
adversas para el desarrollo económico y social de transnacionales ofrecen una amplia gama de
los países de origen. posibilidades de desarrollo y de incentivos para
estos países.
A ello se añaden los problemas de la
indocumentación, resultante de la aplicación de las
normas legales nacionales que rigen el ingreso y
permanencia de las personas, y que pueden
enrarecer las relaciones entre los países de origen y
destino de los migrantes.
En el plano individual, la emigración puede ser
fuente de inestabilidad, frustración y trato
discriminatorio. Por otra parte, en algunos países
receptores surgen percepciones negativas frente a
los costos de la utilización que hacen los
inmigrantes de servicios sociales subsidiados
(salud, educación, seguridad social) o respecto de
la competencia “desleal” por puestos de trabajo; con
todo, tales países derivan beneficios de la
inmigración, como la oferta continua de mano de
obra barata o el aprovechamiento de personal
altamente calificado, sin que ello implique asumir los
costos de su capacitación.
El estereotipo de la mujer que migra como
acompañante no se sostiene. Aunque las mujeres
migran solas cada vez más y por razones
económicas, la convergencia de ambas condiciones
no autoriza concluir que se trata necesariamente de
una estrategia y decisión autónoma. Tal vez la
condición de maternidad de la mayoría de las
migrantes sea lo que distingue más claramente el
perfil.
Como conclusión podemos decir que América
Latina y el Caribe se han incorporado de manera
substancial a la economía global, no sólo a través
del comercio y de la inversión, sino también a través
del fenómeno de la emigración. De manera más
precisa, la región está pasando de ser una
economía exportadora de productos agrícolas a una
economía exportadora de mano de obra. Los envíos
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1

Artículo: Arte y Anarquismo. El concepto envestido por una misión social inexcusable. El arte La Edad Media se convierte en la raíz de tal
19
ácrata del arte. Síntesis de Musa Libertaria, de debía ser denuncia de los estética colectiva . En dicho período, el arte
LiliLitvak defectos sociales pero también florecía gracias a la creación solidaria y
20
esperanza para un grandioso mancomunada de un pueblo entero.<<La catedral ,
Autor: Laura P. Tomás Bueso futuro humano.La obra de arte según estos visionarios, era una obra colectiva, en
Máster en Estudios Contemporáneos e es destronada de la condición cuya edificación había colaborado cada miembro de
21
Investigación Avanzada fetichista burguesa, al tiempo la sociedad>> . Así
que el artista profesional era pues la arquitectura
Universidad Jaume I 17
desmitificado . Se pretende se convierte en la
España que todo individuo pueda crear expresión artística
obras artísticas y pueda gozar que mejor representa
con el arte. la función social del
arte.
La pluralidad ideológica interna del anarquismo
conduce a su concepción del Arte a posiciones no Por otra parte y en lo
16 deterministas que evolucionan y oscilan. que refiere al artista
Introducción
como agente, como
A finales del siglo XIX, borboteaba un denso representante de su comunidad, éste tiene
debate acerca de la ontología del Arte. Tal 1-Arte social encomendado liberar a la sociedad. De modo que,
polémica, se entrelazaba con las corrientes toda obra artística debe relacionar su temática con
La estética libertaria parte de la premisa de que el
intelectuales del momento y –sin duda y por ende- la cuestión social. El anarquismo, por tanto, investía
arte es un
con un efervescente anarquismo interesado en a la obra de arte la categoría de “arma para la lucha
fenómeno social y 22
construir una nueva social” , herramienta facilitadora del cambio que
por ello debería
sociedad, preocupado por el debía producirse y que el anarquismo proponía.
reflejar las
desarrollo integral de la
inquietudes
humanidad: Esto es, tanto
colectivas. Más 19
Litvak habla de estética cuando quizá fuese más propio
por el progreso material
allá del individuo
como por el desarrollo hablar de estética moral.
que la crea, la
cultural y artístico. De ahí, 20
Esta idea entronca con el anticlericalismo ácrata -
obra de arte
que el anarquismo tomase
debería forjarse a aunque a priori parezca paradójico- pues la catedral pasa
parte activamente en las
través de la personalidad colectiva, pues es a la
disertaciones sobre el Arte. a ser símbolo del pueblo, de la sociedad que la construyó
comunidad a quien está dirigida. El creador debe
18 y con ello se desacraliza al poner en valor el trabajo y no a
Los anarquistas españoles desarrollaron una serie alejarse del personalismo .
de premisas estéticas fundamentadas en la idea de la Iglesia ni a la burguesía.
que el arte debía de ser para y por el pueblo, 17 21
Aún reconociendo el valor de ciertos artitas Lily Litvak, Musa Libertaria. Arte, literatura y vida cultural
profesionales en quienes encontraban el sentido del arte del anarquismo español (1880-1913) (Barcelona, 1981).
16 22
Sobre estas pinturas algunas obras valoradas por los que ellos proclamaban. La idea sobre la que se sustenta tal afirmación es la de
18
anarquistas españoles: entre ellas Agarreu-lo de Fillol y Y ello pese al cierto individualismo ácrata en otras que las Bellas Artes habían demostrado en la historia
Trata de Blancas de Joaquín Sorolla (1894) facetas. tener la capacidad de formar el misticismo religioso de las

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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1

La concepción social que los libertarios tienen del

arte debe procurar la elevación de la humanidad y
por el júbilo social del hombre, entretanto el primer
paso deberá ser necesariamente un arte crítico que
conciencie y que conduzca a la reivindicación
activa; sea por ello civilizador y justiciero. Es por ello
que los anarquistas sentían predilección por la
23
pintura en la que se reflejaban los defectos y
24
cicatrices sociales .

masas, y ese potencial debía ponerse al servicio de la
sociedad para encauzar su autoregeneración y para luchar
por la justicia social <<pero en el terreno de noble de la
verdad y en nombre del progreso>>.
23
Pese a la pretensión anarquista de un arte social que no
vanaglorie al artista como parte de un estamento
privilegiado, los mismos libertarios manifestaron su
admiración por algunos de estos profesionales
consagrados o por algunas de sus obras.
24
Como Trata de Blancas, de Sorolla, donde a través de
una escena más bien costumbrista el autor enfatiza un
problema mediante el título, que le confiere una dimensión
social.
25
Así pues, el arte era un instrumento central para la
consecución de la nueva sociedad anarquista pues
permitía avivar las conciencias en su acto de
testimonio social, en tanto posee una fuerza
comunicativa extraordinaria. Para ello, el arte debía
tratar temas nuevos como la vida de la clase obrera
o la del campesinado, ensalzando la delicadeza de
la naturaleza, a menudo con toda su fuerza erótica.
No obstante lo cual, se inclinaron también por las
obras de lenguajes simbólicos.
25
De Antonio Fillol; La gloria del pueblo (1895)
26
Por otra parte, como ya anunciábamos:la
simpledelación de la injusticia no podía ser
suficiente. El arte, para los ácratas, debía ser
inspirador de actitudes insurrectas contra las
decadentes costumbres burguesas para la
liberación de la clase obrera de la explotación. En
algunos manifiestos libertarios se llegaba a afirmar
que la misión principal del arte debía ser
precisamente hacer rebeldes, en lugar de
desmoralizar al proletariado como efectivamente
estaba haciendo el arte al servicio burgués. Por ello,
se oponían a todo arte contemplativo, a la creación
artística destinada al deleite ocioso de los parásitos
burgueses. El arte debía incitar a la participación
social activa y debía representar el trabajo, la vida
laboral y la lucha proletaria, la de los verdaderos y
esforzados productores; la del héroe anónimo.
26
De nuevo Fillol, La defensa de la barraca (1895)

