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Venas abdominales
Josep Lluís Dolz Jordi*, Marina Huguet Pañella**
*Hospital Mútua de Terrassa. Terrassa. **CETIR Sant Jordi. Barcelona
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ANOMALÍAS CONGÉNITAS Continuación de la VCI por la ácigos


DE LA VENA CAVA INFERIOR También llamada ausencia del segmento hepático de la
VCI con continuación en ácigos, su prevalencia es del
La vena cava inferior (VCI) y las venas ilíacas primitivas 0,6 %. La porción renal de la VCI recibe sangre de ambos
se originan de la evolución de tres pares de sistemas riñones, pasa posteriormente por la crura diafragmática
venosos paralelos y simétricos que aparecen a las 4, 5 y 7 y entra en el tórax como la vena ácigos. Ésta se une a la
semanas del comienzo de la gestación. Estos sistemas VCS en el espacio paratraqueal derecho. Se asocia a
venosos están representados por el sistema venoso cardi- enfermedades congénitas cardíacas y síndromes de asple-
nal posterior, el sistema venoso subcardinal y por el siste- nia o poliesplenia. El diagnóstico diferencial se establece
ma venoso supracardinal. con masas paratraqueales derechas y adenopatías retro-
crurales. Es necesario su conocimiento para evitar difi-
Variaciones anatómicas cultades en la cateterización del corazón en los bypass car-
diopulmonares.
VCI izquierda
La VCI izquierda desemboca en la vena renal izquier-
Vena renal izquierda circumaórtica
da, la cual cruza anteriormente la aorta, uniéndose a la En este caso están presentes las dos venas renales
vena renal derecha para formar una VCI derecha prerre- izquierdas. La renal superior recibe sangre de la adre-
nal normal. No suele dar síntomas. Su conocimiento es nal izquierda y cruza la aorta anteriormente. La renal
necesario para realizar el diagnóstico diferencial con inferior izquierda recibe sangre de la gonadal y cruza
adenopatías y para evitar lesiones en el tratamiento del posterior a la aorta. Constituye un hallazgo importante
aneurisma abdominal. Se ha descrito rotura espontánea para la planificación de la nefrectomía. También podría
de un aneurisma abdominal en la vena cava inferior. La dificultar la disección del cuello de un aneurisma de
prevalencia de esta variedad anatómica es del 0,2-0,5 % aorta abdominal. Se visualiza mejor con cavografía y/o
(fig. 1). RM 3D (fig. 3). En ocasiones la TC no permite un diag-
nóstico correcto. La prevalencia oscila entre el 1,5 y
Doble VCI 8,7 %.
La VCI izquierda finaliza en la vena renal izquierda que
cruza anterior a la aorta para unirse a la VCI derecha. Vena renal izquierda retroaórtica
Debe sospecharse frente a un embolismo pulmonar recu- Presenta un curso descendente, cruzando por detrás
rrente tras implantación de filtro en la cava inferior. El de la aorta a la altura de L2 o L4. Constituye un hallaz-
diagnóstico diferencial se establece con adenopatías. Su go necesario previo a la cirugía. Su prevalencia es del 1,2-
prevalencia es del 0,2-0,3 % (fig. 2). 2,4 %.

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A B

Figura 1. A: angio-RM TOF-2D del sector iliocavo. Reconstrucción MIP coronal. Vena cava inferior
izquierda que se decusa por delante de la aorta, a la altura de la vena renal izquierda. B: reconstrucción
MPVR coronal, adquisición EG retrasada, que permite valorar más adecuadamente la VCI izquierda, su
cruce por delante de la aorta y su segmento intrahepático, en posición anatómica normal.

A Doble VCI con vena renal izquierda


retroaórtica y continuación
de la VCI por hemiácigos
En este caso coexiste más de una anomalía. En el
tórax, la hemiácigos cruza posterior a la aorta, aproxi-
madamente en D8 o D9 para unirse a la vena ácigos
rudimentaria. Puede simular una masa mediastínica.
Se ha descrito muerte perioperatoria por ligadura
inadvertida de la hemiácigos-ácigos como continuación
de VCI.

