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Universidad de Chile

Facultad de Arquitectura y Urbanismo


Escuela de Posgrado
Magíster en Geografía

Elementos para la reflexión

¿E S P OS IBLE LA G ES TIÓN INTEG RADA DE CUENCA S


D ENTRO DEL MA RCO DE LAS
E VA LUA CIONES D E I MP A CTO A MBIENTA L ?

-Caso práctico: Proyecto Hidroeléctrico Aysén-

Cátedra: Medioambiente (Semestre III)


Profesor Hugo Romero
Alumna: Mónica Pinto Verdugo

Recoleta, 2 de Junio 2010

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ABSTRACT

El PHA es un proyecto controversial, y respecto de ello se pretende entregar elementos para la


reflexión, así, en primer lugar se intenta objetivizar su condición de megaproyecto,
contextualizándolo respecto de la “histórica” utilización de represas, y su contexto regional, país,
sudamericano y mundial.

A continuación, eludiendo argumentaciones valóricas enmarcadas en la justificación o desaprobación


del proyecto, se explora la pertinencia epistemológica, metodológica, y práctica del modo de
elaboración de las evaluaciones de impacto ambiental respecto de una potencial gestión de cuencas.
Se establece la existencia de simulacros teórico-metodológicos, y desde el ámbito profesional se
concluye una posmoderna no articulación entre lo que se pretende realizar y lo que efectivamente se
realiza.

0. CONTENIDOS

1 Introducción ............................................................................................................................................. 3
1.1 Represas e historia ........................................................................................................................... 3
1.2 Proyecto hidroeléctrico, servicios ambientales, y competencia multiobjetivo .......................... 4
1.3 Proyecto Hidroeléctrico Aysén (pha) .............................................................................................. 5

2 ¿Megarepresas? ...................................................................................................................................... 8

3 Justificaciones discursivas del PHA....................................................................................................... 11

4 Evaluación de impactos, simulacros, aspectos teóricos, metodológicos, y prácticos ...................... 14


4.1 Impactos y simulacros ................................................................................................................... 14
4.2 ¿Gestión de cuencas? .................................................................................................................... 16

5 Conclusiones .......................................................................................................................................... 19

6 Bibliografía ............................................................................................................................................. 20

7 Anexo 1................................................................................................................................................... 22

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Las claves de la degradación ambiental, la constituye la fragmentación
del conocimiento, que hace imposible mirar los fenómenos desde una
óptica marco y teniendo en cuenta todas sus variables; la cosificación
del mundo, que desencanta y vuelve mercancía a la naturaleza; y la
masificación de la racionalidad Instrumental que funda las bases del
pensamiento occidental.
E N RI QU E LE F F

1 INTRODUCCIÓN

1.1 Represas e historia

Una presa o represa corresponde a una barrera de piedra, hormigón, u otros materiales, que se
construye en una zona de angostura del lecho de un río, de manera tal que obstruya el libre curso de
las aguas, con el fin de generar una instancia de protección y control frente a futuras crecidas de
caudal, pero por sobre todo para almacenar (embalsar) o utilizar dichas aguas de manera inmediata o
posterior, ya sea para fines de riego, abastecimiento de agua a poblaciones, utilización industrial, o de
producción de energía.

La primera finalidad humana para la construcción de presas fue la de asegurar el abastecimiento de


agua de uso agrario, así la presa más antigua conocida corresponde a la de Menes, construida sobre el
río Nilo hacia los 4.000 años a.c., luego es posible citar la presa de Sadd el Kaffara, construida por los
egipcios de la tercera y cuarta dinastía hacia los 2.500 años a.c. con el fin de acumular el agua de las
lluvias invernales para distribuirla en tiempos de sequía. Esta presa posee dimensiones “modernas”:
una longitud de coronación de 105 metros y una altura de 11m, y fue construida mediante bloques de
piedras rellenados entre sí por cascotes. (Arquitectuba 2004).

Todas las culturas han construido represas, así por ejemplo en España, hacia el siglo II se construyó la
represa de Araya, la cual formaba parte del complejo hidráulico que suministraba agua a la ciudad de
Mérida. Al llegar a la india los ingleses contabilizaron 53.000 represas en la región de Madrás
(Arquitectuba 2004). Durante el siglo XVI los árabes construyeron las represas de Almansa,
Almonacid, y Elche. La represa de Almansa es la más antigua de Europa aún en funcionamiento, fue
construida en el año 1578, y actualmente entrega servicios para regadío y contención de las crecidas
de la rambla de La Canaleja 1.

El actual desarrollo de las presas está ligado a la incorporación de parámetros de diseño estático y
dinámico, y al desarrollo de la electricidad. Así la invención del generador eléctrico (Faraday 1831), y
el nivel de desarrollo que alcanza la ingeniería, la física, y la matemática respecto de establecer en
conjunto condiciones de deslizamientos, derrumbes, y resistencia de los muros, permiten que en
1859 en Aix, Francia, con el fin de abastecer con agua potable a la población, se construya la primera

1
Rambla: cauce con caudal temporal u ocasional.
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presa diseñada de manera “moderna”, y en 1880 en Northumberland, Gran Bretaña, se construya la
primera presa hidroeléctrica. (Arquitectuba 2004).

El desarrollo y auge del uso de la energía eléctrica hacia principios del siglo XX, y el comienzo del
explosivo crecimiento de las ciudades determinan que cada vez se comiencen a construir presas más
grandes. Así, bajo el doble objetivo de constituir una reserva de agua dulce y generar electricidad,
utilizándose 3,36 millones de metros cúbicos de hormigón en el año 1935 en el río Colorado, -Estados
Unidos-, se construye la presa Hoover, de 221 metros de alto y 379 metros de longitud de
coronamiento, con lo cual se forma el lago Mead, de 284 km de longitud y 13 km de ancho, uno de
lagos artificiales más grandes del mundo. (Arquitectuba 2004).

