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Jerry Lee Wilde - El Vampiro en Mis Sueã Os
Jerry Lee Wilde - El Vampiro en Mis Sueã Os
com
El vampiro…..En mis sueños.
Jerry Lee Wilde
EL
VAMPIRO…….. EN
MIS SUEÑOS.
ÍNDICE
Capítulo 1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 5.
Capítulo 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 13.
Capítulo 3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 22.
Capítulo 4. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 31.
Capítulo 5. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 38.
Capítulo 6. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 44.
Capítulo 7. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 54.
Capítulo 8. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 65.
Capítulo 9. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 74.
Capítulo 10. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 81.
Capítulo 11. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 93.
Capítulo 12. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 100.
Capítulo 13. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 106.
Capítulo 14. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 111.
Capítulo 15. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 119.
Capítulo 16. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 127.
Capítulo 17. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 135.
Capítulo 18. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 143.
Capítulo 19. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 151.
Capítulo 20. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 158.
Capítulo 21. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 164.
Capítulo 22. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 167.
Capítulo 23. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Página 175.
Capítulo uno.
“MARISSA”
A
ndar persiguiendo a un no-muerto no era mi idea de un buen rato.
“¡Espera, Kate!”
Corrí para alcanzarla en el gran arbolado barrio en el que vivíamos. Ella sería
la muerte de ambas si el chico al que acosábamos realmente era un vampiro.
Las ornamentadas farolas de hierro forjado emitían un suave resplandor,
coloreando la bruma de un pálido amarillo, y una anaranjada luna amenazaba
con hacer conocida su presencia, borrosa por detrás de la pantalla de ligera
neblina. Susurrando inquietantemente, las frescas hojas verdes en los vivos
robles y fresnos que revestían la calle de dos vías, danzaban en la brisa,
emitiendo temblorosas sombras, poniéndome los nervios de punta. Los grillos
llenaban la noche con su tono. El aire frío chocaba con la tierra calentada
por el sol. Típico clima del corazón de Texas al inicio de la primavera. La
dulce fragancia del jacinto perfumaba el aire, pero algo más traía la brisa,
algo más masculino y picante. Algo que venía de la dirección a la que nos
dirigíamos.
El cabello rubio claro de Kate, fluía detrás de ella como si fuera una diosa
dorada. Su maquillaje perfecto, su ropa deportiva azul medianoche de
expandex ajustándose a sus curvas, ella lucía como una estrella sin importar
dónde estaba o qué estaba haciendo. Mientras yo resoplo bien atrás de ella
en mis jeans claritos y mi blusa, esperanzada de que el sudor goteando por
entre mis senos no aparezca en la seda. La brisa enreda mi parda cabellera
rubia, haciéndome lucir como si hubiera sido barrida por un tornado y
escupido fuera nuevamente. Todo acerca de mi empalidecía en comparación
con la símil modelo de Kate.
“¡Kate!” imploré, perdiendo la carrera. Calambres atacaron mis piernas y una
puntada corrió ascendiendo por mi lado izquierdo, cada punzante dolor en mi
cuerpo fuera de forma. Me sentía como si necesitara ser hospitalizada…..y
pronto.
☾ Capítulo dos.
“DOMINIC”
S
oy el Príncipe de las Tinieblas,” dije calladamente mientras
observaba a mi rubia salvadora correr para alcanzar a su larguirucha
amiga.
Marissa Lakeland. Por qué en el mundo ella tenía que ser una bruja? Si ella
hubiera sido una humana corriente, podría haber iniciado el proceso esta
noche. Fácilmente. Simplemente borraría su mente, la haría exponer su
garganta a mí…..
Un gemido escapando de mis labios, y su cabeza tirada hacia atrás mientras
miraba en mi dirección. Sus ojos, azuladas piscinas, miraban a la oscuridad y
la niebla. Sonreí. Ella está tan encantada por mí como yo lo estoy por ella.
Mi sonrisa se desvaneció. La noción de que ella quisiera exponerme por lo
que yo era instantáneamente puso un paño frío sobre nuestra relación.
Bruja.
La última vez que había tenido un desafortunado enredo con una bruja
adolescente, todo lo que pude hacer fue croar afuera mi exasperación.
Incluso ahora, aún podía sentir la forma en que mi piel se sintió – viscosa,
húmeda y fría, ya no más suave y lisa, sino porosa, y de un enfermizo color
verde-amarronado. En serio, debería haber sabido mantenerme fuera de su
camino. Mi hermano me había advertido que las brujas tenían una gran
aversión para con los humanos, pero estando en uno de mis más ariscos
estados de ánimo, planeé demostrarle cuán encantador podía ser y cuán
encantada estaría la bruja de comer una hamburguesa conmigo.
Cierto. Por dos horas tuve que sufrir la más horrible humillación mientras mi
hermano le rogaba a la bruja que me regresara a mi apuesto yo. El dueño de
‘Sitio Hamburguesa’ incluso exigió que fuera echado de su restaurante. Pero
después de eso, tuve que soportar a James reprendiéndome por buena parte
de la noche. Sabía que nunca me dejaría olvidarlo. Afortunadamente, nunca
le contó a mamá y papá.
☾ Capítulo tres.
“MARISSA”
M
ira bien, bruja,” la mujer gritó hacia mí mientras apretaba la garganta de
Dominic.
Vestida en una camisa negra de spandex, combinada con jeans y un par de
botas caña alta, de tacones altos, ella lucía como una adolescente común.
Mi corazón se alojó en mi garganta mientras la sangre se me congelaba, pero
no correría a esconderme.
“Observa qué es lo que te haré luego!” Ella dirigió su atención a Dominic.
“Piensas que una cosa escuálida como ella pueda matarme? Lo piensas? Ella
está temblando en sus zapatillas mientras hablamos. Bueno, mientras yo
hablo.” Me congelé en la acera de concreto, insegura de que hacer para
salvar a Dominic de la vampiresa. Quería golpearla contra el suelo, pero del
modo en que sostenía a Dominic, fuerte en su agarre, supe que no podría
físicamente superarla. Sospeché que ninguno de mis hechizos funcionaría
contra un vampiro anciano, y a pesar de que la mujer lucía de mi edad,
diecisiete, parecía ser más vieja que el tiempo con sus acciones y lenguaje.
Ella se inclinó y lamió la mejilla de Dominic, y su expresión cambió de
preocupación para mí a odio por ella.
Ninguna de las propias palabras de Dominic me hubieran convencido de
salvarlo como las desenfrenadas acciones del vampiro con su garganta.
Lynetta desnudó sus perversos, filosos y puntiagudos colmillos y siseó.
Su largo cabello negro colgaba salvajemente hasta sus caderas, la brisa
jugaba con él y se lo enredaba. Ella era menuda como yo, pero tan fuerte
como un constructor masculino, su agarre en Dominic firme como el acero.
Sus desalmados ojos negros, vacíos y despreocupados, realmente
destrozaron mi corazón.
Estudié el jardín en busca de cualquier tipo de arma para usar en contra del
vampiro. Mi corazón saltó cuando divisé un molinete colorido atado a una
estaca de madera enterrada cerca del jardín de pensamientos mimado de mi
madre. Sin dudarlo un segundo, corrí hacia él y lo tironeé fuera.
☾ Capítulo cuatro.
“DOMINIC”
M
arissa se sentó a mi lado, la chica más impresionante que alguna
vez haya conocido. Su brillante pelo suplicaba por mis caricias.
Sus pulposos labios rosados esperaban por mi beso. Incluso su
sedosa blusa azul tocaba sus hermosos senos de la manera en
que yo deseaba hacerlo. Y sus ojos……azul claro y repletos de intriga. No
llenos con miedo o condena sino con genuino interés.
Sería porque ella era mi alma gemela que causaba que mis moléculas se
movieran tan repentinamente cada vez que se me acercaba? O la parte
humana de mi masculinidad que la deseaba con fervoroso anhelo? O la
vampírica sed de sangre que me urgía a tomar su sangre y hacerla mía por
siempre?
Traté de enfocarme en convencerla de cuán correctos éramos el uno para el
otro.
“Como un Príncipe de las Tinieblas, puedo hacer muchas cosas. Aparecer en
lugares en los que he estado antes, materializarme en la forma de una
bruma, o completamente corpóreo. Justo como cuando me topé en frente
tuyo, Marissa, o como cuando aparecí como una sombra cercana a los
árboles.”
Su mirada nunca vaciló con la mía, escuchaba atentamente.
Lo que más temía era que si compartía mi sangre con ella, mis propias
habilidades se vieran disminuidas. Si no era lo suficientemente fuerte,
podría en todo caso combatir a Lynetta luego? O podría ganar Marissa
algunas de mis habilidades, sin drenármelas? No estaba seguro de nada.
Apretando mis dientes, intenté calmar mi preocupación. “Como una neblina,
puedo susurrar palabras y ver y escuchar lo que sucede alrededor mío. Y con
escasa preparación, a menos que Lynetta me tenga retenido, puedo
desvanecerme, y luego reaparecer en cualquier otra parte.”
Por supuesto, el inconveniente era que necesitaba de la sangre de vez en
cuando para reaprovisionar la propia. Dado que no me había alimentado de
☾ Capítulo cinco.
