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ACTO JURÍDICO

PRESENTACIÓN

Nuestras vidas, nuestro mundo y en general todo lo que nos rodea esta
precedido por hechos, acontecimientos o actos que regulan nuestro
comportamiento y porque no, nuestra forma de presentarnos ante los demás
individuos.

Es por ello que la presente monografía tiene por objeto dar a conocer y explicar
los diversos actos de nuestra vida cotidiana, enfocándolo desde un punto de vista
jurídico, es decir, desde el campo de estudio del Derecho.

En líneas generales, este trabajo científico nos brindará información y explicación


sobre el tema de: “El Acto Jurídico”. Un tema de suma importancia para nosotros
como estudiantes universitarios, y en general a toda la ciudadanía; debido a que
tiene relevancia en las acciones que día a día realizamos.

Entonces, este tema, a pesar de estar imbricando en el campo del derecho tiene
mucha incidencia con nuestras vidas comunes y corrientes, así que el estudio
debe ser profundo y a la vez de gran interés para todos los lectores que tengan la
oportunidad de tener esta selecta información en sus manos.

Esperando que la información ofrecida en este trabajo monográfico sea de suma


utilidad y por supuesto de gran aprovechamiento para su bagaje cultural; dejo en
sus manos este preciado trabajo que es el fruto del esfuerzo mancomunado del
presente grupo expositor.

LOS REDACTORES.

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ACTO JURÍDICO

CAPITULO I: HECHO, ACTO Y NEGOCIO JURÍDICO.

1. HECHO JURIDICO

Los hechos son aquellos acontecimientos que ocurren en nuestro mundo y


como consecuencia de los mismos estos pueden o no tener incidencia en
el mundo del Derecho, así nos encontramos con los hechos jurídicos y los
hechos no jurídicos.

En los términos del artículo 896 del Código Civil, "son todos los
acontecimientos susceptibles de producir alguna adquisición, modificación,
transferencia o extinción de los derechos u obligaciones".

Ello significa que nuestro Código ha tomado en cuenta la sola aptitud para
producir tales efectos para conceptuar jurídico al hecho de que se trata. No
es, pues, necesario que haya producido efectivamente tal consecuencia.

Pero esa caracterización amplia que adopta, Vélez determina que casi no
pueda concebirse hecho alguno que, en determinada circunstancia, no
pueda resultar "susceptible" de producir consecuencias jurídicas. Piénsese
en la caída de una estrella fugaz, hecho aparentemente tan alejado de
producir consecuencias jurídicas; pero esta caída puede constituir hecho
jurídico desde que se la ponga como hecho condicionante de cuyo acaecer
surjan derechos, por ejemplo si digo "te daré X si en el término de una
hora vemos caer una estrella fugaz".

2. CLASIFICACIÓN DE LOS HECHOS JURÍDICOS:

Los hechos jurídicos se clasifican en dos grandes grupos: los hechos


jurídicos propiamente dicho y los hechos no jurídicos.
HECHOS JURÍDICOS: Son aquellos que tienen relevancia en el derecho,
los acontecimientos que ocurren o suceden afectan al derecho, tienen
relevancia jurídica, los efectos producidos por un hecho jurídico acarrean

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una consecuencia jurídica que será estudiada por el Derecho, ejem: La


muerte, la promulgación de una ley, una declaración de guerra, etc.

Los hechos jurídicos pueden presentar actividad del hombre o ser ajenos a
ella. En el primer caso se los denomina "humanos" en el segundo
"naturales" (o externos). La nota del art. 896 explícita que "el hecho puede
producirse ya por una causa que se halle enteramente fuera del hombre, y
a la que éste no haya podido ni auxiliar ni poner obstáculos, ya con
participación directa o indirecta del hombre, y ya finalmente por efecto
inmediato de su voluntad". Como ajuste conceptual, hemos de señalar que
se consideran hechos naturales a los que no presentan actividad del
hombre; si ésta se produce siquiera en mínima medida el hecho es
caracterizado como humano. En oposición lógica sería más idóneo hablar
de hechos humanos por una parte y no humanos por la otra.

Los hechos humanos pueden ser realizados con discernimiento, intención y


libertad, y así son "voluntarios". O puede el sujeto carecer de alguno de
esos elementos, y ser los hechos "involuntarios". Téngase bien en cuenta
que los "hechos humanos" son, en la terminología del Código, sinónimo de
"actos"(pero, bien entendido, no de "actos jurídicos", sino meramente
"actos"). Por ello puede hablarse válidamente de "actos voluntarios" y
"actos involuntarios".

A su vez los hechos humanos voluntarios (o actos voluntarios) pueden


importar una conducta congruente con la querida por el ordenamiento
jurídico, y ser "lícitos"; o resultar contrarios a ella y ser "ilícitos".

Los hechos jurídicos humanos voluntarios lícitos(o actos voluntarios lícitos)


permiten otra clasificación, de gran importancia: en "actos jurídicos" y
simples "actos voluntarios lícitos". Los actos jurídicos son los que tienen
por fin inmediato producir consecuencias jurídicas (art.944 del Código
Civil). Los simples actos voluntarios lícitos - que no tienen el indicado fin

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inmediato de producir consecuencias jurídicas- presentan una variada


gama, y algunos de ellos se aproximan a los actos jurídicos.

Por otra parte los hechos jurídicos humanos voluntarios ilícitos (actos
voluntarios ilícitos) comprenden dos categorías tradicionales: delitos y
cuasidelitos. Los primeros son dolosos; el art. 1072 del Código Civil
establece que "el acto a sabiendas y con intención de dañar la persona o
los derechos de otro, se llama en este Código, delito". Los segundos
presentan como elemento subjetivo la culpa (art.1109)

En conclusión, los hechos jurídicos son aquellos que pueden ser producto
de la naturaleza o del hombre, pero que sus efectos van a tener
trascendencia en el campo del Derecho.

HECHOS NO JURÍDICOS: Son aquellos como se puede apreciar en su


misma denominación, son aquellos acontecimientos que cuando ocurren o
suceden, estos no importan al derecho, ya que los efectos que producen
estos hechos no son relevantes jurídicamente y por ende no son tomados
por el derecho, ejem. El sacar la basura fuera de la casa, hacer una
caminata, lavar la ropa, etc.

3. SUPUESTO DE HECHO:

Un supuesto de hecho es una premisa que, en el caso de que se cumpla,


lleva a una o más consecuencias.
Toda ley, tanto en el sentido científico, como en el jurídico, parte de un
supuesto de hecho. La diferencia estriba en la forma en que aparece la
consecuencia:
En el ámbito científico la consecuencia aparece de forma automática. Por
ejemplo, el calentamiento de agua pura a 100 ºC lleva, en todo caso, a su
evaporación.
En el ámbito jurídico es el Estado el que forza el cumplimiento de la
consecuencia. El caso típico es el derecho penal, en donde el estado

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fuerza el cumplimiento de una pena a quien ha cometido un delito


(supuesto de hecho).
Es el concepto que la ley presupone como conducta tentativa de poder
llevarse a cabo, es decir, la definición de alguna conducta que pueda estar
regulada por la ley.

4. ACTO JURÍDICO

El Acto Jurídico es considerado como la manifestación de la voluntad


humana susceptible de producir efectos jurídicos. Para que esta
manifestación de la voluntad produzca efectos jurídicos, es preciso que se
realice de acuerdo con los requisitos legales previamente establecidos para
cada caso.

Como el acto jurídico no es un fenómeno, como el hecho jurídico, sino toda


una expresión de la voluntad o de un acuerdo de voluntades de su Autor o
autores, para que este acto exista, tenga el reconocimiento y genere
efectos jurídicos, será necesario que en su integración se reúnan sus
elementos, requisitos o condiciones que la Ley exige, que los autores han
denominado elementos esenciales o de existencia y elementos de validez.

Los Elementos Esenciales.- De la propia definición de acto jurídico, se


pueden advertir cuáles son sus elementos esenciales o de existencia, los
que de manera indispensable, requiere para existir, pues faltando
cualquiera de ellos el acto no existiría es decir seria INEXISTENTE, y
operaria la NULIDAD ABSOLUTA. Es decir no puede producir ningún
efecto jurídico.

Para la existencia del Acto jurídico se requiere que en dicho acto, se


reúnan los siguientes elementos; Voluntad del Autor del acto para
realizarlo, Objeto Posible (Físicamente y Jurídicamente), y en ciertos casos
cuando se trata de actos solemnes (Matrimonio, Testamento,

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reconocimiento), la solemnidad que la ley establece para emitir la


declaración de la voluntad.

Desde el momento en que se celebra un Acto con los requisitos


necesarios, obliga no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado,
sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, sean
conformes a la buena fe, al uso, costumbre o a la ley.

Haciendo una distinci0on entre hecho jurídico y acto jurídico, un hecho


jurídico no tiene por qué ser voluntario ni controlable por la persona,
mientras que en un acto jurídico, la voluntad de la persona es esencial. Por
lo tanto, todos los actos jurídicos son hechos jurídicos, pero no todos los
hechos jurídicos son actos jurídicos.

5. NEGOCIO JURÍDICO:
Es un acto jurídico lícito integrado por una o varias declaraciones de
voluntad privada que el derecho reconoce como base para la producción
de efectos jurídicos, buscados y queridos por su autor o autores, siempre
que concurran determinados requisitos o elementos. Es la manifestación
de la autonomía privada en sentido estricto (autonomía de la voluntad).

El negocio jurídico tiene doble valor:

a) Es título y fundamento de relaciones jurídicas.

b) Establece reglas de conducta. Por ello cabe distinguirlo de aquellas


declaraciones de voluntad que afectan la relación negocial, pero que
carecen de independencia y de fundamento de dicha relación negocial,
como son los actos de cumplimiento o actos debidos (pago de la
obligación, entrega de legados) y los actos autorizados por la ley o el
contrato modificativos de la relación negocia.

Una definición corriente, en cambio, caracteriza el negocio como una


manifestación de voluntad dirigida a producir efectos jurídicos.

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Con el negocio el individuo no viene a declarar que quiere algo, sino que
expresa directamente el objeto de su querer, y este es una regulación
vinculante de sus intereses en las relaciones con otros.

También, se considera como negocio jurídico: "La declaración o acuerdo de


voluntades, con que los particulares se proponen conseguir un resultado,
que el Derecho estima digno de su especial tutela, sea en base sólo a
dicha declaración o acuerdo, sea completado con otros hechos o actos". Se
destaca el resultado propuesto con la declaración de voluntad. Esta ha de
seguir siendo estimada como el fundamento del negocio jurídico.

La ineficacia negocial es amplia y engloba diversos supuestos que


dependiendo del origen pueden ser: estructurales (se presentan al
momento de la construcción del negocio jurídico) o funcionales (afectan el
normal funcionamiento del negocio jurídico sin atacar la estructura del
mismo). En los primeros (recapitulando) tenemos a la nulidad y anulabilidad
y en los segundos a la resolución, rescisión, revocación, reversión e
imponibilidad.

La anulabilidad: afectación subsanable del negocio, al dirigirse la anomalía


sobre el interés particular de uno de los sujetos intervinientes, tal como
sucede en los vicios de voluntad en donde se afecta la formación intrínseca
de la voluntad del sujeto al existir un supuesto de error, dolo, violencia o
intimidación. El sujeto puede confirmar el negocio jurídico anómalo
mediante una declaración de voluntad homóloga realizada por los agentes
que intervienen en la formación del negocio.