Figura 2. A: reconstrucción MPVR coronal, procedente de secuencia angio-RM EG 3D con contraste, centrada sobre aorta abdominal donde se observa una doble vena
cava inferior. B: reconstrucción MPVR axial de angio-RM contrastada. C: reconstrucción MPVR coronal, angio-RM con contraste, visualizándose el cruce de la vena cava
izquierda por delante de la aorta, para unirse a la vena renal izquierda y ambas a la vena cava derecha, existiendo un único segmento intrahepático.

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A B

Figura 3. Reconstrucciones MPVR coronal en planos anterior y posterior respecto de la aorta, procedente de angio-RM con contraste, centrada sobre aorta abdominal.
Se observa trayecto preaórtico (A) y posaórtico (B) de una vena renal izquierda circumaórtica.

A B

Figura 4. A: reconstrucción MPVR axial procedente de secuencia vascular EFGRE con contraste, centrada sobre aorta abdominal, a nivel de vasos viscerales, donde se
observa trayecto retroaórtico de la vena renal izquierda. B: reconstrucción MPVR coronal EFGRE, que delimita mejor el típico trayecto posterior e inferior de la vena
renal izquierda retroaórtica para ir a desembocar en la vena cava inferior.

Doble VCI con vena renal izquierda las venas lumbares. Estos pacientes suelen presentar sín-
tomas de insuficiencia venosa o trombosis venosa pro-
retroaórtica y continuación funda idiopática. La circulación colateral puede simular
de la VCI por ácigos una masa paraespinal (fig. 5).
Se ha demostrado que la ecografía puede predecir esta
anomalía, identificando la arteria renal derecha cruzan-
TOF –2D
do de forma anormal por delante de la VCI (fig. 4).
Dado que la patología venosa suele ser más
extensa, no se requiere alta resolución de imagen.
Uréter circumcava En general, para el diagnóstico de la trombosis,
Suele darse en el lado derecho. Puede cursar con obs- que en muchas ocasiones termina por ocluir la
trucción parcial ureteral e infecciones recurrentes del vena, no es tan necesaria la realización de técnicas
tracto urinario. Suele ser fácil de diagnosticar mediante angio-RM con contraste. La secuencia TOF-2D se
TC y pielografía retrógrada. ha convertido en un método aceptado clínica-
mente para el sistema venoso profundo. Sin
VCI infrarrenal ausente embargo, es de uso limitado en casos de flujo
con preservación del segmento lento, anatomía venosa tortuosa o frente a la nece-
sidad de visualizar pequeños circuitos colaterales.
suprarrenal Además, es una técnica que requiere largos tiem-
Es difícil determinar si la anomalía es de carácter pos de adquisición. La calidad de la imagen mejo-
embriológico o como resultado de una trombosis peri- ra orientando la adquisición a un plano perpendi-
natal de la VCI. Las venas ilíacas primitivas están ausen- cular a la dirección de flujo, que generalmente es
tes. Las venas ilíacas externas e internas desembocan en

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A B

C D E

Figura 5. A: corte axial con secuencia espín-eco T1 de tórax. B: corte coronal con secuencia SE potenciada en T1 de tórax que muestra dilatación del cayado y del tra-
yecto torácico de la vena ácigos, a la derecha de la aorta. C: reconstrucción MPVR sagital procedente de una secuencia angio-RM contrastada del tórax con determina-
ción de la vena ácigos y su cayado para desembocar en la vena cava superior por encima de la arteria pulmonar derecha. D: angio-RM con contraste reconstrucción MIP
coronal. Determinación de una doble vena cava inferior con decusación retroaórtica de la vena cava izquierda. Cada vena renal desemboca en su hemicava. Ausencia
de visualización del segmento intrahepático de la VCI, proximal a la desembocadura de las venas suprahepáticas en la aurícula derecha. Continuación de la VCI por la
vena ácigos. E: angio-RM con contraste reconstrucción MIP coronal, que muestra dilatación de la vena ácigos y su cayado.

el plano axial. El plano sagital es óptimo para las 3D contraste indirecto


venas subclavias, renales y senos transversos, ya Se adquiere la secuencia durante la fase de equi-
que presentan un trayecto más horizontal. librio tras la administración de contraste en una

