En este enfoque no se ve el sentido de competencia, es decir que en la
educación no hay competencia de ganar algo, una calificación o un premio, quién pierde o quién gana a través de su conocimiento, sino que su fin es hacer uso de las habilidades que posee el sujeto y lo puede hacer innovando, investigando, construyendo, reconstruyendo y bueno que tenga creatividad e iniciativa para aplicarlo en su educación. Ya que aprenden por medio de la interacción cotidiana que interpretan y les informa, y cuya interiorización les posiciona para actuar y definir su realidad. Sus acciones no son ni el producto del instinto ni consecuencia de una imposición, sino el resultado de una decisión tomada en base a una determinada definición de su realidad que ha construido a través de la interacción y le da sentido al sujeto para poder desarrollarse en el ámbito en que mejor se desarrolle, así los sujetos aprenden tanto las habilidades necesarias para el ejercicio profesional futuro, como los valores sociales que garanticen la integración social, y así las nuevas generaciones estén preparadas para enfrentar los retos que se presenten ya sean personales o colectivos.
En ente enfoque hay igualdad de oportunidades y el conocer se ubica como
un acto de creación y de transformación, la moralidad (valores) y el conocimiento son pues no solo una idea pura, sino una práctica de la creación de una nueva realidad, para así lograr una transformación en la educación, en la sociedad y en el mundo ya que contiene todo cuanto es necesario para la conservación de la sociedad.
Cuatro pilares del enfoque por competencia.
Aprender a conocer-Aprender a hacer-Aprender a convivir-Aprender a ser
Hegel. “Lo que es racional es real y lo que es real es racional”
Leibniz. “El objeto del conocimiento puede ser conocido por nosotros, por el hecho de que es en la medida en que ha sido producido por nosotros mismos”