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Calidad de vida
en medicina intensiva
F. Pino Sánchez, L. Herrera Parra, R. Rivera Fernández
Servicio de Cuidados Críticos y Urgencias. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada

CALIDAD DE VIDA EN MEDICINA. CONCEPTOS


El objetivo primario de la actividad médica es la Salud (OMS) (1) de 1947, que la define no
la reducción de la mortalidad y morbilidad sólo como la ausencia de enfermedad sino
con la intención de recuperar el estado de sa- como un estado de bienestar completo, tanto
lud previo a la enfermedad o aquel que le co- físico como mental y social. El término «cali-
rrespondería al paciente en función de su edad dad de vida» se reserva para el estudio de gru-
y estado cognitivo. La meta de los cuidados pos de enfermos y el «estado de salud» para
intensivos se ha enfocado a la reducción de poblaciones aparentemente sanas. Por otro
la mortalidad y cuando se ha centrado en la lado, el estado funcional se utiliza para eva-
salud de los pacientes que sobreviven, se ve luaciones más concretas en el análisis de me-
confinada a signos objetivos como la recupe- didas terapéuticas.
ración de parámetros bioquímicos, fisiológicos
o radiológicos. Sin embargo, en los últimos El término «calidad de vida relacionada con la
años existe un interés creciente por cambiar salud» (health related quality of life, HRQL) deja
el punto de vista hacia conceptos como la ca- a un lado aspectos vitales que, en general, no
lidad de vida o el estado funcional a partir de están considerados dentro de la salud, como
datos subjetivos del paciente. la situación económica, la libertad, la calidad
medioambiental. Utiliza cuestionarios enfoca-
El concepto de calidad de vida (CV) está su- dos a los aspectos que se ven afectados por
jeto a diversas interpretaciones. Existe cierta el estado de enfermedad, tanto desde el punto
confusión semántica con los términos de «es- de vista fisiológico y orgánico como de los cam-
tado de salud», «estado funcional» y «calidad bios que supone para la vida social.
de vida» que se utilizan habitualmente como
equivalentes. Este tema se vuelve más complejo si entra-
mos en el terreno de la economía de la salud.
La definición de «salud» más ampliamente Aquí surge otro concepto: «calidad de vida
aceptada es la de la Organización Mundial de ajustada a los años de vida» (QALY). En teo-
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ría, a cada intervención se le puede asignar tado de salud satisfactorio, frente a una ma-
un valor de QALY, que puede determinar el yor supervivencia con malestar físico o men-
beneficio de ésta. Este concepto ofrece la op- tal o limitaciones para su actividad diaria. Este
ción de que la persona pueda elegir, de forma grado de subjetividad hace que se presenten
racional, una vida más corta pero con un es- dificultades al plantear políticas sanitarias.

MEDICIÓN DE CALIDAD DE VIDA


Existen múltiples cuestionarios, escalas e índi- das las dimensiones del fenómeno que se
ces que tratan de analizar el estado de salud o está estudiando), validez conceptual (grado
CV, tanto general como para pacientes de de- en que una medida se corresponde con la ex-
terminadas patologías. Asimismo, existen esca- pectativa teórica que se esperaba) y validez
las e índices que valoran la situación global y de convergencia (expresa la capacidad para de-
otras sólo centradas en dimensiones específicas. terminar la correlación entre la medida ob-
jeto del estudio y otra medida externa).
En general, los cuestionarios están formados
por una serie de preguntas o ítems que se agru- Otro factor importante que cabe tener en
pan por dominios o dimensiones. Cada di- cuenta es el tiempo necesario para cumpli-
mensión está referida a un área del compor- mentar el cuestionario, pues si es muy extenso
tamiento o experiencia que se intenta medir. necesita mucho tiempo y dificulta su realiza-
Deberían medir siempre la movilidad, la capa- ción, tanto en el propio acto de la entrevista
cidad de cuidar de uno mismo (que se puede como para el manejo posterior de datos.
