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DELIMITACION DEL TEMA

Esta investigación trata de la meteorología, de los datos atmosféricos y el


estudio de las variaciones diarias del clima, que constituyen factores
ambientales relacionados con la dinámica atmosférica y en mayor a menor
grado influyen sobretodo las actividades humanas probablemente los
elementos atmosféricos más importantes del hombre y todos los seres vivos.
Sin embargo en los años más recientes los problemas relacionados con el
aumento de la población mundial, la combinación ambiental y la crisis
energética, han llevado al surgimiento de un nuevo enfoque de las
investigaciones atmosféricas, orientado a concebir la envoltura gaseosa de
nuestro planeta como un sistema, en el cual, los procesos de transferencia de
energía, así como de masas de aire y de agua, son considerados como
recursos naturales potenciales, los cuales, manejados racionalmente, pueden
ser fuente de inagotable bienestar para la humanidad.
El aprovechamiento de los recursos atmosféricos debe estar necesariamente,
basado en un conocimiento cada vez más profundo y exacto de los procesos
atmosféricos, que permita aprovechar elementos tales como la radiación solar,
energía eólica, agua meteórica, etc. así como resguardar al hombre y a sus
obras de las fuerzas destructoras que con frecuencia, pueden desatarse en la
atmósfera; a la vez que mejorar la comprensión que tenemos acerca de cómo
el comportamiento, salud y actividades humanadas están relacionadas con las
condiciones atmosféricas. Bajo estos apremios la meteorología y la
climatología ingresan a las filas de las llamadas ciencias del medio ambiente.

JUSTIFICACION

Me motivo investigar el tema sobre la meteorología porque es lo que me


apasiona, saber que es lo que sucede en la tierra como se utiliza los equipos e
instrumentos de medición sobre el clima.

La meteorología es necesaria para la prevención del tiempo como las


observaciones del clima esto permite apreciar la evolución, como si esta
subiendo o bajando la presión y la temperatura, si aumenta o disminuye la
fuerza del viento si cambia de dirección, si las masas de aire que se dirigen
hacia tal región son húmedas o secas, frías o cálidas, etc.

El aprovechamiento de los recursos atmosféricos debe estar, necesariamente,


basado en un conocimiento cada vez más profundo y exacto de los procesos
atmosféricos, que permita aprovechar elementos tales como la radiación solar,
energía eólica, agua meteórica, etc., así como resguardar al hombre y a sus
obras de las fuerzas destructoras que, con frecuencia, pueden desatarse en la
atmósfera; a la vez que mejorar la comprensión que tenemos acerca de cómo
el comportamiento, salud y actividades humanadas están relacionadas con las
condiciones atmosféricas. Bajo estos apremios, la meteorología y la
climatología ingresan a las filas de las llamadas ciencias del medio ambiente.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


El problema se origina desde la antigüedad en la observación de los cambios
del clima, el movimiento de los astros del año y los problemas atmosféricos.
La meteorología incluye el estudio de las variaciones diarias de las
condiciones atmosféricas. Esta integrada por las redes de observación
meteorológica de la mayor parte de los países del mundo se ocupa de recabar
los datos atmosféricos, una estación meteorológica es la instalación destinada
a medir y registrar diversas variables esto se utiliza entre los grandes
problemas hoy en día destacan aquellos relacionados con la destrucción de la
capa de ozono estratosférico, el efecto invernadero, la acidificación del medio
ambiente y las desastrosas sequias e inundaciones asociadas con los
fenómenos.

MARCO TEORICO
HISTORIA

Los estudiosos de la antigua Grecia mostraban gran interés por la atmósfera,


ya en el año 400 a.C. Aristóteles escribió un tratado llamado meteorología,
donde abordaba el “estudio de las cosas que han sido elevadas”; un tercio del
tratado está dedicado a los fenómenos atmosféricos y el término meteorología
deriva de su título.