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micosis. Antecedente de hemorragia retroperitoneal por


vena antecubital. Presenta dos ventajas: no se cirugía aórtica o artrodesis vertebral. Extravasación de
requiere canulación de las venas de la extremidad orina. Radioterapia.
afectada y el acceso venoso en el brazo contralateral
es fácil. La desventaja consiste en que se requieren Clínica
altas dosis, típicamente 0,3 mmol/kg, puesto que se
extrae parcialmente al pasar por los pulmones, arte- Inicialmente insidiosa con dolor abdominal (92 %),
rias y capilares para alcanzar las venas. La velocidad febrícula y pérdida de peso (38 %), astenia, anorexia,
de inyección debe ser más lenta que para un estudio hipertensión, obstrucción biliar por fibrosis, hiperten-
arterial, alrededor de 1 ml/s. De esta manera se pro- sión portal, obstrucción intestinal. Progresa a hidrone-
longa al máximo el tiempo de contrastación de las frosis e insuficiencia renal por englobamiento, retrac-
venas. En el estudio de extremidades superiores e ción y estenosis ureteral. El atrapamiento de la vena cava
inferiores, la imagen mejora sustancialmente si pre- inferior y de las venas ilíacas produce edema de EEII,
viamente se adquiere una máscara y se sustrae de la escroto, hidrocele, síndrome de trombosis venosa aguda
secuencia poscontraste. Debido al mayor calibre del sector iliocavo o síndrome posflebítico secundario.
venoso que arterial, se acepta aumentar el grosor de Sin embargo, la incidencia de complicaciones en el sec-
las particiones. Se admite un grosor de 3,5 mm, con tor venoso iliocavo se considera baja, puesto que, según
matriz 256 × 160, con FOV menores de 320 mm. la serie de Rhee, de 340 pacientes con trastornos secun-
darios a FR, sólo 7 (2 %) presentaron dicho tipo de com-
plicaciones. La clínica de isquemia crónica por afecta-
3D contraste directo
ción arterial es menos frecuente.
Requiere perfusión intravenosa continua de
contraste en la vena de interés. Debe inyectarse en
una vena antecubital para visualizar la subclavia, UIV y URO RM: desviación medial de los uréte-
en la mano para visualizar las venas del brazo e res en su tercio medio. Diferentes grados de
inyección directa sobre las venas del dorso del pie hidronefrosis, megauréter. Estenosis ureteral con
para evidenciar venas de la pierna, muslos o de la nivel L4-L5 (fig. 6 A y B).
pelvis. Se necesita menos dosis de contraste, pero TC: masa de partes blandas, concéntrica, con-
debe estar diluido en suero salino (relación 20:1). fluente alrededor de aorta y VCI. Englobamiento
Se adquiere una secuencia 3D spoiled EG, con pre- y retracción de los uréteres. Plano graso con mús-
via adquisición de máscara. Mientras se administra culo psoas obliterado. En la FR la aorta no se des-
el contraste, la secuencia se puede ir repitiendo. plaza anteriormente y su hallazgo favorece un pro-
Para visualizar una vena central (VCS o venas pél- ceso maligno. No existe destrucción ósea. La FR se
vicas) se aconseja inyectar simultáneamente en las realza con la administración de contraste yodado.
dos extremidades. RM: masa hipointensa en T1, hiperintensa en T2
y STIR con la inflamación activa y se hace hipoin-
tensa en fases evolucionadas. La heterogeneidad
sugiere malignidad. La FR se realza con la adminis-
FIBROSIS RETROPERITONEAL (FR) tración de contraste paramagnético (fig. 6 F y G).
Proceso fibrótico retroperitoneal con proliferación fi- Angio-RM arterial y venosa. Determina el grado
broblástica inflamatoria que cubre las estructuras retro- y nivel de estenosis u obstrucción venosa, así como
peritoneales como aorta, vena cava inferior, músculo el desarrollo de circulación colateral (fig. 6 B-E).
psoas y uréteres desde hilio renal a bifurcaciones ilíacas. Presencia de un aneurisma inflamatorio de aorta,
Su prevalencia es de 1 por cada 200.000 habitantes. La con realce tras el contraste. Diámetros aneurismá-
edad de presentación oscila entre los 20 y 70 años, y es ticos (fig. 7 A y B).
más frecuente en varones (2:1). La media del inicio de la La biopsia confirma la fibrosis y excluye la causa
clínica suele aparecer a los 50 años. maligna.

