Está en la página 1de 2

SONIDO

Las palabras son la razón por la cual dejamos de escuchar.

Tenemos que aprender del sonido mismo,

del susurro sentimental, para poder empezar a oír.

El aire mismo lleva el destino a nuestro oìdos.

nunca hemos estado sin guía;

pero nos volvemos sordos y ciegos,

locos por perder la razón y vivir por una pasión estúpida;

que no es nadamás que el impulso de aparentar ante alguien o ante nuestra


máscara interna,

como una prueba de existencia insípida.

Las palabras son la razon por la cuál dejamos de escuchar.

Es nadamás el impulso de aparentar ante alguien

o ante nuestra máscara interna

como una prueba de existencia insípida.

Yo te he preguntado qué existe y qué no y tú me has contestado

que existe todo lo tangible,

sin embargo yo no puedo tocar el sonido,

pero está ahí, lo recibo. Es la sensibilidad,

somos tan insensibles y duros,

que no sentimos las ondas del tenue sonido,

de los lamentos de nuestra gea y nuestra alma.

Somos tan sordos,

como mudos,

como ciegos,

como intáctiles,

insípidos,
inodoros,

casi transparentes,

casi imperceptibles

casi inexistentes,

como las ondas,

las ondas del sonido mismo

y la materia del alma.

Las palabras son la razón por la cual dejamos de escuchar,

tenemos que aprender del sonido mismo, del susurro sentimental, para empezar a
oír.

© Adania Reyes

También podría gustarte