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Repudiemos el asalto político partidista en nuestra Universidad

El jueves 9 de septiembre recibimos con asombro y consternación la noticia de que la Junta de


Síndicos de la UPR, a través de su Certificación 14 de 2010-2011, nombró al Dr. Juan N. Varona
Echeandía al puesto de rector de nuestro recinto. La citada certificación alega que la Junta de Síndicos
consideró “…los informes de consulta de los organismos correspondientes…” a la hora de tomar su
decisión. Sin embargo, de los tres candidatos que aspiraban a ocupar la rectoría de la UPR-Cayey, el
único que no fue recomendado para el puesto por el Comité de Consulta de nuestro Senado
Acádemico fue precisamente el Dr. Varona. Así, de buenas a primeras, nos enteramos que el candidato
con la más pobre evaluación, según nuestro comité de consulta, resulta ser el mejor candidato para la
Junta de Síndicos. Como se desprende claramente del curriculum vita que el Dr. Varona presentó a
nuestra comunidad, así como de las presentaciones públicas que se hicieron durante el proceso de
consulta, el Dr. Varona no cumple con los requísitos mínimos establecidos para ocupar el puesto de
rector porque:
1. No posee experiencia como investigador ni tiene publicaciones.
2. No ha sido miembro de nuestro Senado Académico, no ha participado de comités institucionales de
importancia y ni siquiera ha conseguido ascenso al rango de catedrático, luego de 15 años de trabajar
en la UPR - Cayey.
3. Ha tenido muy poca experiencia administrativa en nuestra institución. De hecho, ni siquiera ha sido
director de su departamento.
4. Su participación en nuestra vida académica ha brillado por su ausencia y no ha hecho aportaciones a
las discusiones en asambleas de claustro y otro foros que hemos sostenido en nuestra institución. Para
la mayoría de los asuntos administrativos y académicos de nuestra institución el Dr. Varona ha sido a
lo largo de muchos años un sujeto practicamente anónimo.

Como recordarán el 1ro de octubre de 2009 el Dr. Varona fue nombrado por el presidente de la UPR,
Dr. de la Torre, como rector interino de nuestro recinto. En aquella ocasión, el Dr. Varona,
inmediatamente procedió a destituir de sus puestos, sin evaluación previa y sin realizar procesos de
consulta, a la decana de administración, al decano de estudiantes, al director de la oficina de recursos
humanos, al director de la oficina de seguridad y vigilancia y a la directora de la oficina de recursos
externos, entre otros. Todos estos puestos son claves para darle continuidad a la agendas académicas y
administrativas de nuestra institución. El Dr. Varona tuvo la desfachatez de realizar esas destituciones
justamente el día después de haber dicho en una reunión de la junta de directores que no haría cambios
administrativos significativos porque, según sus propias palabras, él supuestamente tenía el
compromiso de continuar con los trabajos que se venian realizando.

El daño que estaba comenzando a causar el Dr. Varona en la UPR- Cayey se frenó provisoriamente
porque la anterior Junta de Síndicos, el 6 de octubre de 2009, decidió no confirmarlo como rector
interino cuando salieron a relucir documentos que demostraban como el Dr. Varona había financiado y
dirigido una campaña radial de difamación en contra del anterior presidente de la UPR, Dr. Antonio
García Padilla. Resulta cuando menos paradógico que el mismo Dr. Varona que no estaba
capacitado, según aquella Junta de Síndicos, para ser rector interino de la UPR-Cayey pueda ser ahora
nombrado como rector en propiedad. La paradoja deja de extrañarnos cuando corroboramos que el Dr.
Varona ha tenido roles protagonistas en las campañas de recolección de fondos para el Partido Nuevo
Progresista como pueden ustedes verificar en
http://universitariosestadistas.wordpress.com/category/uncategorized.

El nombramiento del Dr. Varona es otro eslabón más en la estrategia del partido en el poder de tomar
por asalto nuestro sistema de educación pública de educación superior. Esa estrategia incluye, entre
otras cosas, la eliminación de derechos adquiridos, la imposición de cuotas onerosas a nuestros
estudiantes, la reducción del servicio que brindamos a nuestros estudiantes y a la sociedad
puertorriqueña en general, la reducción de la cantidad de estudiantes que atendemos y la privatización
de unidades y servicios. En Cayey en particular su nombramiento será nefasto para nuestro desarrollo
y crecimiento académico. La ausencia de credenciales académicas de prestigio del Dr. Varona pone en
riesgo la administración de nuestros proyectos de investigación y de servicio y nuestra capacidad para
obtener fondos externos.

Pero, peor aún, el nombramiento partidista del Dr. Varona, así como el de otros rectores y rectoras en
las demás unidades del sistema de la UPR, pone en evidencia el riesgo que está corriendo nuestra
aspiración a tener una autonomía universitaria libre de las intervenciones y de las agendas político
partidistas.

Para detener esa agenda debemos comenzar por nuestra propia casa. Es urgente que no nos
quedemos de brazos cruzados. Por este medio convocamos a toda nuestra comunidad
universitaria a que denunciemos este atropello y que hagamos todo lo que esté a nuestro alcance
para revertir este nombramiento.

Comencemos con un piquete el próximo martes 14 de


septiembre a las 2 PM , saliendo del centro de estudiantes. Ese
día representantes de la agencia acreditadora Middle States
Association estarán visitando nuestro campus y es importante
que le dejemos saber que la acreditación de nuestra universidad
está en riesgo si la presente Administración Central y la Junta
de Síndicos de la UPR continúan imponiéndonos su agenda
político partidista.

Comité de acción de estudiantes y profesores de la UPR- Cayey

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