Posmópolis y los calendarios.

. Los calendarios son la fuente de conocimiento más popular.

. Existe el calendario más rudimentario es el calendario de Rakel Bi Gorra, en el cual se

indican los homenajes diarios que habrá que ofrecer a Bi Gorra.

. El calendario más contemporáneo es el calendario de Rakel Bi Gorra, en el cual, sin

sospecha o azar de por medio, hay días que faltan.

. Siempre es hoy, es la efeméride que más se repite en otro tipo de calendario.

. Una forma de ejercer la vida es subrayando los calendarios.

. Los encargados de colocar los calendarios toman en cuenta los dos siguientes lugares:
los constantes muros de la polis (aquellos donde los enamorados, después de las
caricias, se estrellan) o en los cables que impiden ejercer el cielo puramente.

. Un zapato no es un calendario. El primero soporta el peso del día. El último convive

con la ligereza de la existencia.

. Hay días donde se festejan a los antihéroes. Esos días vienen en paréntesis.

. Las palabras de los calendarios están desnudas. Se debe, de alguna forma, pelear con
los números y su idea de orden.

. Día para escribir un libro, es la frase escrita en cada día en un calendario del Escritor
sin Cabeza.

. Calendarios para tapar las vergüenzas del cuerpo. Calendarios para intentar eternizar el
día de las vanidades.

. Los calendarios son la metafísica de la apuesta de la aproximación del fin del mundo.

. Calendarios para destruir, más no para arrepentirse. Destruir la copia o el testigo

tangible de lo que pasó. Destruir para tornarse cotidiano sólo en la memoria.