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EL ERROR MAS COMÚN EN LA APLICACIÓN

DE LA “FORMULA DE GY”EN LA TEORÍA DEL MUESTREO DE MINERALES


Y UN HISTÓRICO DEL FACTOR DE LIBERACIÓN

D.Francois-Bongarcon, PhD1
Pierre Gy, PhD2

April 1999

RESUMEN

La teoría moderna del muestreo de materias particuladas consiste esencialmente en una


generalización reciente de los procedimientos de aplicación y calibración de la famosa fórmula
usualmente conocida como “fórmula de Gy” para el control de la varianza de muestreo, en la
cual el concepto central es el de factor de liberación l. Un modelo experimentalmente ajustable
para este factor ha sido propuesto por el autor varios años atrás en base a consideraciones
geoestadísticas. Este modelo, que relaciona el factor de liberación al tamaño de los fragmentos
de roca, resuelve las dificultades usuales encontradas en el pasado, y permite predicciones bien
verificadas en años de práctica. Desafortunadamente, una formula antigua, arbitraria y menos
general sigue siendo utilizada. La gran mayoría de las aplicaciones erróneas de la teoría de Gy
pueden ser trazadas hasta el uso de este modelo antiguo y erróneo. Después de un breve
histórico de los modelos utilizados para el factor de liberación, y para ilustrar la importancia de
una modelación adecuada de l, este articulo propone ejemplos numéricos demostrativos de lo
absurdo del modelo incorrecto usando el caso particular de minerales de oro como ejemplo,
siguiendo con ejemplos mas positivos de aplicación.

INTRODUCCIÓN

En la última década, la parte numérica3 de la teoría del muestreo de minerales particulados fue el
objeto de avances fundamentales (François-Bongarçon, 1991 a 1998). Se espera que con estos
avances y generalizaciones correspondientes, la materia teórica de base, presentada en la obra
admirable del ingeniero francés P.Gy (Gy, 1956 a 1998), cambió de su estado de disciplina a
menudo considerada misteriosa, y poco enseñada y practicada, para volverse en una herramienta
simple de entender y mas fácil de aplicar que siempre. Con este objetivo, la teoría se enseña en
su nueva forma en seminarios públicos, organizados de manera regular en países mineros, con la
esperanza que rápidamente se pondrá parte del currículum en todos los programas académicos de
minería y geología.
1
Vice Presidente, Mineral Resources Development, San Mateo, California
2
Consultor, Cannes, Francia, Presidente del Instituto Internacional de Muestreo
3
La parte cualitativa, que concierne‘la correctitud de la muestra’ y los problemas de sesgos de
muestreo es todavía mas importante: la parte cuantitativa solo vale si la muestra ha sido
colectada correctamente
Contrario al lo que a menudo se dice, la lastimosamente insuficiente apreciación de la poderosa
teoría de Gy en rincones de las industrias mineras del mundo, no se explica solamente por su
presentación difícil en los pocos libros dedicados al tópico, ni por cualquier tipo de debilidad
teórica. La teoría de Gy, presentada en términos pocos atractivos para el no-especialista (aunque
Gy, 1998, sea un contra-ejemplo típico), es demostrablemente correcta. Sin embargo, problemas
mayores que han sido reportados a menudo en su implementación práctica, especialmente en
minerales de baja ley (oro, níquel, cobre), han arruinado su aceptación. Estos problemas, que
constituyen la fuente real de su apreciación insuficiente, han sido injustamente atribuidos a
‘debilidades’ en su famosa fórmula de cálculo de la varianza fundamental de muestreo, cuando,
en la realidad, tienen su origen en el uso arbitrario de valores incorrectos para ciertos de su
parámetros.

En sus investigaciones del problema y en su búsqueda de demostraciones más simples de la


fórmula, uno de los autores del presente artículo (François-Bongarçon, 1991-1998) descubrió la
fuente de estas dificultades. La fórmula de Gy a menudo se escribe:

FFSE2 = (1/MS - 1/ML) f g c l d3 (1)

donde FFSE2, MS y ML son respectivamente la varianza relativa de muestreo, la masa de la


muestra y la del lote de fragmentos. Cantidades f y g, generalmente iguales a 0.5 y 0.25
respectivamente, son constantes de conveniencia, c es el factor mineralógico aproximadamente
igual a la razón de la densidad del metal a la ley del lote sin unidades (i.e. en tanto por uno), d es
el tamaño nominal de los fragmentos de roca (el tamaño del tamiz que pasa el 95%), y ‘l’ el
factor de liberación (véase bibliografía).

