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HYLE
-RELATOS-
VOLUMEN I
L. C. Hamilton
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 2
RESURRECCIÓN HYLE
“Por un camino oscuro y solitario,
frecuentado sólo por ángeles malos,
donde un ídolo cuyo nombre es NOCHE,
en un negro trono reina erguido”
Edgar Allan Poe / EL PAIS DE LOS SUEÑOS.
Frente a Eric se levantaba la enhiesta puerta metálica, vieja conocida suya, grabada
Un suspiro barrió el pasillo mientras la trémula mano del niño se alargaba, vacilante,
PLINK!
Allí estaba. La dura y fría aldaba que le abriría paso a su horroroso destino. Apenas
habría girado la perilla unos centímetros sobre su crujiente y oxidado eje cuando, como
UUUAAARK!!!!
En aquel momento, Eric pensó que todas aquellas horribles e inquietantes
experiencias que había soportado antes de llega r al Instituto no podrían superar jamás
gancho, sus ojos saltones - ampliados por gruesos lentes de vidrio- y ese particular tono
de voz que hería los oídos de sus jóvenes e infelices víctimas, nunca comprendería la
razón por la cual Eric llegaba tarde a clase en plena temporada de exámenes.
Ante las funestas consecuencias que su tardanza prometía granjearle, Eric decidió no
arriesgarse a una reprimenda segura y prefirió volver sobre sus pasos, derechito a
casa...
- Al fin y al cabo ¿Cuáles son las probabilidades de que algo así vuelva a ocurrirme?-
en su maleta anunciaba, mediante una ruidosa alarma, que ya daban las 10:00 AM, la
hora más odiada por La Arpía por ser la más amada por los niños: La hora del descanso.
Horrorizado, Eric se libró del morral tirándolo contra el suelo e intentando, con
sin orden ni concierto, en el fondo de la maleta como consecuencia del ajetreo de las
“¡PIIP!,
¡PIIP!...
¡CR AS H! ”
Por fin, el molesto aparato terminaba contra el suelo. Eric se encontraba exasperado y
furioso consigo mismo por no actuar con la serenidad que exigían las circunstancias.
“ PIIIIIIIIII IIp... ”
del Instituto.
Fue entonces cuando la puerta del salón 360 – N se abrió de par en par. El chico sintió
-Señor Wisller, llega usted tarde ¿Algo divertido en la calle? ¿Alguna video-tienda
Maestra directo a los ojos pues, más allá del tradicional respeto que tal acción suponía,
odiaba encontrarse con La Mirada... Aquella detestable Mirada de cuervo que poseía el
extraordinario poder de arrancar la verdad más íntima del alma de sus pobres víctimas.
Grave error. Alguien rió desde el interior del salón. La Arpía no tenía la culpa de su
soltería y por ello no había encontrado razón para ocultarla… ¡pero pobre de aquel que
su inevitable destino: La oficina del Director Lenous Mort. Sus mejillas sonrosadas muy
-Como usted diga... señorita Travens- respondió el chiquillo con un perceptible dejo de
ironía en la voz mientras salía del salón con la cabeza gacha y los pies a rastras.
-En cuanto a usted, Señor Wisller, deberá explicar ante toda la clase el motivo por el
cual nos honra con su presencia después de tres horas de retraso a pesar de lo
-Sí, señorita Travens- convino Eric mientras vacilaba entre inventar alguna excusa o
decir la verdad.
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posible. No omita detalle hasta acabar su historia. Sólo así consideraré la remota
posibilidad de creerle, señor Wisller. Hasta entonces, nadie podrá salir de este salón.
de treinta rostros anhelantes que hasta ese momento habían seguido con dolorosa
impaciencia el momento glorioso en que el reloj del tablero digital marcaría las 10: 00 AM.
El culpable de tan lamentable retraso fue víctima inmediata del escarnio público. Sus
-¿Y bien, señor Wisller? Estamos esperando su confesión. ¿Qué fue esta vez? ¿Un
-¡Hable de una vez, señor Wisller! ¡No tenemos todo el día para esperar que se digne
confesar sus sucias fechorías! – gruñó la maestra falsamente exasperada, porque era
evidente que ella sí que tenía todo el tiempo del mundo. Ella no necesitaba descansar.
Consciente de lo mucho que estaba en juego, Eric lanzó un profundo suspiro, levantó
-“Era una mañana como cualquier otra. Me levanté de cama, bañé mi cuerpo y me
puse el uniforme. Seguí al comedor, saludé a mis padres y desayuné unas tostadas con
miel y leche tibia. El reloj marcaba las 6: 30 AM, el tiempo justo para salir del edificio y
tomar un autobús. Debo indicar que actualmente resido en uno de los apartamentos
situados en la Zona Industrial del Este, a unos cuantos minutos del Instituto.
para ir al trabajo pero, en esta ocasión, debió marcharse aprisa, por lo cual aguardé en
El asunto carecería de importancia, pues ya tengo once años y puedo orientarme con
-¡Apareció el conejo blanco!- apuntó un chico desde el fondo del salón ante el
beneplácito de la Maestra.
Los pequeños, que ya comenzaban a sonreírse ante el cuento del conejo, soltaron una
enorme carcajada. Eric hundió la cabeza entre los hombros. No había comenzado nada
bien. La Arpía, sentada sobre el escritorio, le veía con sorna pero, aparentemente,
permitiría a Eric continuar su relato movida por lo que se podría definir como morbosa
curiosidad. La anciana esperó el tiempo justo como para que las burlas hicieran mella en
el muchacho, pero no demasiado como para permitir que sus otros alumnos pudieran
divertirse más de lo que ella juzgaba necesario. Entonces, La Arpía lanzó un temible
niño.
- Bien- continuó Eric, aunque sentía el rostro ardiendo por la vergüenza. –“Como
decía, un Monstruo horripilante apareció por una esquina... ¡Así es! ¿Se imaginan mi
momento creí que, a lo mejor, se trataba de una broma o de un actor disfrazado para
grabar alguna película de terror... Pero el Monstruo empezó a olfatear en dirección mía
amarillenta.
Estaba ya tan cerca de mí que no me cabe la menor duda: Aquel ser no era humano.
Comencé a retroceder con intención de volver al edificio pero aquel engendro pareció
Observé la calle desierta con la tenue esperanza de encontrar algún rastro del autobús
pero, por extraño que suene, no se veía un alma en rededor. Presa del pánico, atravesé
la Avenida Sexta sintiendo las zarpas del Monstruo chocando contra el asfalto a tan sólo
unos centímetros de mí. Me introduje en la Calle Auster, que conduce al costado sur del
Tapcol justo a tiempo para ver caer la criatura en el preciso punto donde, un segundo
antes, me encontraba.
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Animado por la descarga de adrenalina que el terror me infundía, corrí por la acera de
la Avenida Central rumbo al norte de La Ciudad, sin preocuparme por las personas que
No sé cuánto tiempo estuve corriendo como loco pero lo cierto fue que, al detenerme
ya extenuado, me vi sumergido en aquel lugar que suelen llamar Tierras Oscuras, los
aquel sitio pero no pueden imaginar el verdadero significado de la palabra MIEDO hasta
de cuerpos que, aún ahora, espero pertenecieran a las ratas que pululaban como
penetrar las sucias calles que me rodeaban, como si temiera que las sombras treparan
A esas alturas, pensé en echarme a llorar hasta que algún ser humano, si lo había allí,
no aseguraba de ninguna forma salir con vida del tétrico vecindario. También pensé en
enviar un mail a través de mi agenda pero recordé lo mal que funcionan los aparatos
penumbras, tal como yo lo imaginaba, no era conveniente mostrar que cargaba algo de
valor en mi maleta)
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Así las cosas, decidí apretar el paso en medio de las estrechas callejuelas. Por fin se
acostumbraron mis ojos a la oscuridad (aunque ahora creo que habría sido mejor que
simbiosis hombre – basura. Las ganas de llorar volvieron a invadirme tras descubrir que,
por más que caminaba, no llegaba al Bloque Central. Aún peor, a cada paso parecía
adentrarme con mayor saña en las entrañas de Las Tierras Oscuras, una entidad tan
manos cargaba una enorme cuchilla y una botella vacía de Esencia Coral.
-Ea... chico... ¿Tienes un trago?- me dijo al tiempo que lanzaba su aliento putrefacto
sobre mi cara.
inspiraba.
Suponiendo que hacía referencia a mi morral, negué con la cabeza. Desde que el
asqueroso tipo me dirigió la palabra, mi mente había estado analizando las posibles vías
derecho, éste logró asirme de la maleta para luego lanzarme con violencia contra una
Debo admitir que el terror que el ebrio me causaba ayudaba a tolerar las fétidas
criaturas paseándose por mi cara. Aquel desquiciado se aproximaba, los ojos inyectados
Cuando pensaba que ya nada me libraría de él, las ratas parecieron exaltarse y
La botella cayó al suelo a la vez que El Monstruo hundía sus garras en el cuello del
bastardo... °
-Y entonces ¿fue por eso que llegó tarde al Instituto?- inquirió La Arpía con abierto
sarcasmo.
-No fue “sólo” por eso. Ante el espantoso espectáculo que presenciaban mis ojos, y
como no quería ser el postre, volví a emprender la huida con tan buena fortuna que
La Mansión Embrujada...