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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
27
No obstante, los anarquistas también valoraban
los lenguajes simbólicos en el arte si el cometido y
el contenido era igualmente coincidente con su
propuesta de estética moral.
Así por ejemplo gustaron de obras como Los
Miserables, de Víctor Hugo o –en pintura- de lienzos
como La liberté guiant le peule, de Delacroix, así
como los en éste inspirados.
Pero además de esa función revolucionaria, el arte
debía –según los ácratas- ser el estandarte que
guiase a la humanidad. Según esta propuesta,
cuando esto suceda la historia del arte –en tanto
historia de las manifestaciones estéticas- quedará
dividida en dos períodos; el tradicionalista (arte del
pasado) y el racionalista (arte del porvenir, lleno de
idealismo).
En ese nuevo artedeberían representarse los
momentos cruciales de la historia del hombre,
27
Sobre estas líneas obra de Antonio Fillol; Los amigos de
Jesús (1900)
ISSN: 1853-3116
generalmente a través de escenas cotidianas
cargadas de ideales humanos, justicia, fraternidad…
La libertad y la rebeldía que amasaba el
anarquismo se trasladaba igualmente a su
concepción del arte, y no sólo en la temática sino
también en la forma y por extensión en el proceso
de creación artística. Se trataba de eliminar
cualquier limitación y para ello cabía derogar las
normas, fórmulas o cánones -vanos y mezquinos-
que ciñesen o entorpeciesen el arte; también aquí la
eliminación del Estado y su centralismo estético. La
anarquía en el arte pretende renovar la vida estética
de la humanidad partiendo de una pluralidad
fomentada por la libertad de creación, expresión de
las múltiples pulsiones de las fuerzas sociales.
El gusto estético ácrata es igualmente libre. Los
anarquistas declaran la validez de todos los juicios
estéticos, la individualidad de la emoción estética.
De manera que se deben respetar todas las obras
de arte, pues cada hombre tiene una sensibilidad
distinta y no debe subordinar su criterio artístico a
nadie. Es más, defienden que todo el mundo debía
de tener acceso a la práctica creativa y a la
apreciación artística, dejando de ser una actividad
exclusiva de las clases privilegiadas puesto que se
trata del patrimonio de la humanidad, descubriendo
así el derecho estético colectivo.
Para ellos, en todas las sociedades humanas
siempre ha habido aspiración artística –por muy
atrasada o reprimida que estuviese la sociedad en
cuestión-. El arte, íntimamente relacionado con el
trabajo y con la religión, ha formado parte de la vida
de los hombres desde sus comienzos y les ha
ayudado a relacionarse entre síy con su entorno -la
naturaleza-, a evolucionar… El arte se convierte así
en expresión del medio social en el que ha vivido su
creador. Por ello, sus formas pictóricas,
escultóricas, arquitectónicas o literarias –entre otros
ejemplos- transmiten las formas sociales de los
pueblos.
No en vano, dado el gusto del anarquismo por los
fenómenos sociales, fueron numerosas las
publicaciones libertarias en las que –con intención
historicista- se conectaba al arte con la evolución
social. Y así, fue frecuente y recurrente que estos
fueran sus temas principales, pese a la
proclamación de la libertad absoluta en la creación.
Dicha libertad de creación artística –por otro lado-
alimentaría las vanguardias, basándose en una
premisa: el arte modernodebería responder a la
28
cultura actual e incorporar los progresos y
avances tecnológicos de su tiempo.Sin embargo, su
propuesta no pasa por infundir al arte de una
sociedad la categoría de documento sociológico–en
el sentido positivista de la época-, sino por
reconocer la capacidad que tiene el arte de permitir
una mejor comprensión de la sociedad que lo ve
nacer y de los cambios y evoluciones que en ésta
28
Entendamos “coetánea”.
Página 11
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
29
puedan darse . De modo que para una
comprensión estética completa, la obra de arte debe
ser situada histórica y socialmente en sus
coordenadas.
En cualquier caso, los libertarios reconocían la
dependencia económica que el arte tenía respecto
de la sociedad, que en épocas pasadas lo había
promovido del mismo modo que lo había oprimido y
controlado.
El enfoque evolucionista del arte animaba a los
anarquistas a mostrar el declive del capitalismo
mediante el lenguaje del arte. Producto de la
sociedad capitalista era un arte enfermo, de obras
bastardas. Así, los anarquistas se esforzaron en
condenar las obras de arte que enaltecían a
burgueses, industriales y banqueros (como la de
Eusebi Güell, de Gaudí en Barcelona), como
productos estériles y poco originales, sin utilidad ni
bondad alguna. Del mismo modo, el anarquismo
sentenció la catedral de la ciudad condal (La
Sagrada Familia, también de Gaudí) como un
proyecto imitativo y anacrónico por utilizar un estilo
gótico fuera de moda. No obstante, su crítica iba
más encaminada a la censura de la religión y por
29
Aunque rechazan la simpleza de considerar al arte como
espejo de la sociedad.
ISSN: 1853-3116
extensión a la innecesariedad de la construcción de
30
un edificio-monumento para tales fines .
En el mismo sentido, el anarquismo repudiaba de
la expresión “el arte por el arte”. Para ellos, no era
más que la muestra de la decadencia de la
sociedad capitalista, pues no podía caber
humanidad en un arte sin objeto, sin cometido y sin
finalidad: el arte -y sus distintas manifestaciones-
debía ser social y positivo. No negaban la
autonomía del arte pero éste debía ser utilizada
para la lucha social. La libertad estética derivaba así
en la fuerte intención de construir un arte público,
para las multitudes, en el que el mensaje era el eje
central de su articulación. En ausencia de un
mensaje –y este debía ser social- el arte carecía de
sentido para los anarquistas. Por ese motivo, el
anarquismo desaprobaba las experiencias artísticas
que se fundamentaban en aspectos formales y
técnicos en menoscabo del contenido humano-
como los trabajos de Cezanne(Litvak 1981)-.
Los anarquistas consideraban la cultura como un
fenómeno de clase, por ello el arte como
manifestación cultural reflejaba los intereses de
clase. Si en la historia había predominado el arte
burgués, ahora llegaba el momento del arte nacido
de la clase productora, enérgica, robusta y sana;
nacido de su ideal social.
Bajo esta concepción, los libertarios separaban de
forma excluyente; arte comprometido y arte
decadente.El arte comprometido era expresión del
ideal social más avanzado, de la lucha social. El
arte decadente, por su parte, no representaba la
realidad social, era expresión de la clase ociosa y
30
En realidad, Litvak no se refiere a este punto en esos
términos pero nos parecía interesante señalar el
razonamiento que se oculta tras el mencionado desagrado
que sentían los anarquistas con respecto a tales obras.
priorizaba la forma sobre el contenido. Sin embargo,
con esta clasificación el anarquismo mermaba su
propia declaración de libertad absoluta en el terreno
artístico-creativo y cae paradójicamente en el
normativismo estético.
Las Tesis De Guyau
Guyau fue un pensador francés –y poeta-. Fue un
vitalista e insistió en que la felicidad se alcanzaba al
compartirla con los demás. Su obra y pensamiento
influyeron al mismísimo Niezschte, a Kropotkin… y
también a los anarquistas españoles a quienes
31
llegaron las traducciones de algunos de sus libros .
32
De las tesis de Jean-Marie Guyau , los
anarquistas españoles adoptaron los fundamentos
(desde el enfoque sociológico del arte) para explicar
la emoción estética arraigada en la solidaridad
social –en tanto consideraban ésta última algo
natural-.
Por lo que refiere al arte, Guyau lo consideró
fenómeno social desde tres puntos de vista: por su
origen, por su fin y por su esencia misma o ley
interna. Su origen y su finalidad se hayan en la
sociedad real, pero además para Guyau el arte
tiene la capacidad de crear una sociedad ideal
donde la vida alcanza una plenitud que expresa el
grado máximo de sociabilidad y de simpatía
universal. El arte proyecta o despierta las
31
Litvak cita los siguientes: El arte desde el punto de vista
sociológico (Madrid, 1902), Esbozo de una moral sin
obligación ni sanción (Madrid, 1903) y La irreligión del
porvenir (Madrid, 1904), además de otras traducciones
parciales.
32
Que no de su hijo Agustín Guyau, también filósofo.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
33
emociones comunes que pueden convertirse en
goce no excluyente –no egoísta, compartido y
solidario- cercano a la vida universal, en comunión
de los hombres, concordancia y encuentro.
En definitiva, Guyau proponía en sus tesis que el
arte tenía la capacidad de promocionar la sinergia
social y este punto fue el que los anarquistas
desarrollaron apasionadamente.
2-Arte y Vida
El arte libertario, el que los anarquistas proponían
era –como hemos dicho- el arte del porvenir. Un
arte nuevo, lejos del antiguo arte mezquino al
servicio y regocijo caprichoso burgués. El nuevo
arte, el de la vida; vital y sensual. Un arte que debía
colaborar a -e infundir- la alegría de vivir, que debía
engrandecer e integrar la vida. Hacerla más
grandiosa e impetuosa.
Bajo esta premisa, algunas obras anarquistas -ya
fueran de artistas no profesionales o de artistas
consagrados de los cuáles los anarquistas
gustaban- mostraban una vitalidad en ocasiones
exagerada y algo superficial. La sexualidad y el
contacto con la tierra son temas recurrentes de un
34
naturalismo anarquista bucólico y vivaz -en
ocasiones suavemente erótico incluso- que se
muestra grandilocuente en la descripción de la
naturaleza. Además, al igual que la vida es
creadora, se ensalza el acto creador más que la
obra misma, como arte existencialista. Por ello, los
anarquistas pretendían eliminar el museo o
cualquier otra edificación para la vanagloria del arte,
en tanto que templo, pues el arte debía ser
33
Comunes en tanto las experimenta una multitud de
individuos.
34
Entiéndase en el sentido anarquista y no en la referencia
al movimiento artístico Naturalismo.
ISSN: 1853-3116
espontáneo y vital. El arte debía recordar a la vida y
no ser hierático.
3-Realismo
El concepto de realismo para los libertarios tiene
un significado distinto del Realismo como
movimiento artístico. Para los ácratas, la belleza
estética existe en la naturaleza independientemente
del hombre. Las cualidades estéticas son objetivas
y no precisan del hombre para existir. Por ello, la
acción artística –la creación- debe estar
encaminada a recrear esa viveza palpitante. Esa
vibración estética tiene significación humana y
social, por ello vinculan este realismo al ideal social.
Así, el arte debe abrazar dicho ideal social, no
puede limitarse a copiar a la Naturaleza. De ahí su
desdén por el movimiento Naturalista, ya que lo
consideran superfluo. Como contrapunto, el artista
es envestido del derecho a modificar las
proporciones naturales de las cosas en sus obras -
si lo considera oportuno- en pro del ideal social. El
hombre -en la creación artística- continúa la obra de
la naturaleza de forma subjetiva, para la
consecución de la obra humana solidaria; la social.
La finalidad del arte realista será, por tanto, la
expresión de la vida humana.
En cuanto a las manifestaciones del arte, la
arquitectura vuelve a tener aquí un papel crucial
para los anarquistas. Con los elementos y leyes
naturales, la arquitectura ha conseguido prodigiosas
obras.
4-Arte y Trabajo
El arte, desde el prisma anarquista, se
compromete directamente con la vida social y en
ese punto entronca con las tradiciones socialistas
europeas de todo el siglo XIX.
La finalidad es pues el ápice indispensable y más
significativo de la construcción conceptual del arte
para los ácratas. Cuasi la única norma, la única
directriz.
En ese contexto, hay que retomar la idealización
que de la sociedad de la Edad Media hacía el
anarquismo, pues pensaban que en aquella época
arte y trabajo se fundían e identificaban el uno en el
otro en las labores artesanales. El artesano era el
trabajador utópico, dueño de su labor, que podía
llegar a amar su profesión y su obra. Ése trabajador
–con cierta autonomía- era creador y con frecuencia
se convertía en artista, sin embargo el obrero
moderno se encontraba oprimido, carente de
libertad, participando de la división del trabajo,
imposibilitado para alcanzar el goce por la creación
artística. Para los anarquistas el fundamento de la
felicidad residía en satisfacción del impulso creador
y bondadoso del hombre. Por ello, todos los
hombres tenían derecho a la creación artística
extendida a toda la actividad humana, por muy
humilde que esta fuera. Artesano y obrero deben
concienciarse de el valor social y estético de su
35
trabajo, incluso en su tiempo de ocio .
Esta premisa se traslada de nuevo a la
arquitectura y por ende a la construcción de la
ciudad del futuro, como espacio de desarrollo de la
nueva sociedad, plasmación más útil de la unión de
lo social y lo estético. Un urbanismo artístico,
respetuoso con la naturaleza pero al servicio del
hombre mediante construcciones inteligentemente
bella. Su concepción se aproxima –e incluso se
adelanta- a la concepción de arquitectura orgánica.
Pero hay más, utensilios y objetos… cualquier
producto del hombre debiera ser fruto de un acto
creativo y artístico para su deleite ipso factoy para el
uso y disfrute posterior de la sociedad.
35
Esta idea explica el prolífico teatro anarquista no
profesional en España en aquella época.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
5-Arte y Progreso Tecnológico
El obrero moderno se encontraba sesgado por la
sociedad capitalista. No obstante a lo planteado en
36
el apartado anterior , el anarquismo no participó de
corrientes ludistas, no se opuso a la
industrialización. Más bien al contrario, los
anarquistas pretendían que todos los hombre se
beneficiasen de los avances tecnológicos, que la
máquina no supusiese un perjuicio para el
proletariado. Es más; la máquina podía para ayudar
al obrero. Por el mismo motivo que encontraban
utilidad al arte; tecnología, ciencia, maquinismo,
avances e inventos podían y debían convertirse en
herramientas de utilidad social, al servicio del
crecimiento del bienestar en la sociedad.
Este optimismo en la consideración que los
ácratas tenían de la industria, se tradujo en el gusto
por la temática del trabajo en las obras artísticas. La
exaltación casi mística de las labores del hombre e
inclusive de sus herramientas –de las cuales la
maquinaria era la forma más compleja-, los
ambientes fabriles son recurridos para la reflexión
pero también para la educación en pro del progreso
–nos sirva aquí el juego de palabras-. Los frenéticos
cambios tecnológicos representados en el arte
reflejaban el dinamismo, hasta entonces
desconocido, que estaba empujando a la sociedad
por medio del esfuerzo humano. Al fin y al cabo, la
propia industrialización era un fenómeno producido
por el propio ingenio del hombre.
37
De todas formas, esta posición buonista con
respecto a la tecnología respondía a un acto de fe y
esperanza más que a la realidad de aquellos
36
Y a algunas muy contadas excepciones, especialmente
las del anarquismo más primitivo.
37
Término italiano.
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38
años . Era una apuesta de futuro para una
sociedad avanzada, donde artes, ciencia, filosofía,
moral… culminasen en un estado de abundancia
donde todos los hombres fuesen solidariamente
felices.
Complementariamente al trabajo -e incluso con
más ímpetu- el anarquismo dio importancia vital al
tiempo de ocio, que debía dedicarse al disfrute del
arte, de la naturaleza y de la vida. El hombre debía
combinar el trabajo manual y/o intelectual con la
dedicación al cultivo de las artes y las ciencias, en
su función y aspiración social. Así, arte, tecnología y
trabajo se combinan al servicio de la comunidad, al
incorporar los hallazgos de tales labores.
6-El Arte del Pueblo
El arte se convertía en patrimonio social; del, para
y por el hombre. Todo individuo era considerado un
creador, un artista en potencia. El artista profesional
–como ya habíamos avanzado- debía ser
destronado, no porque no se reconociese su valía –
y nunca en menoscabo del reconocimiento de
ciertos artistas profesionales y sus obras sino
porque más allá del resultado final –la obra-,
otorgaron el derecho intransferible a todo hombre
de ser creados y artista. La acción creadora
prevalecía para los libertarios sobre el producto
final. Por ello, el arte dejaría de ser una profesión
para convertirse en una práctica social que
alimentase intelectual y moralmente a los hombres.
El artista debía salir de su taller-escondrijo.
38
Pues, como es bien sabido, las condiciones de trabajo
del proletariado no se vieron mejoradas por la intervención
directa de los sucesivos avances tecnológicos sino por la
infinitamente lenta consecución de derechos por parte de
las clases populares.
Desde el punto de vista más organizado del
anarquismo, el artista debía ser más un camarada
en la lucha que un maestro aleccionador, no por ello
negando el carácter didáctico del arte, esencial para
las tradiciones socialistas.
7-El Arte como Medio De Masas
Las aplicaciones de los avances tecnológicos -
tales como; el desarrollo de los medios tipográficos,
el grabado en madera, la litografía e incluso la
fotografía- y su aplicación en el arte se tradujo en un
abaratamiento de los sistemas de reproducción
gráfica que redundó en una mayor difusión del
ideario ácrata y, por supuesto, de su concepción del
arte.
En las publicaciones libertarias se introdujo la obra
gráfica de numerosos artistas, profesionales o no,
así como poemarios, traducciones de obras
extranjeras. Ello cumplía a la perfección la doble
vertiente que el arte tenía para los anarquistas; por
un lado la difusión de sus teorías y pensamientos,
acercando el arte al pueblo. Por otra parte, fue
común que las publicaciones promocionaran la
participación mediante concursos –con premios
simbólicos o aún sin ellos- de autores consagrados
o vocacionales comprometidos con la acción social
libertaria.
Éste fue –sin duda- uno de los mayores logros
dentro del sistema conceptual ácrata del arte.
De hecho, desde la perspectiva actual podríamos
afirmar que la tecnología del siglo XXI, cuyo cénit es
Internet, es –en cierto modo- heredera de tal
filosofía.
Conclusiones
Sin ánimo de reiterar lo ya expuesto hasta aquí
debemos apuntar al papel indiscutiblemente central
que el arte, y en extensión la cultura y la educación
tenían en el siempre plural movimiento libertario,
Página 14
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1

basado en la necesidad que el hombre tiene de

sentirse creador para alcanzar su felicidad.
Igualmente fundamentado, por la idea de la bondad
del hombre, de su solidaridad natural y de la
necesidad de un cambio cualitativo en el sistema de
relaciones que rige el capitalismo.
A modo de proyección hasta nuestros días,
podemos concluir que el anarquismo vaticinó –
cuando no sentó las bases- de las sucesivas
revoluciones culturales que ocurrirían a lo largo del
siglo XX y –tal vez- las que puedan acontecer en el
XXI. No obstante, su idealismo ciertamente no se ha
materializado en la desaparición del capitalismo –a
la que aspiraban- pero quizá algunas de sus ideas
se hayan filtrado en otros enfoques ideológicos o de
análisis social.
Bibliografía e información web
anónimos, VV.AA. Wikipedia.
http://es.wikipedia.org (último acceso: 2010).
Litvak, Lily. Musa Libertaria. Arte, literatura y vida
cultural del anarquismo español (1880-1913).
Barcelona, 1981.
Real Academia Española de la Lengua (R.A.E.).
Diccionario de la Lengua Española. 2010.
www.rae.es/rae.html.
http://video.aol.co.uk/video-detail/arte-y-
anarqua/723968138

