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Russo
2010
APORTES CONCEPTUALES
A LA TEORÍA DEL
DESARROLLO FORESTAL
SUSTENTABLE
Para la consolidación de un
pensamiento socioambiental
latinoamericano
EDITORIAL EARTH
Cozzi,Virgilio.
Aportes conceptuales a la teoría del desarrollo forestal sustentable.
[recurso electrónico] / Virgilio Cozzi y Ricardo O. Russo. – 1a ed. -
Guácimo, CR : Editorial EARTH, 2010.
45 p. : il. – (Documentos Técnicos; no. 7-2010).
ISBN 978-9977-84-011-6
Universidad EARTH
Septiembre 2010
Las Mercedes de Guácimo, Limón, Costa Rica
Apartado Postal 4442-1000 San José, Costa Rica
Teléfono 506 - 2713 0000 • Fax 506 - 2713 0184
Índice
Página
Resumen................................................................................................................... 4
I. Introducción………………………………………………………………………... 5
II. Una aproximación a los fundamentos………………………………………….. 5
III. Breve recorrido histórico de lo ambiental……………………………………….. 7
IV. Desarrollo Sustentable…………………………………………………………... 11
V. Los Principios…………………………………………………………………….. 19
VI. La problemática actual………………………………………………………….. 22
VII. La dimensión política…………………………………………………………….. 26
- Bases para el Desarrollo Forestal Sustentable…………………………… 28
- Los Principios de Helsinki…………………………………………………… 30
- El Proceso de Montreal…………………………………………………...…. 32
- La certificación forestal como nuevo componente……………………...... 33
- Panorama internacional de la certificación forestal………………………. 34
- Organización Internacional de las Maderas Tropicales (ITTO)…………. 35
VIII. Los bosques y la mitigación del cambio climático……………………….…… 35
IX. Reflexiones y aportes al pensamiento socioambiental latinoamericano…… 36
X. Bibliografía………………………………………………………………………… 40
Resumen
Los autores
I. Introducción
Para contribuir al proceso de conceptualización general sobre el desarrollo forestal
sustentable puede ser importante retomar los aportes que suelen hacerse desde la
perspectiva de la Ecofilosofía, en tanto se trata de un desarrollo teórico sobre la
Ecología y el Desarrollo Sustentable, orientado al tratamiento de temas centrales
instalados en dos campos fundamentales:
Así entonces, se trata de un ámbito ubicado entre la ciencia y la filosofía, con claras
implicancias ideológico-políticas. Su nacimiento puede ubicarse en la década de los
años 70s del siglo XX, en el marco de los trabajos de Arne Naess, Leo Marx y George
Sessions (Naess, 1973; Marx, 1983; Sessions, 1995; Lauer, 2002).
Sea cual fuera la dirección que se tomara en estas disquisiciones, parece que “lo
forestal” debería, aparte de los fundamentos científicos, tecnológicos y antropológicos,
Por otro lado, “bosque” proviene del griego “dasos”, que a su vez en el latín antiguo
significó “pastar”, “el lugar en el que se come”. De allí que la “dasonomía” es la
disciplina que estudia los bosques en lo que hace a su formación, manejo, reproducción
y aprovechamiento buscando la máxima renta del capital forestal en calidad y cantidad
a través del tiempo.
También el vocablo selva (del latín silva) definido como terreno extenso, inculto y
muy poblado de árboles se utiliza como sinónimo de bosque. Sin embargo, la selva se
distingue del bosque por la variedad de ecosistemas que la componen. Se acepta que
el bosque templado es más simple que las selvas o bosques tropicales húmedos que se
encuentran en zonas de clima cálido y con lluvias que suelen superar los 2.000 mm
anuales. La selva es el bioma más complejo y el que cuenta con la mayor diversidad de
especies.
En todo el mundo se utilizan muchas definiciones del término “bosque”, lo que refleja
las amplias diferencias en las condiciones biogeofísicas, estructuras sociales, y
situaciones económicas.