- Pues tendrá que reconsiderar tal denominación cuando le cuente lo que allí encontré.
admiración.
“Caminé por el sendero que años antes estuviera sembrado de rosas y claveles. Al
llegar a la entrada principal tuve que arrancar los abrojos y las tiras de maleza que mis
que alguien debía vivir allí e ingresé tranquilamente al vestíbulo. Mientras avanzaba,
millones de partículas cenicientas se hacían visibles gracias a los rayos de luz que
Busqué sobre las mesas cubiertas de polvo algún teléfono desde el cual comunicarme
con la oficina de papá pero fue una operación infructuosa. Sin más opciones, resolví
usar la agenda pero, al intentar conectarme a La Red, un aviso me indicó lo inútil del
sistema.
Una extraña vibración procedente del sótano me llamó la atención. Sin detenerme a
pensar en las sórdidas leyendas que se contaban respecto a La Mansión, decidí buscar
el origen del sonido pues, según mi razonamiento, donde hay personas hay
Bajé las escaleras y di con una puerta entornada. Ojeé el interior de la habitación pero,
lo que allí observé, estaba lejos de cualquier cosa que yo hubiese podido interpretar
como “útil”:
irradiación no perteneciera a nuestro mundo. Mi extrañeza fue aún mayor cuando del aro
lumínico emergió un chico de blanco cabello acompañado por una exótica criatura cuyos
ningún servicio, subí las escaleras de puntitas, dispuesto a salir a la calle. Al parecer
tardé demasiado...
-Creo que no me escuchaste- dijo amablemente el joven –Mi amigo y yo somos recién
-¡Fantástico! Oye, te ves preocupado ¿Hay algo que podamos hacer por ti?
-Concedido- repuso el particular muchacho. Las poderosas “manos” del ser salvaje
-Muy bien. Estamos a mano ¡Adiós!- Se despidió el chico desapareciendo junto con su
particular compañero.
A mi alrededor reposaba una fila de casas que reconocí perfectamente: Era la Zona
Residencial del Oeste. Aturdido pero alegre, anduve por la acera rumbo al Este, es decir,
hacia el Instituto...”
“Aunque todas las casas de la Zona Residencial del Oeste son exactamente iguales
entre sí, descubrí una vivienda cuya vetusta apariencia contrastaba con la armoniosa
modernidad del vecindario. A lo mejor, si no hubiese estado tan inquieto por las dos
víctima perfecta del enajenado individuo quien, con un audaz movimiento, me tomó del
El secuestrador resultó ser un tipo de aspecto sepulcral. Lo que quiero decir es que
emanaba un aura de muerte a su alrededor, como si la negra ropa de cuero que vestía
su cara un ojo blanquecino que le confería un aire aún más severo y ominoso.
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-Lo siento, pequeño- me dijo con voz gutural –Esto no tardará mucho...
Antes que pudiera protestar, me llevó por un desvencijado pasillo donde el suelo
aparecía fracturado y las lámparas del techo colgaban con acidia. Al final del corredor un
estrecho salón, opaco y sin ventanas, nos esperaba. Sobre el suelo no me sorprendió
descubrir un Sello Plateado que parpadeaba con mayor intensidad a medida que el
-Los SIL, esos androides asesinos, estaban a punto de destrozar este lugar con
proyectiles de alta precisión. Un niño como rehén me daría ALGO de tiempo- razonó El
Extraño.
El Extraño guardó silencio. Luego, sacó de su traje una enorme daga en la que se veía
grabado El Sello. Aún recuerdo el extraordinario brillo de La Inscripción del suelo cuando la
en el Antiguo Cementerio, algunos metros al sur del caserón que se hacía pedazos.
El Extraño me advirtió:
Y así, luego de cuarenta minutos de recorrido, llegué a las puertas del Instituto.
Esa es mi historia”
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Eric. Los vaqueros rotos y cubiertos de tierra, su cabello revuelto y sucio y el hedor que
Una vez en la oficina del Director Mort, Eric se preguntó qué habría sucedido con
Vince McQuinn, el obeso chiquillo que minutos antes había sido enviado allí.
su joven alumno.
-Disculpe, señor... - musitó la anciana – El joven Eric Wisller parece sufrir un grave
-Aún tengo algo de apetito- indicó el rector –pero puedo compartir los restos
Eric no comprendía nada. Pronto, las manchas de sangre goteando sobre el suelo de
madera y los trozos de uniforme del pequeño McQuinn, esparcidos por doquier, le
La puerta se cerró tras Eric y Lenous Mort, el Monstruo, giró su silla hasta quedar
pozo. No había peligro. Sólo algunas, las más avezadas, se atreverían a trepar los
muros pero, tras dolorosos esfuerzos por izarse sobre la enarbolada mole de piedra
caliza, no lograrían otra cosa que caer… caer pesadamente sobre sus congéneres ante
aquellos patéticos seres, cuyo único propósito sería alimentar a La Comunidad por unos
-¿Recuerdas lo que Mamá y Papá dijeron de estos bichos?- preguntó Jhonny a Polly.
-Sí... Que podían ser muy peligrosos si te encontrabas con uno en estado salvaje-
respondió la niña.
-Lo sabía
-Lo haré
Ambos chicos bajaron los escalones. Sabían a donde se dirigían. En una oscura
silería, a varios metros bajo el suelo, donde mucho tiempo atrás se levantara La Ciudad,
les esperaba una antigua habitación. En los primeros años después de La Apertura de
los Sellos, aquel cuarto estrecho había servido para alimentar manualmente a las
del pozo. Tales aberturas permitían la introducción de las afiladas lanzas de hierro que
los vigilantes habían usado durante algún tiempo como forma de “aplacar” a las criaturas
A decir verdad, la disposición de cada hoyo permitía a las criaturas escalar los
empinados muros hasta una altura relativamente ventajosa pero, ya que la superficie de
las murallas aparecía completamente lisa, los infelices engendros terminaban cayendo,
como pichones recién nacidos, sobre la masa taciturna que deambulaba en el fondo del
pozo.
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Con el paso de los años, los cuartos de vigilancia habían llegado ha convertirse en
manipulables.
Así, como lo único que se debía hacer para mantener con vida a la manada era
preocupaban por lanzar trozos de carne desde la abertura superior del pozo para luego
Fue por tal razón que los chicos no encontraron obstáculo alguno mientras descendían
puerta metálica, Jhonny sintió un profundo alivio, aunque procuró disimular tal
Sin embargo, la tranquilidad del chico duró poco. De una violenta patada, Polly se
abrió paso hacia el oscuro aposento e invitó a Jhonny a seguirle con una mueca
A través de los minúsculos orificios que rodeaban el pozo podían adivinarse múltiples
-Adelante, Jhonny. Introduce tu mano y acaricia la cabeza de alguna... Puede ser una
pequeña.
A medida que se aproximaba a una de las pocas aberturas del muro milagrosamente
golpeando contra el pecho como un tambor africano, mientras un frío sudor resbalaba
por su espalda y un creciente temblor, que esperaba fuese imperceptible para Polly, se
viscosas… masas que no eran otra cosa que fragmentos de carne putrefacta
Polly soltó una risita al advertir la expresión de asco que su hermano esbozaba.
La mano de Jhonny estaba por alcanzar el otro lado del muro. Pronto se vería
expuesta a las hambrientas bestias y, entonces, poco podría hacerse en caso de que
-Muy bien. Ahí está- señaló Polly con el ojo izquierdo cerrado y el derecho unido a un
paso era lento y su actitud no denotaba mayor interés por aquella mano solitaria que se
agitaba enloquecida.
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-Sí, de acuerdo ¡Ahora ayúdame! ¡Estoy atorado!- Clamó Jhonny al tiempo que
-Será mejor que te apresures. Uno de esos bichos se encuentra ya muuuuy cerca de
más que Jhonny halaba de su brazo, éste no emergía de la rocosa estructura, como si el
aquellas criaturas. En medio del terror que le embargaba, el chico tomó una dura pero
imperiosa decisión: dar una brusca sacudida a su mano, un único y certero tirón,
indefinido las punzantes mordidas de la criatura, arrancando uno a uno sus dedos,
niño acarició con su lengua la desnuda encía donde la pequeña punta del nuevo colmillo
El sólo hecho de imaginar el terrible dolor que le aguardaba, ese detestable crujido de
Jhonny sintió el cálido roce del cuerpo de la bestia y, cerrando los ojos, se preparó
para lo peor...
-¿Viste eso. Polly?. ¡Me ha ayudado!. Tal vez es cierto lo que dicen... ¡Tal vez son
-No me hagas reír, Jhonny. La verdad es que casi te haces del susto... Espera a que
-¡Ni se te ocurra! Si los adultos lo saben... Si descubren que estuvimos aquí abajo...
Una mano se asomó ante los chicos. La criatura parecía querer contactar a la pareja
POLLITOS FOSFORESCENTES
Los asuntos domésticos siempre han sido (y seguirán siendo) una
olores.
Además…
“La T600 calentará su vida” fue cuanto pudo recordar el hombre intentando
encendería el aparato cada mañana para mostrarle los últimos productos SEED
disponibles en La Red.
Clarence -la mujer con la que, finalmente, había accedido a casarse hacía sólo
-Quizá se levantó temprano para darle de comer a los animales- pensó Ray al
tiempo que luchaba contra la fuerza de atracción que el lecho ejercía sobre sí.