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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Artículo: Reflexiones sobre la Guerra Fría
Autor: Manuel Pérez Lecha
Máster en Estudios Contemporáneos e podrían haber sido la alianza entre revolucionarios y
Investigación Avanzada
Universidad Jaume I
España
La Guerra Fría es el orden internacional
establecido tras la Segunda Guerra Mundial que
tiene como polos a los Estados Unidos de América
y a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
(EE.UU. y URSS respectivamente de aquí en
adelante). Estas dos potencias se aseguraron el
predominio a nivel internacional en base a las
diferentes estrategias que siguieron, que acababan
siempre en el mismo punto de partida, con un
sistema tan estable que pareció en sus días que
duraría décadas.
Fueron los intereses de estos dos países los que
hicieron que este orden internacional durase, y
todos los procesos y conflictos que durante este
periodo tuvieron lugar a una escala planetaria
fueron movidos por los agentes de ambos frentes, el
soviético y el norteamericano. Y este es el objeto de
la pequeña reflexión que desarrollaremos en las
próximas páginas.
La Segunda Guerra Mundial es un conflicto en el
que intervienen todas las partes de la Tierra, desde
las islas de Micronesia hasta las colonias africanas,
pasando por América Latina y los países asiáticos.
Es una confrontación a nivel ideológico en la que se
enfrentan tres posiciones: el fascismo (representado
por Alemania, Italia y Japón), la democracia
capitalista (representada por los EE.UU. y el Reino
Unido), y la revolución comunista (representada por
Rusia). La derrota de uno de los bandos fue debida
a la unión de los otros dos, demócratas y
ISSN: 1853-3116
revolucionarios contra fascistas. Pero de la misma
forma se habría podido dar la victoria sobre uno de
los tres contendientes con otras alianzas, como
fascistas (que recordemos que se dio en los inicios
de la Guerra), o la alianza entre demócratas y
fascistas.
Por otro lado, vemos que después de la Segunda
Guerra Mundial Europa ha quedado totalmente
devastada, y la reconstrucción sería lenta si no se
recibían ayudas, viniesen estas de donde viniesen;
los países europeos por sí mismos no estaban en
condiciones de llevar a cabo esta enorme tarea.
Posteriormente se dividiría el continente
dependiendo del avance de las tropas aliadas ya
durante la Guerra, cuando dio comienzo la retirada
alemana. Rusia avanzaba por el Este, mientras que
las potencias occidentales lo hacían por el Oeste.
Una vez derrotados los nacionalsocialistas, el área
de influencia de cada una de las potencias estaba
ya delimitada por las posiciones hasta las que
habían llegado sus tropas. Tanto los EE.UU. como
la URSS salieron del conflicto muy reforzados.
Los EE.UU. no habían sufrido relativamente
pérdidas humanas (0,3 millones frente a los 7
millones de muertos alemanes), y su economía se
había desarrollado durante los años del conflicto de
una manera sin precedentes.
La URSS había logrado con la lucha una unidad
nacional que nunca antes había tenido, pues la
inmensa cantidad de muertos hizo que la conciencia
nacional despertase, dejando de lado décadas de
luchas internas; y esto por no mencionar el
despegue económico que se produjo también en
territorio ruso, llegando a ser la segunda potencia
industrial, sólo por detrás de los EE.UU.
Es por este poderío económico e ideológico que
ambas potencias intentan expandirse, tanto por
Europa como por el mundo en general. Extenderán
sus órbitas de influencia cueste lo que cueste,
enfrentándose entre ellas a la menor oportunidad,
controlando desde la sombra lo que ocurre en
cualquier rincón del planeta, promoviendo el odio
hacia el otro bando, luchando de forma oculta. Es
aquí cuando nacen los juegos del espionaje. Y
serán los intereses de estos dos polos enfrentados
los que se pueden apreciar detrás de todo
acontecimiento político y social de este periodo.
Es el Telón de Acero el mejor ejemplo de este
reparto a nivel mundial. Europa será dividida en dos
partes: la occidental, bajo la órbita de los EE.UU., y
la oriental, bajo la influencia de la URSS. Entre
ambas se extiende una frontera invisible que
imposibilita el conocimiento entre las zonas, el
intercambio, el comercio. Este Telón de Acero
delimita claramente la separación entre las dos
potencias, el alcance de su ayuda económica a los
países que hay a un lado y al otro de la frontera, el
sistema político, económico, social y judicial de
dichos países. Ese Telón imaginario lo delimita todo
y lo deja cerrado, marcando claramente hasta
dónde puede llegar cada una de las potencias, al
menos en territorio europeo. No interesa a ninguna
de las dos potencias perder territorio frente a la otra.
Regalarán de esta manera millones y millones a los
países de su esfera. No importa el precio que hayan
de pagar para frenar el avance del comunismo por
un lado, y el avance del imperialismo capitalista por
el otro. Tanto el Plan Marshall como la Kominform
buscan esto.
El primero invita a todos los países europeos a
recibir ayudas, a cambio de ponerse bajo su órbita y
tener el mismo sistema político y económico; el
segundo hace lo mismo con su Política de
Solidaridad Universal Antifascista y Antiimperialista
y con los Tratados de Amistad y Cooperación.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Y si esto fuese poco, no dejan descuidadas ambas
potencias sus intereses estratégicos y defensivos,
pues pronto se encargan de firmar con los países
de sus respectivas zonas de influencia tratados
defensivos, como lo son el Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN) y el Pacto de Varsovia.
Uno de los primeros momentos en los que se deja
sentir la presión de los intereses de los EE.UU. y la
URSS es con el proceso descolonizador. Si bien es
cierto que ambas potencias apoyaban los procesos
independentistas, lo que ya no apoyaron fueron los
intentos de estas antiguas colonias de no aliarse
con ninguno de los dos bandos.
En cuanto se iniciaron los procesos
independentistas, algunos de los países ya libres
convocaron al resto de colonias a una conferencia
en Bandung para tratar asuntos propios, sin que
hubiese presencia ni de las dos potencias ni de las
colonias. De esta conferencia surgió el Movimiento
de los Países no Alineados, que pretendía ser una
tercera vía independiente y autónoma a los dos
modelos que representaban los EE.UU. y la URSS.
Promovían un neutralismo activo a todos aquellos
estados que disidieran de los dos bloques.
No obstante, este es un movimiento que fracasará
a los pocos años. La Guerra Fría es un sistema que
no permite terceras vías, pues se basa en el
enfrentamiento por la hegemonía de los dos
grandes bloques.
No interesa ni a los soviéticos ni a los
norteamericanos que estas posturas triunfen, y no
les brindan ningún apoyo; más bien al contrario.
Tarde o temprano todos los países que formaban
parte de este Movimiento ingresarán en la esfera de
influencia de una u otra potencia, y el movimiento
acabará diluyéndose.
Los procesos independentistas se van alargando a
lo largo de las décadas de 1960 y 1970. En muchas
ISSN: 1853-3116
ocasiones no se otorga la independencia a los
territorios porque sufren guerras civiles internas, y
con esta excusa se retienen bajo dominio colonial
durante años. Son las dos grandes potencias las
que en muchas ocasiones promueven estos
enfrentamientos internos, pues es la forma que han
encontrado para enfrentarse entre ellas de una
manera indirecta.
Uno de los bandos en lucha es apoyado por los
estadounidenses, mientras que el otro es apoyado
por los soviéticos. Les envían armas, apoyo
logístico y económico. Hacen lo que sea preciso
para alargar el conflicto, tanto si ven que lo pueden
ganar como si sólo lo hacen para entorpecer la
victoria del enemigo, instaurando luego una
dictadura que sea afín a sus posturas. Con tal de
extender un poco más su territorio y su red de
influencia, tanto los EE.UU. como la URSS
promueven conflictos que representan una sangría
constante para los países en los que ocurren, que
merman a su vez su capacidad de avanzar,
modernizarse y desarrollarse. Y es que éste es el
interés de los dos bloques: permanecer siempre
como únicas alternativas posibles, como grandes
faros indiscutibles a nivel planetario en torno a los
cuales debe girar la población.
Esto mismo lo podemos observar también en los
cuatro conflictos tipo de la Guerra Fría: Corea,
Vietnam, Cuba y Afganistán. Son conflictos que
nacen de unos patrones cíclicos que se establecen
ya desde los inicios de la Paz Simulada, como se
conoce también a la Guerra Fría. En los cuatro
podemos apreciar el mismo sistema: un inicio con
un periodo de distensión, con un lenguaje moderado
o un intento de acercamiento por ambos bandos; a
este periodo sigue uno de inicio de las tensiones,
provocado por cualquier pequeño incidente, cosa
que lleva a su vez a un incremento de los conflictos
en la zona en cuestión; estos conflictos puntuales
son utilizados por los EE.UU. y la URSS para sus
propios intereses, cosa que les hace llegar a un
incremento del gasto militar; y toda esta tensión
acaba desembocando en uno de los conflictos tipo
con la máxima tensión entre ambas potencias. Una
vez acaba el conflicto en cuestión, se retoma la
situación distendida, y así sucesivamente.
Para mantener sus posiciones ya establecidas,
ambas potencias luchan en cualquier territorio. Es
un campo global, no importa el valor estratégico,
económico o militar del emplazamiento.
La cuestión es enfrentarse y poner el máximo de
impedimentos posible a la expansión del otro
bando. Es el esquema más básico de la Guerra
Fría: una de las potencias intervienen en una zona o
conflicto para mantener su territorio de influencia, y
la otra potencia ayuda de forma indirecta a los
enemigos de la misma para que logren sus
objetivos desestabilizadores.
Si entramos en el terreno de la ficción, las obras
de Frederick Forsyth nos pueden proporcionar un
buen ejemplo.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1

Por mencionar sólo dos de ellas, nos centraremos Es un sistema tan bien establecido que no
en El cuarto protocolo y en La alternativa del diablo. llegamos a su final por la victoria de un bando sobre
el otro, sino por el agotamiento de uno de los
bandos. La URSS no es capaz de seguir el ritmo de
los EE.UU. En la década de 1980 entró en una
profunda crisis, pues la industria era obsoleta, y el
estancamiento
económico
acuciante. Se
declara una
política de
repliegue, se
van dejando
zonas
descubiertas.
Los
estadounidense
En ambas se nos presenta una URSS invisible, s aprovechan la
contra la que hay que luchar. Conflictos que ocurren ocasión y
en Israel, en Japón o en Bulgaria son utilizados por expanden su
los estadounidenses para medrar en la capacidad área de
soviética. Una mala cosecha de cereales en la influencia. En
URSS es descubierta por los EE.UU., y es a raíz del cuanto uno de
secuestro de un petrolero por independentistas los dos frentes
búlgaros y al asesinato de dos judíos como se cayó, la
encuentra la manera de negociar. Podrían dejar los mayoría de los
estadounidenses morir de hambre a la población conflictos que
soviética y aprovechar las revueltas para expandir se venían manteniendo desde hacía años
su área de influencia incluso dentro de la propia impulsados por ambas potencias cesaron. La guerra
URSS, pero lo que hacen es mantener el sistema de Afganistán, que ya duraba diez años, acabó en
establecido, pues es lo que les interesa por encima pocos días con el repliegue soviético.
de todo.
Los conflictos en los países africanos terminaron
Si bien es cierto que ambas son obras que no se en su gran mayoría con la victoria del bando que
corresponden con la realidad, sí que han sabido los estadounidenses apoyaban.
captar la realidad que se encuentra en el fondo del
sistema de la Guerra Fría: que es un sistema que Los movimientos revolucionarios en el exterior de
interesa mantener a las dos potencias, pues es la ambos países se detienen, bien diluidos por su
única forma que tienen de continuar siendo las escasez de fuerza, o bien solicitando armisticios con
cabezas políticas, económicas y militares del las otras partes enfrentadas. Y es que ya se sabe:
mundo. muerto el perro, muerta la rabia.