Para efectos legales los países han definido los conceptos de bosque y de otras
tierras forestales en términos de i) necesidades jurídicas, administrativas o culturales; ii)
uso de las tierras; iii) cubierta de dosel; o iv) densidad de carbono o de biomasa (IPCC,
2000); pero en la mayoría de las definiciones, se acepta que bosque es el tipo de
vegetación dominada por árboles.
El árbol es una de las primeras cosas que han llamado la atención al género
humano. El símbolo del árbol es el primero y el último de las Escrituras, y a partir de él
se abre el mundo de la
significación espiritual del árbol En esta línea haremos una pequeña referencia y a título
en la tradición judeocristiana. El de ejemplo de uno de los árboles más bellos del sur de
Argentina y Chile: el Pehuén, conocido también como
aspecto simbólico del árbol Araucaria araucaria, Araucaria imbricata y comúnmente
como Pino del Neuquén. Se lo encuentra entre los 37° y
desempeña allí un papel central 40° de latitud sur en los Andes patagónicos. Es una
conífera que puede superar los 40 metros de altura y se
y con él se relacionan los ha señalado que puede llegar a los 1000 años de vida. Su
corteza lo ayuda a sobrevivir a los embates del clima y a
símbolos más antiguos que se los frecuentes incendios de bosques. Su madera se utiliza
conocen. en la fabricación de muebles, terciados, ornamentación y
pasta para papel. Es un alimento importante para las
etnias locales, los Mapuches quienes con la harina de los
Antes de la conformación de frutos (“piñones”) hacen pan y tortas y también una
bebida. Los recolectan en otoño (meses de marzo a junio)
las tres religiones monoteístas y la tarea se constituye en algo primordial: el corte de la
occidentales, diversas creencias, piña cuidando de no dañar el árbol para luego sacar los
piñones. El sobrante de cada cosecha es almacenado
civilizaciones y mitos enfatizaron cuidadosamente bajo tierra para que se conserve fresco y
dulce. Es un alimento sumamente nutritivo, ya sea cocido
el rol del árbol en su relación con con agua o a las brasas (“rescoldo”). En épocas remotas
gran parte de la región andina habría estado cubierta de
la vida, la muerte, la educación, pehuenes, ya que se han encontrado piñones petrificados
en la Puna de Atacama, la Patagonia y hasta en la
las esperanzas y el devenir de Antártida. Este árbol es venerado por la comunidad
los grupos humanos. Pero Mapuche que deposita ofrendas en el ejemplar más
antiguo y alza sus oraciones diciendo: “ A Tí debemos
también es el centro simbólico nuestras vidas y te rogamos a Tí, el Grande; a Tí nuestro
Padre; no dejes morir a los Pehuenes”. Ese ejemplar
de lo que hoy denominamos posee, de acuerdo con las creencias, el “pehuén mapu
cushe” o sea el espíritu protector de toda la naturaleza;
“ecosistemas” y su relación con cuida a los hombres, animales, plantas, arroyos,
montañas y lagos. En su momento se incoporó el Pehuén
las diferentes culturas. Por esto y al escudo de la Provincia del Neuquén (Argentina).
Esteban D´Atri 1980
muchas razones más, es que el
tema de “lo forestal” debe ser
encarado en el marco de concepciones ambientales interdisciplinarias e integrales
(Crews, 2003).
Se hace necesario hacer aquí una pequeña recorrida histórica que tome en
consideración algunos hitos importantes en el avance, tanto del pensamiento ambiental,
como en la toma de acuerdos globales destinados a normar y mitigar los efectos del
deterioro del ambiente, los nuevos logros tecnológicos y las implicancias que todo esto
trae para las cuestiones del Desarrollo.
