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Regla 6 de
Investigación Procedimiento
Criminal
Ingreso a
Institución
Penal (o)
Absolución
Situaciones de hechos que aplican las Reglas de
Procedimiento Criminal
Interrogatorios
Rueda de
Arrestos
Detenidos
Registros y
Confesiones
Allanamientos
Personas envueltas en el Proceso Criminal
Tribunales de Justicia
Acusados Fiscalía
(Fiscales)
Tribunales
(Jueces)
Agencias de
Ley y Orden
Policía.
Testigos
Organización de los Tribunales de Puerto Rico
Policía
de
Puerto
Rico
Comisión
del Delito
Sistema
Violación Fiscalía
Correccional
de Ley
Penal
Judicatura
Objetivos de la aplicación del Procedimiento Criminal
Decisiones y opiniones de
los Jueces
Expedir ordenes de aprehensi ón o detención en Ley de Menores Expedir ordenes de excarcelación si presta la fianza
Otras vistas de Determinar (y) fijar fianzas Expedir ordenes de encarcelación si no presta la fianza
Corrección
Tribunales
Fiscalía
Policía
3.5 Column1
Asesinatos
3
2.5
2 Drogas y Narcóticos
1.5
Violencia Doméstica
1
0.5
0
0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
2 Regla
Advertencias 252.1 P.C Regla 230-234
al sospechoso
1 P.C
0
Confesiones
Line up
Allanamientos
Registros
Policía Fiscalía
Advertencias no Es un asunto de
tienen nada que ver admisibilidad de
con la legalidad del manifestaciones
arresto. incriminatorias.
Si esta bajo custodia
Si el policía no hace
policiaca (y) es
las advertencias las
cuestionada es deber
manifestaciones no
del policía hacerle
son válidas.
las advertencias.
Mociones que se presentan antes del Juicio
Impugnar legalidad de
la evidencia recopilada Moción
o Supresión de la para rebaja
Moción de
evidencia defensa de de fianza Renuncia de
insanidad
mental Jurisdicción en
asuntos de menores
Moción para
desestimar
acusación o
denunucia
Moción de
descubrimien
to de prueba
Moción de
nuevo
Juicio
Juicio en su fondo
Lectura de acusación
Vista Preliminar
R-23 de P.C.
Registros y alllanamientos
requieren una orden del
Magistrado escrita y expedida por
una declaración jurada del agente
del orden público apoyada en
juramento de lo contrario no es
válida. Regla 230 de P.C.
Funciones del Tribunal Supremo de Puerto Rico
●
●
● Otros
Destitución
Estado
Mandamus. recursos
Jurisprudenci
Habeas de
no puede
El
Courpus.
recursos
Jueces
Tribunal
detenerlo
Para y ordena
que
más
solicitar se
unade
queasmeses
vista o cumpla
seal
6Querellas
determinen
Normas
tribunal por
sincontra
unacon
por
Jurídicas
eluna detención
vista
deber
abogados ilegal
ministerial
ley
Situaciones que la autoincriminacion no esta protegida
Tanto en la esfera federal como en Puerto Rico, los tribunales han establecido
unas normas que deben seguir los investigadores del Estado en la etapa
investigativa para evitar que se violen derechos fundamentales consagrados
expresamente en la Constitución o la clausula del debido proceso de ley, en
general cuando se está tratanto de obtener del interrogatorio una confesión o una
admisión sustancial. Estas normas son diferentes dependiendo de que se trate de:
• Sospechosos bajo custodia sobre quienes se ha centralizado la investigación o
imputados de delitos.
• Simplemente sospechosos.
• Testigos.
Advertencias de Ley
El caso de Sulman nos dice que hay que hacer las advertencias de ley,
en los casos de confesiones como en los casos de las admisiones
sustanciales. Pero hay que hacerlas solo cuando se interroga a un
sospechoso bajo custodia gubernamental, y estas se realizan
inmediatamente que está bajo custodia y se le intente interrogar. Pueblo
V.S. Pellot, 88 J.T.S. 109 (y) Pueblo V.S. J.A.B.C. 89 JTS 38.
Declaraciones no admitidas como evidencias
Si no ha
sido
arrestada
Turnos de
respuestas de
los fiscales
Accidentes
rutinarios
de tránsito
Situaciones que no están protegidas contra la autoincriminación
Autoincri
minación
Requisitos para que la confesión sea válida
La declaración instructiva o
confesión es personal, por lo Que el procesado declare
tanto, solo el procesado puede libremente, sin ataduras,
hacer esta declaración. Nadie amenazas ni presiones de
puede declarar en su nombre o parte de los investigadores
representación.
Continuación de la validez de la confesión
Fianza
Libertad Comparecencia
provisional del acusado
Permanecer en 4th Qtr
libertad hasta el
dia del juicio
Fianzas consideraciones a tomarse en su imposición
●
Se validó la ocupación de un teléfono celular en un operativo policiaco. Recibida una
llamada para un propósito criminal. Dado el propósito la intrusión fue legítima y
Pueblo V.S. Colón Rafucci 139 D.P.R. 959 (1996) razonable por lo que no se violó su derecho, el policía no lo utilizó para enterarse sino
que lo contestó
●
Tampoco se llevó a cabo una intercepción teléfonica
●
Se examina la validez constitucional de las pruebas de dopaje a la luz de la protección contra
registros y allanamientos irrazonables. Bajo un análisis de razonabilidad el Estado debe demostrar
Soto Ortega V.S. AIJ 99JTS 109 un interés estatal que supere la expectativa de intimidad.
●
En el caso Pueblo V.S. Arroyo Rattan Specialties 117 D.P.R. 35 (1986) se resolvió que se violenta el
derecho a la intimidad cuando se le requiere a una persona someterse a la prueba del polígrafo.
●
Los clientes y depositantes de un banco tienen expectativa de intimidad sobre la información
dada en transacciones bancarias y pueden impugnar cualquier subpoena duces tecum.
RDT Construction V.S. Colon Carlo 96 JTS 111 ●
Para expedir una orden de allanamiento es necesario que en la declaración jurada surjan
todos los elementos para determinar causa probable para poder expedir dicha orden.
Normas y procedimientos de la Rueda de Detenidos (line up)
• Caso resuelto en Pueblo V.S. Díaz Medina, 2009 T.S.P.R. 138, el Tribunal
Supremo determinó que la evidencia detectada a pleno olfato de un canino
(perro) puede ser incautada sin orden judicial de registro. El Supremo aclara
que el hecho que un perro como detector de olores sea más habilidoso que una
persona, no transforma el olfato de dicho animal en uno ilegal, pues el tribunal,
pues al igual que la evidencia a plena vista de un oficial puede ser registrada sin
orden judicial, previa evidencia a pleno olfato sin necesidad de ser detectada sin
orden.
Continuación de Registro por los caninos (perros policias)
• En el caso Pueblo V.S. Espinet 112 D.P.R. 53 se resolvióque en una época los
agentes de la policía, para evitar las complicaciones técnicas de tener que probar
que un registro era razonable, comenzaron a declarar en los tribunales a base de la
línea de menor resistencia, que era decir que habían visto el objeto a plena vista o
que el acusado lo había abandonado. Entonces el Supremo estableció la norma
jurídica que los jueces en aquellos casos en que el agente declara que el acusado
tiró el material o que la transacción delictiva se realiza a plena vista, los jueces
no le deben creer a menos que haya otras circunstancias que corroborren la
declaración del agente. Ó sea que esas declaraciones se deben tomar con
cautela.