“MARISSA”
B
esar a Dominic había sido la experiencia más profunda que alguna vez
había tenido. Cada fibra de mi ser había estado en alerta máxima,
ansiosa sobre él tomando mi sangre. Pero cuando me mordió, no fue
más que una sensación punzante, y luego oh tan dulce. Por una vez en mi vida,
yo, Marissa, bruja ordinaria quién nunca había atrapado la atención de
ningún chico, era amada. Sí, por un vampiro.
Pero que vampiro... Príncipe de las Tinieblas, mejor dicho. Hmmm, qué si le
decía a Kate que había encontrado a mi muy propio príncipe?
Dominic sonrió.
Había olvidado que él podía leer mis pensamientos, e inmediatamente mi
rostro se calentó con vergüenza. “Supongo que si te has alimentado lo
suficiente, es realmente tiempo para mí de que vaya a la cama. Debo ir a la
escuela temprano.”
“Enséñame el camino, princesa de mis sueños.”
Sintiéndome extremadamente cansada, lo conduje camino arriba por las
escaleras que parecían crecer con cada paso. Un conquistador, eso era él.
Me encantaba cómo parecía quererme. Pero él habría sido así antes de que
el vampiro se apoderara de él?
“Siempre le he gustado a las chicas, si es a eso a lo que te refieres. Tú
sabes, el tipo que prefiere hablar con chicas a pelear con chicos en los
recesos como muchos payasos hacen.”
“Ahhh. Han habido muchas chicas por ahí?”
Él rió detrás de mí.
Después de dirigirlo a través del pasillo, abrí la puerta de la habitación de
invitados.
“Demasiadas chicas por falta de una única,” él dijo finalmente. “La última
casi me hizo caer. Supongo que debería haberme conformado con demostrar
que tan macho puedo ser peleando con chicos.”
☾ Capítulo seis.
“LOS SUEÑOS”
F
uriosa con Dominic, pero incapaz de mantenerme despierta más
tiempo para sostener el rencor, mis ojos se cerraron y mi mundo
colisionó, cambió y colapsó. En su lugar vi un nuevo mundo, pasado de
tiempo, extraño, fugazmente-totalmente raro.
Una versión ligeramente más vieja de Dominic, su cabello tan oscuro pero
pinchudo, sus ojos más claros, sus labios más finos. “Cuántas veces debo
decírtelo, Dominic? No te metas con brujas!”
Cada nervio se tensó, podía ver a donde se dirigía todo esto, pero era
incapaz de detener sus futuros movimientos.
“Hey,” Dominic le dijo a Debbie. Sus ojos azules chispearon con la luz
fluorescente, y él pensó que era la chica más hermosa que había visto en un
largo tiempo. Especialmente cuando ella le había sonreído.
Pero tan pronto como él abrió la boca para decir algo más, la bruja se paró,
su rostro duro. “Qué es lo que quieres?” Sus palabras y sus ojos eran
helados.
Yo nunca la había visto reaccionar tan vehementemente, pero otra vez, ella
ponía sus encantos en hechiceros no en humanos. Inmediatamente, quise
moverme fuera de su camino antes de que hiciera algo desagradable. Lo
quise hacer, pero estaba congelada a la baldosa del suelo.
“Sí, uno verrugoso, una cosa viscosa,” Linnie, el loro de las tres, estuvo de
acuerdo, asintiendo con la cabeza, luego tomando otro sorbo de su soda.
Esperé y recé porque las brujas no fueran nada buenas con los hechizos.
Debbie no estaba en ninguna de mis clases excepto P.E., aunque había oído
que era un genio en pociones. No tenía idea sobre las otras chicas y sus
habilidades con los hechizos.
Yo lo sabía mejor. La mirada fría en los ojos de Debbie, la manera en que sus
labios empezaron a moverse silenciosamente. Traté de neutralizar el
hechizo, pero no tuve éxito. El hechizo trabajó a su manera con cada
molécula de mi cuerpo, encogiendo y cambiando las células. El ritmo de los
latidos de mi corazón pasaron del de un asustado conejo al de algo mucho
más pequeño.
“Oh, Dios,” rechiné fuera. Todos se habían vuelto gigantes, elevándose por
encima de mí, mirándome fijamente. Las muchachas tenían sonrisas
repugnantes, sus ojos negros por el humor, mientras James miraba como si
estuviera a punto de enfermarse. Me sentí increíblemente baja, como mi
alrededor, cuerpo gordo abrazando el suelo. Peor, una mosca revoloteando
atrapó mi atención y tuve el peor impulso de atraparla con mi lengua. Ewww.
James le suplicó a Debbie. “Le has enseñado una lección. Por favor
conviértelo nuevamente.”
“Nah,” Carissa dijo, girando un rizo rojo alrededor de sus dedos. “Déjalo de
ese modo por lo menos hasta la noche.”
Una chica gritó cuando vio a Dominic. El escuálido gerente, quién parecía ser
un estudiante tratando de ganar algo de dinero extra, limpió sus manos en
un delantal y se apresuró hasta el lugar. Sus cejas se surcaron y señaló
hacia Dominic. “Saca a la rana fuera de aquí.”
“Por favor, prometo llevarlo a casa conmigo y esta será la última vez que
sabrán de él.” James dijo.
Pero Dominic pensó que ella solamente lo había cambiado en primer lugar
debido a sus amigas.
Por media hora, el gerente insistió en que ellos lo llevaran afuera, James le
suplicó a la bruja, y Dominic pidió un baño de barro para su picante, piel
seca.
Luego una bruja mayor y sus niños entraron al restaurante y tan pronto
como ella lo hizo, Debbie y las otras chicas lucieron preocupadas.
Antes de que Dominic pudiera hablar, James le dio un tirón y lo sacó fuera.
“De todos los planes bobos tuyos. No puedo creer que te hayas metido en
esto.”
Tuve el presentimiento de que pasaría. Por favor, por favor no les digas
sobre esto. Ellos probablemente me castigarían por un buen mes.
Lynetta batió sus largas pestañeas negras tan pronto como ella espió a
Dominic en el Puesto de las Hamburguesas. Su incitadora sonrisa era
perfectamente genuina. Y cuando apuntó un dedo hacia él y lo torció,
indicándole con el gesto que se uniera a ella, él supo que era un sueño vuelto
realidad.
Idiota!
Sus labios acariciaron su garganta y él pudo apenas estar de pie cuando ella
lo mordió. Duro.
No quería ver que era lo que ocurría después, mi estómago contraído, mis
puños formándose debajo de mi almohada, pero no era lo suficientemente
poderosa para detener esto.
Dominic cerró sus ojos, tratando de bloquear fuera las extrañas imágenes
flotando a través de su cansado cerebro, pero no lo logró. Se reclinó contra
la pared de ladrillos del oscuro callejón, su estómago dando vueltas.
Los olores aquí eran incluso peor que los del callejón en donde estaba hacia
unos momentos.
El pánico me llenó. No, no. Las ratas llevan la plaga. No toques la rata!
Ojos y cabello oscuro, el hombre tenía seis pies de altura, su piel pálida, sus
labios manchados con sangre y se alzó nuevamente con una sensual sonrisa.
Casi me desmayo.
Lynetta casi lo hace también, pero ella no pensó que era por la gallardía del
caballero, sino que era porque estaba enferma y hambrienta.
Imágenes de él con ella a lo largo de los siglos pasaron ante mis ojos como
series de video clips cambiantes. Luego vi como otro vampiro rasgaba la
garganta de William y Lynetta mataba al asesino de su amante. Todo sucedió
rápidamente, era casi un borrón.
Quise gritarle al vampiro, quise luchar por Dominic, por su alma, por su
anterior vida, y aparté mis mantas, pero no pude despertarme
completamente de los sueños.
***
“Ya verás.”
Restos del humo del dragón flotaron fuera del escenario y la profesora hizo
señas para que Marissa mostrara su hechizo. Con un brinco a su paso, ella
caminó hacia el escenario. Algunos de los estudiantes estaban durmiendo,
algunos hablando entre ellos, muy pocos estaban prestando atención. Pero
ella obtendría su atención-garantizó.
Me sentí horrible. ¿Por qué no era ese un hechizo aceptable? Nunca había
visto algo como esto. Ninguno de los conjuros de los otros estudiantes se
aproximaba a esto.
“Pero mi nota...”
Un cero. Fruncí el ceño hacia la profesora. ¿Cómo podía ser ella tan injusta?
La criatura de agua era el mejor hechizo de todos.
☾ Capítulo siete.
“DOMINIC”
T
emprano a la mañana siguiente, entré a la cocina. Ninguna señal de
Marissa aún, aunque la escuché haciendo ruidos por el baño, así que
ella probablemente estuviera haciendo lo que sea que las chicas
hacen para verse presentables. Pobres cosillas. No nos tomaba nada de
tiempo para nosotros los chicos volver a formar parte del mundo y aún
seguir siendo nuestros apuestos yo. Aunque ayudaba que ya no tuviera que
afeitarme, lo cual era una notable ventaja vampírica con la que estaba
totalmente de acuerdo.
Yo, el Príncipe de las Tinieblas, tenía la certeza de que el amor de mi vida,
quien hubiera llamado a mi nombre con tal hostilidad antes de quedarse
dormida, realmente no deseaba verme. Con suerte, los sueños que habría
soportado no serían demasiado perturbadores. Si Marissa disfrutó de una
buena noche de sueño, sería más razonable. Entonces vería cómo sus nuevas
habilidades podrían beneficiarla. Cuántas otras brujas ella conocía que
pudieran hacer las cosas, cualesquiera que éstas sean, que ella podía?