incluir en la dimensión física), el estado de de-
presión, ansiedad o buen estado de ánimo En el ámbito de la medicina intensiva, la eva-
(dimensión emocional), así como la capacidad luación de los resultados a partir de análisis de
laboral y de relación social, entre otras. mortalidad ha registrado un gran auge. Esto
explica el amplio desarrollo de sistemas predic-
Los cuestionarios deben responder a los crite- tivos de mortalidad, como APACHE, SAPS y MPM.
rios de reproducibilidad y validez, y también de Sin embargo, se ha prestado mucho menos in-
sensibilidad para detectar los cambios en el terés a la perspectiva de la CV, lo que explica
tiempo en un mismo individuo. La reproduci- los escasos estudios dedicados a este tema y la
bilidad tiene en cuenta la variación de los da- falta de sistemas bien estandarizados (2). Es muy
tos obtenidos al repetir un mismo investiga- representativo el hecho de que entre los estu-
dor el cuestionario (reproducibilidad intra- dios sobre desenlace en el paciente crítico, me-
observador), al aplicarlo distintos investigado- nos del 2 % tienen en cuenta la CV (3).
res (reproducibilidad interobservador), al ha-
cerlo el propio enfermo (reproducibilidad del La escala de tipo global de uso más exten-
paciente) y, además, hay que considerar una dido es el Sickness Impact Profile (SIP), utili-
peculiaridad propia de los pacientes críticos zada en medicina intensiva y otras muchas
que, en muchas ocasiones, dada su situación especialidades. Está compuesta por 136 ítems
basal, no pueden contestar personalmente a que evalúan 12 dimensiones: sueño y reposo,
la encuesta y deben ser sustituidos por un fa- conducta emocional, cuidado corporal y mo-
miliar o persona allegada. Al realizar segui- vimiento, actividades del hogar, movilidad,
mientos a medio o largo plazo, es impor- interacción social, ambulación, grado de alerta,
tante, además, evaluar la posibilidad de realizar comunicación, trabajo, alimentación, recreo y
la entrevista por teléfono. pasatiempos. En cada dimensión se asignan
una puntuación parcial y una global. Este cues-
En cuanto a la validez, se compone de vali- tionario ha sido objeto de amplios estudios
dez de contenido (capacidad para medir to- que han demostrado su validez y reproduci-
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bilidad en distintas poblaciones y grupos de tado emocional. Para esta versión se ha de-
pacientes, incluyendo el paciente crítico so- mostrado evidencia de validez y reproducibi-
bre el que los resultados también parecen te- lidad en los enfermos (10, 11). Permite reali-
ner consistencia (4, 5). zarla por teléfono o a través de un familiar
cercano, es sensible para detectar cambios
Otra escala cuyo uso está bastante extendido en el tiempo y ha sido utilizada en un gran
es la Nottingham Health Profile (NHP), tam- número de pacientes (11).
bién usada en España en enfermos de nues-
tra especialidad. Consta de dos partes, la pri- En medicina intensiva se han usado múltiples
mera de 38 ítems agrupados en seis áreas: métodos sencillos que clasifican la situación
energía vital, dolor, reacción emocional, sueño, del paciente en categorías entre la normalidad
situación social, habilidades físicas. La segunda y la total incapacidad y dependencia. Un ejem-
parte consta de siete ítems que exploran las plo de esto es la Glasgow Outcome Scale (GOS),
áreas de la vida afectadas: trabajo, cuidado que presenta cinco categorías: normal, limi-
del hogar, vida social, vida familiar, vida se- tado pero autosuficiente, limitado y depen-
xual, intereses y pasatiempos, vacaciones. Este diente, vegetativo, muerto. Esta sencillez fa-
cuestionario da información acerca de los pro- cilita la realización del estudio, pero presenta
blemas de salud, emocionales y sociales per- el inconveniente de su escasa sensibilidad,
cibidos por el paciente. A mayor puntuación siendo difícil clasificar a los individuos en los
conseguida, mejor CV. grupos intermedios. No existen pruebas defi-
nitivas de la validez de este cuestionario.