La predicción del tiempo ha desafiado al hombre desde los tiempos más


remotos, y buena parte de la sabiduría acerca del mundo exhibida por los
diferentes pueblos se ha identificado con la previsión del tiempo y los
almanaques climatológicos. No obstante, no se avanzó gran cosa en este
campo hasta el siglo XIX, cuando el desarrollo en los campos de la
termodinámica y la aerodinámica suministraron una base teórica a la
meteorología. Las mediciones exactas de las condiciones atmosféricas son
también de la mayor importancia en el terreno de la meteorología, y los
adelantos científicos se han visto potenciados por la invención de instrumentos
apropiados de observación y por la organización de redes de observatorios
meteorológicos para recoger datos. Los registros meteorológicos de
localidades individuales se iniciaron en el siglo XIV, pero no se realizaron
observaciones sistemáticas sobre áreas extensas hasta el siglo XVII. La
lentitud de las comunicaciones también dificultaba el desarrollo de la predicción
meteorológica, y sólo tras la invención del telégrafo a mediados del siglo XIX se
hizo posible transmitir a un control central los datos correspondientes a todo un
país para correlacionarlos a fin de hacer una predicción del clima.

Uno de los hitos más significativos en el desarrollo de la ciencia moderna de la


meteorología se produjo en tiempos de la I Guerra Mundial, cuando un grupo
de meteorólogos noruegos encabezado por Vilhelm Bjerknes realizó estudios
intensivos sobre la naturaleza de los frentes y descubrió que la interacción
entre masas de aire genera los ciclones, tormentas típicas del hemisferio norte.
Los posteriores trabajos en el campo de la meteorología se vieron auxiliados
por la invención de aparatos como el rawinsonde o radiosonda, descritos más
adelante, que hizo posible la investigación de las condiciones atmosféricas a
altitudes muy elevadas.

SIGNIFICADO DE LA METEOROLOGIA
Ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos, las propiedades de la
atmósfera y en especial su relación con el tiempo atmosférico y la superficie de
la tierra y mares.
La meteorología del griego meteoro alto en el cielo y logos conocimiento
tratado, es la ciencia interdisciplinaria que estudia el estado del tiempo, el
medio atmosférico, los fenómenos allí producidos y las leyes que lo rigen. Hay
que recordar que la Tierra está constituida por tres partes fundamentales: una
parte sólida llamada litósfera, recubierta en buena proporción por agua y
ambas envueltas por una tercera capa gaseosa, la atmósfera. Éstas se
relacionan entre sí produciendo modificaciones profundas en sus
características. La ciencia que estudia estas características, las propiedades y
los movimientos de las tres capas fundamentales de la Tierra, es la Geofísica,
en ese sentido, la meteorología es una rama de la geofísica que tiene por
objeto el estudio detallado de la envoltura gaseosa de la tierra y sus
fenómenos.

Mediante el estudio de los fenómenos que ocurren en la atmósfera la


meteorología trata de definir el clima, predecir el tiempo, comprender la
interacción de la atmósfera con otros subsistemas. El conocimiento de las
variaciones climáticas ha sido siempre de suma importancia para el desarrollo
de la agricultura, la navegación, las operaciones militares y la vida en general.

INTRODUCCION

Para comprobar la importancia creciente que ha adquirido la meteorología y


ciencias afines, no sólo entre la comunidad científica sino también entre el gran
público. Ello es debido en parte a la actualidad que han adquirido algunos
desastres naturales ligados directa o indirectamente a fenómenos atmosféricos,
tales como inundaciones o incendios forestales.

El monitoreo diario del estado ambiental del país, así como del tiempo y el
clima, permite tener una visión más precisa de los fenómenos naturales y
anticipar medidas de prevención contra los efectos e impactos negativos de los
fenómenos. Este monitoreo diario también permite aprovechar los efectos e
impactos positivos a favor de la planificación y desarrollo de actividades
productivas.

Muchas decisiones deben tomarse con rapidez según el estado tiempo; por
eso, su conocimiento permanente en tiempo real o lo más cercano a ello,
permite que se desarrollen con seguridad actividades cotidianas, como las
operaciones aéreas, y otras muchas que tienen que ver con la producción la
planificación o la recreación, todas ellas dependientes del estado del tiempo.
Actualmente se realiza la medición y observación de los siguientes
parámetros meteorológicos cada hora: temperatura del aire, presión
atmosférica, dirección y velocidad del viento a 10 m sobre la superficie
terrestre, precipitación, intensidad y duración de la lluvia, visibilidad, nubosidad,
altura de la base de las nubes y fenómenos meteorológicos predominantes. En
caso de condiciones meteorológicas severas para la aviación, se realizan
observaciones especiales.
Para el seguimiento de las condiciones que inciden en la ocurrencia de
incendios de las coberturas vegetales, el encargado evalúa su susceptibilidad y
monitorea su vulnerabilidad y riesgo, con base en la identificación de las
coberturas vegetales obtenida a escala y en el seguimiento de núcleos cálidos
mediante la interpretación de imágenes y la información de variables
meteorológicas.
Los datos se evalúan y difunden al país a nivel municipal, indicando el nivel de
riesgo diario de incendios de las coberturas vegetales e informando al Sistema
de Prevención y Atención de Desastres, a las instituciones del SINA y a la
comunidad en general.
Así mismo, mediante la información generada por la red de información
ambiental en tiempo real, el servicio de imágenes de satélite, los modelos
climáticos de centros internacionales, los modelos de estabilidad y el equipo
técnico científico, se alimentan las bases de datos y con el apoyo del Sistema
Nacional para la Atención y Prevención de Desastres, se realiza el seguimiento
del estado actual, evolución y posibles efectos dañinos inmediatos de los
fenómenos de remoción en masa detonados por lluvias en tiempo real.
OBSERVACIONES DEL CLIMA