Etiología
La FR es idiopática en el 67 % de los casos. EXTENSIÓN VENOSA TUMORAL
En el resto se asocia a: fármacos (metisergida, hidralazi- Crecimiento tumoral a través de la vena renal, con o
na, bromocriptina, ergotamina, betabloqueantes, metildo- sin continuación, hasta la vena cava inferior, prosiguien-
pa, antibióticos y analgésicos), 12,4 %. Neoformativo malig- do en sus segmentos suprarrenal, intrahepático, desem-
no, metástasis retroperitoneales de carcinoma de mama, bocadura de venas suprahepáticas o incluso hasta la aurí-
pulmón, tiroides, necrosis gastrointestinal o genitourinaria, cula derecha en los procesos neoformativos renales o
linfoma, sarcoma retroperitoneal, 8 %. Arteritis aórtica y suprarrenales.
aneurisma aórtico inflamatorio, 2,5 %. Asociada a colangi-
tis esclerosante, enfermedad de Crohn, tiroiditis fibrosante
de Riedel, seudotumor inflamatorio orbitario, mediastinitis
Origen
fibrosa, < 2 %. Proceso inflamatorio de un órgano adya- Tumor de Wilms, carcinoma de células renales, carci-
cente (apendicitis, diverticulitis), TBC, HIV, sífilis, actino- noma de células transicionales, linfoma, feocromocitoma

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C D

E F

Figura 6. Paciente varón de 60 años con clínica de uropatía obstructiva bilateral


progresiva. Fibrosis retroperitoneal idiopática. Desarrolla cuadro de TVP del sec-
tor iliocavo y posterior síndrome posflebítico. A: URORM realizada en el año
2000 en la que se observa medialización de los uréteres. Hidronefrosis bilateral.
G B: angio-RM TOF-2D del sector iliocavo. Imagen de colapso en el plano axial. C:
angio-RM TOF-2D del sector iliocavo. Reconstrucción MIP coronal.D: angio-RM
TOF-2D de tórax, con saturación superior. Reconstrucción MIP sagital. E: angio-
RM TOF-2D de tórax, con saturación superior. Subvolumen MIP coronal. F:
reconstrucción MPVR axial de secuencia vascular EG poscontraste.G: recons-
trucción MPVR coronal de secuencia vascular EG poscontraste. Obstrucción de
VCI y venas ilíacas primitivas. Abundante desarrollo de circulación colateral a
expensas de vasos epigástricos, intercostales, mamarias internas, epidurales así
como de las venas ácigos y hemiácigos dilatadas que representan desarrollo de
vías de circulación colateral de retorno venoso sistémico. Dilatación del cayado
de la ácigos. Se aprecia realce lineal de las partes blandas periaórticas que indi-
can la presencia de fibrosis retroperitoneal poco activa o crónica.

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A B

Figura 7. A: reconstrucción MIP coronal de angio-RM con contraste del sector aortoilíaco donde se observa un pequeño aneurisma infrarrenal. Arteria renal accesoria
derecha alejada con estenosis en su origen. B: EG axial que muestra realce de las partes blandas rodeando la dilatación aneurismática e indicando la presencia de un
aneurisma inflamatorio.

