Está en la página 1de 1

Antes de empezar...

A manera de resolver sus problemas, de pensar con mayor claridad y de desahogarse;


Ammy empezó a escribir algo parecido a un diario. El cual servirá como una referencia,
una forma de sentir lo que ella sentía, de llorar sus lágrimas y de experimentar ese vacío
que nos ataca a nosotros, adolescentes, que en algún momento llegamos a sentir eso. Esa
sensación de desamor y de vacío en el alma, ese silencio que a veces nos invade.

Mediante los escritos de Ammy se pone en exposición una etapa de la adolescencia pero a
la vez, conforme se va avanzando en la lectura, se descubre cómo, paulatinamente,
abandona esa sensación de desazón en su alma. Se apoya en algo extremadamente
intangible: el amor.

Y aunque suene cursi (créeme que no soy cursi, en lo absoluto), todos buscamos ser felices
amando y siendo amados. Creemos que es lo que nos llena y la verdad es que lo que nos
llena es un buen plato de comida o mucha gaseosa; el amor no nos llena, el amor nos lleva a
niveles estratosféricos de felicidad y a la billetera a un inexplicable nivel de vacío. El amor
nos puede convertir en seres extraños obsesionados con alguien, ya sea por celos o porque
no fuimos correspondidos. Razón tiene la gente al decir “¿quién entiende al amor?” y es
verdad, nadie lo entiende y mucho menos los seres humanos. Pero bueno, luego de haber
terminado una relación amorosa con alguien sólo nos queda decir adiós y pretender no
destrozarnos el alma - o la cara- de la otra persona.

Te recomiendo que empieces a leer con cierta cautela y buen humor estas líneas. Toma las
cosas con calma pues el estrés y la angustia hacen que las cosas se vean con menos
claridad. De todo corazón, gracias por aparecer en mi vida. Ya sea por haber generado un
ingreso en mi pinki billetera o por hacer que, directa o indirectamente, aprenda muchas
cosas que me sirven ahora.

También podría gustarte