Vencida la ley física, Ray logró levantarse, ducharse y vestirse conforme a las
listo. Una vez en la mesa, su sorpresa fue mayor. La rutina diaria dictaba que Ray se
Pero allí estaba Clarence, fritando unos huevos, mientras Kate, de diez años, y
William, de doce, disponían los cubiertos y acomodaban la silla a papá que, por
Clarence exhibió una enorme sonrisa y le sirvió los huevos revueltos. Los chicos
la mesa ¿Verdad?
En últimas, William tuvo que ceder pero durante toda la comida estuvo haciéndole
gestos a su hermana.
-No, amor
-¿Cumpleaños?
Conducir esos pequeños diablillos hasta el corral no fue fácil. Nosotros ayudamos
Había viajado a la capital con el fin de obtener una serie nueva de pollos Tipo-C.
La Red había anunciado que tales animales resultaban mucho más rentables que los
esa manera, podían ser vigilados al anochecer o atraparles con facilidad en caso de
-No se arrepentirá, señor Clayton. Usted es uno de los pocos granjeros que tendrá
-¿Está seguro de que no habrá ninguna dificultad con estos... pollos?- Preguntó
Ray, aunque ya tenía una caja con cincuenta unidades en la parte trasera de su
camioneta.
-Por supuesto que no. Estos animales son tan confiables como un cachorrito
Ray quedó satisfecho con tal respuesta. En realidad, sus dudas no eran más que
una forma de entablar conversación pues, en los trece años que había dirigido la
Nada malo ocurrió con las semillas transgénicas, ni con las vacas híbridas, ni con
Al divisar la camioneta, los niños se habían enloquecido de emoción. Por casi tres
semanas esperaban la llegada de las graciosas avecillas y, esa tarde, jugaron con
-No se encariñen mucho con ellas- les advirtió Ray –Recuerden que la mayoría
A la luz del sol, los pollos no parecían nada especial. Animalillos cabezones con
dos puntitos negros por ojos y un par de alitas frágiles, como las de un querubín.
emplumadas que corrían de un lado a otro en medio del más perfecto desorden.
Los niños, encantados con tal espectáculo, habían abierto la cerca por
A Clarence y a Ray les pareció gracioso, al comienzo, pero luego se percataron del
Así, sin perdida de tiempo, la familia entera se vio corriendo tras las ágiles y
Efectivamente, Ray había tenido que hacer los mayores esfuerzos para agarrar a
los polluelos. Hubo uno en especial que, en una carrera maratónica, logró llegar
intervención del granjero quien logró asirlo de una pata, con un movimiento tan
animalejo enmudeció.
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Era esa la pequeña odisea del granjero… odisea que había desencadenado tan
espléndido desayuno.
-Muy bien, he quedado satisfecho- Dijo Ray con algunas migajas de pan en la
boca.
-Ahora Kate ¡A lavar los platos!. Los hombres nos vamos al trabajo... - apuntó Will
-¡Ah, no! La esclavitud femenina terminó a mediados del siglo XXI ¿Verdad mamá?
Ray y Clarence intercambiaron miradas. Todos los santos días era lo mismo: Una
-Claro que no, querida. Ya es hora de que estos niños aprendan ciertas cosas...
lo hacen y punto
que La Red había estado anunciando durante la última semana. Esa noche realizó el
pedido en línea y, al día siguiente, una caja de tamaño mediano aparecía frente a la
entrada principal.
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instalando el aparato.
presentador de TV.
-Con que lave los platos es suficiente- aceptó la confundida mujer, que era mas
más querido por los niños, después del TVlaptop, claro está.
Ray se levantó de cama, se puso un grueso abrigo de lana, las botas de cuero y,
dirigió al corral del ganado. El gélido manto de la noche cubría la granja. La luna se
<< Espero que no sea un ladrón. Jamás le he disparado a un hombre >> Pensó Ray.
poco grita de espanto: El cuerpo de una vaca yacía sobre el pajar, su vientre
de sangre y vísceras.
-Por Dios- musitó Ray – Pensé que los lobos se habían extinguido en el 2027
De repente, una sombra se deslizó por entre un grupo de vacas que permanecían
arrinconadas contra una esquina del establo, como si temiesen terminar igual que su
desafortunada compañera.
El habitual color amarillo del polluelo se encontraba velado por una mancha rojiza
-Quieto ahí, maldito rapaz- amenazó Ray afianzando la escopeta entre sus dedos.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 32
cabeza.
-Te lo advertí
peor.
-¡Mamá! ¡Mamá!- gritaban los chicos al tiempo que brincaban sobre la cama -
-Claro que lo oí- contestó la angustiada mujer. - Aprisa, tomen las palas mientras
yo...
Su madre sacó un objeto plateado del cajón y, con mano temblorosa, cargó el
arma.
penumbras.
Cuando bajaban los escalones, Ray entró corriendo y azotó la puerta principal.
-¿Llamar a los androides? Pero la policía tardará mucho en llegar aquí... – aseguró
-Los pollos… Los pollos se han vuelto locos. Devoraron a “Becky” y, posiblemente,
Su mujer, y en especial los niños, no podían creer lo que Ray decía. Pronto
-¡Quieren entrar! Oh, Dios... ¿Cómo es posible? ¡Los pollos normales ni siquiera
huían.
aparecer por el vestíbulo. Cuando Kate, Will y Clarence esperaban a Ray en lo alto
de las escaleras, éste resbalo justo cuando pretendía subir corriendo a la segunda
Ray observaba, atónito, cómo decenas de polluelos perecían bajo las palas y los
Un polluelo estaba a escasos centímetros de sus dedos; Ray temió perderlos bajo
el pico del animalejo pero, por fortuna, un golpe de pala sacó volando a la tierna
alimaña.
hasta que, después de unos minutos, sólo quedaron tres polluelos vivos.
Confiados por la ventaja numérica, los Clayton descendieron los últimos escalones y
Dos horas después, cuando los SIL llegaron, no encontraron más que un montón
-Gracias por nada- les despidió Ray sin que estos se inmutaran.
-Santo cielo, Clarence. ¿Tienes idea de cuánto nos costará esto?- reclamó Ray
agotado.
-La Corporación pagará los daños. Lo mejor será volver a la cama- le consoló su
-¡Papá! ¿Estás seguro de que todos están muertos?- preguntó Kate con lagrimas
en los ojos.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 35
-Será mejor que todos vayamos al cuarto de papi- repuso Ray mientras enjugaba
familia.
ganas de orinar se apoderaron de él. Procuró ignorar su urgencia pero, al final, fue
baño. Luego de aliviar su vejiga, dio media vuelta con intención de regresar junto a
los niños, pero quedó petrificado al encontrarse, frente a frente, con un brilloso
polluelo. El mismo polluelo al que accidentalmente le había partido la pata días atrás.
Entonces recordó: Lo habían dejado dentro de la casa hasta que pudiese caminar
La escopeta sólo tenía un cartucho; más que suficiente para volar el animalillo en
pedazos.
baño.
Ray suspiró aliviado. Caminó hacia la puerta para calmar a Clarence y a los niños
Al entrar al cuarto, los trozos de carne y ropa, mezclados sobre las rojas sabanas,
El granjero se dejó caer junto al lecho, bañado en lágrimas, con el rostro contraído
por el dolor...
– Porque no hay criatura en el mundo que lave los platos sin obtener algo a
cambio...
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INFECCIÓN
“Provocaron la ira de Dios con sus obras
y se desató la mortandad entre ellos”
Salmos 106 – 29
acicalándose sus negros y retorcidos bigotes de rata vieja con los dedos bañados
en grasa.
Alexander, dejando con delicadeza el menú virtual dentro del bolsillo del mesero.
boquiabierto.
Residencial del Oeste? ¿Aún así, piensas comerte esas cosas transgénicas?
hijo le formulaba. Los demás clientes del restaurante les miraban con aire de
curiosidad.
-¡Por favor, Tim! Creí que eso ya había quedado claro. Lo que le sucedió a esas
pobres personas fue, sin duda, un lamentable accidente, pero aquello ocurrió
hace más de diez años ¡Tú ni siquiera habías nacido! Las verduras T-1 ya no
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 38
existen. Hoy por hoy, millones de personas en todo el planeta consumen verduras
T-4 y nada malo les ha pasado. Ahora que, si lo que buscas es un pretexto para
no comerte las verduras… ¡Perfecto! Pide un helado y relájate. Las cosas han ido
muy bien hasta el momento y no dejaré que eches a perder la cena por una de tus
El chico recibió, avergonzado, las miradas burlonas que desde las otras mesas
satisfecho!
-Un helado de cereza... Natural, si es posible- exigió Tim sin interés, hundiendo
Segundos después, Alex comía sus verduras T-4 y Tim un delicioso helado
-Vamos, Tim. Ya no estés de mal humor. Acabo de cerrar un trato con la mejor
editorial de La Ciudad ¡La Editorial SEED! ¿Te imaginas? Esto nos abrirá grandes
oportunidades para el futuro cercano... De hecho, tendré que aprovechar este día
Hacía mucho que no lo notaba tan animado. El divorcio y la crisis laboral de los
últimos años le habían arrebatado ese espíritu festivo que solía cargar a todos
para ambos: El Instituto resultó ser un colegio maravilloso para Tim y el trabajo no
La época en que debían preocuparse por el sustento del día siguiente quedaba
atrás, así como la oscura posibilidad de que Tim volviera a vivir con su frívola
madre quien, si bien poseía dinero y lujos atractivos para cualquier niño
con el que se había comprometido… Primero muerta antes que rebajarse a mimar
a un chiquillo.
