Está en la página 1de 3

"Deja esta mente, la tuya, distendida, sin artificios.

En este estado,
mira el movimiento de los pensamientos, toma por referencia este
movimiento, sin forzar. En este estado se pone de manifiesto una
gran calma. No te apegues a esta tranquilidad, no tengas miedo del
movimiento. No hay diferencia entre la calma y la actividad.
Reconoce estos dos estados como fenómenos mentales que surgen
en la mente. En este estado, reposa...Sin asirte a nada, sin apego,
reposa en la esencia natural. Desde esta dimensión, la esencia de tu
propia mente se va a manifestar como sabiduría y radiante vacuidad,
y no tendrás palabras...Desde esta referencia, emergerá una
estabilidad natural. No tomes la estabilidad por algo especial, sé
espontáneo, natural y libre. No te apegues, no rechaces las
creaciones mentales, Y, por favor, permanece."

Gendun Rimpoche.
La dicha no se encuentra con esfuerzo y voluntad

sino con tranquilidad y con abandono.

No te inquietes, no hay nada que hacer.

Lo que emerge en el espíritu no tiene ninguna importancia,

Ya que no tiene ninguna realidad.

No te apegues a ello.

No te juzgues.

Deja que el juego se juegue solo: elevarse y recaer.

Sin cambiar nada, todo se desvanece

y comienza de nuevo sin cesar.

La búsqueda de la dicha es lo que nos impide verlo.

Es como un arco iris que se persigue

y nunca se atrapa:

porque no existe, porque siempre ha estado ahí

y te acompaña en cada instante.

No creas en la realidad de las experiencias,

buenas o malas: son como los arco iris.

Y uno se agota en vano queriendo asir lo inasible.

Pero en cuanto sueltes la presa, allí está el espacio:

abierto, hospitalario, confortable,

Por tanto, aprovéchate…

Desde ya, todo es tuyo.

No busques más…

No quieras buscar en la jungla inextricable

el elefante que ya esta tranquilamente en casa.


No hacer nada.

No forzar nada.

No querer nada.

Y todo se hace solo.

También podría gustarte