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Haciendo un análisis hermenéutico desde la concepción de Galois: Los libros deben ser muy
precisos en su estructura didáctica, estableciendo sus alcances y limitaciones. Para un lector debe
estar claro lo que va aprender y como lo va hacer. Si un lector tiene claro lo que necesita aprender
cuando consulte la estructura didáctica debe quedar definido si lo expuesto allí llena sus
expectativas, o al menos poder establecer el vacio del conocimiento en cuanto a lo que él necesita
aprender en relación con lo propuesto en el libro.
De igual manera, las dificultades de los autores son elementos relevantes para establecer la
didáctica de los textos. Personalmente lo percibo como que un libro no debe mostrar el
conocimiento como algo acabado, o que tiene la verdad absoluta sobre el tema que aborda. Por
el contrario, hay que considerar otras opciones y alternativas. En este orden de ideas sin un lector
escudriña un libro editado bajo estos criterios se llevaría la idea errónea que ya lo aprendió todo, o
simplemente que teniendo el texto tiene la verdad del asunto sobre un tema.
Una postura equivocada de este orden afectaría los procesos de enseñanza y de aprendizaje, y es
aquí donde veo la importancia y la pertinencia de los maestros y maestras a la hora de seleccionar
los textos y de la forma de presentarlos antes sus alumnos.
Sabiendo que la didáctica es una disciplina pedagógica que se apoya en el conocimiento didáctico
para la elaboración del conocimiento didáctico, entendemos la importancia de la didáctica en la
transposición didáctica del conocimiento, ¿Cómo ese conocimiento científico lo podemos aterrizar
en el aula y hacerlo entendible y llevadero para el alumno? Este sin duda alguna, es uno de los
grandes retos que tiene la educación moderna; la dinamización de los procesos de enseñanza para
facilitar el aprendizaje de los educandos mediante el uso de didácticas acordes a las necesidades
reales.
2. La formulación
Validación
Siendo la didáctica una disciplina que al igual que la pedagogía busca la efectividad de los procesos
de enseñanza y de aprendizaje, queda demostrado claramente su intrínseca relaciono entre
ambas. La intensión formativa de la pedagogía se vale de disciplinas como la didáctica y de
elementos como el currículo, el cual incorpora la selección de contenidos como fines formativos.
Si el currículo muestra unos contenidos seleccionados con unos propósitos formativos, entonces
también deben hacerse una selección de los textos o libros y estos deben cumplir con dichos
propósitos, lo cual descarta de plano la hipótesis de que todo libro tenga un carácter formativo
independientemente de la temática abordada en el mismo. Porque si esto fuese cierto sobraría el
proceso de selección y únicamente tomaríamos como criterio de selección la temática.
Nota: Espero la confirmación de recibido con las observaciones y anotaciones pertinentes para
tenerlas en cuentas en la retroalimentiacón del trabajo