La nulidad: la afectación estructural recae sobre la esencia del negocio


jurídico, perjudicando el interés público y por tanto no es posible la
subsanación del negocio. Así tenemos a los negocios que se celebran
afectando el fin lícito, o que tienen por objeto uno imposible en el plano
físico o jurídico, entre otros descritos en el artículo 219 del Código Civil
peruano.

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VOLUNTARIOS

NATURALES

JURÍDICOS INVOLUNTARIOS

HECHO HUMANOS

NO JURÍDICOS

HECHOS JURÍDICOS HUMANOS LÍCITOS Actos

Jurídicos

VOLUNTARIOS

ILÍCITOS

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CAPÍTULO II: LA MANIFESTACIÓN Y DECLARACIÓN DE VOLUNTAD

Para que los actos humanos produzcan efectos jurídicos es necesaria la


manifestación de voluntad del agente mediante signos que se puedan
considerar expresivos.

La declaración de voluntad es uno de los elementos esenciales de todo


negocio jurídico; es, además, la piedra angular del sistema del negocio jurídico.
Pero no cabe identificar ambos conceptos como hiciera la tesis subjetivista
tradicional, así:

Puede existir un negocio jurídico formado por varias declaraciones de voluntad,


y puede estar integrado también por otros elementos reales o formales.

Existen declaraciones de voluntad que no llegan a constituir negocios jurídicos


(al igual que no todos los actos jurídicos -que presuponen una voluntad-,
constituyen negocios jurídicos). Así, son declaraciones de voluntad, pero no
negocios, la mayor parte de los actos de ejercicio de un derecho frente a otro
-v. gr., requerimiento de pago, ejercicio de una facultad de optar, etc.

Este concepto amplio aparece recogido en el Reglamento notarial al decir que


«contenido propio de las escrituras públicas son las declaraciones de voluntad,
los actos jurídicos que impliquen prestación de consentimiento y los contratos
de todas clases» (art. 144).

1. LA MANIFESTACION Y LA DECLARACIÓN DE VOLUNTAD

La Voluntad: Posibilidad consciente de producción de efectos.

La Manifestación de la voluntad es la exteriorización de un hecho psíquico


interno destinado a producir efectos jurídicos.

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Si los efectos son queridos por el sujeto estamos ante la declaración de


Voluntad.

ART. 141 C.C.-La Manifestación de voluntad puede ser expresa o tácita.


Es expresa cuando se realiza en forma oral o escrita, a través de cualquier
medio directo, manual, mecánico u electrónico u otro análogo. Es tácita,
cuando la voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o de
circunstancias de comportamiento que revelan su existencia.

No puede considerarse que exista manifestación tácita cuando la ley exige


declaración expresa o cuando el agente formula reserva o declaración en
contrario.

JURISPRUDENCIA: El Artículo 141º del Código Civil, que se refiere a la


manifestación de voluntad en los contratos de derecho privado entre
particulares, no es aplicable a los Municipios para presumir voluntad de
contratar, ya que la voluntad del municipio se forma en el cumplimiento de
actos administrativos que son de derecho público.

La Manifestación de Voluntad puede ser:

a) Expresa, ya mediante un lenguaje, verbal o escrito, ya mediante signos


inequívocos o conducta expresiva del declarante.

b) Tácita, que se infiere de hechos concluyentes (facta concludentia).


Nuestro Código Civil recoge la idea de las declaraciones tácitas de
voluntad: Aceptación de la herencia (art.999), condonación de la deuda
(art. 1 187), confirmación del contrato anulable (art 1311).

c) Presunta, que resulta, por precepto legal, de hechos no concluyentes


(V. gr.: se entiende aceptando el albaceazgo si el albacea no se excusa
dentro de los seis días -art. 898-; revocación presunta del testamento
cerrado -art. 742-; condonación de la deuda -arts. 1.118, 1.189 y 1.191-).

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2. LAS DECLARACIONES DE CIENCIA

Está dirigida a dejar constancia de una serie de hechos, situaciones o


características que han de acompañar a la declaración de voluntad en la
producción de efectos jurídicos queridos por el agente. (Espinoza)

Acto Jurídico no negocial (abandono del bien, 968. 4 C.C.) acto jurídico
negocial (el contrato).

Para nuestro C.C. no hay diferencia (1956 c.c.)

3. EL SILENCIO

Es un comportamiento omisivo que puede tener las consecuencias


jurídicas de una declaración de voluntad, si la ley o la autonomía privada
así lo establecen (Espinoza).

Art. 142 C.C.- El silencio importa manifestación de voluntad cuando la ley o


el convenio le atribuyen ese significado.

JURISPRUDENCIA:

Si bien el silencio no es manifestación de voluntad, si tiene eficacia jurídica


cuando la ley o el convenio le atribuyen ese significado y además como
indica el jurista Español Federico Castro y Bravo, el silencio puede
valorarse como verdadera declaración de voluntad, en los supuestos de
una disposición legal, del uso o de la buena fe.

4. LOS HECHOS CONCLUYENTES

Son actos autónomos autosuficientes, es decir, que por sí solos producen


determinados efectos jurídicos.

Equivalencia con declaración de voluntad tácita.

Ejms. Buffet, autoservicio, transporte público, parqueo de automóvil.

Aceptación tácita herencia (672 c.c.), revocación tácita de poder (151 c.c.)

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Confirmación actos anulables (230 c.c.), ratificación actos ineficaces (162


c.c.)

RESERVA. Por medio de esta se destruye la apariencia de que se efectuó


declaración de voluntad, que surge de acto concluyente.

5. LA DECLARACION RECEPTICIA

Es un tipo especial de declaración de voluntad unilateral que, para producir


efectos jurídicos, requiere del conocimiento del destinatario.

Desde otro punto de vista, las declaraciones de voluntad pueden ser


recepticias (emitidas para que lleguen a otro, no produciéndose el efecto
de la declaración, por tanto, sin notificación -v. gr., oferta de contrato,
aceptación contractual, etc.) y no recepticias (que no van dirigidas a nadie
en particular, y producen su efecto sin necesidad de notificación .

6. LA DECLARACION DE VOLUNTAD IMPERFECTA


Voluntad viciada por diferentes motivos:

a) Declaraciones iocandi causa o por broma, emitidas sin seriedad; son


nulas, pero si el destinatario no advierte la falta de seriedad, podrá exigir el
resarcimiento de los daños y perjuicios que haya experimentado.

b) Reserva mental, que existe cuando el declarante oculta (se reserva)


una voluntad contraria a lo declarado; no quiere, en realidad, los efectos
jurídicos que, sin embargo, indica como queridos. En estos casos hay que
admitir la declaración emitida, por lo que el acto es válido, a menos que la
otra parte conozca la reserva mental -con las dificultades de prueba que
lleva consigo-, en cuya hipótesis, ésta deja de ser tal y vale la voluntad real,
siendo, por consiguiente, nulo el acto. No obstante, la doctrina exceptúa de
esta solución el matrimonio por razones morales y sociales.

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c) La simulación, si bien se trata de una figura con perfiles propios que es


objeto de un tratamiento jurídico especial (DÍEZ-PICAZO, advierte que esta
hipótesis no pertenece, en rigor, a la rúbrica de los vicios de la declaración,
por existir entre las partes un acuerdo simulatorio) (V. actos concluyentes;
acto jurídico; autonomía de la voluntad privada; contrato; negocio jurídico;
negocios jurídicos anómalos; testamento).

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CAPITULO III: LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL ACTO JURÍDICO

1. ELEMENTOS
Son aquellos de tal manera imprescindibles que si no aparecen en el acto,
éste no puede llegar si quiera a conformarse. También son llamados
elementos de existencia.

Existen 3 elementos esenciales en todo acto jurídico:

a) Manifestación de voluntad que puede ser expresa o tacita es expresa


cuando se exterioriza por el lenguaje: moral, escrito o mímico. Es tacita
cuando se desprende de hechos u omisiones que de manera necesaria e
indubitable revelan un determinado propósito, aunque el autor del acto
jurídico no exteriorice su voluntad a través del lenguaje.

b) Un objeto física y judicialmente posible: en los actos jurídicos debemos


distinguir un objeto directo y uno indirecto el directo consiste en crear
transmitir modificar o extinguir derechos u obligaciones. Y un objeto
indirecto consistente en la cosa o en el hecho material del convenio

c) El reconocimiento que haga la norma jurídica a los efectos deseados por


el autor del acto si la norma jurídica no reconoce una cierta manifestación
de voluntad no hay acto jurídico para producir consecuencias de derecho
que estén amparadas en el ordenamiento. Si todas las manifestaciones de
voluntad fueran amparadas por el ordenamiento jurídico, el derecho estaría
al servicio del Caprichos de los particulares.

2. OBJETO DEL ACTO JURÍDICO

El objeto de los actos jurídicos es la cosa o hecho sobre el cual recae la


obligación contraída. En otras palabras, es la prestación adeudada. Este

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concepto resulta claro cuando se trata de obligaciones de hacer o no hacer;


aquí el objeto es exclusivamente una conducta humana. La existencia de
un objeto es una condición inexcusable de la validez de los actos, lo que
resulta lógico, pues, de lo contrario, el acto no tendría sentido. Pero no todo
objeto es válido. La ley fija cuidadosamente las condiciones que debe
reunir para no provocar la nulidad del acto.

Clasificación:

a) Actos positivos y negativos.- En los primeros, el nacimiento,


modificación, extinción, etc.; de un derecho, depende de la realización
del acto.
b) Actos unilaterales y bilaterales.- Los actos jurídicos son unilaterales
cuando basta para formarlos la voluntad de una sola persona, como el
testamento. Son bilaterales cuando requieren el consentimiento de dos
o más personas, como los contratos.
c) Actos entre vivos y de última voluntad.- Los actos jurídicos cuya
eficacia no depende del fallecimiento de aquellos de cuya voluntad
emanan, se llaman actos entre vivos, como son los contratos. Cuando
no deben producir efectos sino después del fallecimiento de aquellos de
cuya voluntad emanan, se denominan disposiciones de última voluntad,
como son los testamentos
d) Actos gratuitos y onerosos.- Actos a título gratuito o simplemente
gratuito son aquellos en que la obligación está a cargo de una sola de
las partes y responden a un propósito de liberalidad; tales los
testamentos, la donación, la renuncia sin cargo a un derecho. En
cambio, en los actos onerosos las obligaciones son recíprocas y cada
contratante las contrae en vista de que la otra parte se obliga a su vez;
así ocurre en la compraventa, la permuta, etc.
e) Actos formales y no formales.- Actos formales son aquellos cuya
eficacia depende de la observancia de las formas ordenadas por la ley;

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y no formales aquellos cuya validez no depende del cumplimiento de


solemnidad alguna.
f) Actos de derecho patrimonial y de derecho personal y familiar.-
Los primeros son los que tienen un contenido económico; los segundos,
en cambio, se refieren a derechos y obligaciones extra patrimoniales, es
decir, los que son inherentes a las personas.
g) Actos de administración y de disposición o enajenación.- En el acto
de administración sólo se transfiere la tenencia, el uso; por ejemplo, el
arrendamiento, comodato, este acto no saca de la esfera de actuación
del sujeto al bien en cuestión, objeto del acto por el contrario. En los de
disposición se transmite el dominio, la propiedad de la cosa por
ejemplo: la enajenación y el gravamen.

h) Actos abstractos de causa y causados.- El acto abstracto no obstante


de constituir una declaración de voluntad que revela el ánimo de generar
efectos jurídicos que, interesen al agente, no llevan la causa incorporada
en sí, ejemplo: el giro de una letra que conteniendo una obligación de
pago, es independiente de su causa. El acto causado tiene causa
evidente y notoria. Ejemplo: el arrendamiento.