La mejora en las observaciones de los vientos a gran altitud durante y


después de la II Guerra Mundial suministró la base para la elaboración de
nuevas teorías sobre la predicción del tiempo y reveló la necesidad de cambiar
viejos conceptos generales sobre la circulación atmosférica. Durante este
periodo las principales contribuciones a la ciencia meteorológica son del
meteorólogo de origen sueco Carl-Gustav Rossby y sus colaboradores de
Estados Unidos. Descubrieron la llamada corriente en chorro, una corriente de
aire de alta velocidad que rodea el planeta a gran altitud. En 1950, gracias a las
primeras computadoras, fue posible aplicar las teorías fundamentales de la
termodinámica y la hidrodinámica al problema de la predicción climatológica, y
en nuestros días las grandes computadoras sirven para generar previsiones en
beneficio de la agricultura, la industria y los ciudadanos en general.

OBSERVACIONES DESDE LA SUPERFICIE

Las observaciones hechas a nivel del suelo son más numerosas que las
realizadas a altitudes superiores. Incluyen la medición de la presión
atmosférica, la temperatura, la humedad, la dirección y velocidad del viento, la
cantidad y altura de las nubes, la visibilidad y las precipitaciones.

Para la medición de la presión atmosférica se utiliza el barómetro de mercurio.


Los barómetros aneroides, aunque menos precisos, son también útiles, en
especial a bordo de los barcos y cuando se usan junto con un mecanismo de
registro llamado barógrafo para registrar las tendencias barométricas a lo largo
de un cierto periodo de tiempo. Todas las lecturas barométricas empleadas en
los trabajos meteorológicos se corrigen para compensar las variaciones
debidas a la temperatura y la altitud de cada estación, con el fin de que las
lecturas obtenidas en distintos lugares sean directamente comparables.
Para la observación de la temperatura se emplean muchos tipos diferentes de
termómetros. En la mayor parte de los casos, un termómetro normal que
abarque un rango habitual de temperaturas es más que suficiente. Es
importante situarlo de modo que queden minimizados los efectos de los rayos
solares durante el día y la pérdida de calor por radiación durante la noche, para
obtener así valores representativos de la temperatura del aire en la zona a
medir.

El instrumento que se utiliza más a menudo en los observatorios


meteorológicos es el higrómetro. Un tipo especial de higrómetro, conocido
como psicrómetro, consiste en dos termómetros: uno mide la temperatura con
el bulbo seco y el otro con el bulbo húmedo. Un dispositivo más reciente para
medir la humedad se basa en el hecho de que ciertas sustancias experimentan
cambios en su resistencia eléctrica en función de los cambios de humedad. Los
instrumentos que hacen uso de este principio suelen usarse en la radiosonda o
radiosonda, dispositivo empleado para el sondeo atmosférico a grandes
altitudes.

El instrumento más utilizado para medir la dirección del viento es la veleta


común, que indica de dónde procede el viento y está conectada a un dial o a
una serie de conmutadores electrónicos que encienden pequeñas bombillas
(focos) en la estación de observación para indicarlo. La velocidad del viento se
mide por medio de un anemómetro, un instrumento que consiste en tres o
cuatro semiesferas huecas montadas sobre un eje vertical. El anemómetro gira
a mayor velocidad cuanto mayor sea la velocidad del viento, y se emplea algún
tipo de dispositivo para contar el número de revoluciones y calcular así su
velocidad.