Registros de Emergencia sin Orden de Allanamientos y/o Registro
• El caso de Pueblo V.S. Delgado 128 D.P.R. 721 (1991), resolvió y explicó
que la confesión admite todos los elementos de un delito de parte del
declarante y en si es una declaración de culpabilidad.
• Resolvió también que la admisión, por el contrario, se limita a admitir uno
o más eslabones de prueba que conducen a la culpabilidad, es decir, se
admiten unos elementos del delito, pero no todos.
Renuncia voluntaria del acusado a su derecho contra la autoincriminación
Exige que se lleve a la persona arrestada sin demora innecesaria ante un magistrado En el caso de Pueblo V.S. Rivera 145 D.P.R. 366 el Supremo aclaró que en la vista de causa para arresto el imputado tiene derecho a tener abogado
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El Tribunal Supremo de Puerto Rico estableció los criterios para evaluar una
identificación extrajudicial a la luz de la totalidad de las circunstancias.
1. Oportunidad y tiempo durante el cual el testigo identificante pudo observar al
sospechoso: incluye, por ejemplo, la distancia que lo vio, cantidad de luz
presente.
2. Grado de atención y/o capacidad perceptiva demostrado por el testigo
identificante.
3. Grado de certeza demostrado por el identificante al realizar la identificación.
4. Exactitud de la descripción previa dada sobre el sospechoso con este luego de
ser identificado.
5. Tiempo que transcurre entre la comisión del delito y el momento en que se hace
la identificación.
6. Oportunidad que tuvo el Estado para hacer la rueda de detenidos.
Continuación de las normas relacionadas a la identificación del sospechoso.
En los casos de Pueblo V.S. Peterson 107 D.P.R. 172 (1978) ; Pueblo V.S. Calderón
Orta 110 D.P.R. 835 (1981) ; Pueblo V.S. Ortiz Pérez 123 D.P.R. 216 (1989) ; Pueblo
V.S. Robledo ; 127 D.P.R. 964 (1991) ; y Pueblo V.S. Rodríguez Román 128 D.P.R. 121
(1991). El Tribunal Supremo de Puerto Rico resolvió y estableció la norma de que
aunque la identificación tenga elementos de sugestividad, no se viola el debido
proceso de ley si se presentan suficientes elementos de confiabilidad a la luz de la
totalidad de las circunstancias. El caso normativo Pueblo V.S. Hernández 126 D.P.R.
427 (1990) se aclaró que el hecho de que la vestimenta de todos no fuera similar, no
hace mandatorio invalidar el procedimiento de la rueda de detenidos.
Fotografías como medio de identificación Regla 252.2 de Procedimiento Criminal
El caso de Pueblo V.S. Rosaly 128 D.P.R. 729 (1991) Estableció las pautas
para identificar al sospechoso mediante fotografías y estableció que el uso
de fotografías para identificar solo se usarán cuando no sea posible usar la
rueda de detenidos, o cuando no esté el sospechoso presente para realizar
una rueda de detenidos, o cuando existiendo una persona sospechosa esta
se negare a participar en dicha rueda de detenidos.
Impugnación de la evidencia bajo la regla 234 de P. C. Supresión de evidencia
El caso de Pueblo V.S. Rey 109 D.P.R. 739 (1980) resolvió que si el acusado
sostiene que hubo alguna irregularidad sobre si fue sugestiva la
identificación durante la investigación, tiene que radicar una moción de
supresión de evidencia con (5) días de anticipación al juicio, según la regla
234 de P.C. a menos que el acusado se entere de la irregularidad en el acto
del juicio. Si no la plantea o la solicita se entiende que esta renunciando a
este derecho de solicitar radicar la moción de supresión de evidencia.
Detención de un automóvil con propósitos investigativos
El caso normativo de Pueblo V.S. Malavet 120 D.P.R. 470 (1988), el Tribunal
Supremo de Puerto Rico aclaró la diferencia entre detener un automóvil por
infracciones a la Ley de Tránsito o cuando ocurre un accidente y arrestan al
conductor. Son (2) dos cosas distintas. Las consecuencias sobre ocupación de
objetos a plena vista y el registro del automóvil también son distintas. Cuando se
trata de una infracción de carácter grave a la Ley de Tránsito como rebasar (6) seis
luces sin parar se puede detener un vehículo. Esto se considera como una detención
investigativa ya que se hace con propósitos específicos y por un período de tiempo
limitado. En un caso así, desde luego la policía podría ocupar cualquier evidencia
delictiva que estuviera a plena vista.
Normas acerca de los arrestos de parte del Estado
En los casos Pueblo V.S. Bonilla 120 D.P.R. 92 y en el caso Pueblo V.S. Luzón 113
D.P.R. 315, el Tribunal Supremo sostuvo que el concepto Motivo fundado es
compatible con la acción concertada y coordinada de agentes de la policía; o sea, que
cuando los agentes trabajan cerca y se mantienen informados, el conocimiento de cada
uno se le atribuye a los demás. Puede establecerse la existencia de causa probable para
justificar un arresto sin orden a base de información policiáca colectiva al momento
del arresto. En este caso es suficiente con que el agente que inició la cadena de
comunicaciones que culmina en el arresto tenga información de primera mano. Si se
determina que este agente que inicio la cadena de comunicaciones estaba mintiendo
entonces el arresto es ilegal.
Continuación de arrestos doctrinas del tribunal
La regla 12 de P.C. permite a una persona particular arrestar en (2) dos ocasiones
sin una orden de arresto, de un Juez, aunque tampoco tiene facultad para arresto
habiendo una orden. Cuando se cometa cualquier delito en su presencia. Cuando en
realidad se hubiere cometido un delito grave y el ciudadano tuviere motivos
fundados para creer que el arrestado lo cometió. Nótese ese motivo fundado debe
ser más seguro que el del policía o sea no puede ser porque otro se lo informó y el no
lo observó o no estuvo en el lugar en este caso debe ser el agente del orden público.
Diferencias entre el arresto del funcionario público y el ciudadano particular
En el caso de Pueblo V.S. Velázco 128 D.P.R. 180 (1991), el Tribunal Supremo de P.R.
aclaró (2) dos puntos importantes: 1. La facultad que tiene un ciudadano para arrestar
bajo la regla 12 es más limitada que la que tiene el funcionario para arrestar bajo la
regla 11. La regla 12 requiere certeza de la comisión de un delito o de su tentativa. La
regla 11 autoriza al funcionario a hacer un arresto cuando tenga motivos fundados
para creer que la persona ha cometidó un delito en su presencia. 2. El caso aclará lo
que significá funcionario del orden público, incluye policías estatales, pero también
comprende los facultados por leyes especiales como policías munincipales, agentes del
N.I.E. guardias penales, inspectores médicos y de salud, Vigilantes de Recursos
Naturales y Vigilantes de Aereopuertos. Pueblo V.S. Cruz 2002 T.S.P.R. 5 reitera esta
norma.
Inclusión de los Agentes Federales para realizar arrestos bajo la Regla 11 de P.C.
La Ley 206 de 2006 calificó e incorporó entre otros a los oficiales federales y policías
del Departamento de Homeland Security, el United Customs Service, del U.S.D.A.,
Forest Services, la Administración de Veteranos, la Administración de Servicios
Generales, el Departamento de la Defensa, el Servicio Postal y el Food and Drug
Administration (FDA) como funcionarios del orden público para facultarles a
realizar arrestos bajo la regla 11 de Procedimento Criminal de P.R.
Arresto realizado por Guardias Privados
El Tribunal Supremo de P.R. resolvió en el caso de Pueblo V.S. Rosario 129 D.P.R.