maligno de glándula suprarrenal, carcinoma adrenal,


La secuencia TOF-2D adquirida perpendicular a
tumor adrenocortical en niños y adultos jóvenes con
la dirección de la VCI, por su sensibilidad al flujo
pubertad precoz e hipertensión.
lento puede mostrar la presencia de un área vacía
La incidencia de extensión del carcinoma de células
de señal intraluminal, hipointensa. La técnica
renales hasta vena renal es del 21-35 % y a la vena cava
angio-RM con contraste adquirida en diferentes
inferior del 5-10 %. Tumor primario voluminoso 5 cm.
fases: arterial precoz y más demorada venosa, con
Más frecuente la extensión a VCI por un tumor renal
ulterior manipulación en la consola de trabajo
derecho que izquierdo, debido a la longitud de las venas
independiente, determina con fiabilidad la pre-
renales.
sencia de la extensión tumoral intravenosa. Se
Las venas porta, mesentérica superior o esplénica pue-
deben efectuar reconstrucciones MIP y MPVR a lo
den hallarse invadidas por un adenocarcinoma de pán-
largo de los ejes venosos.
creas, un tumor maligno de islotes pancreáticos u otras
La angio-RM es superior a la TC para detectar el
neoformaciones biliopancreáticas como el carcinoma
trombo tumoral de la VCI (debemos recordar el
ampular, de vesícula biliar o de duodeno.
artefacto de flujo que se produce en la desembo-
cadura de las venas renales). Es importante para el
urólogo la localización exacta del extremo del
RM y angio-RM: el carcinoma de células renales trombo tumoral y su posible fragmentación en aras
se presenta como una lesión neoformativa sólida, a la resección completa, para planificar la técnica
quística atípica o heterogénea, con captación va- quirúrgica oportuna. Generalmente está poco
riable de contraste. Puede ser hipervascular con adherido a las paredes vasculares, aunque pueden
hipertrofia de la arteria renal ipsilateral, con neo- precisarse resecciones parciales de la pared venosa.
vascularización tumoral y fístulas arteriovenosas La mortalidad perioperatoria se sitúa en el 2 %.
de origen neoformativo. La presencia de trombo tumoral en la vena renal
Existe posible invasión de la vena renal con o su extensión a VCI, sea cual sea su altura, no
extensión tumoral intravascular. Se detecta apre- repercute sobre la supervivencia a largo plazo en
ciándose la vena renal ocupada, con material de ausencia de enfermedad metastásica. Otros signos
señal intermedia en T1 y T2, y con realce tras la de trombosis de la vena renal son el retraso del
administración de contraste paramagnético. Po- nefrograma cortical y el aumento global del volu-
sible diferenciación mediante RM y angio-RM men renal.
entre trombo «blando» y trombo tumoral por En los procesos neoformativos retroperitoneales
ausencia de realce en el primero (figs. 8 y 9). Sin del área biliopancreática, la RM venosa o RM por-
embargo, es posible el realce marginal del trombo tografía permite valorar permeabilidad, engloba-
«blando» con secuencias rápidas EG con supre- miento, trombosis o extensión tumoral intravascu-
sión grasa y contraste. lar y determinar su resecabilidad.

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A B

C D

Figura 8. A y B: reconstrucción MPVR axial a dos niveles procedente de una secuencia EG con contraste. Se visualiza un carcinoma de células renales asentado en el
riñón izquierdo con afectación de su valva anterior y extensión al seno renal. Se identifica trombo tumoral con invasión de la vena renal izquierda. El trombo tumoral
es isointenso a la masa renal, lo que indica su realce con la administración de contraste. La vena renal izquierda está dilatada. C: reconstrucción MPVR coronal, proce-
dente de secuencia EG 3D con contraste. Se observa la extensión del trombo tumoral a través de la VCI. D: reconstrucción MPVR coronal EG con contraste. El uso de
un grosor de reconstrucción fino permite una mejor delimitación del extremo del trombo tumoral, que se insinúa por la porción intrahepática de la VCI.

A B

Figura 9. A: paciente con trombosis paraneoplásica de la VCI (neoplasia de vejiga urinaria). Angio-RM EG con contraste con reconstrucción MIP coronal. Determinación
de un trombo en la vena cava inferior a la altura de las venas renales con extensión por la porción intrahepática de la VCI. B: corte axial de la angio-RM anterior. Se
aprecia marcada hipointensidad del trombo, con ausencia de captación que indica su naturaleza de trombo «blando».