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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Artículo:Cacicato en la Restauración Española.
Comparación con el Clientelismo
Latinoamericano. El rol de la Religión y sus
condicionamientos en el caciquismo.
Autor: Guillermo Gabriel Fernández Amado
Lic. Sociología
Universidad de Buenos Aires
Argentina
Introducción:
El papel que la religión juega en la formación de
las actitudes sociales caciquiles, se halla
originariamente presente en los estudios de
Baumgarten, historiador especializado en España,
tío y maestro de Max Weber.
A partir de la lectura de la novela de Vicente
Blasco Ibáñez, “Entre naranjos”, y de la capacidad
de observación de la realidad que revela este autor,
se examina el caciquismo rural en la España de la
Restauración como el elemento más característico
del sistema social y político de ese entonces.
La pregunta que intenta responder este ensayo, es
cual es la vinculación que existe entre catolicismo y
caciquismo, examinados a la luz de estos dos
autores, y de sus obras.
La hipótesis requiere descender a aspectos
filosóficos y psicoanalíticos, para entender porque
en ciertos países católicos se dio el caciquismo en
mayor medida, con rasgos propios y con mayor
persistencia que en otros países de religiones
distintas.
En el trasfondo, la pregunta Weberiana también
es, si el Sistema de Gobierno (Monarquía,
Dictadura, Aristocracia, Democracia) y sus formas
Parlamentarias o Presidencialistas, son sensibles a
ISSN: 1853-3116
la religión practicada por los habitantes de un país,
cristalizada en su ética secularizada.
Caciquismo en la España de la Restauración:
El sistema canovista resultaba falsamente
democrático, aún después de la implantación del
sufragio universal en 1890. La ampliación del
derecho electoral, que al dar posibilidades de
participación a los más modestos podía tener
importantes repercusiones, no puso nunca en
peligro las ancestrales relaciones de dominio
político, económico y social consustanciales a la
región. Y es que el sistema tenía en el caciquismo
su método de supervivencia y garantía de
perpetuación de aquellas situaciones.
Con partidos políticos formados por reducidos
grupos de notables, una parte importante de la
oligarquía agraria optó por la vocación política y por
debajo de estos representantes elegidos, se
situaban los caciques locales,
diseminados por las poblaciones, quienes atraían
el voto a la opción elegida por éstos, gracias a su
preeminencia socioeconómica y llegado el caso,
apelando a todo tipo de maniobras espurias.
Siempre ganaba el partido que las convocaba, con
riguroso respeto al sistema de turno pacífico de
conservadores y liberales, funcionando esto hasta
que la crisis de los partidos dinásticos introdujo una
fuerte dispersión del voto.
El cacique controlaba las elecciones de una
manera u otra, encubierta, a través del encasillado o
de forma fraudulenta a través del pucherazo. El
caciquismo es entonces, en el aspecto electoral, la
manipulación de voto de la población a través de los
caciques, que controlan a la población de su zona,
beneficiándoles o perjudicándoles según el voto. La
política pues es poco representativa con el pueblo y
como tal, empieza a surgir en consecuencia, una
serie de nuevas ideologías fuertes como el
socialismo o el anarquismo, que tendrán un gran
acogimiento en las clases inferiores y enorme
impacto en el resto de Europa y América.
Baumgarten, historiador especializado en España,
se preocupa por mostrar la relación que existe entre
las posiciones respecto a las medidas económicas y
políticas y la mentalidad de los diferentes grupos
sociales, en particular criticando al reaccionismo
social que caracterizaba el espíritu de 'despotismo
católico', es decir, la postura práctica de la Iglesia
católica en asuntos políticos.
Baumgarten, afirma que en aquel contexto el gran
responsable de la desmotivación y por tanto del
atraso de las clases populares se debe a su
catolicismo. Sánchez Blanco al respecto afirma que
eI carácter paradigmático de la situación española
adquiere claridad al desencadenarse la guerra civil
entre carlistas y cristinos, que representan las
opciones políticas contemporáneas: “una sociedad
de hombres desiguales en derechos y obligaciones,
tal y como la desean el clero y la aristocracia, o una
sociedad secularizada e igualitaria”. La labor de
Baumgarten como historiador permite visualizar una
decadencia ya preformada en la estructura social y
la base espiritual del Imperio. Una monarquía que
anula la representatividad popular, retiene los
particularismos y las diferencias feudales,
adoptando el sistema inquisitorial para velar sobre
la inteligencia y la conciencia de sus súbditos, que
termina con la paralización de las energías
populares y con el aborto de cualquier intento
renovador fundado en las luces de la razón, siendo
el Siglo de Oro también otra muestra acabada del
sistema político que él denomina 'despotismo
39
católico'.
39
La Revolución Española y el liberalismo Alemán del
siglo XIX”: Hermann Baumgarten y la historia
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Baumgarten cree en que, en oposición a la
mentalidad clerical y aristocrática, lo burgués y
cívico es la nota positiva del nuevo pensamiento, es
un modernista influido por las ideas de la
Revolución Francesa.
Las consecuencias de la aplicación de esa lógica
a las estructuras del Estado son la supresión de
señoríos y de las jurisdicciones exentas (católicas y
nobiliarias) provenientes de la época feudal,
simplificación y unificación de los impuestos y
finalmente, abolición de aduanas provinciales y
locales. Baumgarten piensa que la revolución
liberal, no es tal ya que los reformadores que no
estaban imbuidos del materialismo francés no
fueron oídos a tiempo en los países católicos.
España es un ejemplo claro de que habría sido
posible anticiparse a la revolución, si la Ilustración
hubiera tenido más fuerza entre las clases
dirigentes.
Vemos aquí dos líneas de pensamiento que se
clarifican en Baumgarten, por un lado citamos a
Platón. Pareciera que comparten la misma escala
de bondad respecto a las formas de gobierno.
En función de lo dicho lo largo de la República,
Platón realiza un análisis de las formas de gobierno,
que irá graduando desde la mejor hasta la peor. En
primer lugar sitúa la aristocracia, es decir, el
gobierno de los mejores, que vendría representado
por el gobierno de la República ideal; en ella los
mejores son los que conocen las Ideas, los
filósofos, y su gobierno estaría dominado por la
sabiduría. La segunda mejor forma de gobierno la
representaría la timocracia, el gobierno de la clase
los guardianes, que no estaría ya dirigida por la
sabiduría, sino por la virtud propia de la parte
irascible del alma, que es la propia de dicha clase,
de España, Francisco Sánchez-Blanco, pp269-275
ISSN: 1853-3116
abriendo las puertas al desarrollo de la ambición,
que predominaría en la siguiente forma de gobierno;
la oligarquía, el gobierno de los ricos, y cuyo único
deseo se cifra en la acumulación de riquezas.
Posteriormente encontramos la democracia, cuyo
lema sería la libertad e igualdad entre todos los
individuos y cuyo resultado, según Platón, es la
pérdida total del sentido de los valores y de la
estabilidad social. Por último, en el lugar más bajo
de la escala, se encuentra la tiranía, que
representaría el gobierno del despotismo y de la
ignorancia, dominado el tirano por las pasiones de
la parte más baja del alma, dando lugar al dominio
de la crueldad y de la brutalidad.
Por otro lado tenemos afinidad con el concepto de
Democracia de Aristóteles que, en cambio, nos
propone una teoría de las formas de gobierno
basada en una clasificación que toma como
referencia si el gobierno procura el interés común o
busca su propio interés. Cada una de estas clases
se divide a su vez en tres formas de gobierno, o tres
tipos de constitución: las buenas constituciones y
las malas o desviadas. Las consideradas buenas
formas de gobierno son la Monarquía, la
Aristocracia y la Democracia (Politeia); las
consideradas malas, y que representan la
degeneración de aquellas son la Tiranía, la
Oligarquía y la Democracia extrema o Demagogia.
Dentro de las buenas, la Democracia moderada o
"Politeia" es considerada por Aristóteles la mejor
forma de gobierno, que le hace rechazar, o
considerar inferiores, las otras formas buenas de
gobierno es su inadecuación al tipo de sociedad que
imagina, considerándolas adecuadas para
sociedades o menos complejas y más rurales o
tradicionales; pero también el peligro de su
degeneración en Tiranía u Oligarquía, lo que
representaría un grave daño para los intereses
comunes de los ciudadanos.
En Baumgarten por tanto conviven el riesgo
Aristotélico detectado ante la degeneración de la
democracia en oligarquía, y el mejor gobierno
Platónico posible, el de la Aristocracia iluminada. Es
a partir de este esquema ideal, donde él comienza
el proceso de crítica, comprensión y explicación,
utilizando como herramienta a la religión.
La historia del siglo XIX es la de la superación
definitiva del Antiguo Régimen. La España antigua
del despotismo pertenece definitivamente al pasado
a pesar de la resistencia que oponen los carlistas y
los más reaccionarios dentro del campo liberal. De
alguna manera se afirma el principio de la
representatividad y de la soberanía popular; en la
economía, gracias a la desamortización; el mercado
nacional se uniformiza a consecuencia de la
supresión de aduanas y de la unificación de
impuestos; el bienestar general de la población
crece con el desarrollo de la industria y del
comercio. Todo esto se hace realidad,
independientemente de si los acontecimientos
particulares fueron o no producto de la falta de
visión o de las pasiones de algunos individuos. Lo
que
Baumgarten
echa de
menos en el
proceso
revolucionari
o español es
la influencia
moderadora
de la moral
burguesa,
es decir, del
amor por el
conocimient
o positivo, de la laboriosidad, de la honradez, del
valor de la familia, etc.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Señala que el catolicismo no favoreció una ética
familiar, lo mismo que tampoco dispuso de un
concepto positivo del trabajo en el contexto
económico, ni fomentó el sentimiento de unidad del
Estado nacional como lo hizo el protestantismo en
Holanda y en Inglaterra (interesante visión luego
retomada por su sobrino en La ética protestante y el
espíritu del capitalismo). Mientras España no
incorpore, pues, a su espíritu nacional elementos de
la moral protestante no cristalizará el nuevo Estado,
esta es pues la tesis que Baumgarten sostiene en
un artículo dedicado especialmente a la cuestión
religiosa en España.
El catolicismo, tanto en la ciencia como en la
política, se opone a toda novedad. El
enfrentamiento entre las confesiones católicas y
protestante no tiene lugar en el campo de la
teología, sino en el de la política, y esto dentro de la
discusión de si un liberalismo consecuente, como lo
exigen los protestantes, puede servir de dique al
movimiento revolucionario y al enfrentamiento de
clases que se avecina.
La mirada de Baumgarten ve a una España
dominada desde sus orígenes como Estado, por la
Iglesia y por una monarquía aliada, instrumental. De
tal manera que el único camino para lograr su
incorporación a la civilización europea consiste en el
abandono de lo que llama la tradición de la
monarquía católica, liberándose de un embrutecido
clero y de unos gobernantes absolutos, creando así
las circunstancias adecuadas para el desarrollo del
individuo ético burgués.
Este gobierno absoluto de la Edad de Oro, tiene
su continuador en las prácticas caciquiles a mi
entender, signo de la modernización tardía a la que
hacía alusión Baumgarten.
El impedimento del liberalismo consiste en que la
tradición de la monarquía católica se había
encarnado hasta tal punto en el natural de los
ISSN: 1853-3116
españoles (modos de actuar, de hacer, ética,
ascesis), alentando sus inclinaciones mas insanas,
que los ha hecho en principio incapaces de juicio
ético, sentido del deber, razón y tolerancia,
apelando en los momentos de radicalismo y
reacción política a todo un arsenal de violencia,
fanatismo, inconstancia y superstición.
La instauración de una monarquía constitucional
para Baumgarten (Aristocracia Platónica) es la
mejor de las existentes, pero necesita contar con un
pueblo con existencia de fundamento ético-cultural y
con una dinastía dedicada y capaz. España carece
de lo primero y no tanto de lo segundo para
Baumgarten, asumiendo una polémica que hizo
furor tras 1870, la de la inferioridad de los pueblos
latinos, afirmando en última instancia que en el
fondo, la cuestión del futuro español es también el
futuro de toda la familia latina, un futuro que
depende de la medida en que el catolicismo sea
capaz de conciliarse con el mundo moderno. Por
ello el sostiene que lo sucedido en España en el
siglo XIX afectará no solo a Europa, sino también a
40
América.
Catolicismo Y Caciquismo en la América Latina
del S.XIX:
El matrimonio del Catolicismo con la política
española, lejos de promover valores democráticos,
y una religión dirigida por una pluralidad de
personas, concentró el enfoque religioso en pocas
personas. Tanto los gobernantes como la iglesia
Católica alimentaban el caciquismo y el clericalismo.
Enseñaban que este orden jerárquico era el orden
de Dios (Amo=Señor=>Esclavo=Siervo). Promovían
la idea de que los que estaban en el pináculo (los
políticos o los clérigos), ocupaban ese lugar para el
40
Razón de Historia: Estudios de Historiografía, Juan José
Carreras Ares, Carlos Forcadell. Pp90-95
bien de la sociedad. La Iglesia enseñaba que toda
verdad y toda gracia reposaban en ella, y que el
individuo no tenía nada que aportar, sino debía
llegar a la Iglesia para conseguir gracia. Las masas
no formaban la Iglesia, sino debían acudir a ella.
Durante siglos las sociedades latinas han sido
condicionadas a seguir pasivamente a los líderes
Católicos, y es bien sabido el poder y la autoridad
que manejaban cualquier sacerdote de rango más
bajo en el pueblo más remoto. Prácticamente tenía
la última palabra en cualquier asunto.
Por esto el acierto de Baumgarten es notable, ya
que la influencia católica y caciquil en Hispano
América, pareciera un calco de lo sucedido en la
España de la Restauración.
Veamos unos casos ilustrativos:
Como nota de color, partimos de lo literario, en
"Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez
se vislumbra el dominio de Macondo por Arcadio
Buendía, siendo este gran libro el mas fiel correlato
latinoamericano del caciquismo de los Brull en
“Entre Naranjos”.
Por otro lado autores de principios de siglo como
Joaquín Costa y su “Oligarquía y Caciquismo”,
tuvieron su correlato también en Perú por ejemplo,
con José Carlos Mariátegui, con su libro “7 ensayos
de interpretación de la realidad peruana” en su
referencia al gamonalismo como elemento caciquil
en un país con un complejo entramado de
elementos provenientes de la herencia colonial,
apenas modificados superficialmente desde
mediados del siglo XIX, y los nuevos elementos que
con la implantación dominante del capital
monopolista, de control imperialista, van
produciendo una reconfiguración de las bases
Página 21
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
económicas, sociales y políticas, de la estructura de
41
la sociedad peruana.
El clientelismo como práctica política surge en
América Latina durante la conformación de los
Estados nacionales de tipo oligárquico, los cuales
se caracterizaron por su estrecha base social y
exclusión de las mayorías. Gracias a esto, el
clientelismo encuentra su espacio y se desarrolla,
sobre todo, en zonas aisladas, donde la presencia
de este Estado en gestación es mínima o aún nula.
En estos lugares olvidados y marginados por toda
política pública, la función social es llevada a cabo
por los grandes latifundistas, patrones que
satisfacen las necesidades de sus “clientes” a
cambio de alguna retribución en otro ámbito, ya sea
trabajo, apoyo político y/o servicios personales.
Los clientes, por su parte, ven en el patrón una
figura confiable que los defiende y se preocupa por
ellos (paternalismo); debido a esto le obedecen con
complacencia, en el peor de los casos con apatía,
casi nunca a disgusto. Toda relación de explotación
41
Mariategui Jose Carlos - Siete Ensayos de
Interpretacion de La Realidad Peruana. Bibl. Ayacucho.
p10.
ISSN: 1853-3116
y dominación queda así encubierta por los lazos de
“amistad” o parentesco real o ritual que el patrón
establece con sus clientes. Esto torna imposible el
cambio, pues los clientes no pueden tomar
conciencia de clase, ya que la “amistad” y la
“familiaridad” pareciera impedir que surja el conflicto
capital-trabajo, casi emparentado con una suerte de
violación al estatuto familiar, donde
psicológicamente la lealtad juega un papel casi
edípico, donde la toma de conciencia a partir del
conflicto latente en tal relación, es vista por ambos,
casi como una violación incestuosa y democratización y hacer visible, las contradicciones
profundamente insana. Lealtades mutuas violadas,
justo allí donde hay una relación de afinidad casi
familiar…y como corolario ideal, una acentuación
exagerada de la familia y de la pulcra obediencia
sumisa gestada por el ideario católico.
Se da así un tipo de solidaridad vertical que no
permite la transformación de la sociedad, pues los
intereses de clase quedan ocultos. Más aún, la
constante pugna entre los diferentes anillos
clientelares refuerza los lazos internos y establece
una situación de equilibrio.
Apelando a la lealtad -un elemento de la
dominación de tipo tradicional-carismática en
términos weberianos utilizado estratégicamente por
los patrones- se puede generar consenso sin
establecer coerción. Y en esto es de notar la gran