La Short-Form 36 (SF-36) fue desarrollada al prin-
cipio de la década de 1990, contiene 36 ítems Otros cuestionarios emplean enfoques distin-
que cubren todos los aspectos de la salud, y tos hacia otras áreas que también pueden ser
puede ser completada por el propio paciente útiles en nuestra especialidad:
o el entrevistador (6). Se ha empleado en
distintos grupos de pacientes incluyendo los — El empleo de medidas de déficit fisiológi-
de atención primaria (7). Contiene ítems acerca cos para determinar el desenlace en pa-
del estado funcional, emocional, social y de cientes críticos se ha utilizado principal-
evaluación general agrupados en ocho di- mente en relación con el aparato respiratorio
mensiones. Está demostrada su validez y re- (p. ej., valores gasométricos, medidas de
producibilidad (8), considerándose una herra- flujos). Estas medidas son organoespecífi-
mienta útil dentro del ámbito de los cuidados cas, por lo que no se consideran apropia-
intensivos. das para el seguimiento del paciente crí-
tico en general, aunque pueden serlo para
Hace unos años publicamos una encuesta de determinados grupos, como por ejemplo
CV (encuesta PAEEC) (9) dirigida al paciente en los pacientes con diagnóstico de dis-
crítico, en la que no se tenían en cuenta as- trés respiratorio.
pectos subjetivos, y podía ser realizada por — Estado físico funcional. Aquí podemos di-
un familiar cercano en caso de que el paciente ferenciar entre sistemas de medida genéri-
fuera incapaz de completarla por estar en coma cos y específicos para una determinada
o debido a su gravedad (circunstancia por otro enfermedad. Los sistemas genéricos más
lado muy frecuente en nuestra especialidad). empleados (índice de Karnofsky e índice
Incluía sólo siete ítems y requería únicamente para las actividades diarias de Katz) han sido
5-10 minutos para cumplimentarla. Se ha rea- objeto de algunos estudios en pacientes crí-
lizado una segunda versión de este cuestio- ticos y se ha constatado su validez (12,
nario teniendo en cuenta aspectos subjetivos 13). El índice de Karnofsky está enfocado
del paciente y que consta de 15 ítems agru- a la población, teniendo el enfermo peor
pados en tres categorías: actividades fisioló- CV cuanto mayor es su puntuación. El ín-
gicas básicas, actividades de la vida diaria y es- dice de Katz consta de seis ítems; se otor-
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gan 2 puntos a cada uno de ellos si el pa- la NYHA, cuestionario funcional sobre aparato
ciente es capaz de realizar la actividad de respiratorio de la ATS, test de caminar para la
forma independiente, 1 punto si la realiza EPOC) no han sido estudiados en profundidad
con ayuda y 0 si es incapaz. Dependiendo en nuestro ámbito.
de la puntuación total, se clasifica la acti-
vidad que el paciente puede llevar a cabo. Nuestra recomendación al aplicar un cuestio-
Por otra parte, el índice de Barthel consta nario de CV en cuidados intensivos sería apli-
de 10 ítems que también se relacionan con car una encuesta de tipo general como la nues-
actividades cotidianas, y del que existen dis- tra (escala PAEEC), la SF-36, SIP o NHP, junto
tintas versiones que modifican la interpre- con una encuesta que clasifica en un sólo ítem
tación de los resultados (p. ej., Granger). (GOS), pudiéndolas acompañar, además, por
una encuesta específica del tipo de patología
En cuanto a los sistemas específicos (clasifi- (p. ej., St. George, si existe patología respira-
cación funcional sobre patología cardiaca de toria, otra específica de cirugía cardiaca, etc.)

CALIDAD DE VIDA TRAS EL ALTA DE LA UCI


Un tema de relevancia al que debe responder tipo de pacientes y los resultados fueron si-
la medicina intensiva es la CV de los enfer- milares, con una supervivencia a un año del
mos tras superar el evento crítico: qué pro- 31 %, aunque con un mayor porcentaje de
porción recuperan su CV o mejoran, y cuán- enfermos totalmente recuperados (79 %). Es-
tos de ellos quedan en peor situación vital. Al tos estudios constituyen una visión parcial de
analizar los resultados de los estudios sobre los enfermos atendidos normalmente en la
CV en el paciente que recibe cuidados inten- unidad de cuidados intensivos (UCI), por lo
sivos se debe tener en cuenta la gran varie- cual no es posible generalizar los datos ob-
dad de enfermedades que puede presentar, tenidos.