1055 (1992) que una Agencia como la Autoridad de Tierras no tiene facultad legal de
nombrar guardias con poder de efectuar arrestos en calidad de funcionarios del
orden público, estos guardias así contratados no serían funcionarios del orden
público para los fines de la regla 11 de P.C. Por tanto, si arrestan a una persona
actuarán como personas particulares y tendrían que cumplir con la regla 12 para
poder arrestar validamente. Otro caso que resuelve este planteamiento es el de
Pueblo en interés del menor N.R.O., 136 D.P.R. 949 (1994)
Vista de causa para arresto en ausencia del imputado implicaciones legales
Cuando los oficiales del orden público solicitan el consentimiento para hacer un
registro, deberán pedirle a la persona que se identifique y preguntarle si es
dueño del lugar o que autoridad tiene con respecto al lugar donde se encuentra.
Resuelto en Pueblo V.S. Narváez Cruz 121 D.P.R. 429 (1988). De la totalidad de
las circunstancias se determina si la persona tenía autoridad común para
consentir el registro, reiterado en el caso de Pueblo V.S. Miranda Alvarado, 97
J.T.S. 84.
La validez del consentimiento en los registros y allanamientos
El caso de Pueblo V.S. Miranda 143 D.P.R. 356 (1997) sostuvo que existen (5) cinco
criterios básicos para determinar la validez referente al consentimiento de una
persona para que registren su propiedad. 1. Si existió fuerza o violencia de parte de la
policía. 2. Si el registro se efectuó después de un arresto. 3. Si se encontraba una
persona presente al momento del registro. 4. El ambiente en el cual se presentó el
consentimiento. 5. Las características personales del que consiente edad, inteligencia,
educación, si está bajo intoxificación o efectos de drogas, si había sido arrestado
anteriormente.
Continuación del consentimiento válido
El caso de Pueblo en interés del menor F.J.M.R. 111 D.P.R. 501, sostuvo que como
regla general el padre o la madre puede dar el consentimiento a los policías para
registrar la habitación o el lugar donde reside el menor siempre y cuando sean los
padres los que estén pagando la renta de ese hogar. No puede consentir 1. Si es el
menor el que paga la renta de su propia habitación, los padres no pueden consentir.
2. Si se trata de pertenencias en posesión exclusiva del menor, tampoco es válido el
consentimiento de los padres. 3. Cuando el menor está enmancipado.
Expectativa de intimidad en los hoteles
Las personas que pernoctan en los hoteles tienen una expectativa de intimidad en
su habitación del hotel y el administrador del hotel no puede dar el consentimiento
para que se registre ninguna de las habitaciones que están siendo ocupadas por los
clientes que allí se encuentran. En el normativo Pueblo V.S. Ramos 132 D.P.R. 363
(1992) se resolvió que una persona que se encuentra ilegalmente en un lugar no
tiene legitimación activa (standing) para solicitar la supresión de la evidencia allí
ocupada, puesto que el no tiene expectativa alguna de intimidad en ese lugar.
Además es válido si el policía entra al lugar con el consentimiento válido del
dueño. Es válido y razonable un registro sin orden de allanamiento cuando se ha
hecho un arresto legal y se registran los lugares y muebles al alcance inmediato del
arrestado.
Registro incidental a un arresto legalidad
El normativo Pueblo V.S. Serrano Reyes 2009 T.S.P.R. 126 reiteró la norma en las
situaciones en que se puede registrar el cuerpo del arrestado y el área inmediata
donde se encuentra siempre que sea: 1. Evitar que se destruya la evidencia de un
delito. 2. Evitar que pueda tomar un arma de un lugar cercano. 3. Evitar que se tome
algun instrumento para fugarse del lugar. 4. Todas estas acciones deben ser
contemporáneas al momento de realizar los registros si pasa mucho tiempo entonces
no aplicaría este tipo de registro válido en ausencia de una orden de allanamiento
expedida por un juez.
Evaluación de la declaración jurada del agente para expedir la orden
El caso de Pueblo V.S. Santiago 147 D.P.R. 160 (1998) afirmó (4) cuatro criterios
básicos. 1. Si el confidente de verdad conduce hacía el criminal en términos de
lugar y tiempo. Se debe recordar que las observaciones del agente son remotas le
resta validez. 2. Si el confidente anteriormente había sumistrado la información
correcta. 3. Si la corroboración se relaciona con delitos cometidos o en proceso de
cometerse. 4. Si la confidencia fue corroborada por observación del agente o por
información de otras fuentes
Bloqueos en las carreteras legalidad de los registros
La norma resuelta por el Tribunal Supremo de P.R. en el caso Pueblo de P.R. V.S.
Berríos 142 D.P.R. 386 (1997), estableció (3) normas para la legalidad de los
bloqueos. 1. La Constitución exige del gobierno que sea razonable cuando detiene un
vehículo en un bloqueo de carreteras. Sin embargo, no constituye una incautación
insconstitucional el que en un bloqueo solo se obligue al conductor a reducir la
velocidad al atravesar el bloqueo.
Continuación de la legalidad de los bloqueos
El caso Federal Ilinois V.S. Lidter, 124 S.Ct. 885 (2004) estableció (3) tres factores
importantes para la práctica de bloquear y detener vehículos de motor referente a la
validez de las intervenciones hechas por los agentes de la policía en este tipo de
registro y tomará en consideración la determinación de su validez a la luz de las
circunstancias que a continuación se describen.
Continuación de la validez de los bloqueos en las carreteras
Como las detenciones en los bloqueos deben ser breves, se violará el derecho
constitucional al exigir que una persona baje del auto a menos que existan
circunstancias que establezcan motivo fundado de que se ha cometido un
delito, hacerle preguntas más alla de las necesarias sobre la identidad del
conductor o requerir su licencia, hacer un bloqueo que no sea visible, con
suficiente iluminación y avisos de la actividad policiáca, hacer un bloqueo que
en gran medida interfiera con el flujo normal del tránsito.
Continuación de bloqueos
En resumen, para que sean válidos los bloqueos de carreteras debe controlarse la
arbitrariedad de los oficiales de la policía. Para ello deben establecerse unas guías
previas por oficiales supervisores. Dichas guías deben incluir aspectos tales como:
hora del evento, duración del mismo, normas de seguridad, criterios de las
detenciones de los vehículos y todo aquello que se dirija a que las intervenciones
con los conductores sean al azar y no de grupos estereotipados de lo contrario no
serían legales estas intervenciones, como norma general se intervendrán con los
automóviles de una forma objetiva y no selectiva.
Implicaciones legales de la regla 23 de P.C. Vista Preliminar
Esta vista se puede celebrar, ante cualquier juez del Tribunal de Primera
Instancia, pero normalmente se celebra ante un juez munincipal. Sobre su
naturaleza, en el caso de Pueblo V.S. Martínez 116 D.P.R. 793, en el cual surge
un interesante debate sobre si el imputado tiene derecho a que se celebre una
vista preliminar cuando se le imputa un delito menos grave, pero al cuál el
legislador le ha fijado una pena mayor de (6) seis meses de cárcel. El debate lo
provocó el hecho de que ya en el caso de Pueblo V.S. Laureano Burgos, 115
D.P.R. 447 el Tribunal Supremo había reconocido que un imputado si tenía
derecho a juicio por jurado cuando se le imputaba delito menos grave cuya
pena excedía de (6) seis meses.