diferencia entre la violencia generada en la
Latinoamérica católica y el modelo clientelar de los
países protestantes centrales, donde los casos de
intimidación violenta, son menos numerosos en el
senos de sus propias comunidades, no así hacia la
periferia o fuera de sus fronteras nacionales.
Es por ello que el clientelismo decae con la
democratización de la política y la consecuente
aparición –invocando nuevamente a Weber- de la
dominación de tipo racional-burocrática que torna
obsoleta estas prácticas y su consecuente
reformulación. Quizás es por ello entendible como
en una sociedad caciquil y clientelar, la explotación
capitalista es mas fácil de realizar, y por medio de
Dictaduras, se debilitó sistemáticamente la
democratización política de estos países, para
aumentar la rentabilidad explotadora de esta
periferia, en el marco de políticas-militares de los
países capitalistas centrales, implementadas a
finales del s.XX, como fue la sangrienta Doctrina de
Seguridad Nacional de EEUU, impuesta a todos los
países del cono sur, con el fin de atrasar esta
del modelo neoliberal.
Esto puede ser una tesis para entender porque
mas allá del régimen político Parlamentario,
Constitucional, Monárquico o Independentista, la
desmotivación del pueblo oprimido, sea ejercido a
nivel local por un señor feudal, un clero inquisidor,
un cacique, es moneda común en todos los pueblos
hispanos y católicos, hasta entrado el siglo XX, y en
gran parte producido por las manifestaciones de la
religión católica en gran parte de la ciudadanía, que
alentaba la intensa desmovilización política de la
región, puesta de manifiesto en el elevado grado de
abstencionismo sino también en la fidelidad al
poder.
Veamos el caso de Perú y el desarrollo de lo que
se llamó “Gamonalismo”, estructura feudal
42
heredada de los tiempos coloniales. En Perú la
costa es moderna, de influencia española y
mantiene un constante contacto con el exterior;
mientras que la sierra es tierra feudal, atrasada,
exclusivamente agrícola y de población aborigen.
Debido a la mentalidad de los latifundistas,
encontramos que tanto las áreas mineras como las
de mayor perspectiva económica del país fueron
abandonadas a la explotación de capitales
Página 22
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
extranjeros, mientras que ellos buscaban tan sólo
mantener el monopolio de sus tierras y operaban
como simples intermediarios para con los primeros.
Los clientes, en su gran mayoría indígenas
despojados de sus tierras, paupérrimos e
ignorantes, eran apropiados por los latifundistas
para el cultivo de sus haciendas. Dentro de ellas, el
poder de los gamonales se legitimaba a través del
paternalismo. “El y su gente conformaban una
especie de gran familia donde podía ejercer, sin
vacilación alguna, su autoridad y su despótica
43
ternura paternal”.
Respetuoso acérrimo de las costumbres, este
patrón vivía con sus colonos aborígenes, compartía
su cultura y rituales, formando parte de la
comunidad. Además, su figura poseía un carácter
mágico, lo que también constituía parte de la
legitimidad de su dominación. En nombre del más
ortodoxo tradicionalismo por las relaciones afectivas
que mantenía con sus colonos, el gamonal
perpetuaba su poder basándose más en el
consenso que en la violencia, pues los aborígenes
lo consideraban como uno de ellos y le brindaban
su apoyo. Esto, sumado a otras prácticas menos
nobles llevadas a cabo por los gamonales para el
mantenimiento del orden vigente, tales como el
cultivo del alcoholismo en los colonos y su rechazo
a la educación, aumentando la imposibilidad de un
cambio estructural.
Estas prácticas, más violentas que las vistas en
España, tenían su causa, entre otras, en la
ineficacia relativa de la religión para cristianizar en
la obediencia a Negros e Indígenas. Según
Mariátegui, en el terreno de la razón y la moral, se
situaba hace siglos, con mayor energía, o al menos
43
Burga, M y Flores Galindo, A, “El consenso y la
violencia”, en Falleti, T. Giordano, V. y Rodríguez, G.
(comps.), Clientes y Clientelismo en América Latina, Bs
As, 1997, pág. 24.
ISSN: 1853-3116
mayor autoridad, la acción religiosa. La suerte de
44
los indios no varió sustancialmente. El poder de
los terratenientes, en la lucha por aquéllas mejores
tierras productivas, ha llegado hasta el extremo de
eliminar al poseedor indígena por la violencia o
masacrándolo, sin intercambio alguno de
empréstitos, regalos o amedrentamiento, por tanto
yendo directamente al fusil, sin reparar primero en
la cruz.
El catolicismo, por su liturgia suntuosa, por su
culto patético, estaba dotado de una aptitud tal vez
única para cautivar a una población que no podía
elevarse súbitamente a una religiosidad espiritual y
abstractista.
La evangelización, la catequización, nunca
llegaron a consumarse en su sentido profundo, por
esta misma falta de resistencia indígena, cuando
este pueblo que creía que el dominio político
comprendía el dominio eclesiástico. Los misioneros
no impusieron el Evangelio; impusieron el culto, la
liturgia, adecuándolos sagazmente a las costumbres
indígenas. El paganismo aborigen subsistió bajo el
culto católico.
La pasividad con que los indios se dejaron
catequizar, sin comprender el catecismo,
enflaqueció espiritualmente al catolicismo en el
Perú, mientras que el esclavo negro prestó al culto
católico su sensualismo fetichista, su oscura
superstición.
En resumen si el suntuoso culto y la majestuosa
liturgia disponían de un singular poder de sugestión
para imponerse al paganismo indígena, el
catolicismo español, como concepción de la vida y
disciplina del espíritu, carecía de aptitud para crear
en sus colonias elementos de trabajo y de riqueza.
44
Mariategui Jose Carlos - Siete Ensayos de
Interpretacion de La Realidad Peruana. Bibl. Ayacucho.
p159.
Es por tal motivo que el catolicismo no fue un
elemento tan primordial en el caciquismo Peruano
como en el español, y al no serlo, la herramienta en
su reemplazo fue la mayor coacción y coerción en
Perú que en España, aunque persistiera en este
último territorio, un recalcitrante medievalismo que
lentificaba su transformación capitalista.
Para Mariátegui, la experiencia de Occidente
revela la solidaridad entre capitalismo y
protestantismo. El protestantismo aparece en la
historia, como la levadura espiritual del proceso
capitalista. La reforma protestante contenía la
esencia, el germen del Estado liberal. El
protestantismo y el liberalismo correspondieron,
como corriente religiosa y tendencia política
respectivamente, al desarrollo de los factores de la
economía capitalista. El capitalismo y el
industrialismo no han fructificado en ninguna parte
como en los pueblos protestantes. La economía
capitalista ha llegado a su plenitud sólo en
Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. Y, dentro de
estos Estados, los pueblos de confesión católica
han conservado instintivamente gustos y hábitos
rurales y medioevales. (Baviera católica es también
campesina). Y en cuanto a los estados católicos,
ninguno ha alcanzado un grado superior de
industrialización. Francia e Italia, son en la época,
más agrarios que Industriales. España, el país más
clausurado en su tradición católica, que arrojó de su
suelo al judío y al musulmán, presenta la más
retrasada y anémica estructura capitalista de la
45
Europa de la época. En este diagnóstico
Mariátegui coincide con Baumgarten.
45
Mariategui Jose Carlos - Siete Ensayos de
Interpretacion de La Realidad Peruana. Bibl. Ayacucho.
p274.
Página 23
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Pasamo
s ahora a
otro caso,
el del
caciquism
o toda costa monopolizar la relación entre ambos y
Mexicano.
Mientras
el
gamonal
peruano
se
identificab
a con un
jefe rural,
duro y distribución de la riqueza estatal.
caudillesc
o que
basaba su legitimidad en el paternalismo, la
violencia y no tanto en el disciplinamiento religioso;
“el cacique mexicano es un intermediario que hace
uso de de su posición estructural para establecer un
dominio sobre la región, maniobrando, con poder e
46
influencia en dos esferas simultáneamente.” Esto
quiere decir que el cacique opera principalmente
como negociante entre su comunidad y el poder
supralocal. Esta tarea lo sitúa en medio de dos
culturas políticas, por lo que debe mostrarle a
ambas partes la conveniencia de su mediación.
Con su gente se relaciona a través de lazos
personales, de amistad y patronazgo. Es
considerado en tanto organizador y unificador de la
comunidad. No obstante, cuando no logra
mantenerse en el poder mediante el consenso,
puede apelar a la violencia. El cacique es, a su vez,
cliente de miembros superiores del gobierno,
46
Salmerón CAtro, F., “Caciques. Una revisión teórica
sobre el control político local, , en Falleti, Giordano, V. y
Rodríguez, G. (comps.) pp.35-36.
ISSN: 1853-3116
relación que le primero aprovecha para aumentar su
prestigio; así como intenta, al mismo tiempo, sacar
tajada de cualquier negocio que caiga en sus
manos. En tanto opera como bisagra entre los
distintos grupos (y se beneficia con ello), busca a
mantener la necesidad de su intermediación. En
esto se equipara con lo analizado por J.A. Piqueras
Arenas respecto a “Entre Naranjos”, cuando afirma
que se puede retratar la importancia del
funcionamiento del caciquismo tanto desde arriba
de la estructura como desde abajo, acentuando el
rol de intermediario gubernamental, del
asistencialista, pero desde un ángulo negativo
respecto a la justicia social y a la equitativa
s indígenas y mas adelante son francamente
Los caciques en México en realidad no toman el
cuestionados por los indígenas de la Iglesia
lugar del Estado, sino que dependen de él para
Autóctona. Imbuidos de ideologías racistas y
satisfacer las demandas de su gente. Se ve así
segregacionistas pesan dentro de la Iglesia Católica
manifestado, en estos dos casos, la capacidad de
impulsando políticas pastorales aculturadoras y
los patrones de prolongar su dominación
asimilacionistas, después del Concilio Vaticano II,
recurriendo a la alianza con sus subalternos,
en términos formales habrían quedado sin respaldo
quienes, viendo satisfechos sus reclamos, justifican
doctrinal, mas allá de la secularización propia de la
su poder y responden a su autoridad con
modernización, sin embargo tienen un fuerte peso
conformidad.
institucional por sus capacidades económicas y sus
Este modelo de caciquismo es más similar al caso relaciones políticas.
47
Español. En México los católicos mestizos
desarrollaron una visión del mundo a partir de En el siglo XIX después de haber consumado su
reelaborar ideologías de dominación y supremacía Independencia, México había dejado atrás sus
fisonomías indígena y colonial; el nuevo México,
racial en el período colonial e independentista.
que en el siglo XIX vivió un período de luchas
Durante el período posrevolucionario, después del
intestinas, dos invasiones extranjeras (la francesa y
proceso de expropiación de las haciendas se
la norteamericana) y una guerra civil que terminó
transformaron en intermediarios de poder del
con el triunfo de los liberales y el gobierno de
Estado con los indígenas generando estructuras de
Juárez. Éste implantó las Leyes de Reforma, las
dominio caciquil, a partir de los setentas se inicia en
cuales negaban tanto el pasado indígena como el
México un proceso de relativización del poder
caciquil y comienzan a impulsarse políticas de
cooptación política de lidere 47
Elio Masferrer Kan. Red iberoamericana por las
libertades laicas. Las tendencias internas de las Iglesias
frente al Estado mexicano. ENAH-INAH México. p4.
Página 24
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
catolicismo colonial al promover la disolución de las
asociaciones religiosas y la propiedad comunal
indígena; proponían la separación de la Iglesia y el
Estado; la desamortización de los bienes
eclesiásticos y la libertad de enseñanza. Juárez
quería fundar una nueva sociedad sustituyendo la
tradición del catolicismo por una afirmación
igualmente universal: la libertad e igualdad de todos
los hombres ante la ley. Pero para los indígenas,
que habían sido despojados de sus tierras, de su
religión y de su cultura originaria, el catolicismo
había sido un refugio, un consuelo y una vía de
expresión y el liberalismo, al no ser más que una
ideología, no consolaba ni ofrecía un punto de
salida. Mientras el catolicismo fue la base de la
cultura colonial, la igualdad y libertad fueron para
los indígenas ideas vacías de contenido y así la
Reforma fundó a México sobre una idea general del
hombre y no sobre su situación real, y al sacrificar la
realidad a las palabras se entregó el país a la
voracidad de los más fuertes. El poder sería de
quien lo tomase y Porfirio Díaz, en nombre de la
ideología liberal, subió al poder e implantó una
48
dictadura que duró 30 años.
La misión de las oligarquías liberales de fines del
siglo XIX, luego de haber triunfado sobre los
conservadores, fue supeditar el fenómeno de las
masas anárquicas. Se alcanzó así el
establecimiento de un Estado fuerte de corte
autoritario, un cacicato, cuyo origen se encuentra,
una vez más, en una pereza colectiva. En el
humanismo cristiano, se sugiere que la superioridad
humana sólo puede darse en términos tales que no
afecte la esencia del ser humano; habla entonces
de superioridades morales, considerando a las
multitudes anónimas, vulgares y mediocres que
pueblan las ciudades, como la amenaza de la
48
Sigal, Silvia. Historia de la cultura y del arte. Mexico en
los Siglos XIX y XX. pp. 215-221
ISSN: 1853-3116
civilización. El valor de esta forma política reside en
la opción que de que las personas de mayor
inteligencia o de mayor mérito moral guíen a la
sociedad, en una clara estrategia oligárquica y con
49
actores ya conocidos como caciques.
Resumiendo, las características propias de cada
caso, España, Perú o México, todas ellas permiten
abordar el estudio del clientelismo según las
particularidades de cada región (mayor o menor
incidencia de la religión en la cultura local, mas o
menos actos de violencia intimidatoria por parte del
cacique, etc) y como estas fueron determinando la
estructura y el funcionamiento de las prácticas
clientelísticas. Mas allá de esto, vemos como existe
estructuralmente un mismo problema filosófico, un
hilo conductor que podríamos delinear como
perenne y universal en todas las formas de
caciquismo, que es la dialéctica Hegeliana del amo
y el esclavo , mas el conflicto capital-trabajo de
Marx. En algunos casos donde la violencia es
mitigada por la obediente sumisión de la religión
católica, en mayor o menor grado, encontramos
también elementos psicoanalíticos de relevancia,
que se inscriben en la microfísica del poder.
Motivos sociales y políticos del atraso español:
Para conectar este origen de la desmotivación
participativa con el caciquismo, apelamos a Joaquín
Costa para iluminar el cuadro y contexto político.
Las consecuencias de este proceso de
Restauración, origina el movimiento
regeneracionista que es una línea ideológica que se
49
Marco Urdapilleta. Entre el Conservadurismo y el
Liberalismo: Rodó y Bunge en torno al hombre
latinoamericano.UAEM. Cifra Nueva, Trujillo, 7, Enero-
Junio 98. p7
dio en España a partir de la crisis del 98. Expresa la
situación de atraso y decadencia española y culpa
al sistema imperante. El nuevo regeneracionismo
cultural, en parte también político, tiene su líder en
Joaquín Costa, que influyó fuertemente sobre esta
generación. En lo político influyó en Maura y
Canalejas (partido conservador y liberal), que
siguieron lo que se llamó la “vía dinástica”; otros
tomaron la “vía republicana”; un tercer grupo fueron
los nacionalistas, proponiendo una estructura
federal para España; y por último la “vía militar”, el
“cirujano de hierro” que en Miguel Primo de Rivera
con su dictadura, se plasmo en una vía para cumplir
con esta última opción regeneracionista.
En este contexto partidario y político, los actores
tipificados en cuestión eran, por un lado los
mencionados caciques, personajes importantes
localmente, en lo social y económico, que
jerarquizados, se distribuyen a nivel nacional; por
otro lado están los oligarcas, políticos profesionales
de la nación que necesitan del cacique para lograr
sus fines. Los oligarcas residen en el centro de la
Nación, Madrid, sede de la Monarquía, de las
Cortes, sede principal de los dos partidos
dinásticos.
El funcionamiento de este sistema se apoya tanto
en los oligarcas como en los caciques. El
Gobernador Civil de cada provincia, en cuanto
representante e instrumento del Gobierno central en
ella, sirve de nexo entre oligarcas y caciques,
organiza las elecciones y decide su resultado.
Los oligarcas, agrupados en partidos que les
representan en las Cortes, se reparten
regionalmente la nación en áreas de influencia
política y por ello, según Costa, ni los partidos ni las
Cortes representan al país y la nación no es libre ni
soberana por estar prisionera de un régimen
oligárquico y caciquil servido por instituciones
aparentemente constitucionales y parlamentarias.
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
En el sistema político, los intereses de los electores
quedan subordinados a los de los que
fraudulentamente han sido elegidos. Unos,
abusando de su autoridad, y otros, aprovechándose
de su posición y de sus riquezas, son los
corruptores de un régimen que, falsamente
representativo (no por incapacidad sino por
conveniencia), ignora la voluntad de los que dice
representar. Así, tras sufragios fraudulentos, se
reparten y adueñan de todas las instituciones
administrativas y de gobierno para actuar a través
de ellas en beneficio propio.
En España entonces coexisten dos realidades
diferentes: una ficticia o aparente de monarquía
parlamentaria, constitución y elecciones, otra real,