Las precipitaciones se miden mediante el pluviómetro o un nivómetro. El


pluviómetro es un cilindro vertical abierto en su parte superior para permitir la
entrada de la lluvia y calibrado en milímetros o pulgadas, de modo que se
pueda medir la profundidad total de la lluvia caída. El nivómetro es también un
cilindro que se hinca en la nieve para obtener una muestra. Después se funde
ésta y se mide en términos de profundidad equivalente de agua, permitiendo
con ello que su medición sea compatible con la de las precipitaciones. Las
mediciones de la profundidad de la nieve caída se efectúan con una regla
similar a las reglas comunes.

Los recientes avances producidos en el campo de la electrónica han ido


acompañados de un desarrollo concomitante en el uso de instrumentos
meteorológicos electrónicos. Uno de estos instrumentos es el radar
meteorológico, que hace posible la detección de huracanes, tornados y otras
tormentas fuertes a distancias de varios miles de kilómetros. Para tales fines,
se usan las ondas de radar reflejadas por las precipitaciones asociadas con las
alteraciones, que sirven para trazar su curso. Otros instrumentos
meteorológicos electrónicos incluyen: el empleado para medir la altura de las
nubes y el que se usa para medir el efecto total del humo, la niebla y otras
limitaciones a la visibilidad. Ambos instrumentos suministran importantes

mediciones para el despegue y aterrizaje de los aviones.

OBSERVACIONES EN LA ATMOSFERA SUPERIOR

Los métodos modernos de predicción, así como las necesidades de la


aviación, exigen que la medición cuantitativa del viento, la presión, la
temperatura y la humedad se realicen en la atmósfera libre. Estos datos son
recogidos hoy por observadores distribuidos en varios cientos de estaciones
dispersas por todos los continentes (sobre todo en el hemisferio norte) y desde
unos cuantos barcos dispersos por los océanos.

Para las mediciones rutinarias realizadas en las capas superiores de la


atmósfera, los meteorólogos han desarrollado el rawinsonde (radio-wind-
sounding device) o radiosonda, que consiste en un instrumento meteorológico
ligero capaz de medir la presión, la temperatura y la humedad equipado con un
pequeño transmisor de radio de alta frecuencia. El instrumento se sujeta a un
globo de helio que lo lleva hasta la atmósfera superior. Las mediciones
realizadas por los instrumentos meteorológicos son transmitidas
automáticamente y recibidas por una estación en tierra. Un radiodetector sigue
la dirección del globo mientras éste es arrastrado por los vientos de las capas
superiores de la atmósfera y, midiendo la posición del mismo en momentos
sucesivos, se puede calcular la velocidad y dirección del viento a diferentes
altitudes.

Para obtener datos sobre la atmósfera superior se emplean también aviones,


en especial cuando los huracanes o los tifones amenazan con afectar a zonas
habitadas. Se sigue la pista a estas peligrosas tormentas tropicales mediante
aviones de reconocimiento que se envían para localizar el centro u ojo de la
tormenta y realizar mediciones meteorológicas del viento, la temperatura, la
presión y la humedad tanto en el interior como en las cercanías de la tormenta.

Los métodos convencionales de observación de la atmósfera superior


empiezan a resultar cada vez más inadecuados para hacer frente a las
necesidades de los nuevos métodos de predicción numérica. Las teorías
modernas sobre la circulación atmosférica hacen cada vez más hincapié en la
importancia de la unidad global de la atmósfera, y produce gran preocupación
que existan enormes regiones oceánicas que permanecen ignotas en la
práctica para los métodos convencionales. Se mantienen, con un coste muy
elevado, algunos barcos meteorológicos, pero disponer de ellos en número
suficiente para lograr una cobertura apropiada, aunque sólo fuera en el
hemisferio norte, tendría un coste prohibitivo.

