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PENSAMIENTO DE LA ILUSTRACION Economia y sociedad iberoamericanas Poem) atte OTRO OE PROLOGO IBEROAMERICA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII: LA CRITICA ILUSTRADA DE LA REALIDAD A Susana y Laurita. Ex opjeto de este volumen es ofrecer una seleccién de las piezas mas carac- terfsticas del pensamiento ilustrado tal como se expandidé por Iberoamérica en la segunda mitad del siglo xvim y en los comienzos del x1x, pero una se- Jeccién limitada a Jos escritos de temas econdmicos y sociales. No intenta entonces, una muestra acabada del conjunto de Ja Ilustracién iberoamericana. Quedan fuera de ella, en primer lugar, por la naturaleza del tema, los tra- bajos que ya fuera con intenciones diddcticas, ya con objeto de divulgacién, exhibian las nuevas ideas a través de asuntos no referidos a la realidad ame- ricana. Tampoco incluimos trabajos literarios y cientfficos sobre temas ame- ticanos que, o bien serdn objeto de volimenes especiales de esta coleccién o bien son ajenos al andlisis de Ja sociedad. Por ultimo, hemos debido excluir ciertos documentos que correspondian a la naturaleza del tema pero que integran otro volumen de la coleccidn dedicade a la independencia.' Asi, por ejemplo, trabajos como la Carta a los espafoles americanos, de Viscardo, © la Representacion de los Hacendados, de Moreno, podrd encontrarlos el tector en dicho velumen. E! resultado es una muestra de cierta etapa de la Ilustracién iberoame- ricana —intermedia entre sus primeros pasos, de escasa huella en temas como el de Ia realidad social local, y el posterior y mds conocido de la independen- cia— en la que podemos encontrar varios tipos de documentos caracteris- ticos de la épaca. Asi, por ejemplo, Ia frecuente representacidu, en la que un sector de la sociedad —como los labradores y comerciantes michoacanos— critica los inconvenientes que padece y expone sus demandas. O los informes ! Pensamiento politico de la emancipacion (1790-1825). Seleccién, notas y cronologia de José Luis Romero y Luis Alberto Romero, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 1977, 2 vols. Ix y memorias en los que ciertos funcionarios, como el fiscal de Charcas Victorian de Viilava, examinan un problema particular y exponen su juicio al respecto , P y exp i P y la doctrina en que lo fundan. Como es natural, en ciertos casos ef problema de qué escoger y qué dese- char dentro de los limites del volamen —que intenta reproducir documentos completes, ha side arduo. No estamos seguros de haber acertado siempre en la decision. Hemos debido balancear la necesidad de cubrir cierto mini- mo de amplitud geografica, desde la Nueva Espafia al Rio de la Plata, con Ja de ofrecer ejemplares de los principales tipos de documentos y no omitir algunas piezas especialmente importantes por mérito propio come la Diser- tacién del peruana Baquijano, el Ensayo del brasilefio Azeredo Coutinho o la Memoria rioplatense del espafiol Félix de Azara. Posiblemente, entonces, un documento de cierta regién que hemos excluido hubiese sido m4s repre- sentativo que el de alguna otra, incluido para lograr cierto minimo de ampli- tud espacial en la muestra, Por otra parte, la seleccién debia dar lugar a auto- res no sdlo criollos sino también peninsulares, cosa que corresponde a fa naturaleza pte-independentista de esta etapa del pensamiento iberoamericano y dado que las paginas de aquellos funcionarios metropolitanos son muchas veces tanto o mds representativas de la Ilustracién iberoamericana. En buena medida, fueron ellos los intermediarios por los que las nuevas corrientes de pensamiento de la época Ilegaron a [as colonias y muchas veces los mejor formados, hasta ese momento, para exponerlas. Incluimos, por lo tanto, otre tipo de documento, mencs comprometido sectorialmente, mds amplio en sus objetivos politicos. Corresponde a esos funcionarios oficiales celosos de los intereses de la Corona —no es necesario recordar aqui la fuerza de! regalismo en el perfedo borbénico y su encarna- cién en la élite administrativa— que pasan su curiosa y a menudo entusiasta mitada por algunas de las regiones del imperio colonial para informar a las autoridades, o al piblico, de sus caracterfsticas histdricas, econémicas, sociales y culturales, a la vez que propener las politicas necesarias para los objetives de su misidn. Una seleccién como ésta, sin los trabajos de Villava o Azara, seria excesivamente pobre para su