Por ello, Tim decidió tragarse aquel orgullo estúpido y hacer las paces con su
decirlo: millones de personas las engullían cada día y nunca enfermaban ¿Por qué
-¡Papá! ¿Te sientes mejor?- Preguntó Tim al otro lado de la puerta del baño.
-Sí, eso creo. Es sólo una pequeña indigestión- explicó Alex secándose la boca
con un pañuelo.
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minutos!
-Bueno, quizá exageré... – concedió Alex saliendo del baño, demacrado, como
una terrible versión de sí mismo después de veinte años de mal matrimonio– pero
cama. Desde que Tim había comenzado a sufrir esas horrendas pesadillas a los
cinco años, Alex había decidido tenerle cerca en caso de presentarse alguna
nueva crisis nerviosa. Claro que las pesadillas de Tim habían desaparecido, como
por arte de magia, luego del divorcio de sus padres, hacía casi dos años.
-¡Pero, papá! Esta cama es demasiado grande para ti solo... y aún no has
<< La cama está fría... papá debió levantarse bastante temprano >> pensó el chico
El excusado aún tenía rastros del detestable líquido verdoso que Alex había
pared del baño y se cuidó de no abandonar la seguridad del muro, a través del
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 41
infecto.
Nada más abrir el grifo, al niño le pareció que las gotas de agua cayendo contra
inodoro. Tim trató de librarse de esta demencial idea y comenzó a frotar el jabón
No. No era su imaginación. Algo ronroneaba cerca suyo ¿Acaso aquel zumbido
era producto de la espuma colándose por el sifón o se trataba de… algo más?
Tim procuró ocupar su mente en algo útil. Se aplicó el champú sobre la cabeza
brutalidad.
Tim soltó un gran suspiro cuando salió del baño, se puso el uniforme y tomó el
A pesar de todo, fue imposible para Tim concentrarse en las clases. Todavía le
invadía una extraña sensación de angustia pero, por más que intentaba razonar,
Los Guestman vivían en uno de los últimos niveles del edificio Victory Cern,
ubicado justo frente a la Torre Central del centro de Resurrección Hyle. Para llegar a
El primer camino era perfecto para aquellos que vivían en los primeros niveles del
edificio pero resultaba sumamente tortuoso para quienes residían en los pisos
superiores. El elevador, por su parte, le ahorraba mucha energía a los usuarios pero,
antiguo que, dado su valor histórico, había logrado permanecer varios años en el
otorgaba a Victory Cern aunque, en opinión de Tim, aquel aparato oxidado, que
instante, era un tétrico cajón metálico cuyos gemidos no hacían más que exacerbar
¿Sería posible que las verduras T-4 fuesen tan peligrosas como sus antecesoras?
¿Qué hacer en caso de que Alex estuviese infectado con esas cosas? ¿Sería
apareció ante el niño. Tim llegó al departamento 719. La puerta se abrió tras emitir
Los murmullos provenían del estudio. Tim acercó el oído a la habitación pero no
-¿Quién anda ahí?- Rugió desde el interior del estudio una voz que, para alivio
-¿Estás ocupado... con alguien más?- Inquirió Tim con la temblorosa mano
apoyada en la perilla.
-¡No!- repitió Alex –Estoy solo. Hay comida en el horno. Caliéntala y vete a la
cama.
-SÍ- concluyó Alex cerrando la puerta con tal premura que Tim no logró detallar
gran cosa.
cuarto y aguzó el oído, dispuesto a captar la menor señal de aquello que prometía
Recordó lo que había leído cierta vez en La Red acerca de los fatales sucesos
ocurridos en la Zona Residencial del Oeste, esto es, cuando La Infección llegó a
Resurrección Hyle.
Los habitantes del sector habían sido elegidos por La Corporación para probar
Residencial del Oeste, descubrieron que casi todas las personas habían muerto
de la forma más horrenda al explotar sus entrañas y expulsar por el vientre una
especie de abortos cetrinos cuyo único objetivo era ocupar otros cuerpos sanos y,
tanto por la angustia de los funcionarios sino por las pústulas verdosas que en
Rápidamente, la Zona Residencial del Oeste fue acordonada por oficiales SIL y,
Infección)
El asunto fue que, después de aquella mortandad, las personas tomaron cierta
Sin embargo, ¿Cómo sabía La Corporación que los T-4 no revelarían sus
Tim no tuvo que esforzarse mucho para calcular el riesgo latente que el edificio
corría... ¿El edificio? No. Eso sería minimizar la situación: La Ciudad, el país, ¡EL
sinceridad.
Alexander guardó silencio. Por un momento, Tim temió que se abalanzaría sobre
Alex.
Fue cuando Alex se dio media vuelta, levantó su camisa y dejó al descubierto
una serie de tumores violáceo - verdosos, coronados por grotescos ojos saltones
-Han vuelto... Las malditas pesadillas han vuelto- murmuró Tim con el corazón
Teniendo cierto cuidado, el chiquillo tomó los papeles que Alex sostenía: se
trataba de una corta obra teatral firmada por Alexander Guestman y un documento
<< ¡Así que aquellas voces pertenecían a papá! ¡Estaba revisando los diálogos en
Tan sencilla explicación hizo que las lágrimas acudiesen a sus ojos. Estaba a
punto de acostarse junto a su padre pero, por si acaso, decidió realizar una última
prueba:
Con el cuerpo crispado por la tensión, Tim levantó poco a poco la camisa de
Alexander.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 48
Entonces lo vio...
afabilidad.
-Descuida, hijo. Ya ha pasado todo. Como te dije, no fue más que una pequeña
despojaba de la camisa.
-¿Qué, papá?
Sobre el vientre de Tim florecían una serie de pústulas color cereza cuyos
BAJO LA CAMA
“Me miran los hombres y exclaman: ¿Qué tienes?
¿Por qué taciturno refrenas el paso?
Espectro o vampiro ¿do vas? ¿de do vienes
así... ensangrentado como sol de ocaso?
Julio Flores / EN MARCHA
<< Tranquilo, pequeño >> le consolaban << Todo ha pasado. Ya no te podrán hacer
daño >>.
El niño sonrió. Estaba entre los suyos. Sin embargo, aún después de aquella noche,
Sus padres adoptivos le habían elegido, cuando sólo contaba cuatro años de edad,
padres.
Hermosos recuerdos.
Pero todo comenzaría a cambiar cuando, en su doceavo verano, Sean Mason y sus
nuevos padres se mudaron de casa, ubicada en Kaer Auren, viajando en barco hacia
Kaer Wyrd.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 50
La mayoría de los jóvenes suelen tomar con amargura un cambio tan abrupto.
Atrás quedan los amigos, los maestros y todos aquellos objetos y lugares que
Comenzar de cero en todos los aspectos suele resultar muy duro para los pequeños
Quizá, por su naturaleza reservada o, tal vez, por el tenso ambiente escolar que el
chico percibía en la Academia, Sean jamás se llevó muy bien con sus adorables
Los maestros le calificaban como “un niño poco emotivo pero muy elocuente”
En todo caso, al divisar la imponente ciudad que les esperaba, con sus bellas Zonas
que parecía más y más prometedor a medida que el barco se acercaba al puerto.
Científicos, recelosos unos de otros, trabajaban sin cesar en campos del conocimiento
tan variados y complejos como la interpretación científica del Canon, métodos óptimos
de explotación energética más allá de los fósiles y otros tantos disparates que, por
fortuna, dejaban una estela comercial bastante provechosa para los Mason.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 51
como ellos, prometedor negociante. Nunca habían tenido una queja de Sean pero,
-Para nada
No podía decirles la verdad. Era una locura. ¿Cómo confesarles que, lo que en
realidad le ocurría, se debía a las siete noches sin dormir que completaba en su
maldita habitación?
espacio de cuatro por cuatro, blancas paredes y enormes ventanales enrejados desde
casa.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 52
Como la mudanza impedía llevar demasiadas cosas a un lugar tan lejano, Sean se
conformó con llenar la habitación con una cama, un pequeño armario y una mesita de
noche donde solía hacer sus deberes a la luz de unas enormes velas.
Era, pues, imposible para el chico no sentir una opresión en el pecho cada vez que
despertaba a media noche, luego de una espantosa pesadilla, sin la menor posibilidad
Los ruidos bajo la cama eran producidos por horrendas criaturas que esperaban con
paciencia a que el menudo pie de un niño se plantara sobre el piso para agarrarlo con
Al comienzo, Sean consideró tales sonidos como partes de un sueño del cual aún
no despertaba. Luego de comprobar, mediante fuertes pellizcos, que los ruidos bajo la
cama persistían a pesar de tener los ojos muy abiertos, intentó encontrar
Las uñas de los engendros rascando los tablones resonaban con fiereza.
-Son los ecos de mis propios movimientos que se funden contra el duro pavimento.
espectrales.