dada la existencia de diversos tipos de servi-
cios de medicina intensiva según el tipo de pa- En otro estudio realizado en una UCI quirúr-
cientes atendidos (quirúrgicos, coronarios, res- gica (17), con un 45 % de pacientes posope-
piratorios, traumatológicos, etc.) y de sus rados de cirugía cardiaca y los cuatro grupos
diferentes niveles de gravedad. En general, po- de puntuación TISS, la mortalidad a los dos
dríamos decir que la supervivencia en la UCI años fue sólo del 15 %, y el 74 % de los su-
es proporcionalmente inversa a la gravedad de pervivientes tuvo una buena recuperación y
la enfermedad y al tiempo de permanencia pudo volver a su vida normal.
en la unidad, y está influida por factores como
las técnicas de depuración extrarrenal, RCP y Chassin realizó un seguimiento de seis meses
ventilación mecánica prolongada, que suelen en una UCI médica (18) y observó una morta-
ser indicadores de mal resultado (14). lidad del 30 %. Agrupó a los pacientes según
su estado en seis categorías y obtuvo un por-
Hace ya algunos años, Cullen y cols. (15) pu- centaje de pacientes deteriorados escaso, con
blicaron un estudio en el que sólo una pe- una alta proporción de enfermos con buena CV.
queña parte de los pacientes (27 %) se en-
contraban vivos al cabo de un año, y única- Le Gall y cols., en una UCI médico-quirúrgica
mente el 43 % de ellos estaba totalmente re- (19), hallaron que al cabo de un año el 73 %
cuperado. El estudio incluía sólo a enfermos de los supervivientes poseía una buena CV o
quirúrgicos muy graves, todos ellos pertene- débil incapacidad, mientras que el 27 % se
cientes a la clase IV según puntuación TISS encontraba gravemente deteriorado. Jacobs
(> 40 puntos TISS). Los autores repitieron el y cols. (20), encontraron una alteración im-
estudio (16) unos años más tarde con el mismo portante en el 38 % de los enfermos super-
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vivientes a los dos años, en un grupo de pa- Por otro lado, debemos destacar el trabajo pu-
cientes de características similares. blicado por Sage (38) hace ya algún tiempo,
que aporta luz sobre otro aspecto fundamental
En estudios realizados más recientemente, se ob- de los cuidados intensivos. La idea o prejuicio
serva que la CV del paciente tras el alta de UCI general es que los enfermos de nuestra es-
suele ser buena e incluso equiparable a la pre- pecialidad tienen al alta peor CV que los pa-
via al ingreso (21, 22). Incluso en estudios a cientes de otras especialidades. En este estu-
más largo plazo (6 años) (23) se ha informado dio se utiliza el cuestionario SIP para determinar
de una buena CV, observándose como facto- la situación de 140 pacientes de una UCI mé-
res de empeoramiento de la CV una larga es- dico-quirúrgica a los 18 meses. Como con-
tancia hospitalaria, la gravedad de la enferme- trapartida, hay que señalar que presenta un
dad que causó el ingreso en UCI y el grado de alto porcentaje de enfermos fallecidos (45 %),
disfunción multiorgánica durante su estancia pese a lo cual sus resultados son muy intere-
en UCI (24). En otras situaciones en las que se santes, ya que permite compararlos con los
presuponía una mala recuperación funcional pos- obtenidos en otros grupos de población am-
terior con empeoramiento de la CV, como el bulatoria o de hospitalización normal. En este
síndrome del distrés respiratorio del adulto (SDRA) estudio se observa que los enfermos de UCI
(25) o la necesidad de ventilación mecánica presentan una menor puntuación y, por lo
prolongada (26) se ha demostrado que no hay tanto, mejor CV, que un grupo de enfermos
una pérdida sustancial de la ventilación y en la afectados de enfermedad pulmonar obstruc-
mayoría de pacientes con secuelas funcionales tiva crónica (EPOC), artritis reumatoide y un
éstas se relacionan con el estado previo y su pa- grupo de pacientes ancianos tratados ambu-
tología basal. En unidades que únicamente tra- latoriamente, pero peor CV que un grupo con-
tan enfermedades médicas, los resultados son trol de población sana, tanto de forma glo-
también favorables, con un muy elevado por- bal, como en los aspectos físico y psicosocial.