objeto. Parte de los trabajos seleccionados estén ditigidos al andlisis de proble- mas econédmicos, pero aun asi suelen trascender este dmbito. Recordemos que la economia politica del siglo xviu fue més Ia ciencia de la sociedad que la disciplina que hoy conocemos por tal. La sociologfa atin no habia nacido y su objeto lo cubtia en gran parte el andlisis econdmico-politico, en cuanto la ética utilitaria caracterfstica de la Ilustracién ponia como objetivo de la ac- cién humana el logro de Ja felicidad a través del bienestar general y por cuanto se consideraba que las riquezas, bien distribuidas, eran el medio eficaz de alcanzarlo. Algo tainbién necesaria de justificaci6n es la presencia de algin trabajo que, como los del obispa novohispano Abad y Queipo, podrian suscitar re- patos en cuanto a su presunta pettenencia a la Ilustracién. Si bien su pensa- miento ha sido considerado, a veces, exponente de la renovacién de ideas en el dmbito cultural mexicano, también ha sido juzgado en ottas ocasiones como x parte de una corriente tradicionalista.' Reparos similares podria merecer el brasilefio Azeredo y Coutinho. Pero al llegar a este punto nos parece conve- niente abordar ya un conjunto de problemas que han preocupado a los histo- riadores de la Ilustracién iberoamericana y cuya dilucidacién podré ayudar a ubicarnos ante algunas dificultades como la recién aludida. Porque el pro- blema de qué documento incluir y cudl no —luego de cubiertos otros requi- sitos de la seleccién no atingentes al contenido de esos documentos— es también el problema de qué debemos entender por Ilustracién iberoamericana y, ain mds, el de si podemos considerar que realmente existid tal fendmeno en Ja cultura del siglo xvi colonial. LA ILUSTRACION [BEROAMERICANA EN LA VISION DEL SIGLO XIX Ex tema de fa Ilastracién iberoamericana ha ido recorriendo el camino que te trazé la evolucién de la historiogeafia contempordnea. Los “pensadores” nacionales de! siglo x1x lo habfan abordado segtin dos grandes lineamientos que conformaban un objetivo y un supuesto propios del perfodo posilumi- nista criollo. El objetivo era rescatar del olvido y enaltecer los considerados fundamentos —o por lo menos antecedentes— del pensamiento y la poli- tica de Ja Independencia. El supuesto lo constituia una concepeién de Ja his- toria come proceso movido por el desarrollo y choque de las ideas de sus actores. Uno de esos hombres del xx, heredero y critico, a la vez, de la [lustracién, puede proveernos una versién rotunda de tal punto de vista: “Es inttil detenerse en el cardcter, objeto y fia de Ja revolucién de la independencia. En toda la América fueron Jos mismos, nacidos del mismo ori- gen, a saber: el movimiento de las ideas europeas”? Este punto de vista tiene su explicacién en la historia politica posterior a los movimientos de independencia. Los proyectos de organizacién de csta- ' José Miranda, en Vida colonial y albores de la independencia —México, Sep-Se- tentas, 1972, p. 202—, incluye a Abad y Queipo en el movimiento ilustrado renovador de la segunda mitad del siglo. Hace fo mismo en, Las ideas y las insittuctones polilicas mexicanas, Primera parte, 1521-1820, México, Instituto de Derecho Comparado —UNAM—, 1952, p. 169, donde fo incluye entre los reformistas, grupo que distingue del de los radicales 0 revolucionarios, Pero en otto lugar de esta misma obra califica de tradicio- nalistas algunas facetas de su pensamiento, coma la defensa del fuero eclesidstico en la primera parte de su esctite sobre la inmunidad personal de] clero. Sin embargo, para Francisco Morales, la argumentacion del obispo electo michoacano aun ¢n este aspecto corresponde a la Ilusiracion: Clero y politica en México (1764-1834). Algunas ideas so- bre la autoridad, ta independencia y ta reforma eclesidstica, México, Sep-Setentas, pp. 51 y ss. Sobre el pensamiento de Azeredo Coutinho véase la Apresestagdo de Sergio Buar- que de Holanda a sus escritos en: J. J. da Cunha de Azeredo Coutinhe, Obras Econd- micas, S30 Paulo, Companhia Editora Nacional, 1966. El trabajo de E. Bradford Burns, “The Role of Azeredo Coutinho in the Enlightenment of Brasil”, The Hispanic American Historical Review, vol. XLIV, mayo 1964, esp. en pp. 151, 153, 160, sostiene en forma mds rotunda que cl anterior Ja inclusién de Coutinho en |a Tlustracién brasilefia 2 Domingo Faustino Sarmiento, Facunda, Bucnos Aires, El Ateneo, 1952, p. 109. XI

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