Ver en la oscuridad era una de las más notables hazañas que disfrutaba.
Esperaba que si fuera salvado de convertirme completamente, pudiera
conservar alguno de los rasgos más admirables….como ver a mi adorada alma
gemela sin ninguna clase de luz, natural o de la otra. El maldito deseo por la
sangre, la aversión de mi piel a los rayos del sol, y mis colmillos
extendiéndose cuando estoy enojado o hambriento de sangre – estaría
agradecido de perder.
Eché un vistazo a los tres grandes ventanales donde una gran mesada de
desayuno de roble se emplazaba, para ver qué clase de día nos deparaba.
Hacia el norte, una oscura pared azulada se encaminaba en nuestra
dirección, truenos murmurando a la distancia, alrededor de Dallas; y
chispeantes relámpagos surgiendo para encender la oscuridad. Un espeso
manto de nubes colgaba alto en el cielo – otra tormenta primaveral se
encaminaba sobre nosotros. Nada de sol para molestar mi piel. Bien, podría
ir a la escuela con Marissa.
Capítulo ocho.
“MARISSA”
De todos modos, tenía que protegerlo, desde que él pensó que yo era
Marissa, su salvadora. Aunque todavía estaba perturbada con él por
convertirme en... bueno, una Princesa de la Oscuridad. Pero en parte, algunas
de mis nuevas habilidades eran un poco raras.
“Dominic?”
Él volteó hacia la ventana y me dio una sonrisa satisfecha. “Parece ser que
soy un auténtico hechicero ahora.”
Mi cabeza dio vueltas con la idea. Qué más aprenderíamos que él podría
hacer, o que yo podría hacer debido a la transferencia de sangre? Luego
otra preocupación tomó lugar. “Ahora ella te pondrá en clases avanzadas. Yo
soy sólo básica.”
“Marissa, qué estás haciendo aquí?” Una profunda voz masculina preguntó,
perteneciéndole a Joshua Cantaleaver, el hechicero más guapo en la escuela
hasta que Dominic deslizó dentro en mi vida.
Qué le había picado? Él nunca había mostrado algún interés en mí. No en los
diez años que yo había estado en la escuela. Ni una vez.
Dominic apareció detrás de él. Solo un puf, y él estaba allí. Le fruncí el ceño.
“Camina hacia los lugares, Dominic, antes de que seas descubierto.”
“Tenía que llegar aquí pronto para proteger a mi chica. Además, estoy
registrado para la escuela ahora. Caminaré contigo a nuestra clase.”
Indiqué con un gesto hacia Dominic todavía parado detrás de Joshua. “Mi
nuevo amigo -”
Joshua miró fijamente a Dominic, sus ojos negros acalorados. “Quién eres
tú?”
Dominic apretó sus dientes y sacudió su cabeza hacia Joshua. “Creo que no
me escuchaste bien. Marissa será mi cita la noche del viernes y para cada
vez entre y para siempre después de esto.”
Joshua cruzó sus brazos. “Te veré el gimnasio de los hechiceros. Mano a
mano.”
“Lo sé. Me pregunto si fue tu amiga, Kate, quien lo puso así.” Dominic apuntó
con su cabeza al edificio de hechizos. Efectivamente, Kate nos estaba
vigilando a través de la ventana. “Yo creo que ella lo podría haberlo
sobornado a mostrar interés en ti, para alejarte de mí, tú sabes
-preocupada por tu seguridad.”
“Seguro que eres listo. Un chico malo, pero muy listo. Hiciste las cosas de
este modo cuando eras simplemente un humano?”
Dominic asintió. “Por tener un novio quien ella piensa que es un vampiro.”
Con su rubio pelo, ahora casi verde musgo, Sra. Robertson caminó dentro de
la habitación.
La última vez que su pelo se había vuelto de ese color, ella había dicho que
había ido a nadar a la piscina de la escuela después de horas y les advirtió a
las chicas quienes teñían su cabello que usaran gorras en la piscina. Supongo
que olvidó su propio consejo. Ella hizo señas a los asientos que forman un
“Oh.”
No podía decir si él pensaba que eso fuera una cosa buena o mala, lo que me
fastidió.
“Y quién serías tú?” La Sra. Robertson empujó sus gafas por la montura de
su nariz y miró su lista. “No tengo a nadie nuevo en mi lista.”
Saqué un bloc extra de papel y una lapicera fuera de mi bolsa para Dominic,
luego Kate unió nuestros escritorios en la última fila.
Kate cruzó sus brazos, y la profesora sonrió. “No estamos en una clase de
fantasía, querida. Pero hipotéticamente, sí, si el vampiro fue humano.”
Miré a Kate, quién frunció el ceño a Dominic, dándole una mirada malvada.
Habría ella sobornado a Joshua para que me pidiera ir al baile como Dominic
sospechaba? Ella era carne muerta.
Sin embargo yo me pregunté, pensaría Kate que ella podría lanzar el hechizo
en Dominic? O era una manera de advertirnos que sabía que él era un...
Príncipe de la Oscuridad?
“Temo que estoy corta de una persona, no sabiendo que teníamos nuevo
estudiante. Ahora, estas damas y estos caballeros les dirán que les está
molestando, y ustedes aclararán sus mentes de sus preocupaciones.
Dependiendo en cuan fuerte sea su lanzamiento de hechizo, ellos podrán
liberar sus memorias de la preocupación por unos pocos minutos o por varias
horas.”
Las sillas rasparon a lo largo del suelo de linóleo. Pero Kate en vez de
dirigirse a un humano, ella encabezó derecha hacia Dominic.
Atento, mi pie. Kate sabía que Dominic era un vampiro. No un hechicero. Ella
estaba segura de que fallaría. Mi sangre absolutamente chisporroteó por la
rabia.
☾ Capítulo nueve.
“DOMINIC”
N
o puede evitarlo, vaya Príncipe de las Tinieblas que era. Marissa
era mía para proteger, como yo era suyo. Cuando escuché las
susurrantes palabras de uno de los siervos humanos de Lynetta
amenazando a Marissa, no pude controlar mi reacción vampírica.
El siseo escapó de mis labios antes de que pudiera detenerlo. Kate lo oyó,
también lo hizo el sirviente y Marissa. Afortunadamente, todo el resto
estaba demasiado lejos y preocupados, los hechiceros y brujas trabajando
en sus propios hechizos de relajación mientras sus voluntarios humanos
esperaban pacientemente por su resultado.
Tan pronto como me giré para enfrentar la amenaza, la sierva humana
arremetió con una cuchilla de 25 cm hacia el corazón de Marissa. Ambos,
Marissa y yo, agarramos el brazo de la misma con velocidad vampírica y lo
tiramos hacia arriba. La mujer gritó, la profesora gritó, Kate gritó y la daga
salió volando en el aire.
Con su mano sobre su pecho, la Sra. Robertson dijo, “por favor, sean
cuidadosos con la voluntaria queridos. Es sólo un simulacro.”
No era más simulado de lo que había sido el que besara a Marissa la noche
anterior. Mi mente hervía de furia, y tenía que combatir el impulso de
destrozar la garganta de la mujer mientras luchaba por mantener mis ya
extendidos caninos, ocultos. El abrumador deseo de usarlos mientras
anulaba esa urgencia estaba dándome un doloroso calambre en la quijada.
Marissa, por otro lado, rápidamente puso en funcionamiento el hechizo
sobre la sierva, borrando los pensamientos de lo que ella tenía por intención
hacer a Marissa.
Kate parecía estar intentando hacer lo mismo sobre la mujer. Tal vez
pudieran borrar su mente de todo, por siempre. Les di una sonrisa apretada
y las ayudé. Con los tres borrando la mente de la vasalla, tal vez nos
pudiéramos encargar de uno de los juguetes de Lynetta de momento.
☾ Capítulo diez.
“MARISSA”
C
on nuestros labios unidos, mis ojos se abrieron repentinamente.
Dominic y yo éramos completamente visibles. Mis mejillas ardían -
bueno, mi cuerpo entero también, todo el camino hasta los dedos de
mis pies cubiertos por mis zapatillas de lona.
El señor Thornton nos miró fijamente por un momento, luego sus grises
mejillas se mancharon de cereza y carraspeó. “Ahora pueden ver hasta
donde la poción de invisibilidad puede ser útil. Sólo que la próxima vez,
podrían hacerla un poco más poderosa para hacer que la experiencia dure
más.”
Miré a Kate, esperando su desaprobación. Pero en cambio, me sonrió.
Entendería ahora? Por una vez en mi vida, le importaba a un chico, y sólo le
importaba yo. Me confortó de lado a lado.
“Sí,” ella dijo, “diría que él es de los que te quedas, chica.”
“Eso es lo que pensé.” Le sonreí, totalmente emocionada de que pareciera
que a ella también le gustaba, y que quisiera lo mejor para mí.
El señor Thornton explicó los ingredientes que precisaríamos para nuestra
próxima poción y cómo combinarlos para producir un perfecto somnífero.
Cuando el timbre sonó, era tiempo para historia. Dominic y yo casi nos
dormimos a lo largo de la clase mientras la Señorita Winston se pasó
hablando sobre los juicios de las brujas de Salem, girando
inconscientemente un rulo gris alrededor de su dedo todo el tiempo. Cuando
llegó el momento de la última clase del día, gimnasia, Dominic trató de seguir
a Kate y a mí, a los vestuarios de las brujas. Señalé a la habitación al otro
lado del pasillo. “Vestuario de hechiceros.”
