La Justicia Social[1]

El libro de Amós se caracteriza por advertir el pecado de los pueblos y el juicio

inminente, en especial en lo tocante a la casa de Israel, que pese a conservar algunas
prácticas de orden litúrgico, no tienen a la justicia (virtud que inclina a dar a cada uno
lo que le pertenece) como su baluarte, hecho mismo que resta trascendencia y valor
delante de Dios a sus actuaciones.

La Protección, el amparo de los débiles, la atención a las necesidades de la

comunidad, son en esencia demandas del Señor para con las figuras de autoridad en
Israel y también para nuestros días.
En conjunto se recoge un concepto desarrollado a partir de la modernidad, que si bien
ha existido en la historia como principio, sólo hasta el siglo XIX se consolidó en
términos del derecho, es la “Justicia Social”, que se ocupa, en medio de las
situaciones de desigualdad de buscar equilibrio y generar mecanismos de protección
para con los menos favorecidos.
Ello involucra la participación del Estado, quien desde sus prerrogativas
constitucionales y estatutarias, debe trabajar por erradicar las condiciones de
inequidad presentes en nuestros pueblos.

Alejandro Korn (filósofo argentino) a su vez, entiende la Justicia Social como “un ideal
definible solo a partir del hecho de la injusticia social”, este aspecto es esbozado por
Amós cuando se dirige a la idólatra nación de Israel que entre sus prácticas más
reprobables tenían “el oprimir a los pobres y quebrantar a los menesterosos” (Amós
4:1), un ejercicio claro en donde se señala un comportamiento diametralmente
opuesto al designio de Dios y que imperativamente debe ser modificado.

Así las cosas, encontramos en la Justicia Social temas como la igualdad de

oportunidades, el asunto de la pobreza, la distribución de la renta, los derechos
laborales etc. Desde la historia estos entre otros temas se enmarcan dentro del tópico
conflictivo de la “Cuestión Social”, un siempre emergente malestar de los trabajadores
de los “beneficios” del capitalismo y menoscabados en la satisfacción de sus más
básicas necesidades inclusive.
Ésa cuestión está también presente en las Sagrada Escritura que se aplica por
restaurar las relaciones en condiciones de equilibrio y conmina a los hombres a vivir
en rectitud y respondiendo a los apuros del pueblo y defensa de los débiles con
ejemplos explícitos a saber:

√Salmos 82:2–4 Defended al débil y al huérfano;

Haced justicia al afligido y al menesteroso.
Librad al afligido y al necesitado

√Jeremías 22: 15-17 ¿Reinarás, porque te rodeas de cedro? ¿No comió y bebió tu
padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien?
El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto
conocerme a mí? dice Jehová.
Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre
inocente, y para opresión y para hacer agravio.
 Apocalipsis 19:11-21, al igual que Mt 6:33 entre otros, asocian la justicia con el Reino
de Dios en otras palabras, la justicia social caracteriza al Reino de Cristo. Asimismo,
encontramos las exigencias de Dios para una nación pecadora en Isaías 1: 10 – 17,
que llenos de rituales y ceremonias no dejaban de hacer lo malo y poco o nada se
ocupaban del huérfano y de la viuda.
Tales demandas por Justicia Social son las que Amós convoca a Israel para que se
comprometa a ejecutar, contrario a largas asambleas y deliberaciones, cantos,
salmodias e instrumentos que desoían el ruego de los necesitados (Amós 5: 21 – 24).
Es el clamor de Juan el Bautista, defensor del camino de justicia (Mateo 21:32), en
franca lid contra el sistema corrupto de su época en la que Herodes en la opulencia
malograba los escasos recursos de su pueblo (además de su relación
extramatrimonial) en tanto los israelitas padecían bajo el yugo de Roma. (Lucas 3:19 –
20)

Por otra parte, la expresión Justicia Social fue acuñada (giustizia sociale) por Luigi
Taparelli, sacerdote jesuita en 1483 y la define como “igualar el derecho a todos los
hombres en lo tocante a los derechos de la humanidad”, hacia 1889 el término vuelve
a ser usado por los socialistas fabianos ingleses en su célebre Fabian Essays in
Socialism (Ensayos Fabianos sobre el Socialismo), en donde la justicia social se
reconoce como la finalidad ética por excelencia, guía de la evolución social hasta
alcanzar los términos de la socialdemocracia.

Con el surgimiento del constitucionalismo social en las primeras décadas del Siglo
XX, el auge del Estado de Bienestar y el Derecho Laboral, fueron incorporados nuevos
elementos dentro de la legislación que fungen todos a una en reiteración de los
componentes bíblicos, lucha contra la explotación de los pobres, protección de los
derechos de explotación de la tierra y abandono del latifundismo, protección de la
seguridad alimentaria de los ciudadanos entre otros aspectos, que más que nunca
destacan la pertinencia de la escritura en mundo contemporáneo por el rescate del
interés de quien parece no tener voz, ésa es la verdadera Justicia Social (Cristo).

[1] Texto construido con apoyo en LA SAGRADA BIBLIA, Versión Reina Valera 1960
y el Texto “La Justicia Social”, Palacios, Alfredo (1954). Buenos Aires: Editorial:
Claridad