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1. Provincia de Tarapacá
Nuestra Señora del Carmen de la Tirana.
La Niña de mis Ojos
Por qué el Tacora se apagó
Un Pueblo de Indios
Huatacondo
Los Socavones de Pica
El Chupacabras

2. Provincia de Antofagasta
La Lola
El Tesoro del Inca
El Tesoro de la Marquesa
La cadena del Inca
"Animita" de Elvirita Guillén

3. Atacama
El Alicanto
El Zorro Colorado

4. Lenguage de los pajaros Chilenos


El Chincol
El Picaflor
El Siete Colores

5. Provincia de Coquimbo
El Mate de Piedra
El Cerro de la Torre
La Procesión del Cerro La Rajadura de Manquehua
Juan Soldado (La desaparición de la ciudad de La Serena)
El Tesoro de la Bahía de la Herradura
La Añañuca

6. Illapel
La Cueva de Salamanca
La Cueva de Casuta

7. Aconcagua
Cariño Botadoaria
8. Chile
El Trauco
La creación de Chile

9. Isla de Pascua
1. Provincia de Tarapacá
Nuestra Señora del Carmen de la Tirana.
Cuenta la leyenda que en 1520 viajó por los territorios del sur del imperio incásico (ahora chile) el
adelantado Diego de Almagro, acompañado del sumo sacerdote del sol y su hija, una bellísima
"ñusta" (princesa noble inca) de 23 años. Ellos fueron incorporados por Almagro para evitar un
alzamiento de los indígenas que lo acompañaban, que eran un número muy superior al de los
españoles.

Al regresar al Cuzco, Almagro se enteró del alzamiento


en contra del dominio español, al mismo tiempo que el
sacerdote intentaba la misma rebelión en la expedición.
Al ser descubierto, el sumo sacerdote junto a doce
oficiales, intentaron huir, pero fueron capturados y
ajusticiados por los españoles, en presencia de la propia
ñusta.

Inmediatamente después la princesa incásica huyó,


seguida de un centenar de leales guerreros y servidores
y se internó en los bosques de la pampa del tamarugal.
La ñusta se convirtió en sacerdotisa y jefe militar de sus
hombres. A partir de ese momento ordenó ejecutar a
todo español que cayera en manos de sus soldados. La fama de su belleza y crueldad traspasó los
límites de su campo de operaciones y empezó a atraer rebeldes de otras comarcas, los que llegaban
a ponerse a las órdenes de la que ya era conocida como "La Tirana del Tamarugal".

Un apuesto joven portugués de nombre Vasco de Almeida, trabajaba en esos años en la mina de
plata de Huantajaya de Iquique. Una noche Almeida soñó con la Virgen del Carmen, quién le señaló
la ruta para llegar a la fabulosa Mina del Sol que le había sido mencionada por un cacique amigo.
Alucinado por su sueño y desobedeciendo los consejos de sus amigos, Almeida se internó en la
Pampa del Tamarugal, donde fue aprisionado por los guerreros de la princesa. La ñusta, apenas lo
vió, supo de inmediato que no lo podía condenar a muerte. Almeida era un mozo altivo, hermoso y
gallardo.

De acuerdo a lo ordenado por el Consejo


de Ancianos, el prisionero debía morir, sin
embargo la princesa recurrió a un ardid
para salvarle, señalando que la sentencia
debía sser confirmada por los astros, los
que demostraron su benevolencia al ser
consultados en la misma noche por La
Tirana: el prisionero no podía ser ejecutado
antes del cuarto plenilunio.

La princesa descuidó todos sus deberes y


la conduccion militar de sus hombres.
Toda su dedicación estuvo para el
prisionero que ella, personalmente,
custodiaba en su casa de piedra. Sus
deberes de sacerdotisa también los
descuidó, lo que causó una creciente ira
en sus guerreros, la que alcanzó su clímax cuando se enteraron de que la ñustase había convertido
en la amante del portugués condenado a muerte. En su afán de salvarle la vida, la princesa trató de
llevarlo a su fé en el Inti o Dios Sol, pero todo ocurrió al revés: fue Almeida el que la convirtió al
cristianismo.

La ñusta se convirtió finalmente y pocos días antes del cuarto plenilunio, los amantes se juntaron en
un claro del bosque, junto a un manantial (se supone que en ese lugar está construido el pueblo de
La Tirana). Allí Almeida bautizó a su amante con el nombre de María.
Los guerreros, sin embargo, espiaban toda la ceremonia y apenas habia terminado esta y
confirmada la traición de la ñusta, los asaetaron con cientos de flechas. La princesa sobrevivió lo
suficiente como para rogar a sus guerreros que la enterrasen junto a su amado y que pusiesen una
cruz en el lugar donde yacieron los dos.

Años después un fraile mercedario halló una cruz toscamente hecha en un claro de la Pampa del
Tamarugal, en uno de sus viajes de evangelización por la zona. El cura, impresionado por su hallazgo
y habiendo oído la trágica historia de los amantes, ordenó que se construyera un templo en ese lugar
y lo bautizó con el nombre de Nuestra Señora del Carmen de la Tirana.

Otra narración de la leyenda de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana

El pueblo de La Tirana se ubica en la Pampa del Tamarugal, en el Norte de Chile, a 72 kilómetros de


Iquique y a mil metros de altura. Miles de personas asisten cada año a rendir homenaje a la Virgen del
Carmen y a admirar los bailes y trajes que allí se muestran.

La tradición de esta fiesta se origina en una leyenda que data del año 1535, cuando Diego de Almagro
salió del Cuzco a conquistar Chile.

Cuentan que en la comitiva iba el príncipe de los Incas, Huillac Huma, último sacerdote del extinguido
culto del sol, y su joven y bella hija, Ñusta Huillac, que componían la expedición en calidad de
prisioneros y rehenes para conservar la sumisión los
miles de indios que los acompañaban.

Cuando el ejército avanzaba cerca de Pica, la joven huyó


seguida de su padre y otros servidores, al bosque de
Tamarugos, hoy llamado Pampa del Tamarugal.

Durante cuatro años trataron de defender la causa de su


nación. Ñusta fue temida por sus enemigos y conocida
con el nombre de la bella "Tirana del Tamarugal". Un día
llegó ante la joven un extranjero apresado por ellos, que
dijo llamarse Vasco de Almeida que andaba en busca de
la "Mina del sol".

(Iglesia de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana)

El destino quiso que ambos se enamoraran y antes de su ejecución, éste la había convencido para
que se bautizara, y así al morir, renacerían en el más allá y sus almas vivirían siempre unidas. Ella
accedió y en los momentos en que Almeida bautizaba a la joven, sus seguidores se sintieron
traicionados y dispararon sobre ellos.

Años más tarde el evangelizador de Tarapacá encontró en el claro del bosque del Tamarugal una cruz
cristiana, y en el mismo sitio levantó una iglesia que se ha conservado hasta nuestros días con el
nombre de "Nuestra Señora del Carmen de La Tirana". Ese lugar es hoy el escenario de una de las
fiestas religiosas más tradicionales y atractivas del norte de nuestro país: La Fiesta de La Tirana.
La niña de mis ojos

Una princesa incaica que comenzó a enceguecer fue traída a una laguna enclavada entre los
cordones cordilleranos que bajan por los Andes hasta la Pampa del Tamarugal, a tres mil metros,
donde se sumergió en sus aguas por varias veces; al poco, notó que recuperaba la vista y los
descendientes del Inca, llamaron al lugar, Mamiña, que quiere decir, La niña de mis ojos.
Y Mamiña, durante años, vio llegar caravanas incaicas con el propósito exclusivo de encontrar alivio y
remedio en sus aguas.
Por qué el Tacora se apagó

Las aguas del mar de Arica eran las predilectas de uno de los incas más famosos del Perú. Todos los
años bajaba a la playa rodeado de un séquito cortesano, celebrándose con tal motivo fiestas
interminables. Las mujeres más hermosas y divinas se deleitaban en las tranquilas y tibias aguas del
puerto, y eran tan bellas, que las sirenas les tenían envidia y celos. Seres marinos acudían también a
admirar corte tan vistosa y feliz. Mas en una de aquellas noches de orgía y de locura, sirenas y
caballos marinos formaron tal alboroto con las olas, que éstas crecieron y se extendieron en tal forma
que arrasaron con inca, doncellas y cautivas. Desde entonces el Tacora apagó sus fuegos. Miles de
aves aparecieron en los aires a contemplar desde arriba una corte tan brillante sepultada en el fondo
del mar.

Un pueblo de indios

A tres kilómetros al sudeste de Matilla existió hace siglos, un


pueblo de indios, que fue destruido por un terremoto, no
quedando hoy día, ni el más remoto vestigio de su
existencia, pero al pasar por este sitio, se oye un ruido
extraño y parece que la tierra se fuera a hundir

Huatacondo

Huatacondo pertenece a la provincia de Tarapacá y está ubicado en una quebrada, a 230 kilómetros
de Iquique.

Huatacondo o Guatacondo, según la tradición, es un pueblo perdido de conquistadores españoles,


que permanecieron al margen de relaciones exteriores durante muchos años, hasta que un aluvión
abrió una quebrada al mar, y con ello el acceso de sus moradores hacia un nuevo mundo.

Por Huatacondo pasaron los expedicionarios españoles de don Diego de Almagro, en 1535. Y desde
entonces se ha poblado y despoblado, como lo indican las ruinas de pueblos y los restos de cultivos
agrícolas. Y por última vez, hasta hoy, por los españoles desertores y sus descendientes.

Huatacondo se llama el valle, la quebrada, el pueblo, el río y el cerro.


La población de Huatacondo no pasa de unos 137 habitantes indo-españoles. Tres o cuatro calles
forman el pueblo de tipo colonial, a la cual no le falta su iglesia y sus campanas fabricadas con
grandes dosis de oro en 1670.

Una pobladora anciana que fue entrevistada dijo: "Aquí todos somos un parentesco. Nuestros
apellidos se repiten formando un estrecho vínculo. Aquí nacimos todos y son muy pocos los que
conocen pueblos. Sólo Dios nos ve y nos asiste".