Él frotó su barbilla y consideró la puerta del vestuario de los chicos. “Tú
sabes, no soy realmente un deportista ni nada de eso.”
Apreté su mano, esperando tranquilizarlo demostrándole que no me
importaba. “No lo tienes que ser, pero trata de no hacer nada que no
deberías. Después de esto, la escuela habrá terminado.”
“Qué compraremos?”
Dominic sonrió. “Pensé que cocinarías.”
“Ordenaremos pizza,” Kate dijo, luego me arrastró hasta el vestuario.
Dominic lucía tan abandonado, me frustré. “Él vivirá.”
Pero luego vi a Debbie Damint dirigiéndose hacia el vestuario de las chicas,
su atención cambió hacia Dominic, sus amigas Linnie y Carissa la seguían por
detrás - un desastre a la esperaba por ocurrir.
Debo haber empalidecido porque Kate me miró y luego a las chicas y dijo,
“Qué está pasando Marissa?”
“Debbie convirtió a Dominic en un sapo hace un tiempo.”
Las cejas de Kate se levantaron y su boca se cerró súbitamente.
“No puedo hacerlas olvidar que lo han visto anteriormente. Aunque seguro
que desearía hacerlo,” dije, no muy segura de cualquier opción que podía
tener, pero comencé a caminar hacia Dominic.
Él avistó a las tres brujas quienes estaban ahora desnudándolo con la
mirada, su atención tan centrada en ellas, que no se dio cuenta que me
acercaba por detrás. Su lápiz labial tan rojo como su pelo, Carissa miró en
mi dirección y me dio una mirada del tipo ‘qué es lo que quieres?’
La ignoré y agarré el brazo de Dominic. Envolviendo el mío a su alrededor,
sonreí al ver los ojos de él redondos de la sorpresa. “No te di un beso de
despedida.”
Traté de ignorar la audiencia de brujas y concentrarme en el beso. Dominic
saltó en seguida y me ayudó con un sexy, lento y condenadamente fogoso
beso, y para el momento en que nos separamos, estuve segura de que mis
mejillas estaban rosadas - rojas. Wow, que besador.
Por un minuto, me sentí como si fuera a desmayarme, y Dominic sostuvo mi
brazo para mantenerme derecha, luego presionó sus labios en mi mejilla y
susurró, “Es seguro que sabes cómo mandar a un hombre a la luna, Marissa.
Te veo en un momento.”
☾ Capítulo once.
“DOMINIC”
E
n una zona muy arbolada próxima al riachuelo, cerca de una milla del
complejo de viviendas donde vivía Marissa, enfrenté al vampiro
recientemente convertido – aunque a decir verdad, yo aún era un
novato también. Vestido en jeans y chaqueta a juego, el rubio alto me
miraba con sombríos ojos grises. Afortunadamente, mantuvo sus dientes
cubiertos. Supuse era porque Lynetta les había ordenado que ningún daño
debían de hacer sobre mí. Pero en el recluido bosque, estaba preparado para
la batalla, si una era necesaria.
Con todo mi corazón, esperaba que Marissa y Kate estuvieran bien. Estaba
aliviado de que Marissa le hubiese dicho a su amiga la verdad acerca de
nosotros. Juntas, dos brujas muy probablemente pudieran ocuparse del
solitario vampiro. No estaba seguro de que Marissa hubiera podido
encargarse de él por sí misma, con la poca confianza que tenía en sus
hechizos.
El vampiro parecía vacilante a enfrentarme, y no estaba dispuesto a hacer la
primera movida, no aún.
De repente, se me ocurrió la idea de que el hombre que me enfrentaba no
sabía que yo corría con ventaja. Pensaba que yo era un humano convertido en
vampiro como él, no tenía idea de que poseía las habilidades de Marissa y
ahora era hechicero convertido en vampiro.
El hombre debió haber estado en sus treinta, como se evidenciaba por la
complexión más robusta de su cuerpo y las ligeras patas de gallo en el borde
de sus ojos cuando los entornaba. Sus globosos ojos parecían hacerse aún
más pequeños al tiempo que me miraba.
Había Lynetta convertido a un hombre mayor para que hiciera su trabajo
sucio? Así parecía. Pero ella había jurado que yo sería su única pareja para
la eternidad. Por un segundo, me molestó. Luego tuve que reírme de mi
idiotez cuando ponderé el asunto más profundamente. Ella no me importaba,
así que qué diferencia hacía si ella buscaba otros chicos?
☾ Capítulo doce.
“MARISSA”
E
staba segura de que había una aventura para la cual incluso mi pobre
amiga Kate, no estaba preparada. Mi corazón martilleando, deslicé mi
mano sobre la boca de Kate para evitar que invitara al chico
repartidor de pizzas dentro a mí casa, mientras Dominic golpeaba la puerta
en la cara del impostor.
Esta vez Dominic volvió a la casa vía puerta frontal. “Él recordó que la pizza
le pertenecía a John Smith en San Francisco, California.”
Limpié las lágrimas de mis mejillas y abrí la puerta del baño de un tirón. “Es
eso lo que estamos destinados a hacer?”
Dominic apuntó con su dedo en dirección al ruido. “Kate está buscando algo
más para que comamos.”
Ambas miramos a Dominic para oír que tenía para decir sobre esto la
autoridad en el tema.
“Qué quieres decir con que no lo sabes?” La voz de Kate se elevó una octava
mientras colocaba la mayonesa con atún en las rodajas de pan blanco.
“Simplemente eso. Nunca he visto uno muerto. Así que no sé si los cuentos
de ficción tienen algo de cierto o no.” Él caminó frente a la puerta de vidrio
negro del horno.
“Puede ser.” Él cargo su plato y vaso de leche hasta la mesa. “No tengo idea
si un completo vampiro se reflejaría en un espejo o no.”
“Cruces?” Pregunté.
Sus ojos brillaron débilmente. “Voy a enfrentarla por cuenta propia sin
involucrarte.”
No podía creer que Kate fuera tan... tan increíblemente desalmada. Ella no
tenía ni idea que tan malvada, tan cruel Lynetta podía ser. Ni modo quería
que él tuviera que enfrentarla solo. Empecé a objetar. “Pero-”
Kate me dio una de sus miradas - del tipo que dicen, ‘Lo discutiremos luego,
cuando Dominic no esté por aquí’.
Quería discutir con ella, con él, para decirle que dejara ese plan tonto y
peligroso. Pero yo concedí. Sabía en mi corazón que él estaba equivocado y
que lo podía perder para siempre. También reconocí que se resistió
obstinadamente a la idea de que lo ayudara ahora que tenía sus habilidades
de hechicero y estaba determinado a protegerme a toda costa.
Su mano apretó la mía. “No puedo decir más que no quiero que Lynetta de
haga daño.”
Nuevamente, la pared se elevó para evitar que leyera su mente más que eso.
Traté de entrometerme en sus pensamientos.
Hoyuelos se formaron cuando me dio una de sus sonrisas más besables. Sus
ojos chispearon e incluso sus cejas se levantaron.
Su sonrisa se amplió.
No, no quería jugar ningún juego de mesa! Quería saber que tenía en mente
Dominic para hacer conmigo.
☾ Capítulo trece.
“DOMINIC”
A
ún cuando Marissa no estaba feliz con mi plan, debía atenerme al
mismo. Mantenerla a salvo, ahora que estaba bastante seguro de
que podía manejar a Lynetta, era el único camino posible.
Durante todo el juego de Monopolio Mágico, el cual jugamos por varias horas
a pesar de que nunca había jugado a ese juego antes – bueno, no podría, no
hasta que tuviera algunas de las habilidades mágicas de Marissa – Marissa
me echaba miraditas de reojo. Un sutil golpecito en mi sien sucedía cada vez
que ella intentaba sondar mis pensamientos. Manteniendo mi guardia en alto
contra sus intentos de leer mi mente, y concentrándome en el complicado
juego de variar los valores de las tierras a través del uso de magia,
comprobó ser agotador. Un ligero dolor de cabeza me llegó por el esfuerzo.
Aunque si ella no sabía cuál era el plan, no podría irrumpir en él. Al menos
eso es lo que leí que tenía planeado hacer – no sólo una vez, sino numerosas
veces en forma fugaz. Así que mantuve mis defensas en su lugar.
Era persistente, por decir lo menos. Nuevamente, esos ojos azules caribe
atraparon mi mirada. Mi apetito por ella creció al tiempo que la oscuridad
envolvía la casa, pero no estaba cómodo con beber su sangre enfrente de
Kate. Estoy seguro que la imagen de un vampiro succionando la sangre de su
elegida lucía muchísimo más barbárico de lo que se sentía. En realidad, el
contacto era completamente sensual, pero era algo que no podía ser
explicado de forma adecuada a alguien que jamás había sido mordida por un
vampiro. Aunque, cuando Lynetta me había mordido, su mordisco fue un poco
salvaje – probablemente porque ella no se había alimentado por tanto tiempo
y no pudo controlar sus ansias.
Alcancé las manos de Marissa y las apreté mientras ella golpeteaba sus
dedos sobre su regazo. Me miró.
Abrí mi mente a ella. “Estoy hambriento.”