Norma Jurídica del Caso de Pueblo V.S. Martínez 116 D.P.R. 793
• El abogado no tiene derecho a que el juez le cite a los testigos de cargo para
que la defensa los interrogue en la vista preliminar. Lo puede solicitar en
situaciones excepciones. El juez, en ese caso, examinará la declaración jurada
del o los testigos en su despacho y si surge alguna probabilidad de que dichos
testigos aporten pruebas para exonerar, entonces los citará. Desde luego, nadie
puede impedir que cualquier testigo acceda voluntariamente a declarar a favor
de la defensa en la vista preliminar.
Termino de tiempo para celebrar la vista preliminar
Las reglas de P.C. establece que se citará al imputado por lo menos (5) cinco días
antes de la vista preliminar. El caso de Pueblo V.S. Cartagena 152 D.P.R. 243
(2000), afirmó que la regla 64 (n) de P.C. específica que el termino para celebrar
la vista preliminar es de 30 días a partir del arresto o citación si el imputado se
encuentra encarcelado (sumariado), y 60 días si no está encarcelado.
Continuación de terminos de días
La claúsula de Puerto Rico ha sido interpretada como que se redactó con el propósito
fundamental de proteger el derecho a la intimidad. En la de Puerto Rico la
Constitución dice expresamente que el Estado no intercepterá la comunicación
telefónica. La federal nada dice expresamente. El caso de Pueblo V.S. Santiago 139
D.P.R. 361 (1995). Sostuvo que la prohibición de la interceptación de comunicaciones
telefónicas, que aparece en el artículo II, sección 10, no prohibe que, mediante
adecuada orden judicial, se intercepten otro tipo de comunicaciones no telefónicas y
hasta que se graben bajo ciertas circunstancias.
Registros y allanamientos Federal y Local
En el caso de Pueblo V.S. Serrano Reyes, 2009 T.S.P.R. 126, el Tribunal Supremo
suprimió una evidencia que se había incautado sin orden judicial, ya que el
ministerio público no presentó prueba sobre la razonabilidad del registro. Según
explicó el Supremo, en ausencia de la orden judicial, el ministerio público tiene la
obligación de presentar prueba y persuadir sobre la razonabilidad del registro. El
fiscal debe demostrar en casos donde no exista una orden de registro y allanamiento,
que para que sea una excepción a la regla sin orden de allanamiento el ministerio
público debe demostrar que se cumplió con los requisitos que se exigen como normas
jurídicas establecidas por el Tribunal Supremo de P.R. para estos casos.
Continuación de la norma jurídica de registros y allanamientos
El Supremo aclaró en el caso de Pueblo V.S. Nieves Hernández, 2008 T.S.P.R. 162, que
cuando el registro se efectua al amparo de una orden judicial impera una presunción
de legítimidad, pues toda determinación judicial se acompaña de una presunción de
corrección. En esos casos, el acusado tiene el peso de la prueba para rebatir la
legalidad y razonabilidad de la actuación gubernamental. Es la defensa la que tiene
que atacar la validez de la actuación de los agentes del orden público que realizaron
dicho registro y allanamiento para impugnar su validez en los tribunales.
Capacidad para solicitar la vista preliminar en alzada
La regla 6 (c) de P.C. enfatiza la capacidad exclusiva del ministerio público para
solicitar la vista en alzada al declarar que cuando la determinación del magistrado
fuera distinto a aquel que el fiscal entendiere procedente este podrá someter el asunto
nuevamente. El caso de Pueblo V.S. Pérez Suárez 116 D.P.R. 897 (1996) cuestiona la
capacidad de los demás funcionarios facultados en la regla 5 de P.C. para ser
denunciantes. Resolvió este caso que los policías o agentes del orden público no están
facultados para impugnar la determinación de no causa probable en la regla 6 de p.c.
son los fiscales los que si los agentes lo solicitan, evaluarán esa determinación y
deberá entonces obtener una orden por escrito del fiscal para acudir en alzada
nuevamente.
Procedimiento para solicitar la vista en alzada
El magistrado, una vez tenga ante si dicha solicitud, podrá expedir u ordenar al
secretario del tribunal que expida citación tanto al imputado como los testigos de cargo
anunciados, las cuales serán diligenciadas por los alguaciles del tribunal o sus delegados.
Se dispone que el magistrado celebre la vista con prontitud. Si no existe causa probable
el imputado será exonerado y no existe una tercera oportunidad incluyendo su
radicación por primera vez. Se puede dar el caso que el Juez encuentre causa no por el
delito imputado y si por otro delito distinto o inferior al ya radicado.
Continuación de la vista preliminar en alzada
El caso resuelto de Pueblo V.S. Miró González 133 D.P.R. 813 (1993) resolvió
que en aquellos casos en que exista una determinación de no causa no se podía
extender por analogía el término de 60 días jurisprudencialmente establecido
para la celebración de la vista preliminar en alzada. Esto significa que
continuan vigente los 60 días para la celebración de la V.P. En esta situación se
activa el derecho a juicio rápido establecido por la Constitución de Puerto
Rico.
Moción de desestimación de la denuncia o acusación
El caso de Agnello V.S. United States, 269 U.S. 20 (1925) y en Puerto Rico el caso
normativo de Pueblo V.S. Sosa Díaz 90 D.P.R. 622 (1964) establecieron como norma
jurídica respecto al arresto y registro sin orden previa, que por el mero hecho de que
un agente haga un arresto legal no conválida ipso facto(de por si) un registro o una
incautación sin orden de arresto, nótese que deben estar presentes las circunstancias
requeridas por el tribunal supremo de P.R. que la vida del agente esté en peligro y/o
que la propiedad pueda ser destruída y/o desaparecida al momento de la intervención.
Evidencia a plena vista en cuanto a registros y allanamientos
El caso de Pueblo V.S. Espinet 112 D.P.R. 351 (1982) se permite que unos agentes de la
policía observen con binoculares desde la vía pública hacia una finca, para determinar
si en la misma se hallaba un prófugo contra quien se ha expedido una orden de arresto.
Al entrar en busca del prófugo, encontraron otra persona y vieron evidencia delictiva a
plena vista. El arresto y registro fueron válidos. Otro caso federal U.S. V.S. Dunn, 40
CRL, 3313 (1987), utilizaron una linterna para sus funciones investigativas y para
observar hacia una granga que resultó ser un laboratorio de drogas, a base de esta
observación obtuvieron la orden de allanamiento sosteniendo el tribunal que la
intervención fue válida.
Implicaciones legales del registro de una persona arrestada por seguridad
El caso de Pueblo V.S. Dolce, 105 D.P.R. 170 (1976). Sostuvo que se autoriza la
incautación de la evidencia sin orden de registro previa, siempre que se den los
siguientes requisitos: 1. El artículo debe haberse descubierto por estar a plena vista y
no por razón de un registro sin orden. 2. El agente que observa la evidencia debe
haber tenido derecho previo a estar en el lugar desde donde vio la misma. 3. El objeto
debe ser descubierto inadvertidamente. 4. La naturaleza delictiva debe surgir de la
simple observación, no puede abrir gavetas o buscar debajo de los asientos de los
automóviles. 5. Incluye evidencia delictiva que se capte por los oídos y el olfato.
Resuelto en el caso de Pueblo V.S. Acevedo Escobar, 112 D.P.R. 770 (1982) y el caso
federal United States V.s. Johns, 469 U.S 478 (1985)
Evidencia abandonada o arrojada legalidad
En el caso de Pueblo V.S. González del Valle, 102 D.P.R. 374, Pueblo V.S.