Notas Complementarias:
En Huatacondo la sequía ha tejido la leyenda del pueblo abandonado, luego desaparecerá, como los
pueblos mineros o salitreros del Norte de Chile, de los cuales se habla como pueblos muertos

(Población de Lirima)

Los socavones de Pica

Cuando los españoles vinieron a establecerse en estos lugares, no tuvieron acogida por los indios
piqueños, por lo que se trasladaron a Matilla, donde fundaron una población.
Uno de estos pobladores se enamoró de la hija del cacique de Pica, solicitándola a su padre para
contraer matrimonio, a lo cual se negó el cacique. Dámaso Morales, que así se llamaba el español,
insistió en su petición, obteniendo esta vez mejor resultado, pero con una condición tan difícil como
imposible.

Díjole el cacique a Morales que no tendría inconveniente en cederle la mano de su hija, siempre que
le hiciera florecer el valle entre Pica y Matilla, lo cual fue para éste más terrible que la simple negativa
anterior.
Y Dámaso Morales se puso a construir el primer socavón que se hizo en estos lugares, obtuvo agua,
hizo florecer el valle y se casó con la hija del cacique.
Los indios a ciertos hilos de agua los juntaban en unas represas que llamaban cochas, el español
siguió esta veta horadando la piedra y la hizo seguir un cauce hasta las cochas que se vieron
aumentadas en su caudal, el valle reverdeció y fue una flor en la arena, lo que quiere decir Pica.

EL CHUPACABRAS
La publicación se basa en los artículos del periodico "La Nación" (Chile), abril de 2000.
La misteriosa muerte por desangramiento de cientos de animales en Calama del Norte de Chile, no sólo tiene
atemorizados a los campesinos de la zona, sino que además se ha convertido en un caso policial.

Sin duda, los resultados negativos que arrojó el operativo


realizado por la Policia de Investigaciones ha contribuido
a reforzar la hipótesis de que la matanza de más de 150
cabras, ovejas y chanchos sería obra de este ser que de
acuerdo a diversas publicaciones ha aparecido en otros
países de la región, dejando tras de sí temor y muchas
interrogantes.

Los mismos parceleros de Calama aseguran haber visto


un animal muy alto y negro, descripción que según la
leyenda podría corresponder al Chupacabras, lo que
sumado a las faltas de explicaciones científicas y
coherentes ha dado pie a las más terroríficas y
espeluznantes teorías.
El fenómeno comenzó a registrarse el 8 de abril, ocasión en que un parcelero de la comuna denunció
la muerte del ganado, que mantenía al interior del corral custodiado por perros de su propiedad. La
única marca del ataque mortal de este animal nocturno resultó ser dos colmillos en la garganta de los
animales, que no presentaban otras causas de muerte que la pérdida de sangre.

El modus operandi de la criatura que llamó la atención de todos los involucrados - víctimas de los
ataques e investigadores del hecho es su actuación silenciosa, sin que permita a los animales
reaccionar o defenderse.

Patricio Valdivia, una de las personas que participó en el operativo policial, en relación a las marcas
encontradas, precisó que "demuestran que es pesado; si usted saca conclusión que mata a 30
animales por día y chupa la sangre de todos, son 60 litros diariamente." Las huellas están separadas
por un 1,20 metro.

El comisario de la Policía de Investigaciones, Hermann Oyanedel, dio a conocer que se desarrolló un


operativo en el sector, que cubrió cinco kilómetros a la redonda, con personal motorizado de la policía
civil, Carabineros y voluntarios. Para esta búsqueda se desplegaron cerca de un centenar de
personas, quienes descubrieron numerosas huellas similares a las encontradas en los corrales
atacados por este animal, que la autoridad provincial asegura que se trata de perros cebados. Los
peritajes efectuados a los animales muertos determinaron que corresponden a mordeduras de perros.
Esto origina la eliminación de los perros salvajes, a fin de prevenir ataques a personas.

La teoría presentada no es compartida por los parceleros del sector, quienes están tomando todas las
medidas del caso en cuestión, al techar los corrales y montar guardia en horario nocturno, para evitar
nuevos ataques del Chupacabras.

El tema Chupacabras es nuevo en Chile. "Además de conocerlo por los casos mexicanos y
puertorriqueños, no teníamos más información en el país hasta los recientes episodios de Calama.
Hoy la gente está muy asustada con el fenómeno", informó el ufólogo Cristián Riffo

Las investigaciones no han logrado llegar a una conclusión convicente, por lo cual se ha
vinculado también con el fenómeno ovnis. Al respecto, Riffo aseguró: "no sabemos exactamente si
está asociado al tema ovnis, porque puede tratarse de algún animal que se desconoce. Incluso
algunos veterinarios dicen que puede tratarse de algún tipo murciélago que se dedica a matar
animales y a succionarle la sangre"

"No puedo asegurar - agregó Riffo - que tenga un origen extraterrestre, pero sí hay fenómenos que
pueden estar asociados. Sabemos, por ejemplo, que en Chuquicamata desde el 19 de marzo de este
año en adelante se han producido avistamientos en la zona. Puede vincularse también al misterioso
triángulo que encontró la Policía de Investigaciones cerca de San Pedro de Atacama, por lo cual ya
iniciamos en Calama las investigaciones sobre una posible relación con el fenómeno ovni".

"Lo concreto es que hay varias hipótesis, pero la de murciélago creo que es más cercana. Descarto
completamente que sean perros porque éstos atacan a los animales por sus extremidades y no por el
cuello."

"Generalmente la gente que lo ha visto, dice que el Chupacabras produce una sensación muy terrible
al enfrentarse a este ser porque es muy feo y agresivo. Sabemos de dos personas en Puerto Rico que
fueron atacadas por el Chupacabras, una señora agredida en una pierna y un anciano en un brazo.
Ellos lo definieron como de un metro 10 sentímetros de altura, muy feo y de color gris", informó Riffo.

"El Chupacabras no es agresivo con el hombre. Sólo trata de proveerse de alimento, y nosotros, los
chilenos, no deberíamos negarnos a aceptar su existencia, sino más bien estar dispuestos a admitirla
y conocer a esta especie", dijo un joven de aspecto modesto y tímido en la sede central de
Investigaciones. "Yo sé todo sobre el Chupacabras", dijo con voz trémula, pero convincente, J.M.V.C.,
quien lo describió como una criatura semiinteligente, bípedo que puede correr a gran velocidad y
hasta volar a gran altura

Según su hipótesis, tras años de dedicarse al tema, el Chupacabras no sólo existe sino que asegura
que es producto de un experimento genético realizado en algún laboratorio norteamericano, que
podría estar ubicado en Puerto Rico o en el estado de Nuevo México.
Citando varios artículos que aparecieron en la revista especializada en fenómenos paranormales y
extraterrestres "Revelación", la extraña criatura habría sido capturada por el Servicio de Búsqueda de
Inteligencia Extraterrestre de EE.UU. (con base en Puerto Rico) y manipulada genéticamente, lo que
explicaría su apariencia.

2. Provincia de Antofagasta

La Lola

En la provincia de Antofagasta, en la época de los descubrimientos, fue muy conocida una mujer de
rara belleza llamada Lola. Para el que no la conocía, su fama misteriosa y vaga, era como una mujer
de embrujo.
Su padre, llamado Pedro, vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados. Este hombre
era conocido por el apodo de Vagabundo, por sus búsquedas de minas en una época, y después por
sus viajes por la costa en un barquichuelo de su
propiedad.

La hija, vigilada de cerca y de lejos por su padre


sembraba entre los hombres ilusiones y desengaños; y
entre las mujeres envidias y rencores. Hasta que un día
un joven es su preferido, pero él veía en ella la figura
querida de una ausente. Pero, llegó la mujer que
ocupaba su corazón, y al verse ella desplazada,
despechada, pronto se transformó en la más terrible
celosa.

Vivía odiando a la rival, que


era una hermosa rubia.

Atisbaba día y noche a la feliz pareja y se consumía de celos y pasión.


Una noche, descalza y silenciosa, llegó a la pieza donde dormía
tranquilamente el hombre que la hacía sufrir y hundió profundamente en
su corazón un puñal, y huyó hacia los cerros dando gritos, alaridos.

Al día siguiente, conocido ya el crimen, el padre sale en busca de la hija y


el sol, la sed y el silbido del viento terminaron con él.

Después de mucho tiempo regresó ella al poblado víctima de la locura,


sólo sabiendo reír, hasta que murió.

Desde entonces la Lola y su espíritu vengativo recorren los cerros.


Tesoro del Inca

Los pobladores del desierto de Atacama ubican el Tesoro del Inca en una
laguna, que estaría en la cumbre del cerro Quimal (N.O. del Salar de
Atacama).

La muerte del Inca Atahualpa acaeció en 1533. Y se sabe que la caravana


que viajaba llevando los tributos en dirección al Cuzco, fue informada que
el Inca había fallecido. Los caravanistas portaban catorce y media arrobas
de oro, que era el tributo. Los indios, sin saber qué hacer con el tesoro,
habrían depositado la valiosa carga en el fondo de la laguna del cerro
Quimal.

Se cuenta que algunos habitantes de las cercanías han realizado


búsquedas y han logrado extraer objetos que dan mala suerte a sus
poseedores.

Tesoro de la Marquesa

El Tesoro de la Marquesa es otro de los grandes entierros que se conocen en el Norte. Se cuenta que
una hermosa y riquísima Marquesa criolla se había visto obligada, en época pasada, a abandonar sus
dominios para salvarse de la sublevación de su encomienda, y que había puesto a salvo sus joyas y
caudales, encerrándolos en el socavón de una mina que quedaba en los cerros de una hacienda
llamada La Marquesa, en recuerdo de la que había sido su aristocrática propietaria.

Agregábase que la noble dama, muy bella, por supuesto, acompañada de dos fieles servidores, se
internó cordillera adentro y que un temporal la había lanzado a un abismo insondable.
La cadena del inca

En la laguna de Chiu-Chiu, cuyo


fondo nadie ha podido encontrar,
los hijos del incanato lanzaron
una cadena de oro, para ocultarla
de los españoles y aquí se halla
hasta ahora.