Como consecuencia a partir de la década del 50’ se comienzan a construir megarepresas 2, situación
que tiene dos instancias cúlmine:
La construcción en 1950 de la represa de Owen Falls, sobre el río Nilo Blanco, en Uganda,
conformando la actual mayor superficie embalsada del mundo, con un volumen nominal de
205 Km3; y
La inundación que sufriría el patrimonio egipcio de Abu Simbel, debido a la construcción de la
presa alta de Asuán (Saad al Aali), iniciada en 1960; respecto de lo cual la Unesco, coordinó el
rescate literalmente pedazo a pedazo de (sólo) 24 monumentos que fueron reubicados en las
cercanías de la presa o “donados” a los países que “colaboraron” en el rescate.

Así, la experiencia que otorga las más de 80.000 represas construidas en el mundo durante los últimos
40 años (Arquitectuba 2004), respecto de las cuales la sociedad civil, académica, y técnica observa la
existencia y evolución de cambios sociales, ambientales, y ecosistémicos, y las instancias de reflexión
internacional gatilladas a partir de las instancias cúlmine mencionadas, derivan en un debate entre
opciones pro-represas y anti-represas, por lo cual toda construcción de una represa debe ser
legitimada mediante su sometimiento a los sistemas de evaluación de impacto ambiental vigentes, lo
cual impulsa a conceptualizar a las represas con fines energéticos bajo el concepto sistémico de
“proyecto hidroeléctrico”.

1.2 Proyecto hidroeléctrico, servicios ambientales, y competencia multiobjetivo

Un proyecto hidroeléctrico incluye obras permanentes y obras temporales. Dentro de las obras
permanentes se encuentran la o las centrales, embalses, presas, sistemas de transmisión eléctrica,
infraestructura (caminos, puertos), y equipamiento (relleno sanitario). Dentro de las obras temporales
o instalaciones de apoyo se encuentran instalación de faenas, campamentos, yacimientos, caminos
provisorios, y escombreras.

Ahora bien, en conformidad con lo mencionado en la “revisión histórica” realizada, tenemos que un
proyecto hidroeléctrico posee características multiobjetivo, en cuanto puede entregar servicios
(ambientales) de provisión, regulación, y culturales. Entre ellos se encuentran:

2
Según el ICOLD (Comisión Internacional de Grandes Represas) se consideran grandes represas aquellas que cumplen con
uno de los siguientes requisitos: una altura superior a los 15 metros, las que poseen entre 10 y 15 metros de altura y una
longitud en el coronamiento superior a 500 metros, o que embalsen más de 1 hm3 (1.000.000 m3) de agua. (www.icold-
cigb.net).
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Provisión: Energía.
Regulación: de crecidas, climático, de sedimentos.
Cultural: Recreacional, turísticos.

En ello la situación multiobjetivo implica que los diferentes servicios compiten de manera interna y
externa. La competencia “interna”, está dada por el agua embalsada, a la vez que cada tipo de
servicio posee un modo característico de operación diario o anual del reservorio. Así, el operador del
proyecto puede optimizar los beneficios energéticos (de generándolos o acumulándolos) según la
normativa vigente, las condiciones ambientales in situ, y los compromisos de otorgamiento de
servicio previamente pactados con actores como la empresa privada, empresa pública, sociedad civil,
y gobierno. Pero a la vez, para controlar las inundaciones, el operador puede necesitar subir o bajar el
nivel del embalse; dicho de otro modo, cada servicio otorgado puede requerir un modo de operación
diferente y no complementario del reservorio. Por su parte, la competencia “externa”, está dada por
el embalsamiento o no embalsamiento, lo cual se resume en una evaluación social, política, y
ambiental que implica la construcción o no del proyecto hidroeléctrico en cuestión, dada la existencia
de otras opciones de estrategias de desarrollo para la zona en estudio.

Según Sotolongo et al (2006), esta situación multiobjetivo, de no complemetariedad y competencia


surge en los organismos o sistemas complejos, y está asociada a la confrontación de “criterios de
diseño”, que generan problemas de optimización. Por ejemplo en un barco el poseer un casco más
fuerte lo hacer ser más resistente, pero a la vez menos ágil en las maniobras (Sotolongo 2006:46), lo
interesante de esta situación es que el “problema de diseño”, no se resuelve mediante criterios de
objetividad o verdad (a modo de las ciencias decimonónicas), sino con la necesaria introducción de
juicios de valor o declaraciones implícitas o explícitas de interés o necesidad.

1.3 Proyecto Hidroeléctrico Aysén (PHA)

El PHA se localiza entre 47º y 49º latitud Sur, y entre los 72º30’ y 73º30’ longitud Oeste, y plantea la
construcción de cinco centrales de generación hidroeléctrica: Baker 1, Baker2, Pascua 1, Pascua 2.1, y
Pascua 2.2. El proyecto considera una extensión de 8.722 hectáreas, dentro de las cuales 5.910
hectáreas corresponden a la superficie de embalsamiento de todas las centrales 3.

El PHA dispondría de una potencia media anual instalada de aproximadamente de 18.430 GWh, la
cual se inyectará al Sistema Interconectado Central (SIC). Esta potencia media anual es equivalente al
35% del consumo de Chile del año 2008, y al 21% del consumo proyectado para el año 2.020.
(HidroAysén, 2008, 2010). La ubicación y potencia de las centrales es la siguiente: (Corema-Aysén
2008).