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A B

C D

Figura 10. FAV renal izquierda congénita. A: angio-RM EG con contraste sobre
aorta abdominal. Reconstrucción MIP coronal en fase arterial. B: reconstrucción
MIP coronal en fase venosa. C: reconstrucción de superficie. Imagen volumétrica
coronal. D: reconstrucción MPVR axial sobre vena renal izquierda. Distensión por
el hiperaflujo de la vena renal izquierda y tinción por contaminación venosa pre-
coz de la vena cava inferior, con imagen arterial y venosa coincidente. Hiperaflujo
en vena cava inferior. Nefrograma renal. Imágenes vasculares tortuosas en ovillo
que denotan la presencia de una FAV intrarrenal. Hipertrofia y tortuosidad de la
arteria renal izquierda

FÍSTULA ARTERIOVENOSA RENAL bién el 10-15 %. Entre las causas excepcionales destacan
proceso inflamatorio renal, pielonefritis crónica, pielo-
(FAV) nefritis granulomatosa, rotura de un aneurisma micótico
o por arteritis sifilítica, panarteritis nodosa, arteriosclero-
Las fístulas arteriovenosas son comunicaciones directas
sa con rotura de un aneurisma con decúbito y comuni-
entre una arteria y una vena de diferente origen.
cación venosa directa.
El 50 % de las FAV adquiridas son secundarias a una
Etiología biopsia renal, pero de éstas el 95 % desaparecen espon-
táneamente en los primeros 18 meses y sólo el 5 % de-
Las FAV se pueden clasificar en adquiridas o congéni- sarrollan sintomatología.
tas (fig. 10). Entre las adquiridas, la causa más frecuente La incidencia de FAV por nefrectomía total (0,1 %) es en
(35 %) son las complicaciones de procedimientos diag- la actualidad extremadamente excepcional. Esta anomalía
nósticos (biopsia renal) o terapéuticos, ya sean percutá- se producía por ligadura en bloque del pedículo renal con
neos (1 %) o a cielo abierto: nefrostomía, nefrolitotricia, seda trenzada realizada por urgencia técnica. Actualmente
nefrectomía conservadora, nefrectomía total. se suturan con monofilamento de polipropileno de modo
La causa traumática, especialmente por herida incisa, separado arteria y vena (fig. 11). La etiología congénita
representa el 10-15 % y la neoplasia renal avanzada tam- representa el 25 % y el 5 % de las FAV son idiopáticas.

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A B

Figura 11. Paciente varón de 56 años de edad, con antecedente de nefrectomía total
25 años antes por tuberculosis renal. A: angio-RM 3D con contraste reconstrucción
de superficie de aspecto volumétrico. B: angio-RM contrastada, reconstrucción
MPVR axial con demostración de una fístula arteriovenosa secundaria a fallo en la
ligadura del pedículo renal. Distensión por el hiperaflujo de la vena renal izquierda
y tinción por contaminación venosa precoz de la vena cava inferior con imagen arte-
rial y venosa coincidente. Hiperaflujo en la vena cava inferior.

Clínica
señales color en el tejido circundante creadas por
La sintomatología se caracteriza por dolor lumbar y turbulencias.
hematuria. Existe posibilidad de hipertensión vasculorre- RM y angio-RM: evidencian estructuras vascula-
nal por isquemia del parénquima renal secundario al res hipertrofiadas y tortuosas, con coincidencia
robo venoso en FAV de alto débito. En la neoformación arterial y venosa.
renal con FAV, la asociación de HTA e insuficiencia car- Angiografía: muestra la morfología y topografía
díaca alcanza el 60 %. En la exploración se aprecia soplo de la FAV. Las congénitas suelen ser múltiples y de
sistólico en la región lumbar. aspecto serpiginoso y agrupadas. La adquirida,
única y directa arteria-vena. Permite el interven-
cionismo con embolización selectiva de la aferen-
cia arterial con diferentes tipos de material de
Eco Doppler color: permite la detección de cor- embolización (coils, cianocrilato, etc.) como pri-
tocircuito arteriovenoso, observándose alteración mera actuación terapéutica.
en el flujo que destaca sobre el parénquima renal Tratamiento. Consiste en embolización selecti-
y los cambios hemodinámicos producidos por la va, nefrectomía parcial, cirugía de banco con auto
FAV, con aumento en la velocidad en la arteria afe- trasplante renal. Como último recurso se emplea
rente y arterialización venosa. Pueden aparecer la nefrectomía total.

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