La cadena es la que se usaba en


el Cuzco para contener a la gente
en las procesiones de la
coricancha.

"Animita" de Elvirita Guillén

Elvirita Guillén Guillén tenía 14


años de edad, era huérfana, sus
padres habían muerto cuando
ella era aún muy pequeña. Fue
entregada al Hogar de Huérfanos
de Limache. De este centro la
sacaron don Angel García Agra y
su esposa doña Pilar García, el
día 25 de enero de 1937.
La niña era agraciada, su
cabellera era negra, sus ojos
castaños y su nariz aguileña. A la
vez tenía muy buen carácter.

Trasladada con sus benefactores


a la ciudad de Antofagasta, pasa
a vivir en el nuevo hogar, ubicado
en la calle General Velásquez
esquina Matías Rojas.

A los dos meses de desempeñarse en casa, Miguel Díaz Díaz, hombre de cuarenta años de edad que
realizaba labores de jardinero en la residencia, la convidó por tercera vez a su casa a jugar una
partida de naipes y, con el consentimiento de su patrón, la niña aceptó y llevó a Alvaro, el niño menor
de la familia.

En las dos ocasiones anteriores la trataron con amabilidad, tanto la mujer de Díaz, Margarita Vega
Anacona, el cabo 1º del Regimiento Esmeralda, Francisco Cañas González y María Vega Díaz, con
quien hacía vida marital.
Los cuatro estaban en casa cuando ella y el pequeño llegaron. Saludos afectuosos, muchos
cumplimientos. De pronto, Díaz le ofreció una copa, que le dijo ser de vermouth. Después de mucha
insistencia ella la bebió y casi inmediatamente todo empezó a dar vueltas en su cabeza. Fue entonces
cuando el cabo Cañas la tomó a viva fuerza, y con la complicidad de su conviviste y del matrimonio
dueño de casa, abusó de Elvira a pesar de que dentro de su estado semi inconsciente producido por
el narcótico, ella realizó toda clase de esfuerzos por evitarlo.

Elvirita regresó a la casa pasadas las siete de la tarde. Sufría los efectos del narcótico y su excitación
nerviosa era muy fuerte. La acompañaba el pequeño Alvaro, de sólo dos años, y entre llantos
entrecortados narró su desgracia.

Una hora después los agentes de Investigaciones, que recibieron la denuncia del señor García Agra,
fueron en busca de los individuos y sus mujeres.
Mientras tanto la niña era trasladada al hospital, donde el doctor don Raúl Ibaceta le prestó las
primeras atenciones, después de lo cual regresó a casa.
Cerca de las diez de la noche fueron detenidos Cañas y Díaz y las mujeres María y Margarita Vega.
Todos quedaron incomunicados en Investigaciones.
Los inculpados negaron terminantemente los cargos que les formulaban. Los agentes reiniciaron al
día siguiente diligencias tendientes a esclarecer el asunto y a pesar que el estado de ánimo de la niña
era normal, practicaron la reconstitución de la escena en casa de Díaz y luego un careo que se
prolongó y en el que Elvira mantuvo todas sus declaraciones, mientras los acusados se decían
inocentes. La víctima les gritaba, casi fuera de sí ¡ustedes son unos criminales!, mientras los dos
hombres y sus mujeres demostraban una indiferencia rayana en el cinismo. Y luego Elvira repetía
todos los detalles del acto, que revelaba la degeneración de los acusados. "Primero abusaste tú
—decía refiriéndose a Cañas—, y luego tú —se refería a Miguel—, y en ambas ocasiones ustedes
dos —señalaba a las dos mujeres— me sujetaron fuertemente por las manos y piernas".

Mientras la pequeña conmovía con su dolor y su sinceridad a los demás testigos de la escena, los
cuatro acusados continuaban impasibles.

Terminada la reconstitución del crimen, la familia García se retiró a su hogar con la desafortunada
niña.

Comenzaban su preocupación por el almuerzo, estaban en el comedor, cerca de las tres de la tarde,
cuando sintieron un disparo; por momentos se miraron intranquilos. Instantes después se escuchó un
segundo impacto. "Es Elvira", dijo la señora García.

Y era ella, estaba tendida en su cama boca abajo, con una pistola en su mano derecha a la altura del
pecho y, a un lado, un trozo de papel, una hoja de cuaderno, en la que había escrito esta frase trunca:
"Hago esto ya que todo el mundo..."
De temperamento sentimental y con un alto concepto del honor, desesperada por el atropello de que
fue víctima, resolvió poner fin a sus días.

El arma, marca "Sauer", era de propiedad del señor García, el que la mantenía descargada en su
dormitorio, en el cajón del velador.

La niña, le puso cinco balas. De los dos disparos, uno fue el fatal.

Trasladada a la morgue se le certificaron demostraciones de violencia y se comprobó la acusación de


violación.

En su pecho y manchados con sangre emanada de sus heridas, se encontraron tres retratos, uno de
don Angel García Agra, otro de su esposa, señora Pilar de García y un tercero de un marinero de
Valparaíso. Este último tenía al reverso una dedicatoria: "Amor mío: aunque me creas loca voy a dejar
de existir".

Su protector se hizo cargo de los funerales, y solitario sepelio tuvo la niña-mártir. Sólo siete personas
la acompañaron hasta el Cementerio Nº1, el 17 de marzo de 1937, en el viaje a su última morada; los
siete componentes del cortejo llevaron a pulso el ataúd. Entre éstos iba su patrón, los agentes de
Investigaciones Pedro Rojas, Gustavo Segura y José Aedo y los periodistas Ricardo Sepúlveda,
Alfonso Jeria y Raúl Herrera.

Al lado caminaba un sepulturero con una pala y un pico.

Media hora demoraron en llegar a la sepultura temporal, situada a los pies del cerro.

El ataúd quedó totalmente cubierto por la tierra que le lanzaba el panteonero y sobre el túmulo un
ramo de flores depositado por los periodistas de "El Mercurio" de Antofagasta.

Animita
Cuando sólo habían pasado algunos días de su trágica muerte, tres estudiantes, dos del Colegio
Alemán y una de la Escuela Nº6, lanzaron la idea de hacer una colecta pública para adquirir una
sepultura perpetua a la menor Elvirita Guillén.

Enviaron una carta a "El Mercurio" de Antofagasta, con quince pesos para iniciar la campaña. El diario
los ayudó y fue publicando largas listas de donaciones para lograr la sepultura perpetua.

El llamado encontró generosa respuesta. Los estudiantes fueron los más apasionados en esta misión
humanitaria.

Se reunieron $ 3.286,300 en total para los fines deseados.

"El Mercurio" de Antofagasta nombró una comisión compuesta por obreros y estudiantes para que
acordara la inversión que se daría a este dinero.

A los nueve meses de su muerte, el 2 de noviembre de 1937, fue comprada la tumba con el dinero
recolectado.

Los antofagastinos, enternecidos por el terrible drama, la transformaron en Santuario.

Para sus devotos, la justicia fue extremadamente compasiva. El cabo Cañas fue condenado a seis
meses de cárcel; el jardinero Díaz a tres meses y las mujeres cumplieron condenas entre dos y tres
meses.

Este final del juicio abrió un interrogante. En el proceso se descubrió que el jardinero Díaz era hombre
de prontuario, alias el "Quirquincho", que en su casa mantenía una pieza que daba a la calle, que
explotaba para citas amorosas. En las noches se dedicaba a negocios ilícitos.

La creencia popular le atribuyó poderes milagrosos.

La "Santa Laica", como la llamaron, era capaz de conceder todos los favores solicitados.

Cientos de hombres y de mujeres, de distintas edades, empezaron a llegar para solicitarle su ayuda
en caso de enfermedades, problemas sentimentales o crisis socioeconómicas.

Un culto mítico se desató en la ciudad. Y aun de otras ciudades de la pampa salitrera y del cobre
llegaban los fieles con el solo objetivo de pedirle favores.

El cariño de los estudiantes, de las sencillas dueñas de casa y de los hombres conmovidos por el fallo
de la justicia no se detuvo aquí. Tanta era la fe de sus cultores, que en 1956 comenzó la construcción
de un Mausoleo para Elvirita Guillén, ubicado en el Cementerio Nº 2.

La "Sociedad Elvirita Guillén" se encargó de reunir los fondos, mediante actividades sociales. El culto
de la animita de Elvirita Guillén había llegado al extranjero, de donde los cultores requieren sus
favores.

El Mausoleo se convirtió en una verdadera Capilla, altar, santos, reclinatorios y asientos. Velas en
candeleros, flores, estampas religiosas, cartas con petitorios, placas en las paredes, en las que van
dejando agradecimientos los miles que solicitaron y fueron oídos.

Una desdichada que recuperó a su amado, una familia con un pariente gravemente enfermo que se
alivió.

Los días lunes es muy visitada y una Congregación de mujeres reza el rosario el día viernes.
Y las puertas del Mausoleo están permanentemente abiertas para recibir una respetabilidad que se
inició el año 1937.
3. ATACAMA

El Alicanto

A) Es un pájaro fabuloso que vive entre los cerros de


minerales y se alimenta de oro o de plata, según sea
el metal del cerro donde mora. Sus ojos despiden
extraños fulgores. De sus alas se desprenden reflejos
que lo envuelven en un halo luminoso, cuando
camina por los peñascales. Si tiene su buche lleno,
no puede volar debido al peso de los metales con que
se alimenta, pero no le es difícil huir si alguien se
atreve a perseguirlo, pues en cualquier recodo o
grieta se oculta, sin dejar huella de su paso.

Si la persecución es mantenida, el Alicanto se


perderá y aparecerá; caminará con un paso más
rápido y a veces lento, hasta que por fin arrojará una
luz fuertísima que traspasará y encandilará al
perseguidor dejándolo enceguecido en medio de un
camino o al borde de un precipicio.