Baker 1 se ubica en la angostura Chacabuco, unos 1.000 m aguas arriba de la confluencia de


los ríos Baker y Chacabuco, y tiene una potencia de 660 MW.
Baker 2 se ubica en la angostura El Saltón, unos 2 km aguas arriba de la confluencia de los ríos
Baker y El Saltón, y tiene una potencia de 360 MW.

3
De las 5.910 hectáreas a embalsar, 1.990 hectáreas, -es decir el 33,67%-, actualmente corresponden al cauce natural de
los ríos.
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Pascua 1 se emplaza en la angostura lago Chico, unos 1.200 m aguas arriba de la confluencia
del río Pascua con el desagüe del lago Gabriel Quirós, y tiene una potencia de 460 MW.
Pascua 2.1 se ubica en la angostura río Pascua, unos 8 km aguas arriba del sector de San
Vicente, y tiene una potencia de 770 MW.
Pascua 2.2 se ubica en la angostura San Vicente, unos 4 km aguas arriba de la confluencia del
río Pascua con el desagüe del lago Quetru, y tiene una potencia de 500 MW.

Como proyecto hidroeléctrico, el PHA contempla además de las centrales mencionadas, instalaciones
permanentes como:
Obras de infraestructura en Cochrane, correspondientes a oficinas y un conjunto de 40
viviendas unifamiliares de 140m2 localizadas en la Zona de Extensión Urbana Residencial
indicada en el Plan Regulador Comunal de Cochrane.
Sistema de abastecimiento eléctrico de faenas, donde destaca la central “Del Salto”, que
abastecerá y posibilitará la construcción y faenas de las centrales Baker 1 y Baker 2. Ésta
central es “de pasada” y posee una potencia nominal de 14Mw. Se ubicará aproximadamente
a 15 km al sur de la ciudad de Cochrane, junto a la Carretera Austral (Ruta 7) en la zona de los
puentes Mellizos 1 y 2 del río Del Salto. (HidroAysén, 2008).
Sistemas de enlaces de transmisión eléctrica, siendo el primero entre la central Del Salto y las
centrales Baker 1 y Baker 2, y luego entre las distintas centrales. 4
Infraestructura portuaria correspondiente al mejoramiento de las instalaciones en el Estero
Mitchell, (Comuna de Tortel), para efectos del ingreso de insumos, materiales, y maquinarias.
Se contempla la construcción de un terminal marítimo y un puerto en el sector de Puerto
Yungay, con un muelle de 100 metros que permitiría la operación de buques de hasta 9
metros de calado (HidroAysén 2010), además de la instalación de una estación de servicio y de
almacenaje y distribución de combustibles. En Puerto Río Bravo se habilitaría una nueva
rampa y se aumentaría el área de estacionamientos para permitir las maniobras de camiones
de carga.
Infraestructura caminera, que implica la construcción de 90 Kms. de nuevos caminos, el
mejoramiento de otros 187 Kms., y la reposición de 10 Kms. de caminos públicos existentes.
Equipamiento de telecomunicaciones: El PHA considera un sistema de 9 radio estaciones VHF,
que cubrirá el 95% de la zona de emplazamiento con capacidad para canales de voz y un canal
de datos para enlace de comunicaciones para GPS. Cada radioestación con antena VHF estará
conformada por un poste de unos 10 a 15 m de altura. Las antenas serán verticales de 1,5 a
2,0 m de longitud. Adicionalmente, se requiere de un recinto tipo contenedor de
aproximadamente 3x3 m para alojar los equipos. La superficie total requerida por cada
radioestación corresponde a 225 m2 (15x15 m).
El PHA contempla un único relleno sanitario con capacidad de manejo de lodos y manejo
pasivo de biogás, que se ubicará en la zona de San Lorenzo, y operará en las etapas de
construcción y operación de las centrales. Para disponer los residuos que se generarán de
manera previa a la implementación del relleno San Lorenzo, se establecerán convenios
regionales.

4
El sistema de enlace del PHA con el SIC mediante una línea de corriente continua no forma parte del PHA y “será
presentado en su oportunidad al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental por el titular del correspondiente proyecto
de transmisión”. (EIA del PHA, HidroAysén 2008, página 12).
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Además el PHA considera instalaciones temporales que sirven de apoyo durante la etapa de
construcción, las cuales corresponden a:
Campamentos, que consideran “áreas de habitaciones, casinos y comedores, zonas de
esparcimiento, oficinas, policlínico, estacionamientos, área de administración del
campamento, estación de servicio de combustible, taller de mantenimiento para vehículos
menores, sistema único de abastecimiento de agua potable con sus correspondientes
estanques de acumulación y planta de tratamiento, planta de tratamiento de aguas servidas,
helipuerto y recintos para albergar grupos electrógenos, transformadores y sala
eléctrica”(HidroAysén 2008).
Instalaciones de faenas, que contemplan talleres, patios de acopio de materiales y
maquinarias, estaciones de servicio de combustibles, polvorines, zonas de acopio temporales
de residuos industriales, centro médico, yacimientos, plantas de áridos, plantas de hormigón,
escombreras y estaciones de paso.
Caminos provisorios que permitan el acceso a los frentes de obras, e instalaciones.
Yacimientos de obtención de áridos para la fabricación de hormigón y otros rellenos.
Plantas de áridos y hormigones asociadas a los yacimientos
Escombreras en donde se deposita el material proveniente de la excavación de las obras y que
se haya utilizado para efectos de relleno.
Estaciones de paso proyectadas al costado de la ruta 7 para efectos de pernoctación
voluntaria o involuntaria del personal que realiza transporte de carga e insumos entre las
distintas instancias del PHA; y
Un Centro médico localizado en Cochrane, con capacidad resolutiva para el manejo de
accidentes y enfermedades del personal del PHA. Para ello se proyecta un equipo conformado
por a lo menos un médico cirujano general, un médico traumatólogo, un enfermero, un
paramédico y un chofer. (HidroAysén 2008).