Uno de los nuevos métodos de mayor éxito para la observación general de la


atmósfera ha sido el empleo de satélites artificiales. Los satélites que
fotografían de forma automática la Tierra desde órbitas polares, suministran
imágenes de los patrones nubosos y las tormentas, una vez al día, a cualquier
estación meteorológica equipada para recibir sus transmisiones de radio. Casi
todos los servicios meteorológicos importantes del mundo están equipados
para recibir estas imágenes, y los países ribereños de los grandes océanos se
benefician de la capacidad para mantener una vigilancia continua de las
tormentas que amenazan a sus costas. Los sensores de infrarrojos permiten
determinar la temperatura de la parte superior de las nubes, y de esta forma
hacen posible estimar la altitud aproximada de los sistemas nubosos de la
atmósfera. Otros satélites en órbita polar han demostrado que pueden
obtenerse imágenes de alta resolución de los sistemas tormentosos durante la
noche por medio de la luz infrarroja. Hoy se fotografían de modo continuo los
patrones climáticos de más de la mitad de la Tierra desde satélites situados en
órbitas geoestacionarias sobre puntos predeterminados del ecuador a una
altitud de unos 35.400 kilómetros.
Por desgracia, los patrones fotográficos suministrados por los satélites tienen
una utilidad limitada para los métodos modernos de predicción meteorológica,
que se basan en el empleo de mediciones de la temperatura y la presión en el
interior mismo de la atmósfera. Se están realizando grandes esfuerzos en la
investigación de nuevos métodos para recoger datos sobre la atmósfera
superior en todo el mundo. Una de las propuestas en estudio es la Técnica de
Sondeo Horizontal Global, que combinaría una red general de globos de

flotación libre equipados con instrumentos.

CIRCULACION DE LA ATMOSFERA

La causa de todos los movimientos atmosféricos es el calentamiento desigual


de la superficie terrestre por el Sol. La mayor parte del calor y la luz inciden
sobre las regiones ecuatoriales y sólo una pequeña parte va a parar a las
zonas polares. Como consecuencia de las diferencias resultantes en la
temperatura, existe una compleja circulación atmosférica que, como uno de sus
efectos, produce la transferencia de calor desde las regiones más cálidas hacia
los polos.

En los trópicos, la circulación atmosférica sigue un patrón meridional, llamado


célula tropical de Hadley, en el que el aire desciende en cinturones situados en
torno a los 30º de latitud N y los 30° de latitud S respecto del ecuador y
asciende en las inmediaciones de éste. A baja altitud hay una deriva general
del aire hacia el ecuador, mientras que a mayor altitud se produce una deriva
compensadora hacia los polos, que completa la célula. Al converger las dos
corrientes superficiales hacia el ecuador desde el Norte y el Sur en un cinturón
de bajas presiones llamado de calmas ecuatoriales, éstas se ven obligadas a
ascender, expandirse y enfriarse. La humedad del aire se condensa formando
nubes, que tienden a producir lluvias frecuentes sobre el área. El cinturón de
convergencia tiende a desplazarse unos cuantos grados al Norte y al Sur con
los cambios de estación. A 30º de latitud N y a 30° de latitud S respecto del
ecuador, los ramales descendentes de la célula se calientan por efecto de la
compresión, y las posibles nubes presentes tienden a evaporarse. Como
resultado, el tiempo es cálido y soleado, y predominan los climas desérticos.
Debido a la rotación de la Tierra, las corrientes de aire ecuatoriales, llamadas
vientos alisios, son desviadas hacia el Oeste y, por consiguiente, soplan del
Noreste en el hemisferio norte y del Sureste en el hemisferio sur. Las corrientes
de retorno, de gran altitud, tienen a convertirse en vientos del Oeste (en
términos meteorológicos, los vientos se nombran en función de la dirección
desde la que soplan).

A latitudes medias y altas, los rasgos más notables de la circulación


atmosférica son los ciclones y anticiclones migratorios, y sólo emerge una
imagen clara de la circulación global cuando se obtienen los valores medios de
estos movimientos durante varios días. Esta circulación procede del Oeste en
casi en todo el mundo, y su velocidad aumenta rápidamente con la altitud hasta
unos 23 km, donde la velocidad media del viento puede superar los 160 km/h.
La presión a nivel del mar disminuye hacia el Norte desde los 30º hasta los 60º
de latitud, donde tiende a producirse un mínimo, y a los 60º de latitud N se
desarrolla un anticiclón poco profundo en el que prevalecen los vientos del
Este.

La circulación media al Norte de los 30º de latitud tiende a ser fuerte durante
el invierno, cuando se producen las mayores diferencias en temperatura entre
las latitudes altas y bajas. Los cinturones de altas y bajas presiones situados en
los 30º y los 60º de latitud N se desplazan ligeramente con las estaciones,
tendiendo a seguir al Sol hacia el Norte y hacia el Sur. Los continentes ejercen
también una notable influencia sobre el flujo medio, y sus efectos son sobre
todo llamativos en el hemisferio norte, donde el contraste entre la temperatura
de las masas terrestres y la de los océanos es máxima. Durante el invierno se
desarrollan sobre Norteamérica y Asia anticiclones muy fríos, mientras que en
verano tienden a prevalecer las bajas presiones cálidas. Los sistemas de
vientos estacionales asociados a estos patrones de presión reciben el nombre
de monzones; son muy llamativos en la India y el Sureste asiático.