B) Cuando está ayuno come con


ligereza y, cuando está harto,
lentamente. Si se siente perseguido
oscurece sus alas. Habita en
pequeñas cuevas. Pone dos huevos,
de oro o de plata. A veces lleva a sus
perseguidores a la muerte y los
arrastra a los bordes de los
precipicios. Los mineros que tienen
por guía a un Alicanto se enriquecen,
ya que éste los conduce a puntos
donde existen ricos yacimientos o a
los sitios donde hay algún tesoro
enterrado.
C) Es un pájaro de plata y oro que
orienta a los mineros hasta el filón
del mineral que ellos buscan.
Aparece solamente de noche y su
cuerpo no proyecta sombra alguna
sobre la tierra. Si el minero que lo
sigue va poseído de una ambición
desmedida, el Alicanto lo arrastra a
un precipicio, donde perece.

El zorro colorado

a) En sus correrías por los cerros, el cateador de minas se encuentra con un zorro colorado que lo
mira sin miedo ni temor, instintivamente se agacha y recoge una piedra para lanzársela al animal;
elpeso de la piedra le llama laatención y la mira detenidamente, ¡es de oro!

b) El zorro colorado se aparece a los buscadores de minas en el sitio exacto donde se encuentra el
más rico yacimiento de este metal. Su presencia asegura al minero la riqueza y la felicidad para toda
la vida.
4. LENGUAJE DE LOS PAJAROS CHILENOS :

EL CHINCOL
Zonotrichia capensis chilensis (Meyen).
Desde Atacama hasta las islas
Guaitecas.

Simboliza lo pequeño y movedizo. Según


Claudio Gay, su canto es:
i-tio-chiu-chiu-trri
Y el pueblo lo interpreta:
abis visto mi tío-tío-tin
Otros dicen que pregunta:
¿Han visto a mi tío
Agustín?
Y los graciosos lo entienden así:
¿Han visto a mi tío
Agustín,
con un zapato y un
calcetín?
Se sabe que en un partido de chueca que
realizaron los pájaros, el Pillo quedó
herido y el Chincol se acordó que tenía un tío doctor y salió en busca de él y como no lo encontraba
tan fácilmente, comenzó a preguntarle a medio mundo por su tío Austín.

Y esta búsqueda de su tío Cucho, la realiza por llanuras, cerros y cordilleras, tanto de día como de
noche.

Como se sabe, el Chincol se vio involucrado en una zafacoca, en la que se le señaló como autor de
una puñalada a la Loica. Llevado al juzgado, ante el juez se defendió diciendo que no tenía la culpa,
fue el Siete Cuchillos, que lo tentó con un cuchillo, porque él no era hombre de matar.

El juez ordenó apresarlo y lo condenó a llevar


grillos. Por eso anda a saltitos. No puede
caminar como los otros pajaritos.

Muy a lo lejos, en algunas escuelas, niñitas


juegan al Chincol. Dos se ponen en cuclillas
frente a frente y dicen este diálogo:
—Comadre Rana. —¿Qué quiere,
comadre? —Un vasito de agua.
—¿Para quién? —Para su
compadre.—¿Cuándo llegó?
—Anoche. —¿Qué le trajo? —Un
corte de vestido. —¿De qué color?
—Verde Limón.—¿Qué le dijo? —Que
bailáramos el Chincol.
Saltando en cuclillas:
Chincol, Chincol,
zapato de charol;
pícale Chincol,
zapato de charol...
Se oye este cantar:
En una noche de Dios
me levanté muy tempranito
y saben con quién soñé
con un lindo Chincolito.

Tan lindo era


muchos saltitos daba,
la colita meneaba
y el moñito lo paraba.

Disculpen, señores míos,


que este sueño
no pudo ser más largo
porque luego desperté.
La alusión al moñito hace referencia a que en el tiempo de amores levanta, como penacho, las
plumas de la cabeza.
En Chiloé lo llaman Copete, debido a este adorno que lo engalana.
Y hay una copla popular que dice:
En el medio de la mar
suspiraba un Chincolito
y en el suspiro decía:
"Échele chicha al cachito".
Si a un viajero nocturno le canta el Chincol, desgracia, pero se contrarresta el peligro rezando la
presente oración:

Virgen sagrada, escúchame,


porque te tengo presente
me retires del Demonio.
siete leguas del paciente.
Por los martirios y clavos
y la sentencia tan juerte,
tres golpes te dio Pilatos
para enclavarte, Señor
Permitisteis el padecer
por tu Divina Pasión,
con la hería en el costao
que tu cuerpo penetró.
Favor te pido y amparo
que mi cuerpo no sea muerto
sin merecer confesión;
y en el ara del altar,
merezca su bendición.
Disparar de Chincol a Jote es, en sentido figurado, el que se enamora de mujer de cualquier condición
social, edad, obesa o flaca, agraciada o sin gracia.

Tiene menos sebo que pata de Chincol, hace referencia a persona delgada

Chincoleo, es caminar a saltitos como lo hace el Chincol.


Los bebedores, a un preparado alcohólico, le pusieron Chincol, el que está compuesto de agua
mezclada con aguardiente.

En la ornitoponimia figura Chincolco, Aguas del Chincol; y Chin coihue, Lugar de Chincoles.
EL PICAFLOR

Stephanoides stephanoides (Lesson y Garnot).


Desde Atacama a Magallanes.

Pajarillo diminuto, de pico delgado como un alfiler. Alguien lo llamó Tominjo, porque no pesa más que
un tomín, que es la décima sexta parte de una onza.

El picaflor es el pájaro mas pequeño de Chile, y tiene los colores más vistosos, sobre todo en la
cabeza.

Su canto es como un silbido muy claro, débil y proporcionado a su organismo. Entre las especies de
Chile, en Arica se encuentra uno de los picaflores más chicos del país.

En la isla de leyenda, Robinson Crusoe, es rojo con la cabeza como cobre y ella verde.

Ella pone unos huevos de la magnitud de un garbanzo.

Lo elogian como notablemente bello por su vestido de sutiles plumas y por los cambiantes que
ofrecen los finos colores que permiten la gradación de los matices. Tiene el resplandor del oro y de las
piedras preciosas.

Hasta después de muertos, disecados, conservan su esplendor.

Como es un bebedor de ambrosía, por otro nombre tiene el de Bebenéctar, lo llaman también Colibrí y
por permanecer largo rato suspendido fijamente en el aire, por avanzar, retroceder, descender, le
viene que le digan Tente en el Aire, pero el más corriente es el de Picaflor de picar la flor, lo que no
hace. Le apetece sobremanera el néctar de las flores, el que sorbe con tal delicadeza, que no les
causa él menor daño. Aparece repentinamente, y para de pronto su vuelo vertiginoso ante una flor, y
puede que dé con un insecto de ellas.
Se hurta con precipitación de los ojos de quien le mira.
Se le considera como el símbolo de la inconstancia, porque continuamente salta de flor en flor, lo que
sí hay que aceptar es que es polígamo. Ser un Picaflor es ser muy cambiante en el amor.
En el invierno se retira a las concavidades de los árboles y en ellas se sepulta y adormece con tal
suspensión de los sentidos, que parece muerto, para volver en su tiempo a los campos de flores con
nuevo vigor.
Para los campesinos es un misterio, no saben lo que ocurre con
ellos en la época de lluvia. Si bien opinan que se ocultarían en
troncos huecos, pasando esa temporada en sueño, o bien se
colgarían de una rama.
Los mapuches lo conocen por Pingueda o Pincuda y creen si
llevan a sus nidos un cabello, la persona a quien pertenece
queda expuesta a fuertes y prolongados dolores de cabeza.
A la vez presagia muerte por ahorcamiento a las personas que
les toma cabello para hacer su nido, sobre todo a las mujeres.
Como lo ven aletargado y pendiente de una rama, generalizan
que así quedarán quizás las que han tenido cabellos en contacto
con el Picaflor (Reducción de Angol).
Siempre los mapuches les han asignado propiedades purificadoras y hombres y mujeres corrían tras
estas inquietas avecitas con la esperanza de aprovecharlas para redimirse, lograr una purificación y
alivianarse.
En Chiloé lo distinguen con el nombre de Pinga, Pimpinga y las mujeres que no pueden ser madres
creen que cogiendo un Picaflor y al suave contacto con sus manos dejándolo luego en libertad, se
recibe la dicha de engendrar.

EL SIETE COLORES
Tachuris rubrigastra rubrigastra - Desde Aconcagua hasta Chiloé.
Se cuenta entre los pajaritos vistosos de Chile, tal vez por la belleza de los siete
colores: amarillo, azul, blanco, bronceado, carmesí, negro y verde.
Su grito es como el croar de un sapito. No se adapta a la vida cautiva.
Consultado un campesino si sabía por qué se
llamaba Siete Colores, respondió que cuando
niño escuchó que un pajarito desplumado se
escapó casi de la olla y como pudo llegó al taller
de un maestro carpintero, y se untó todo su
cuerpo de cola; después en la lengua de los
pájaros, le fue contando a cada uno de ellos,
hasta el número de siete, su desgracia de
encontrarse desplumado, y les pidió tres
plumitas, y se las iban dando; y como estaba
untado de cola, se le iban pegando. Como cada
pluma era de un color; se quedó el pajarito más
bonito que antes, con siete colores.

Otra versión de su cromatismo es ésta: Después


del Diluvio, el Señor mandó un arco iris gigante.
Este pájaro, que era juguetón, quería pasar sobre
el arco iris, pero se caía a cada empeño. Volvía de nuevo a empezar y aleteaba bien rápido tratando
de vencer el espacio coloreado. Tanto esfuerzo hizo, que al final pudo cruzar el arco iris y cuando salió
de esta transverbera venía con siete colores.
5. Provincia de Coquimbo

El mate de piedra

En Chalinga hubo una fiesta y faltó el vino. Uno de los asistentes se ofreció para ir a buscarlo a
Salamanca y partió con un chuico.
De vuelta, un tanto cansado, se sentó a reposar y luego de caer en un sopor lo transportaron a una
fiesta que se celebraba en una cueva.
En ella se servía en un fino servicio de oro; el licor se ofrecía en mates de oro y en lo mejor de la
fiesta se echó al bolsillo uno de éstos.
Después, fue devuelto al mismo lugar, donde había estado descansando y se recuerda que en medio
de la fiesta se había guardado uno de los mates en que se sirvió y se llevó la mano al bolsillo y se
encontró con una piedra.
El cerro La Torre
En Salamanca, desde
la cumbre del cerro La
Torre, se lanzan los
brujos a volar la noche
de San Juan, para
reunirse en las cuevas
de Salamanca,
ubicadas en el fondo
de la quebrada del
cerro llamado La
Rajadura de
Manquehua, donde
celebran el aquelarre

La procesión del
cerro La Rajadura de
Manquehua
En el cerro La
Rajadura de
Manquehua, el que
ostenta una profunda
rajadura, los brujos se
reúnen aquí y el día
Viernes Santo se ve
salir una procesión con
luces, que se interna
por los cerros de los
alrededores.
La desaparición de la ciudad de La Serena

Algunos dichos populares dicen: “El amor mueve montañas” o “El amor es más fuerte”, pero tras
conocer la siguiente historia deberíamos instaurar uno que dijera: “El amor hace desaparecer
ciudades”.