La construcción del PHA comprenderá un período de 12 años, construyéndose las centrales en el


siguiente orden: Baker 1, Pascua 2.2, Pascua 2.1, Pascua 1 y, finalmente, la central Baker 2, entrando
respectivamente en operación en los años 5, 7, 9, 11 y 12. Se proyecta que el PHA requerirá de mano
de obra equivalente a 2.260 hombres mes, con un valor mensual máximo de 5.100 personas en el
tercer trimestre del año 5, pues en este período se estarán construyendo de manera simultánea las
centrales Baker 1, Pascua 2.1 y Pascua 2.2. Ahora bien, durante la operación de las centrales se
requerirán 140 personas.

A pesar que el PHA se proyecta con una vida útil de 50 años, “la operación del PHA se considera de
duración indefinida, dada la naturaleza del mismo, ya que estas obras tienen la posibilidad de
mantenerse operativas si se realizan las adecuadas mantenciones periódicas” (HidroAysén 2008). Esto
se justifica en que HidroAysén destaca que no son las obras, “sino los equipamientos los que están
propensos a tener obsolescencia” (HidroAysén 2008).

Respecto de los costos, se estima que la inversión total del proyecto ascenderá a US$3.200 millones
de dólares, lo cual incluye desde los estudios previos hasta la construcción y funcionamiento del PHA
(HidroAysén, 2008). Esto equivale al 1,88% del PIB del año 2008.

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2 ¿Megarepresas?

El PHA es un proyecto controversial que ha sido ampliamente rechazado por la comunidad nacional, y
por organizaciones ambientalistas. Este rechazo principalmente alude a la intervención de la
Patagonia Chilena, -territorio virgen-, y al carácter de megarepresas que tendría el proyecto. Ahora
bien, dada la actual situación de cuestionamiento ambiental que impulsa la comunidad internacional,
y desde una posición no directamente enmarcada dentro de las instancias de poder económico y
político dominantes, resulta relativamente fácil argumentar en contra del PHA, ante lo cual, puede
considerarse como un ejercicio académico no el argumentar a favor, sino que intentar objetivizar el
carácter y alcances del proyecto, e introducir perspectivas que se articulen desde lo técnico-
profesional más que desde lo meramente “ambientalista”. Con lo primero se posiciona al PHA dentro
del contexto mundial de las represas, y con lo segundo se verifica si realmente estamos realizando lo
que pretendemos realizar desde nuestra geográfica trinchera disciplinaria..., o a lo menos avanzamos
hacia ello.

Así, en primer lugar cabe una simple revisión al carácter “mega” de nuestras represas. Para ello es de
utilidad contextualizar al PHA respecto de otros proyectos hidroeléctricos, respecto de lo cual llama la
atención que el carácter de megarepresas sólo es factible dentro de nuestra realidad nacional,
situación que se puede observar en las tablas 1, 2 y 3.

La Tabla 1 alude al volumen de hormigón utilizado en la construcción de las mayores presas del
mundo, respecto de lo cual el PHA se encuentra en una situación marginal, así Syncrude presenta 540
hm3, Itaipú, -el mayor proyecto hidroeléctrico sudamericano 12,6 hm3-, y Baker 1, la mayor de las
presas del PHA 2,4 hm3.

Igual situación podemos desprender de la Tabla 2, que entrega volúmenes embalsados, en dónde
destaca la presa turca de Özköy, con 940.000 hm3, Itaipú con 29.000 hm3, y Baker 2 con “sólo” 380
hm3.

Tenemos entonces que el carácter de megarepresa sólo es aplicable dentro del contexto país,
situación que se puede observar en la Tabla 3, que entrega información de las presas Ralco, Pangue,
Pehuenche, las 5 presas del PHA, y la de Itaipú, para tenerla como referencia dado su carácter de
mayor presa sudamericana. Así, el PHA se enmarca como megaproyecto, pero muy por debajo de
Ralco y Rapel.

Ahora bien desde el punto de vista degeneración de energía a nivel país, no cabe duda de que el PHA
es un megaproyecto que simboliza el uso intensivo del recurso hídrico, puesto que su generación
media anual de 18.430 GWh, representa el 77% de toda la producción hidroeléctrica de Chile del año
2008, y el 35% del consumo total eléctrico de nuestro país también para el año 2008; situación que
magnifica al considerar que la inversión del PHA equivale al 1,88% del PIB del mismo año, a
aproximadamente el 40% del presupuesto nacional de educación para el año 2010, y al 10% de los
costos proyectados de reconstrucción del terremoto del 27-02-20105.

5
Cálculos propios sobre información de Ley de presupuestos 2010 (DISPRES 2010) y Banco central (www.bcentral.cl).
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TABLA 1: MEGAREPRESAS SEGÚN VOLUMEN DE HORMIGÓN DE LA PRESA

Fuente de información: INGENDESA 2009, ICOLD 2008.

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TABLA 2: MEGAREPRESAS SEGÚN VOLUMEN DE EMBALSAMIENTO

Fuente de información: INGENDESA 2009, ICOLD 2008.

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TABLA 3: MEGAREPRESAS EL CONTEXTO CHILENO Y SUDAMERICANO

Fuente de información: INGENDESA 2009, ICOLD 2008.