3. LA SOBREDIMENCIONADA CAUSA DEL NEGOCIO JURÍDICO


Manifestación libre y consciente de la voluntad dirigida a lograr fines
determinados reconocidos y protegidos por el ordenamiento jurídico.

Clases:

a) En función del número de declaraciones de voluntad.


1. Unilaterales. Son los que surgen por la manifestación de voluntad de
un solo sujeto.
2. Bilaterales. Son los que requieren la manifestación de voluntad de dos
o más sujetos.

b) Por razón de la causa del negocio.

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1. Causales. Son aquellos para cuya existencia la ley exige junto con
otros requisitos una causa. Si esta causa no existe, no hay negocio.
2. Abstractos. Son aquellos en los que solo se requiere la realización de
la forma prescrita para su existencia.

c) Por razón de la causa de enriquecimiento.


1. Onerosos. Son aquellos en los que se adquiere un derecho o una
ventaja económica mediante una contraprestación.
2. Gratuitos. Son aquellos en los que se adquiere una ventaja económica
sin una contraprestación.

d) Por el momento de producir sus efectos.

1. Inter vivos. Son aquellos que producen sus efectos en vida de su


autor
2. Mortis causa. Son que van a producir sus efectos después de la
muerte de su autor y sirven para regular el destino de su patrimonio.

e) Por razón de la forma.


1. Formales o solemnes. Son aquellos en los que la ley prescribe una
forma precisa y taxativa. Tiene forma ad solemnitatem.
2. No formales o no solemnes. Son aquellos en los que la partes puede
expresar su voluntad en cualquier forma sierre que queden clara y
manifiesta. La forma tiene un valor ad probationem.

Elementos

Esenciales comunes

No pueden existir sin ellos un negocio jurídico y son dos:

a) La voluntad: Es el elemento subjetivo y consiste en el deseo


consciente de concluir el negocio y alcanzar sus efectos. Se

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manifiesta o bien por el propio sujeto o por otra persona. Las


maneras de exteriorizarse la voluntad son múltiples:

b) La causa: Es el elemento objetivo y es la función económico-social


característica del tipo del negocio jurídico. En los negocios del antiguo
ius civile, la forma sustituía a la causa. Sus clases son:

- Contraria a la ley de forma directa.

- En fraude a la ley de forma indirecta.

La causa es importante para calificar el negocio de lícito o ilícito. El


negocio que se realiza en fraude de ley puede ser lícito pero de forma
indirecta a la violación. También existen las causas a las buenas
costumbres.

Accidentales
Son aquellos que las partes voluntariamente pueden añadir y pasan a
ser parte del negocio:

a) Condición. Es un hecho futuro y objetivamente incierto de que las


partes hacen depender los efectos del negocio jurídico. Hasta que
no se verifique esa condición, los efectos del negocio quedan
suspendidos.

Clases:
1. Positivos. Los sujetos hacen depender los efectos del negocio
de un hecho positivo.
Negativos. Lo mismo pero de un hecho negativo.

2. Causales. Se dan cuando la realización de la condición no


depende de la voluntad del sujeto sino del azar.
Potestativas. Cuando dependen de la voluntad de una de las
partes.

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Mixtas. La realización depende en parte de la voluntad de una de


las partes y en parte del azar.
3. Suspensivas. Son aquellas en las que la producción de los
efectos del negocio se hace depender del cumplimiento de la
condición.

4. Resolutorias. Son aquellas en los que el cumplimiento de la


condición se hace depender el cese de los efectos del negocio.

5. Modo. Es una cláusula del negocio jurídico por la que se impone


al destinatario de un acto de liberalidad de una conducta
determinada.

Ineficacia del negocio jurídico

Hay nulidad cuando el vicio es tan esencial que para el ordenamiento


jurídico es como si el negocio no existiera, de forma que no produce ningún
efecto típico. Hay anulabilidad cuando el negocio jurídico produce sus
efectos, pero está amenazado de impugnación por parte del interesado.
Causas de invalidez:

El negocio jurídico atenta contra la moral o contra una lex perfecta.


El negocio jurídico carece de uno de los elementos esenciales para su
validez: falta de capacidad de obrar, vicio insubsanable de forma, objeto
imposible, inexistencia total de voluntad negocial.

4. LA FORMALIDAD

Los actos jurídicos, en general, pueden ser formales o no formales. Son


formales aquellos actos jurídicos para cuya existencia o validez es
necesaria la manifestación de ciertos caracteres externos, en vista a
producir plenos efectos jurídicos. Ejemplo de esto son los contratos
solemnes, que requieren de una solemnidad propiamente tal, o los
contratos reales, que requieren de la entrega de una cosa.

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Las formalidades, tal como las reconoce la doctrina, pueden ser:

 Formalidades objetivas o ad-solemnitatem: Se refiere a aquellas


formalidades que constituyen requisito de existencia o validez del acto en
cuestión, y ante cuya omisión el acto es nulo, inexistente, o no produce
efecto jurídico alguno. Por ejemplo, en la mayoría de los países, la
compraventa de bienes raíces debe celebrarse en escritura pública, sin la
cual se entiende que la venta es nula. Dichas solemnidades se establecen
en consideración a la naturaleza del acto, dada la importancia que el
determinado negocio jurídico tiene para el ordenamiento jurídico nacional.

 Formalidades habilitantes: Son aquellas formalidades establecidas en


consideración de las personas incapaces o ausentes, en vistas de proteger
su patrimonio con ciertas cortapisas legales que impiden a sus
representantes disponer libremente de su patrimonio. Tal es el caso, por
ejemplo, de las restricciones de los guardadores de la venta de bienes
raíces de sus pupilos, la que, en la mayoría de los países, debe hacerse en
pública subasta previa autorización de juez competente. Su omisión implica
la nulidad del acto en cuestión.

 Formalidades de prueba o ad probationem: Aquellos requisitos externos


al acto jurídico que se exigen en consideración a la acreditación formal de
un acto ante la sociedad o las autoridades. Por regla general, se traduce en
la escrituración del determinado acto, como es en el caso de los contratos
de trabajo, donde es de interés del legislador que dichos actos se
mantengan escriturados o registrados, en protección de los trabajadores.
Su omisión jamás acarrea la nulidad, sino que formas distintas de ineficacia
de los actos jurídicos, tales como la inadmisibilidad de la prueba
testimonial.

 Formalidades de publicidad: Aquellas formalidades destinadas a dar


publicidad al determinado acto jurídico, y que por regla general se traducen

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ACTO JURÍDICO

en la inscripción del negocio en un registro público, de modo que todas las


personas tengan acceso al conocimiento de su contenido y efectos. Su
violación acarrea, como norma general, la imposibilidad del acto frente a
tercero.

CAPITULO IV: LA REPRESENTACIÓN

La voluntad, requisito de existencia de todo acto jurídico, puede manifestarse


personalmente o a través de otra persona, que se denomina representante.
Existe representación, entonces, cuando un acto jurídico es celebrado por una
persona en nombre y por cuenta de otro, en condiciones tales que los efectos se
producen directa e inmediatamente para el representado, como si éste hubiera
celebrado el acto jurídico. La podemos definir, entonces, como una modalidad
del acto o contrato, en virtud de la cual, lo que una persona ejecuta o
celebra a nombre de otra, estando facultada por ésta o por la ley para
representarla, se radica en el patrimonio de la segunda.
La consagración positiva de la representación la visualizamos en dos artículos
fundamentales del Código Civil: los artículos 43 y 1448.
Especial importancia tiene esta institución, dado que en su virtud los incapaces
absolutos (siempre) y los incapaces relativos (usualmente) pueden actuar en el
mundo jurídico. Asimismo, permite a los plenamente capaces actuar en diversas
partes a la vez, jurídicamente hablando: estamos ante una verdadera ubicuidad
jurídica.

Origen Histórico de la Representación:


La representación, tal como hoy la entendemos, se perfeccionó por el derecho
francés. En el Derecho Romano, se la desconoció por largo tiempo: no se admitía
que un acto jurídico pudiera crear derechos y obligaciones para otras personas
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ACTO JURÍDICO

que aquellas que habían contribuido personalmente a formarlo. Se partía del


principio que aquellos que no habían sido partes en un acto no podían, por efecto
de éste, llegar a ser propietarios, acreedores o deudores. El escaso poder de
abstracción de los romanos de los primeros siglos, les impedía concebir o aceptar
la representación. Ello no se oponía, sin embargo, a que una persona ejecutara
un acto por mediación de otra, como ocurría con la gestión de los bienes de
menores sujetos a tutela y con el mandato. Pero los juristas romanos daban a
estos actos una solución jurídica más engorrosa: para ellos, los efectos del acto
ejecutado por un representante se producían siempre para quien lo había
realizado; pero éste último debía traspasar los derechos que había adquirido, al
verdadero interesado, y éste a su vez debía descargar al representante de las
obligaciones que había contraído. Había en consecuencia una doble operación
jurídica, con todos los riesgos que ello implicaba; entre otros, exponiendo al
representante y al representado a sufrir los efectos de su recíproca insolvencia.
Paulatinamente, fue perfeccionándose la institución, simplificándose la formación
de la relación jurídica entre el representado y el tercero, o sea, con aquél que
había contratado con el representante: se admitió que el acto ejecutado por un
intermediario produjera efectos para éste y que, además, engendrará acciones
útiles entre el interesado o representado y aquél que había tratado con el
representante.
Pero sería en el antiguo Derecho Francés, donde se admitiría que la relación
jurídica se forma directamente entre el representado y el tercero que contrató con
el representante, suprimiéndose al intermediario, en lo relativo a los efectos
jurídicos del contrato.

1. EL PODER

El termino o expresión poder, tiene diversas acepciones y es necesario


dilucidarlas, para no incurrir en la confusión de esta figura jurídica con otras,
con las que tiene cierta analogía y que a menudo los códigos civiles y en la
doctrina confunden.

22
ACTO JURÍDICO

En primer lugar, se entiende por poder, el medio, instrumento o camino por


virtud del cual la manifestación unilateral de voluntad de una persona, confiere
u otorga facultades a otra para que la represente , actuando siempre a nombre
del representado.

Se indica que el poder es el camino, es el medio o el instrumento para otorgar


una representación voluntaria, para no confundir en primer lugar, la persona
que otorga las facultades, con la persona a quien se inviste de tales facultades
para actuar y que presupone o da idea de una relación de medios, ya que el
representante siempre actuara a nombre del representado y por otra parte para
no confundir el poder como figura especializada, con la representación, aunque
esta distinción sea sutil, distingue claramente los dos conceptos.