Y es que la leyenda de la “Desaparición de la ciudad de La Serena” nos cuenta la historia de Juan


Soldado, un joven buenmozo y muy humilde que se enamora de la única hija del rico cacique de la
ciudad. Pese al enfático rechazo de su padre, la chica se enamora de Juan Soldado y decide casarse
con él. Justo en el momento en que el cura iba a dar inicio al sacramento, en la iglesia se comenzó a
sentir un fuerte alboroto. Todos los presentes comentaron que se acercaba a la ciudad el padre de la
novia, con la firme intención de matar a los futuros esposos para luego, incendiar y destruir toda la
ciudad.

Nadie sabe qué, ni cómo pasó, pero el asunto es que


cuando el padre enfurecido pisó los alrededores de la
ciudad, ésta de pronto se desvaneció, se esfumó.

Acompañado de sus soldados recorrió a caballo montes


y praderas, pero todo era un peladero. La ciudad no
estaba. Había desaparecido.

Cuentan que, a veces, por lo general los sábados, las


personas que pasan cerca del lugar donde estaba
emplazada dicha ciudad, se escucha música y
canciones. Otros dicen que para Viernes Santo la ciudad se hace visible a los que la contemplan
desde lejos, pero la imagen comienza a desvanecerse en la medida en que la gente se acerca a ella.

Juan Soldado II

El estudioso Julio Vicuña Cifuentes transmite la leyenda que el pueblo narra sobre la desaparición de
la primitiva ciudad de La Serena que es, según él, "la tradición más antigua" que se conoce en Chile.
He aquí la versión: La primitiva ciudad de La Serena era mucho más hermosa que la actual. Vivía en
ella un joven bien parecido, pero pobre, a quien llamaban Juan Soldado, nombre que, en recuerdo
suyo, se puso después al cerro cerca del cual aquella ciudad estaba edificada. Juan Soldado se
enamoró de la hija única de un cacique riquísimo, que habitaba a tres leguas de la ciudad. Como el
cacique era ambicioso, se opuso a que se casara con un pobre. Los enamorados resolvieron huir,
para casarse en la iglesia de La Serena, pues la joven era cristiana. Así lo hicieron, y en el momento
en que el sacerdote bendecía el matrimonio, gente del pueblo llegó a la iglesia con grande alboroto,
diciendo que el cacique, a la cabeza de sus mocetones, se aproximaba a la ciudad, jurando destruirla,
después de matar a los enamorados. Nadie sabe lo que pasó, pero es lo cierto que en el momento en
que el cacique, con sus guerreros, pisó los suburbios, la ciudad se desvaneció. Recorrieron el campo
donde estaba situada, pero no la encontraron aunque la andaban pisando. En ciertas noches,
singularmente los sábados, los que pasan cerca del sitio en que estuvo edificada oyen música y
canciones, y el Viernes Santo la ciudad se hace visible a los que contemplan desde lejos, pero se
borra poco a poco ante los ojos de los que pretenden llegar a ella.

Juan Soldado III

Juan Soldado es un cerro de la Serena. Lleva este nombre porque allá fue encontrado muerto un
hombre de nombre Juan Díaz. Su apodo de Juan soldado le venia de su comportamiento demasiado
orgulloso par su modestísima condición de hombre de pueblo, sin bienes, dueño de una simpatía
innata. Siempre sacaba en sus conversaciones sacaba a relucir su calidad de " Soldado de Don Juan
de Austria, hijo de Felipe IV".

Por problema de honor en 1681, se iba a tirar a duelo con dos vizcaínos ricos que se habían burlado
de él al verlo pobremente vestidodos. El duelo al final no se realizo, y acusaron a Juan Soldado. El
cura del pueblo en el sermón dominical lo expulsó de la ciudad por ofensor de las buenas costumbres
de la sociedad serénense. Juan marcha al destierro
con la cabeza en alto y paso firme. La paz volvió al
lugar.

Tiempo después, cuando el asunto aprecia


olvidado, fueron encontrado muerto a los dos
hombres que intentaron tener el duelo con Juan
Soldado. En el suelo, a su lado, encontraron la
espada de Juan. Se promulgaron bandos para
encontrar a Juan Soldado pero se dio el tiempo sin
encontrar su paradero y la vida volvió a su curso
normal.

Meses más tarde, en lo alto de un cerro lejano se


encendía todas las noches una luz.

Años después, lo que se aventuraban a cazar, ir por


leña o pasear por el cerro ubicado al norte de la
serena (1170 metros y a 35 Km. del río de
Coquimbo) se encontraban con un venerable
anacoreta llegado de lejanas de tierra. Este era el
primero en avisar con una fogata la llegada de
alguna nave que podría ser pirata.

El curita proponía al anacoreta como modelo de virtud. Asi pasaba el tiempo y se le daba las gracias
lo benéfico de la presencia del ermitaño. Pero algun día, la luz se extinguió. Cuando los curiosos
visitaron este punto hallaron allí al soldado Juan, muerto y amortajado en un hábito monacal. En esa
soledad el asesino había expiado su doble crimen. Se denominó ese punto el cerro de Juan Soldado.
Y de allí el nombre actual.

El Tesoro de la Bahía de la Herradura

En la Bahía de la Herradura, que hoy se conoce con el nombre de Guayacán y que está junto a
Coquimbo, los piratas enterraron un tesoro, el Tesoro de la Bahía de la Herradura.
En el año 1578 el corsario inglés Francis Drake descubrió la bahía de La Herradura, así llamada por
su forma. Desde ese mismo instante, la bahía pasó a ser el refugio de piratas y filibusteros, como
Bartolomé Scharp, Eduardo Davis, Jorge Anson y otros de menos nombradía.
Drake convirtió esta bahía en refugio y en sus costas enterró el producto de sus correrías, robado en
cientos de combates. Este tesoro consistiría en miles de barras de oro y plata; cientos de miles de
monedas de oro, mil doscientos zurrones de oro en polvo, veinte ollas de oro y diez tinajas de joyas.

Mas tarde, algunos piratas que tuvieron


conocimiento del fabuloso tesoro
enterrado en la bahía de La Herradura,
por la Hermandad de la Bandera Negra,
lo desenterraron y, como no pudieron
llevárselo inmediatamente, lo cambiaron
de sitio. Y el nuevo lugar elegido fue
Papudo, otrora pequeña bahía oculta y
guarnecida. Pero, el entierro se habría
hecho tierra adentro, en el sitio llamado
la Quebrada del Francés

La Añañuca

La Añañuca es una flor típica de la zona


norte de nuestro país, que crece
específicamente entre Copiapó y el valle
de Quilimarí, en la región de Coquimbo.
Pocos saben que su nombre proviene de una triste historia de amor...

Cuenta la leyenda, que en tiempos previos a la


Independencia, la Añañuca era una flor joven de
carne y hueso que vivía en un pueblo nortino. Un día,
un minero que andaba en busca de la mina que le
traería fortuna, se detuvo en el pueblo y conoció a la
joven. Ambos se enamoraron y el apuesto minero
decidió relegar sus planes y quedarse a vivir junto a
ella. Eran muy felices, hasta que una noche, el
minero tuvo un sueño que le reveló el lugar en dónde
se encontraba la mina que por tanto tiempo buscó...
Al día siguiente en la mañana tomó la decisión:
partiría en busca de la mina.

La joven desolada, esperó y esperó, pero el minero


nunca llegó. Se dice de él que se lo tragó el
espejismo de la pampa. La hermosa joven producto
de la gran pena murió y fue enterrada en un día
lluvioso en pleno valle. Al día siguiente salió el sol y el
valle se cubrió de flores rojas que recibieron el
nombre de infeliz mujer.

6. ILLAPEL

La Cueva de Salamanca

Es la cueva donde se aprende el arte de la brujería. En Chile sólo existe una sola Cueva de
Salamanca, pero ésta tiene varias entradas y están cuidadas por culebrones.

En esta Cueva está el alma de los brujos fallecidos, cuyo espíritu les insufla poderes a los que se
inician; se rinde homenaje a Satanás; se efectúan las misas negras; se realizan las confesiones de
brujos y brujas. Una palabra devota o la señal de la cruz bastaría para disolver en monstruosa
confusión la asamblea. Al canto del gallo vuélvense los Brujos a sus casas en las que penetran
escurriéndose por la chimenea, por el ojo de la cerradura o por alguna rendija.

Cada cierto tiempo, en la Cueva se efectúan fiestas a las que asisten los maestros. Todo el servicio
es de oro y lo que se sirve es de lo mejor, pero nada se puede sacar de la Cueva. Llevado al exterior
se convierte en materia grosera.

Se cuenta que a la Cueva de Salamanca fue invitado un joven por un brujo, y se encontró con una
gran fiesta, allí todo era de oro y plata. Cuando quedó solo se metió una cuchara de plata al bolsillo y
en ese momento vio a una niña de hermosas piernas que se acercaba. Después despertó en la Plaza
y, recordando lo ocurrido y llevándose las manos a los bolsillos para ver si tenía la cuchara, se
encontró con una canilla.

En otras partes del país, en especial en Carahue, estas cuevas son llamadas Renis. En Carahue se
habla de la existencia de cuatro Renis, siendo tres de ellas de mucha actividad en otra época. Ahora
sólo son dos las que están en plena acción.