Este pasado reciente no puede soslayar los esfuerzos que desde fines del siglo XIX
se han venido realizando en casi todo en mundo para constituir Parques Nacionales. El
pensamiento subyacente a esto era contribuir a la preservación de los recursos ante el
avance que ya se advertía en los procesos de industrialización y urbanización y el
consiguiente deterioro ambiental, hoy agravado por el denominado proceso de
globalización.
En 1962 aparece el libro de Raquel Carson “Silent Sprint”. En él, la autora alertó a la
humanidad sobre el uso descabellado e inconsciente de algunos químicos sintéticos
para controlar insectos (Carson, 1962). Ella se refirió a estos pesticidas como “elixires
de la muerte” y advirtió que se abriría la posibilidad de acceder a un mundo moribundo,
un mundo sin primavera, sin flores, sin vida. Aún cuando se ocupaba primordialmente
del daño biológico que hacemos a la naturaleza y a nosotros mismos, era claro que, en
otro nivel, señalaba nuestra arrogancia con respecto al lugar que ocupamos en el
mundo. Para la autora, esta deficiencia pensante armonizaba con la falta de madurez
filosófica. Carson concluye en el último párrafo de su libro que “ el control de la
naturaleza”, es una frase concebida con arrogancia, nacida en la edad biológica y
filosófica de Neanderthal, cuando se suponía que la naturaleza existía para
conveniencia del hombre.
Desde otra perspectiva, cabe recordar otros avances. La Ecología, por ejemplo, que
había surgido en el último cuarto de siglo XIX como una parte de la Biología, se va
Pero, ¿qué debe entenderse por Desarrollo Sustentable?. La misma complejidad del
tema ha favorecido la formulación de distintas definiciones encuadradas en diferentes
marcos teóricos.
En fin, lo cierto es que han surgido críticas ante el uso de conceptos tales como
“desarrollo sostenible”, “crecimiento sostenible” y “utilización sostenible”, como si fueran
idénticos. La mencionada Estrategia nos indica, sin embargo, que “crecimiento
sostenible” es un término contradictorio, pues nada físico puede crecer indefinidamente
y que “uso sostenible” sólo es aplicable a los recursos renovables, dado que significa
su utilización a un ritmo que no supere su capacidad de renovación.
Por otra parte, Moacir Gadotti, en su libro Pedagogía de la Tierra afirma que el
término sustentable se desgastó cuando se le asoció con el desarrollo, llegando incluso
a convertirse en un rótulo aplicable a casi cualquier cosa; para el autor “…sustentable
es más que un calificativo del desarrollo. Va más allá de la preservación de los recursos
naturales y de la viabilidad de un desarrollo sin agresión al medio ambiente. Implica un
equilibrio del ser humano consigo mismo y, en consecuencia, con el planeta (y más
aún, con el universo). La sustentabilidad que defendemos se refiere al propio sentido de
lo que somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos, como seres con sentido y
dadores del sentido de todo lo que nos rodea.” (Gadotti, 2002).
Asimismo, de los 6800 millones, 4400 se ubican entre los 15 y 24 años, 520 tienen
más de 65 años y 500 millones viven en América Latina, Continente en el que, de
acuerdo con lo que insistentemente señalan ciertos organismos internacionales, se dan
los mayores niveles de injusticia social y falta de equidad. En sí, los datos son
preocupantes, pero como sucede en todos los aspectos que aquí tratamos, no deben
analizarse aisladamente, separados de otros fenómenos e indicadores. Un informe
reciente de la OIT, habla de la "generación perdida". Se refiere a los jóvenes que han
En efecto, estas cifras no pueden tomarse sin considerar, al menos, otros tres
aspectos fundamentales: estilos de desarrollo, pobreza y concentración de la población.
El mundo ha entrado a partir del 2008 en una peligrosa crisis socioeconómica global
que tiene como un componente importante a las “commodities”. Los especuladores se
“apalancaron” hasta lo inimaginable impulsando la generación de dinero en vez de
impulsar el desarrollo, egoísmo en lugar de proyectos compartidos, una verdadera
destrucción en vez de construcción. Esto, acompañado del crecimiento y concentración
del capital financiero.
