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ESTABILIZADORES AUTOMATICOS

Introducción.

En la presente investigación se busca estudiar las diversas maneras en que los


estabilizadores automáticos afectan y en qué medida dichas afectaciones pudieran
ser, dependiendo de la situación en la que actuasen, positiva o negativas para la
macroeconomía de un país determinado.

En el caso concreto de la presente investigación retomaremos la forma en que se


ve afectada la economía, por la inserción de políticas monetarias que han truncado
y debilitado el incipiente desarrollo de verdaderos estabilizadores automáticos en
la economía. Si bien es cierto que desde ya hace más de una década se ha podido
frenar el déficit presupuestal, y como consecuencia de la adquisición de una gran
deuda pública; por otro lado gran parte de esta estabilidad no fue generada
directamente de establecer políticas fiscales que pudieran ser a su vez,
generadoras de estabilidad tanto en tiempos de superávit económico, como en
tiempos de déficit. Lo anterior se refiere al hecho de que la mayoría de las
acciones que se toman en materia de política económica, se entienden en el
contexto de decisiones coyunturales, como respuesta a problemas deficitarios y no
se elaboran ni planean, como medidas anticíclicas que puedan, preveer, por el lado
contrario, la eventual concentración de recursos en tiempos de superávit.

La aplicación de políticas económica en las que se prevé el uso de estabilizadores


automáticos por parte del estado, ya no es algo mal visto por la dinámica del libre
mercado, pues se asume a esta prerrogativa como una necesidad para regular las
fluctuaciones de la actividad económica. La promulgación entonces de leyes fiscales
que en las que se establecen impuestos progresivos; como es el caso del impuesto
sobre la renta en el caso de las personas físicas, o por el lado del gasto publico las
prestaciones y el subsidio por desempleo; son para la mayoría de los países
desarrollados medidas previstas en el largo plazo, cuya sustentabilidad se
encuentra dado, incluso, en la prevención de futuras y eventuales crisis
económicas, cuyos efectos de desaceleración económica, buscan atenuarse en la
forma en que la propia teoría “autómata” plantea, es decir, buscando eliminar o en
su defecto minimizar partidas y deuda extraordinaria que pudieran significar, por
la carga fiscal que esto implica, un desbalance en la repartición proporcional de
cargas fiscales y/o de beneficios a favor de algún sector especifico.

Hipótesis.

Tenemos que poner énfasis en el hecho de entender lo que es de manera general es


un estabilizador automático, y en qué consiste la aplicación de esta política
económica, así como entender cuál ha sido la forma en que dicha premisa ha sido
insertada en el sistema económico y cuáles han sido sus implicaciones prácticas,
con el fin de poder plantear una hipótesis que sostenga una validez teórica.

Nos apegamos a la definición que dice que un estabilizador automático “son aquellos
componentes de los presupuestos públicos, tanto del lado de los gastos, como de
los ingresos, que responden automáticamente a las fluctuaciones cíclicas de la
actividad económica, sin que medie de por medio ninguna decisión discrecional de la
autoridad fiscal”. Como podemos observar el principal objetivo de los
estabilizadores automáticos, según la propia definición; es la de tener un
comportamiento “anticíclico” y estabilizador que responda de manera “automática”
e inmediata (simultanea) a las fluctuaciones macroeconómicas, buscando generar
superávit fiscal en las etapas de auge y déficit en las de recesión o depresión.

Lo anterior depende en su funcionamiento, en el hecho de que estos


comportamientos, deben de estar previstos de antemano en ambas acepciones, a
saber, la de economía en expansión, y la de economía en recesión. Por otro lado
también dependen de que la aplicación se accione por mecanismos autómatas del
mercado y así no responda a situaciones coyunturales que, como lo mencionamos
anteriormente, respondan a intereses de clase y beneficien a ciertos sectores.