En estas cuevas se reúne todo el señorío y celebran sus fiestas y practican sus malas artes.
La Cueva de Casuto

La Cueva de Casuto se encuentra en uno de los cerros de Casuto. Esta mansión de las malas artes
está rodeada de entrecortados y deformes peñascos, color sangre de toro.

La Cueva tiene túneles y galerías que llegan hasta otro palacio, situado en el pueblo de Salamanca.

En la noche de los martes es cuando la Cueva, convertida en suntuoso palacio, provisto de manjares,
vinos y licores, recibe a los brujos. Y el aquelarre se prolonga hasta la medianoche.

Pasadas las doce, todo vuelve a su aspecto normal: rocas, pedazos de quiscos, piedras.

El profano que, por ignorancia o curiosidad, se acerca a esos contornos durante esas misas negras,
muere irremediablemente. Es una muerte horrenda; el cristiano sufrirá de hinchazones, moretones,
boca y ojos abiertos de espanto.

Cariño Botado

a) Los habitantes de este caserío cercano a Los Andes, supieron que las columnas del Ejército
Libertador pasarían por ahí y de inmediato comenzaron los preparativos para hacerles un cariño, sin
embargo, cuando todo estaba listo para recibir a los soldados de la libertad, se supo que la columna
desvió su ruta, por orden de San Martín, por lo que los preparados quedaron abandonados, el cariño
tirado. Y de esta ocasión tomó el nombre de Cariño Botado.

b) Este poblado se llama así porque antiguamente, en todas las casas tenían chicha, chacolí, no
faltaba la buena comida y mucha alegría. Había una juventud sana, vibrante, niñas tocaban la vigüela
y cantaban muy bien.

Todo el que iba a este lugar recibía nada más que atenciones, es decir cariño botado.

c) En Mendoza, República Argentina, existe una calle El Cariño Botado y refieren que en la época
sanmartiniana, un destacado núcleo de familias que admiraban al gran organizador del Ejército
Libertador, quiso tributarle un homenaje y, con tal motivo, organizó un suntuoso banquete que, desde
luego, fue aceptado. Este se realizaría en las inmediaciones de la finca del Dr. Biritos, en Godoy Cruz,
calle Tucumán.

Pero, es el caso que el día y la hora fijados, los anfitriones esperaban la llegada del Libertador,
cuando en vez de éste, llegó presuroso un ayudante para presentar toda clase de excusas a los
dueños de casa, causando, pese a las disculpas, la natural contrariedad, conociendo el carácter
rectilíneo y cortés del General San Martín.

Transcurrido algún tiempo, los obsequiosos vecinos reanudan el convite, que el General acepta. Las
familias invitantes echaron la casa por la ventana esta vez para atender como correspondía al
Intendente General de Cuyo. A poco de esperar, aparecen varios oficiales de gala, pero no distinguen
entre ellos a San Martín. Los oficiales explican que el General pocos minutos antes de asistir a la
fiesta, tuvo que emprender un viaje de trascendental importancia para la campaña victoriosa de los
Andes; explicaciones que las distinguidas familias no aquilataron y ordenaron a los criados que
arrojaran a la calle comidas y dulces prolijamente preparados con que había de obsequiarse al
General, cosa que se hizo en forma espectacular y pintoresca, con el natural asombro de los oficiales.

Y el botar todos los exquisitos manjares le dio popularidad a la calle en que vivían esas familias,
llamándole la calle de El Cariño Botado.
El Trauco

Las miles de jovencitas y mujeres que alguna vez quedaron


embarazadas sin desearlo y que, además de querer negar su estado,
debían ocultar a toda costa la identidad del futuro padre encontraron
la salvación y el perdón al adjudicarle la responsabilidad de “tan
ajena situación” a un famoso y conocido personaje de la mitología
chilena: El Trauco.

Y es que al El Trauco se le conoce como aquel brujo, chico y feo


que pasaba sus días encaramado sobre los árboles a la espera de
lanzarse sobre alguna de las inocentes jovencitas que daban un paseo
por el bosque. Ante la mirada “matadora” del Trauco, las niñas -pese
al miedo y las ganas de escapar- se quedaban cautivadas ante sus
ojos y caían rendidas ante él, en un profundo y alucinante sueño de
amor.

Al despertar, las ya no “tan ingenuas” niñas, al ver sus ropas y sus cabellos, se daban cuenta
de que estaban extrañamente desordenados y revueltos. Saben que “algo” ha ocurrido en sus
cuerpos y presas del pánico corren a sus casas a dar cuenta a sus padres de que han sido
víctimas del “hechizo” del Trauco.

La creación de Chile

"En el principio, Dios creó las maravillas del mundo. Sin embargo, cuando terminó se dio
cuenta que había muchos trozos sueltos. Tenía partes de ríos y valles, de glaciares y desiertos,
de montañas y bosques y praderas y colinas. En vez de dejar que estas maravillas se perdieran,
Dios las dispuso todas en el lugar más remoto de la tierra. Así es como se creó Chile".
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El Parque Nacional Rapa Nui fue creado en 1935, se encuentra en la Isla de Pascua y abarca
una superficie de 7.130 há, lo que significa el 44% del territorio de la isla.
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El Origen de la Isla de Pascua es volcánico reciente (Plio-pleistoceno) y su


estructura está dominada por tres grandes volcanes, el Maunga Terevaka
(511 msnm), el Poike (370 msnm) y el Rano Kao (400 msnm) y alrededor de
70 otros cráteres menores de tipo parásito entre los que cabe mencionar el
Rano Raraku, el Puna Pau, el Maunga Orito y el Rano Aroi. Los suelos de la
isla son de origen volcánico y se presentan levemente ondulados con fuertes
acantilados en algunos de los bordes que dan al mar, especialmente en los
márgenes de los volcanes Rano Kao y Poike.

La isla no tiene cauces permanentes de agua, sólo algunas quebradas


tienen escurrimientos esporádicos dependiendo de la abundancia y
torrencialidad de las precipitaciones. Existen tres cuerpos lacustres en los
cráteres de Rano Aroi, Rano Raraku y Rano Kao. Sin embargo, presenta
una buena disponibilidad de aguas subterráneas.
El Parque presenta altitudes que van desde los 0 a 511 msnm. en la cumbre del volcán Maunga
Terevaka.

El clima es típicamente marítimo de características subtropicales, con una humedad relativa promedio
del 77%. Presenta lluvias durante todo el año con 1.140 mm. como promedio anual, siendo el mes de
mayo el más lluvioso y septiembre el más seco. La temperatura promedio anual es de 20,6º C. Las
temperaturas promedios máximas (23,3º C.) se dan en marzo y las temperaturas promedios mínimas
(17,9º C.) ocurren durante agosto.

La administración del Parque corresponde a la Corporación


Nacional Forestal, CONAF, y están en el poblado de Hanga Roa
en el sector Mataveri Otai. Además existen tres guarderías en
Orongo, Rano Raraku y Anakena.

Sólo en la playa de Anakena existen áreas de campismo y


merienda, con 7 sitios dotados de mesabancas, fogones y
basureros y 5 sitios de campismo con la misma infraestructura y
con sanitarios.

Existe un interesante sendero de interpretación de unos 40 minutos de duración en la aldea


ceremonial de Orongo en el volcán Rano Kao, y dos senderos de excursión. El primero en el volcán
Rano Raraku, donde se pueden ver las canteras donde se esculpían los Moai y varias de estas
estatuas ya terminadas que iban hacia su destino definitivo; y el otro Anakena, con un hermoso
recorrido de la costa de la isla.
En Hanga Roa hay varios hoteles y residenciales que ofrecen
alojamiento y comidas. Aquí también se pueden encontrar el
resto de los servicios.
Entre las actividades recreativas posibles de realizar en la isla
destacan las caminatas, excursiones, visitas a los principales
recursos culturales, natación y actividades de playa, pesca de
superficie y submarina, buceo de observación, cabalgatas
(arriendo de caballos en Hanga Roa).
Pero sin lugar a dudas, el principal atractivo de la Isla de Pascua lo constituyen sus estatuas
monumentales o moai que le han dado renombre universal.
Una isla de misterios

Existen dos teorías sobre el origen de los pascuenses, una de ellas, ya completamente desechada,
habla de un origen sudamericano sustentado básicamente en dos hechos:

La presencia del camote (Ipomoea batatas) (Kumnara en pascuense), planta de origen americano y la
similitud en las construcciones de algunos muros de ahu, especialmente en el ahu Tahiri en Vinapu
(costa sur) y en el ahu Tepeu (costa oeste), hace suponer que los americanos tuvieron más de un
contacto con las culturas polinésicas, lo que justificaría la presencia del camote.

La segunda teoría que tiene mucho más base científica habla del origen polinésico de la raza Rapa
Nui. Dice la leyenda del pueblo Rapa Nui que la isla fue colonizada por el Ariki (Rey) Hotu Matu'a y un
grupo de seguidores, los que venían de la isla de Hiva. Las evidencias existentes señalan al siglo IV o
V d.C. como fecha más probable de arribo, presumiéndose que los colonizadores provenían de las
islas Marquesas en piraguas de mar de gran tamaño.

Las principales pruebas del origen polinésico radican en que los ahu son, a lo menos en su estructura
básica y en su función (veneración de ancestros deificados), muy similares a los Marae existentes en
las islas polinésicas, los rasgos antropométricos de los pascuenses señalan un parentesco con las
razas del triángulo polinésico.
Por otra parte, existen numerosas especies de vegetales que
tienen su origen en la Polinesia.

Y, finalmente, existen en la Isla de Pascua unos pequeños


caracoles de tierra propios y exclusivos de la Polinesia que,
seguramente, viajaban de polizones junto con los navegantes
cuando éstos transportaban plantas con tierra. Quizá esta
presencia, a pesar de su poca espectacularidad, sea la prueba
más concluyente del origen del pueblo Rapa Nui.