centaje de pacientes que vuelven a su puesto Se obtiene una puntuación global media del
de trabajo y que serían susceptibles de un nuevo 6,8 %, siendo la de la población control del
ingreso en UCI (27). Incluso existen estudios so- 3,5 %. Las categorías más afectadas son el
bre población pediátrica (28) que demuestran ocio, el sueño, las tareas del hogar y la acti-
un buen grado de recuperación funcional y de vidad laboral.
supervivencia hospitalaria.
Estos trabajos resaltan, en conjunto, que la
En resumen, podemos afirmar que gran parte creencia ampliamente aceptada por los facul-
de los pacientes ingresados en nuestras uni- tativos de muchas especialidades sobre la mala
dades, tras el alta y recuperación del evento CV de los supervivientes de cuidados intensi-
crítico, recupera una buena CV. vos carece de base objetiva.

CALIDAD DE VIDA PREVIA Y POSTERIOR AL INGRESO


Se ha observado en múltiples estudios que una 23 % mejora. También Ridley y Wallace (31)
vez que el paciente supera la enfermedad y Goldstein y cols. (32) encuentran un alto por-
que provocó su ingreso en UCI, el factor más centaje de pacientes que mejoran su CV tras
importante relacionado con la CV posterior al el paso por la UCI.
paso por UCI es la calidad de vida previa al in-
greso (18-20, 29, 30).
Calidad de vida y edad
Según nuestras cifras (30), el 50 % de los pa-
cientes se deterioran tras su paso por la UCI, Un factor que parece ser común a todos los
el 27 % mantiene igual calidad de vida y el trabajos publicados sobre la CV en relación
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con la edad es que existe mayor mortalidad tenían previamente al ingreso, y no empeora
en los pacientes ancianos, pero de los que al aumentar la gravedad, y aunque ésta influye
sobreviven tras el ingreso en la UCI una gran en la CV al año, los factores más determinan-
proporción presentan una buena CV. No obs- tes son la CV previa y la edad. También ob-
tante, hay que tener en cuenta que al ingreso servamos que la CV previa no aumenta de-
hacemos una preselección respecto de la edad masiado la capacidad de discriminación del
relacionada con la patología previa del pa- modelo de predicción APACHE III (30, 33, 34).
ciente. También hay que pensar, como seña-
lamos anteriormente, que estos enfermos son
los que más sobrestiman su CV aunque ten- Actividad laboral
gan una disfunción importante.
En casi todos los trabajos publicados que tra-
Le Gall, Rivera-Fernández, Vázquez-Mata, Cam- tan este apartado se encuentra un porcentaje
pion, McLean y Parno (19, 30, 33-37) afir- parecido de pacientes que trabajaba previa-
man que los pacientes de mayor edad tienen mente al ingreso, que es bajo, y que los que
una peor CV, tanto previa como posterior al vuelven a trabajar tras el alta son aquellos
ingreso, y que conforme aumenta la edad se que lo hacían previamente y que son más jó-
incrementa el deterioro con respecto a la si- venes (Mundt y cols., Zaren y Hedstrand, Golds-
tuación previa. Sin embargo, Ridley y Wallace tein y cols.) (39, 40, 32). Nosotros encontra-
(31) encontraron un mayor deterioro en los mos que el 96 % de los pacientes politrauma-
pacientes menores de 30 años dado que in- tizados realizaban actividades apropiadas a
cluyeron en su estudio a pacientes politrau- su edad pero un año después del alta esta ci-
matizados graves, con gran proporción de jó- fra cae al 45 %, y que la vuelta al trabajo se
venes entre ellos. correlaciona con la edad, la gravedad del
trauma y la calidad de vida previa (34).
Rockwood y cols. (13) evaluaron la CV al año
del alta en dos grupos de pacientes, uno de
mayores de 65 años y otro de más jóvenes, y Calidad de vida
no encontraron diferencias significativas en el y tipo de patología
desarrollo de las actividades de la vida diaria.