Y así pasaba Sean horas enteras, horas eternas, intentando aplacar bajo el peso
-Es verdad. No es así como esperábamos que fuera. ¡Se supone que permanecería
Y Sean los escuchaba, oculto tras la puerta del brillante dormitorio marital, un lugar
al que anhelaba entrar cuando, inevitable, el crepúsculo cernía sus redes anunciando
Pero Sean jamás se atrevía a cruzar el umbral donde sus padres dormían
<< A veces no hay más opción que la cruel resignación >> se repetía al regresar al
cuarto, brincando varios metros desde el armario hasta su cama para no ser tomado
-¿Qué pasa, hijo? ¿Por qué te duermes en clase? ¿Acaso... no puedes conciliar el
-No lo sé- Era lo único que el chico, pálido y tembloroso, atinaba a decir.
Esa noche, sus padres volvieron a conversar y Sean les volvió a escuchar, en
silencio, oculto...
ignoramos
Un largo silencio.
Sean trastabilló.
¿Qué ocurría con sus padres? ¿Por qué hablaban de esa forma? A lo mejor
bromeaban. Sí, eso era... Una lección para que jamás volviese a escuchar tras la
puerta.
tormenta que era su mente, un alivio le embargó: Ya no importaban las criaturas bajo
con un florero decorativo. El objeto rodó por los escalones y se estrelló con fuerza
contra el suelo.
-¿Quién anda ahí? ¿Eres tú, Seaaaaan?- Rugió Peter con un tono de voz que el
Enseguida, su padre se asomó exhibiendo una brillante hacha de hierro y unos ojos
asesinos e inmisericordes.
-¡A por él!- Acució Lauren con un cuchillo de cocina apretado entre el puño derecho.
Gimiendo de horror, Sean salió disparado como una flecha hacia su habitación
esperando escapar a través de las ventanas (la puerta que conducía al exterior de la
recordó las rejas metálicas que protegían los cristales de su cuarto, ya era demasiado
tarde.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 56
Sean no se molestó en cerrar la puerta. Esperó con tranquilidad a que sus padres
-Que no eres nuestro hijo. ¡Que ni siquiera eres humano! Que comienzas a
-¿Como quienes, papá? – Ahora, esa última palabra sonaba extraña en labios de
Sean.
-Como aquellas criaturas que llegaron hace doce años por la Puerta de Cristal-
Nada ocurrió.
Al apartar la cama descubrieron el túnel que las criaturas excavaran por semanas
EL PROCESO DE CREACIÓN
“El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente”
FERNANDO PESSOA / AUTOPSICOGRAFÍA
Como un grano. Como un grano tumefacto y espantoso. Así estaba el auditorio: A punto
de reventar.
O algo así diría alguno de los pseudopoetas reunidos para el recital. El caso era que el
molesto zumbido desconcertaba cada vez más a Jake quien, desde hacía por lo menos
compañeros y, sobre todo, a sí mismo. Eso sin mencionar que para aprobar “Creación
Literaria” debía exponer un buen relato ante el exigente público del campus
universitario…
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 58
¿Exigente?
Bueno, quizá esto resultaba algo exagerado. A decir verdad, la mayoría de asistentes
intención era presionarlos a realizar un trabajo concienzudo, algo bien hecho, y no una
de esas historias mediocres, superficiales, sin más propósito que aplacar la insaciable
La verdad, todos habían hecho su mejor esfuerzo. Jake también se había esforzado.
Para infortunio suyo, no lo suficiente. El día había llegado. Ya fuera por gracia de Dios o
por diabólica desgracia, el último estudiante en leer su trabajo final sería Jake Campbell.
el doctor) por un alto nivel de estrés, le impedían escuchar con atención los ingeniosos
relatos que sus diestros compañeros lanzaban al aire como arroz en una boda:
Eran fragmentos de un poema que entonaba con orgullo Mary Simons, su actual
Un consuelo ineficaz.
lograba quitarle a Jake el cruel desasosiego que sentía al contemplar la hoja en blanco,
propia mente.
Jake se odiaba a sí mismo. No sabía si se odiaba por envidiar a sus compañeros o por
Tan profunda frustración le recordaba un libro, “el más hermoso jamás escrito”, según
en unas pocas líneas de hermosa sencillez la dolorosa imagen de un chico con ojos de
modo que Jake vería morir al suyo, atravesado por la sutil daga de la decepción, cuando
su alumno estrella saliese a línea de fuego y todos los presentes descubrieran al primer
y único escritor capaz de pararse frente al mundo sin nada que leer.
¡Vuela!
¿Escapar?
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 60
¿Evitar la situación?
simplemente, echarse un pedo; pero jamás, escuchen bien, JAMÄS se les ocurra dejar
al público plantado. ¡Ay! de aquel que no se presente el viernes. ¡Me aseguraré que ese
infame no se gradúe en esta universidad mientras los hijos de mis hijos sigan con vida!
El papel en blanco que Jake sostenía entre los dedos estaba húmedo y arrugado a
causa del sudor que corría por sus manos como pequeños riachuelos de agua salada.
Dos semanas.
Dos semanas pensando, día y noche, en una historia... ¡Una simple y maldita historia!
Observando con creciente temor como se le escapaba el tiempo sin que ninguna idea
-Jake…
-¡Jake!
la multitud,
-¡JAKE!
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 61
-¡JAKE!
Lo que le impedía escuchar las claras voces que antes susurraran a su oído las
-¡JAKE CAMPBELL!-
Las miradas de cientos de individuos repararon en la figura asustadiza del joven que
descendía, con una lentitud sólo equiparable a su torpeza, las gradas del auditorio,
directo a una tarima profusamente iluminada por dos enormes focos amarillentos.
muchacho.
contenida, escuchar aquel emocionante relato que el joven entonaría. Después de todo,
Jake preparaba sus intestinos para liberar un pedo cuando llegó: La Inspiración, la luz
El dolor de cabeza que le había atormentado los últimos días remitió instantáneamente
- “Era una tarde de otoño. Las luces del crepúsculo morían en las calles de La Ciudad.
Las chiquillas seguían de cerca al despreciable sujeto que había abusado de ellas,
Dos otoños atrás, a los nueve años de edad, las gemelas habían descubierto que
Fue durante una visita al Hospital General de Resurrección Hyle, junto a todos los
estudiantes del cuarto grado del Instituto, cuando exploraron por primera vez las
habilidades mentales de las que habían sido dotadas. Las gemelas se habían quedado
atrás del grupo principal de niños y un enfermo había aprovechado este pequeño
descuido para lanzarse contra ellas en un desesperado esfuerzo por saciar sus
perversos instintos sexuales. En ese preciso instante, el profesor Crow, aquel que
guiaba la clase, se volvió hacia las chiquillas, sólo para observar con ojos desorbitados
el horrendo espectáculo:
Cuando las nudosas manos del depravado apenas distaban unos centímetros de su
objetivo, ambas niñas le habían lanzado una mirada. Una profunda mirada con esos
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 63
extraños ojos dorados de los que siempre se habían burlado los demás niños. Una
El enfermo comenzó a retroceder con lentitud mientras se tomaba la cabeza entre las
Momentos después, los alumnos del cuarto grado, incluidas las gemelas, eran
aseados con gran diligencia por varias enfermeras que intentaban eliminar las manchas
de sangre y trozos de cerebro esparcidos por el corredor cuando la cabeza del demente
Jake hizo una pausa para dar vuelta a la hoja en donde debería estar escrita su
alocada historia...
-“Aquel día era parte del pasado. Ahora el enemigo no pertenecía a la atribulada
Sus frágiles cuerpos vagaban por la calle en tanto sus poderosas mentes exploraban
lejanos universos en busca de aquel bastardo embustero que, ahora, después de tanto
tiempo, reaparecía con una invitación que le costaría la vida. Habían intentado eliminarlo
en otras ocasiones pero el astuto personaje siempre parecía encontrar una manera de
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 64
precisaba de sus servicios. Cuanto más rastreaban al enemigo, más se encendían sus
áuricos ojos. Las gemelas empezaban a debilitarse cuando optaron por tomarse de las
Segunda pausa.
Jake no podía “leer” las siguientes frases. Una molesta sensación de cosquilleo le
El micrófono cayó estrepitosamente al suelo y la hoja en blanco fue a dar a los pies del
extrañado maestro. Jake se llevó las manos a la cabeza al tiempo que lanzaba un largo
y perturbador grito.
LOS PACIFISTAS
“Pólvora venenosa propagada,
ornado por los ojos de tristes pirotecnias”
Miguel Hernández
I
-¡Esta es su última oportunidad! ¡Salgan con los brazos en alto y no intenten nada
La situación se tornaba cada vez más crítica para las autoridades pues los terroristas
no tenían nada que perder si destruían el edificio y sí mucho que ganar en tal caso.
Sólo él sabía lo verdaderamente complicado que resultaba todo aquello... Los sujetos
para ellos.
Pero Joshua debía comprenderlos por una sencilla razón: él también era un proscrito.
La diferencia residía en que aquellos seres habían sido descubiertos debido a sus
dorados y delatores ojos mientras que, gracias a unos modernos lentes de contacto
despreciada raza.
-¡No pueden hacerlo!- replicó Joshua – diga lo que diga La Corporación, un SIL no
los G-3!