Almodóvar , 109 D.P.R. 117 (1979); y Pueblo V.S. Rodríguez Cruz 109 D.P.R. 591
(1980), el Tribunal Supremo de P.R. estableció los siguientes criterios para
determinar su validez: 1. Todo testimonio estereotipado debe escudriñarse con
especial rigor de parte del fiscal al traer su prueba y del Juez al adjudicar la
controversia. 2. Tanto en los casos de evidencia arrojada como en los casos de acto
ílegal a plena vista deben, en ausencia de otras consideraciones inducir sospecha de
la posible existencia de testimonio estereotipado.
Continuación de testimonio estereotipado
El caso de Pueblo V.S. Bogard, 100 D.P.R. 565 (1972) sostuvo que no se necesita una
orden de allanamiento y para efectos de lo que allí se vea se tratará como si fuese
una intervención a plena vista. Pueblo V.S. Lebrón, 108 D.P.R. 324 (1979) reiteró la
norma que estableció, para que se considere un espacio abierto para fines de esta
excepción, el mismo no debe dar base a expectativa razonable de intimidad. La
norma es que una persona no puede demandar derecho a una expectativa razonable
de intimidad en cuánto a actividades al aire libre en campo abierto, excepto en
cuánto al área inmediatamente alrededor de la casa y la asociada con esta.
Doctrina en cuanto a la persecusión caliente (Hot pursuit)
Pueblo V.S. Riscard, 95 D.P.R. 405 (1967) reiteró la norma jurídica que postula que
el agente del orden público está autorizado, mientras persigue a una persona que ha
cometido un delito, a entrar a todos los lugares donde esta persona entra y ocupa
toda la evidencia que vea en el curso de la persecusión. Otros casos Payton V.S. New
York, 443 U.S. 573; y Pueblo V.S. Turner, 110 D.P.R. 734 (1981). Sostuvieron que la
policía no puede entrar a la residencia del sospechoso bajo el pretexto de diligenciar
un arresto, si no tiene una orden de allanamiento u obtiene el consentimiento de los
residentes de la casa para entrar al lugar a ser intervenido.
Registro administrativo
Se trata de aquel registro que bajo el poder de razón de Estado se autoriza para
proteger la seguridad y bienestar general mediante inspecciones administrativas
que no tienen el propósito de descubrir evidencia delictiva. Las investigaciones
administrativas están sujetas a la garantía constitucional contra registros y
allanamientos irrazonables. El registro administrativo se presume irrazonable si se
realiza sin orden judicial, reiterado en los casos E.L.A. V.S. Coca Cola, 115 D.P.R.
197 (1984) y Pueblo V.S. Ríos Colón, 129 D.P.R. 71 (1991), excepto en los siguientes
casos: casos de registros para proteger la salud de la población, situaciones de
emergencia, o cuando no comparte objetivos de naturaleza penal, resuelto también
en los casos Cámara Municipal V.S. Court, 387 U.S. 523 (1967); Pagán V.S. U.P.R.
107 D.P.R. 720 (1978); Pueblo V.S. Amador Rodríguez, 2000 J.T.S. 111.
Continuación de los registros administrativos
El estándar para medir la existencia de causa probable para expedir una orden de
allanamiento es menos rigurosa que el del registro criminal dirigido a penalizar por un
delito. El criterio debe ser la ausencia de arbitrariedad en la selección del lugar a
inspeccionar y la razonabilidad del registro o que la inspección tenga como objetivo un
interés legítimo gubernamental y que este bajo la autoridad de la agencia. La
razonabilidad del requerimiento administrativo depende de: 1. la investigación debe
estar dentro de la autoridad conferida por la ley a la agencia. 2. El requerimiento no
debe ser indefinido. 3. La información solicitada debe ser razonablemente pertinente.
Los depósitos de chatarra son negocios muy reglamentados donde la policía puede
hacer registros administrativos sin orden previa, sujeto al interés público, (y) a que el
ezquema regulador sea un sustituto constitucional adecuado en cuánto a certeza y
regularidad de la intervención, sostenido en el caso resuelto Pueblo V.S. Ferreira
Morales, 98 J.T.S. 150.
Registro tipo inventario
Todo estado soberano está autorizado a identificar a las personas que entran a sus
fronteras y examinar la propiedad que estas traigan para introducir al país. Para
realizar esta inspección no se necesita causa probable, siempre que se haga en la
frontera o en su equivalente funcional. Esta norma se resolvió en los casos federales
de Carrol V.S. United States, 267 U.S. 132 (1925), Almedida Sánchez V.S. United
States 413 U.S. 266 (1973) y en el caso C.F. U.S. Ramsey U.S.L.W, 4577 (1977) se
estableció también que se permite abrir correspondencia del extrangero, sin orden al
efecto, siempre que haya causa probable para sospechar que la misma contiene
evidencia delictiva. El caso de Illinois V.S. Archeas 463 U.S. 765 (1983) y el caso de
Pueblo V.S. Pérez Narváez, 130 D.P.R. 618 (1992) se validó la doctrina interior
cuando se registró un paquete proveniente de Saint Thomas por un empleado de la
compañía privada de servicio aéreo donde este notificó a las autoridades que contenía
drogas ílicitas.
Aplicación en Puerto Rico de la doctrina de registro de fronteras
La norma jurídica del caso Torres V.S. Puerto Rico 442 U.S. 465 (1979), estableció
que el Estado Libre Asociado de Puerto Rico no tiene autoridad soberana para
efectos del registro de fronteras. Tal autoridad descansa en los Estados Unidos a ser
ejercida por los funcionarios federales de aduana e imigración. En relación a las
personas que entran a Puerto Rico, este lo más que puede hacer es regular para
implantar normas de seguridad y salud, sin obviar la IV Enmienda de la
Constitución Federal.
Registro de automóviles jurisprudencia aplicable
El caso de Pueblo V.S. Gerandino del Río, 113 D.P.R. 684 (1982), expresa
claramente el alcance del requisito de las circunstancias especiales o apremiantes
para justificar un registro sin orden judicial. En ese caso se observó al apelante
abordar el automóvil mientras portaba un arma de fuego. El policía detuvo al
apelante, quien ya había comenzado a dar marcha a su vehículo. Se arrestó y
entonces se registró el automóvil para ocupar el arma vista previamente. El
tribunal entiende que en esas circunstancias, la necesidad de ocupar armas de
fuego que puedan utilizarse para causar daño o huir justifican el arresto
inmediato.
Continuación de registro de automóviles
El caso federal Delaware V.S. Prouse, 440 U.S. 648 (1979), interpretando una
dispocisión similar a la sección. 1192 (d) de la Ley de Vehículos y Tránsito
(9 L.P.R.A.), se resolvió que una detención de un conductor en la vía pública para
examinar su licencia de conducir y la licencia del auto, sin que el policía tenga causa
probable para creer o sospechar de que se está violando la ley, constituye una
violación a las enmiendas IV y XIV de la Constitución Federal. La decisión no impide
que los Estados desarrollen métodos de inspección que no involucren un ejercicio de
discreción limitada y que provean una menor intervención Estatal con las personas.
Esta norma se reiteró en el caso de Michigan State Police V.S. Sitz, 496 U.S. 444
(1990).
Registro de prisiones
En el caso de Pueblo V.S. Falú, 116 D.P.R. 828 (1986) se adoptó la norma existente en
la jurisdicción federal relativas al requisito de causa probable como parte de un
registro legal. Otro caso Pueblo V.S. Rodríguez, 128 D.P.R. 438 (1991) resolvió que el
registro incidental al fichar al arrestado y hacer un inventario de sus pertenencias
previo a ingresarlo a una institución penal, se considera como un registro
administrativo tipo inventario. Un caso de importancia es el de Pueblo V.S. Bonilla 99
J.T.S. 157, el mismo aclaró que un registro al desnudo de un visitante a una prisión
debe hacerse previa existencia de motivos fundados y debe estar estrictamente
conforme lo disponga el reglamento de la Administración de Correción.