El día tras día fue marcando nuevos récords en los precios de los combustibles y de
los alimentos para luego verse afectados por las crisis financieras, económicas y
políticas. Esto se dio en el marco de la globalización, misma que fue definida como un
proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala. Los principales riesgos
son:
Europa y América del Norte son responsables del 80% de las emisiones mundiales
de contaminantes que provocan el smog y la lluvia ácida que consume los bosques.
Conforme se avance en la industrialización, se agravarán los problemas y la
sustentabilidad del desarrollo se verá seriamente comprometida. Además, el cambio
climático, provocado por las emisiones hacia la atmósfera de gases generadores del
efecto invernadero, constituye otra amenaza para la sustentabilidad. En este sentido,
cabe recordar que los países industrializados generan las tres cuartas partes del total
de dichas emisiones.
Los estudios técnicos con los que se cuenta señalan, por otra parte, que ambos
energéticos constituyen la principal fuente para los próximos años.
Pero, gran parte del petróleo se “quema” y así, la provisión del hidrocarburo que es
utilizado para otros fines (construcción, vestido, agroquímicos, etc.) se verá
comprometida en el futuro. La dependencia de este recurso motivó que se hablara de
la “era del petróleo”, que se estima entrará en crisis en los próximos veinticinco años.
Las posibilidades de reemplazo por otras fuentes es también compleja tanto por la
contaminación que generarían, su costo de generación, como por su rendimiento (esto
último en el caso de las “energías alternativas”).
Estos países tienen una oportunidad sin igual para encontrar diferentes vías para
el desarrollo y, al hacerlo, proveer modelos que podrían seguir otras naciones.
Como dijimos, sólo hemos tomado algunos elementos aislados para este pequeño
diagnóstico que entonces resulta incompleto, pero útil para nuestra actual tarea.
Cabe indicar que, desde hace una década se considera que el Desarrollo
Sustentable es un componente del denominado “Desarrollo Humano” (PNUD, 2000).
Éste, la conservación y el crecimiento económico deberán avanzar a la par, con fuertes
vínculos políticos recíprocos. Los adelantos a corto plazo en esta materia son posibles,
pero no serán sustentables sin una estructura valorativa que les dé sentido.
Está claro entonces que el Desarrollo Sustentable tiene múltiples dimensiones, por
ejemplo: ética, económica, ideológica, ambiental, tecnológica, educativa, social, estética
y política, entre las más importantes.
V. Los Principios
Ahora es necesario hacer referencia a los Principios que son necesarios tanto para
vivir de una manera sustentable, como así también aquellos fundamentales para
insertar en este marco los específicamente forestales.
Los primeros han sido elaborados por diversos autores, pero se pueden encontrar
estructuradamente en la Estrategia “Cuidar la Tierra” de UICN/PNUMA/WWF, y
constituyen un conjunto de enunciados cuya aplicación sería deseable por parte de los
diferentes actores sociales.
La distribución equitativa de los costos y beneficios del uso de los recursos, así
como la aplicación generalizada y responsable del principio de “que quien contamina,
paga” habrán de profundizar aún más las discusiones a nivel internacional, y en ellas
una posición latinoamericana fuerte y coherente es de vital importancia para nuestro
continente.
Las políticas económicas deberán considerar esta situación, pero además, tender a
mantener las riquezas naturales, antes que a favorecer el desarrollo de una sociedad
consumista, depredadora e instalada en el derroche.
“Una nueva clase que únicamente busca el progreso material, y una ciencia positiva
que investiga las leyes del mundo físico para ponerlo a su servicio. Capitalismo y
conocimiento científico que son anverso y reverso de una misma mentalidad, que
llegaron hasta este tiempo nuestro signado por la cantidad y la abstracción.”