Para plantear enteramente la hipótesis, sostenemos, que el funcionamiento de


estabilizadores automáticos no es situación que de hecho esté planteada en
términos exclusivamente fiscales, sino que incluye el uso indiscriminado de
recursos que se convierten en una carga fiscal deficitaria, por las políticas de
inyección de divisas, a fin de lograr una paridad cambiaria en la relación que existe
entre el peso y el dólar. Si bien dicho intento, más que enunciarse como paridad,
debe de entenderse como no devaluatorio, también por su carácter especulativo,
es entendido como altamente deficitario, debido a la gran cantidad de recursos y
de deuda pública que se ha generado a causa de la inyección que se ha realizado al
peso. Por otra parte, las políticas que se han llevado a cabo sostienen, la idea de
déficit cero, aún en momentos económicos en cuyo superávit debiese de entrar en
función una política de atenuación de las cargas fiscales y disminuyera las tasas de
interés, incentivando así la inversión directa y el efecto acelerador que está
conlleva. Como último factor señalaremos la ausencia de contrabalances en el caso
de una política que aseguré en caso de recesión una cantidad sustentable de déficit
público entendida como políticas de seguro de desempleo, que pudiera aún en el
caso de un comportamiento recesivo asegurar el consumo necesario para mitigar
los efectos deflacionarios de la recesión. Sin entrar en más detalles por último
dejaremos abierta la pregunta acerca de en qué medida dichas políticas pudieran o
no responder a problemas coyunturales y así no tener la visión de mediano y largo
plazo a la que debieran de atenerse estas políticas.

Desarrollo.

Las políticas económicas y los estabilizadores automáticos.

En la hipótesis que aventuramos en la primera parte de este escrito mencionamos


que gran parte de lo alcanzado hasta el momento no dependía de verdaderos
estabilizadores automáticos, sino que mucho de lo logrado y obtenido hasta ahora
tenía una relación directa con políticas discrecionales y marginales que habían en
todo momento de mitigar los efectos negativos del negativo balance de nuestra
balanza de pagos, Aún con esto el costo ha sido terrible pues gran cantidad de
recursos han tenido que ser transferidos desde nuestras arcas públicas para
subsidiar la compra-venta de divisas, a fin de no devaluar aún más nuestra moneda.
Esto ha sido la panacea para un pequeño grupo de especuladores que se han visto
beneficiados al apostar en contra del peso y recibir en su beneficio los subsidios
estatalizados (automatizados).

Por otro lado tenemos que mencionar y hacer énfasis en la constante crisis
coyuntural, debido esto al clima de polarización política, la falta de consensos y un
marco legislativo que constriñe la posibilidad de reformas de gran alcance en las
cuales puedan plantear la incorporación al sistema económico de verdaderos
estabilizadores automáticos cuyos efectos pudieran no verse reflejados en el
corto plazo (plazo políticamente relevante) sino en una planeación en el tiempo. Es
así como se entiende la crisis económica en el contexto de la crisis política, la cual
en una visión cortoplacista no ha permitido llegar a los consensos necesarios para
llevar a cabo una política financiera de fondo que permita el instaurar políticas
fiscales que respondan de manera automática a los diversas variaciones del ciclo
económico, a diferencia de la manera en que se planifica el presupuesto.

Por último vemos que tampoco existe dentro del otro lado de la balanza seguros de
desempleo que puedan subsidiar en tiempos de contracción económica a un gran
número de personas que sin más ven disminuidos sus ingresos y que
consecuentemente reducen sus poder adquisitivo, agravando la circulación del
dinero, reducción el consumo y endureciendo los efectos recesivos de la crisis.

Conclusiones

Los estabilizadores automáticos son herramientas que tienen efectos en los


ingresos y en los gastos del Estado sin la necesidad de una decisión, cambio de ley,
o acto expreso del gobierno. Dichos estabilizadores ayudan a mitigar los efectos
económicos dependiendo del punto del ciclo en que se encuentre la economía. En
recesión, cuando bajan los ingresos, tienden a reducir el superávit, por el contario
en tiempos boyantes de la economía, suben los ingresos y bajan los gastos, es decir,
sube el superávit. Estos efectos han sido un gran instrumento para mitigar los
afectos negativos del ciclo económico, también debido a la falta de una política
fiscal, la cual siempre (por lo menos en épocas recientes) ha quedado supeditada a
una política monetaria, que sin más, ha sido cara y pende de un hilo. También se ha
visto afectada la institución de dichas herramientas debido a una serie de
intereses y élites de poder que se buscan conservar, debido a privilegios y paraísos
fiscales que no se que quieren ver tocados.

Fuentes de consulta

- www.globalizacion-economia.blogspot.com
- www.analitica.com

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