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FUENTES E INTERPRETACION OBL BERECHO COMRCTAL 101 de comercio, que impide valorar entonces 1 mérito de cualesquicra medios de prueba y que asegura Ia cficacia ante terceras y no solamente ‘entre las partes de las estipulaciones de los contratos dotados de public?- dad legal mediante su inscripcidn en dicho registro, como en los casos ddel contrato de sociedad (art. 112), <1 contrato de prenda sin desapode- Famicnto (art. 1210), la agencia comercial (art. 1320), etc. Hay. a la ‘vez, documentos tipicamente mercantiles, que tiene su propio y exclusi- vo valor probatone, como bos llamados titulos valores; documentos ‘que constituyen plena prucba de suyo, come les recibos de consignacién «en los depdsitas bancarios disponibles o en cuenta cortiente (art. 1386); y hay, ast mismo, documentos minuciosamente regulados en el Codigo ¥ que tienen tambien su mancra propia de ser ¢stimados en la vida comercial, como las pélizas de seguros, las cartas de porte, etc., que ino pucden ser apreciados libremente para no comprometer la utilidad de Jos mismos en la vida comercial’. IV. La costumbre mercantil 38. LA CONTUMBRE COMO FUENTE DE EEGLAS DE DERECHO COMER. ‘CuL—Las costumbres han cumplido una funcidn de innegable impor- tancia en la formacién del derecho escrito, pues que se han presentado sicmpre como precursoras suyas ¥ como reveladoras de una tendencia natural del hombre hacia el orden. “Se presentan en el origen de todas las legislaciones, precédenlas como precede Ia palabra hablada 2 la palabra exctita. Son, como suele decirse, el derecho en un estado cartila- ginoso, en via de osificarse en tas leyes escritas’™>, Esta importancia de la costumbre ha sido especialmente notoria en Ta formaciéa del derecho comercial, como s¢ ha visto en el capitulo anterior, puesto que los codigos de comercio solamente fueron elabora- dos después de varios sighos de derecho simplemente consuetudinario 2 La abundancia de papeles de comercio con valor probatoria propio. Sect, aur ao pueden desantcadere ca le vide comersial, no quicre decit que en materia sereantil prevaleeca cl sistema de la tarifs legal de procba. sino qucen a vida comercial, por obra de costumbes invetcradas. sc han generalizado c impucsto imrumentos © documentos que, no) obstante eas desprurision de forenaltsmos xpeciales, 108 safc: fs para actedicar la ctisiencia de relaciones ¥ dc stuaciones junidicas entre los comer- (Gants: documentin cuya eficacia probatoria so puede quedar expoesta als contingen de la sana critica de los joeces y funcionarios adminisvativos, para a restar (2 le mauma vida comercal la clara y ba cotera que mecouta la wegurtad Se somes elervienen cn ells com se astividad & WALDEALU MARIINS FESREDRA, JnMinnicoes de deste comercial. x Ci. wal, a pe 102 DEKECHO COMERCIAL cuando [a jurispradencia de las sribunales consulares —claborada a ase de fallos dictados segin las castumbres. de tos somersiantes mismos— y la dottrina de los primeros expositores dei derecho comes ‘ial —gue tecnificd y sistematiz6 ef derecho consuetudinario— habian depurade las pricticas mercantiles y habian divulzado y gencralizado las més apias para segular con equidad y con seguridad las actividades somerciales. Las colecciones 0 codificaciones de ese derecho consuctudi- ‘nario tuvieron hasta el siglo xix Ia utilidad y ta fecundidad que tienen hoy tos cédigos o leves de comercio. Y. ya bajo et imperio del derecho eXtito, fa eostumbre sigue operando en distinta forma, para acomodar mis eficazmente el derecho a los hechos y permitirle evolucionar facil: mente con cf desarrollo de la vida del comercio. En su forma escrita, ol derecho comercial ha perdido su primitivo empirismo y fa adquiride cierto formalismo que ha desplazado la cos- tumbre aus tugar secundario, para cumplir una funciéa casi meramente sopletiva de la ley. Por es0 es por lo que, aunque en ef articulo 3° del Codigo de Comercio se dispone que “La costumbre mercantil tendra | misma autoridad que la ley", se advierte, para asegurar la supremacia de la ley comercial, que ello apenas ocurre “siempre que no la contrarie ‘manifests 0 téctamente”* y que se retinan los requisitos que alli mismo Se chien para asceurar a fas regias consuetudinarias una generalidad, luna certeza y una estabilidad semejantes a las de la key exerita. La subordinacion de ta costumbre a a ley es, pues, completa o total, ya que, como se ha visto en este mismo capitulo, fa ley mercaatil ‘opera directamente y por analogia. (De este modo, en los casos expresa- ‘mentc regulados por Ia ley es esta la que se aplica, sin la posibilidad de ue ninguna costumbre pucda menoscabar su fuerza normativa, pues que en el derecho escrito vigente no es dable esa posibilidad de que las costumbres deroguen las reglas de la ley escrita": y asi es tambien somo. en los casos no regulados expresamente, pero semejantes a las que si lo han sido, se aplica tambien Ia ley en forma “tacita™” ¥ se cexcluye la costumbre, que no pucde contrariar ia ley escrita, ni siquiera Por Oposicion indirecta a aqucllas normas que tacitamente a por exicn- sion analégica igen para los casos “'tacitos” 9 no, expresos. Loy juristas romano aceptaron © reconacieron la posibildad de gic las cos fumbes derogaran ts leyes. Jitiano se prepuncabst por eso, aot diferencia hay etre lavolentad del pucblo expresade por escrite yesa misma voluntad expresady o manifes- sada 1 acco © hechos ¥ conclais el minmo: “Quare Feeniteame r2kom Mad recep (6, ut leper non xolee mafirapie fepsietors, sed ethem ecto contenu omium per desmutudinens abrorentar” (Drpewo, ib A" tat, 32, nam 1), FUENTES E ISTERPRETACION DEL DERECHO COMERCIAL I Mas, a pesardeesta subordinaciéma la key mercantil, la costumbse, ‘como producto de aquellas prracticas uniformes, publicas y reiteradas ‘uc va iniroduciendo Ia vida de-los negocios, cumple importantes fun- Sones dentro det derecho comercial. Porque, come anota ROURER, aunque el sistema del derecho escrito da la impresion de que representa lun gran progrese y conduce al maxima de seguridad joridica, “esta no cs, por desgracia, sino una mera ilusion, pucs que las fuentes-de sataicier fo © preesiablecide soa forzosamente esiaticas ¥ los emupos ‘humanos no so estaticos, sing exencialmente dinamicos y su existencia no puede detenersc indcfimidamentc sobre tas bases que les suminiscran las fuentes formales"". En otras palabras, el derecho excrito cnvejece facilmente ¥ es necesarig: mantener su. vitalidad y-hasta propiciar sa Tenovacién., cn consonancia con la vida comercial, cuyas medias de desarrolla—que se diversifican y evolucionan cada ver mas activamente—

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