También podemos percibir que estamos en una batalla de valores. Por un lado, el
Ecocentrismo (priorizando el equilibrio y la diversidad) y, por el otro, el Tecnocentrismo
(preconizando el cambio y la manipulación).
Se trata también de una lucha ideológica que, muchas veces genera una actitud
arrogante que no considera al hombre como ciudadano honorario de la naturaleza.
Desde la perspectiva axiológica, se ha producido una “erosión valorativa” (Arne Naess).
Muchos teóricos caracterizan a este siglo como el inicio de una nueva era de
libertad, pluralismo, democracia, economía participativa, sustentabilidad del desarrollo y
aprendizaje permanente. Esto sería el fundamento del principio de “pensar globalmente
y actuar localmente”.
Se adiciona a todo esto la incertidumbre sobre el rumbo que tomarán los procesos
globalizadores e integradores, así como las modificaciones ya definidas como
“irreversibles” que influirían en las “nuevas sociedades”.
Los mecanismos puestos en práctica desde los centros de poder han conducido al
desdibujamiento de las nacionalidades, la satanización de los Estados, el
economicismo, el deterioro ambiental y a la disminución de las identidades y diferencias
culturales. Sus consecuencias, aún de magnitud imprevisible, pueden ser muy
peligrosas encerrando la posibilidad cierta de generar procesos violentos.
ocupado, y los miembros de su sociedad civil estén referidos unos a otros. [...] América
es por lo tanto, donde en los tiempos que vienen delante de nosotros, el destino de la
historia mundial se revelará, quizás en un conflicto, entre Norteamérica y América del
Sur. Es la tierra del deseo para todos los que están cansados del almacén histórico de
la vieja Europa” (Beverley, 2004; Beverley et al., 1995; Hegel, 1994).
“La naturaleza no está sometida a las leyes de la razón humana, las cuales tienden
solamente a la utilidad y conservación de los hombres, sino que se extiende a otras
infinitas leyes que conciernen al orden eterno de la naturaleza, de lo cual el hombre es
sólo una pequeña parte. Lo que en la naturaleza nos parece ridículo, absurdo o
malvado, lo es tan sólo en nuestra opinión, por cuanto ignoramos en parte el orden y
conexión máxima de la totalidad de la naturaleza y juzgamos solamente desde el punto
de vista de nuestra razón humana.” (Spinoza, 1958).
Tal vez, trabajar en esta línea sea el principal desafío de una Ecología orientada a la
Sustentabilidad, no arrogante y respetuosa de los valores fundamentales.
En este sentido, la Política, vista como un quehacer a largo plazo, tiene la función de
coordinar el proceso de autoaprendizaje de una sociedad (Deutsch, 1976). Y ésta es
una de las grandes tareas a realizar para el logro del Desarrollo Sustentable.
Si es ésta la función de la Política, el rol del político será el de conducir ese proceso.
Pero hoy en día debemos tomar en consideración el bajo reconocimiento social de los
líderes y el hecho de que vemos a algunos de éstos y sus asesores actuando como
egresados de Instituciones de Educación Superior que han adoptado enfoques
“tecnicistas” en sus procesos formativos y de investigación.
No existe una sola vía hacia la sustentabilidad. Hay tantas como culturas. Sin
embargo, la estructura económica actual propugna la universalización común de todas
las culturas posibles.
Esta cuestión pone a los políticos en una posición diferente y, por lo tanto, les exige
nuevas responsabilidades enmarcadas en la convicción de que los parámetros de la
biosfera determinan los confines del desarrollo.
El primer paso para obtener un mundo sustentable consiste en tener la visión para
imaginarlo y el temple necesario para encabezar la marcha hacia él. En esta situación,
el Pensamiento Socio-ambiental Latinoamericano más que otra cosa, es una fuerza
vinculante que aporta los medios necesarios para integrar en una comunidad global a
todas las sociedades del mundo por dispares que sean, en una unidad respetuosa de la
diversidad.