3 JUSTIFICACIONES DISCURSIVAS DEL PHA

El PHA se sustenta y justifica bajo discursos elaborados sobre 4 pilares: Independencia energética,
Proyecto eficiente, “Progreso para Aysén y crecimiento para Chile”, y Energía ambientalmente
sustentable.

El discurso de la independencia energética posee dos ideas fuerza. La primera radica en la necesidad
inmediata de diversificar la matriz energética, y disminuir nuestra dependencia de combustibles
fósiles, respecto de los cuales como país no poseemos reservas importantes y debemos importar el
72% de la energía consumida en forma de petróleo, gas, y carbón (CNE 2010). A esto se suma el hecho
de que el PHA, debido a las características nivo-pluviales de los ríos Baker y Pascua que derivan en
una baja variabilidad anual de su caudal, sumado a los efectos reguladores de los lagos General
Carrera, Bertrand, y O’Higgins, disminuiría de un 23% a un 9% la inestabilidad energética del SIC,
originada por los escenarios de sequía impulsados por fenómenos ENSO (Niña-Niño).

Ahora bien, bajo esta noción de inmediatez se fundamenta la urgencia de la utilización de la energía
hidroeléctrica; por lo cual desde el interior del PHA no se niega la existencia de otras vías alternativas
de energía, como eólica, nuclear, mareomotriz, geotérmica, pero se alude a que éstas son de más
lenta implementación, a la vez que dicha implementación implicaría un costo hasta 8 veces mayor
que el costo de una central hidroeléctrica (HidroAysén 2008, Raineri 2007), situación que implicaría
un necesario aumento de tarifas.

La segunda línea argumental alude al costo de la energía eléctrica en Chile, la cual ha aumentado un
50% el último año, y un 100% durante los últimos 3 años, debido al creciente gasto en gas, carbón, y
combustibles líquidos utilizados en la generación termoeléctrica, lo cual implica que entre los años
2007 y 2009 se gastaron US$ 5.800 millones adicionales en combustibles fósiles utilizados en la
producción de electricidad, respecto de lo cual el PHA implicaría un ahorro de US$ 495 millones al
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año, cuando esté plenamente implementado. (Raineri 2007). A los altos costos mencionados se suma
el hecho de que en Chile la energía eléctrica se utiliza de manera intensiva, necesitándose cada año
2.500 a 3.000 GWh adicionales de energía. Esta situación se refleja en que la curva de crecimiento de
nuestro PIB equivale a la curva de utilización de energía, lo cual nos posiciona como un país “en vías
de desarrollo”, alejado de parámetros como los de la OECD. (Raineri 2007, Tokman 2008). (Figura 1).

FIGURA 1: RELACIÓN ENERGÍA Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

Fuente de Información: Salazar 2008.

Además el PHA se plantea como un proyecto eficiente debido a que su potencia por hectárea de
embalse es de 0,47 MW/há y la generación anual por unidad de superficie es de 3,12 GWh/há. Este
nivel de “eficiencia”, implica la reducción de las superficies embalsadas para lograr igual nivel de
potencia. Comparativamente podemos mencionar que la eficiencia anual del Complejo Binacional
Itaipú es de 0,7 GWh/há, y el de la Central Rapel es de 0,125 GWh/há, lo cual implica que en
comparación a Rapel el PHA genera una media anual 13 veces superior en la mitad de superficie de
embalsamiento. (HidroAysén 2010).

Por otra parte, el lema “Progreso para Aysén y crecimiento para Chile”, es sostenido desde la
perspectiva de la homologación del crecimiento económico con el ya mencionado crecimiento de la
disponibilidad energética, respecto de lo cual el uso intensivo de un “recurso propio” y de baja
variabilidad anual permitiría un “blindaje” de las economías locales, regionales, y nacionales respecto
de procesos inflacionarios reflejados en los precios de los combustibles fósiles. En términos regionales
y locales, a lo mencionado se sumaría el dinamismo laboral que inyectará a la región de Aysén la
necesidad de mano de obra durante los 12 años de construcción del PHA, lo cual impulsaría el área de
servicios, hotelería, trasporte, y comercio asociados al PHA, y posteriormente impulsaría .el desarrollo
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turístico en áreas ambientalmente protegidas debido al mejoramiento de infraestructura portuaria y
caminera. (HidroAysén 2010).

Por su parte, HidroAysén afirma que en términos regionales, Aysén se vería beneficiada por el bajo
costo prometido para la energía hidroeléctrica para esta región, y por el “aporte en conocimientos
científicos que se han desarrollado entorno al PHA. (HidroAysén 2010).

El lema de progreso para Chile (es decir para la zona central de Chile, que concentra el 90% de la
población y que en términos energéticos significa el SIC), está directamente asociado a la noción de
independencia energética. Así surge la problemática de disponibilidad del recurso, dado que
actualmente Chile aprovecha sólo el 25% de su potencial hidroeléctrico (Salazar 2008). Ahora bien, el
porqué de “utilizar” a la región de Aysén radica en la saturación de la oferta en la zona central, dado
que prácticamente toda la capacidad embalsada ya estaría implementada, correspondiéndole un
menor factor de planta, presentándose una situación de límite de capacidad de carga. (Ver Figura 2).
Ante esta situación existen dos soluciones: detener el crecimiento de la demanda eléctrica, lo cual es
inviable dada la legitimada relación grado de desarrollo-gasto energético, o impulsar la creación de
zonas abastecedoras de energía6. En esto último Aysén presentaría las condiciones ideales, dado su
alto potencial y prácticamente nula explotación hidroeléctrica, la baja variabilidad estacional de
caudal de los ríos Baker y Pascua, respecto de lo cual el único impedimento es la gran distancia entre
la “oferta y la demanda”, pero ello no resulta una dificultad desde el punto de vista técnico y
tecnológico.