Registro por personas privadas
La petición debe incluir lo siguiente: 1.Una relación de los hechos que dan base a la
determinación de motivo fundado de que la persona se dedica a, o participa en
cualquier actividad del crimen organizada, según tal término se define esta ley,
establecer el patrón de actividad de crimen organizado y que una comunicación
oral relacionada al crimen organizado sera obtenida de la grabación que se interesa
hacer. 2. El tipo de artefacto o mecanismo de grabación a ser utilizado. 3. El tiempo
necesario estimado durante el cual se grabara la comunicación oral. 4. El nombre
de la persona o personas cuyas comunicaciones orales serán grabadas y cuál es su
relación con el asunto de la investigación. La petición debe presentarse
personalmente por el agente declarante y ser jurada por este. Resuelto en el caso de
Pueblo V.S. Santiago Feliciano V.S. 139 D.P.R. 361 (1995).
Expedición de la orden de grabación
Los casos resueltos de Pueblo V.S. Calderón, 140 D.P.R. 627 (1996), Pueblo V.S.
Echevarría, 128 D.P.R. 729 (1991), y Pueblo V.S. Rosaly, 128 D.P.R. 729 (1991).
Establecieron las normas sobre descubrimiento de prueba en casos criminales en
Puerto Rico. No se permite el descubrimiento de prueba, ni de parte de la defensa
ni del fiscal en ciertos documentos de índole confidencial y/o las estrategias que
utilizarán ambos para su litigación en el tribunal. El Tribunal Supremo aclaró que
el derecho del acusado a este proceso, no es absoluto. Hay que sopesar ese derecho
frente al derecho de intimidad de la víctima. Solo se concederá esta solicitud cuando
el acusado demuestre una clara necesidad de hacerlo, lo que supere el derecho a la
intimidad de la víctima. Esta última norma se resolvió en el caso de Pueblo V.S.
Olmeda Zayas, 2009 T.S.P.R. 94.
Continuación del descubrimiento de prueba
En los casos de Pueblo V.S. Echevarría, 128 D.P.R. 229 (1991) y en Pueblo V.S. Santa
Cruz Bacardí, 149 D.P.R. 223 (1999), se incorporó en P.R. la norma de que por
imperativo del debido proceso de ley el fiscal tiene el deber de revelar a la defensa
cualquier evidencia exculpatoria, testimonio perjuro o indicios de falsedad en la
prueba que tenga en su poder. El Tribunal Supremo reiteró esta norma en Pueblo
V.S. Velázquez Colón, 2008 T.S.P.R. 124. Ejemplo si uno de los testigos que va a
declarar cometió perjurio y ofreció al fiscal declaraciones inconsistentes entre si, o
incompatibles con la relación de los hechos que los demás testigos hacen.
Caso de Pueblo V.S. Morales 117 D.P.R. 497
En este caso el Tribunal Supremo de P.R. expresó que aunque el fiscal tiene obligación
de revelar prueba favorablemente al acusado, se requiere alguna demostración
afirmativa, por parte del acusado de la existencia de la prueba. Ello es así porque el
acusado no tiene derecho a una expedición de pesca en los archivos del fiscal. El
acusado debe demostrar que existe base sustancial para creer que existe la prueba y
que la misma es de gran materialidad para su defensa. Es importante que se
establezca que el solicitante demuestra la importancia de esa prueba exculpatoria que
quiere adquirir y que la misma se relaciona con su defensa, como parte de ese proceso.
Documentos que se pueden fotocopiar como parte del proceso
En el caso de Pueblo V.S. Guzmán Meléndez, 2004 T.S.P.R. 13, el Tribunal Supremo
de P.R. resolvió que un acusado tenía el derecho a la documentación relacionada con
el mantenimiento del instrumento para conducir pruebas de aliento que mide alcohol
en la sangre (Intoxylizer), y la información o certificación de los perítos de dicho
instrumento. Este tipo de prueba debe ser entregado dentro de un término razonable,
en consideración al precepto de derecho a juicio rápido. La entrega de estas pruebas
tardiamente, sin unas causas justificadas violente el derecho a juicio rápido y el
magistrado tiene la facultad para desestimar y archivar la correspondiente denuncia o
acusación.
Deposiciones en casos criminales bajo la regla 94 de P.C.
• Deberá proveer los nombre de los testigos con los que se propone establecer la defensa
o incapacidad mental o de trastorno mental transitorio.
• La dirección de los testigos que se van a utilizar en el proceso.
• Los documentos a ser utilizados para sostener la defensa, supliendo copia de los
mismos, y de no poseerlos, informar en poder de quien se encuentran tales documentos,
autorizando a que los mismos sean fotocopiados.
• Hospital u hospitales en que estuvo recibiendo tratamiento y las fechas en que las
recibió.
• Médicos o facultativos que hubiesen tratado o atendido al imputado en relación a su
incapacidad mental o condición de trastorno mental transitorio.
El Juicio en Puerto Rico
En Puerto Rico el juicio se da de (2) dos maneras, el juicio por derecho y el juicio
por jurado. En el juicio por derecho el Juez que ve el caso admite las pruebas,
adjudica credibilidad y adjudica la resolución del caso. En los juicios por jurado
es el jurado el que adjudica la inocencia o culpabilidad del imputado según la
creedibilidad de los testigos, en esté proceso el jurado es sacado afuera mientras
el juez admite o rechaza las pruebas a ser admitidas, una vez son admitidas
entonces se llama al jurado para escuchar las pruebas. Deben concurrir por lo
menos (9) personas de los (12) que componen ese jurado. El juicio por jurado es
un derecho constitucional a los que los imputados tienen derecho en los procesos
criminales.
Renuncia al juicio por jurado
En el caso de Pueblo V.S. Borrero Robles, 113 D.P.R. 387 (1982), se aclaró que los
factores a considerar en la renuncia del juicio por jurado una vez comenzado el juicio
son: 1. Posibles trastornos a la justicia. 2. Tardanza de la defensa en formular su
petición, peso de las razones que lleve a la defensa al formular su petición, posición
del ministerio público al respecto y la existencía o no de condiciones que puedan
amenazar el derecho a un juicio justo imparcial. En este último factor se reconoce
que puede haber circunstancias en que sea imperativo renunciar al jurado y
continuar por tribunal de derecho a los fines de garantizar el derecho constitucional a
un juicio justo e imparcial, si este fuere el caso habra que aceptar la renuncia al
jurado.
Requisitos para ser jurado en Puerto Rico
• La Regla 96 de P.C. indica los requisitos para ser jurado en Puerto Rico.
• Ser ciudadano de los Estados Unidos de América y del Estado Libre Asociado de P.R.
• Tener entre (18) a (70) años de edad.
• Tener (1) año de residencia en Puerto Rico y (90) días en el distrito o región, previo a
la inscripción de su nombre en la lista de jurados.
• Saber leer y escribir.
• Hallarse en poseción de sus facultades mentales y físicas; tener regular inteligencia y
no estar décrepito.
• No haber sido convicto de delito grave, o de cualquier otro delito que implique
depravación moral.
• No haber servido de jurado en los últimos (2) años.