Cuando MS << ML, la formula (1) toma la forma simplificada:

FFSE2 = f g c l d3 / MS (1')

DIFICULTAD CENTRAL: EL FACTOR DE LIBERACIÓN

El factor de liberación l es un número entre 0 y 1 que varía con el tamaño d de los fragmentos, y
depende también del tamaño nominal (o máximo) de las partículas de metal puro, o tamaño de
liberación dl , y de características geoestadísticas del mineral a escala microscópica
(correlaciones espaciales adentro de los fragmentos). Así, aún cuando los tamaños de los
gránulos de metal y de los fragmentos son los dos los mismos en dos depósitos, se deben esperar
valores diferentes del factor de liberación de un metal a otro, o de depósito a otro. Cabe notar que
l es una cantidad muy variable y a veces excesivamente pequeña: El producto c.l en la fórmula
(1) tiene rango de valores ni muy grandes ni muy pequeños, pero la constante mineralógica c
puede, al contrario, alcanzar valores grandes extremos, siendo usualmente bien aproximada por
la razón de la densidad del mineral puro por la ley del lote en tanto por uno. Por ejemplo, en el
caso del oro, la densidad del metal vale 19.3 g/cm3, y al nivel de 1 ppm, i.e. 10-6, c vale
19,300,000 y consecuentemente, l tiene la orden de magnitud de su inverso. Notar que a través
de c, la varianza dada por la fórmula (1) depende de la ley del lote a muestrear, y que cualquier
uso de la misma, o cualquier nomograma derivado de ella, solo tiene sentido cuando van
acompañados por el nivel de ley al cual se los considera4.
Los resultados de la fórmula (1), y nomogramas de muestreo correspondientes, son también muy
sensibles a las variaciones del factor de liberación l.

UNA BREVE HISTORIA DEL FACTOR DE LIBERACIÓN

El ‘bulto’ de la Teoría del Muestreo fue desarrollado por Pierre Gy entre 1949 y 1951, y, tan
temprano como 1953, se puso muy evidente que el factor de liberación en su fórmula de varianza
iba a ser un tópico mas y mas delicado, aun antes que sea aplicada a metales preciosos. Una vez
demostrado que su valor se quedaba necesariamente entre 0 y 1, se atentó de manera repetida, a
través de los años, estimar/modelar su valor y variaciones. Por falta de herramientas
conceptuales que fueron desarrolladas mucho mas tarde, se hizo por medio de recomendaciones
prácticas que aparecen hoy como relativamente arbitrarias. Sin embargo, las aplicaciones de este
tiempo no contradijeron estas prácticas (ni siquiera lo podían), las cuales incluían variaciones
lineales de l entre 0.025 y 0.8 consideradas como valores extremas probables, y también una
serie de tablas sucesivas de valores recomendados. Este era un período de maturación de la
teoría, que trataba de superar su problema mas difícil.

Un progreso mayor ocurrió en 1975, cuando Gy propuso modelar experimentalmente las


variaciones de l en función de dl y d, y también propuso (como simple ejemplo ilustrativo) la
fórmula siguiente para el calculo de l (Gy, 1982):

l = (d l /d) 0.5 = %(d l /d) (2)

La idea - a través de un ejemplo - era de animar a los profesionales de la industria en el


desarrollo de experimentos con objetivo el estudio de las variaciones de l para ajustarlo a cada
caso particular. Nunca fue la intención de Gy darla esta expresión un sentido general. Al
contrario, desde entonces, siempre Gy ha recomendado estimar experimentalmente el ‘invariante
de heterogeneidad’ (sobre el cual son basados todas la técnicas modernas de calibración
experimental) que incluye l como su parte non-calculable. Desafortunadamente, ciertos autores,
y muchos profesionales han mis-interpretado estas recomendaciones como licencia para el uso
general de este modelo particular (2) en la aplicación práctica de la fórmula (1), con resultados a
menudo catastróficos, y consecuentemente, se encuentran responsables del abandono progresivo
(muy lamentable) de la muy util fórmula (1) por muchas compañías y profesionales mineros,
especialmente en la industria de los metales preciosos y minerales de baja ley.