FIGURA 2: SIC: CAPACIDAD DE CARGA

Fuente de Información: CNE 2010, Salazar 2008

6
No se menciona a posibilidad de utilización de energías alternativas ya que ello se encuentra fuera de las líneas
argumentales utilizadas a favor del PHA.
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El discurso de la sustentabilidad ambiental del PHA organiza sus ideas fuerza en torno a dos ejes. El
primero corresponden al de la energía limpia, en contraposición a la electricidad generada mediante
combustibles fósiles, respecto de lo cual el PHA reemplazaría (o equivale) a siete centrales
termoeléctricas, que generarían en conjunto 16 millones de toneladas al año de gases contaminantes,
equivalentes al 25% del total de las emisiones actuales anuales chilenas, de estos gases. (HidroAysén
2010).

El segundo eje de sustentabilidad ambiental corresponde al criterio de “diseñar mitigando”, lo cual


implica identificar e incorporar durante el desarrollo conceptual del proyecto la identificación de
impactos y a la vez su potencial mitigación mediante parámetros de diseño. Así, HidroAysén ha
optado por acciones como no intervenir en los niveles de los lagos Bertrand y O’Higgins; minimizar el
área de embalse respecto del proyecto original7; restituir de manera total de las aguas utilizadas,
disminuir a dos metros la máxima oscilación diaria de los embalses, por lo cual no se introducen
modificaciones de caudal intradiario en los ríos, e introducir parámetros paisajísticos que se traducen
en la implementación de obras subterráneas, y en el alejamiento del trazado de las líneas de alta
tensión de zonas turísticas. (HidroAysén 2010).

4 EVALUACIÓN DE IMPACTOS, SIMULACROS, ASPECTOS TEÓRICOS, METODOLÓGICOS, Y


PRÁCTICOS

4.1 Impactos y simulacros

Las justificaciones y discursos mencionados sustentan la declaración por parte de HidroAysén de un


total de 111 impactos generados por el PHA, 77 para la etapa de construcción y 34 para la operación.
De ellos son 7 positivos y 70 negativos para la etapa de construcción, y 5 positivos y 29 negativos para
la etapa de operación. (Ver anexo 1).

Estos impactos son establecidos mediante la parcialización del objeto de estudio según las disciplinas
científicas actualmente validadas y legitimadas, dentro de las cuales podemos citar: geología,
hidrología, geomorfología, paisaje, turismo, antropología, sociología, economía, y geografía, entre
otras. Ahora bien, los impactos establecidos en el EIA del PHA corresponden a los ya clásicamente
establecidos al respecto, así la Figura 3 que da cuenta de la generalidad de impactos posibles de
establecer en un proyecto hidroeléctrico, perfectamente sintetiza los impactos del PHA presentados
en el Anexo1.

A partir de este trabajo se plantea entonces la existencia de una problemática no en el tipo cantidad o
pertinencia de los impactos identificados en el PHA y su justificación asociada, sino la existencia de un
salto conceptual desarrollado al interior de las ciencias medioambientales o ciencias de la tierra. Este
salto conceptual tiene relación con la superación epistemológica del modo fragmentario y parcial de

7
1998, se realizó un segundo estudio de prefactibilidad, referido a un proyecto compuesto por las mismas cuatro
centrales, las que eran capaces de producir un total de unos 20.600 GWh al año y con embalses que cubrían una superficie
El año 1998 el proyecto consideraba unos 20.600 GWh al año, con embalses que cubrían una superficie estimada de
30.000 hectáreas. (HidroAysén 2008a).
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las ciencias decimonónicas, situación que desarrolla e impulsa la incorporación del concepto de lo
sistémico y la noción de complejidad, pero las pertinencias y alcances metodológicos de dicha
conceptualización aún están en desarrollo, ante lo cual se sigue utilizando el modo de aprehensión y
conceptualización de la realidad decimonónicamente desarrollada, sólo actualizada respecto de las
nuevas técnicas y tecnologías adoptadas. (Por ejemplo mejor instrumental, mejor capacidad de
procesamiento de datos, etc.).

Lo planteado puede ser burdamente ejemplificado en la Figura 3, mediante el ejercicio de verificar si


la esencia, o lo que se pretende representar en la imagen de “Integrated Watershed Management” es
equivalente a la sistematización disciplinaria asociada a impactos presentados en el cuadro de los
“Effects of hydro dam construction”. Ahora bien, se enfatiza que dicho salto conceptual no radica en
la pertinencia profesional o técnica de los involucrados en los estudios, sino en una instancia
transicional epocal entre las instancias que articulan paradigmas y metodologías.

FIGURA 3: CONCEPTO-MÉTODO-RESULTADO: SISTEMAS AMBIENTALES E IMPACTOS

Fuente de información: Modificado de Schreier et al. 2004.

Así, los estudios ambientales que conforman a las EIA se enmarcan dentro de un doble simulacro:
El primer simulacro alude a la “creencia” de que se está abordando a la naturaleza como un
“sistema”.
El segundo simulacro, alude a que los impactos establecidos no derivan de la observación o
directa aprehensión de la realidad, (situación descartada desde principios del siglo XIX), sino
de modelamientos que reemplazan o representan a la realidad en cuestión.

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4.2 ¿Gestión de cuencas?

