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EL CORREO
Domingo 27.06.10
EL CORREO V09

A
lejandro se hizo matador trueque de artistas, el toro nunca te va a co-
hace hoy una semana. A rresponder. Tienes que ser altruista, no es-
ESPLÁ HIJO ESPLÁ PADRE
sus 27 años, recibía en Cas-
tellón la alternativa de ma-
nos de su padre, Luis Fran-
Dos hombres y un sueño. peres justicia. En otras disciplinas como la
pintura, a partir de los años y si lo haces
bien, hay una sobrevaloración de tu obra.
cisco Esplá (Alicante, Luis Francisco da Aquí no. Cuando te das cuenta, estás en tu «En los toros busco «Trato de ser más duro
1958), una de las figuras más respetadas de casa y no puedes vivir de esa renta y enton- la admiración que has con él que el público que
las últimas décadas. Pasaban de mano ge-
neraciones, saberes y compromisos pre-
la alternativa en ces, lo que hiciste ese día no sirve para nada.
Viene la época de los homenajes, que agra- conseguido tú. Tu se va a encontrar, de
sentes; y dolores, glorias y sangres futuras:
todo lo que de bueno y malo lleva en los pi- la vida y en la arena deces, pero que no te sirven artísticamente.
Son un prestigio de consolación. Merece la
equilibrio interior, la destapar sus carencias.
realización personal» Quizás sea maltrato»
tones el mundo del toro. Alejandro escu-
chó 35 palabras que no olvidará en su vida:
«Lo que tiene inercia es difícil de parar. Lo
a su hijo Alejandro pena si consigues alcanzar ciertas cosas.
Pero no es automático: mejores toreros que
yo no han obtenido compensación moral
que tiene estabilidad es difícil de tumbar y :: FRANCISCO por lo que han hecho. (Silencio de nuevo).
APAOLAZA
lo que tiene calidad y verdad es un argu- –Vaya, te veo nostálgico como un hombre
mento eterno. El secreto está en empujar y de 80 años...
hacer fuerza». El padre, el hijo y Morante –¿Y tú qué narices buscas en esto?
escenificaban un rito iniciático. Los dos –No sé... Probablemente la admiración que
primeros cruzaban sus trayectorias en el has conseguido tú, tu equilibrio interior y
universo limitado del ruedo. realización personal.
Hay padres e hijos unidos por la pesca o Tal vez hayan buscado lo mismo, pero no
la afición al fútbol; ellos dos compartieron son la misma persona. El mayor pone ban-
durante una hora el insigne título de mata- derillas, el pequeño no; Luis Francisco lidia
dor de toros en activo. Completaban un ci- con la montera calada, Alejandro no. Los dos
clo de vida en menos de lo que dura un par- llevan las vueltas de la muleta azules, eso sí.
tido de tenis: el grande hizo hombre al pe- No hay muchos más elementos en común.
queño y, un rato después, el pequeño le El maestro define el antagonismo entre los
cortó la coleta al grande. A los que no tie- estilos. «Yo soy de José –Gómez Ortega, ‘Jo-
nen una tostadora por corazón se les hizo la selito’– y éste es de Juan –Belmonte–», los
garganta un nudo. dos polos opuestos de la edad de oro del to-
Fuera de la plaza, no todo es tan fácil. reo a principios del siglo XX.
«Desde hace días estoy revisando qué he –¿Cómo se lo explica a los que no son afi-
hecho mal para que me salga un hijo torero. cionados?
Nunca hemos hablado de toros, ni hay nada –Yo soy la vena clásica del toreo en mi esté-
relacionado con los toros en casa. No en- tica y en los conceptos que aplico, mientras
tiendo», bromea Luis Francisco Esplá antes que Alejandro es heterodoxo. A mí me preo-
de que llegue Alejandro a una entrevista en cupa más el concepto, él está más centrado
la cafetería de un hotel de Talavera. en la estética. Lo importante es buscar la
–Y su madre, ¿qué dice? honradez, no recurrir a la fórmula que ven-
–Su madre se quiere cortar las venas. Lo ha pa-
sado muy mal conmigo, pero a mí me eligió
LOS DOS de, pues supone tarde o temprano un dete-
rioro estético. Además, este mata muy mal.
así y a él no. –Eso lo he heredado de ti, mira...
Carmen Tarruella fue la primera en ente-