ligada al caciquismo oligárquico.
Costa, por defender el régimen parlamentario
condena su perversión oligárquica, considerando
que este sistema corrupto compromete la unidad de
la nación y fomenta la autonomía y sectarismo
político-territorial, perpetuando estancamente estas
divisiones identitarias, en lugar de transformarlas
simbólicamente y culturalmente como en otros
estados nación de la misma época, con rasgos
menos caciquiles. Los españoles
comparativamente, con su secular atraso cultural,
social y económico eran los menos aptos para tal
transformación, modernización y unión nacional.
Respecto al atraso español, hay una coincidencia
en el diagnóstico con Baumgarten, siendo este,
también el punto de partida que adopta (nuestro
profesor de la UJI) W. Bernecker para afirmar que
estos problemas centrales, zonas de conflicto y
déficits estructurales, han afectado el desarrollo del
país y que tras el fracaso de la vía democrática de
la revolución burguesa, se ha desembocado en una
ISSN: 1853-3116
crisis que incluso llevó a la larga dictadura
50
franquista, muchos años después.
Para reflexionar sobre la actualidad entonces, de
tales confluencias de la oligarquía y de un pueblo
desmotivado, sin participación política, podemos
citar nuevamente a Costa en una faceta más
política que religiosa, cuando afirma que si el pueblo
no tiene voluntad, carece de sentido plantearse el
que las elecciones la reflejen. El régimen
parlamentario existente funciona sin necesidad de
elecciones ni de electores, es un "gobierno
parlamentario sin electores". En él las mayorías y
minorías son manipulaciones del partido
gobernante. La representación es inexistente de
facto, los diputados representan a las diversas
facciones dentro de la oligarquía (por ello el
consenso es fácil entre todos los oligarcas o
caciques).
La solución es el régimen constitucional de
separación de poderes del Estado ya que en el
régimen oligárquico no existe una ciudadanía
madura moral y políticamente. Costa finalmente
sostiene la inevitabilidad de la europeización de
España, algo similar a lo recomendado por
Baumgarten.
España debe adaptarse a la situación real que le
circunda para no ser absorbida por las grandes
potencias, al tiempo que debe asociarse a ellas en
lo referido a la modernización. La europeización
puede llegar para Costas, por la colonización
económica de España por las grandes potencias
europeas (situación que se evidencia luego de cien
años tras la incorporación de España a la UE,
condicionando su autonomía financiera y inevitables de cualquier organización, sostiene que
económica, tras la perdida de soberanía sobre el
tipo de cambio de su moneda, al adherir al Euro,
50
Historia Social de España en los siglos XIX y XX. Del
Antiguo Regimen hasta la monarquía parlamentaria.
Walter Bernecker. Suhrkamp - Ulrich Wehler
entre otros sometimientos) o porque España se
modernice sin dejar de ser España.
Interesante reflexión sobre la soberanía española,
para analizarla incluso en el presente, en un estado
secularizado pero con una ética católica persistente,
con estadísticas que indican una participación
popular en la política sigue siendo muy baja,
desempleo estructural, sindicatos no
representativos de la voluntad obrera, estudiantil ni
intelectual, con un bipartidismo estanco y rancio,
con una educación libre pero privatizada, inmiscuido
en una profunda crisis económica liberal, con
graves impedimentos en la exportación de sus
manufacturas, sin una política de obra pública y de
consumo que le permita salir de la crisis por
aumento de la demanda interna, por sus ajustes
estructurales recesivos para mantener un déficit
fiscal al mínimo, como recomiendan los organismos
internacionales de crédito, a las cuales adscribe en
tanto receta política y económica única,
principalmente impuesta desde otros estados
acreedores, mucho mas poderosos como Alemania,
Francia, Inglaterra y EEUU, y finalmente, volviendo
a lo micro, con un corrupto caciquismo que
preexiste aggiornado a las circunstancias en la vida
cotidiana de las diversas regiones autonómicas.
Ley férrea de la oligarquía y filosofía del
Caciquismo:
Robert Michels, discípulo de max Weber realiza un
estudio sociológico de la emergencia del liderazgo,
la psicología del poder y las tendencias oligárquicas
hay una ley de hierro que lleva de manera
automática al establecimiento de una oligarquía
dirigente en toda organización, cuyos intereses
acaban predominando frente a los objetivos que la
organización defiende y a los deseos de sus
participantes. Michels recoge de Weber la idea de
Página 26
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
que la sociedad contemporánea es la sociedad de
las organizaciones, por lo que los grandes
conglomerados humanos necesitan de una
determinada estructura organizativa para poder
actuar en todas las esferas de la vida pública,
política o social. Michels sostiene que la masa tiene
una necesidad psíquica y moral de ser conducida
por una minoría, compartiendo así las tesis del
elitismo político clásico de Vilfredo Pareto y
Gaetano Mosca respecto a la imposibilidad de la
democracia, y a postular finalmente la existencia de
una única ley de evolución de las sociedades
contemporáneas, sustentada en una visión cíclica y
pesimista del hombre y de la historia.51
Ello obedece a dos tipos de causas: unas,
psicológicas y otras, técnicas.
Entre las causas psicológicas de las masas, este
afirma que son "constitucionalmente incapaces de
gobernarse" y que adolecen de una inmadurez
objetiva y de una incurable incompetencia. La masa
necesita contar con líderes en los que apoyarse y
anhela reconocer su superioridad. Por ello, la
dominación de los líderes no es algo impuesto a las
masas, sino que existe un alto grado de aceptación
e incluso de necesidad por parte de éstas, lo que
planteará considerables problemas para su
recambio.
Aquí podemos entender un poco mas cierta
tendencia de los pueblos como el Español,
profundamente católico, en la tendencia psicológica
a la tutela por el Amo-Señor, sea este un Cristo o un
Cacique, funcionalmente con similares
condicionamientos a la luz de lo que Hegel esboza
en la Fenomenología del Espíritu sobre la dialéctica
del amo y el esclavo.
51
Rafael Caparrós Valderrama. Robert Michels y las
teorias elitista competitivas de la democracia.Revista
Entelequia. 2008.pp2-3
ISSN: 1853-3116
Ahí se nos viene a decir, entre otras cosas, que la
relación entre ambos no es sólo la de sometimiento,
sino también la de reconocimiento.
Una breve ilustración podría ser esta: el amo es tal
porque el esclavo lo reconoce como amo, sea por
razón de su status, de su valía personal o de
cualquier otro atributo, y el esclavo se convierte en
esclavo desde el momento en el que el amo le
asigna el papel de esclavo, lo reconoce como tal
porque lo necesita y le trata como esclavo. El amo
necesita del esclavo, y en esta necesidad pierde su
independencia, y el esclavo, al ser puesto por el
mismo amo como esencial, pierde su condición de
"prescindible", quedando como lo más necesario,
para que el amo se considere tal. Este
reconocimiento mutuo es por tanto, también inverso,
entonces el amo que depende del trabajo del
esclavo termina siendo esclavo del esclavo y el
esclavo es en cierto modo el amo del amo.
Esta dialéctica no es circunstancial sino universal,
es el preciso desarrollo de la conciencia humana en
el proceso de conocer el mundo de las cosas, a si
misma y a los otros sujetos de conciencia.52
La importancia de este reconocimiento aparece
por tanto, en muchos grupos de trabajo en los que
las relaciones no son simétricas. Como más
adelante lo hará uno de los fundadores de la
prestigiosa Escuela de Frankfurt, T.W. Adorno, el
grupo desea ser gobernado por una fuerza ilimitada,
siente una pasión extrema por la autoridad; en
expresión de Le Bon, tiene sed de obediencia. El
padre primordial es el ideal del grupo y éste
gobierna el ego en sustitución del ideal del ego.53
52
Hegel. Fenomenología del Espiritu. FCE, 1966. Capítulo
IV, "La verdad de la certeza de sí mismo".
53
T.W.Adorno, The Culture Industry: Selected Esssays on
Mass Culture, Routledge, 1991, pág.89.
Ahora bien, en cuanto a legitimidad de esta
paternidad, y a la autoridad que emana de esta, es
necesario apelar a Weber y a su concepto de
Carisma.
El diagnostico o punto de partida es similar,
Michels parece compartir la contundente y pesimista
tesis de la “jaula de hierro” (termino que popularizo
Talcott Parsons refiriéndose al original de Weber:
‘férreo cofre”) de su profesor Max Weber , que
afirmaba que la era del capitalismo victorioso había
encerrado al ser humano en esta jaula asfixiante,
simbolizando así nuestra fragilidad ante el inmenso
y anónimo poder económico que nos rodea y por
otro lado su carácter mecánico, carente de sustento
espiritual y sometido ineluctablemente a la
racionalización de la existencia.54
El proceso de “nacionalización” de la existencia en
Weber habilita las condiciones mayores o menores
de posibilidad de que exista esta tendencia a la
oligarquización de las organizaciones, sean estas
grandes y estatales, o pequeñas. La jaula es “de
hierro” ya que las fuerzas constructoras son la
ciencia moderna, el liberalismo, el capitalismo, la
burocratización y el “nuevo hombre” forma parte de
un colectivo mecanizado y empujado por
arrolladores procesos técnicos y organizativos,
como los que se siguen reproduciendo en el S.XIX
en España.
Sus triunfos son tan importantes y avasalladores
que se han convertido en realidades irreversibles,
pero paradójicamente son triunfos que se presentan
vacíos de “valores espirituales y culturales”, ya que
son acciones humanas en respuesta al apremio
económico o a “pasiones puramente mundanas” en
54
Max Weber, The Protestant Ethic and the Spirit of
Capitalism (London & New York: Routledge,
1992), pp. 181-183.
Página 27
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
lugar de estar impulsados por ideales religiosos,
éticos y políticos.55
Quizás en esto se pueda justificar el pasaje de un
Personaje superior como el Amo-Señor feudal-
Clero, a uno mas secularizado como el Cacique o el
Político carismático.
Siguiendo a Weber, podríamos suponer que la
ética que se secularizo en la praxis caciquil, en el
caso Español, fue la católica y que de cierta forma,
como vimos en Baumgarten, permitió estas
prácticas diferidas a las Protestantes, estén mas
próxima a tipificaciones de sumisión y atraso
económico.
En esto podemos profundizar más aún, sobre el
condicionamiento del pueblo español,
mayoritariamente agrario del s.XIX, al cacicato, en
un sentido no solo histórico, sino filosófico y
psicológico, basados en la obra de León
56
Rozitchner que extiende y particulariza en el
cristianismo, el concepto marxista de desmotivación
política por causa de la miseria religiosa como opio
del pueblo.
El propone una tesis, una pregunta, de porque las
experiencias revolucionaras llamadas socialistas,
antagónicas a las determinaciones antropológicas,
económicas y sociales que se producen bajo el
sistema capitalista, han terminado fracasando en su
intento de construir un nuevo hombre, una nueva
sociedad, nuevas formas de relaciones sociales,
donde no hay clases, explotados ni explotadores; y
lo argumenta porque esa acción política, no
alcanzaba el núcleo duro donde reside el lugar mas
tenaz de sometimiento.
Según León, para que haya un sistema donde
paulatinamente todas las cualidades humanas,
55
Weber, The Protestant Ethic..., p. 182
56
La Cosa y la Cruz, Leon Rozitchner, Losada, bsas
ISSN: 1853-3116
hasta las más personalizadas, adquieran un precio- como su padre, nunca como la madre, a la cual solo
valor cuantitativo como “mercancía”, forma quiere para gozar sexualmente, como mero valor de
generalizada en la valorización de todo lo existente, uso. El niño enfrenta al padre, que le cierra el
fue necesario previamente producir hombres camino, porque él también quiere ser la Ley, la
adecuados al sistema en un nivel diferente al de la única por cierto. La identificación, antes amigable,
mera economía. ahora hostil, estuvo desde siempre, como una
especie de leyenda mitológica que nadie recuerda
La tecnología cristiana, organizadora de la mente
su origen pero que seguimos transmitiendo de
y del alma humana, antecede a la tecnología
generación en generación.
capitalista de los medios de producción y la prepara.
El niño no quiere ser esclavo, quiere ser amo,
La ley cristiana disciplina en el cuerpo la sustancia
como bien va aprendiendo de su cultura patriarcal,
sensible, el goce, imponiendo la sustracción del plus
por eso se bate a duelo con su propio padre, que lo
gozar, habilitando así la extracción de plus valor.
mata de forma canibalesca, porque en la fase oral el
Este sistema religioso con su culto al hombre sujeto se incorporaba al objeto ansiado y estimado,
abstracto, posibilita el surgimiento del trabajo comiéndoselo, y al
indiferenciado, motor de la producción de hacerlo así lo
mercancías, sacrificando obedientemente el cuerpo destruye.
a la plusvalía, al modo de acumulación y
Pero el amor que
sometimiento capitalista, para obtener la gracia
por otro lado
divina de la vida eterna del espíritu, en el
también se le tiene
pandemónium sicótico del reino de los cielos,
al Padre hace que
mediante el cotidiano aniquilamiento radical del
el niño le dé vida
goce sensible de la vida, operación que permite
dentro suyo
inocular el terror cuantitativo en los cuerpos, meros
naciendo de este
restos, basura desechable del espíritu, verdadera
modo una nueva
alma mater de la escena, volviéndolos así, aptos
conciencia
para la explotación y sometimiento.
determinada por el
Rozitchner le va a atribuir a la cosmogonía súper-yo paterno,
cristiana, a esta Santa Trinidad sin la más mínima La Ley, y lo que
objetivación de carne, la innovación psíquica en la aparece allí de
construcción histórica de la subjetividad, habilitando algún modo es una
el aniquilamiento radical del goce sensible de la nueva conciencia moral imponiendo un modo de ser
vida. con el otro y una forma de pensamiento, relegando
la conciencia anterior, enlazada con la madre,
Esto se basa en una especie de determinismo
patriarcal freudiano, donde el proceso de unidad vivida y sentida.
identificación que aspira a conformar el propio yo Esta es la intrincada lectura que extrae Rozitchner
análogamente al otro, tomado como modelo, ya sobre la identificación en Freud, y como
está atado de antemano con el ideal del padre. El consecuencia de esto, cuando el niño le da muerte
niño quiere ser como su padre, siempre, quiso ser al padre y para luego volver a darle vida dentro suyo
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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
por culpa, éste retendrá la sumisión al padre y no
podrá liberarse, ya mas de él.
Esta ley Cristiana, ya no es más externa como en
el Antiguo Testamento, donde los judíos circuncidan
el pene del niño para insertar allí, un límite a todo el
cuerpo que les prohíbe tomar a la madre como
objeto sexual tras amenazando con castrarlo. El
cristianismo en cambio hace su aporte innovador en
las tecnologías de dominación: internaliza la Ley
mediante la circuncisión del corazón, lo inmoviliza
por culpa, lo desmotiva.
Se peca incluso con el mero pensamiento sin
siquiera llevar a cabo el acto. Entonces ahora, con
la religión Cristiana, cada sujeto pasa a ser la Ley
misma; es más, ya no hay más un “yo”, ahora solo
hay Cosa, Cosa Cristiana que deviene en
cosificación capitalista.
Ya no hay más una ley exterior a cual se pueda
desafiar y enfrentar para poder conquistar algún tipo
de goce de liberación mediante la infracción
subjetiva que se prolonga en el enfrentamiento
colectivo y social contra las leyes opresoras.
Vemos entonces una explicación, aquí en
Rozitchner, como en la clasica dialéctica Hegeliana
del amo y el esclavo, del origen de la sumisión, de
una dominación que llevada a cabo por el Cacique,
el Clero o por el moderno aparato burocrático-
estatal, tiene por resultado la misma aniquilación de
la subjetividad, de la democracia de sujetos.
Rozitchner para entender los mecanismos de
sumisión, le agrega algunos ingredientes mas,
como desde lo religioso son la culpa y la
resignación, y desde lo psicológico son la
identificación con el Señor, la sumisión a este y la
represión de las pulsiones liberadoras.
Todas estas características parecen retratar y
explicar las estructuras de dominación y explotación
ISSN: 1853-3116
del caciquismo al pueblo de la España católica del
SXIX.
Es importante aclarar por último, respecto a la
religión constructora de subjetividad de Rozitchner,
que aunque no sea practicada masivamente o este
en un proceso racionalizador de separación de la
política, como dice Weber, persiste fuertemente en
la sociedad española del S.XIX secularizada en la
ética católica, tan criticada por Baumgarten.
El individuo Weberiano, enjaulado en el aparato
moderno burocrático-estatal que aparecerá en el
siglo XX, se halla pues aislado y sólo; es un nuevo
tipo de hombre que “considera que depende
enteramente de sí mismo, en una terrible soledad,
carente de todo poder mágico de salvación”.57
Weber estableció una relación causal entre el
proceso de racionalización impulsado por la ciencia
moderna, al estilo de la razón instrumental de
Adorno y Horkheimer, y el consiguiente proceso de
desencantamiento del mundo. La ciencia, afirma, ha
derruido tradiciones y creencias religiosas, morales,
y metafísicas, y ha insistido en la reducción de
nuestro universo espiritual a términos racionalmente
explicables, desnudando progresivamente de
sentido nuestra existencia. Este mundo sin misterios
y con efectos deshumanizantes como consecuencia
de su desencantamiento, era rechazado por Weber
ya que violentaba la necesidad (no racional y