4
Este, desafortunadamente, tiende a ser a menudo ignorado
EL TAMAÑO DE LIBERACIÓN dl

El concepto de tamaño de liberación no es trivial, y no hay un consensus sobre su definición


entre autores de la teoría del muestreo. In nuestras calculaciones, el tamaño de liberación es el
tamaño nominal que los fragmentos deben alcanzar para que los granos de mineral se encuentren
completamente liberados de su ganga, i.e. cada fragmento sea o puro mineral o pura ganga. El
rol del factor de liberación en la formula (1) es expresar las tazas de variación bien diferentes de
la varianza de muestreo con el chancado, en cima y debajo del tamaño de liberación.

Naturalmente, la liberación completa se queda a menudo un concepto ideal, y es útil substituirla


con un tamaño de liberación practico: el tamaño nominal para el cual la gran mayoría de estos
fragmentos suficientemente largos para tener una contribución significante a la varianza de
muestreo han sido liberados. Aunque no siempre sea exactamente igual al tamaño nominal de
los granos de mineral dentro de la roca, este tamaño práctico nunca se aleja mucho de este, y
siempre se queda de la misma orden de magnitud. Resulta que el tamaño de liberación a menudo
se toma igual al tamaño máximo de los granos, o a su 95% pasando.

UN MODELO EFECTIVO PARA EL FACTOR DE LIBERACIÓN

En base a consideraciones principalmente geoestadísticas5, Francois-Bongarcon ha propuesto una


mejora fundamental en la forma de un modelo similar al previo, muy simple, pero mucho más
adecuado, para el factor de liberación:

l = (dl /d)b (3)

donde b es un parámetro adicional del modelo a ajustar en base a resultados experimentales.

Este modelo (3) ha sido comprobado en la práctica en los últimos años, con resultados
excelentes, incluso en aplicaciones a metales preciosos y minerales de baja ley. Este modelo
tiene muchas ventajas importantes sobre el modelo de la fórmula (2):

• Existen fuertes "indicios" de su validez teórica, incluyendo el caso particular de


correlaciones espaciales muy comunes en el oro (modelo de De Wijs, bien conocido de
los geoestadísticos) donde se puede demostrar;

• Hace aparecer el modelo usual (2) como un simple caso particular (raramente encontrado
en la práctica); siendo entonces mas general, el modelo (3) no es de ninguna manera
incompatible con modelo (2).

5
En la teoría, el tamaño de liberación aparece como la razón de las varianzas de las leyes
individuales de los fragmentos al tamaño nominal considerado, y al tamaño de liberación. Resulta
que no tiene ningún sentido calcularlo a partir de , o considerarlo igual a, la proporción de granos
minerales liberados en el lote al tamaño nominal considerado.
• Se puede ajustar experimentalmente, y entonces permite a la fórmula (1) de ser "cortada a
la medida" de un yacimiento o tipo de roca particular;

• Resuelve los problemas ultra-conservadores a menudo encontrados con la


implementación desafortunadamente tan "clásica" como errónea del modelo (2) en la
fórmula (1).

• Permite de obtener nomogramas de muestreo realistas y utilizables.

Sin embargo, el parámetro adicional b implica ajustes experimentales más delicados - pero
estrictamente necesarios - que el modelo simplista (2). Cabe notar que nunca se deben ejecutar
estos experimentos de calibración de la fórmula (1) utilizando material tamizado a tamaños
pequeños, como a menudo se ve, dado que una sola fracción de tamaño no es siempre
representativa del material chancado en su integridad.