La detención preventiva y el término de tiempo de comienzo del juicio
El Supremo aclaró en el caso de Pueblo V.S. Paonesa Arroyo, 2008 T.S.P.R. 34, que
para propósitos de la claúsula de detención preventiva, el juicio comienza desde que el
juez toma la juramentación preliminar del jurado. Esta juramentación al jurado es la
que da inicio al juicio, está definido este concepto en la regla 119 de P.C. para que a un
acusado no haya que liberarlo por un Habeas Courpus antes de los (6) meses sin
celebrarle un juicio, el juez debería tomarle la juramentación al jurado antes de los
(6) meses, ya que la norma reiterada en el caso citado establece que una vez estén
juramentados los miembros del panel del jurado entonces se considera iniciado el
proceso de juicio.
Desinsaculación del Jurado
Esto significa que se comienza con la selección del jurado, se hace antes de leerle la
acusación antes del inicio del juicio. El caso de Pueblo V.S. Rivera Santiago, 2009
T.S.P.R. 136, aclaró que este procedimiento evita la selección de un candidato a jurado
que pueda tener un juicio obnubilado o denote visos de parcialidad. El proceso
comienza con unas preguntas que el Juez le hace a los candidatos, luego le permite
preguntar al fiscal y el abogado defensor, las preguntas se dirigen a verificar si los
candidatos cumplen o no cumplen con los requisitos y para comprobar que no existe
ningún intéres de ellos a favor o en contra del acusado para que no se vicie el proceso y
este sea el más objetivo posible.
Medidas que el Juez debe tomar para garantizar un juicio justo
El caso de Pueblo V.S. Hernández, 126 D.P.R. 427 (1990) explicó que el juez tiene los
instrumentos necesarios durante la etapa de desinsaculación del jurado para
seleccionar los candidatos idóneos para jurado y minimizar la publicidad adversa al
acusado. Entre ellas están: 1. Permitir un Voir dire extenso y riguroso que permita
examinar el efecto de la publicidad perjudicial sobre cada candidato a jurado a
recusar a los que tengan opinión formada. El Voir dire es para observar la capacidad
de los miembros del jurado para no estar prejuiciado. También el Juez puede
extender el secuestro del Jurado en algunos casos extraordinarios.
Diferencia entre las recusaciones motivadas y las perentorias
Una recusación es una objección que se le hace a los miembros de jurado, con el fin
de establecer que no debe pertenecer a dicho jurado. La recusación motivada
requiere un fundamento legal y ese fundamento legal sería uno de los que aparecen
en las reglas 121, 122 y 123 de P.C., por ejemplo que un miembro del jurado que
tiene menos de 18 años o más de 70 en este caso no puede ser jurado, o que ese
miembro del jurado este sordo, cuando ha leído el caso que va a resolver en los
periódicos, esta última lo que le impide ser parte del jurado es si le preguntan que si
esa opinión que tuvo al leer el periódico le impediría formarse de una opinión
objetiva del asunto en el que el es parte, a base de la prueba que se le va a presentar
en ese juicio. En la recusación perentoria no hay que tener fundamento es cuando
ambas partes deseen pedirla. Son (10) perentorias en asesinato en primer grado
para ambas partes fiscal y abogado. En otros casos (7) para ambas partes.
Veredicto del jurado por mayoría
La inocencia o culpabilidad puede ser por mayoría de (9) a (3) o estos otros números
también, (10) a (2) o (11) a (1). En las Cortes Federales los casos criminales deben ser
de (12) por unanimidad, esto se resolvió en el caso de Williams V.S. Florida, 299 U.S.
78. En Puerto Rico para poder renunciar al jurado se debe cumplir con (3) requisitos
que son: 1.Tiene que renunciarlo el abogado personalmente. No puede renunciarlo por
escrito. 2. El juez tiene que interrogar al acusado para ver si comprende el alcance de
esa renuncia por parte del acusado. 3. El acusado tiene que renunciar personalmente
en el tribunal. El caso de Pueblo V.S. Guzmán 100 D.P.R. 198, aclaró que el acusado y
su abogado tienen derecho absoluto a renunciar al jurado al momento de comenzar el
juicio. La defensa escoge lo que quiera hacer en ese momento y el juez no se lo puede
negar. Pero si el juicio ha comenzado es discrecional del juez negarle ese derecho a
renunciar al juicio por jurado.
Conferencia con antelación al juicio
Por orden del tribunal, a iniciativa propia o de una de las partes se puede ordenar
una conferencia con antelación al juicio para estipular o resolver asuntos suceptibles
de ser determinados con antelación al mismo. Se celebrará (10) días antes del juicio
salvo alguna situación excepcional y la misma se puede solicitar tan pronto se radica
la acusación o denuncia. El Juez que ve este proceso no está imposibilitado de ver el
juicio, si el acusado presta una confesión o una admisión la misma deberá ser
firmada por este y debe autorizar su uso el día del juicio. Esta etapa está diseñada
para que las partes puedan estipular los preacuerdos entre ambos.
Continuación de las alegaciones preacordadas
En el caso de Pueblo V.S. Álvarez, 154 D.P.R. 566 (2001), el Supremo aclaró que
quedan excluídos del beneficio de las sentencias suspendidas los convictos que han
utilizado o intentado utilizar un arma de fuego en la comisión de un delito grave o
su tentativa. La Ley # 135 de 3 de junio de 2004 también excluye de los beneficos de
esta sentencia, todo convicto de delito de portar o transportar armas de fuego
ilegalmente. El Tribunal Supremo reiteró en el caso de Cruz V.S. Superintendente
de la Policía de P.R. 125 D.P.R. 603 (1990), que la eliminación de un delito del
record penal, bajo el 34 L.P.R.A. 1731, tiene el efecto de eliminación para todo
asunto jurídico, como sentencias suspendidas, licencias de portar armas y otras
gestiones. Una vez borrado los delitos del expediente no se puede discriminar y se
considera que esta apto para el trámite.
La libertad bajo palabra
El caso de Pueblo V.S. Quiles, 2006 T.S.P.R. 45, nos explica que el beneficio de la
libertad bajo palabra no es un derecho reclamable sino un privilegio, cuya
conseción y administración recae en el tribunal o en la Junta de Libertad Bajo
Palabra. Sin embargo, el Tribunal Supremo aclaró que una vez conferida la
libertad bajo palabra, el convicto goza de un interés de libertad del cuál no puede
ser despojado sin un debido proceso de ley. Esto requiere que el Estado le provea
ciertas garantías mínimas antes de revocar su libertad bajo palabra a saber, una
vista preliminar y una vista final.
Las distintas sentencias impuestas por el tribunal
Las sentencias suspendidas, son las que impone el tribunal suspendiendo el ingreso a
la institución penal, pero a su vez se reportan a los oficiales probatorios adscritos al
tribunal, quedandose los sentenciados bajo la custodia del propio tribunal, incurrir
en violación a las condiciones impuestas conllevaría revocar esta sentencia y su
posterior ingreso a una institución penal luego de una vista ante un magistrado. No se
puede otorgar en los delitos de asesinato, robo, incesto, extorsión, agresión sexual,
sodomía, (eliminado del Código Penal), actos lascivos e impudicos cuando la víctima
fuere menor de 14 años, secuestro, escalamiento, incendio malicioso, sabotaje de
servicios públicos, Ley de Armas, Ley de Explosivos, Ley de substancias controladas
o cuando se utilicen armas de fuego en la comisión de un delito.