Para Bernardo Pérez Fernández del castillo, poder: “es el otorgamiento que da
una persona llamada poderdante a otra denominada apoderado para que actúe
en su nombre, es decir, en su representación”. A la palabra poder se le han
dado diferentes significados, en una primera acepción, se le considera como el
documento por medio del cual se acredita la representación que ostenta una
persona en relación con otra, o sea, se refiere al documento desde el punto de
vista formal, no a su contenido y así se habla de carta poder o del poder
notarial.

Una segunda acepción se refiere al acto por el cual una persona queda
facultada por otra para actuar en su nombre y representación, o sea, al
acontecimiento espacio-temporal de facultamiento.

Finalmente la palabra poder, se refiere a la institución por medio de la cual una


persona puede representar a otra en virtud de un acto derivado de la
autonomía de la voluntad o de la ley.

Para la existencia del poder, es necesario e indispensable que se confieran u


otorguen facultades, ya que si no hay dicho otorgamiento podrá existir alguna
otra figura jurídica o algún acto jurídico, pero no serán un poder.

23
ACTO JURÍDICO

De aquí se desprende que una persona por el simple hecho de otorgar un


poder no se está obligado a nada en relación a su apoderado; y por el simple
hecho de otorgar el poder, no se está obligado para con los terceros porque
todo depende de la actuación del apoderado.

2. NATURALEZA JURÍDICA DE LA REPRESENTACIÓN


En doctrina se han planteado diversas teorías para explicar la naturaleza
jurídica de la representación, o en otras palabras, que es jurídicamente
hablando la representación:

a) Teoría de la ficción: (Pothier) Según esta doctrina hay una ficción legal
que hace aparecer actuando al representado, en vez del representante
quien es el que, en realidad, ha celebrado el acto jurídico.

b) Teoría del mensajero: (Savigny) El que celebra el contrato es el


representado, quien utiliza un nuntius (mensajero) para que le transmita su
voluntad al otro contratante. Este mensajero sólo actúa como vehículo de
la voluntad del representado.

c) Teoría de la cooperación de voluntades: (Mitteis) Lo que en realidad


existe, es una cooperación de las voluntades del representante y del
representado, de modo que entre ambos forman la voluntad que dará
origen al acto jurídico que se celebrará con la otra parte.

d) Teoría de la modalidad: (Pilon-Levy Ullman) Esta teoría sostiene que el


acto lo celebra el representante, pero los efectos se radican en el
representado. Es una modalidad y como tal, modifica los efectos de los
actos jurídicos.

3. LA REPRESENTACIÓN Y LA RELACIÓN DE GESTIÓN

24
ACTO JURÍDICO

Al existir en el mundo de los hechos, la realidad innegable de la cooperación


entre las personas, surgió a la vida jurídica la institución de la representación,
en virtud de la cual una persona, llamada representante, realiza actos jurídicos
en nombre de otra, llamada representado, en forma directa en la esfera jurídica
de este último, como si hubiera sido realizado por él. Así, los derechos y
obligaciones emanadas del acto jurídico de que se trate, se imputan
directamente al representado.

La representación supone, que una persona que no es a quien corresponden


los intereses jurídicos en juego, ponga su propia actividad, su “querer”, al
servicio de tales intereses ajenos, realizando un acto jurídico a nombre de la
persona a quien pertenecen.

Multitud de teorías han sido esbozadas para explicar el fenómeno de la


representación. Los autores generalmente no la definen, sino que prefieren
limitarse a describir sus efectos, diciendo que merced a ella las declaraciones
de voluntad del representante producen sus efectos directamente para el
representado.

Puede explicarse satisfactoriamente la institución, lo hace Alfredo Rocco,


partiendo de la consideración de que el derecho atribuye efectos jurídicos a la
voluntad humana en la medida en que ésta es exteriorizada y se propone fines
lícitos, fines que constituyen intereses jurídicamente tutelados. Así, cuando el
fin perseguido por una voluntad reúne los requisitos de licitud y exteriorización,
nada se opone a que el derecho lo reconozca y tutele, atribuyéndole los efectos
jurídicos buscados por el agente de la voluntad. Para que esto suceda se
necesita que el declarante (representante) esté autorizado para obrar por otro
(representado) y que esta autorización este exteriorizada.

4. DIFERENCIAS DE LA REPRESENTACIÓN CON OTRAS CATEGORÍAS


AFINES

25
ACTO JURÍDICO

Como bien sabemos la representación es la facultad que una persona otorga a


otra para que esta la represente en diversos ámbitos, como pueden ser
judiciales, legislativos o políticos, pero también existen otras categorías como
las que se mencionaran a continuación:

a) Representación apropiada: Es donde el representante tiene apropiado el


derecho de representación; se da en la dominación patriarcal y carismática y
tiene un ámbito tradicional (jefes de clanes, caciques de tribu, jerarcas de
sectas, etc.).

b) Representación vinculada: El representante es elegido por sorteo, turno o


cualquier otro medio. Su poder representativo está limitado tanto por las
relaciones internas como las externas por mandato imperativo y derecho de
revocación y ligado al asentimiento de los representados. Estos
representantes son en verdad funcionarios de aquellos a quienes
representan (los procuradores).

c) Representación Libre: El representante es generalmente "elegido "


eventualmente "designado”. No está ligado por instrucción alguna siendo
señor de su propia conducta. Solo necesita atenderse con carácter de deber
moral a lo que son sus propias convicciones objetivas, pero no a tener en
cuenta los intereses particulares de sus delegantes. Cuando el sentido de la
elección es éste, el representante se convierte en el señor investido por sus
electores y no en el servidor de los mismos. Este es el carácter de las
modernas representaciones parlamentarias o políticas particularmente
apropiadas a las tareas objetivas impersonales en conexión con normas
abstractas (políticas, éticas), que es lo que caracteriza a la dominación legal.

d) Representación de intereses: Esta representación se hace en


consideración a la pertenecía profesional o de clase, siendo designados por
sus iguales. Es la representación profesional. En sus versiones modernas,
prescindiendo del ámbito sindical, es el producto de los grandes partidos de
masa o clases.
26
ACTO JURÍDICO

5. REPRESENTACIÓN DIRECTA Y REPRESENTACIÓN INDIRECTA

a) Directa: Es directa cuando una persona actúa en nombre y por cuenta de


otra, produciendo una relación directa e inmediata entre representado y
terceros, como en los casos de apoderados, tutores, padres en ejercicio de
la patria potestad etc.

b) Indirecta: Es indirecta cuando actúa una persona en nombre propio y por


cuenta de otra, adquiriendo para si los derechos y obligaciones del
representado frente al tercero, por ejemplo, el mandato, la prestación de
servicios, la asociación en participación, casos en los que se establece entre
dos personas una relación jurídica interna, desconocida y en ocasiones
fingida para el tercero, pero al final de cuentas los efectos jurídicos van a
repercutir en el patrimonio de quien encomendó el negocio. De ahí que se
considere indirecta la representación.

6. TIPOS DE REPRESENTACIÓN.

a) Representación legal

Es legal cuando una persona por ser incapaz o encontrarse ausente, es


representada por otra de entre las señaladas por las disposiciones legales,
como son los menores de edad, los sujetos a interdicción, los ausentes, los
discapacitados, etc. (La patria potestad, la tutela y la curatela).

b) Representación voluntaria

Es voluntaria cuando una persona, en virtud de la autonomía de la voluntad,


autoriza a otra para actuar en su nombre y representación como en el poder
o en la comisión mercantil. Resulta del mandato, civil o comercial, es decir
de un contrato por el cual alguien recibe de otros poderes para practicar
actos o administrar intereses en su nombre.

27
ACTO JURÍDICO

7. CAPACIDAD DEL REPRESENTANTE Y REPRESENTADO

7.1 Respecto a la capacidad de las partes, ha de distinguirse entre


capacidad del representado y del representante:

 El representado debe tener la misma capacidad de obrar, necesaria


para realizar el acto que ha encomendado al representante.

 En el representante sólo se exige la capacidad de obrar general. La


capacidad de obrar relevante será la del representado, que asumirá
los efectos de la actuación del representante.

7.2 Respecto a la forma del apoderamiento:

 No se exige ninguno especial. Puede plasmarse por escrito, en


documento público o privado o incluso hacerse verbalmente. La ley
exige la escritura pública para algunos apoderamientos que tienen
por objeto determinados negocios: el matrimonio, los poderes para
los pleitos, etc. La falta de observancia de esta formalidad no hace
inválido el apoderamiento, ni tampoco el acto celebrado en su virtud;
únicamente tiene como consecuencia el que las partes interesadas
podrán obligar a las restantes a suscribir aquel documento.

 En algunas ocasiones, la ley impone el deber de publicidad de


ciertos poderes, como los otorgados por los empresarios y las
sociedades mercantiles, que deberán ser inscritos en el Registro
Mercantil.

 Es posible también un apoderamiento tácito: aquel que se deriva de


la conducta de representado y representante, lo suficientemente
expresiva para entender que existe el apoderamiento. Se trata de

28
ACTO JURÍDICO

una conducta de las partes que hace pensar razonablemente a los


demás en la existencia de un apoderamiento.

8. PLURALIDAD DE REPRESENTANTES

La pluralidad de representantes consiste en otorgarle poder a dos o más


personas para que realicen un mismo acto o actos diferentes, de forma
conjunta o indistinta o simultánea.

Como antecedente tenemos el art. 1642 del Código Civil de 1936 que
regulaba la pluralidad de mandatarios, señalando que “cuando son varios
los mandatarios nombrados en el mismo instrumento, se entenderá que
son sucesivos si no se establece expresamente que son conjuntos, o que
son solidarios, ni que están específicamente designados para practicar
actos diferentes”. Se colige que cuando eran varios los mandatarios estos
debían actuar en el orden que estaba establecido en el mandato por el
mandante.

Actualmente la pluralidad de representantes se encuentra regulada en el


art. 147 del Código Civil, el cual se establece que: “cuando son varios los
representantes se presume que lo son indistintamente salvo que
expresamente se establezca que actuaran conjunta o sucesivamente o que
estén específicamente designados para practicar actos diferentes”.
En este artículo se puede observar una presunción iuris tantum de que los
representantes lo son indistintamente. También es necesario a partir de
este supuesto normativo diferenciar la relación interna de la relación
externa.

a) Relación interna: Es la relación que se da entre el representado y sus


representantes. Es importante esta distinción para poder imputar más
adelante responsabilidad dentro de una posible representación en su
momento patológico, ya que puede darse el caso de que uno de los

29
ACTO JURÍDICO

representantes actúe de forma individual existiendo la obligación de actuar


de consuno.

b) Relación externa: Es la relación que se da entre el representante y el


tercero. En este caso no se admite prueba en contrario ya que generaría
demasiada inseguridad.

9. LA RELACIÓN JURÍDICA REPRESENTATIVA

Es el vínculo que une a dos o más personas, respecto de determinados


bienes o intereses, estable y orgánicamente regulada por el Derecho, como
cauce para la realización de una función social merecedora de tutela
jurídica. []Es el elemento más importante desde el punto de vista del
derecho subjetivo, así como la norma jurídica lo es desde el punto de vista
objetivo. Por consiguiente se entiende que la relación humana o de vida es
aquella que al ser reconocida e integrada en el supuesto de hecho de una
o varias normas, produce consecuencias jurídicas.