No obstante, los pacientes mayores de 65 años Parece evidente que los diferentes tipos de pa-
mostraban actitudes de salud más positivas tología tienen un tratamiento distinto en la
que los más jóvenes, y la capacidad funcional UCI, con resultados diferentes, y que la eva-
se asoció de forma significativa con las acti- luación de la calidad de vida en cada grupo
tudes de salud en los más jóvenes, pero no debe hacerse con encuestas y modelos espe-
así en los mayores. cíficos o complementando, en algunos casos,
escalas de tipo general con otras específicas.

Calidad de vida y gravedad El grupo quirúrgico tiene suma importancia,


y dentro de éste los posoperatorios de cirugía
La gravedad de la enfermedad que ha oca- cardiaca, puesto que en algunos trabajos (30,
sionado el ingreso en UCI medida por los 41-46) se evidencia una mejoría de los sínto-
sistemas habituales APACHE y SAPS, se ha re- mas previos y de la calidad de vida, tanto en
lacionado con la CV al alta de estos pacien- cirugía valvular como en coronaria. Kumar y
tes. Sage y cols. (38) observaron peor CV en cols. (47) publicaron resultados de CV de pa-
los pacientes más graves; también Jacobs y cientes octogenarios sometidos a cirugía car-
cols. (20) llegaron a la misma conclusión. diaca utilizando un cuestionario que incluía
datos objetivos, como clase funcional de an-
Nosotros observamos que los pacientes con gina de la NYHA, clase funcional de insufi-
mayor gravedad tienen peor CV, pero ya la ciencia cardiaca congestiva, índice de Karnofsky
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y niveles de soporte social, y encontraron una Utilizaron el GOS y un índice para la medida
mejoría tanto a corto como a largo plazo, de la independencia funcional, y encontraron
siendo mayor en este último caso. buenos resultados en jóvenes y en mayores,
siendo en estos últimos más necesaria la re-
McSweeny y cols. utilizaron el SIP para estu- habilitación prolongada. La mortalidad en los
diar una población de enfermos con EPOC y pacientes con TCE es alta pero los supervi-
encontraron un deterioro importante en su vientes presentan una buena recuperación.
CV (48). En pacientes traumatizados, Ridley y
cols. (31) observaron que tras el paso por UCI Una patología representativa de los cuidados
presentaban peor CV comparados con el resto intensivos es el SDRA. Son muchos los traba-
de grupos diagnósticos; igual resultado en- jos publicados sobre este tema, no sólo de los
contró nuestro grupo. Morris y cols. (49) eva- resultados en mortalidad sino también de su
luaron como medida de recuperación la vuelta CV al alta de la UCI: McHugh y cols. (56) en-
a la productividad de pacientes traumatológi- contraron que la función pulmonar y la pun-
cos y hallaron que la mayoría de pacientes de tuación de salud percibida subjetivamente me-
alto coste sobreviven y vuelven a trabajar. En joran de forma considerable en los tres primeros
los pacientes politraumatizados sin traumatismo meses tras la extubación, aunque posterior-
craneoencefálico (TCE) grave la calidad de vida mente la mejoría no es significativa. Ghio y
al alta depende fundamentalmente de la edad cols. (57) encontraron resultados similares. An-
y no de la CV previa, a diferencia de otros gus y cols. (58) estudiaron a un grupo de 200
grupos patológicos. McKenzie y cols. (50) ob- pacientes con SDRA y encontraron que cuando
servaron que un alto porcentaje, el 75 %, no éste se desarrolla en pacientes previamente sa-
presentaba disfunción o era escasa a los seis nos se acompaña de malos resultados. Tam-
meses del alta de UCI. Thiagarajan y cols. (51) bién habría que destacar el trabajo de Grotz
también observaron en pacientes politrauma- y cols. (59) sobre resultados de pacientes con
tizados una disminución en su CV en relación fracaso multiorgánico y larga estancia en UCI,
con su estado de salud total, felicidad, habili- que presenta buenos resultados entre los su-
dad para pensar y desempeñar su empleo, pervivientes, de los que hasta el 64 % volvió
con una disminución de su Perceibed Quality al trabajo.