-Lo sé, Evans. Créame que lo sé. Pero las órdenes vienen de arriba... - le hizo saber
-Malditos - murmuró Joshua que aún no comprendía cuál era la verdadera posición
hacerles daño.
de ojos dorados y enviaba a sus letales unidades SIL para acabar con la resistencia.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 67
Sin embargo, si los G-3 que se encontraban refugiados en el restaurante eran del tipo
que Joshua creía, las cosas terminarían muy mal para todos.
unidades, exactamente iguales al líder, le siguieron con esa habitual sonrisa maléfica
parte del ejercito SIL y acabando con la vida de todos los rehenes y de los propios
rebeldes.
En medio del caos reinante, Joshua logró mascullar unas cuantas palabras:
II
-Las personas comienzan a cansarse de esta guerra- El teniente Clifford se llevó un
sorbo de cerveza a los resecos labios. Luego continuó: -No han pasado más de dos
-Es natural que reaccionen contra la sociedad que los condenó- repuso este último
con otra espumosa cerveza en la mano que el oficial aún no se dignaba probar –Están
darnos un mensaje: No se irán solos al infierno. Quizá los eliminemos a todos pero ¿A
qué precio?
ser tan joven. Muchos decían que parecía tener un sexto sentido que le permitía
-Alguien debe estar tras todo esto- dijo por fin el teniente Clifford después de dar otro
sorbo de cerveza, largo como la guerra entre humanos y no humanos–No creo que
todos los G-3 de La Ciudad hubiesen acordado reunirse un buen día sólo para concluir
que empezarían a destrozar edificios enteros hasta que los humanos les aceptáramos
en nuestra sociedad.
-Dudo que les interese ser aceptados… Tal vez saben que nunca podremos
-En cualquier caso, deben por fuerza estar organizados para estas acciones
-¿Es eso una propuesta, teniente, o es sólo una idea?- inquirió Joshua sabiendo de
-Sí, detective. Me han informado que existe cierto individuo... un soplón, que
frecuenta las Tierras Oscuras de Resurrección Hyle. A lo mejor él sepa algo de esto...
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 69
-Confío en usted, Evans. Si alguien puede infiltrarse en las Tierras Oscuras sin
levantar sospechas y, además, encontrar al soplón entre tanta porquería, ese es usted.
-Sinceramente, deseo que obtenga algún resultado lo antes posible. Ya estoy cansado
Instituto donde estudian mis hijos o… ¡Dios nos ampare! que llegado el momento ni
siquiera el Transporte Público será seguro para los pacíficos ciudadanos ¿Comprende?
El teniente revelaba una auténtica preocupación por sí mismo, por su familia y, sobre
todo, por La Ciudad entera y sus nobles ciudadanos. Joshua había tomado partido
<< Recuerda que el ser más apto no es aquel que desarrolla sus habilidades mentales
por encima de los demás sino aquel que elige el bando con mayor probabilidad de
-Lo haré, señor- confirmó Joshua vaciando toda la jarra de alcohol en su garganta.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 70
III
SEPTIEMBRE 22
prostitutas y ebrios malolientes. Hoy completo tres días oculto bajo un disfraz tan
Hyle; una zona sumida en la miseria y los desperdicios (tanto materiales como
humanos) arrojados del Centro de La Ciudad como si con ello fuesen a desaparecer
aquellas molestias que tanto nos recuerdan el primer cuarto del siglo XXI.
Bajo algunos cartones cubiertos de estiércol, húmedos a causa de los orines, escribo
estas pocas líneas... Tal vez sea una forma de recordar la realidad de este lugar
cuando el calor del mundo moderno intente desalojar, con su embriagante abrazo, la
SEPTIEMBRE 23
“El soplón aún no asoma las narices. Procuro hacer pocas preguntas para no levantar
sospechas y me contento con usar mis habilidades mentales cuando deseo obtener
pasará por estas calles –si se les puede llamar así- aunque resulta imposible
importa.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 71
numeroso grupo de seres humanos que clama por la paz entre G-3 y fuerzas armadas.
Quisiera creer que las marchas pacíficas y afiches decorados con blancas palomas
cambiarán la situación pero me temo que Los Pacifistas desconocen la complejidad del
problema.
SEPTIEMBRE 25
“Hoy ha sucedido algo fuera de lo común. Un chico corría por la calle, completamente
aterrado, perdido en este antro del infierno. Mi primer impulso fue saltar junto a él y
comprendí que, al hacerlo, me pondría en evidencia ante los cientos de ojos recelosos
ratas...
SEPTIEMBRE 26
bien su rostro no revela más de 25 o 30 años. He pasado tanto tiempo aquí que tengo
ahora porque sé de muy buena fuente que estará un par de días por éstas calles en
busca del preciado PSI-SPEED, un narcótico que sólo puede adquirirse aquí, en las
SEPTIEMBRE 27
“Con gran dificultad escribo ahora estas líneas El viejo lapicero me tiembla entre los
dedos debido a la agitación... Sería mucho más fácil transcribir mis pensamientos en
una agenda digital pero no considero sensato cargar tales aparatos conmigo dadas las
Bien, ya estoy más calmado. Veamos si recuerdo todo lo ocurrido esta mañana:
–o eso parecía-
Sin mediar palabra procedí a penetrar su mente pero, al instante, comprendí que algo
iba mal. Entonces, unos ojos tan brillantes como los míos bloquearon cualquier
hace llamar el soplón, y este, sonriendo, me confirmó que era un G-3 de Segunda
cual podía levantar ciertas barreras mentales contra nosotros, Los Telepáticos.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 73
pues muchos G-3 detestan ser lo que son) constituido por decenas de humanos de la
más variada categoría. Su objetivo es dar un golpe mortal a los G-3 de Segunda
La Cuarta Generación, la temida especie que, según los entendidos, será capaz de
exterminar toda forma de vida humana sobre el planeta... algo exagerado, creo yo.
Luego de mucho presionarle para que me confiara el lugar exacto donde ejecutarían tal
sentía por sí mismo al considerarse un traidor ante su propia raza e, inclusive, ante los
humanos para los que trabajaba puesto que estaba “cantando” como si le torturaran.
Fue cuando me percaté de lo drogado que Joe Kenneth estaba. No podía irme más
-Mañana... mañana verán La Ciudad ardiendo... una luz que se verá desde el
con su mente y a reír sin control hasta que finalmente huyó entre la podredumbre
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 74
No... Aquel infeliz no mentía. Algo sucederá mañana y sólo yo puedo evitarlo.
Sin embargo ¿Cuál es el blanco de estos terroristas? ¿Cómo podrían dar un golpe
definitivo a los G-3? Para averiguarlo tengo que encontrar a Joe Kenneth.”
IV
Si alguna de las criaturas que habitaba las Tierras Oscuras hubiese sabido leer,
sin firmar.
Unos pasos más atrás, otros sujeto impecablemente vestido, con gabardina gris y
penetrantes ojos negros, hacía acopio de todas sus fuerzas para vencer las barreras de
su enemigo.
Joe Kenneth apenas pudo resistirse a la onda telepática que Joshua le arrojaba.
<< ¿Dónde será? >> preguntó el detective sin mover los labios.
<< ¿De qué diablos hablas? ¡No te conozco! ¡Déjame! >> Exigió la víctima con rostro
impasible.
<< ¿Me tomas por imbécil? Dar contigo no fue difícil... Un drogadicto escandaloso
escala junto a tus camaradas humanos... Dime lo que deseo saber o vaciaré tu mente a
la fuerza >>
<< ¡Demonios! ¡No hay nada que puedas hacer! Mejor lárgate de La Ciudad antes que
incluso la vida de su querida niña estaría en peligro debido a las represalias que
Pero Joshua no podía ser egoísta. Sería relativamente fácil dejar que muchos murieran
atentado tenía éxito ni todas las marchas y camisetas blancas de Los Pacifistas
podrían evitar el exterminio. La misión del detective era salvar personas y detener a
Con agónico esfuerzo, Joshua fue penetrando cada vez más hondo en la mente
infecta de Joe, quien se retorcía de dolor ante las sorprendidas miradas de los
transeúntes.
Los lentes de contacto del oficial se hicieron añicos y una turba enfurecida cayó sobre
Entonces, todo fue claro para el detective: ¡Los estúpidos Vigilantes se rebelarían
bastión de los G- 3!
terrorista lanzándose sobre este y asestándole tantos golpes como le era posible.
La muchedumbre que venía en auxilio de Joe quedó paralizada tras descubrir que,
bajo los lentes oscuros de la presunta víctima humana, brillaban unos dorados ojos
El autobús frenó en La Estación y sólo uno de los luchadores se coló por la puerta
empujando bruscamente a otro caballero, cargado con sendas maletas, que acababa
de arribar al paradero.
distraídamente la puerta.
El conductor balbuceó una breve disculpa y, con evidente hastío, se dispuso a abrir
de nuevo la puerta del vehículo, pero fue rápidamente interceptado por un extraño
-No se le ocurra hacer eso. Diríjase a la próxima estación: La Torre Central. ¡AHORA!
