El teatro griego era en su integridad poesa dramtica, es decir, teatro en verso. En
el desarrollo de una tragedia alternan bsicamente dos tipos de ejecucin del verso dramtico: el recitado y el canto. Las partes recitadas son las que corresponden a los personajes propiamente dichos, y se denominan, prologo (escena inicial); en ellas se centra la accin teatral y son tiradas de versos iguales, sin ningn tipo de combinacin estrfica. Frente al verso recitado estn las partes corales, es decir, aquellas en las que el coro -una especie de personaje colectivo integrado en tiempos de Sfocles por 15 personas con un portavoz al que se denomina corifeo- canta y al mismo tiempo baila una serie de composiciones poticas en lenguaje muy elevado y con una compleja y muy variada estructura mtrico-musical. Estas intervenciones del coro, que comentan la accin de los episodios, amonestan o aconsejan al hroe trgico anuncian lo porvenir prodo (entrada del coro en escena) estsimos (cantos entre los episodios). A ello habra que aadir, ocasionalmente los dilogos lricos que de vez en cuando se intercalan en un episodio o sustituyen a un estsimo y en los que uno o varios personajes dialogan con el coro o el corifeo, pero lo hacen cantando pues la tensin dramtica as lo requiere. W. Goethe lo resumi as: Todo lo trgico estriba en una oposicin irreconciliable. Tan Pronto como se presenta o se hace posible una reconciliacin, desaparece lo trgico. El hroe Sfocleo, al que su intransigencia lleva al aislamiento, a la soledad mas radical, no conoce el consuelo ni la redencin, pues el conflicto al que se enfrenta es, por definicin, irreparable. En este sentido, lo que la tragedia ensea y afirma es que la esfera de la razn, de la prudencia, de la justicia y las leyes humanas es terriblemente limitada; el personaje trgico es aniquilado por fuerzas que lo trascienden, fuerzas cuya comprensin no esta a su alcance. Esta visin del hombre, este asomarse al abismo que es la tragedia sfoclea no desemboca en el pesimismo o el nihilismo, si no que, precisamente porque presupone la existencia de un hombre y un equilibro superiores, parece provocar en el espectador un sentimiento de sosiego.