of Life Scale (PQOL) del 13 %; además, el
62 % de los que sobrevivieron experimenta- Los pacientes trasplantados también consti-
ron incapacidad grave para la relación social y tuyen un grupo de interés entre nuestros en-
una incapacidad moderada o grave para la rein- fermos. Riether y cols. (60) encontraron que
corporación al trabajo. Nosotros (34) evalua- los pacientes sometidos a trasplante hepático
mos la CV en pacientes politraumatizados dos y cardiaco mejoraban sus funciones neuro-
años después del alta de la UCI y encontra- cognitivas, los síntomas depresivos y la CV tras
mos que estos pacientes constituyen un grupo el trasplante.
especial (son más jóvenes, laboralmente acti-
vos y con una mejor CV previa que otros gru- Los pacientes que han sufrido una parada
pos de pacientes en cuidados intensivos) y el cardiorrespiratoria (PCR) tienen una alta mor-
deterioro que sufren tras el alta también es ma- talidad. Sin embargo, los resultados en cuanto
yor que el de esos otros grupos. a CV en los supervivientes son buenos. Bedell
y cols. (61) encontraron entre los supervivien-
Un grupo bastante complejo es el represen- tes a una PCR que el 93 % se encontraban
tado por los que han sufrido un TCE. Los es- mentalmente intactos, únicamente con algún
tudios publicados encuentran un mayor de- síntoma depresivo. Colmenero y cols. (62) eva-
terioro en el ámbito psicosocial que en el físico luaron los resultados funcionales en estos en-
(52-54). Mosenthal y cols. (55) realizaron un fermos a través de dos escalas, la CPC (cate-
estudio multicéntrico y publicaron los resulta- goría de función cerebral) y la OPC (categoría
dos funcionales en pacientes tras sufrir un TCE. de función general), y hallaron entre los su-
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pervivientes una situación funcional muy buena desarrollada para la evaluación subjetiva del
a los 6 meses y al cabo de un año. paciente sobre su calidad de vida, y obser-
varon que los pacientes con alto grado de
La CV en los pacientes con cardiopatía isqué- disfunción tienen un grado superior de sa-
mica, fundamentalmente infarto agudo de mio- tisfacción. Este mismo resultado lo encon-
cardio (IAM), ha sido ampliamente estudiada; traron Sage y cols. (38) con el uso de la Unis-
Wiklund y cols. (63) utilizaron el NHP para el cale, y también Hurel y cols. (66) con el
seguimiento de 539 casos de IAM a los cinco multicéntrico. En nuestro estudio encontra-
años con una buena CV, aunque presentaban mos estos mismos resultados en pacientes
deterioro en aspectos como energía, movili- mayores que tienen peor puntuación en las
dad, vida sexual y actividades recreativas. subescalas 1 y 2 (evalúan aspectos fisiológi-
cos y capacidad funcional), y mejor en la su-
bescala 3 (analiza aspectos subjetivos). Este
Aspectos sociales apartado debería incluirse en las políticas de
y psicológicos ingreso y las decisiones de tratar a esos pa-
cientes ancianos (30).
El hallazgo de un deterioro al analizar los ám-
bitos de las relaciones sociales y psicológico
de aquellos pacientes que han permanecido Calidad de vida
en UCI es habitual en ambos aspectos, una y otros factores
vez superada la enfermedad que motivó el
ingreso. Merece también atención la evaluación de la
CV en los pacientes que han requerido una
En los trabajos de Sage y cols. y Mundt y larga estancia en UCI. Los ingresados en UCI
cols. (38, 39) se observa un deterioro de los cuyo estado se complica y no mueren sufren
enfermos en el ámbito psicosocial, quizás me- un deterioro de sus funciones y, por lo tanto,
nor en los resultados de Sage. Mundt encon- empeora su CV; así se manifiesta en algunos
tró que los pacientes que sobrevivían dismi- estudios donde se ha encontrado una asocia-
nuían las actividades de ocio y las relaciones ción entre mayor estancia en UCI y peor CV
con sus amistades, y aumentaban las relacio- tras el alta, como el de Zaren y cols. (29). En
nes con sus familiares; también observó una otro sentido van los trabajos de Grotz y cols.