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 77
-¡Oiga! ¿Qué pasa ahí adelante?- protestó el hombre de las maletas desde los
puestos traseros del autobús – Encienda el motor de una buena vez... ¡Algunos
-¡Encienda de una maldita vez el motor o volaré éste vehículo en mil pedazos!- gritó por
fin el terrorista abriéndose el abrigo como un exhibicionista bien dotado… sólo que bajo
el abrigo había algo que ni los caballeros al interior del autobús podía deja de ver.
repente la razón por la cual Joe Kenneth caminaba encorvado: El peso de un explosivo
mil veces más poderoso que la nitroglicerina apenas si le permitía caminar.- Así que
El chofer, que segundos antes dudaba, apretó los botones de aceleración, dejando al
-Lo ha hecho usted excelente- agradeció el terrorista dando unas cuantas palmaditas
-¡Ni un paso más, Pacifista de mierda! No quiera ser el héroe si no quiere volar junto
–Hoy es un día especial- continuó el extraño sin vacilar - Son ustedes afortunados. Sí,
usted también, amigo de ojos dorados. Hoy terminará para nosotros la guerra entre
armonía...
11: 58 PM
fracasado...
Fue cuando una violenta explosión levantó el vehículo por los aires a tan sólo dos
CONEXIÓN PERDIDA
Finalmente lo había conseguido.
amenazas, Frank Aulster accedía a la Base de Datos Principal que tan celosamente
El sistema estableció siete minutos mientras se cargaban todos los archivos referentes
a Los Enlazantes.
equipo modesto pero lo bastante poderoso y discreto para un hacker que, como Frank,
espantos. Por esa razón, el que la vieja casera le hubiese advertido que el espíritu de los
seres queridos solían visitar el departamento antes de partir al Otro Lado, no habría
impresionado mucho a Frank excepto por un detalle y es que él comenzaba a creer que
había cosas que la ciencia aún no podía explicar como, por ejemplo, Los Enlazantes,
Siete minutos...
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 80
Siete minutos y, entonces, sabría la verdad acerca de aquellos extraños individuos que
un “buen día” aparecieron de la nada para ocupar las principales ciudades del planeta.
inusual apoyo que SEED les brindaba era suficiente motivo para preguntarse cuáles eran
los propósitos de tales individuos y, sobre todo, de sus abominables Enlaces Astrales.
Quizá, estas últimas criaturas constituyeran el verdadero origen de los miedos de Frank.
No era corriente que tan siniestros poderes accedieran al Plano Terrenal con sólo
invocar su presencia... Aunque, por otra parte, Los Convocados sólo obedecían órdenes de
sus Enlazantes y mientras estos últimos mantuvieran su pacífica actitud, nadie debía
preocuparse por nada... Nadie excepto Frank, que temía por la mujer que había capturado
su corazón.
June Aulster ejercía como maestra en una prestigiosa institución de La Ciudad. Por ley,
Los Enlazantes más jóvenes debían tomar sus clases junto a los “niños normales”, pobres
criaturas, ignorantes del peligro potencial que tan particular convivencia implicaba.
Nadie solía mirar con buenos ojos a un Enlazante, si bien poseían una apariencia
humana, y por ello los maestros, simples mortales, debían lidiar con la odiosa
Era claro para Frank que un Enlazante fuera de control podría invocar alguna monstruosa
criatura y, en medio de su ira, asesinar fácilmente a cualquiera que tuviese la mala fortuna
de estar cerca de él. June podría, entonces, ser fácilmente una presa inocente de esta
¿Por qué? Bueno, esa era una de las preguntas que Frank se dispondría a resolver en tan
De repente, un agudo sonido le golpeó los tímpanos haciendo que brincara de su silla y
Después de mirar a todos lados, sin aliento y empapado por el húmedo sudor que
“SOLICITUD DE CONEXIÓN”
Frank suspiró agradecido, se sentó de nuevo y apretó una tecla –ENTER- con su
por no decir patológica, pero el inquieto cibernauta tenía motivos de sobra para temer por
su vida:
la señora Aulster llegaron un par de días después. La policía nada pudo hacer. O bien La
Corporación actuaba con absoluta precaución o bien había comprado un buen número de
oficiales.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 82
Frank habría querido desistir pero pistas definitivas comenzaron a llegar de fuentes
fuera resuelto lo más pronto posible. Entonces continuó indagando. Por un tiempo, todo
pareció tranquilo. Luego, recibió la llamada: Si continuaba metiendo las narices June
Sabiendo que después de llegar tan lejos ya no podría dar marcha atrás, Frank sabía que
su casa era monitoreada. Que habia cámaras y micrófonos hasta en el inodoro. Arregló las
cosas para simular una pelea con June. En retrospectiva, había sido una escena de lo más
divertida. ¡June incluso le había lanzado unos platos a la cabeza! Sólo así podría salvarla.
Frank se había marchado para nunca regresar. El plan pareció funcionar a la perfección. Lo
último que Frank hizo fue rentar aquel destartalado apartamento y esperar pacientemente
por dos semanas hasta comunicarse con June a través de una Línea Privada que uno de
sus amigos más confiables le había facilitado. No se trataba, claro está, de una Línea
Telefónica – pues resultaba fácil para La Corporación rastrear y detectar tales señales-
-F: SÍ PRESIOSA. AKÍ ESTOI ☺- respondió Frank moviendo, tan rápido como podía,
- F: PRON6TO!
Frank se proponía a contestar que él también la extrañaba, que no podía vivir sin ella...
Frank suspiró.
- F: CORREGIR TUS FRASES! LA RED FUE CREADA PARA ESIO... PARA ESCRBIR
A TODA PRISA
Frank podía imaginarla alzándose de hombros y esbozando una tenue sonrisa con sus
Era verdad. June era perfeccionista por naturaleza y ni siquiera ocho años de “matricidio”
En realidad fueron unos cuantos segundos, como bien lo demostraba La Carga del
computador que aún no copiaba todos los archivos acerca de Los Enlazantes.
Sólo que, en esta ocasión, se trataba de un inesperado apagón al interior del vetusto
-Demonios- musitó Frank desde las tinieblas, apretando con fuerza la automática.
<< Espero que no se haya fundido el hardware... ¡Vaya! ¡Parece que, después de todo, La
Frank se las arregló para apuntar al espacio vacío donde, según creía, estaba la puerta,
esperando acabar con cualquier ente –humano o Astral- que se atreviera a cruzar el umbral
-¿Sólo... fue un apagón?- murmuró, casi incrédulo, el confuso hombre protegido tras la
silla giratoria.
Frank estuvo a punto de responder, contento de que La Línea se hubiese restablecido tan
-F: KIEN ERES? COMO OBTUBISTE ESTE CONTACTO?- escribió Frank. Sus ojos
¿DÓNDE ESTÁS?
Las letras aparecían con celeridad asombrosa. Debía tratarse de un Hacker sumamente
CRIATURA ME HA…
- F: NO TE CREO.- tecleó Frank lleno de furia. Los nudillos de la mano con la cual
sostenía el arma presentaban una marcada lividez –SOLO UNA PERSONA PODRIA
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 86
ENTIENDES? ¡MURTA!
¿MURTA?
Fue entonces cuando, ante los aterrados ojos de Frank, se fueron borrando uno a uno los
últimos caracteres del mensaje, para luego aparecer de nuevo... con una sutil diferencia:
Una atroz certeza, tan atroz como el dolor que le consumía, atravesó la mente de Frank:
Cuando la pantalla del computador, fundido desde el momento del apagón, dejó de emitir
LA REVELACIÓN
“No, no, ¡eso, no!
¡Todo menos saber qué es el Misterio!
Superficie del universo, oh párpados
cerrados, ¡Nunca os alcéis!
La mirada de la Verdad Final no
podría soportarse”
Álvaro de Campos (het. De Fernando Pessoa)
DEMOGORGON
recreando la vista en las furtivas figuras recortadas bajo el filo de los barrotes
son ajenas.
4) Fotos de mujeres o niños pegadas en un muro grisáceo que hace las veces
impotente.
Pero no fue esto lo que el Padre Raymond H encontró tras las rejas del presidio.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 88
Dos individuos compartían la lúgubre celda, precariamente iluminada por una luz
recostados sobre un viejo camarote, de tal manera que, del hombre que reposaba
increíble aire de calma y seguridad– a pesar del indecible tormento que debía
Nada se supo del cómo llegó tal arma a manos de Reaper Dwight y, mucho
menos, del por qué de sus execrables actos teniendo en cuenta que, tras
Todo esto sabía el Padre Raymond antes de reunirse con la pérfida figura que le
Un guardia cerró la reja tras el viejo sacerdote comentando que debía hacer su
-Dios está conmigo, hijo mío- dijo el Padre – ve también con él.
poniéndose en pie.
-En unos minutos vendrán por ti. ¿Sabes como será, hijo mío?
Corporación: causa mucho más dolor y aniquila el cerebro con menor velocidad.
Raymond asintió.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 90
homicidas, quizá peores que él, si eso era posible, y quizá por ello no le
sino la oculta razón tras mis acciones: La razón por la cual hice lo que hice y por
-¿Ha leído usted todo esto?- comenzó por decir Reaper ignorando a su insidioso
compañero de presidio al tiempo que señalaba las Sagradas Escrituras, una Biblia
-Por supuesto, hijo. Todos los días dedico algo de mi tiempo a las palabras del
Señor.
-Lo sé, Padre- interrumpió Reaper – Yo también consulté los textos eclesiásticos
del siglo XXI. Sin embargo, debo diferir de tal acuerdo, Padre Raymond. Los
-No veo como podrías concluir tal cosa... - intentó disuadirle Raymond.