Un aspecto notable de la circulación del Oeste a latitudes medias y altas es la


presencia de vórtices ciclónicos y anticiclónicos que derivan desde el Oeste
hacia el Este y producen cambios en el clima de un día para otro. Los vórtices
que giran en sentido antihorario reciben el nombre de ciclones extratropicales,
y su intensidad tiende a ser máxima durante el invierno, cuando los contrastes
de temperatura son mayores. Estos ciclones tienden a formarse o a
regenerarse a partir de alteraciones débiles en ciertas áreas, situadas sobre
todo a lo largo de las costas de Norteamérica y Asia, en el hemisferio norte, y
también al este de las barreras montañosas de Norteamérica y el sur de
Europa. Las tormentas se intensifican al ir desplazándose hacia el Este y el
Noroeste, y tienden a alcanzar su desarrollo máximo en las regiones de
Islandia y las Aleutianas. En estas tormentas pueden producirse vientos de más
de 160 km/h en mar abierto, y las enormes olas que generan pueden recorrer
miles de kilómetros, dificultando la navegación en otras zonas y abatiéndose
sobre sus costas.

Dentro del flujo dominante hacia el Este a latitudes medias se encuentra la


corriente en chorro, una banda estrecha de viento del Oeste de alta velocidad
que sigue un curso ondulante de Oeste a Este. Sopla a una altitud media de
12.200 km en invierno y de 13.700 km en verano. La velocidad del viento de la
corriente en chorro puede llegar a superar los 400 kilómetros por hora.

MASAS DE AIRE Y FRENTES


En torno a los 30º latitud N y los 30º latitud S y sobre los continentes, suelen
ser dominantes en invierno las altas presiones y los vientos débiles. En estas
regiones, los vientos se dispersan con lentitud en sentido horizontal, y el aire
seco desciende de las alturas para reemplazarlos. Debido al calentamiento
producido por la compresión del aire descendente, los anticiclones tienden a
estar asociados con el buen tiempo, excepto allá donde el contacto del aire con
una superficie fría pueda producir nieblas o nubes bajas.
La mayoría de las regiones donde tienden a prevalecer los anticiclones son
bastante uniformes en lo que se refiere a sus características superficiales y,
con los lentos movimientos divergentes, tienden a generarse grandes masas de
aire con características uniformes.
Las masas de aire tropical marítimo que se forman sobre los océanos a unos
30º latitud N y S, pueden ser transportadas a miles de kilómetros de distancia,
produciendo periodos de clima inusualmente cálido y húmedo y aportando
abundante agua para la formación de nubes y precipitaciones en latitudes
medias y altas. Otro tipo característico es el aire polar continental. Situadas
sobre las extensiones nevadas de Norteamérica y Asia en invierno, estas
masas de aire se vuelven muy frías, produciendo temperaturas mínimas de
-68 ºC en Siberia y de -63 ºC en Norteamérica.
Las masas de aire tienden a juntarse para producir zonas de grandes
contrastes térmicos. Estas regiones, que fueron objeto de gran atención por
parte de los meteorólogos suecos en tiempos de la I Guerra Mundial, recibieron
el nombre de frentes y fueron reconocidos como zonas de cambio climatológico
estrechas y altamente activas. Los frentes más notables tienden a situarse en
las inmediaciones de la costa este de Norteamérica en invierno y en las costas
del Pacífico en Asia. Las masas continentales de aire polar tienden a
descender y se extienden por debajo de las masas tropicales marítimas
cálidas. Así pues, las masas de aire caliente son empujadas hacia arriba, sobre
las de aire polar, a lo largo de las zonas frontales, y se enfrían por expansión, lo
que hace que se condensen, liberando su humedad en forma de
precipitaciones.

REVISIONES METEOROLOGICAS Y SUS MODIFICACIONES

Los métodos empleados en la previsión del tiempo han experimentado una


serie de cambios rápidos desde la II Guerra Mundial en respuesta a los
avances en la tecnología de los equipos informáticos, los satélites y las
comunicaciones. Las investigaciones prosiguen con el mismo ímpetu, por lo
que cabe esperar que se produzcan muchos más cambios en la próxima
década.