Mouchet y Zorraquín Becú consideran que la relación que se establece


entre personas (sujeto jurídico), al cual una norma asigna determinadas
consecuencias. Por consiguiente, las relaciones sociales que se presenten,
producen consecuencias jurídicas en la cual pueden identificarse los
sujetos que intervienen en la relación.

Las distintas relaciones sociales de las que pueden ser partícipes los
individuos están contempladas jurídicamente, es decir, que existe una
regulación para las mismas. De dichas relaciones se derivan unos
derechos y deberes que vinculan a las partes concernientes y cuya
materialización se manifiesta en posiciones de poder y de deber,
respectivamente.

En cuanto al contenido de las relaciones jurídicas representativas, se han


establecido cuatro tipos:

30
ACTO JURÍDICO

a) Relaciones obligatorias: El deber de cumplir los derechos del otro


sujeto (devolución del préstamo al banco).

b) Relaciones jurídico-reales: El derecho de obrar como considere


oportuno el propietario de los bienes que posee, y que tal derecho forma
parte de los derechos reales (derecho de propiedad…).

c) Relaciones familiares: Dirigidas a garantizar el marco de estas


institución (derecho de alimentos entre parientes).

d) Relaciones hereditarias o sucesorias: Derechos y deberes de los


sucesores de una persona fallecida.

Hay relaciones que son autónomas y por tanto constituyen una sola
relación jurídica, se dice que son relaciones independientes (matrimonio).
Sin embargo se diferencian otras cuyo origen procede de una relación
anterior ya existente y a la cual se subordina; son las relaciones
independientes (subarrendamiento).

10. EFECTOS DE LA REPRESENTACIÓN

a) Efecto normal
Los efectos de la representación legal o voluntaria son los mismos: los
derechos y obligaciones del acto se radican en el patrimonio del
representado como si hubiera contratado él mismo: art. 1448. Este es el
efecto normal.

b) La ratificación
A su vez, todo acto o contrato ejecutado o celebrado por quien carece de
mandato o poder o por quien excede los límites del poder o mandato, tiene
en principio como sanción la imposibilidad de los efectos de ese acto
jurídico a la persona a quien se pretendió obligar.

31
ACTO JURÍDICO

c) Vicios que afectan la voluntad del representante


La doctrina también examina qué sucede si el consentimiento o voluntad
del representante adolece de algún vicio o qué acontece si éste actuó con
fuerza o dolo.
Si se acepta la teoría de la representación-modalidad, y dado que según
ella es la voluntad del representante la que genera el acto jurídico, no cabe
duda que si dicha voluntad adolece de algún vicio del consentimiento, el
acto está viciado de nulidad relativa y el representado podría solicitar que
se declare la rescisión, excepto cuando el error del representante no altera
los efectos queridos por el representado, pues en tal caso no hay perjuicio
patrimonial que proteger. Si se trata de fuerza o dolo, el acto es siempre
anulable, cualesquiera sean sus efectos, pues la sanción de estos vicios es
de orden público.
Si el representante procedió con dolo, quien contrató con él podrá pedir la
rescisión, pero por la indemnización de perjuicios responderá el
representante y no el representado, pues la representación no cabe en la
comisión de hechos ilícitos civiles. Lo anterior, a menos que el
representado hubiere sabido que el representante actuaría dolosamente, y
ello pueda probarse.

11. LA RESPONSABILIDAD DERIVADA DE LA REPRESENTACIÓN

Aceptando que en todo fenómeno representativo existe siempre por un


lado, un representante que actúa personalmente y, por otro lado, un
representado en cuya esfera jurídica se producen los efectos legales del
acto de que se trate, puede afirmarse lo siguiente:

 El representante, en todo caso, debe tener capacidad de ejercicio,


aptitud de “querer”, aun cuando no tenga la capacidad de goce
necesaria para adquirir los derechos de que se trate.

32
ACTO JURÍDICO

 Los vicios de la voluntad del representante afectan al acto jurídico,


produciendo su nulidad relativa. Si la voluntad que interviene en el
acto es la del representante, resulta lógico lo anterior.

 El representado debe tener la capacidad de goce necesaria para


adquirir los derechos que dimanen del acto otorgado por su
representante.

12. LA RATIFICACIÓN

La ratificación es la manifestación de voluntad por la cual una persona


presta su consentimiento a ser alcanzado por los efectos de un acto
jurídico que, en su origen, no tiene poder jurídico suficiente para vincularle.

Para que la ratificación tenga algún sentido jurídico, es preciso que el acto
originario no perjudique a quien ratifica, porque en caso contrario, la
ratificación, aunque en principio sería válida, no produciría ninguna
alteración en el estatus jurídico de la persona.

Cabe sin embargo la ratificación, cuyas características principales son las


siguientes:
1.º.Puede ser expresa o tácita.
2.º.Si el acto que se ratifica es solemne, la ratificación también lo debe ser.
3.º.La ratificación es un acto jurídico unilateral, es decir, para que se
genere, basta la exclusiva voluntad del ratificante, sus herederos,
cesionarios o representantes legales o convencionales.
4.º.En todo caso, el que ratifica debe tener capacidad suficiente para
ejecutar el acto al que la ratificación se refiere.
5.º.La ratificación puede hacerse en cualquier momento, aún después de la
muerte de la otra parte, del representante o del representado, si bien
siempre debe emanar del último o de sus causa-habientes.

33
ACTO JURÍDICO

6.º.Una vez producida la ratificación, es irrevocable; no podría dejarse sin


efecto por la sola voluntad del interesado, aunque la otra parte no la
haya aceptado o conocido.
7.º.Tan pronto como se produce, la ratificación obliga al representado
respecto del tercero contratante, del mismo modo que si hubiera
existido un mandato previo, con efecto retroactivo desde la fecha del
contrato celebrado por el representante.

13. LA REVOCACIÓN

Es un modo de extinguir una relación jurídica. Tiene lugar cuando una de


las partes retrae su voluntad y deja sin efecto el contenido de un acto o
alguna transmisión de derecho. Se retrotrae esa voluntad que alguna vez
fue positiva. Siempre es voluntaria y no legal. Es un modo de extinguir las
obligaciones. El momento oportuno para revocar es antes que se han
cumplido las obligaciones; una vez cumplidas, ya se extinguieron y no se
podría ocupar esta figura. Sin embargo, en la práctica si se ocupa aún
cumplidas las obligaciones.

No se puede hacer que en contratos bilaterales ambas partes pacten de


antemano que sólo una de ellas tendrá derecho a revocar. Puede ser
autorizada por la ley o por la voluntad de las partes. Ejemplos son el
testamento, el mandato.

14. OTROS SUPUESTOS DE EXTINCIÓN DE LA REPRESENTACIÓN

La representación pude terminar en los siguientes casos:

 Por la Revocación.

 Por la Renuncia del Representante.

34
ACTO JURÍDICO

 Por la Muerte, Quiebra o Insolvencia del Representado o del


Representante.

15. LA REPRESENTACIÓN APARENTE

Quién dé motivo a que se crea, conforme a las costumbres comerciales o


por su culpa, que una persona está facultada para celebrar un negocio
jurídico, quedará obligado en los términos pactados ante terceros de buena
fe exenta de culpa.

16. VICIOS DE LA VOLUNTAD Y ESTADOS SUBJETIVOS RELEVANTE

a) Ignorancia o error: Existe ignorancia cuando la persona desconoce el


significado de alguna cosa, y error cuando tiene una falsa idea al respecto.
Al hablar de error como vicio de la voluntad se comprenden los dos
conceptos.

El error puede ser de hecho o de derecho. El primero está referido a


circunstancias fácticas (el ejemplo clásico es el de aquel que, deseando
adquirir un determinado bien, termina comprando otro por su situación de
confusión respecto de la individualidad de uno y otro). El error de derecho,
en cambio, se da por ignorar el otorgante del acto cuál es el régimen
jurídico que resulta aplicable al mismo (las partes constituyen una sociedad
con el objeto de funcionar como banco, ignorando que la ley de entidades
financieras y su reglamentación tiene establecido un sistema cerrado al
respecto). El error de derecho no impedirá los efectos legales de los actos
lícitos, ni excusará la responsabilidad por los ilícitos.

b) El dolo: Es toda aserción de lo que es falso o disimulación de lo


verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee por una
de las partes para conseguir la ejecución del acto jurídico.

35
ACTO JURÍDICO

Especies de dolo:

Dolo determinante y dolo incidental" el primero está constituido por las


maquinaciones que, en definitiva, llevan a la persona a celebrar el acto. El
incidental es aquel que no resulta determinante del acto; por tanto, no lo
invalida. Sin embargo, el que lo hubiere cometido debe indemnizar a la otra
parte el daño que de aquél se hubiere derivado.

c) Violencia:

Existe cuando se emplee contra el sujeto una fuerza irresistible o se inspire


a su respecto un temor fundado de sufrir un mal inminente y grave en su
persona, libertad, honra o bienes, o de su cónyuge, descendientes o
ascendientes, legítimos o ilegítimos para conseguir la ejecución del acto
jurídico En el concepto dado quedan comprendidas tanto la violencia física
como la violencia moral o intimidación Requisitos que debe reunir la
violencia moral como vicio del consentimiento: Debe tratarse de una
amenaza injusta (no lo sería si alguien que ha cumplido la prestación a su
cargo, intima al otro a cumplir bajo apercibimiento de iniciarle acciones
legales y ejecutarle los bienes).

La amenaza debe generar un temor fundado en la persona. A este


respecto dice el art. 938 que la intimidación no afectará la validez de los
actos, sino cuando por la condición de la persona, su carácter, habitudes o
sexo, pueda juzgarse que ha debido racionalmente hacerle una fuerte
impresión.

La amenaza debe referirse a la acusación de un mal inminente y grave.

17. NEGOCIO CONSIGO MISMO


El negocio o contrato consigo mismo puede emerger de un mandato simple
(una persona confiere a otro sujeto poder para actuar a nombre de él) o de
un mandato doble (dos personas confieren poder al mismo sujeto).
El contrato consigo mismo es celebrado por el representante exteriorizando
su voluntad y exteriorizando la voluntad de su representado.

36
ACTO JURÍDICO

Es anulable cuando afecta el interés del representado, pero válida cuando:


 El representado autoriza el contrato del representante consigo
mismo.
 El representante evita conflictos de interés.

18. SUSTITUCIÓN Y DELEGACIÓN DEL PODER

1. Sustitución:

1.1. Mediante la sustitución el representante se aparta total o parcialmente


de la representación respecto de las facultades para las que designa un
sustituto. Debe cumplir la misma formalidad que la empleada para el acto
de apoderamiento.

1.2. La facultad de sustituir debe otorgarse de manera explícita e


indubitable.

1.3. La sustitución es eficaz desde que es comunicada fehacientemente al


representado.

1.4. El representante queda exento de toda responsabilidad cuando hace la


sustitución en la persona que le designó el representado, pero responde de
la información que proporcione u omita proporcionar al sustituto.