-¡Los Sellos! Las Marcas del Maestro Oscuro. Me refiero al ser que usará La
Puerta de Cristal para guiar las hordas del Caos a todas Las Realidades; El
-¿Fue ese Maestro Oscuro quien te encerró?- inquirió el Padre con tono neutro.
No. No era eso. Era la certeza de que, con el amanecer, se aproximaba la hora
-El Maestro Oscuro fue quien infectó Las Realidades con su Sello ponzoñoso. La
Corporación SEED es el mayor logro de aquel ser pero... por fortuna estamos
nosotros...
-¿Nosotros?
-Los Cazadores. Los encargados de rastrear, encontrar y asimilar Los Sellos del
-Y tienes que asesinarlos- concluyó el Padre con gesto comprensivo, como si,
Estatal
-¡No tengo opción, Padre!- exclamó Reaper tomando a Raymond por la sotana -
¡Yo también estoy Sellado! ¡Si no tomo Los Sellos diseminados por el mundo y me
El psicópata estaba harto de aquel imbécil pero no podía perder su tiempo con
-Así es, Padre Raymond- dijo Reaper Dwight en un susurro – y lo que es más
-¿Qué dices, hijo? ¿Qué dices?- el Padre temblaba junto a los gruesos barrotes,
¿Verdad que sí, señor Raymond? O debo llamarle Jason... Jason Baker. ¿A qué
se debe ese cambio de nombre? ¿Acaso obedece a cierto temor por su... vida?
Los pies de Reaper aplastaron las hojas en blanco de la Biblia del sacerdote.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 94
¡Ah! ¡Cómo le hubiese gustado al Cazador ver el rostro transfigurado del viejo en
aquel preciso momento! Pero un negro sombrero de ala ancha le cubría las
facciones, las marchitas facciones que pronto serían consumidas por la afilada
cuchilla...
-Esto debe ser una pesadilla... - gimió Raymond desde el suelo, cada vez más
-¡Una pesadilla! ¡Claro que no! ¡Usted no sabe lo que es una pesadilla! Pesadilla
es no poder dormir jamás, Padre. Pesadilla es descubrir que eres el nuevo blanco
del Cazador Legendario, aquel que nunca duerme, aquel que desolla a sus
lograría distinguir el mundo de los sueños del mundo real… ¿Conoce usted a ese
-¿Qué es tan gracioso imbécil? ¿No entiendes lo que aquí ocurre? Cuando
acabe con este viejo me encargaré de ti... no serás el primero al que asesine por
placer...
-Claro, “Padre”...
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 95
-¿Antes? ¿Antes?...
-Sí, mi querido hijo, antes de entrar a Prisión ¿Dónde estabas?- Ahora era el
-Y ¿Después?
-Luego… luego me lancé sobre una suave colcha... ¡Oh, Dios! ¡Era tan suave!
cuando decidió echar una última mirada a través de la abstrusa ventana que tanta
Allí, al otro lado de las rejas. estaba su propio cuerpo, descuartizado, casi
-¡Hijo mío!- dijo mientras jugueteaba con sus entrañas –Yo te absuelvo de tus
-¡NO! ¡Es mentira! ¡ES UNA MALDITA MENTIRA!- chilló Reaper tirando de las
La Inyección le esperaba.
D-MENTE EN MENTE
“Ellos sacan a Dios de la criatura,
ya con el escalpelo o con la idea,
y el enigma eternal de la natura,
surge el conjuro de su voz que crea”
Víctor Hugo / LOS MAGOS
“¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si, luego de llegar al más alto nivel de
Algo contrariado, el canoso maestro presionó una, dos y tres veces el icono de
la pantalla digital que le permitiría enviar al limbo virtual aquel molesto mensaje.
posibilidad.
Sus años como docente del Instituto le habían dejado excelentes dividendos
económicos con los cuales se había podido costear la enorme casa en donde
Tal vez sobreviviera un par de años más soportando a medias el tormento físico
El profesor Daimon no tenía más razón para vivir que su meloso gato de
compañía, Mr. Finnkles, pues sus familiares hacía mucho le habían abandonado y,
por otra parte, el viejo nunca tuvo valor para casarse (aunque oportunidades no
faltaron)
Mr. Finnkles saltó sobre el regazo del anciano y lanzó un quedo maullido, como
si intentara decirle:
La temblorosa mano del señor Madness se deslizó por el brillante lomo del
sido tomada:
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 99
-Lo siento, amigo- atinó a decir el viejo mientras apartaba al minino de su lado.
II
mí. Sólo deseo saber cómo funciona y cuándo estaría todo listo para la...
transición.
-Al subnivel 7
SERVICIO.
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 100
El Asesor abrió una de las puertas y con un gesto, similar a una reverencia, le
de serpientes atezadas.
debe usted reposar unos cuantos minutos en una de las cápsulas que están a su
funciona?
-¿Qué? ¿Su funcionamiento? Debe usted comprender que soy un mero asesor
de Ventas y, por lo tanto, es poco lo que puedo decir del principio científico que
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 101
-Espere, no se alarme. Es sólo que, como Asesor, debo informarle de los límites
del SWEVEN...
-¿SWEVEN?
estaba?
mi SWEVEN?
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 102
transformistas!
-La mente “copiada” reemplaza la mente del cuerpo objetivo. Entre más años
tiene el objetivo, más difícil será que el SWEVEN desplace esa antigua mente. Un
III
Nuevamente estaba allí, esperándolo, con las manos entre la negra chaqueta y el
cigarrillo en la boca. Al comienzo no creía que, en verdad, aquel sujeto le vigilase pero,
con el correr de los días, aquella conclusión parecía más y más acertada.
Bueno. No había razón para desesperarse. Aquel tipo le vigilaba pero no se atrevería
Por otro lado, el individuo no tendría más de treinta años y jamás imaginaría que su
aparentara once.
Daimon Madness, ahora llamado Eric Wisller, llevaba una vida perfecta desde hacía
ya dos años. Vivía con unos amables y comprensivos padres en un edificio del Centro
excelentes calificaciones e, incluso, se las había arreglado para socializar con los
chiquillos inmaduros que ahora eran sus amigos. Sin embargo, las preocupaciones que
todas las tardes, le esperaba en una esquina del instituto, mirándole fijamente mientras
Desde el momento en el cual estuvo seguro de tal vigilancia, Eric / Daimon sacó una
sola conclusión: Aquella última advertencia, que el Asesor le había hecho con tono
<< Si alguna vez nota algo extraño o, mejor, alguien extraño, debe usted estar alerta,
así, encontrar la manera de alterar todos los chips cuánticos como venganza contra La
Lo que el Asesor había olvidado mencionar era ¿qué diablos hacer en caso de
informativo que monitoreaba continuamente el estado del usuario (y del chip) para
Quizá, aquel problemilla era una forma de purgar su culpa... Porque a decir verdad no
profesor había hecho una breve excursión a la enorme residencia que antaño le
Contrario a lo expuesto por el Asesor, el viejo cuerpo del señor Madness terminó
En los escasos minutos que Eric / Daimon observó al sujeto desde una ventana
adyacente al jardín, el mísero gato había recibido varios puntapiés, pisotones y demás
agresiones que incluían torturas psicológicas como, por ejemplo, la imposibilidad del
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 105
minino para alcanzar una croqueta atada a un cordel que el anciano balanceaba con
pérfida fruición. El desespero con el cual Mr. Finnkles procuraba atrapar su alimento le
sugería al chico / anciano que aquel animal llevaba días sin comer..
Eric / Daimon estuvo tentado a abrir alguna ventana y dejar escapar al pobre felino
pero, luego de meditarlo mejor, se abstuvo de hacerlo pues, posiblemente, Mr. Finnkles
elegante departamento.
-Lo siento, amigo- musitó entonces el chico / anciano escabulléndose entre el jardín,
Aunque lo haría.
IV
por las calles cada vez más oscuras de Resurrección Hyle –Olvidar un libro en el
ESTÚPIDO!
-¡Noventa y tres años¡ ¡Noventa y tres años y, aún así, cometo errores tan...
tan... ESTUPIDOS!
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 106
Un ruido como de pasos le obligó a correr más deprisa. No podía permitir que El
Tierras Oscuras de Resurrección Hyle, donde los remedos humanos y las ratas
podrían divertirse con sus restos (que, en el sentido estricto de la palabra, eran los
se introdujo cual dardo en el elevador, justo cuando las puertas del mismo estaban
a punto de cerrarse.
-Gritaré-
-¿De nuevo? Vamos, no soy tan necio ¿sabes?. Aquí tengo algo que te hará
callar...
Daimon no se extrañó al ver pasar el cuerpo de Eric hacia la puerta... ¡Lo que le
-¿Y bien?- dijo El Creador dirigiéndose a Daimon -¿Quiere una croqueta, Mr.
Finnkles?
FIN
RESURRECCIÓN HYLE - RELATOS - 108
ÍNDICE
RESURRECCIÓN HYLE 3
POLLITOS FOSFORESCENTES 24
INFECCIÓN 37
BAJO LA CAMA 49
EL PROCESO DE CREACIÓN 57
LOS PACIFISTAS 65
CONEXIÓN PERDIDA 79
LA REVELACIÓN 87
D-MENTE EN MENTE 97