“Oh, la cena.”
Capítulo catorce.
“MARISSA”
T
an pronto como Joshua lanzó el hechizo de luz, mi corazón se
detuvo. La mortal saeta de luz blanco fue disparada desde el techo,
golpeando a Dominic con tal fuerza, que colapsó inmediatamente.
Tenía que estar loco! Acababa de asesinar a Dominic! Pensó que lo dejarían
escaparse así como si nada?
Ella susurró, “No quise decir nada mientras Joshua estuviera aquí porque
quizá hubiera lanzado otro hechizo asesino, pero los dedos de Dominic se
doblaron uno segundos atrás.”
“Ellos no pueden morir de este modo, cierto? No fue una de las maneras que
discutimos,” Kate dijo, su voz calmada como deseé que estuviera la mía, pero
sus ojos estaban empañados, también.
Más lágrimas bajaron por mis mejillas. Ahora Lynetta seguramente vendría
tras Kate y tras de mí, también.
Rezando por que Kate tuviera razón, pasé mi mano por su fría mejilla, me
incliné hacia delante buscando alguna señal de respiración. Ni un susurro de
aliento.
“Lo mataré.”
“Lo mataré.” Busqué a través de sus empañados ojos. “Mataré a Joshua por
lo que ha hecho.” Mi cabeza latió con la sangre apresurándose hacia ella, y
estaba medio fuera de mi mente con una mezcla de pesar y rabia.
Kate asintió, su rostro todavía tenso, pero ella frotó mi brazo, tratando de
consolarme. “Eso es chica. Superaremos esto de algún modo.”
“Dominic!” Corrí hacia él y caí sobre mis rodillas. “Dominic!” Sostuve su mano
y besé su mejilla, mis lágrimas mojando su rostro. Sus párpados se agitaron
pero luego se aquietaron. Un débil latido pulsó en su muñeca.
Antes de que se nos uniera, levanté a Dominic del suelo sin ayuda. Ella me
miró fijamente con escepticismo. “Quizá es más liviano por la herida,” ella
dijo, tratando de explicar el extraño fenómeno.
“Déjame llevarlo entonces.” Kate era más alta y más fuerte que yo. Entre las
dos, ella sería más capaz de llevarlo. Pero tan pronto como le entregué el
cuerpo sin vida de Dominic, pude ver que ella no tenía mi fuerza. Sus rodillas
se doblaron cuando intentó no dejarlo caer de tal altura. Inmediatamente
pasé mis brazos debajo de él y alcé su peso de Kate.
“Si soy físicamente más fuerte que tú,” dije, mi mente corriendo con la idea,
“no sería más fuerte o tan fuerte como un hechicero ahora?” La
consecuencia me asustó como el infierno.
“Dominic?” Besé su frente, sus mejillas, sus labios. Las esquinas de su boca
se elevaron ligeramente, pero no me besó en respuesta. “Dominic, puedes
abrir tus ojos?”
“Vivirás?”
“No puedes. Demonios. No puedes incluso ser visto por él nuevamente. Sabrá
que no eres normal.”
Las cejas de Dominic se elevaron ligeramente, pero siguió sin abrir los ojos.
Besé sus labios nuevamente. “No quise decirlo como sonó.” Acaricié su
brazo, luego solté su cabello de la cuerda de cuero y pasé mis dedos a
través de las hebras de seda. “Ayudará si te doy algo de mi sangre? Te hará
más fuerte?”
“Pero tú también!”
“Sí, pero como dije, no estoy acostumbrado a tener esta habilidad. Me toma
tiempo recordar lo hechizos, lanzarlos, y reaccionar a aquellos que han sido
lanzados. Tú no estás en clase avanzada, así que mantente lejos de él.”
“No puedes hacer lo que sea que tenías planeado, no del modo en el que has
sido herido.” Cuando no respondió, “Si hubieras hecho lo que te había dicho
y te hubieras quedado en la cocina, nada de esto hubiera pasado.”
Sacudí mi cabeza. “Si no mantienes esos celos bajo control, no habrá nada
entre nosotros.” Antes de poderse extender y detenerme, me puse de pie.
“Descansa. La pizza estará pronta en unos minutes. Cuando tengas la fuerza
suficiente, únetenos.”
“Marissa.”
“Yo te... te veré más tarde.” Crucé el suelo hasta la puerta, la destrabé y la
abrí.
Kate sostuvo con su mano la puerta, lista para golpearla, y ahogué un grito.
Ella sonrió, su temblorosa. “La pizza está pronta. Cómo está Dominic?”
“Si él se siente… bueno, arisco, eso significa que se está recuperando,” Kate
dijo. “Mamá siempre dice eso sobre papá. Primero, piensas que está
muriendo y que es el bebé más grande de todos cuando está enfermo, y
luego la próxima cosa que sabes, es que es un ogro, con demandas y todo.”
Los ojos de Kate se agrandaron y fingió estar herida porque yo pensara tal
cosa de ella.
“Tú sabes, quizá querrías ablandarte un poco con Dominic. Él no puede evitar
por estar tan enamorado de ti no querer que otros chicos tomen ventaja de
vos. Cómo te hubieras sentido si Lynetta hubiera besado a Dominic en
contra de su voluntad?”
Gracias a Dios que Kate siempre, bueno, casi siempre, era un pilar de
sabiduría cuando las emociones se apoderaban de mí.
☾ Capítulo quince.
“DOMINIC”
T
e amo Marissa, con todo mi corazón.”
Ya sea que ella pudiera entender los profundos sentimientos que sentía
hacía ella o no, debía destruir al vampiro que amenazaba con condenarme a
una vida de oscuridad. Luego destruiría a Joshua. Pero sin importar que,
quería proteger a Marissa.
Había pretendido debilidad para alejarla, y presumo que si vivía a mi
encuentro con Lynetta, Marissa me mataría por ser tan engañoso. Pero como
podría no serlo? Para detenerme de hacerme daño esta noche, estoy seguro
que ella me hubiera atado a la cama si pudiera. Aún así, sabía que estaría
furiosa conmigo una vez que descubriera que desaparecí.
No tenía alternativa. Lynetta esperaba por mí en alguna parte. Incluso
ahora, sentía su maléfica presencia cerca. Teníamos que jugar el juego y
terminarlo ahora antes que la rencorosa vampiresa matara a Marissa. Tan
celoso como estaba de Joshua besando a Marissa, sabía que Lynetta lo
estaría aún más de Marissa compartiendo su sangre conmigo. Y ahora
realmente creía que así era como mi ángel sería mi salvación – era a través
de su don, de sus poderes mágicos para mí, no que ella tuviera que matar a la
vampiresa por su cuenta.
Inmediatamente, llegué a la casa de ladrillos de dos plantas que pertenecía
a Lynetta. Tenía otras treinta casas más alrededor del planeta. Pero
presentí que ella se mantenía apegada a ésta hasta que me tuviera
permanentemente bajo su control. No había señales de ella. Afuera
alimentándose de la población en general, o viniendo por mí, asumí.
“Bueno,” una voz femenina dijo tras de mí, sedosa y sensual, “has venido a
casa, a Lynetta.”
Me giré para ver a la vampiresa pelirroja, Karin, enroscando un elongado
bucle alrededor de su delgado dedo. Ella estaba en sus tempranos veinte y
había sido una estudiante de la Universidad de Baylor cuando Lynetta la
☾ Capítulo dieciséis.
“MARISSA”
M
i corazón y cabeza martillaron con frustración y preocupación
mientras me apresuraba fuera de la casa de mis padres con Kate,
no sabiendo a donde ir para salvar a Dominic de sí mismo.
Pero por qué no esperó hasta que hubiéramos caído dormidas? Por qué la
artimaña? Porque había estado tan enojada con él, que lo había hecho irse.
Kate estuvo de acuerdo. “No tengo otra idea de donde podría estar. Suena
bien para mí.”
Antes de poder moverme unos pocos pasos de la casa, una brisa revolvió de
repente, y un cruel batir de alas nos informó de la llegada de un vampiro.
Enseguida mi corazón se hundió, llenándose de un miedo negro.
Su voz era oscura y sensual con un encantador atractivo a ella. Pero no podía
creer que la vampiro transformara la historia de esa manera. Pensaba ella
que creería que estaba diciendo la verdad? Después de lo que casi le hace
enfrente de mí? Por qué simplemente no nos atacaba para terminar con todo
esto?
“Él dijo que tenía que seguir esta pequeña farsa por él. Él te seguiría hasta
tu casa, luego tratar de solicitar tu ayuda para liberarse de mí. Excepto que
pusiste un obstáculo al dejarlo entrar. Debe haber matado su propia
-imagen superior. Los ancianos tienen el ego del tamaño del mundo, sabes.”
Rápidamente consideré lo que había pasado hasta ahora tan lejos como lo
recordaba, aunque la vampiresa estaba atornillando en mis recuerdos. Él me
había marcado como su objetivo de la manera en que ella dijo? Fácilmente
ganándome solicitando mi ayuda en su defensa? Invitando a un extraño a mi
casa, cuando normalmente no lo haría?
“Él te dijo que no podía estar fuera en las horas de luz?” Su risa era
amarga, cortando a través de mí como tijeras rasgando la seda. “Te dijo
también que si compartías tu sangre con él, y la suya contigo, y que luego de
matarme, todo estaría bien? Que tiene familia por estos alrededores en
alguna parte? Los has conocido? Ellos murieron trescientos cincuenta años
atrás, después de que les arrancó sus gargantas. Él tenía un hermano mayor.