1.5. Si el representado concedió la facultad de designar sustituto sin indicar


nombre, el representante es responsable por los daños que cause al
representado cuando incurre en dolo o culpa inexcusable en la elección. La
acción de responsabilidad por la elección caduca a los tres meses de la
fecha que el sustituyente hubiera comunicado la sustitución al
representado.

1.6. El representado puede accionar directamente contra el sustituto por los


actos que éste realice.

37
ACTO JURÍDICO

2. Delegación:

2.1. Salvo disposición distinta del representado, el representante puede


delegar todas o parte de sus facultades, y es directamente responsable
ante al representado por la elección del delegado y por los actos que éste
celebre o ejecute.

2.2. La delegación no supone la extinción de las facultades del


representante.

19. LA RENUNCIA

Es el acto jurídico unilateral por el cual el titular de un derecho abdica al


mismo, sin beneficiario determinado.

a) Elementos

 Es un acto jurídico unilateral. Esto implica que necesita sólo la voluntad


de su autor para ser eficaz, y no la voluntad concurrente de dos o más
partes (a diferencia, por ejemplo, de la donación, que por ser un
contrato, si bien implica una renuncia para el donante, requiere
aceptación por parte del donatario).
 Tiene por finalidad desasirse o sacar del patrimonio propio, el derecho
sobre el cual recae dicha renuncia.
 Carece de beneficiario determinado.

b) Requisitos

Para que la renuncia sea eficaz requiere:[]

 El derecho debe mirar sólo al interés individual del renunciante.


 En el derecho no está comprometido el interés público, social o de otra
persona.
 La renuncia del derecho no debe estar prohibida por la ley.

38
ACTO JURÍDICO

c) Características

 Es un acto jurídico, destinado a producir consecuencias de derecho.


 Es unilateral, perfeccionándose por la manifestación de voluntad del
titular del derecho, sin necesidad de que otra persona acepte la
renuncia para que ésta sea efectiva.
 Es abstracta, es decir, es irrelevante la causa que lleva a la renuncia del
derecho.
 Es irrevocable, ya que una vez firme la renuncia, el derecho renunciado
desaparece del patrimonio del renunciante, y por ende, éste no puede
reincorporarlo por su mera voluntad otra vez.
 Es generalmente consensual, aunque para ciertas renuncias, la ley
establece solemnidades especiales.
 Es abdicativa, ya que no es el renunciante, sino la ley, la que dispone a
qué patrimonio irá a dar el derecho renunciado.
 Es liberatoria, ya que al desaparecer el derecho del patrimonio del
renunciante, se marchan con él todas las cargas, gravámenes y
obligaciones inherentes a ese derecho; esto es una aplicación del
principio según el cual "lo accesorio sigue la suerte de lo principal".

CAPITULO V: INTERPRETACIÓN DEL NEGOCIO JURÍDICO

1. INTERPRETACIÓN DEL NEGOCIO JURIDICO

39
ACTO JURÍDICO

La interpretación del negocio jurídico constituye una actividad absolutamente


necesaria a fin de que el negocio jurídico pueda desplegar todos aquellos
efectos que está llamado a realizar y a fin de que puedan establecerse con la
necesaria claridad los derechos y obligaciones que los interesados ostentan
por virtud del negocio y puedan resolverse las dudas o diferencias que al
respecto se plantean. Ello ocurre, en primer lugar, porque los autores del
negocio no siempre se expresan con la necesaria claridad, y, en segundo lugar,
porque las fórmulas idóneas o los medios en los que se plasman la declaración
(palabras, gestores, etc.) son a menudo equívocos.

2. EL PRINCIPIO DE LA BUENA FE:

Para la interpretación se debe partir de la premisa que el agente, en legitimo


uso de su autonomía privada, establece un precepto de conducta responsable,
sincero no engañoso sincero, no engañoso y que el destinatario de la
declaración la recibe confiado en la conducta del declarante. Por otra parte, el
declarante debe confiar, a su vez, en la buena fe del receptor de la declaración
y que la entiende adecuadamente sin retorcer su sentido.

3. LA INTERPRETACION SISTEMATICA:
Busca el sentido de la norma armonizándola con el resto del texto en que
reposa y aun con todo el ordenamiento jurídico, pues este, aunque se produzca
fragmentariamente, es un todo armónico, ideal. De tal manera que la llamada
intención de la ley debe ser aquella que armoniza lógicamente con el resto del
ordenamiento jurídico.

4. INTERPRETACIÓN TELEOLOGICA O LOGICA

Este método en su denominación tiene el prefijo “tele” que significa fin. El


Método Teleológico es, entonces, el que pretende llegar a la interpretación de
la norma a través del fin de la misma, buscando en su espíritu, que es la

40
ACTO JURÍDICO

finalidad por la cual la norma fue incorporada al ordenamiento jurídico. . Para


hacer ese descubrimiento se recomienda un método histórico debiendo tener
presentes los factores sociológicos, éticos, políticos e históricos, en
consonancia con el derecho comparado.

ELEMENTOS FORMALES DE LA INTERPRETACIÓN TELEOLÓGICA

Como elementos formales de este tipo de interpretación tenemos: Histórico,


Sistemático y Analógico.

El Histórico: está constituido por el proceso legislativo, es decir, toma en cuenta


las etapas del proceso de creación de la norma a interpretar.

El elemento Sistemático: deriva de la circunstancia de que las normas jurídicas


no viven aisladas unas de otras, sino que vinculadas en si forman un todo,
cabe aquí el comentario del maestro Fernando Castellanos quien al respecto
dice "el derecho es uno solo y en él hay armonía perfecta"11 Pudiendo correrse
el riesgo de que al considerar al derecho como un todo nuestra interpretación
quede aislada y por ello no sea correcta.

El elemento Analógico: consiste en interpretar la norma recurriendo a normas o


casos similares entre sí.

CAPÍTULO VI: ELEMENTOS DEL ACTO JURÍDICO

1. LA CONDICION (Elemento accidental del acto jurídico)

41
ACTO JURÍDICO

Es un hecho futuro e incierto, del cual depende el nacimiento o extinción de un


derecho. Por ejemplo: “Te regalo mi paraguas si llueve mañana”.

De ello se colige que los elementos constitutivos de la condición son dos:

1.-Es necesario que el hecho sea futuro.

2.-Es necesario que el hecho sea incierto.

1.- Que el hecho en que consista la condición sea futuro, quiere decir que
tiene que verificarse en el tiempo que está por venir, vale decir, después de la
celebración del negocio jurídico condicional. Consecuencia de ello, es que no
hay condición cuando las partes han subordinado la existencia de una
obligación a un hecho presente o pretérito, aunque no se tenga certeza de su
realización. En este caso si el hecho presente o pretérito existe o ha existido, el
negocio jurídico se considera puro y simple, o sea, en esos casos la condición
se mira como no establecida (o no escrita). Ahora bien, si ese presente o
pretérito no existe o no ha existido, se considera al acto jurídico como no
válido, o sea no tiene ninguna eficacia. Por ejemplo: “te doy mi caballo si Cayo
es cónsul”. Si se mira este ejemplo de manera superficial, pareciera ser que
nos encontramos frente a una condición, no solamente por la utilización del
adverbio “si”, que es el que se usa normalmente para expresar condición, sino
que también en razón de la duda que tenemos sobre la existencia de la
obligación, y esa duda permanecerá mientras ignoremos si Cayo es o no
cónsul. Sin embargo, como esa duda se refiere simplemente a verificar este
hecho, o sea, saber si Cayo es o no cónsul, no estamos frente a un evento
futuro, si no a verificar si un hecho existe o no, o sea verificar si Cayo es no
cónsul. La incertidumbre temporal que tenemos acerca de la existencia o
acaecimiento de ese hecho, no tendrá el carácter de condición pendiente. En
este caso si Cayo había sido nombrado cónsul, se estima que la obligación ha
existido pura y simple desde el momento en que se contrajo, o sea debo
entregar de inmediato el caballo que prometí dar. Si Cayo no es cónsul la
obligación no ha existido.
42
ACTO JURÍDICO

A este respecto Justiniano señalaba que un hecho cierto en sí mismo por más
que sea incierto para los contratantes, no podía retardar una obligación.

2.- Que el hecho sea incierto, significa que debe tratarse necesariamente de
un acontecimiento que puede suceder o no. Este elemento de incertidumbre
acerca de la realización del hecho futuro, es el que diferencia a la condición del
plazo; ya que este último es un hecho futuro pero cierto, que irrevocablemente
tiene que ocurrir. De lo que acabamos de afirmar, fluye como consecuencia,
que la muerte jamás puede ser hecho constitutivo de condición, porque tarde o
temprano el fenómeno natural de la muerte tiene fatalmente que ocurrir, no hay
duda acerca de su realización. Pero la muerte de una persona, a la que
agregamos otra circunstancia, puede perfectamente constituir una condición,
así por ejemplo: si decimos “te regalo mi fundo si se muere José”, estamos en
presencia de un plazo; pero si digo, “te regalo mi fundo si se muere José de
cáncer”, estamos en presencia de una condición.

Clasificación de las Condiciones

La condición según sea el punto de vista al cual se atienda, admite varias


clasificaciones:

1. Positivas y Negativas.

2. Posibles e Imposibles.

3. Suspensivas y Resolutorias.

4. Potestativas, Casuales y Mixtas.

1. Condiciones Positivas y Negativas: Esta clasificación se efectúa


atendiendo a si la condición consiste o no en que se verifique un hecho

43
ACTO JURÍDICO

 La condición positiva consiste en que un hecho acontezca, que se


produzca, o sea, que ocurra una mutación en el estado actual de las
cosas.

 La condición negativa consiste en que un hecho no acontezca, no


ocurra, o sea, que no se produzca una mutación en el estado actual de
las cosas.

Lo que determina esta clasificación es el hecho mismo en que consiste la


condición, no teniendo influencia alguna la forma gramatical como se
expresa ese hecho. Así por ejemplo, si se dice: “te regalo mi esclava
Sempronia si no permaneces soltero”, es lo mismo que decir, “te regalo mi
esclava Sempronia si te casas”. Esta es una condición positiva, ya que la
declaración de voluntad, dicha gramaticalmente en forma negativa o
positiva, consiste en que un hecho acontezca, implica un cambio o
mutación en el estado actual de las cosas.

Por el contrario, la condición sería negativa, si digo: “te regalo mi casa si no


tienes más hijos”, o si digo, “te regalo mi casa si te quedas con los hijos
que ya tienes”. Esto es así, porque la forma gramatical de las frases
utilizadas en forma positiva o negativa, implican en todo caso, que un
hecho no acontezca, o sea, una permanencia en el estado actual de las
cosas, y no una mutación de ese estado.

2. Condiciones Posibles e Imposibles: Esta clasificación se efectúa


atendiendo a si el hecho en qué consiste la condición es o no física y
moralmente posible.

- Es físicamente imposible, la condición que consiste en un hecho


contrario a las leyes de la naturaleza física. Por ejemplo: si digo “te vendo
mi caballo si tomas una estrella con la mano”.

44
ACTO JURÍDICO

- Es moralmente imposible, cuando el hecho que consiste la condición,


está prohibido por las leyes o es contrario a las buenas costumbres o al
orden público. Por ejemplo: si digo “te regalo mi caballo si te casas con tu
hermana”.

