HACIA LA RECONSTRUCCIÓN DEL PAÍS

ENSAYO: MARTÍN USUGA

“Debemos amar a nuestro país aunque nos trate injustamente” Voltaire

Mientras existan en las regiones de Colombia grupos delinquiendo y haciendo de las suyas en
la població n, estaremos retrocediendo en la bú squeda de un país má s justo, má s humano y de
má s oportunidades para las clases má s desprotegidas del país.

Las fuentes de financiació n de los actores armados son: los cultivos ilícitos, rabos de gasolina,
secuestro, la extorció n y el saqueo del espacio publico, lo cual desestimula la actividad
productiva y el desarrollo comunitario donde se estén desarrollando estas actividades ilícitas.

Los grupos armados siempre utilizan la fuerza y la violencia sobre la població n civil, con el fin
de lograr sus propó sitos como el control territorial, control militar y control econó mico
ocasionando en estas poblaciones una descomposició n social producida por el miedo terror y
amenazas. Es claro que la acció n de estos grupos ilegales y la poca presencia del gobierno y
sus instituciones en las regiones má s apartadas y vulnerables del país han hecho que la
situació n de Colombia se degrade cada día má s.

La presencia de estos grupos en estas regiones es sinó nimo de pobreza, desempleo, abandono
de parcelas por parte de la població n civil, dando como resultado una crisis productiva,
econó mica y social en las regiones.

Amigo lector ¿crees tu que los colombianos gozamos de una seguridad democrá tica? ¿O acaso
eres tú de los que piensa en los programas de desarme y desmovilizació n de los
combatientes? ¿O quizá eres de las que confían en la efectividad del ejército, la policía y demá s
instituciones armadas del estado? Pues te quiero retar y voy a responderte cada uno de estos
interrogantes pero con argumentos muy validos y reales.

Para nadie es un secreto el aumento de homicidios en Medellín, el añ o pasado y lo que va de

este añ o; homicidios que han sido sindicados a las milicias de las FARC, AGUILAS NEGRAS
(paramilitares), bandas criminales de los paisas, los rastrojos y demá s grupos al margen de la
ley.

Igualmente los escá ndalos en el congreso de la republica con la parapolítica igual segú n
fuentes sacadas del texto “hacia la reconstrucció n del país” las autodefensas en la actualidad
cubren entre 100 y 200 municipios y cuentan con 5000 miembros en la Guajira, norte y sur
del Cesar, Có rdoba, magdalena, Bolívar, Norte de Santander, Uraba y el Occidente de
Antioquia, Vichada, Guaviare, Casanare, Arauca, Nariñ o, Tolima, Putumayo, Caquetá , Choco y
caldas.

Tampoco es un secreto los innumerables escá ndalos que ha tenido la fuerza publica en lo que
ha corrido del añ o, al hallarse involucrado en amenazas, torturas, desapariciones, asesinatos
con los famosos falsos positivos o la infiltració n de paramilitares, ejerciendo como empleados
en las oficinas del DAS.

En el texto “hacia la reconstrucció n del país” en la pag 65 Escalante hace énfasis sobre la
presencia del estado y dice: la gente de las regiones y pueblos distantes sigue anhelando la
presencia del estado. La població n sigue quejá ndose de que “el estado nos abandono, el estado
nos hace falta, el estado esta ausente.”

Es tan iró nico el solo pensar que nuestras regiones agrícolamente ocupan los primeros
lugares a nivel mundial, pero nuestros campesinos no las pueden trabajar por que en estas
regiones, las decisiones las toman los diferentes grupos armados. Que no decir de lo que nos
reza nuestra constitució n: derecho al trabajo _ a la expresió n _ a la opinió n pero todo es
vulnerado.

Nuestro himno hace alusió n a la “libertad que perfuma las montañ as de mi tierra”; pero una
libertad que a un no conocemos, que se ha quedado en el papel y que ha sido un sueñ o má s,
frustrado por la presencia de grupos armados en nuestro país. Colombia es uno de los países
que má s se violan los derechos humanos, pero no son violados por las mujeres, ni por los
campesinos, tampoco por los niñ os, mucho menos por la gente de bien; adivinen son violados
por los miembros del ejercito, las farc, el ELN, la policía, narcotraficantes y todo lo que tenga
que ver con grupos armados existentes en nuestro país.

Es el pan de cada día de estos grupos, la violació n de los derechos humanos olvidaron
totalmente sus raíces, sus creencias, sus ideales, sus gentes, su tierra, su religió n, todas esas
fortalezas que hacen de las personas seres ú tiles, aportantes y hombres de mucha visió n
positiva. Solo basta recordar los atropellos causados por paramilitares, fuerza publica y farc a
las comunidades indígenas AWA en territorio nariñ ense: masacres, violaciones, abandono de
tierra, secuestros; todo esto con un solo propó sito: coger el control territorial, pasando por
encima de indígenas y campesinos, acabando con sus familiares y sus sueñ os.

En Colombia se cambia los trabajadores, los cultivos, el ganado, las escuelas en nuestras
montañ as, por los fusiles, las minas antipersonal, los secuestrados, la pobreza, la desolació n, la
miseria, los asesinatos, produciendo todo esto una notable caída en la economía y prosperidad
de las comunidades especialmente de las regiones má s apartadas.

“Debemos amar a nuestro país, aunque nos trate muy injustamente” en lo que nos pide
Voltaire en uno de sus escritos, será que basta solo con que unos pocos lo queramos ¿a caso
no somos todos colombianos incluyendo los grupos armados?

La solució n esta en las manos, cuando en una casa manda el papá , la mamá , los hijo, los
abuelos, la familia se desubica y termina por obedecer a nadie, o en una institució n educativa
da orden la del aseo, el vigilante, los profesores, los alumnos, el rector, no hay control ni
pensamiento claro de lo que se va a realizar. Todo en la vida tiene un orden definido al igual
que tiene un principio y un fin. En el hogar debe haber un guía, un apoyo en el cual el resto de
la familia lo vea como su representante. Finalmente en el estado hay unas organizaciones
estatales lo cual cumplen funciones y controles específicos en pro del buen funcionamiento
del mismo. De acuerdo a estos planteamientos en Colombia la ú nica autoridad debe ser el
gobierno con sus demá s entes gubernamentales; y deber constitucional proteger la vida de
todos los colombianos.

Estas instituciones estatales deben investigar a cualquier grupo armado y hacer que dicho
grupo este pagando sus delitos en cá rceles, o en procesos de recuperació n en algú n centro de
rehabilitació n; solo así podrá n ejercer un mayor control en las diferentes regiones apartadas
del país. La comunidad civil solo así podrá movilizarse libremente a sus actividades diarias,
sin el temor de ser interrumpidos por grupos ilegales.

En el desarrollo de este ensayo fue de suma importancia las diferentes fuentes de lo cual se
recopilaron algunos informes tales como:

- ODECOFI (Observatorio para el desarrollo la convivencia y el fortalecimiento

institucional). Hacia la reconstrucció n del país.

- Boletín CNAR

- PIZARRO LEON GOMEZ EDUARDO. L os retos de la CNAR 2009

- EDICIÓ N Nº 9