Como corolario de lo mencionado respecto de una potencial gestión estratégica e integrada de


cuencas, se observa un primer obstáculo de carácter “legal”, puesto que el reglamento del SEIA sólo
en sus artículos 6 y 84 menciona la instancia “cuenca”, respectivamente aludiendo a:
Efectos adversos significativos sobre calidad, volúmenes, caudales y superficies de recursos
hídricos involucrados, (Artículo 6 letra n); y
Potenciales perturbaciones de flujos de agua subterránea o superficial, ya sea por
contaminación o uso “incluyendo un plano de la hoya hidrográfica involucrada, que contenga
la identificación de zonas habitadas” (sic). (Artículo 84 letra e).8

Entonces, en primer lugar la aplicación práctica de la consideración de la cuenca como unidad de


análisis en el marco de un EIA se vuelve inviable por la inexistencia de obligaciones legales al respecto.
A ello se suma, en la practicidad del quehacer del EIA del PHA, el hecho de que las cuencas de los ríos
Baker y Pascua son binacionales, tal como se observa en la figura adjunta.

FIGURA 4: PHA: CUENCAS, ÁREAS DE EMBALSE Y EMPLAZAMIENTO DEL PHA

Fuente de Información: Elaboración propia sobre HidroAysén 2008.

8
MINSEC D.S. No. 95 de 2001.
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A esta relación entre el emplazamiento del PHA, -reflejada en sus áreas de embalsamiento-, y las
cuencas Baker y Pascua como sus “contenedoras”, se ven enfrentados los equipos profesionales,
previamente compuestos y diferenciados según las divisiones disciplinarias legitimadas ya
mencionadas; situación que se ve agravada por el hecho de que en las primeras instancias de
desarrollo de las líneas de base ambiental, los profesionales en cuestión desconocen la localización de
las áreas de embalse, contando sólo con el polígono de área de emplazamiento del proyecto,
presentado en la Figura 4. Se comprenderá entonces la titánica dimensión de las tareas a llevar a cabo
por los grupos profesionales, consistentes en generar y establecer información a una escala regional y
local de los diversos componentes en cuestión.9, en una zona de emplazamiento que abarca
aproximadamente 76.000 hás, y de la cual o no se posee información, o ésta se encuentra a pequeña
escala (1:250.000, ó 1:100.000), o sólo se cuenta con algún estudio específico.

A medida que se desarrolla el proyecto, dicho polígono se ajusta a límites hidrográficos y


morfológicos, y una vez conocidas las áreas de embalsamiento, dado que en conjunto éstas
corresponden a un 0,1352% del área total de las cuencas, (ver Tabla 4), se considera que las áreas de
influencia del PHA sólo abarcan al entorno local del emplazamiento, descartándose todo “estudio de
cuencas”, dada la “poca o prácticamente representatividad del proyecto en la cuenca”, ello sin ni
siquiera llegar a discutir la problemática de los derechos de aguas o de los posibles actores
involucrados...

TABLA 4: PHA: PORCENTAJE DEL ÁREA EMBALSADA RESPECTO DEL ÁREA DE LAS CUENCAS

Fuente de Información: HidroAysén 2008

Dado que la argumentación de la relación de tamaño cueca-áreas de embalsamiento, justifica la no


existencia de impactos a nivel de cuencas, y prosiguiendo con el desarrollo de los estudios de líneas
de base, nos encontramos que cada equipo profesional mediante “juicio experto” determina su
propia área de influencia10. Esta situación termina por desmoronar todo esbozo de aproximación
sistémica, y multi inter o trans disciplinariedad, aludidos mediante la Figura 3, dado que los impactos
establecidos son obtenidos a partir del estudio de emplazamientos territoriales diferenciales,
situación que se puede observar en la Figura 5.

9
Como escalas de análisis se consideran 1:50.000 y superiores.
10
El reglamento del SEIA indica que el área de influencia corresponde a la identificación de las áreas donde se podrán
manifestar los cambios que sean inducidos o provocados por el desarrollo del proyecto PHA.
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FIGURA 5: ÁREAS DE INFLUENCIA PHA

Fuente de Información: HidroAysén 2008.

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5 CONCLUSIONES

La catalogación del PHA como megaproyecto está afecto a la noción de escala y tipo de análisis,
puesto que no constituye ni en volumen de embalse, altura, longitud de coronamiento, o potencia, un
megaproyecto a escala sudamericana o mundial, ubicándose lejos de parámetros de centrales como
Itaipú. Además no es el mayor implementado en el país, puesto que las centrales Ralco y Rapel
presentan esta condición.

Ahora bien, en su conjunto el PHA si constituye para Chile un megaproyecto energético,


conformándose en símbolo del uso intensivo del recurso agua respecto de su significancia en el
sistema interconectado central, que abastece al 90% de la población del país. Además el PHA se
posiciona como megaproyecto en montos de inversión, dado que sus US$3.200 millones de dólares
equivalen al 1,88% del PIB del año 2008, a aproximadamente el 40% del presupuesto nacional de
educación para el año 2010, y al 10% de los costos proyectados de reconstrucción del terremoto del
27-02-2010.