menor capacidad de concentración y pensa- (59), ya comentado anteriormente, y de Nis-
miento claro. kanen y cols, (67), que encuentra que la CV
de estos pacientes es verdaderamente buena,
En un trabajo que publicamos en 2001 (30) aunque no comparable con la de la pobla-
encontramos un posible patrón secuencial en ción general, y que los aspectos psicosociales
la pérdida de funciones, con un deterioro de la CV se recuperan más rápido que las
más temprano en actividades propias de la funciones físicas.
edad, de tolerancia al esfuerzo, etc., y una
reducción paralela en la actividad social. Sin Un factor también de interés es el de la ne-
embargo, las funciones fisiológicas y los mo- cesidad de ventilación mecánica durante el
vimientos de precisión se preservarían hasta ingreso en la UCI. Los resultados publicados
el final. Katz y cols. (64) comunican esta misma por Zaren, Thoner y cols. (29, 68) comunican
secuencia en las diferentes funciones que cons- una mayor mortalidad, aunque aceptable CV.
tituyen su «índice de actividades diarias». Chelluri y cols. (69) evaluaron la mortalidad y
CV en pacientes tras un periodo prolongado
Una cuestión muy interesante son los aspec- de ventilación mecánica y encontraron que
tos subjetivos de la calidad de vida, a me- hasta el 57 % de los supervivientes un año
nudo poco valorados en los cuestionarios. Así, después necesitan asistencia de cuidadores;
Patrick y cols. (65) utilizaron la PQOL, escala además, la probabilidad de dependencia en
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las actividades de la vida diaria al cabo de un pacientes mayores y en aquellos que ya tenían
año entre los supervivientes era mayor en los dependencia previa al ingreso.

ESTUDIOS REALIZADOS EN NUESTRO MEDIO


En España también se han realizado trabajos tionarios para medir resultados en los supervi-
para evaluar la CV en pacientes críticos. Abi- vientes de cuidados intensivos (10). Otro tra-
zanda y cols. (70) publicaron el seguimiento de bajo ya mencionado con anterioridad evaluó
200 pacientes, de los que se excluían los afec- el seguimiento de 444 pacientes al cabo de un
tados de IAM, y encontraron una recupera- año y encontró un deterioro, aunque no de-
ción buena al cabo de un año en el 56,2 % masiado importante, de la CV, dependiendo
e incapacidad moderada en el 37,5 %. ésta, fundamentalmente, de la previa al ingreso,
y en menor medida, de la edad, el grupo diag-
Rosado y cols. (71, 72), en un estudio multi- nóstico y la gravedad del proceso que oca-
céntrico, analizaron áreas de salud afectadas sionó el ingreso. También estudiamos la aso-
previamente al ingreso utilizando el NHP, y ciación de la CV previa con la mortalidad tardía,
encontraron que un alto porcentaje de los en- resultando que aquellos pacientes que fallecían
fermos presenta afectación de alguna de las al fin de un año tenían una peor CV previa (33).
áreas evaluadas. Se han comentado ya los trabajos sobre la
evaluación de CV en pacientes politraumatiza-
Nuestro grupo ha publicado varios estudios, dos a los 2 años (34) y el publicado en Critical
como se ha comentado previamente, uno de Care de 2001, donde encontramos datos in-
ellos sobre la validación de nuestro cuestiona- teresantes sobre la influencia de la CV previa
rio en relación con características de validez y en los resultados tras el alta de UCI, la estan-
reproducibilidad, que son esenciales para po- cia en UCI y la capacidad de discriminación del
der recomendar el empleo de uno de estos cues- modelo de predicción APACHE III (30).

PERSPECTIVAS FUTURAS
Aunque el número de publicaciones sobre dados intensivos. Queda todavía un largo ca-
calidad de vida en nuestros pacientes es ele- mino por recorrer para conseguir un avance
vado, también es cierto que ha recibido mu- similar al observado en el campo del análisis
cho menos interés que la mortalidad, siendo de la mortalidad, y es preciso continuar pro-
a través de ésta como se evalúan fundamen- fundizando en el desarrollo de la metodolo-
talmente en la actualidad los resultados en cui- gía y su aplicación.

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