psicológicamente angustiante) que sentimos de
hallarle un sentido superior a la existencia de un
mundo irracional en la cual estamos inmersos, en
formatos de sistemas racionalizados (formal y
sustantivamente) de convicciones y creencias.
Ante esta situación recomendaba practicar la
ciencia como vocación para equilibrar la tensión
permanente y agobiante de la burocracia capitalista
57
Marianne Weber, Biografía de Max Weber, p. 336
que promovía la politica profesional como
ordenadora del mundo. Esta solución era
recomendada para no caer en “el abandono del
intelecto” del irracionalismo como “salida” a esta
situación, sea por medio de la adhesión a los mitos,
al misterio, a lo religioso o a los valores morales
“humanistas” que no se pueden sustentar
científicamente.
Para Weber la ciencia que ha racionalizado e
intelectualizado y, sobre todo, desmitificado al
mundo, provoco que los valores últimos y más
sublimes hayan desaparecido de la vida. A pesar de
ello esta ciencia no es que no tenga objeto alguno;
sí lo tiene, y es el de enfrentarnos a este mismo
destino con la educada capacidad y vocación para
mirar de frente las realidades de la vida, soportarlas
y estar a su altura.58
El desarrollo mismo de la racionalización, por
tanto, depende de fuerzas que no son ellas mismas
racionales; de ahí la importancia del carisma en el
pensamiento de Weber: el carisma es una fuerza
no-racional, ajena a toda regla; es un elemento
revolucionario en la Historia.59, el refugio de la
creatividad, la semilla de una posible salvación de lo
más valioso en lo humano, y la posibilidad de
“preservar un remanente de humanidad ajeno a la
fragmentación del alma producida por el exclusivo
dominio de la burocratización de la existencia”.60
Este carisma se aplica tanto al individuo político
como al científico, como dice Wolin: “la ciencia es el
carisma de un tiempo sin Dios y sin profetas”61, un
58
Weber, El Político y el Científico, pp. 175
59
Véase, Giddens, pp. 67-68
60
Arthur Mitzman, The Iron Cage. An Historical
Interpretation of Max Weber (New York: Alfred A.
Knopff, 1970) Palabras de Weber. p. 178
61
, Sheldon S. Wolin, “Max Weber. Legitimation, Method,
and the Politics of Theory”, Political
Theory, Vol. 9, # 3, 1981, pp. 417
Página 29
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
carisma desplegado por personas con la necesaria
vocación para soportar el hecho de que el mundo
está desencantado, por personas capaces de
enfrentarse descarnadamente a lo que Weber
designó como “hechos incómodos” y que no tratan
de escapar a la imperiosa necesidad de elegir.62
Ante la angustia del mundo desencantado,
devenido en una creciente burocracia racional
asfixiante, la acción politica no solo proviene de la
organización racional sino también de posibles
alternativas no-racionales al encierro, desplazando
a lo religioso y mítico por una democracia
carismática.
Weber definió el “carisma” como “la cualidad
particular de un individuo, en virtud de la cual su
persona se coloca en una posición aparte de los
hombres ordinarios, pues se le considera poseedor
de características excepcionales. Con base a estas
condiciones, el individuo en cuestión es tratado
como un líder”.63
Weber analiza esta característica de la acción
política en el SXX, pero es claramente atribuible a
las relaciones de los caciques del SXIX, que sin
renegar de la violencia, efectuaban procesos de
identificación carismática con sus sometidos,
logrando de estos la obediente correspondencia de
considerarlos seres superiores, indispensables,
extraordinarios, excepcionales, tutores; y lo
lograban y mantenían gracias al dominio
oligárquico.
Weber enfatizó que el factor carismático tiene una
naturaleza peculiar y no racional (cuasi afectivo-
psicológico), que no permite su asimilación a los
modelos de autoridad, legitimidad y dominación
“racional-burocrático” o “tradicional” que
62
Weber, El Político y El Científico, pp. 215, 222
63
Max Weber, On Charisma and Institution Building
(Chicago: The University of Chicago Press, 1968), p. 48
ISSN: 1853-3116
fundamentan practicas de control rutinario y
cotidiano de la acción social y se materializan en
formas institucionales relativamente permanentes.
La legitimidad del factor carismático, al contrario,
surge de la creatividad personal, de la psicología del
personaje, de su capacidad para dar respuestas, en
determinado tiempo y circunstancias, a la cuestión
del sentido de la acción, más allá de lo establecido y
rutinario. El carisma irrumpe en la historia como
fuerza creadora, dirigida a recuperar un margen de
significado en medio del casi siempre avasallante
predominio del desencanto del mundo.
Sabemos del cacique que dentro de sus
funciones, estaba la de dar respuesta a los
problemas, a lo novedoso, y lo hacía mas allá de lo
establecido muchas veces por la ley. Esto los
estaba transformando en seres carismáticos que
lograban lo que era casi imposible para un ser
normal. Ellos se apropiaban del carisma de un
parlamento no visible a los ojos de sus
conciudadanos, en una suerte de carisma falseado
sin pretensiones de salvar el resto de humanidad
que quedaba en el mundo desencantado, pero
carisma al fin.
La identificación proto-carismática pues, con el
cacique en el SXIX, con seguridad confluía en la
necesidad no-racional del ciudadano, de salvación
de lo más valioso en lo humano, que antes
depositaba en la religión y ahora estaba en proceso
de secularizado traspaso a los aparatos político-
burocráticos.
A diferencia de Marx donde el motor de la historia
es la colectiva lucha de clases frente al conflicto
“capital y trabajo”, para Weber el proceso histórico
es concebido como el terreno de lucha entre la
“innovación carismática” y la “racionalización
burocrática”.64
La ciencia racional, la relación racional del hombre
con la naturaleza y el Estado racional despojan la
existencia individual de valores e ideales superiores
y amenazan la civilización occidental con su
osificación y parálisis. Si este dantesco panorama
coincide con la visión marxista donde el capitalismo
en su inevitable crisis, también aliena al hombre de
la naturaleza, entonces podemos afirmar que como
resultante de tal afinidad, el escenario decadente
esta completo: el hombre se disocia de los valores e
ideales superiores, del sentido de su existencia, de
la naturaleza y de los demás hombres.
Para Weber el antídoto contra este peligro y la
explicación del cambio social humanizante se halla
promovido en la acción de individuos excepcionales,
representantes de la capacidad de iniciativa típica
del individualismo clásico, y comprometidos con una
“vocación” creadora65.
Esto precisamente no es lo que sucedió con el
caciquismo, y por ello el proceso degradante y
decadente esta asegurado.
Sin embargo es interesante ver como esta
necesidad social, fue en ocasiones oportunamente
cooptada falsamente y utilizada en beneficio propio
por el cacicato español, aunque en otros casos del
s.XX, como en Argentina, algunos líderes
carismáticos bajo la caracterización de Populistas,
fueron exitosos en su proceso de democratización
no oligárquica, como en el caso de Juan Domingo
Perón.
64
W. G. Runciman, A Critique of Max Weber’s Philosophy
of Social Science
(Cambridge: Cambridge University Press, 1972), p. 5
65
Wolfgang J. Mommsen, The Political and Social Theory
of Max Weber (Chicago: The University of Chicago Press,
1989), pp. 61,62, 112, 150, 156 y 157
Página 30
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Llegamos pues a la esfera específicamente
política, al problema central de la era moderna para
Weber, que es asegurar el control político sobre la
burocracia y garantizar un liderazgo independiente
frente a los valores exclusivamente instrumentales
de un Estado rutinizado, así como ante las
presiones niveladoras y espiritualmente
esterilizantes de una democracia de masas
igualitaria y anti-individualista.
Weber crítica tanto al marxismo como a la religión,
desechó la idea de la igualdad de todos los
ciudadanos en una democracia igualitaria a favor de
una teoría del liderazgo carismático. También
rechazó la idea de la libre auto-determinación y
auto-organización del pueblo soberano.
En la práctica, Weber favoreció el gobierno por
parte de una oligarquía calificada por el carisma
dentro de un sistema formalmente constitucional-
democrático.66
Al igual que Pareto, Mosca y Michels67, teóricos
de la democracia elitista, para Weber lo que
realmente importaba en política eran las élites
conductoras; dicho en otras palabras, a su modo de
ver la admisión del principio oligárquico, de la “ley
de los pequeños números”, era algo inevitable aún
en la democracia.
La participación de las masas en los regímenes
democráticos introducía un elemento novedoso en
cuanto al método de selección de los líderes, ya que
no se trata de que la masa políticamente pasiva
produzca por sí misma un líder, sino más bien que
el líder político recluta a sus seguidores y conquista
las masas en virtud de su atractivo demagógico.
66
Mommsen, Max Weber..., p. 406
67
Irving M. Zeitlin, Ideología y Teoría Sociológica (Buenos
Aires: Amorrortu Editores), 1982, pp. 181-316
ISSN: 1853-3116
Esto funciona así hasta bajo las constituciones más
democráticas. 68
Esto es efectivamente lo que fue moneda corriente
en las prácticas caciquiles españolas durante la
Restauración, pero en el contexto de un falso
sufragio universal, se da el tipo de dominio
carismático que se oculta tras una fachada de
legitimidad formalmente derivada de la voluntad de
la mayoría, siendo el caso de que el líder reclute
adhirientes, y no hay ocultamiento (atípico) si la
masa lo produce y selecciona, como los ejemplos
de liderazgo carismático como los del S.XX, en el
caso de personajes como Fidel Castro y el Che
Guevara.
Weber nos coloca ante una disyuntiva, que
presenta de este modo: “Sólo nos queda elegir
entre la democracia caudillista de liderazgo
carismático, o la democracia sin caudillos, es decir,
la dominación de políticos profesionales sin
vocación, sin esas cualidades íntimas y
carismáticas que hacen al caudillo”.69
Esta disyuntiva no tiene solución, la jaula no se
abre eligiendo uno u otro camino. El desarrollo
mismo de la racionalización lo impide, solo hay
paliativos frente al diagnostico, preservando los
remanentes de humanidad frente al aumento de la
organización burocrática del Estado que lleva
aparejado el desarrollo del gobierno democrático,
carismático o no.
Esta elección por tanto no asegura el fin del
dominio de unos hombres sobre otros, porque como
afirma Giddens: “la ampliación de los derechos
democráticos exige el desarrollo de la centralización
68
David Beetham, Max Weber and the Theory of Modern
Politics (London: Polity Press, 1985), pp. 102 y 106
69
Max Weber, El Político y El Científico, p. 150
burocrática, pero a la inversa no ocurre lo
mismo”.70
Weber cuando enfatiza que el factor carismático
tiene una naturaleza peculiar y no racional, nos
retrotrae a la tendencia religiosa a seguir al Señor,
que en el caso de las prácticas caciquiles, si estas
se ejecutan produciendo carisma, permite su
asimilación a los modelos de autoridad de
legitimidad y dominación “tradicional-afectivas”
aunque pretendiendo ser “racional-burocráticas”.
En este engaño se sustenta el éxito y pervivencia
de los cacicatos en el S.XIX, y ciertos casos en el
S.XX, ante la imposibilidad de superar esta
concepción, debido al condicionamiento de un
pueblo sometido y atrasado ética, intelectual y
económicamente.
Conclusión:
En este resumen se destaca el proceso de
construcción del cacicato y los medios de que se
sirve, políticos, violentos, religiosos y a los que
sirve, conformando una suerte de combinación de
factores coactivos y de consenso, que llevan a la
implicación directa de la administración pública, al
uso del recurso de la violencia intimidatoria, a la
práctica política corrupta, a la formación de un
entramado asociativo de relaciones políticas
oscuras e ilícitas, económicas y personales, en un
contexto de falseamiento de los problemas y de la
realidad misma.
Es tan imperante este tema que podemos ver
como en la actualidad casos más o menos
desagradables, repiten el patrón del cacicato, más
de un siglo después, más allá de las
particularidades de cada país, de cada región.
Situación para analizar una vez mas, de los
70
Giddens, p. 29
Página 31
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
condicionamientos filosóficos y sociológicos que
conforman las condiciones de posibilidad de que tal
desintegración de la democracia, siga tan vigente e
impune como nunca.
En España el caso más paradigmático de
caciquismo hoy en día es el de Carlos Fabra,
perteneciente a la familia con mayor tradición
política de Castellón, pues pertenece a la quinta
generación de presidentes de la Diputación, con
casi 60 años en el poder desde 1855.
Carlos Fabra está imputado por diversos delitos de
tráfico de influencias, cohecho, negociaciones
prohibidas, contra la Administración Pública y fraude
fiscal. La Fiscalía Anticorrupción sigue diversos
procesos contra él en la Audiencia Provincial de
Castellón. En julio de 2008, el Tribunal Supremo
desestimó el recurso de casación presentado por
71
Fabra, contra la investigación judicial.
La dudosa parcialidad del sistema Jurídico
Español todo, evidenciado en el bochornoso
71
El Supremo considera legal investigar las cuentas de
Fabra El País, 29-7-2008
Carlos Fabra ingresó seis millones de euros sin justificar
entre 1999 y 2004 El País, 26-9-2008
http://www.elpais.com/articulo/espana/Quien/encarga/caso
/Fabra/elpepuesp/20080505elpepunac_24/Tes ¿Quién se
encarga del 'Caso Fabra'?
El juez imputa a Carlos Fabra por los presuntos delitos de
cohecho y tráfico de influencias
La Policía investiga en varios bancos de Castellón las
cuentas de Carlos Fabra, 20minutos, 24 de septiembre de
2008.
El Supremo avala investigar al líder del PP de Castellón
por presunta corrupción, EFE, vía 20minutos, 28 de julio
de 2008.
Fabra cobró 841.000 euros por asesorar a siete empresas
mientras ejercía su cargo de presidente de la Diputación
de Castellón, 20minutos, 19 de mayor de 2007.
Tras la senda de Carlos Fabra
ISSN: 1853-3116
alejamiento del Juez B. Garzón en el 2010 por parte
del Tribunal Supremo, no permitió aun hoy el juicio y
encarcelamiento del personaje, y dista de poder
concretarse en el contexto jurídico y político actual
del país, bajo la presión conservadora de la UE en
la peor crisis económica de su historia reciente.
Otros casos en otras latitudes, incluyen lo
aberrante del crimen absurdo hacia inocentes, como
en el caso de María Soledad Morales en Argentina,
un crimen con rasgos crueles y atroces en
Catamarca, una pequeña provincia del empobrecido
noroeste argentino, donde fue hallado su cuerpo en
una zanja con evidentes signos de violación y
tortura, en una década infame de impunidad,
clientelismo político, pobreza (mortalidad de 15.000
niños por año por causas evitables) y salvaje ajuste
neoliberal llevado a cabo por los presidentes C.
Menem, F. De la Rúa y el ministro de economía D.
Cavallo.
Los catamarqueños inmediatamente acusaron al
todopoderoso clan Saadi, no solo de ser los
causantes del crimen como consecuencia de una
noche de descontrol extremo en una fiesta, por
parte de uno de los hijos del poder caciquil local
para con la víctima, sino por históricas prácticas de
clientelismo político, que les permitió mantenerse en
el poder más de 40 años.
Los Saadi han consagrado el nepotismo como
forma de gobierno en Catamarca, con más de 78
cargos oficiales respecto a los 79 adultos de la
familia completa de los Saadi, en la época del
crimen. El patriarca del clan, Vicente Saadi, luego
de morir a los 75 años en 1988, dejo en su cargo de
Gobernador a su Hijo Ramón Saadi que gracias al
clientelismo, caciquismo y temor del electorado
aseguraron una vez mas, la pervivencia del
saadismo gracias sobre todo a los votos del interior
de Catamarca.
Para la hermana Marta Pelloni, Soledad "es el
cordero inmolado". La monja directora del colegio
católico donde asistía María Soledad, afirma que el
crimen cometido en un exceso de confianza, en un
contexto de otros delitos impunes que se venían
realizando desde hace años por el clan, y que por
ello se ha convertido el caso, en "una cuestión
política. Es el reclamo de justicia de un pueblo
sobre crímenes no esclarecidos, robos, extorsiones,
droga y prostitución", donde las repercusiones
políticas del caso Morales acabaron, años después
de las movilizaciones populares, juicios y castigos a
los culpables (a pesar de sus maniobras de
impunidad), con las aspiraciones del gobernador
Ramón Saadi de representar un papel político en el
72
ámbito nacional.
Desde un primer momento las investigaciones
fueron demoradas y manipuladas; en esas
condiciones un diputado nacional por Catamarca,
Ángel Luque, implicado en la causa, había
declarado que si su hijo hubiera sido el asesino, el
cadáver no habría aparecido. El escándalo llevó a la
intervención del Poder Judicial de la provincia y
luego los poderes ejecutivo y legislativo,
destituyendo a Ramón Saadi. Hacia 1996 se inició
el juicio oral por el asesinato de María Soledad. Los
imputados fueron Guillermo Luque y Luis Tula (ex
novio de la víctima). Los gestos de los jueces
acusados de parcialidad, fueron descubiertos y
reiterados por los canales de televisión y produjeron
un nuevo escándalo que llevó a la anulación del
juicio. En 1998, se realizó un nuevo juicio. Las
condiciones políticas en el país y en la provincia
habían cambiado considerablemente, y el 27 de
septiembre Guillermo Luque fue finalmente
72
José Comas - San Fernando. Macondo en Catamarca.
El clan Saadi, de origen árabe y filiación peronista,
sospechoso del crimen de una colegiala. - 12/11/1990.
Diario El País. España.
Página 32
REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1