Dejando de lado argumentaciones ambientalistas y desarrollistas, ya sea a favor o en contra del PHA,
y analizándolo en términos teórico-metodológicos y prácticos, tenemos que, a pesar de que la
Evaluación de Impacto Ambiental del PHA, es un “megaestudio”, (de 60.000 fojas y 10.000 de
resumen), de alto nivel técnico y profesional, se enmarca dentro de una conceptualización
decimonónica de la ciencia, que se organiza a partir de la fragmentación disciplinaria, e intentos de
objetivación que pretenden separar al sujeto del objeto, respecto de lo cual la concepción de sistema
ambiental, y una potencial gestión integrada de cuencas basada en dichos conceptos constituye el
más puro ejemplo de simulacro inmerso en un contexto epocal neoposmoderno, por medio del cual
se intenta superar (o sistematizar) el salto conceptual que existe entre la conceptualización de
sistema ambiental como complejidad, lo que se pretende realizar, y lo que finalmente se realiza. En
ello se identifican simulacros hasta de segundo orden, es decir simulacros dentro de simulacros, como
lo es en primera instancia la noción de sistema ambiental complejo, y en su interior el reemplazo del
la realidad por “modelamientos”, siendo sobre estos últimos que se identifican los impactos.

Ante esta situación, el manejo de cuencas en el mejor de los casos quedará reducido a la “gestión” del
agua en un modelo en cascada aguas abajo de la cuenca, es decir intentando asegurar la cantidad y
calidad del recurso para todos los involucrados por medio de una gestión “cuantitativa” de derechos
de aguas.

Dentro de este contexto la mayor problemática ambiental no radicaría en el potencial daño,


perturbación, o transformación de los sistemas ambientales, sino en el modo de conceptualización y
modos de articulación teórico-metodológicos-prácticos, que los profesionales ambientales han
legitimado desde tiempos decimonónicos.

Con esto no se quiere establecer que los profesionales en cuestión son a fin de cuentas los
“culpables” de la situación ambiental, sino meramente evidenciar que el problema ambiental se
sustenta en un problema “del conocimiento”, gatillado por nuestro modo de conocer, a la vez
detonado por la racionalidad fragmentaria que se impone como forma de dominio y control mediante
el modelo de desarrollo capitalista que -obligados o no-, hemos adoptado. Así nuestro modelo de
conocimiento y de desarrollo a la vez que fragmenta, interviene los sistemas, ya sea negando la
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existencia de límites o de umbrales, o desplazándolos discursivamente. Este último es el rol del
concepto de desarrollo sustentable, y la función que cumple la batería discursiva que justifica al PHA.

Para concluir tomo las palabras de Sotolongo (2006) quien rechaza la definición del problema
ambiental como un problema de la relación de la sociedad con la naturaleza, conceptualizándolo
como un problema de la relación del hombre consigo mismo.

6 BIBLIOGRAFÍA11

Arquitectuba (2004)
Energías renovables: represas.
En http://www.arquitectuba.com.ar/monografias-de-arquitectura/represas/.

Comisión Nacional de Energía (CNE) (2010)


Estadísticas del sector eléctrico en Chile.
Disponibles en: http://www.cne.cl/cnewww/opencms/06_Estadisticas/energia/Electricidad.html

Corema-Aysén (2008)
Extracto del Estudio de Impacto Ambiental: "Proyecto Hidroeléctrico Aysén". En https://www.e-
seia.cl/documentos/documento.php?idDocumento=3104879

HidroAysén
(2008)
Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental. Consorcio Sweco - Poch Ambiental - EPS.

(2010)
Estudio de Impacto Ambiental, criterios ambientales, e identificación de impactos. Disponible en
www.hidroaysén.cl

INGENDESA (2009)
Experiencia de Ingendesa en Proyectos de Centrales Hidroeléctricas. En
http://www.ingendesa.cl/images/folletos/CentralesHidroelectricas.pdf.

International Commission on Large Dams (ICOLD) (2008). World Register of Dams. Consulta en línea
en: http://www.icold-cigb.net

Liberona, Flavia; Vasconi, Paola; Carreño, Arturo (2009)


Catastro de Proyectos de Generación Eléctrica en Chile. Publicaciones Fundación Terram.

Ministerio Secretaria General de la Presidencia de la República (2001)


Reglamento del Sistema De Evaluación De Impacto Ambiental. D.S. No. 95 de 2001. Publicado en el
Diario Oficial el 7.12.2002.

11
Las referencias electrónicas fueron consultadas hasta el 1 de Julio del 2010.
Página 20 de 24
Raineri Bernain, Ricardo (2007). El Proyecto Hidroeléctrico Aysén y sus efectos en la competencia en
el sector generación - transmisión. Proyecto desarrollado para Colbún S.A.

Salazar Hernán, (2008)


Centrales Hidroeléctricas: Presente y Futuro de la Energía. Material de apoyo PHA, elaborado para la
Cámara Nacional de Comercio.

Schreier, Hans; Hall, Ken; Brown, Sandra; Lavkulich, Les (2004)


Integrated Watershed Management. Institute for resources and Environment (IRE). University of
British Columbia. Vancouver.

Sotolongo Codina, Pedro; Delgado Díaz, Carlos (2006)


La revolución contemporánea del saber y la realidad social. Hacia unas ciencias sociales del nuevo
tipo. En http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/soto/soto.html.

Tokman, Marcelo (2008)


Energías Renovables y Eficiencia Energética: Una Gran Oportunidad. Publicaciones de la Comisión
Nacional de Energía. Presentación elaborada para “ExpoAlemania 2008”. En:
http://www.expoalemania.cl/docs/presentaciones/ForoEnergia/Modulo1/01_MarceloTokman.pdf.

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7 ANEXO 1

IMPACTOS DECLARADOS DEL PHA

Fuente de Información HidroAysén 2008. Consulta en www.hidroaysen.cl

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Fuente de Información HidroAysén 2008. Consulta en www.hidroaysen.cl

Fuente de Información HidroAysén 2008. Consulta en www.hidroaysen.cl

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Fuente de Información HidroAysén 2008. Consulta en www.hidroaysen.cl

Fuente de Información HidroAysén 2008. Consulta en www.hidroaysen.cl

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