Convenio de los Obá Oriatés del Sur de la Florida RATIFICADO: Junio 9, 2010
En la ciudad de Miami, el día 2 de junio del 2010, se reunieron la mayoría de lo
s Obá Oriatés de la Religión Lukumí dirigentes y maestros de ceremonias, consagrac iones y cultos así como sus aprendices, que en la actualidad residen, ejercen y de sempeñan sus obligaciones religiosas en la región del sur de la Florida. La reunión se convocó con motivo de analizar y debatir los recientes incidentes ocurridos con ciertos practicantes de la llamada Religión Tradicional Yoruba que radican en el sur de la Florida, y los conflictos y las discrepancias teológica s y prácticas que han surgido entre ambos sistemas religiosos. Como consecuencia, este concilio, creado como una entidad independiente sin afil iación a ninguna institución, conformó la siguiente resolución. Dicho convenio e xplícitamente resume y expresa el sentir y la opinión unánime de este concilio d e sacerdotes y devotos que representa y preserva la herencia y el legado religio so denominado Lukumí en su forma tradicional Cubana. Los Obá Oriatés convergiero n y ratifican los siguientes ACUERDOS: I. La Constitución de Estados Unidos de América garantiza derechos inalienables e inalterables a todo aquel que se ampara bajo su gran manto. Entre estos, se en cuentra la libertad de culto garantizada a todo ciudadano; derecho y privilegio que valoramos y reconocemos como patrimonio de la humanidad y eje fundamental de esta sociedad y de toda civilización. Todo ser humano, independientemente del l ugar en que radique, tiene el derecho de profesar la religión que desee sin temo r a la persecución ni a medidas injustas que violen este derecho fundamental. II. Mantenemos y afirmamos, como sacerdotes Lukumí, un legado religioso que por dos centurias ha respondido y continúa respondiendo a las necesidades religiosas fundamentales de sus devotos. No tenemos necesidad de modificar, rectificar, ju stificar, modernizar, ni abandonar los principios teológicos y prácticos del leg ado religioso que nos entregaron los fundadores de nuestra tradición religiosa L ukumí en Cuba, los cuales nosotros hemos transmitido a través de nuestra Diáspor a. Enfatizamos que nuestros rituales, ceremonias y protocolo, se ejecutan de acu erdo con las enseñanzas de nuestros ancestros, sabiduría que no tenemos la más m ínima intención ni necesidad de abandonar ni alterar para adoptar o acomodar cri terios, exigencias, imposiciones, ni mecanismos coercitivos de tradiciones refor mistas y ajenas a nuestro carácter Lukumí e ignorante de nuestra historia, valor es, principios y legado en las Américas. III. A pesar de que los rituales y consagraciones que ejerce La Religión Lukumí y la auto-nominada Religión Tradicionalista Yoruba poseen orígenes étnicos, cult urales y geográficos intrínsecos en común, las prácticas de cada sistema difiere n considerablemente. Por lo tanto, consideramos que ambos sistemas tienen partic ularidades específicas a sus ritos, protocolos, y consagraciones que responden a las necesidades específicas de sus devotos pero que no son compatibles, a pesar de los factores antes dichos que tienen en común. Como tal, cada tradición se d ebe considerar como una tradición autónoma y debe instituirse y permanecer dentr o de los parámetros de su propio culto y doctrina, manteniendo un nivel de respe to mutuo, sin que se confundan ni mezclen sus prácticas. IV. Subrayamos que las prácticas de la Religión Lukumí y las del grupo Tradicion alista Yoruba son completa y totalmente diferentes y enfatizamos que en la actua lidad no existen vínculos que nos entrelacen ni reconcilien como sistemas afines y de mutuo acuerdo. Consideramos que ambos sistemas son total e inequívocamente separados e independientes el uno del otro. V. Establecemos que los sacerdotes representantes de la Religión Lukumí y el gru po de la Religión Tradicional Yoruba se rigen por procedimientos y principios fu ndamentalmente distintos en cuanto a sus rituales de consagración, por lo cual c ada grupo deberá permanecer dentro de los márgenes de sus consagraciones y sagra rios de ritos. VI. Aquellos sacerdotes de la Religión Lukumí que por la razón que sea determine n ser consagrado en las prácticas de la Religión Tradicionalista abandonan y ren uncian de todos sus derechos jerárquicos y de práctica funcional dentro del sist ema Lukumí. No reconoceremos ni validaremos la consagración ni los privilegios d e aquellos sacerdotes que abandonen el culto Lukumí para adoptar el de