Es lá
rarse de que Alejandro quería seguir el cami- «Te falta plomo»
no del triunfo que recorrió su padre, tam- Cada uno a su manera, los dos son matado-
bién el via crucis de los quirófanos y las pali- res de toros y como tales conviven con el
zas. A Esplá ni se lo dijo. «No me atrevía a monstruo del temor, la sombra de la trage-
contárselo, así que le comenté que quería dia que les hace quedar callados, bajar los
torear unas vacas, sólo para aprender...», sal- ojos y arquear las cejas. El padre lo conoce
ta Alejandro, que acaba de llegar. Con su bien. Ha estado varias veces a punto de irse
madre, recuerda, fue diferente. Mira al sue- al otro barrio en los pitones de un toro, la úl-
lo, sonríe y menea la cabeza. «Así que me tima en Ceret (Francia), en 2007, y ahora da
fui para ella y le dije: ‘Quiero ser torero y no charlas sobre la gestión del miedo a altos
quiero cumplir los 40 sin intentarlo’. Toda- ejecutivos. «Están totalmente bloqueados»,
vía no acaba de creérselo». admite. Les explica los tres tipos de miedo
–Es que de pequeño tenía un miedo atroz. Si básicos: el instinto de conservación que lle-
se ponía delante de una vaca, salía corriendo, vamos dentro todos los animales, los temo-
blanco, como un cohete, y daba con el pecho res que no tienen lógica y el peor de todos,
en el burladero, como si fuera un conejo. «el miedo a tener miedo».
Luego vienen las pesadillas, que Luis
Estudios en EE UU y Facebook Francisco sufría en la soledad de la habita-
Hoy no hay rastro de aquel niño. Es más alto ción del hotel por «el plomo» de las corridas
que la media, apuesto y anda como un tore- duras que termina «envenenando» al tore-
ro. Estudió en EE UU, hizo la carrera de Pu- ro. «Soñaba que estaba en la plaza y que to-
blicidad en España, maneja un iPhone y una hijo se miraron, sonrieron y soltaron una do la geisha!’», hace autocrítica Alejandro. reaba un toro invisible que, sin embargo,
cuenta de Facebook. Podría ser un joven carcajada. «Los médicos fliparon». Se había Del burladero de las plazas de tientas al cen- podía ver el público. Percibía el riesgo, pero
cualquiera. Pero no. Es novillero y tiene un consolidado en ellos un vínculo indestructi- tro del ruedo circulan más mensajes en cla- no sabía dónde estaba y tenía que lidiar ima-
padre que nunca le consolará así se deje un ble, mezcla de reto y cariño, que aflora en ve: «Ese molinete lo has pegado como ginándomelo».
toro vivo en Las Ventas. «Fíjate si es duro esta entrevista. «Es terrible. A ojos de cual- Pozi», véase muy arrugado, encorvado, o –Yo sueño que me felicitan por un triunfo
que le llamo ‘El Tío de la vara’», bromea. quiera sería un hijo de puta, pero trato de «eres una recolectora de pasas», cuando al salir de la plaza y yo no lo recuerdo –con-
¿Cómo de duro? Mucho. Arnedo, 2008. ser más duro que el público que se va a en- pierde los trastos y los tiene que recoger del fiesa Alejandro–.
Un novillo empitonó a Alejandro y le atra- contrar. En un principio, tendría que encu- suelo. Hay frases que no se olvidan. «De pe- –Aún te falta plomo...
vesó el muslo. Descontrol, tragedia, susto... brir sus carencias, paliar sus necesidades... queño, mi padre me dijo que me daba Despierto, el maestro no teme al toro, sí a