Como sea que hayan llegado, los pascuences se desarrollaron absolutamente aislados del resto del
mundo, por lo que los cánones culturales fueron transformándose y se exacerbaron algunos rasgos
en desmedro de otros, así el marae polinésico, de ser una gran explanada pavimentada con
pequeñas piedras erguidas que representaban a los ancestros, se transformó en una explanada más
bien tosca con enormes estatuas monolíticas que representaban a los ancestros deificados.

La estructura social de los isleños explicaría la presencia de casi 250 ahu y de un número cercano a
los 1.000 moai. La sociedad Rapa Nui estaba dividida en familias (mata) que ocupaban distintos
sectores de la isla, cada uno de ellos con su porción de costa. Cada grupo familiar construía su ahu e
instalaba en ellos moais que representaban a sus ancestros más connotados, siempre mirando a la
aldea y dando la espalda al mar. Mirando al pueblo le transmitían su maná o fuerza espiritual. El Ahu
era el centro religioso, político y cultural de cada grupo familiar. Frente al ahu había una explanada
donde se realizaban ritos religiosos y otras actividades comunitarias. Frente a la explanada se
ubicaban las casas de la población, en primer término las personas de mayor jerarquía y hacia atrás el
resto de la familia y las dependencias (gallineros, manavai, etc). Las casas, llamadas casas bote (hare
paenga) eran de forma oval-alargadas con bases de piedra y cubiertas de una trama de varas, ramas
y hojas.
El control social de las distintas familias de la isla lo ejercía un rey
(ariki) que se suponía descendiente de Hotu Matu'a, es decir de
origen divino.

El culto de los ancestros, representados en estatuas cada vez


mayores, demandó una gran cantidad de mano de obra en las
canteras de Rano Raraku para la producción de los moai y de
pukaos (tocados de escoria roja que se producían en la cantera
de Puna Pau) y en los sistemas de transporte, con lo que
disminuyó ostensiblemente la mano de obra destinada a la
producción agrícola y a la pesca, con lo que se produjo una gran hambruna.
Esta culminó en una revolución, que terminó con el orden imperante, parándose bruscamente el
trabajo en las canteras y comenzando luchas entre clanes, derribándose y destruyéndose
mutuamente los moai (para evitar que los ancestros le traspasaran maná a los enemigos), hasta que
no quedó ninguno en pie. Esta crisis ocurrió entre los siglos XVI y XVIII. Las luchas diezmaron la
población y el hambre motivó la aparición del canibalismo.

Cuando cesó la práctica de la veneración de los


antepasados y los moai estaban todos quebrados y
por los suelos, se inició una nueva religión, el culto
del Hombre Pájaro o "Tangata Manu".

Este culto tuvo su centro en la aldea ceremonial de


Orongo (junto al cráter del volcán Rano Kao) y
consistía básicamente en que un representante de
cada familia competía por obtener el primer huevo
del manutara Gaviotín pascuense (Sterna lunata), lo
que hacía que el jefe de la casta del ganador fuera
investido con el título de Tangata manu, lo que le
transfería un gran poder. El título duraba todo un
año.

Para la colecta del huevo, los competidores debían bajar abruptos acantilados (desde Orongo hasta el
mar), atravesar a nado hacia los islotes de Motu Iti y Motu Nui (donde anidaban los manutara), robar el
primer huevo, volver a nado y subir los acantilados sin quebrar su precioso testimonio. Muchos morían
al desbarrancarse en los acantilados o al ser atacados por tiburones durante la natación hacia y desde
los islotes.

El fin del aislamiento

La isla fue descubierta por Jacob Roggewen, el 6 de abril de 1722, el día de Pascua de Resurrección
por lo que recibió el nombre de Isla de Pascua. Los nativos llamaban a su isla Rapa Nui, que significa
"Gran Rapa" (Rapa: nombre de otra isla) o Te Pito Te Henua, que significa "El ombligo del Mundo".
Esto ocurre aproximadamente durante el inicio de las guerras intestinas y cuando aún había
numerosos moai en pie.
Cuarenta y ocho años después, en 1770, la isla es visitada por los barcos españoles San Lorenzo y
Santa Rosalía. Posteriormente lo harían el capitán inglés James Cook (1774) y el francés La Pérouse
(1786), coincidiendo ambos en que había muchas estatuas derribadas pero aún quedaban algunas en
pie.

En 1815 Kotzebue ya no vio ninguna de las estatuas que Cook y La Pérouse citaban como en pie. No
obstante, en 1838 el almirante Du Petit-Thouars divisa en la costa occidental un moai que parecía ser
el último en permanecer erguido.

Entre 1859 y 1862, repetidas incursiones de barcos esclavistas peruanos trasladan a gran parte de los
isleños para trabajar como esclavos en la obtención de guano de las islas Chincha. En 1864 se
repatrían los pocos esclavos sobrevivientes desde el Perú, los que llevan pestes (como la viruela) que
diezman la población isleña. Hacia 1877 sólo quedaban 111 habitantes en la isla.
Lo más interesante de Rapa Nui

Entre los sitios de mayor interés arqueológico y belleza escénica se pueden mencionar:

Aldea ceremonial de Orongo: Situada en la cima del volcán Rano Kao, junto a su cráter. Existe un
sendero autoguiado para recorrer las casas de piedra y hermosos petroglifos, hay bonitas vistas a la
laguna que existe en el cráter y hacia el mar donde se ven tres islotes rocosos, el Motu Kao Kao, el
Motu Iti y el Motu Nui.

Circuito a la isla: Verá muchos ahu con las estatuas botadas y muchas de ellas rotas, podrá
observar además, curiosos gallineros de piedra, casas bote, petroglifos, Manavai (hoyos en la tierra
bordeados de piedras para realizar agricultura, y otras manifestaciones de la cultura Rapa Nui.

Playa de Anakena: La única playa de arena de la isla (hay otra pequeña llamada Ovahe junto a
Anakena). Junto a la playa existen 2 ahu reconstruidos. En el lugar hay plantados cocoteros y existen
áreas de campismo y merienda además de una guardería, playa de aguas tibias, aptas para el baño.

Cantera del volcán Rano Raraku: Cantera donde se tallaban los Moai, se puede observar estatuas
en distintas etapas de elaboración. Desde la cumbre del volcán se tiene una bonita vista al lago del
cráter y hacia el ahu más grande y vistoso de la isla, Tongariki, reconstruido recientemente.

Centro Ceremonial Tahai: Ubicado en Hanga Roa, cuenta con 2


ahu y los cimientos de una casa bote (hare paenga)
reconstruidos, en un cuidado entorno.

Cantera Puna Pau: Lugar donde se elaboraban los tocados de


escoria roja de los Moai, existen varios que estaban en camino
hacia su emplazamiento definitivo.

Cueva Ana Kai Tangata: En el poblado, cerca de Mataveri, es


una cueva con pinturas de aves en sus techos.

Ahus: Visitar los Ahu más representativos. Entre los restaurados visitar Tongariki, Anakena, Tahai y
Akivi. Entre los no restaurados visitar el de Vinapu (con una hermosa muralla que recuerda las
construcciones incaicas de Machu Picchu), el de Tepeu (muy grande, con hermosas murallas y
numerosas casas botes de grandes dimensiones) y algunos de los existentes en el circuito de la isla.

Túneles de Lava: En varios lugares de la isla, especialmente en los faldeos del volcán Maunga
Terevaka existen túneles bajo la lava, muy interesantes de visitar, especialmente la cueva de las dos
ventanas. Algunos de estos túneles se han caído y en su interior existen numerosas especies de flora.

Vista submarina: Vale la pena realizar buceo de apnea especialmente en el sector de La Perouse,
con un bonito entorno submarino, con corales y muchos peces de abigarrado colorido.

Flora y Fauna de la Isla


A pesar de su clima subtropical y, a diferencia de otras islas
polinésicas, la Isla de Pascua presenta una mínima complejidad
ecológica y una gran pobreza en su diversidad florística. El 90%
de la superficie de la isla es una sabana seca con un estrato
herbáceo abundante compuesto mayoritariamente por
gramíneas introducidas, entre las que se intercalan ocasionales
matorrales y bosquetes con especies también exóticas.

Recientes estudios paleobotánicos han demostrado que en el


pasado existían en la isla masas boscosas de importancia, extensos matorrales y praderas de pastos
y helechos. Se han identificado 212 especies de plantas (extintas y actuales), de las cuales 46 son
nativas y 166 introducidas.
Entre las especies más interesantes de la Isla de Pascua se pueden citar:

El toromiro (Sophora toromiro) la palma de pascua (Paschalococcus disperta) y tres especies de


gramíneas (Axonopus paschalis, Danthonia paschalis y Paspalum forsterianum) como especies
endémicas.

Especies arbóreas extintas tales como el toromiro (Sophora toromiro), la palma de pascua
(Paschalococcus disperta) y el peralillo (Coprosma sp.). 16 especies de helechos, algunos conocidos
vulgarmente como "nehe nehe" (Asplenium adiantoides, A. obtusatum, Doodia paschalis y Microlepia
strigosa), Matu'a Pu'a (Polypodium scolopendria), "tia pito" (Ophioglossum coriaceum y O. reticulatum)
y "atua" (Vittaria elongata) y 8 más sin nombres nombres vernáculos de los géneros Thelypteris,
Diplazium, Elaphoglossum, Polystichum, Davallia y Psilotum.

Otras especies de interés (con nombres científico, pascuense y español)

Español Científico Pascuense


Eucaliptus Eucalyptus sp. Pikano
Cocotero Cocos nucifera Niu
Guayaba Psidium guajava Tuava
Melia Melia azederach Miro tahiti
Makoi Thespesia populnea Mako'i
Plátano Musa sp. Maika
Camote Ipomoea batatas Kumara
Manto de Eva Colocasia esculenta Taro
Manto de Eva Alocasia macrorrhiza Kape
Manto de Eva Xanthosoma sp. Taro vaihi
Ti Cordyline terminalis Ti
Caña de azúcar Saccharum officinarum Toa
Ñame Dioscorea sp. Uhi
Calabaza Lagenaria siceraria Ipu kaha; Hue
Totora Scirpus californicus Ngaatu
Mahute Broussonetia papyrifera Mahute
Triumfetta semitriloba Hau hau
Maicillo Sorghum halepense Toroko

La fauna de vertebrados de la Isla de Pascua es muy pobre. En mamíferos


sólo existen especies introducidas tales como: ratones (Rattus rattus),
guarenes (Rattus norvegicus) y lauchas (Mus musculus), lo mismo ocurre
con aves terrestres entre las que encontramos palomas (Columba livia),
gorriones (Passer domesticus), tiuques (Milvago chimango), perdiz
(Nothoprocta perdicaria) y diuca (Diuca diuca).