los Tradi cionalistas Yorubas. Si deciden abandonar la Religión Lukumí y ordenarse al sace rdocio Tradicionalista Yoruba, perderán la validez sacerdotal que le otorgó su c onsagración en la religión Lukumí. A. Queda claramente establecido que toda persona que se convierta a la práctica Tradicionalista pierde todo derecho en nuestras tradiciones. No podrán participa r en ninguna de nuestros rituales y ceremonias de consagración cualquiera que se a y del nivel que fuere. B. Toda persona consagrada en las prácticas del culto Tradicionalista que no hay a sido consagrada anteriormente en la religión Lukumí y desee integrarse a nuest ra comunidad religiosa, deberá atravesar por los diferentes niveles de ritos con sagratorios y de ordenación que sean necesarios para lograr el nivel de particip ación deseada. VII. Debe entenderse que en la práctica religiosa Lukumí se reconocen dos tipos de rituales: privados y públicos. Son considerados privados aquellos rituales o ce remoniales en los cuales solo pueden participar personas debidamente consagradas al sacerdocio, siguiendo los rituales y patrones de ordenación establecidos por nuestros antepasados Lukumí. Entiéndase por rituales públicos aquellos eventos so cio-religiosos que se celebran abierta y públicamente, que no limitan la partici pación a los miembros del sacerdocio, sino que permiten el acceso a todo ser hum ano que desee asistir y participar respetuosamente, independientemente de su afi liación religiosa. VIII. Los Oriatés que libre y voluntariamente acatan éste acuerdo no aceptarán e n nuestros Igbodús cuartos donde se efectúan los ritos de ordenación y consagració n, rituales de índole privado a personas consagradas en la religión Tradicionalist a. Dado el caso que alguna de estas personas se encuentren presentes en alguna c onsagración Lukumí, los Oriatés se reservan el derecho de abstenerse a oficiar m ientras ésta persona permanezca en el Igbodú, y se abrogan el derecho de no ofic iar la ceremonia, retirándose del lugar. A. El Oriaté que rehúse a oficiar está en obligación de devolver el ashedí honorar ios antes de marcharse. Adicionalmente, debe comunicarse con los Oriatés que han r atificado éste acuerdo y asegurarse que se difunda el incidente y sus hechos. B. Todos los Oriatés están en la obligación de apoyar al y solidarizarse con la decisión tomada por el Oriaté que en defensa de nuestro legado determinó no ofic iar. C. Si fuesen llamados a reemplazar al Oriaté que se marchó, tienen las siguiente s obligaciones éticas: 1. Investigar los motivos por los cuales surgió dicha polémica. 2. Comunicarse con el Oriaté que confrontó el incidente con el fin de confirmar los hechos. 3. Luego de escuchar ambas partes, determinar la forma adecuada de proceder. Si las causas que motivaron el incidente anterior perduran, todos los que a este ac uerdo se adhieren están moral y éticamente obligados a negarse a prestar sus ser vicios. Es de extrema importancia que se difunda la existencia de éste convenio y sus co ndiciones a los miembros de nuestra comunidad sacerdotal y religiosa en general. IX. Los sacerdotes y devotos del culto Tradicionalista podrán asistir a nuestros rituales y eventos públicos siempre y cuando su comportamiento sea cordial y re spetuoso, y no hagan proselitismo ni empleen medios de coerción, propagandístico s, ni peyorativos, lo cual consideraremos irrespetuosos a nuestro legado religio so y suficiente motivo para solicitarle que se abstenga de continuar con dicho c omportamiento o se retire del lugar o evento. Todo promotor de un evento o ritua l se abroga la libertad de admitir o denegar la presencia de todo participante e n sus actividades. X. Los Oba Oriatés y sus fidedignos aprendices quienes con sus firmas ratifican este acuerdo, se comprometen a convocar reuniones y emplear los medios de comuni cación que tengan a su disposición para difundir y diseminar los acuerdos de est e concilio a otros Olorishas y Babalawos de la Religión Lukumí a través de los E stados Unidos y de la Diáspora Lukumí a través del mundo. De igual manera, éste concilio enfatiza la necesidad de comunicar dicho convenio a todo sacerdote y de voto de las demás tradiciones de Orisha de las Américas. XI. Este acuerdo admitirá las firmas de Olorishas y Babalawos que deseen sumarse a dicho convenio, séase en el documento, por medio electrónico, o por alguna fo rma de enmienda. XII. Este acuerdo es público. Se permite y autoriza su difusión y distribución p or los diferentes medios de comunicacion