En el derecho romano los efectos de la condición físicamente imposible son


diversos, dependiendo de si esta incide en materia de contratos o
testamentos.

En efecto, en materia de contratos, la estipulación de una condición


físicamente imposible, produce el resultado de anular la manifestación de
voluntad, porque dicen los autores, que es evidente que si se prometen
1.000 ases bajo la condición de que se toque el sol o el cielo con la mano,
no se ha prometido en verdad nada. En el ejemplo, la condición físicamente
imposible ha sido impuesta positivamente. Ahora bien, si en un contrato la
condición físicamente imposible ha sido impuesta negativamente, vale
decir, si se dice: “te daré 1.000 ases si no tocas el sol con la mano”, en tal
caso, la condición no anula el acto jurídico, el acto es válido y se considera
puro y simple.

Dicho de otra forma en los actos entre vivos y en lo referente al efecto de la


estipulación de una condición imposible, se debe distinguir si esta
condición imposible es positiva o negativa. Si es positiva anula la
manifestación de voluntad y si es negativa, el acto es válido y se considera
puro y simple.

En lo que se refiere a disposiciones testamentarias, en cambio, se


estima que si la institución de herederos, el legado, el fideicomiso y la
manumisión de esclavos se han sujetado a una condición físicamente
imposible, ya sea en forma positiva o negativa, se entiende que esas
asignaciones o imposiciones, han sido hechas en forma pura y simple. La
condición físicamente imposible, se mira como no escrita, o sea, surte el

45
ACTO JURÍDICO

mismo efecto que la condición físicamente imposible agregada a un


contrato en forma negativa.

La condición moralmente imposible, provoca siempre la nulidad del acto sin


distingos.

En el nuestro derecho todas las condiciones posibles (física y moralmente)


así como las inteligibles (las que se pueden comprender), ya sean positivas
o negativas suspensivas o resolutorias, valen. El problema se plantea con
las condiciones imposibles, en donde hay que distinguir si son positivas o
negativas y dentro de las positivas si son suspensivas o resolutorias y
dentro de las negativas, si son moralmente imposibles o físicamente
imposibles.

-La condición positiva suspensiva, que es o se hace imposible o


ininteligible se reputa fallida. (Art. 1481 inc.1º,2º y 3º Código Civil). ie: “te
vendo mi casa si matas a Pedro”, o “te vendo mi casa si tocas una estrella
con la mano”.

-Si la condición es positiva, resolutoria e imposible (física o moralmente),


la condición se tiene por no escrita, o sea, la obligación es pura y simple,
pues no hay incertidumbre. (Art. 1480 inc. final Código Civil). ie: “Te doy
1.000 ases, pero si matas a Pedro me los devuelves”.

-Con respecto a las condiciones negativas imposibles, no se distingue


entre suspensivas y resolutorias, sino que se atiende a si son física o
moralmente imposibles.

-La condición negativa físicamente imposible, trae como consecuencia


que la obligación sea pura y simple, Artículo 1476 Código Civil. Ejemplo: “te
doy 1.000 ases si no tocas la estrella con la mano”.

-Pero si la condición es negativa y moralmente imposible, como por


ejemplo si se dice: “te doy 1.000 ases si no matas a Pedro”, el Código Civil
46
ACTO JURÍDICO

chileno, dio una solución distinta al caso anterior, pues la obligación no es


pura y simple, sino que vicia la disposición, o sea, está sancionada con
nulidad. Aún cuando técnicamente la solución debió haber sido la misma
que el caso anterior, el legislador quiso sancionar con nulidad una omisión,
claramente inmoral.

3. Condiciones Suspensivas y Resolutorias: Esta clasificación se efectúa


atendiendo a los efectos de la condición.

-Condición Suspensiva: se define como el hecho futuro e incierto del cual


depende el nacimiento o adquisición de un derecho, ie: “te vendo mi casa si
te recibes de abogado”.

-Condición Resolutoria: es el hecho futuro e incierto de cual depende la


resolución o extinción de un derecho, ie: “te regalo mi casa pero si te casas
con María, me la devuelves”.

A este respecto, tenemos que señalar que en la condición suspensiva el


acto jurídico existe aún antes de que la condición se cumpla, pero sus
efectos, o mejor dicho, la producción de los efectos de ese acto, o sea, el
nacimiento de derechos y obligaciones, no se producen sino que
permanecen en suspenso.

En cambio, tratándose de condición resolutoria, los efectos del acto jurídico


se producen de inmediato, desde el momento de la celebración del acto, y
por supuesto desde antes que la condición se cumpla, y sólo queda en la
incertidumbre la extinción de los efectos del acto, o sea, no se sabe si el
acto seguirá produciendo sus efecto o dejará de producirlos.

4. Condición Potestativas, Casuales y Mixtas: Aquí se atiende a la causa


que produce el acontecimiento futuro e incierto.

-Condición Potestativa: es aquella que depende de la voluntad o de un


hecho del acreedor o del deudor, por ejemplo, “te regalo 1.000 si subes el
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ACTO JURÍDICO

Cerro Caracol” o “te vendo mi caballo si me voy a Santiago”. En el primer


caso el cumplimiento de la condición depende de hecho voluntario del
acreedor y en el segundo de un hecho voluntario del deudor.

-Condición Casual: es aquella que depende del azar o bien de la voluntad


o un hecho de un tercero, por ejemplo: “te regalo mi paraguas si llueve
mañana” (depende del azar) “te regalo mi esclava Juliana si Casio viaja a
Egipto este mes” (depende de un tercero).

-Condición Mixta: es la que depende en parte de la voluntad del deudor o


del acreedor y en parte de un tercero o de un acaso (azar), es decir,
participa de las dos clases de condiciones ya definidas, de la potestativa y
de la casual, por ejemplo: “Si me caso con María te regalaré 1.000 ases”,
es mixta porque depende en parte de la voluntad del deudor y en parte de
la voluntad de un tercero (María).

La condición potestativa, puede revestir a su vez dos formas, pudiendo ser


pura o meramente potestativa o simplemente potestativa.

La condición es pura o meramente potestativa, cuando ella depende de


la pura o mera voluntad del acreedor o del deudor, por ejemplo: “te vendo
mi casa si quiero”, o bien “te regalo mi lápiz si quieres”.

La condición es simplemente potestativa cuando depende de un hecho


voluntario que debe realizar el acreedor o el deudor, el cual ordinariamente
no se deja de realizar, no se omite o no se verifica, sin algún motivo,
ejemplo: “te arriendo mi casa si me voy a Santiago”, (condición
simplemente potestativa que depende de un hecho voluntario del deudor),
“te presto mi parka si vas a la cordillera” (condición simplemente potestativa
que depende de un hecho voluntario del acreedor).

En cuanto a la validez de las condiciones potestativas, podemos decir que


todas ellas tanto las pura o meramente potestativas como las simplemente

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ACTO JURÍDICO

potestativas son por regla general válidas, con la excepción de la condición


suspensiva, pura o meramente potestativa, que depende de la voluntad del
deudor (ie:”te vendo mi paraguas si quiero”). Ulpiano dice al respecto, que
en estos casos es nula la estipulación, porque no puede dejarse al arbitrio
del deudor si quedará o no obligado, pues en tal caso, no existe una seria
voluntad de obligarse por parte de este. (Recuérdese que un requisito de la
voluntad para que tenga relevancia jurídica es que ésta debe ser seria). En
cambio, si la condición es resolutoria, pura o meramente potestativa, que
depende de la voluntad de la persona que se obliga (el deudor), es válida,
porque en este caso la obligación ha podido nacer a la vida jurídica, y en tal
caso, la condición ha afectado únicamente a su extinción, ie: “toma 1000
ases y si quiero me los devuelves.

El Código Civil Chileno da una regla similar a la adoptada por los romanos
a este respecto. En efecto, el Artículo 1478 señala: “Son nulas las
obligaciones contraídas bajo condiciones potestativas que consista en la
mera voluntad de la persona que se obliga”. (Se refiere a la condición
suspensiva pura o meramente potestativa que depende de la voluntad del
deudor). En su inciso segundo, la disposición citada señala: “Si la condición
consiste un hecho voluntario de cualquiera de las partes, valdrá” (se refiere
a las condiciones simplemente potestativas).

Como esta disposición no se pronuncia respecto de la condición


suspensiva pura o meramente potestativa que depende de la voluntad del
acreedor, ni de la condición resolutoria pura o meramente potestativa que
depende de la voluntad del acreedor o deudor, las obligaciones contraídas
bajo esta clase de modalidades valen, pues en materia de derecho privado,
rige el principio de que “puede hacerse todo aquello que la ley no prohíbe”.

La Indivisibilidad De Las Condiciones

El principio de la indivisibilidad de las condiciones en el Derecho Romano


se desprende de varios textos. Uno de ellos dice: “Si le impusieren al
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ACTO JURÍDICO

heredero muchas condiciones copulativamente, las ha de cumplir todas,


porque se tienen por una, y si se le impusieren distintas condiciones
disyuntivamente basta que se cumpla cualquiera”, Por ejemplo: “Te regalo
el fundo `Los Copihues' si te recibes de abogado y te casas con María” .
Estas condiciones están impuestas copulativamente, y por lo tanto deben
cumplirse las dos para que nazca el derecho. Sería disyuntiva si colocamos
la expresión “o”, por ejemplo: “Te regalo el fundo `Los Copihues' si te
recibes de abogado o te casas con María”.

El aspecto más importante de la indivisibilidad de las condiciones, dice


relación con las condiciones copulativas, en que si se cumple una sola
condición no pude pretenderse la entrega de una parte de la cosa, debido a
que es indispensable el cumplimiento de todas, para que exista la
obligación de entregar la cosa.

2. EL PLAZO (Elemento accidental del acto jurídico).

Se define como el hecho futuro y cierto del cual depende el ejercicio o extinción
de un derecho.

Los elementos del plazo son:

 Que se trate de un hecho futuro, o sea, que debe realizarse en el


tiempo que está por venir. Se trata de un hecho que debe verificarse
con posterioridad a la celebración del acto jurídico a plazo. En este
elemento, el plazo se asemeja a la condición.

 Que se trate de un hecho cierto, o sea, un hecho que fatalmente


tiene que ocurrir y es en este aspecto que el plazo se diferencia de la
condición que es un hecho futuro pero incierto, o sea, que puede o no
llegar a suceder.

De lo dicho, se desprende que entre plazo y condición hay semejanzas y


diferencias:
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ACTO JURÍDICO

Se asemejan en que ambas son hechos futuros, ambas son modalidades (son
elementos accidentales del acto jurídico) y ambos permiten la adopción de
medidas conservatorias respecto de la cosa que se debe.

Difieren en que el plazo es un hecho cierto, inevitable, que sin lugar a dudas
tiene que realizarse y la condición es un hecho incierto que no se sabe si se va
a realizar o no.

Por esta misma razón sólo podemos hablar de plazo pendiente y de plazo
cumplido, nunca de plazo fallido.

Difieren también, en cuanto a los efectos de una y otra modalidad. Así, la


condición suspensiva y resolutoria afectan la existencia misma del derecho, ya
sea para suspender su nacimiento (suspensiva) o para extinguirlo
(resolutoria).En cambio en el plazo, no se afecta la existencia del derecho sino,
que su ejercicio o exigibilidad.