Sentencia concurrente
Esta sentencia se impone en una sola cuando el imputado se le impone más de una
sentencia por delitos diferentes en este caso cumpliría la sentencia mayor. Ejemplo
una sentencia de (8) años por robo y otra sentencia de (10) años por escalamiento,
solo cumpliría los (10) años ya que esta cumpliendo los (8) años en la misma
sentencia de los (10) años. Esta sentencia solamente las impone el juez a su
discreción, no se impone en todos los casos. Cuando el tribunal no indica la manera
en que habrá de cumplirse la reclusión, se entenderá que la sentencia es concurrente,
salvo que se trate de uno de los delitos en que la ley dispone que la pena sea
consecutiva.
Sentencia consecutiva
La regla 188 de P.C. postula que se puede solicitar un nuevo juicio, si se descubre
nueva evidencia sustancial que no pudo ser descubierta a pesar de que se hicieron las
diligencias razonables. El caso de Pueblo V.S. Morales 115 D.P.R. 107, dictaminó que
la moción de nuevo juicio solo procederá cuando la prueba que se va a presentar
cumpla con los requisitos impuestos en este caso. Esta moción se dirige a la discreción
del Juez que va a ver esa apelación. De ser denegada el Tribunal Supremo no
intervendrá con esa decisión, salvo que se demuestre claramente un abuso de
discreción por parte del Tribunal de Instancia que resolvió la petición.
Continuación de la moción de nuevo juicio
Los requisitos para que se pueda ver un nuevo juicio son los siguientes. 1. No se pudo
descubrir la prueba nueva con razonable diligencia antes del juicio. 2. No es
meramente acumulativo. 3.No impugna la prueba aducida durante el juicio. 4. Es
creíble esa nueva prueba. 5. Probablemente produciría un resultado distinto. Entre
los abusos de discreción por parte del juez de instancia de acuerdo al caso resuelto
por el Tribunal Supremo de Puerto Rico se encuentran: 1. Si ese veredicto se
determinó por suerte. 2. Si el veredicto fue contrario a derecho o a la prueba
presentada. Si el acusado no estuvo presente en una etapa del juicio en que se
requiere su presencia. Se requiere en la lectura de acusación, pero recuerden que el
acusado tiene derecho a estar, si el quiere en todo el juicio y el juez en algún
momento lo ha echado afuera sin razón o si se ha comunicado con el jurado a
espaldas del acusado, aunque sea para darle instrucciones.
Apelaciones el Certiorrari y el Habeas Courpus
En noviembre de 2003 entró en vigor la Ley de la Judicatura de Puerto Rico. Esta ley
dispone en el artículo 5.001 que el Tribunal de Primera Instancia tendrá jurisdicción
en general en todo caso de naturaleza civil o criminal en el Estado Libre Asociado de
P.R. de toda causa por delitos graves o menos graves. Todas las infracciones a las
Leyes Municipales y cualquier otra que se determine por ley. El Tribunal Apelativo
tendrá jurisdicción en todo asunto donde surja una causa criminal y se haya
practicado una detención ilegal, a través de la radicación de un Habeas Courpus. En
casos de Certiorrari las partes perjudicadas tienen 30 días para solicitar esta revisión
de una decisión interlocutoria contados desde la notificación de la resolución final del
Tribunal de Instancia. Resuelto en el caso de Pueblo V.S. Rodríguez, 2006 T.S.P.R. 37.
Criterios para celebrar un nuevo juicio bajo la regla 192 de P.C.
El caso de Pueblo V.S. Marcano 152 T.S.P.R. (2000), resolvió que aunque tanto la
regla 188 (nuevo juicio) como la 192 se refieren a una solicitud de nuevo juicio
presentando nuevas pruebas, la regla 192 solo procede después que se ha dictado la
sentencia condenatoria, y esta haber advenido firme. Es decir, se busca controvertir
una sentencia ya impuesta por el tribunal. La diferencia es que bajo la regla 188 de
P.C. se exige prueba que probablemente hubiera cambiado el fallo o veredicto de
culpabilidad. Bajo la regla 192 de P.C. el criterio bajo esta regla es un poco mayor.
La regla 192.1 se utiliza para solicitar una correción de una sentencia mal impuesta
por un magistrado.
Moción de reconsideración del juicio
Los casos federales Globe Newspaper V.S. Superior Court, 102 S. Ct. 2613 (1982) y
Richmond Newspapers V.S. Virginia, 100 S. Ct. 2814 (1980), establecen que bajo la
primera y décimocuarta enmiendas los periodistas son los representantes del público y
tienen derecho a representarlos en sala. En consecuencia una regla de exclusión
compulsoria que requiera, bajo cualquiera de las circunstancias, la exclusión del
público y prensa del juicio en su fondo durante el testimonio de la víctima de delito
sexual es inválida por estar en abierta contravención con la primera enmienda.
Continuación del acceso a la prensa
El tribunal deberá explicar verbalmente o por escrito las razones para imponer dicha
sentencia. La regla 162 de P.C. provee un término para que se dicte sentencia dentro de
24 horas en los delitos menos graves y (3) tres días después del fallo en delitos graves.
El debido proceso de ley requiere que la sentencia sea pronuciada dentro de un
término razonable. Los casos de Pueblo V.S. Aponte, 105 D.P.R. 901 (1977); Pueblo V.S.
Kuilan, 113 D.P.R 831 (1983) establecieron que no es irrazonable ni ílegal cuando se
debe a que el convicto cumple sentencia en otra jurisdicción. Si la persona no
comparece de ser citada, se procederá a dictar sentencia, ya que su ausencia se
presume voluntaria salvo que demuestre lo contrario resuelto en Pueblo V.S. Lourido
Pérez, 115 D.P.R. 798 (1994).
Cuando no se debe dictar sentencia
La regla 168 de P.C. establece los fundamentos para presentar una moción para que
no se dicte sentencia, una es cuando el imputado desarrolla una incapacidad mental
luego del fallo o veredicto. En este caso se solicita la suspensión de la sentencia por
improcesabilidad según la regla 240 de P.C. enviándose al imputado a un tratamiento
hasta que pueda comprender los otros procesos que se le harán en su contra. Una vez
este apto se le ordena una nueva fecha para dictarle su sentencia. Este proceso se hace
ya que la Constitución ordena que la persona pueda entender los procesos en su
contra. Además no se puede dictar sentencia cuando el delito ha prescrito o cuando no
es la persona contra quien se dicta la sentencia impuesta.
Ley de extradiciones de Puerto Rico
La extradición de un país a otro se da por delitos graves o menos graves pero no aplica
a las faltas administrativas. La demanda deberá cumplir con los siguientes requisitos
formales entre los que se encuentran los siguientes: 1. La solicitud será por escrito.
2. Alegar que la persona reclamada estaba en el estado reclamante al momento en que
se cometió el delito imputado, excepto cuando se trata de una persona que cometió actos
que generaron responsabilidad en el estado reclamante, aún cuando no estaba en el
momento de la comisión del delito en dicho estado. En este último caso bastará
mencionar tal hecho. 3. Alegar que la persona reclamada se evadió de la jurisdicción del
estado reclamante.
Continuación de extradiciones
En Puerto Rico cuando se ha iniciado una acción penal contra la persona reclamada o
la persona esta cumpliendo sentencia por un delito, el Gobernador podrá
discrecionalmente entregar a la autoridad ejecutiva del estado reclamante a la
persona, o retenerla hasta que haya sido juzgada y exonerada, o convicta y castigada
en Puerto Rico. De proceder la demanda de extradición, el Gobernador por conducto
del Secretario de Justicia solicitará de un juez del Tribunal Superior de Primera
Instancia de Puerto Rico que expida la correspondiente orden de arresto, la cual
podrá ser diligenciada por cualquier funcionario del orden público o persona
autorizada para ello. En la orden deberán consignarse sustancialmente los hechos
necesarios para su validez.