En la práctica, la potencia final de d en el producto [l.d3] de las fórmulas (1) y (1') casi nunca se
encuentra por sobre el valor 2.0. Este hecho ya se había detectado por los empiristas del
comienzo del siglo (Richards, 1908)1, y también fue observado por una mesa redonda de
expertos en metrología, luego de la primera publicación de Gy (Expertos en Gy, 1956). En el
caso de minerales de oro, el valor de b se encuentra casi siempre muy cerca del valor 1.5, lo que
resulta en una potencia global de 1.5 también para d, cuando el modelo (2) resultaría en una
potencia global de 2.5 (los experimentos correspondientes están fuera de la alcance de este
articulo). Para el moro, un valor por defecto de 1.5 para b es aceptable si solo se busca la orden
de magnitud de los resultados. Para otros metales, el valor de b varia mucho mas, y/o no se
cuenta con un número suficiente de aplicaciones para derivar tendencias utilizables.

CONSECUENCIAS DE UN MODELO ERRÓNEO PARA ‘l’

Ejemplo 1: Calculo de Masa Mínima, o ‘Su Muestra de Tamaño Mina’

En el primer ejemplo, se observa que si se adopta el modelo (2), se pueden calcular todos los
factores de la fórmula (1') y entonces, como aplicación clásica, calcular la masa mínima de
muestra que proporciona una reproducibilidad pre-establecida.

Así, si so toma el caso de una pila de detritus de un pozo de tronadura en una mina de oro, con
fragmentos de un tamaño nominal de ½" (d = 1.27 cm), una ley promedia de 1 ppm de Au
(=10-6), una densidad de oro puro de 19.3 g/cm3, valores estándares de 0.5 y 0.25 para factores f
y g, y un tamaño de liberación del oro de 10 micrones (=10-3 cm , i.e. oro muy fino), la formula
(1') y modelo (2) se combinan para proporcionar la masa mínima MS de muestra para una
deviación estándar de muestreo de 10 porciento (es decir FFSE2 = 0.01), de la manera siguiente:

1
Aunque detectó que la potencia global de d era un problema importante, el acercamiento de
Richard, basado sobre una sanción ciega de prácticas cuestionables, no puede ser considerado
aceptable de un punto de vista científico.
Con: FFSE2 = f g c l d3 / MS y l = (dl /d) 0.5

MS = f g c (dl /d) 0.5 d3 / FFSE2 = f g c dl 0.5 d 2.5 / FFSE2

= 0.5 * 0.25 * (19.3/10-6) * (10-3)0.5 * 1.272.5 / 0.01

= 13.9 10 6 gramos o sea 13.9 toneladas ! Un resultado absurdo !

El oro es fino, y se sabe muy bien, por la experiencia, que la pila puede ser muestreada de
manera muy satisfactoria con muestras de uno a unas decenas de kilogramos. La utilización de
la formula (1) en vez de (1') puede hacer perder la magnitud de lo absurdo total del resultado, por
limitar artificialmente la masa mínima a la masa total de la pila (probablemente alrededor de 400
kg).

Ejemplo 2: Calculo del Tamaño de Liberación, o ‘El Elusivo Oro Sub-Atómico’

En este ejemplo se nota que con el modelo (2), si se conoce la varianza experimental de una
muestra de masa dada, se puede determinar el tamaño de liberación d l en la formula (1').

Asumamos por ejemplo el caso de mineral de oro con tamaño de liberación real (pero
desconocido) de 15-25 micrones (i.e. oro semi-fino). Se sabe por experiencia que una pila de
detritus con fragmentos de un tamaño nominal de 1 cm de este mineral puede ser muestreada con
una desviación estándar de 10 por ciento o mejor, tomando muestras de alrededor de 15 kg. Bajo
esas condiciones (FFSE = 0.10; MS = 15 kg), el calculo del tamaño de liberación utilizando
modelo (2) es el siguiente:

Con: FFSE2 = f g c l d3 / MS y l = (dl /d)0.5

l = FFSE2 / (f g c d3 / MS)

dl 0.5 = FFSE2 * d 0.5 / (f g c d3 / MS)

dl = [ FFSE2 * d 0.5 / (f g c d3 / MS) ]2

= [0.01 * 1 0.5 / (0.5 * 0.25 * 19 300 000 * 13 / 15 000)]2

= 3.9 10-9 cm = 0.39 Angströms !