En el caso de los reptiles terrestres existen dos especies autóctonas, el Moko


uru-uru kahu (Lepidodactylus lugubris) y Moko Uriuri (Ablepharus boutoni).

En el mar la riqueza es diferente, contándose con un mar sub-tropical con


corales donde viven numerosos otros animales.

Los peces descritos para la Isla de Pascua son 111 especies de las cuales
97 son especies costeras. Las familias mejor representadas son Labridae (13 sp), Muraenidae (7 sp)
Chaetodontidae (7 sp) y Holocentridae (6 sp). Cabe también mencionar la langosta de Pascua,
llamada localmente Hakarana muy apreciada por su tamaño y sabor.

Por otra parte las costas son visitadas por algunos reptiles marinos ocasionales tales como tortuga
carey (Eretmochelys imbricata), tortuga verde (Chelonia mydas y Ch. japonica) y la víbora de mar
(Pelamys platurus).
Además existen 11 especies de aves marinas que, junto con vivir habitualmente en la isla, nidifican en
ella. Algunas de estas aves como el Manutara, el Tavake o la kena han tenido importancia en la
cultura Rapa Nui.

Entre las aves marinas de Pascua (con nombres Científico, Pascuense y Español) se pueden citar:

Español Científico Pascuense


Gaviotín pascuense Sterna lunata Manutara
Gaviotín apizarrado Sterna fuscata Manutara
Gaviotín de San Felix Anous stolidus Tuao
Gaviotín albo Gygis alba Kia kia
Gaviotín de San Ambrosio Procelsterna coerulea Taví
Fardela heráldica Pterodroma arminjoniana Kakápa
Fardela negra Juan Fernández Pterodroma neglecta Kakápu
Fardela de Pascua Puffinus nativitatis Kimá
Piquero blanco Sula dactylatra Kena
Ave del Trópico de cola roja Phaethon rubricauda Tavake
Ave fragata regata minor Makohe

Recomendaciones Especiales
• Respete los recursos arqueológicos de la isla. Existen bonitas réplicas
en el mercado local.
• Lleve ropa liviana pero provéase de un cortavientos para prevenirse de
los chubascos comunes en la isla.

Como Llegar
La Isla de Pascua está ubicada frente a Caldera en los 27º 09' de latitud sur y
los 109º 27' de longitud oeste. Administrativamente se encuentra en la comuna
y provincia de Isla de Pascua, dependiente de la V región. Es la isla más
alejada de otras tierras del mundo. Está situada a 3.700 km. del continente
americano, a 4.600 km. de Tahiti y a 7.000 km. de Nueva Zelanda.

El acceso más habitual a la Isla de Pascua es por vía aérea, la que es servida por LAN Chile, con dos
vuelos semanales. El vuelo sale del aeropuerto Comodoro Arturo Merino Benítez de Santiago y llega
al aeropuerto de Mataveri, cubriendo los 3.700 km. en 6 horas de vuelo.
Después de Pascua el avión continua vuelo rumbo a Papeete, capital de Tahiti.
En barco el viaje dura 6 días entre Valparaíso y Hanga Roa.

Pascua es una pequeña isla de aproximadamente 80 kilómetros cuadrados, del Océano Pacífico en la
Polinesia, ubicada a 3.760 km de la costa de Chile, país al que pertenece desde 1888, y es famosa
por las gigantescas efigies de piedra, conocidas también como moai. Su nombre indígena es
Rapa-Nui, o también se le conoce como Marakiterani o ''los ojos que miran al cielo".
Los moai son figuras de piedra de enormes dimensiones con forma humana cubiertas con algo que
parece un sombrero cilíndrico. Las gigantescas cabezas sobresalen del árido suelo, tienen las orejas
largas y grandes, y miran hacia el sol como esperando la llegada de algo o alguien, de manera algo
altanera.

Fue descubierta la tarde del Domingo de Pascua de 1.722 por el marino holandés Jacob Roggeveen.
Ese mismo día, la expedición de Roggeveen partió, no sin antes hostigar a los nativos de la isla,
debido a que los indígenas se encargaron de robarles algunas de sus pertenencias, entre ellas
muchos... ¡sombreros!.

En 1.770 el español don Felipe G. Ahedo desembarcó en la isla y tomó posesión de ella en nombre
del rey de España, llamándola: San Carlos, nombre que después fue olvidado y retomó el de Pascua.

Después, en 1.774, el capitán inglés James Cook visita la isla y halló restos de antiguos e inteligentes
pobladores, debido a sus construcciones, caminos pavimentados, instalaciones portuarias y
numerosas aldeas que fueron hechas a base de piedra.
En la isla existen diferentes grupos de estatuas:
- Doscientas setenta y seis hacen guardia en las laderas del volcán.
- Trescientas están derribadas sobre los ahus que rodean los altos acantilados de la isla.
- Otras están a lo largo de antiguos caminos.
- 80 quedaron sin terminar.

Algunas que estuvieron montadas sobre plataformas funerarias son bustos enormes, sin piernas y a
veces alcanzan los 10 metros de altura y 7,6 metros de diámetro y pesan 20 toneladas, tienen un
cilindro, un rojo copete de 1,8 x 2,4 m y se supone que estos "sombreros" fueron extraídos del cráter
del volcán Rano Roi.Se diferencian de las otras por tener los ojos abiertos y estar mirando a la tierra,
de espaldas al mar.

Las estatuas que impresionan son las que están en las laderas del Rano Raraku. Sus narices se
vuelven hacia arriba y sus delgados labios se proyectan hacia adelante en un gesto de burla y desdén.
Carecen de ojos y las proyecciones descendentes a los costados pueden representar orejas
alargadas o una prenda para la cabeza. La más grande es de veintidós metros y la más pequeña de
tres.

LOS PRIMEROS POBLADORES

Robert Longdon, un inglés, afirma que los primeros en llegar fueron unos navegantes enviados por el
faraón egipcio Ptolomeo III.

Una de las teorías que más predomina, es que Pascua fue poblada en el siglo V por polinesos
procedentes de Asia. Que para descubrir la remota isla de Pascua tuvieron que navegar casi hasta la
Antártida a fin de encontrar la corriente meridional y evitar la corriente de Humboldt que fluye hacia el
oeste.

Otra teoria dice que para el siglo IV d.C. llegó una tribu al mando de un rey llamado Hotu-Matua,
quienes tenían técnicas bastante desarrolladas para esculpir la piedra. Una de las características
también del Perú.

Thor Heyerdahl defiende ésta última. En 1947 hizo un viaje desde Perú, que duró 102 días, hasta
llegar al archipiélago Tuamotu. Heyerdahl sostenía que los navegantes americanos eran blancos
caucásicos, inmigrantes no identificados del Mediterráneo, los "hombres blancos barbados", que
habían construido la ciudad de Tiahuanaco a 3800 metros de altura en los Andes. Ellos habían viajado
mas de 3.000 km. hacia la isla de Pascua donde erigieron cientos de gigantescas estatuas de piedra
que representaban a los crueles y desdeñosos antepasados caucásicos.

El entonces alcalde del lugar, don Pedro, un hombre de cabello rojizo, contó al investigador noruego el
por qué era diferente a los demás: era descendiente de los "orejas largas", los supuestos antiguos
pobladores de la isla. Eran llamados así porque colgaban pesas del lóbulo de sus orejas para
alargarlas. Provenían del Perú.
Existían además los "orejas cortas", polinesios provenientes del Oeste. Los primeros tenían o creían
tener un origen divino y esclavizaron a los segundos, quienes se ocupaban de las labores más
pesadas. Pero un buen día los "orejas cortas" se revelaron contra sus amos y los echaron a una zanja
que habían hecho. Sólo quedó con vida uno de los "orejas largas", del cual descendía el alcalde.
Heyerdahl efectivamente encontró restos humanos en donde supuestamente fueron enterrados los
"orejas largas".

En los años 30 el astrólogo francés Dom Neroman afirmaba que la isla estuvo poblada por una
civilización de origen hindú que estaba instruida en los secretos del Cosmos, conocía además un
sistema capaz de crear en el planeta polos positivos para atraer ondas benéficas y polos negativos
para hacer lo contrario.

Henry Lavachery, sostenía que la isla tuvo una especie de escuela de estrellas, en donde enseñaban
a los elegidos sobre los peligros y beneficios de los astros y sus visitantes.
Thor Heyerdahl, por su parte, en su expedición también descubrió una especie de observatorio solar
en la cumbre del volcán Rano Raraku, donde se hallaron gran cantidad de estatuas.

En los sesenta William Mulloy afirmó que: "la isla de Pascua es uno de los lugares más aislados del
mundo, y sin embargo, con una población que nunca superó los cuatro mil habitantes, encontraremos
contrastes de complejidad cultural, textos que no están relacionados con ningún material escrito
exterior, una política capaz de planificar y coordinar las obras públicas, un sacerdocio organizado y un
interés en fenómenos celestes como los equinoccios y los solsticios". Según Mulloy, la isla de Pascua
estuvo habitada, hace milenios por seres no terrestres, quizás mucho antes de los "orejas largas".

¿Estamos hablando de seres venidos de otras galaxias?.

Quizá, pues muchas leyendas locales hablan de que un día al año, el sol penetraba hasta el interior de
las cabezas como una especie de rayo que les daba vida y eran conducidas al lugar asignado, de ahí
que cuando se les pregunta a los pobladores "¿cómo fue que las efigies llegaron a ese lugar?", ellos
únicamente responden "a pie".

Parece que esperan la llegada de alguien ¿del mar?, ¿del cielo?. Los mismos indígenas aseguran que
fueron transportadas por naves que volaban.

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