Pero, el problema fundamental sigue siendo ético. Por ello es conveniente recordar
nuevamente hoy lo que dijera Emmanuel Kant:
para planes nacionales, regionales y • Los Estados, de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y los
principios del derecho internacional, tienen el derecho soberano a
explotar sus propios recursos forestales, cuidando de no perjudicar a
de unidad de gestión. otros Estados.
• Asimismo, los Estados tienen el derecho soberano de utilizar, ordenar y
En vez de la Cumbre de la Tierra desarrollar sus bosques de acuerdo con sus necesidades, y sobre la base
de una política nacional de desarrollo sostenible que tome en
consideración una política racional de uso de la tierra.
ECO 92, las organizaciones que • La citada ordenación debe atender las necesidades sociales,
económicas, ecológicas, culturales y espirituales de las actuales y futuras
plantearon Visiones Diferentes generaciones.
• Es indispensable el suministro de información fiable y oportuna acerca
acordaron que es fundamental de los bosques y ecosistemas forestales en la formación de una
conciencia pública y en la toma de decisiones.
mantener las funciones forestales y • Las políticas y las estrategias nacionales deben proveer un marco para
favorecer la ordenación, la conservación y el desarrollo sostenible de los
aumentar la contribución de los bosques y tierras forestales, promoviendo la participación de todos los
grupos sociales interesados.
bosques al bienestar de la • Debe facilitarse la cooperación internacional en los ámbitos
institucional, organizativo, operativo y financiero.
humanidad; impulsando a los • Debe reconocerse la función vital de los bosques en el mantenimiento
del equilibrio y los procesos ecológicos a nivel local, nacional, regional y
mundial.
gobiernos, el sector privado, los • La política forestal de cada país debe reconocer y apoyar la cultura, los
intereses y los derechos de las poblaciones indígenas y de los habitantes
sindicatos, las cooperativas rurales, de las zonas boscosas.
• Se debe promover las condiciones económicas apropiadas, para que
las comunidades locales, las estos grupos desarrollen sus actividades y mantengan su identidad
cultural y organización social.
poblaciones indígenas, los jóvenes, • Igualmente, se debe promover la plena participación de la mujer en
todos los aspectos de la ordenación, conservación y desarrollo sostenible
las mujeres, los grupos de usuarios y de los bosques.
• Los bosques de todo tipo tienen la importante función de suministrar
las ONG a trabajar unidos en tareas una fuente renovable de bioenergía, la que debería aprovecharse mejor
mediante la ordenación, forestación y reforestación sostenible.
relacionadas con la ordenación, la • Se debería promover el desarrollo y mejoramiento de las metodologías
de evaluación de los valores económicos y no económicos de los bienes
y servicios forestales.
diversidad biológica, y las de otros • Se debe promover la constitución de un ambiente económico
internacional para el desarrollo sostenible y ecológicamente racional de
valores no monetarios derivados del los bosques, en el que se incluya modalidades sostenibles de producción
y consumo, la erradicación de la pobreza y la promoción de la seguridad
manejo sustentable de los bosques. alimentaria.
• Debe emprenderse el reverdecimiento de la Tierra, adoptando medidas
En la misma cumbre paralela se positivas y transparentes de forestación, reforestación y conservación
forestal.
elaboró una Declaración de Principios • En lo relativo al acceso a los recursos biológicos, incluyendo el material
genético, se deben tener en cuenta los derechos soberanos de los países
sobre la Ordenación, Conservación y en donde se encuentren los bosques.
• Los esfuerzos de los países en desarrollo por fortalecer la ordenación,
Desarrollo Sostenible de los Bosques conservación y desarrollo sostenible de los bosques deberían contar con
el apoyo de la comunidad internacional, la cual debe prestar especial
atención a los países que experimentan una transición hacia economías
(Consejo de la Tierra-IICA, 1993) que de mercado.