Su padre saltó a buscarlo y lo levantó del Pero debo ser yo el verdugo. Quizás sea esto 20.000 pelas si me rapaba el pelo. Me las la suerte: «El riesgo físico de Alejandro no
suelo como un guiñapo. «Tuve que luchar una suerte de maltrato». dio, pero me puse a llorar porque estaba fa- me preocupa tanto porque con una lesión se
contra mi instinto, que era agarrarlo en bra- En esa enseñanza, Luis Francisco sabe tal. No valió la pena, así que me dijo: ‘¡Por puede vivir. Lo malo es este espectáculo,
zos y llevarlo lo antes posible ante el médi- que ahora le toca «alejarse». Acudirá a la pla- dinero no te fíes ni de tu padre’!» que es un atentado a la felicidad de la perso-
co; pero vi que no sangraba y...». Acercó su za a verlo «poco» y pagándose su entrada Ríen, se miran y pasan la vida juntos. na, una máquina trituradora de ilusiones,
boca al oído y le animó a la manera en que «como siempre». Habla desde la sombra, en Han sufrido meses entrenando antes de la un generador de juguetes rotos y horizontes
se animan los toreros locos: «Vete a la cara la distancia: en una hora y media de entre- tarde mágica del pasado domingo. «No hace perdidos. No te das cuenta y te ha robado el
del toro, cabrón...». vista no ha pronunciado una sola vez las pa- falta ni que nos digamos nada. Con la mira- mes de abril de Sabina, que es la felicidad, y
–Y yo me fui hacia allí. Estaba en una situa- labras «mi hijo». Es «Alejandro». A secas. da nos entendemos», dice Alejandro. Están eso no tiene cura».
ción difícil y ese comentario, que puede pa- Cortan esta atmósfera cariñosa tiros dia- compenetrados, pero ¿lo saben todo el uno –¿Y el peso del apellido? Inseparables. A la izquierda, Ale-
recer cruel, me sirvió de mucho. Cambió mi lécticos, humorísticos, frases cómplices con del otro o aún quedan preguntas por hacer? –La cuestión del apellido Esplá me toca las jandro corta la coleta a su padre el
estado de ánimo, me sobrepuso. las que se entienden. «Un día estaba yo an- Se callan. Rompe el silencio el chorro de va- narices –responde Luis Francisco–. domingo pasado en Alicante. So-
A muchos les parecerá un gesto atroz, dando muy despacito ante una vaca y me por de la máquina de café. Dispara el hijo: Alejandro sonríe con la barbilla en el pe- bre estas líneas, en un tentadero
pero en la enfermería, con el torero sobre la soltó. ‘Mira qué bonito... como una geisha’. –¿Merece esto la pena? cho. «Este no se me va a subir a la chepa», le en Toledo. :: JOSÉ RAMÓN LADRA
camilla, con un revuelo de manos exploran- Cada vez que lo hago, ya me corrijo a mí –El espectáculo del toro siempre da menos reta El Tío de la Vara. Palmada en la espalda.
do aquella primera herida de guerra, padre e mismo en la plaza: ‘¡Leches, si estoy hacien- de lo que tú das –responde el padre–. En ese y un abrazo. Son, ante todo, padre e hijo.
Domingo 27.06.10
EL CORREO V09

ESPLÁ HIJO ESPLÁ PADRE


«En los toros busco «Trato de ser más duro
la admiración que has con él que el público que
conseguido tú. Tu se va a encontrar, de
equilibrio interior, la destapar sus carencias.
realización personal» Quizás sea maltrato»

Inseparables. A la izquierda, Ale-


jandro corta la coleta a su padre el
domingo pasado en Alicante. So-
bre estas líneas, en un tentadero
en Toledo. :: JOSÉ RAMÓN LADRA

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