En primer lugar queremos comentar que el texto de F. Hernández
nos ha parecido interesante porque nos ha hecho reflexionar un poco sobre la necesidad de plantearse muchas preguntas sobre la educación, la metodología y la forma de educar y enseñar. No se puede dar nada por seguro y todo está sujeto o puede estarlo a modificaciones o replanteamientos, sobre todo debido a la rapidez a la que están cambiando los tiempos y las necesidades educativas.
El video sobre el bombardeo de objetos tecnológicos nos ha
parecido difícil de digerir, dada la velocidad a la que se suceden las imágenes y por la gran cantidad de objetos que aparecen. También es verdad que refleja a la perfección la presión a la que estamos sometidos todos hoy en día, donde los móviles y los ordenadores se quedan obsoletos antes de que conozcamos todas sus posibilidades o de que terminemos de pagarlos. Nos parece un culto excesivo a esta modernidad ligada al consumismo.
Con el video queja de los estudiantes estamos de acuerdo. Es
cierto que todos vivimos a un ritmo vertiginoso y que no tenemos mucho tiempo, pero eso en parte nos lo buscamos nosotros mismos. Más triste es que la mayoría de los problemas no los hemos creado nosotros y tenemos que vivir con ellos e intentar solucionarlos lo mejor posible. La ciencia y la tecnología avanzan, en muchos casos más deprisa que nosotros, y tenemos que adaptarnos para no quedarnos descolgados.
La perspectiva de nos niños nos ha parecido un poco exagerada.
Por supuesto que las nuevas tecnologías para ellos son algo cotidiano y que deben estar presentes en su educación, pero no podemos cometer el error de permitir que sustituyan muchas otras actividades que les sirven en su socialización y maduración como personas. La tecnología (e-mail, chats,...) no puede suplir el trato humano directo, ni la lectura de un libro y el vuelo de la imaginación debemos cambiarlo por cuentos digitalizados.