Se debe concluir que el oro es muy, muy fino, dado que un átomo de oro mide aproximadamente
1.5 Angströms en diámetro.
CONCLUSIÓN

Estos resultados son una demostración por el absurdo que el modelo (2) es groseramente
inadecuado2, y que sería muy peligroso usarlo. Como le podrá verificar facilmente el lector, las
condiciones y supuestos de estos cálculos pueden ser variadas sin cambiar mucho el orden de
magnitud absurdo de los resultados finales.

En cambio, con el valor más adecuado de 1.5 para b en fórmula (3), estos cálculos dan una masa
mínima de 11 kg, y un tamaño de liberación de 16 micrones respectivamente, cantidades mucho
mas consistentes con la experiencia práctica de siglos de minería de oro.

De interés también es la desviación estándar de muestreo que la fórmula incorrecta (2) predice
calcularía para estas operaciones de muestreo cuando el tamaño de liberación real se conoce: 355
porciento para los 11 kg del primer ejemplo, y 254 porciento para los 15 kg del segundo.
Claramente, cuando aplicada a protocolos de preparación de muestras o a nomogramas, la
fórmula incorrecta (2) sonará las alarmas, encenderá el botón de pánica, y como resultado
probable, ocasionará gastos totalmente injustificados, cambios drásticos de procedimientos, y
compras de equipos evitables.
Al contrario, cuando utilizada con un modelo adecuado, la formula (1) se cambia en una
herramienta muy útil. Por ejemplo, consideremos el caso de un yacimiento donde el metal de
interés viene de un sulfuro de una densidad de 5 g/cm3 y un contenido metálico de 25 porciento,
que se libera cuasi completamente a 120 micrones. Debemos determinar si la toma de 100 g es
razonable después de chancar el material bajo 5 mm cuando la ley de metal es 0.1 %. No
conociendo nada más, y sin calibración, calcularemos la varianza relativa de muestreo a partir de
las formulas (1') y (3), asumiendo el valor mas desfavorable de 1 para b en (3):

FFSE2 = f g c l d3 / MS

con l = dl / d , esto nos da:

FFSE2 = f g c dl d2 / MS

Como antes, f=0.5 y g=0.25. Una ley de metal de 0.1% corresponde a una ley en mineral de
0.4%, o sea 0.004. El calculo de la varianza sigue:

FFSE2 = f g c d l d 2 / MS = 0.5 x 0.25 x (5/0.004) x 0.0120 x 0.5 2 / 100 = (6.85 %) 2

Hemos conservativamente asumido un valor de 1 para b. Con un valor mas alto, la varianza
calculada mejoraría. Como una desviación estándar de 7 porciento es razonable, el muestreo
propuesto es aceptable.

2
Aunque esté todavía muy a menudo (arbitrariamente) utilizado por ciertos profesionales y hasta
organizaciones internacionales de estándares
LA PALABRA ULTIMA

Siguiendo estas remarcas sobre la parte cuantitativa de la Teoría del Muestreo, la recomendación
principal de los autores a los profesionales del muestreo es de ejecutar una calibración completa
de la fórmula (1) antes de usarla, utilizando el modelo (3) para el factor de liberación. Una
variedad de métodos han sido establecidos para tal trabajo, y son enseñados en cursos y
seminarios, descritos en artículos, y disponible de consultores especializados. En el caso de oro,
estos métodos incluyen la determinación de curvas tamaño-ley.

Sobre todo, uno tiene que recordarse que la formula (1) solo mide el caso mas favorable donde
no solamente los sesgos, pero también los efectos de cualquier tipo de segregación han sido
eliminados o neutralizados. Pero como esto es mucho fácil dicho que hecho, la ‘otra parte’ de la
Teoría del Muestreo, la cual se dedica a como tomar las muestras, es todavía mas importante que
todo lo expuesto en el presente articulo. Se aconseja entonces al lector de estudiar la teoría
completa.

AGRADECIMIENTOS

Los autores extienden sus gracias a Dr M. Alfaro y a Scott Long por sus ayudas en mejorar la
claridad de este artículo.

BIBLIOGRAFÍA

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