condenado a 21 años de prisión por el asesinato y

violación de María Soledad Morales, en tanto que
Luis Tula fue condenado a 9 años de prisión como
73
partícipe secundario del delito de violación.
El tribunal ordenó investigar el encubrimiento, pero
nunca se hizo. El encubrimiento podría alcanzar a la
plana mayor de la Policía catamarqueña, el ex
gobernador Saadi, el subcomisario Luis Patti
(exrepresor de la dictadura del 76, hoy enjuiciado y
encarcelado por crímenes de Lesa humanidad) y al
propio ex presidente Carlos Menem, aliado político
de Saadi y cacique en su propia provincia, La
74
Rioja.
En resumen, hoy en día, la eliminación del
caciquismo como forma de gobierno, solo podría
darse idealmente minimizando la dialéctica del amo
y el esclavo, en una sociedad democrática distinta a
la retratada en la República por Platón, cuyo lema
sería la libertad e igualdad entre todos los individuos
y cuyo resultado implica la pérdida total del sentido
de los valores y de la estabilidad social. Más bien, el
desafío es apelar a todo lo contrario, para que la
sociedad sea mas justa e igualitaria, minimizando
tanto la cantidad de amos, como de esclavos, y la
única forma es intercediendo y controlando lo que
sustenta profundamente tal relación, el capital.

73
Condenaron a 21 años de prisión a Guillermo Luque y a
9 a Luis Tula, Clarín, 28 de febrero de 1998. Arg.
74
Diez años después empiezan a investigar el
encubrimiento, Clarín, 27 de febrero de 2000. Arg.

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REVISTA DE SOCIOLOGÍA HISTÓRICA—AÑO1, OCT.2010. NUM 1
Artículo: Seminario de Capital Humano y Flujos
Migratorios
Autor: Roberto Santiago Álvarez
Lic. Geografía
Universidad Nacional de Luján
Argentina
La sociedad española actual está atravesando un
tiempo de adaptación a una nueva estructura
poblacional sumamente diversificada gracias a la
incorporación de una población exterior que se le ha
presentado como consecuencia de las brechas
existentes entre distintos territorios dentro del
sistema económico actual.
A lo largo de una serie de años de importante
crecimiento económico se ha ido consolidando
sobre una categoría que le asignaba un verdadero
atractivo para aquellas personas de países sin el
mismo dinamismo que estuvieran en la búsqueda
de nuevas oportunidades y dispuestos a asentarse
donde estas se produjeran.
Este país ha tenido un comportamiento
eminentemente receptor de masas de inmigrantes
provenientes especialmente de África y
Latinoamérica, y en los últimos años de forma
masiva desde los países del este europeo.
La entrada a la Unión Europea no hizo sino
agudizar esta realidad debido a la situación
geográfica española, enclavada como puerta de
entrada hacia el mundo desarrollado y captando los
intereses no solo de quienes prefieren radicarse en
este país sino también de los que lo toman como un
paso previo en el camino hacia otros países de la
región.
Por una cuestión de facilidad de adaptación y
parecidos culturales e idiomáticos, la mayor parte
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de la inmigración latinoamericana prefiere a
igualdad de oportunidades instalarse en territorio
español. Por otra parte, en el caso de quienes
provienen desde el continente africano, la cercanía
de los territorios es el principal factor de atracción
cuando los medios de transporte entre un lugar y
otro son rudimentarios.
Desde un punto de vista general, los inmigrantes
emprenden desde el mismo momento de su llegada
un proceso
intensivo de
adecuación
a la
sociedad
entre las
necesidade
s y los
recursos de
que dispone
ejerciendo
una
iniciativa
limitada, entre otras cosas, por su situación regular.
La ausencia de capital inicial es otro factor
determinante a la hora de promover una actividad
económica por lo que inicialmente y hasta obtener
cierta autonomía se recurre a trabajar en relación de
dependencia en condiciones muchas veces
desfavorables en comparación a la población
nacional.
Es preciso hacer notar la diferencia que el derecho
de extranjería ejerce sobre los inmigrantes según
estos estén en condición regular o irregular. Los
denominados “papeles” son el factor fundamental
en relación a las condiciones que deben soportar
los llegados al país en el proceso de inserción en la
sociedad.
La estructura laboral española es bastante rígida
sin dar demasiado lugar a los trabajos informales
“en negro”, excepto en determinadas ramas donde
debido al poco atractivo sobre la mano d e obra
nacional y con la oportunidad de pagar salarios más
bajos se recurre a trabajadores extranjeros, como
ocurre en el sector de la construcción y la
agricultura.
Al conceptualizar las limitaciones propias del
colectivo de inmigrantes que busca residir en este
país no se hace referencia únicamente a la escasez
de renta sino a una yuxtaposición entre las formas
de vulnerabilidad, exclusión social y falta de
igualdad ante las oportunidades, así como la
ausencia de poder y una mínima presencia social
que castiga la libertad de desenvolverse con
normalidad.
La participación de los inmigrantes ha sido
decisiva en la evolución de la economía española
como un factor productivo que ha rejuvenecido la
estructura demográfica del país aportando
población joven e incrementando los nacimientos en
un contexto que empezaba a presentar dificultades
en la pirámide poblacional.
La estructura demográfica de una sociedad
determina en gran medida la proyección de su
desarrollo posterior marcando cuales son las
aptitudes con que cuenta y las necesidades que la
sociedad puede no cubrir en el futuro. Esta situación
puede verse modificada con la llegada de población
alóctona en determinadas franjas de la estructura
por edad y por sexo.
Una vez finalizado el ciclo de alza de la economía
española de los últimos quince años y en plena
crisis financiera mundial comienza a producirse un
replanteo en la dinámica de los flujos migratorios.
La espectacular caída del sector de la construcción
con sus derivaciones a otros sectores productivos
más la sensación de inestabilidad de los mercados
ha propiciado un fuerte retroceso de la producción
con restricción del empleo. Ante esta situación
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abunda la oferta de mano de obra y las
oportunidades de conseguir un trabajo estable se
vuelven cada vez reducidas.
Esto lleva a preguntarnos cómo será la reacción
de aquellas personas que vinieron a España a
buscar un destino mejor para sus vidas y qué
impacto tendrá en aquellos territorios que han sido
grandes receptores como es el caso de la
Comunidad Valenciana.
El país de origen de los inmigrantes será uno de
los factores a tener en cuenta para plantear un
posible regreso, ya que para que esto se produzca
sería necesario tener unas mínimas expectativas de
progreso. En algunos de los países emisores, como
es el caso de los africanos, la brecha de
desigualdad con Europa es tan marcada que no se
prevé una vuelta al país natal, siendo que aún en
tiempos difíciles como este que estamos
atravesando la situación es más sostenible y
alberga más oportunidades que en su propio
territorio.
Algo similar sucede con aquellos habitantes
provenientes de países latinoamericanos que están
pasando por crisis políticas o económicas. En la
mayoría de los casos se ha hecho una reagrupación
familiar y poco a poco se han ido incorporando a
esta sociedad aportando a través de su actividad
unos elementos que fueron consolidando su
permanencia. Por lo tanto no resulta atractivo
abandonar un espacio adquirido para volver a otra
realidad que no está fuera de la situación de crisis
sino todo lo contrario, que la lleva incorporada
desde hace décadas.
En el caso de quienes vinieron de países del este
europeo como Rumania y Bulgaria la situación
puede plantearse de otra manera por factores
físicos, políticos y económicos. La cuestión espacial
ha determinado que el desarraigo sea menor entre
esta población ya que las distancias son salvables
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en distintos medios de transporte y con costos la construcción y la importancia del sector servicios
relativamente bajos. La incorporación de esos dentro de la actividad turística.
países a la Unión Europea ha terminado con las
Es también un punto donde se está generando
restricciones administrativas y esto conducirá a
una creciente pérdida de empleo desde el comienzo
fluctuaciones que pueden consolidar una relación
de la inestabilidad económica actual afectando tanto
más estrecha entre los países. También, a
a la población extranjera como a los autóctonos
diferencia de los otros casos, las diferencias
haciendo crecer los niveles de competitividad y
económicas en relación a España se sienten pero
promoviendo reacciones de rechazo a la integración
no son tan decisivas y ante una situación de falta de
desde una parte de la población que considera
empleo en este territorio es muy probable que
amenazada su estabilidad laboral.
intenten nuevamente hacerse lugar en la economía
de su país. A pesar del desconcierto temporal que suele poner
en tela de juicio la incorporación de este colectivo,
La política de inmigración española tendrá también
considero que esta región se verá finalmente
una importante función que cumplir y debería
beneficiada de este proceso de integración del
decantarse hacia una estrategia determinada que
inmigrante absorbiendo un caudal de población
se sostenga a lo largo de los ciclos económicos
activa y de futuros ciudadanos que serán una
para no ejercer una manipulación de un recurso
herramienta fundamental de la recuperación de la
como es el capital humano. No es propio de una
actividad económica y de la sostenibilidad de la
sociedad civilizada aprovechar la mano de obra
sociedad del futuro.
extranjera como un elemento de capitalización
manteniéndolos en un limbo legal durante los
períodos de alza y pretender sacarlos del país como
seudo-delincuentes cuando el ciclo comienza a dar
síntomas de abatimiento.
Es necesaria una actitud responsable y solidaria
desde los organismos políticos hacia los ciudadanos
y hacia los países de origen, especialmente con
aquellos que están en situaciones delicadas. Se ha
visto que los muros no pueden levantarse tan altos
como para evitar que los desposeídos intenten
sortearlos con todos sus medios, por lo tanto se
exige una cooperación conjunta para disminuir los
niveles de desigualdad que se producen en la
actualidad.
El litoral de la Comunidad Valenciana es una de
las zonas en que mayor implicación tendrá esta
problemática debido al fuerte asentamiento de
población extranjera tras el desarrollo del sector de
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Artículo: La Sociedad Abolicionista Española. los poderes públicos y obtener decisiones políticas El fin último de este trabajo será desentrañar las
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¿Grupo de interés o de promoción? favorables”. verdaderas motivaciones del grupo abolicionista, a
través del estudio de sus miembros y sus
Autor: Rubén Pons Carda Distingue los grupos de presión de los de interés
actuaciones en el ámbito nacional e internacional,
por sus prácticas y hace otra distinción para
Máster en Estudios Contemporáneos e partiendo de la hipótesis que la Sociedad
diferenciarlos de los grupos de promoción,
Investigación Avanzada Abolicionista tenía un núcleo importante de
dependiendo de sus intereses materiales o morales.
dirigentes que buscaban intereses puramente
Universidad Jaume I Los grupos de promoción se caracterizan por
económicos bajo la fachada moral de la abolición.
“promover preferentemente valores en lugar de
España intereses materiales”. A partir de esta introducción teórica, pasaremos a
elaborar una pequeña síntesis de la historia del