Te ha dicho eso?”
Miré hacia Kate. Sus ojos eran tan redondos como la luna llena.
Lynetta cruzó sus brazos. “Acerca del asunto de la luz del día, siempre ha
sido capaz de moverse alrededor durante el día, mientras el cielo esté lo
suficientemente nublado. No te dijo eso? Todos podemos.”
“Tú eres una bruja. No una cualquiera, pero luces como una, ingenua y jamás
besada. Así que eras vulnerable a los encantos de un vampiro como los que
posee Dominic. Él tiene a todas las mujeres desmayándose a sus pies. En
esencia, tú estabas madura para recoger.
Mi corazón se aceleró. Podía pensar todas estas cosas por cuenta propia. A
menudo lo hacía, pero un vampiro no diría tales cosas de mí. Todavía me
“Tú eres la anciana, Lynetta.” Le dije tan calmada como pude pretender, a
pesar de que mi sangre corría a través de mi sistema y mis mejillas se
volvían más calientes por la rabia.
Todavía manteniendo sus caninos lejos, ella sonrió en una especia de sonrisa
simpática como si sintiera lástima por mí. “Al principio quise matarte, porque
quería ser la única compañera de Dominic. No puedes entender como su
traición rasgó mi corazón. Para probarte que es un vampiro anciano, no te
haré daño ni a ti ni a tu amiga. No es tu culpa que haya jugado con las fibras
de tu corazón y las haya revuelto a su antojo.”
Ella meneó un dedo hacia mí. “Tuvo alguna dificultad en detenerse cuando
bebió tu sangre? Si no la tuvo la última vez, la tendrá la próxima. Recuerda
mis palabras.”
Lynetta cambió todo. Me mantuve diciéndome a mi misma que era ella la que
había convertido a Dominic, no del otro modo. Todavía, un insignificante
miedo trabajaba a su manera en mi subconsciente, estableciendo la duda
propia que prometía plagarme hasta que supiera la entera verdad.
“Él sabe cuan resentida estoy por su traición. Teme que ponga a sus víctimas
potenciales en su contra. No lo puedo matar porque él me convirtió, pero
puedo hacer que otros vayan tras él. Ahora que ha tomado tu sangre de
bruja se ha vuelto incluso más poderoso.” Las últimas palabras de Lynetta
parecían estar llenas de rabia, pero ella trató de mantener una voz no
amenazadora, para convencerme de que ella era inocente en esta situación.
Tomó un paso hacia mí, pero Kate y yo nos mantuvimos en nuestro lugar,
esperando por el cielo que nuestros hechizos de protección duraran, pero
sin querer acobardarnos ante la vampiro rencorosa. “Recuerda bien mis
palabras, bruja. Intentó matarme esta noche, pero me escondí de sus
mortales colmillos. Te pedirá ayuda otra vez, te suplicará que lo protejas, o
estará perdido en el lado oscuro.” Lynetta escupió al suelo. “Él es el lado
oscuro. Ayúdalo y te unirás a él también, por un tiempo.”
“Entonces por qué estás llorando?” Kate cerró y trabó la puerta principal.
“Me sigo preguntando por qué me eligió a mí. De todas las personas
hermosas, por qué eligió una bolsa marrón plana y vieja, yo?”
“Porque eres hermosa para mí,” La profunda voz de Dominic dijo detrás de
nosotras desde la dirección del sofá del salón.
Kate chilló y yo me quedé boquiabierta. Nos dimos vuelta para verlo apoyado
en el respaldo del sofá, su rostro pálido como la muerte, sus ojos marrones
fantasmales.
Su rostro todavía blanco como el hielo, pero sus nudillos se enrojecieron por
el agarre feroz que tenía sobre el sofá. Estaba enojado conmigo?
Asentí, no queriendo decirle lo que planeaba hacer, pero ella parecía saberlo
de todos modos.
Ella se arrastró por el pasillo hasta mi habitación con un lento, cansado paso
y cerró la puerta. Al principio, le saqué los zapatos y medias a Dominic. Miré
fijamente sus pantalones por lo que pareció ser una eternidad, el
pensamiento que cruzó mi mente que me lo había imaginado desnudo y
puesto en exhibición ante el Tribunal de Brujos. Parecía ser que había
pasado una eternidad desde que nos habíamos conocido.
Arrastré sus pantalones durante algún tiempo, luego finalmente se los saqué
y aterricé de cola por tercera vez en el día. Aplasté la maldición que se
elevó a mis labios.
Adónde habría ido, y que habría hecho mientras estuvo fuera? Él no había
estado viendo a Lynetta porque la vampiro había estado atormentándome.
Entonces que había pasado con él? Estaba muriendo por saber y por decirle
todo lo que Lynetta había dicho. Tenía que saber su versión de la historia,
de nuevo, asegurarme que decía la verdad. Aunque no pensé por un instante
que estuviera fingiendo su debilidad ahora, y si no estaba pretendiendo,
cómo podía ser el vampiro anciano?
Sus párpados se abrieron, y asumí que eso significaba que sí. Nuevamente
tuve miedo ligeramente. Parecían haber pasado siglos desde la última vez
que él había tomado mi sangre.
“Marissa.”
☾ Capítulo diecisiete.
“DOMINIC”
N
o podía creer mi espantosa suerte – yo, un Príncipe de las
Tinieblas, y un completo fracaso en eso. El amor de mi vida
estaba a punto de convertirse en el bocadillo de un hechicero del
que ella había estado enamorada, a quien no le prestaba una
milésima de atención, y yo no tenía la fuerza para salvarla.
“Marissa; si tú, Kate y yo podemos golpearlo con un raya lumínico, podríamos
temporalmente drenarle su fuerza,” le comuniqué telepáticamente, dándome
cuenta ahora que Joshua debía ser un sirviente de Lynetta, furioso conmigo
mismo por no haberlo descifrado antes. Él podía dejar pasar al vampiro y
más de sus lacayos de sangre a la casa de Marissa en cualquier instante, y
todos estaríamos condenados.
“Estás demasiado débil, Dominic,” dijo, sosteniendo mi mano con un agarre
estrujante. Su cuerpo temblaba ligeramente, haciéndome sentir peor.
Intenté ocultar la mirada avergonzada que debió haber cruzado por mi
rostro.
Redujo el aferre sobre mi mano, tal vez presintiendo cuán poderosa se había
vuelto su fuerza física. “Tú no eres un fracaso, Dominic! Pero no puedo
alcanzar a Kate con mis pensamientos, y dudo que Joshua me vaya a
permitir ir físicamente hasta ella. Si él supiera lo que nosotros estamos por
hacerle-”
“Él no creerá que tu seas capaz de hacerle semejante cosa, así de dulce
como eres.”
No dijo nada en respuesta, pero podía notar que no me creía.
“Y sabe que estoy demasiado débil para intentarlo por mi cuenta,” continué,
ignorando su implicación de que ella no creía que fuera siempre dulce. Yo la
conocía mejor – incluso cuando estaba enfadada, ella tenía buenas razones
para estarlo. Sus acciones nunca eran calculadoras o malvadas, no como las
de Lynetta.
☾ Capítulo dieciocho.
“MARISSA”
U
n vampiro buscaría entrar en la casa de mis padres usando una
llave? Mamá y Papá no debían regresar hasta el viernes. No había
modo de que fueran ellos.
Algo resonó al chocar contra el azulejo del suelo de la entrada. Pero, como
si Medusa hubiera vuelto su mirada a nosotros y nos hubiera convertido en
estatuas de piedra, ninguno de nosotros se podía mover. Gracias a Dios mi
madre no nos podía ver desde donde estaba parada.
“Maldición,” mi padre gimió, su voz más ronca que lo normal y llena de dolor.
Entonces, se apresuró por el vestíbulo, golpeando la puerta y dirigiéndose al
medio baño de abajo.
Finalmente, liberándome del hechizo, giré y abrí la puerta del garage para
Kate y Dominic, quien sostenía la marchita forma de Joshua todavía en sus
brazos. Todos nos apresuramos al Ford Taurus, luego aticé el mango de la
puerta del garage y gemí cuando el metal hizo ruido, crujiendo para mi
descontento.
“Vuelvo en un segundo.”
Ella asintió e incliné su cabeza hacia atrás contra el respaldo. “Estaba media
dormida cuando me mordió. No siento ningún remordimiento por lo que
tenemos que hacer con él. Me lastimó, Marissa. Duele con vos y Dominic?”
“Bien,” Dominic dijo desde el asiento trasero, casi haciendo que mi corazón
saltara fuera de mi pecho.
Luego manejé por el camino de entrada tan silenciosa como pude, y cerré la
puerta del garage, esperando que el monstruoso sonido rechinante no
alertara a mis padres. Me dirigí hacia la tienda de la tía de Kate a través del
pueblo, rezando para que no tuviéramos más problemas esta noche.
Para el momento que llegamos a la tienda quince minutos más tarde, ambos
Dominic y Kate estaban profundamente dormidos. Sacudí la cabeza,
deseando no haber tenido que traerlos en el estado tan débil en el que se
encontraban, pero sabiendo que no los podía dejar atrás en la casa. Qué si
mis padres los descubrían?