RECOJIDA DE DATOS

La recogida de datos sobre el clima se logra sobre todo por medio de la


transmisión vía teletipo de mensajes codificados, a través de líneas terrestres y
de la radio. Los circuitos nacionales de teletipos operan como líneas
multiusuario, y los datos impresos por cualquier estación aparecen al mismo
tiempo en todas las demás estaciones conectadas a la misma línea. Los datos
recopilados a nivel nacional se intercambian a través de circuitos globales a
larga distancia de alta velocidad, con lo que, en cerca de una hora, los informes
sobre la superficie y las capas superiores de la atmósfera están disponibles en
los centros regionales de muchos países. El sistema global de
telecomunicaciones de la Organización Mundial de Meteorología actúa como
centro de recepción y transmisión de los datos que proceden de las estaciones
de superficie y los satélites meteorológicos, así como de los que proceden de
barcos, aviones y radiosondas.

TRANSMISION DE DATOS

En el margen de dos horas desde la recogida de los datos, hay mapas


climatológicos disponibles en los centros de previsión meteorológica. El uso del
fax ha multiplicado la eficiencia de estos centros, ya que los mapas son
trazados por analistas expertos y están al alcance de los meteorólogos de
campo en mayor variedad y con mayor rapidez de lo que antes era posible,
cuando se trazaban de forma local. Ciertos análisis de las condiciones en la
atmósfera superior son realizados de modo automático por medio de
ordenadores o computadoras que, con periféricos adicionales, pueden traducir
y almacenar la información codificada de las líneas de teletipo, realizar cálculos
matemáticos y presentar los resultados en forma de líneas trazadas sobre
mapas. Tales análisis se transmiten vía fax a las estaciones locales y son
almacenados para su empleo en previsiones climatológicas numéricas.

MODELOS CLIMATOLOGICOS

Los principios de las ecuaciones que gobiernan las condiciones físicas de la


atmósfera se conocen desde hace mucho tiempo, pero sólo en fechas
recientes se han desarrollado computadoras con suficiente potencia y rapidez.
El mayor centro de ejecución de modelos climatológicos es el Europea Centre
for Medium-Range Weather Forecasting (Centro europeo para la previsión
meteorológica a plazo medio), situado en Bracknell, Inglaterra. La atmósfera es
demasiado grande y compleja como para predecir con exactitud su
comportamiento, incluso con los equipos más poderosos, pero es posible
construir análogos matemáticos, o modelos, bastante realistas. En el modelo
más simple sólo se predicen las condiciones a un único nivel. Es posible
efectuar descripciones más realistas de la atmósfera empleando al mismo
tiempo un gran número de niveles, y en el modelo más sofisticado que se
emplea hoy se usan nueve niveles. Las ecuaciones son tales que pueden
calcularse los cambios en las propiedades atmosféricas a cada nivel para un
breve plazo de tiempo tan sólo 10 minutos después de realizadas las
observaciones. Las previsiones son después sustituidas por los datos iníciales
observados, y el proceso se repite para sucesivos intervalos de tiempo hasta
llegar a un plazo total de 72 horas. Los resultados así obtenidos para las 12,
24, 36, 48 y 72 horas posteriores a la hora inicial son trazados de modo
automático sobre mapas que reflejan las condiciones previstas en los diversos
niveles, y estos son transmitidos vía facsímil a las estaciones y otros usuarios
del servicio.

INTERPRETACION DE DATOS

Los procedimientos descritos más arriba se realizan de modo automático,


pero las previsiones resultantes requieren gran habilidad interpretativa. El clima
se ve afectado en gran medida por condiciones locales que no pueden incluirse
en los modelos. Además, los modelos no son representaciones perfectas de la
atmósfera, y los meteorólogos experimentados prefieren en ocasiones no
confiar en los resultados de los equipos, o pueden introducir en ellos
modificaciones basadas en su propia experiencia.

Se han desarrollado métodos estadísticos para sacar partido a la experiencia


obtenida a través de observaciones sobre el comportamiento de las atmósferas
realizadas durante un largo periodo de tiempo. En algunos de estos métodos,
las pautas se clasifican en muchos grupos diferentes, y la predicción se realiza
haciendo referencia a la conducta antes observada en el grupo al que
pertenece la situación atmosférica observada. La ventaja de este método es
que hace posible determinar la probabilidad de que se produzcan varios
eventos alternativos. Por ejemplo, la probabilidad de que nieve al día siguiente
podría ser de un 20%, la de que llueva de un 50% y la de que haga buen
tiempo de un 30%. Este tipo de previsiones son esenciales para la planificación
eficiente de muchas actividades. El riesgo de pérdidas y otros desastres, por
ejemplo, que se producirían en caso de una nevada copiosa en una gran
ciudad, pueden justificar la adopción de medidas para la retirada de la nieve
cuando la probabilidad de que se produzca ésta es superior a un 20%. Una
predicción categórica de lluvia (que puede ser más probable que la nieve) sería
de escasa utilidad para planificar este tipo de operaciones.