• En la formulación de políticas nacionales sobre los bosques debe
se presentan en el cuadro adjunto. tomarse en consideración las precisiones y demandas impuestas a los
ecosistemas y bosques por influencias externas al sector forestal.
En 2007, la Asamblea General de
Naciones Unidas adoptó un
instrumento no vinculante sobre todos
La realidad es que el sector forestal debe satisfacer exigencias cada vez más
complejas de un número creciente de usuarios. Sobre este hecho se entrevistó
telefónicamente a Guillermo Navarro, economista forestal del CATIE, quien manifestó
que a su criterio dos ejemplos de DSF y MFS son Finlandia y Korea del Sur, porque
emprendieron un desarrollo de base forestal con un rol preponderante en la
construcción de su economía, a la vez que generaron tecnologías de valor agregado y
desarrollaron indicadores de la sanidad de los recursos forestales. También destacó la
importancia de los incentivos sobre el MF en función de una economía forestal, pero
que el principal incentivo para reactivar una economía forestal son los precios, como en
el caso de Finlandia, que reactivó su economía forestal usando el incentivo de precios.
Con el fin de profundizar el análisis, es importante señalar los componentes del
desarrollo forestal sustentable, con algunas de sus características y consecuencias.
Con este fin se identifican a continuación varios componentes, división un tanto
arbitraria, como se verá, debido a las estrechas interrelaciones que existen entre unos y
otros: 1) Componente Económico, 2) Componente Socio-cultural, 3) Componente
Ecológico-ambiental, y 4) Componente Político-institucional.
En concordancia con el concepto de desarrollo sustentable se dictaron normas
prácticas para hacer factible el equilibrio entre desarrollo y medio ambiente, permitiendo
al Estado ejercer un control directo previo a la ejecución de los proyectos, obras o
actividades, o también controles posteriores del uso y manejo de los recursos naturales
renovables por parte de las empresas; tales como: licencia ambiental, plan de manejo
ambiental, permiso de emisiones atmosféricas, concesión de aguas, permiso de
aprovechamiento forestal, permiso de ocupación de cauces, permiso de vertimiento de
aguas residuales. Igualmente, como la participación ciudadana es espíritu
constitucional, se ha involucrado a las comunidades en las decisiones sobre el medio
ambiente, diversas formas de participación (Valenzuela, 2006).
Un desarrollo forestal sustentable requiere la amplia participación de actores
provenientes de diferentes sectores de la sociedad y un manejo efectivo de conflictos
para conciliar posiciones e intereses divergentes. El reconocimiento de este principio ha
dado origen a nuevas iniciativas que buscan descentralizar el poder de decisión,
fomentando así la democracia de la toma de decisiones en el sector forestal, haciendo
resaltar la importancia de elementos como la transparencia, responsabilidad y equidad,
y estimulando la gobernabilidad local de los recursos forestales (Mery et al., 2009).
El Proceso de Montreal
legislation_summaries/enterprise/business_environment/l28022_es.htm ) y diversos
programas nacionales y marcas de origen.
Por otra parte, la alarma que despertó el informe Los límites del crecimiento ha
hecho global la necesidad de regulaciones ambientales internacionales y ha puesto de
manifiesto que el crecimiento económico ilimitado en un planeta limitado no es posible
(Meadows et al., 1972).
Por otra parte, la integralidad del medio ambiente y el ser humano conlleva a
desarrollar un pensamiento sistémico y una visión holística para analizar las relaciones
de los componentes de los diversos ecosistemas y los impactos causados por la acción
humana. Ese pensamiento podría definirse como un Pensamiento Socio-ambiental
Latinoamericano (PSAL).
Los criterios que debería reunir este pensamiento son tener un sustento ético y un
conjunto de valores que permitan una nueva forma de pensar, que propicie una relación
armónica entre la sociedad y la naturaleza, con una actitud crítica y una conciencia
social, ambiental y política que apoye los procesos de sustentabilidad, en el marco de
una economía solidaria.
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