Después de revolver el bolso de Kate por lo que pareció ser una eternidad,
encontré la llave. Primero destrabé la puerta del edificio. Luego metí
Me estremecí cada vez que un auto pasó calle abajo. Media escondida entre
las tenues luces de los edificios cerrados por la noche, esperé que nadie me
notara. Deseé fervorosamente que hubiera una puerta trasera para mis
operaciones clandestinas. ¿Qué si alguien me veía cargando un cuerpo
dentro del edificio?
Pero otra ansiedad se introdujo bajo mi piel. ¿Qué si uno de los sirvientes
de Lynetta nos atrapaba?
Hacer que el demonio quitara toda el agua del sistema de Joshua había sido
un poco malvado. Pero temí más por las represalias que tomaría con nosotros
si no me ocupaba de él. Ciertamente, todo lo que tendría que hacer era
considerar el pobre cuello de Kate y su salvajismo desenfrenado, y sabía lo
que seguiría. Además sabía que si hubiera tenido la oportunidad, hubiera
asesinado a Dominic sin importarle nada en el mundo.
Cada extraño crujido dentro del edificio hacia que mi cuerpo se agarrotase.
Pero ningún sonido provenía de la cama solar. Todavía, yo me preguntaba.
Podría ser una cobarde, pero no era de plástico. Una vez que los minutos
pasaron, rápidamente lancé un hechizo de protección. Antes de que pudiera
cambiar de opinión, embutí contra la tapa, rompiéndome dos uñas en el
proceso, y miré fijamente la cama solar. Todo lo que quedaba de Joshua era
una pila de cenizas y su ropa. Sus padres estarían heridos cuando supieran
que su hijo estaba desparecido - aunque se enteraran en lo que se había
convertido, estarían molestos? Probablemente. Me tragué mi propio
disgusto, tratando de mantener en mi mente el monstruo en el que se había
convertido y no pensar en el lindo chico en el que había estado interesada
por años.
Miré las cenizas, preguntándome cómo iba a limpiar el desastre. Luego noté
ropas que usarían para limpiar la cercana cama solar. Rápidamente, barrí las
cenizas hacia un tarro plástico de basura, y liberé la bolsa.
Cómo les explicaría a mis padres que estaba en la tienda de uñas la tía de
Kate en medio de la noche, mientras Kate tenía el cuello gravemente
Estaba asegurándome que el lugar estaba cerrado. Eso sería lo que diría.
Nos preocupamos de que alguien estuviera tratando de entrar. O algo como
eso. Y que un animal salvaje había mordido a Kate. Y que yo estaba llevándola
a la sala de emergencias para que le dieran sangre.
Dí un paso hacia el auto, pero una mano agarró mi muñeca, y otra apretó
contra mi boca para ahogar mi grito. La sangre se me subió a los oídos, y
todo repentinamente, mis huesos se sintieron como goma.
Apunté al basurero.
“Gracias al cielo por eso. Y ahora qué?” aún no podía salir con un mísero
plan, sin importar cuánto explotara a mi cerebro por uno. Tal vez porque el
toque de un Alto, Oscuro y Apuesto chico me estaba haciendo olvidar todo.
“Es tiempo que conozcas a mis padres.” Dijo él con un tono todo serio y
seguro.
☾ Capítulo diecinueve.
“DOMINIC”
P
ara mi alivio y el de Marissa, mi hermano vino al rescate una vez más
esa noche, sólo que las apuestas se habían incrementado
considerablemente para ese entonces. La policía estaba peinando la
ciudad en busca de Marissa, asumiendo que la pobre chica se
encontraba muerta a manos de la misma bestia que había desgarrado a Kate,
y posiblemente el mismo que había matado a las otras personas en la ciudad.
James abrió su boca para hablar un par de veces, pero luego la cerraba.
Marissa se durmió en mis brazos mientras nos sentamos en el asiento de la
vieja camioneta azul, su motor rugiendo mientras nos hacíamos camino hacia
las afueras de la ciudad. Estaba contento de estar yendo a casa, si sólo era
como una breve visita. Y estaba aún más contento de que Marissa estuviera
a salvo conmigo. Besé su frente, amando la fragancia a durazno de su
perfumado cabello y la manera en que ella dormía contra mí, como si yo
fuera su salvador después de todo, capaz de protegerla de los males del
mundo.
Entonces James dijo suavemente, “tenemos que dejar saber a sus padres
que ella está viva y bien, conseguir que la policía abandone su búsqueda.
Incluso su amiga Kate va a estar preocupada de que ella haya sido
asesinada.”
“Recuerdas lo que sucedió cuando te dije que un vampiro me había
convertido? Ninguno de ustedes lo había creído. No hasta que me desvanecí
y reaparecí e hice algunas de las otras cosas que puedo hacer. Luego pensé
que papá iba a tener un ataque cardíaco y mamá una embolia. Hasta tú lucías
a punto de darte por vencido, y tú eres definitivamente el más abierto de
mente en nuestra familia, además de mí. Bueno, al menos la mayor parte del
tiempo.”
James sacudió su cabeza, sus labios curvándose en las esquinas formando
hoyuelos. “Tienes que admitir que cuando escalaste el lateral de la casa, fue
bastante impresionante.”
☾ Capítulo veinte.
“MARISSA”
M
i corazón latía el doble de rápido cuando Dominic condujo hasta
la casa de mis padres en su Escarabajo de color naranja
calabaza. Él me miró y sonrió. “No lo he conducido desde que
me convirtieron. No gasto nada en gasolina de la manera en que
viajo ahora.”
“Con suerte, eso cambiará Dominic.” Con todo mi corazón esperaba poder
detener que Lynetta lo continuara convirtiendo. Pero entonces me pregunte
sobre Joshua y cuán diferente eran Dominic y él. “Piensas que Joshua
asesinó a alguien?”
“Es probable, por el modo en que lastimó a Kate. Parecía disfrutar lastimar a
alguien que es más débil que él.” Un brillo rojo pareció encender los ojos
marrón oscuro de Dominic.
Extendí mi brazo y pasé mi mano por su pierna. Instantáneamente, su boca
se curvó hacia arriba.
“Distrae al conductor de esa manera un poco más, y tendré que estacionar el
auto, y terminar lo que comenzaste.”
Sonreí, deseando que pudiera hacerlo. Luego me incliné hacia atrás en el
asiento de vinilo. Qué dirían mis padres sobre todo esto? Temí lo peor... que
ellos me prohibieran ver a Dominic.
Dominic apretó sus dientes, agarró el volante más firme y se volvió hacia mí,
su expresión herida.
Me sentí terrible por lo que podía pasar, pero todavía era menor de edad y
no tenía ningún otro lugar donde vivir. Brujas y hechiceros no vivían con
familias humanas, incluso si ambas familias lo aceptaban, debido a que los
tabú sociales estaban contra ello. Aunque dudé que mis padres aceptaran tal
arreglo de ese tipo. “Lo siento, Dominic. Eso es lo que más temo. Ellos quizá
sean capaces de aceptar la historia cuando les digamos sobre todo lo que
pasó, pero no estoy segura de que quieran que te vuelva a ver otra vez.”
☾ Capítulo veintiuno.
“DOMINIC”
E
l padre de Marissa se nos quedó mirando fijo al tiempo que
impedíamos que dejara pasar al oficial de policía a su casa. Pude ver
entonces que la idea de que los vampiros pudieran existir aún no había
echo fondo en sus padres.
“Hablaremos con él en el porche del frente. No sería una buena idea
invitarlo a pasar, con mamá tan enferma con la gripe.” Marissa miró hacia
atrás a su madre quien inmediatamente comenzó a toser.
Amé a su madre de una.
“Lo comprendo, Marissa,” dijo su padre, finalmente captando la idea. “Los
acompañaré.” Cerró la puerta tras nosotros.
El policía se mantuvo erguido sobre un pie, luego sobre el otro, sus negros, y
globosos ojos saltando del padre de Marissa a Marissa, luego a mí. Parecía
perdido en qué hacer. Presumí que su trabajo era ingresar a la casa. Luego
de eso, no tenía importancia. Él podría dejar a Lynetta entrar en cualquier
momento.
Pero había sido frustrado y parecía inseguro de cómo proceder a
continuación.
Marissa y yo tuvimos el mismo pensamiento a la vez. Ambos borramos la
mente del oficial de policía respecto de las instrucciones de Lynetta. Luego
lo comandé telepáticamente: “Regresa a tu estación de policía y diles que
renuncias. Dile a tu jefe cuán perro es, y cómo no podías seguir soportando
en tus entrañas ni otro minuto de la simple visión de su horrorosa cara. Dile
que prefieres trabajar en un alcantarillado para vivir. Ahora vete!”
Marissa sonrió cuando el hombre irrumpió hacia su patrullero, con una nueva
misión en mente. El padre de Marissa tocó su brazo. “Qué sucedió? Estaba
listo para bajarlo de un golpe si mostraba sus colmillos o …”
“Usamos el borrador de memoria para quitarlo de sus pensamientos. Pero
Dominic telepáticamente le ordenó regresar al trabajo y renunciar a su
☾ Capítulo veintidós.
“MARISSA”
C
ompletamente desorientada, traté de desentrañar lo que había
sucedido. Un recuerdo huidizo se arrastró en mi cerebro. Dónde
había sentido tal sensación extraña anteriormente?