Una última diferencia radica en que todo lo que su hubiera pagado antes de
cumplirse la condición suspensiva podrá repetirse, mientras la condición no se
cumpla, en cambio, lo que se paga antes de cumplirse el plazo suspensivo no
está sujeto a restitución, porque en el plazo, el derecho nació desde que se
celebró el negocio, en cambio, en la condición suspensiva, no sabemos si el
derecho va a nacer o no.

Clasificación Del Plazo.

Según sea el punto de vista al cual se atienda el plazo, admite diversas


clasificaciones:

 Plazo expreso o tácito.

 Plazo determinado e indeterminado.

 Plazo convencional, legal y judicial, y

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ACTO JURÍDICO

 Plazo suspensivo y extintivo.

a. Plazo Expreso o Tácito:

-Plazo Expreso: Es el que las partes estipulan en el negocio jurídico, ie:


“Te pagaré el precio el 3 de Diciembre”.

-Plazo Tácito: Es aquel que resulta necesariamente de la naturaleza del


negocio celebrado, ie: la obligación de dar o hacer una cosa en un lugar
determinado, necesariamente implica el plazo indispensable para hacer
esa obra o para trasladar la cosa al lugar en que la prestación debe
cumplirse. No constituye propiamente una modalidad, sino que es sólo el
tiempo racionalmente necesario para cumplir la obligación. ie: la obligación
de dar una cosa en un lugar determinado, importa el plazo indispensable
para trasladarse con la cosa al lugar en que la prestación ha de cumplirse.

b. Plazo Determinado e Indeterminado:

-Plazo Determinado: Es aquel en que se conoce el día en que debe


verificarse el hecho futuro y cierto. ie: “Te entregaré el predio el 1º de
Septiembre de 2003.

-Plazo Indeterminado: Es aquel en que se ignora el día en que debe


verificarse en hecho futuro y cierto, ie: “Te entregaré el predio cuando se
muera María”.

En el plazo determinado hay dos cosas que sabemos de partida: que el


hecho futuro y cierto se va a verificar y el día en que ocurrirá. En cambio en
el plazo indeterminado solamente sabemos la verificación del hecho futuro
y cierto pero sabemos cuando.

Los romanos llamaban al plazo determinado dies certus an certus


quando. Se sabe que con certeza sucederá y cuando.

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ACTO JURÍDICO

Al plazo indeterminado lo llamaban dies certus an incertus quando, se


sabe que con certeza sucederá pero no se sabe cuando.

c. Plazo Convencional, Legal y Judicial:

Esta clasificación se realiza en atención a si el plazo es establecido por las


partes, la ley o el juez, denominándose plazo convencional, legal o judicial
respectivamente.

La regla general es que el plazo sea fijado por las partes,


excepcionalmente será el juez o la ley quienes lo fijen.

d. Plazo Suspensivo y Extintivo:

-Plazo Suspensivo o Inicial: es el que suspende el ejercicio de un


derecho, o bien, es aquel acontecimiento futuro y cierto a partir del cual el
negocio jurídico empieza a producir sus efectos. ie: En un contrato de
compraventa se establece que el precio se va a pagar en seis meses
después de celebrado el contrato. Eso significa que sólo una vez
transcurrido el plazo se puede exigir el pago del precio.

-Plazo Extintivo o Final: es el que por su cumplimiento extingue un


derecho, o sea, es el acontecimiento futuro y cierto hasta el cual duran los
efectos del acto jurídico, ie: Si doy en arriendo un fundo hasta el 31 de
Diciembre de 1997, hasta esa fecha duran los efectos del arrendamiento.

Cómputo del Plazo.

La influencia del tiempo en los actos jurídicos, obliga a computarlo de acuerdo


a un criterio, que respeta en términos generales las reglas astronómicas y se
concreta en el calendario. Esta materia dice relación con la forma de contar los
plazos y antes del establecimiento del calendario de Julio César (Calendario
Juliano), el computo del plazo era muy complicado, pero a partir su entrada en

53
ACTO JURÍDICO

vigencia el año 709 A.U.C. (44 A. de C.) el año llegó a tener 365 días y se
generalizó el cómputo de los plazos de acuerdo a dicho calendario.

La fracción de tiempo más pequeña a la que se le acordó efectos civiles en


Roma fue al día o dies civilis, que según nos señala el jurisconsulto Paulo,
“comienza en la medianoche y termina en la mitad de la noche siguiente. Así
todo lo que se hizo en estas veinticuatro horas, o sea entre estas dos medias
noches y el día (natural) intermedio es como si estuviere hecho en cualquier
hora del día.”

Para usos sociales se distinguía el día (lux o dies naturalis), espacio de tiempo
opuesto a la noche (nox). El día se dividía en doce horas al igual que la noche,
de tal suerte que el mediodía ocurría a la sexta hora diurna (diei) y la media
noche a la sexta hora nocturna (noctis).

El primer calendario romano conocido fue el de Rómulo. Su punto de partida


era la fundación de Roma o Ab Urbe Condita (A.U.C.) La expresión
Kalendarium aludía originalmente a la tabla de intereses debidos al comienzo
de cada mes. De ahí que el primer día del mes recibiera el nombre de
Kalendae. Este primer calendario tenía 304 días dividido en 10 meses.

Numa Pompilio añadió dos meses al calendario Januario en honor al Diós


Jano, y Februario, último mes del año en que tenía lugar una fiesta purificación
denominada februa. Cada dos años Numa Pompilio agregó un mes llamado
Marcedonius.

Julio César estableció el calendario de 365 días para el año común y 366 días
para el año bisiesto que intercaló cada tres años; Augusto intercaló el año
bisiesto cada cuatro años y en honor a ellos el quinto y sexto mes se
rebautizaron con el nombre de Julio y Agosto, hoy el séptimo y octavo mes.

Al contabilizar los plazos los días deben entenderse completos, o sea,


comienzan a las 0:00 horas y termina a las 0:00 horas del día siguiente. Este

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ACTO JURÍDICO

cómputo o medición del plazo de varias maneras: puede ser natural, civil,
continuado y útil.

o Cómputo Natural del Plazo: es aquel plazo que se cuenta de


momento a momento, por ejemplo: un plazo de cinco días a contar de
hoy, se inicia desde la hora del día en que se estipula y expira a la
misma hora del quinto día.

o Cómputo Civil del Plazo: este plazo considera el día como unidad
indivisible, por lo que se cuenta desde medianoche a medianoche; por
ejemplo: un plazo de cinco días a contar de hoy, de carácter civil, se
inicia a las 24:00 hrs de hoy o 00:00 horas del siguiente, y expira a las
24:00 horas del quinto día. Las horas que restan del día en que se
pacta el plazo, no se cuentan. .

o Cómputo Continuado del Plazo: es aquel plazo en que no se


descuenta ningún día. Este plazo es designado en nuestra legislación
como de días corridos. En el se computan todos los días incluyendo
domingos y festivos.

o Cómputo Útil del Plazo: es aquel en que se descuentan todos


aquellos días en que no se ha podido ejercer un derecho por cualquier
causa. Pietro Bonfante señala que útil es aquel tiempo en que se
cuentan sólo los días útiles para realizar un acto determinado, por ende
se descuentan de él aquellos días en que un impedimento justo,(como
la ausencia) han hecho imposible la realización del acto. El plazo de
días útiles es equivalente a nuestro plazo de días hábiles, pero el
concepto romano (días útiles), es más amplio que el moderno (días
hábiles). Las normas básicas relativas a cómputos de plazos en
nuestro derecho civil, aparecen consignadas en los artículos 48,49 y 50
del Código Civil."

3. EL MODO. (Elemento accidental del acto jurídico).

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ACTO JURÍDICO

El modo puede definirse como un gravamen impuesto al beneficiario de una


liberalidad. El modo es un elemento accidental que suele agregarse a los actos de
liberalidad o beneficencia, o sea a título gratuito, como legados, donaciones o la
institución de herederos. En virtud del modo se impone al beneficiario del acto
gratuito un comportamiento determinado, por ejemplo: “Que sea Ticio mi
heredero, pero en el fundo que recibirá levante un monumento funerario en mi
memoria”.

Como característica del modo debemos señalar que este gravamen no hace
perder al negocio su carácter de gratuito, convirtiéndole en oneroso, pues el
gravamen impuesto no reviste el carácter de contraprestación que el beneficiario
deba realizar como compensación por el beneficio recibido.

Tampoco debe confundirse el modo con la condición. En el ejemplo señalado


pareciera que se trata de una condición potestativa, sin embargo la eficacia en los
actos jurídicos condicionales de carácter suspensivo, se suspende hasta que se
verifique el hecho en que consiste la condición. En cambio, la institución de
heredero sujeta a modo, es de efecto inmediato. Dicho de otro modo, la eficacia
del acto jurídico, no depende en nada de que el gravamen se cumpla o no, ya que
la liberalidad produce sus efectos en forma plena desde el primer momento.

Los efectos del modo en el Derecho Romano fueron distintos en el Período


Clásico y en tiempos de Justiniano. En el Derecho Clásico, si el gravamen que se
imponía perseguía un fin imposible o ilícito, se estimaba como no impuesto.
Cuando no había ningún obstáculo para que el gravamen fuese cumplido, el
problema que había que resolver era el relativo a si el cumplimiento del modo
podía ser exigido, y en caso de serlo, por que medios. Existieron vías indirectas
para exigir el cumplimiento del modo, por ejemplo, que el beneficiario de la
liberalidad otorgase una caución.

En tiempos de Justiniano, se otorgó a quien hacía la liberalidad o a sus


herederos, un derecho especial para obtener la devolución de la cosa, de manos
del beneficiario que no había cumplido con el modo. El mecanismo procesal
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ACTO JURÍDICO

otorgado para obtener la devolución de la cosa fue la condictio causae data


causae non secuta. Si se pretendía exigir el cumplimiento del encargo o modo,
se concedió la actio civilis prescriptis verbis.

VOCABULARIO

 Ficción : La que introduce o autoriza la ley o la jurisprudencia en favor

de alguien; como cuando al hijo concebido se le tiene por nacido.

 Tutela : La persona que se constituye para cuidar de la persona y de

los bienes de los incapacitados mentalmente.

 Curatela : Persona elegida o nombrada para cuidar de los bienes o

negocios de un menor, o de quien no estaba en estado de administrarlos

por sí.

 Ubicuidad : Individuo Que todo lo quiere presenciar y vive en continuo

movimiento.

 Rescisión : Dejar sin efecto un contrato, una obligación, etc.

 Consuno : Juntamente, en unión, de común acuerdo.

 Abdicar : Renunciar a derechos, ventajas, opiniones, etc., o cederlos.

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ACTO JURÍDICO

BIBLIOGRAFÍA

 “CURSO DE DERECHO DEL TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL” - Manzini.

 “DERECHO DEL TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL” - Vázquez Vialard.

 TEORÍA GENERAL DEL DERECHO Y NOTAS DE DERECHO - Álvarez


Ledesma Mario.
 CÓDIGO CIVIL, CÓDIGO PROCESAL CIVIL, CÓDIGO DE LOS NIÑOS Y
ADOLESCENTES – Jurista Editores.

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