FIABILIDAD DE LAS PREVISIONES

La precisión de las previsiones meteorológicas es relativa, y los porcentajes


publicados tienen escaso significado sin una descripción detallada de los
criterios empleados para juzgar la exactitud de una previsión. En los últimos
años se ha vuelto habitual atribuirles una precisión de entre un 80 y un 85% en
plazos de un día. Los modelos numéricos han introducido considerables
mejoras en la exactitud de las previsiones meteorológicas en comparación con
las predicciones anteriores, realizadas por medio de métodos subjetivos, y en
especial para periodos superiores a un día. Hoy, es posible demostrar la
fiabilidad de predicciones específicas para periodos de hasta cinco días, y se
han logrado algunos éxitos en la previsión de variaciones anormales de la
temperatura y la pluviosidad para periodos de hasta 30 días. No es posible
refutar la fiabilidad de las previsiones para periodos de tiempo más largos
debido a que no se han adoptado aún modelos de verificación; no obstante, los
meteorólogos profesionales tienden a ponerla en duda.

FISICA DE LAS NUBES Y MODIFICACION DEL CLIMA


El estudio de los procesos atmosféricos, que incluye la condensación de la
humedad, el desarrollo de pequeñas gotas en las nubes, y la aparición de
precipitaciones, recibe el nombre de física de las nubes. Debido a la
importancia económica de la lluvia y la nieve, esta disciplina ha tenido gran
interés en años recientes.

El crecimiento de las gotas de agua de las nubes y la aparición de


precipitaciones son procesos complejos que no se conocen lo bastante. Ciertos
trabajos teóricos sugieren que la precipitación de las gotas de las nubes se ve
favorecida por la presencia de diminutos cristales de hielo. Dado que las
temperaturas en muchas nubes de baja altitud que producen precipitaciones
apreciables, son siempre superiores al punto de congelación, parece razonable
afirmar que existen también otros procesos importantes. Se ha propuesto el
crecimiento de las gotas por colisión y coalescencia como otro mecanismo
responsable del proceso.

En época reciente, los meteorólogos han investigado la posibilidad de


modificar el clima rociando las nubes con diversas sustancias, como cristales
de yoduro de plata. Se han realizado considerables investigaciones sobre la
dispersión de la niebla de cara a aumentar la visibilidad para los aviones, pero
el principal objetivo de la mayor parte de estos experimentos es la producción
artificial de precipitaciones o la prevención del granizo. La evaluación científica
de las diversas técnicas necesarias requiere un estudio en condiciones
controladas para distinguir entre la lluvia inducida y la debida a razones
naturales. Los datos disponibles sobre los experimentos realizados, tanto por
parte de agencias públicas como de la iniciativa privada, indican que sembrar
las nubes puede alterar el momento o la cantidad total de las precipitaciones
caídas sobre áreas limitadas si las condiciones meteorológicas son favorables.
En el caso de las nubes supe enfriadas (con temperaturas por debajo del punto
de congelación), el agente precipitado más eficaz es el hielo seco. El método
de rociar estas nubes de baja temperatura con partículas de yoduro de plata,
adoptado por muchas empresas comerciales, produjo resultados
insatisfactorios, en especial cuando las partículas habían sido dispersadas por
medio de generadores situados en tierra en vez de ser lanzadas desde
aeroplanos.

OBJETIVOS

Se deseo investigar sobre la meteorología para saber que es el lo que sucede


con los cambios de la atmosfera y la prevención del clima.
CONCLUSION

Los resultados fueron significativos mostrados en secciones anteriores,


debido al crecimiento y evolución de las temperaturas que causa en el entorno
social. Esto predice los días más calurosos, refleja el promedio de la
temperatura puede ser máxima o mínima, es realmente preocupante en la
atmosfera.

FUENTES DE INFORMACION

http://es.wikipedia.org/wiki/Meteorolog%C3%ADa http://mx.encarta.msn.com

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