Luego lo conseguí. Cuando había soñado con el primer encuentro de Dominic
con Lynetta en el Lugar de las Hamburguesas. Un minuto estábamos en el
restaurante y después de un parpadeo estábamos de pie en un apestoso
callejón. Lynetta me había transportado?
Cerré mis ojos. Cuando Lynetta me había llevado a su casa, maldiciendo el
hecho de que era una bruja todo el tiempo, traté de aclarar su mente en un
último débil intento de protegerme. Quizá debido que era una anciana
vampiresa, o quizá debido al hecho que había convertido a Dominic y su
sangre vampírica me había transformado parcialmente, fui incapaz de
frustrarla.
Abrí mis ojos y me encontré a mi misma yaciendo boca abajo en la alfombra
del suelo de una gran habitación. No estaba segura de lo que me había
hecho, pero mi cabeza latía, y dolores agudos recorrían mi cuerpo en una
carrera sin fin. Toqué mi cuello donde se originaba la molestia y gemí por el
dolor. Mis dedos estaban manchados por mi sangre. Se había alimentado de
mí, o habría dejado a alguien más hacerlo? No lo recordaba, y no estaba
segura por cuánto tiempo había estado en esta habitación.
Cuando traté de elevarme del suelo, mi estómago revoloteó. Me hundí sobre
mis rodillas, tratando de evitar que mis entrañas se revolvieran demasiado o
evitar arrojar sobre el suelo. Podía la situación ponerse peor?
Miré a mi alrededor - una cama de dos plazas y media cubierta con un
acolchado rosa, su dosel combinando también de rosa, una dulce fantasía de
una joven chica. Cortinas de seda colgaban del dosel alrededor del borde,
cubriendo la cama de oscuridad. Imaginé que allí era donde dormía Lynetta
durante el día, aunque el negro sería más apropiado para su malvada
naturaleza. Pero entonces nuevamente, quizá era la habitación de huéspedes
y no la suya en absoluto.
☾ Capítulo veintitrés.
“DOMINIC”
C
omencé a recitar por la demonio acuática cuando Marissa no
respondía. Acaso Lynetta mantenía ahora alguna clase de poder sobre
ella? Tan pronto como la vampiresa brincó por Marissa, agarré a mi
chica. Caímos a unos pies de distancia sobre uno de los sofás llenos de
plumas, detenido nuestro desplome.
Gateé hasta ponerme en pie y continué recitando el cántico. Marissa
rápidamente me siguió atrás mío, suplicando a su demonio patrono para que
venga en nuestro auxilio una vez más.
Lynetta apenas le había errado a nosotros con la espada y había rebanado al
sofá en lugar nuestro, enviando a volar una ráfaga de plumas. A continuación
se cargó contra nosotros una segunda vez, pero se detuvo abruptamente y
se quedó mirando fijo al demonio que se apareció ante ella.
“Qué es esto?” Lyneta gritó, azotando a través de la figura acuosa con su
espada.
La demonio acuática onduló en su líquida forma azulada, mostrando sus
satinadas curvas. Se rió con la fuerza de la caída de una cascada, pero vaciló
frente a Lynetta, estudiando a la vampiro Qué es lo que estaba esperando?
Pero Lynetta parecía transfigurada ante la visión de la demonio también. O
estaba tratando de controlarla con su negra mirada al tiempo que hacía foco
sobre la figura de ojos azules? Puede que no sea capaz de hipnotizar a un
humano, pero la entidad no era humana. Podría tener éxito?
“Succiona el agua de su cuerpo,” Marissa suplicó.
Las palabras de su demonio patrono corrieron sobre mí como una sedosa
lluvia de verano. “Ella es la elegida.”
“Sí, si, por favor, destrúyela antes que nos destruya a nosotros,” dijo
Marissa, agitando frenéticamente hacia Lynetta.
La vampiresa aún no reaccionaba, tal vez insegura de qué hacer con la
criatura. Si no podía rebanarla en dos con su espada, o morderla, qué podía
☾ Capítulo veinticuatro.
“MARISSA”
C
uando desperté, Dominic se cernía sobre mí. Su mano acariciaba la
mía con un movimiento suave de ida y vuelta. Su delicado toque me
entibiaba todo el camino hasta la médula de mis huesos. Tan pronto
como sus oscuros ojos atraparon mi mirada, besó mi mejilla. “Gracias al cielo
que finalmente volviste en sí. Cómo te sientes?”
Miré alrededor del cuarto del hospital, y hacia abajo a la bata de hospital
que traía puesta y a la fina manta blanca que me cubría hasta la cintura. Un
brazalete plástico de identificación rodeando mi muñeca. El espantoso olor a
antiséptico flotando en el aire, pero la fragancia de las rosas blancas y
rojas amontonadas en la mesa de junto a mi cama, ayudaban a ocultar el
olor. “Qué estoy haciendo…”
“Estamos en el hospital. Recibiste algo de sangre, pero….”
Miró en dirección a una de las esquinas de la habitación. Cuando lo seguí con
la mirada, mi boca cayó completamente abierta. El hermano de Dominic
estaba parado sosteniendo una ballesta cargada con una estaca de madera.
Como una gigantesca flecha, el afilado extremo lucía aterrador. Me guiñó el
ojo.
“Qué está sucediendo?” le susurré a Dominic.
“No la matamos, Marissa. Lynetta vendrá por nosotros…por ti primero,
supongo. La detuviste de tenerme. Querrá destruirte, sin duda alguna.”
“No la matamos,” repetí, frotando mi frente, tratando de recordar qué
había pasado. Luego recordé. Donde debieron haber estado su vestido y sus
cenizas yaciendo sobre la cama de bronceado, ningún resto había quedado.
Busqué en los oscuros ojos de Dominic respuestas. “Dónde está Kate?”
Salió del baño sosteniendo un martillo y una estaca de madera. “Justo aquí,
Marissa.” Sonrió. “Estamos juntas en esto.”
Lágrimas se atoraban en mi garganta. Tenía los mejores amigos en el mundo.
“ Y qué hay acerca de ese policía?”
“Quieres una taza de café?” Escuché a Bill preguntarle a James algo más
tarde, alejándome del sueño de los muertos, aunque aún sentía que apenas
tenía fuerza.
“Sí, otra taza servirá. Tomaré tu lugar en la puerta.”
Tomé otro profundo respiro, mis ojos aún ardidos de no tener suficientes
horas de sueño. La luz del techo estaba apagada. Sólo las luces del baño y el
pasillo colaban dentro de la habitación como las cálidas luces nocturnas para
espantar las pesadillas. Podía ver todo en la oscuridad de todas formas,
pero Kate y James habían necesitado la luz.
James cerró la puerta tras de sí y se sentó en la silla de Bill fuera de la
habitación.
Dominic y Kate dormían tranquilamente en dos sillones enormes. Eché un
vistazo a la bolsa de sangre. Vacía.
Bien. Odiaba ser encadenada a un soporte metálico en caso de que algo malo
pasara. Aunque sin un arma no estaba segura de que pudiera detener a la
vampiresa si viniera por mi.
Estaba a salvo. No sólo los hechizos de mis padres nos protegerían, sino,
dado que Lynetta jamás fue invitada a pasar, no había forma de que pudiera
llegar a Dominic o a mí.
No mucho después de eso, derivé en el sueño nuevamente, sintiéndome
tranquila y segura.
Pero una hora después, escuché un ruido. Algo como golpeteando en la
ventana de mi habitación. Me senté mirando hacia allí. Tal vez sólo creí
escuchar un golpeteo.
Luego sucedió otra vez. Como piedras siendo arrojadas contra el cristal. Salí
de la cama y me dirigí hacia la ventana. Me sentía mucho mejor, aunque aún
cansada. Mi cabeza ya no latía, y estaba más firme sobre mis pies. Abriendo
las cortines, miré hacia el patio delantero.
Lynetta, aún llevando puesto su brillante vestido de noche negro, estaba
parada cerca de la lámpara de latón del patio, su pálido destello amarillo,
emitiendo sombras sobre el patio. Sosteniendo a Dominic por su garganta
con sus largos y huesudos huesos, me dedicó una sonrisa siniestra y sus
negros ojos ardían con odio.
Mi corazón casi se detiene.
Esa noche, por primera vez en mi vida, asistí al baile de brujas y hechiceros.
Si por mí fuera, no sería la última, sino la primera de muchas con el
hechicero de mis sueños. Un vals lento sonaba por encima nuestro, mientras
la fragancia a perfumes y colonias aromatizaban el aire. Risas,
conversaciones y música se entremezclaban en un agradable sonido de
regocijo.
Vestida en un vestido de noche en color púrpura brillante con un rocío de
purpurina y perlas adosadas a mi pelo en la forma más moderna de moda de
brujas, y usando unas sandalias de tirillas de tacón alto, me sentía como una
hermosa princesa férica. Especialmente bailando con el príncipe del reino.
“La más hermosa princesa férica que alguna vez haya conocido bajo las
estrellas.” Vestido en un esmoquin negro, su camisa de un sexy negro
también, Dominic mordía de forma cariñosa el lóbulo de mi oreja mientras
se deslizaba conmigo lentamente a través de la pista de baile.
“Sabes, es un poco raro.” Fruncí el ceño mientras consideraba algo extraño.
Fin
CORRECCIÓN Y EDICIÓN:
LUU Y CHLOE.
DECORACIÓN: MORENA.